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Por Armando Tezucún

En abril recién pasado Pablo Monsanto divulgó su documento “Y ahora: la izquierda”, en el cual hace un llamado construir “…un frente amplio de organizaciones progresistas y de izquierda, que sirva como vehículo para cambiar el Estado actual por uno que sirva a los intereses de la nación en beneficio de las grandes mayorías de guatemaltecos y guatemaltecas”.

Leer más…GUATEMALA: Se plantea de nuevo el tema de la Unidad de la Izquierda

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Por Armando Tezucún

En una decisión sorpresiva, el “gobierno de los sin oportunidades” impuso Estado de Prevención en la ciudad de Huehuetenango el 24 de abril. Tal parece que el presidente Colom está llegando al colmo del cinismo, pues ante la reciente petición de las cámaras empresariales y los partidos de extrema derecha de que declarara Estado de Prevención para combatir los imparables asesinatos por parte de la delincuencia, el secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Rolando Robles dijo que tales hechos no ameritan que el gobierno tome tal medida (diario Prensa Libre 17/4/09).

Según el gobierno, la creciente ola de violencia no amerita la limitación de los derechos ciudadanos que implica el Estado de Prevención, pero en cuanto los sectores populares presionan para hacer valer sus derechos, de inmediato Colom recurre a la medida represiva. Esto es precisamente lo que sucedió en Huehuetenango.

Desde hace ocho meses la Municipalidad de Huehuetenango ha sido incapaz de resolver dónde verter los desechos sólidos, de modo que la basura se ha estado acumulando en las calles, o en ocasiones los empleados municipales la han tirado en los municipios vecinos. Esta situación anómala ha generado malestar entre los ciudadanos por los malos olores y la propagación de plagas. A pesar de las denuncias hechas ante el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, el gobierno municipal no ha solucionado el problema.

El 23 de abril, unas mil personas, encabezadas por estudiantes universitarios, se tomaron el edificio municipal de la ciudad, para exigir la solución del problema y la renuncia del alcalde Danilo Ángel. El día siguiente la Policía Nacional Civil desalojó a los compañeros, al tiempo que se anunciaba la imposición del Estado de Prevención. Ante la resistencia de los manifestantes, que aumentó al escuchar la inusitada medida, las fuerzas represivas lanzaron gases lacrimógenos. Alrededor de cuarenta personas resultaron intoxicadas, incluyendo niños. Un vehículo de la policía resultó destruido y cinco personas fueron detenidas y liberadas horas más tarde.

La restricción de derechos ciudadanos se mantendría por quince días, hasta el 8 de mayo. Quedaría suspendido el derecho de manifestar, las reuniones de todo tipo, la portación de armas de fuego y el estacionamiento de vehículo en lugares señalados por la policía.

Las protestas y la medida represiva coincidieron con la décima edición, esta vez en la ciudad de Huehuetenango, del programa de Colom Gobernando con la Gente, pantomima que se realiza en ciudades del interior en que el presidente y funcionarios del gobierno se reúnen con autoridades y representantes de las comunidades para escuchar solicitudes y prometer lo que nunca van a cumplir. Ya tuvimos mucho de eso con el programa Gabinete Móvil del anterior presidente Óscar Berger.

La reunión del presidente y sus funcionarios con los representantes municipales se realizó a puertas cerradas en el Club de Oficiales, a cinco kilómetros del enfrentamiento entre manifestantes y policías.

En una nueva medida sorpresiva, al inaugurar la segunda parte de la reunión el sábado 25, Colom anunció la suspensión del Estado de Prevención decretado el día anterior, aduciendo que las partes en conflicto llegaron a un acuerdo y la basura sería recogida de inmediato.

Creemos que la brusca marcha atrás del presidente en la medida represiva obedece a que era demasiado obvia la desproporción de la restricción de derechos ciudadanos con la naturaleza de los hechos de protesta que de desarrollaron. Era evidente el desprestigio que sufriría el gobierno, sobre todo cuando los acontecimientos se dieron en medio del demagógico programa Gobernando con la Gente. Colom tenía mucho que perder.

Los socialistas centroamericanos alertamos a la población de Huehuetenango para que no confíen el Colom. Sólo recordemos cuán rápidamente retiró el Convenio 175 de la OIT del Programa Nacional de Emergencia y Recuperación Económica ante las protestas que generó de parte de las organizaciones sindicales, sólo para prometer, un mes más tarde, a los empresarios exportadores que respaldaría la ratificación del convenio. Colom es un lobo con piel de oveja. ¡No a los represivos Estados de Prevención!

 

Por Alfredo Toj

Durante los últimos años, la calidad académica dentro de la Universidad de San Carlos (USAC) de Guatemala ha decrecido por diversos motivos, principalmente por las políticas neoliberales impulsadas por las autoridades universitarias encaminadas a la privatización de la Educación Superior.

Estas medidas pueden distribuirse en cuatro fases, empezando por el Sistema de Ubicación y Nivelación, que constituye el primer obstáculo para la población al cumplir el papel de filtro e impedir que la mayoría de aspirantes pueda inscribirse y recibir la educación superior.

La segunda medida privatizadora ha sido el llamado “Plan de Repitencia” que limita la cantidad de veces que un estudiante puede repetir un curso y se convierte en la principal causa de deserción estudiantil, pues de no aprobar un curso en tres oportunidades el estudiante es retirado de la unidad académica en la que estudia.

La tercer parte del plan privatizador es limitar el poder estudiantil, que se concretó cuando la Corte de Constitucionalidad, en clara violación a la Autonomía Universitaria, dictaminó que el estudiantado ya no pueda votar para elegir a sus representantes dentro de las Juntas Directivas de cada unidad académica.

La cuarta parte del plan es el aumento a la cuota estudiantil, que no se ha podido concretar por la reacción oportuna de los pocos grupos estudiantiles que aún conservan la militancia contestataria y la conciencia de clase que impide la privatización de la Universidad.

Una victoria importante para el sector estudiantil dentro de este proceso neoliberal ocurrió recientemente en la Escuela de Ciencias de la Comunicación, donde gracias a la oposición del estudiantado se ha evitado un incremento del 75% a la zona mínima para optar a escuela de vacaciones.

Dicha disposición había sido aprobada por el Consejo Directivo de la Escuela en noviembre de 2008, sin tomar en cuenta las opiniones de todos los sectores involucrados.

Anteriormente a esta medida la zona mínima para optar a Escuela de Vacaciones era de veinte puntos y se incrementó a treinta y cinco, con el argumento de elevar la carga académica al estudiante para mejorar la calidad académica de la Escuela.

Esta disposición se sumaba a las dificultades que ya se tienen con el “Plan de Repitencia”, además de carecer de fundamento pues el aumento a la carga académica hacia el estudiantado no se traduce en un incremento de la calidad académica de la institución y no refleja que los conocimientos sean mejor comprendidos por los estudiantes.

Desde febrero de 2009 los estudiantes de la Escuela empezamos el proceso legal para evitar que este incremento siguiera vigente y pedimos la apertura de una mesa de diálogo para consensuar entre los sectores involucrados las medidas necesarias para elevar la calidad académica de la institución.

Luego de varios acercamientos por parte del sector estudiantil sin obtener respuesta alguna de las autoridades, desde el miércoles 22 de abril empezamos las medidas de hecho declarándonos los estudiantes en resistencia permanente como medida de presión para ser escuchados y tomadas en cuenta nuestras opiniones.

Realizamos paros de labores en los edificios de la Escuela de Ciencias de la Comunicación durante el miércoles 22 y jueves 23 de abril, cuando en sesión el Consejo Directivo trató de desviar la atención de los estudiantes y aprobó una rebaja de treinta y cinco puntos a treinta, sin entablar ningún tipo de diálogo y negociación.

Ante esto, las medidas de hecho continuaron el viernes 24 de abril, fecha en la que las autoridades acceden a entablar una mesa de diálogo y negociación con los estudiantes, llegando al acuerdo de reducir la medida inicial de incremento que era de treinta y cinco puntos a veinticinco, con la finalidad de fomentar una mayor responsabilidad del estudiante pero sin caer en lo absurdo de un incremento desmedido.

Otro logro fue abrir la Mesa de Diálogo Permanente con las autoridades, la cual se encargará de ser la ventana por la cual los estudiantes encontremos una participación más directa en las decisiones de las autoridades, emulando las palabras de Ernaní María Fiori al decir que: “…Los dominados, para decir nuestra palabra, tenemos que luchar para tomarla. Aprender a tomarla de los que la retienen y niegan a los demás, es un difícil pero imprescindible aprendizaje…”

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Manifiesto del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT)

Por un primero de mayo clasista, radical y revolucionario

Sólo en el socialismo otra Guatemala es posible

A finales del 2008 y lo que va del 2009, la clase trabajadora del campo y la ciudad resiente con mayor agudeza la crisis del capitalismo que se expresa en el descalabro del sistema bancario mundial (con grandes robos de “honorables” empresarios, la quiebra de muchos bancos y la pérdida de ahorros y pequeñas inversiones de los trabajadores).

Como siempre ha sucedido, estas crisis afecta fundamentalmente a la ya paupérrima y vilipendiada clase trabajadora. Millones de trabajadores han perdido sus empleos, sus pequeños negocios, han sido echados de sus casas, han perdido la seguridad social y la posibilidad de resolver necesidades de alimentación, salud, educación, vivienda y vejez, todo ello objeto de mercancía en el capitalismo.

Esta crisis que ya no es novedad para los guatemaltecos, pues conocimos su expresión en casos de fraude que se mantienen en la impunidad: Bancafe, Banco de Comercio, Empresarial, Metropolitano, Promotor, Offshores, entre otros casos. Sin embargo, en este momento la resentimos más pues estamos ante la pérdida de nuestro empleo, la disminución de las remesas, la deportación, la pérdida de mercado para nuestros productos agrícolas, el encarecimiento de la canasta básica y del transporte, etc.

Pero esta crisis tiene su explicación en el sistema capitalista, construido para que la burguesía se enriquezca permanentemente a través de la explotación de la clase trabajadora (proletariado) y del despojo de los recursos nacionales, todo ello a costa de nuestra pobreza y miseria. También se explica porque el sistema capitalismo está organizado para que la burguesía se enriquezca aun más; por ello produce más de lo que se necesita (como productos chatarra y de lujosas banalidades) y no produce lo que realmente se requiere (como alimentos baratos), pues su lógica es producir sólo aquello que le representa la máxima ganancia, inclusive haciendo de la vida, de los niños, de las mujeres, simples mercancías que se venden, legal o ilegalmente, al mejor postor. Cuando no se logra vender todo lo que se ha producido, entonces se provoca las crisis de sobreproducción y que las tasas de ganancia disminuyan, lo que genera crisis como la que actualmente vivimos.

Para resolver no solamente la disminución de sus ganancias sino para salvar su sistema capitalista, la burguesía hace que sus Estados trasladen millones de millones de dólares a sus empresas (el llamado “salvataje financiero” que se realiza en Estados Unidos, Europa y que también lo hemos conocido en América Latina y Guatemala en específico donde se le entregaron a los bancos mafiosos más de mil millones de quetzales), dinero que procede de nuestros impuestos y que debiera servir para garantizarnos seguridad, salud, educación, etc.

Malversan nuestros recursos para trasladárselos a las burguesías locales y mundiales.

Los gobiernos compran empresas quebradas o las que han hecho robos millonarios para garantizar a los dueños (industriales, banqueros, grandes comerciantes y finqueros) no solamente que no pierdan su capital sino para que obtengan gigantescas ganancias de la transa. Para ello no solamente les trasladan los fondos del Estado, sino que endeudan a nuestros países con las mismas instituciones de la burguesía mundial y de los países imperialistas, tal el caso del Banco Centroamericano de Desarrollo, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Es un juego perverso en donde se nos explota a través de las empresas, se nos expolia a través de los Estados capitalistas y en el cual nuestra clase, la clase trabajadora, es privada de lo esencial, mientras a la burguesía se le hace cada vez más rica.

Lo grave, además, es que en Guatemala esta crisis se da sobre cimientos de miseria, de políticas neoliberales, de despojo y represión. Cerca del 80% de la población guatemalteca vive en la pobreza, incapaz de cubrir sus necesidades fundamentales; la parte de la clase trabajadora que cuenta con empleo, gana salarios de miseria y trabaja en condiciones infrahumanas. Mientras, la burguesía, la clase social que maneja el capital y el poder capitalista, intensifica sus acciones de explotación y saqueo de los recursos nacionales (minerales, petróleo, agua, tierra) y profundiza la destrucción del ambiente. En esa dirección, sus gobiernos siguen aplicando políticas neoliberales y populistas que protegen sus intereses y buscan mantenernos sumisos. Y Sólo en el Socialismo otra Guatemala es posible cuando luchamos por nuestros intereses y derechos --que no son los intereses y derechos de la burguesía, las mafias y los políticos corruptos--, se nos impone una política de criminalización y represión.

Es esto lo que está ocurriendo con el gobierno de Álvaro Colom, un gobierno protector de los intereses de los burgueses (terratenientes, banqueros, industriales/maquileros y grandes comerciantes), incluidos sus financistas: grandes empresarios y gentes vinculadas con mafias nacionales y regionales. Mientras, las necesidades del pueblo y de la clase trabajadora simplemente son inexistentes en sus políticas.

El gobierno de Colom tiene una política de circo y dulces a través de su discurso de “solidaridad”, mientras con sigue clavando una puñalada por la espalda. La supuesta oposición política, que juega al gato y al ratón con los ojos cerrados, pareciera estar promoviendo la desestabilización no solamente para garantizarse el relevo gubernamental sino –inclusive- para promover la conformación de un Estado más fascista y hasta una intentona golpista con la complicidad de la Embajada yanqui.

Por eso afirmamos, el capitalismo nos está llevando a la miseria, a la destrucción y la muerte. Por eso, como clase trabajadora, como sectores populares y como pueblos indígenas organizados, debemos resistir y luchar a las embestidas del capital y su Estado, articularnos y unirnos, y avanzar hacia la destrucción del sistema capitalista y la construcción del único sistema verdaderamente alternativo: el Socialismo.

El Estado capitalista, los gobiernos burgueses y sus supuestas oposiciones –como sucede en Guatemala-, no hacen más que defender los intereses de la burguesía local y mundial. Por esto debemos acabar con este Estado y este su gobierno, e instaurar el Estado proletario, popular y verdaderamente democrático, al servicio de las mayorías.

Por eso es necesario abandonar las estrategias electoreras y pro sistémicas y las políticas de colaboración con este Estado burgués, oligárquico y pro imperialista, y avanzar en una estrategia verdaderamente revolucionaria, que nos permita liquidar el capitalismo e instaurar el Socialismo.

Sólo en el Socialismo la clase trabajadora, el pueblo en general, los pueblos indígenas y todos los explotados y oprimidos, tendremos la posibilidad de ser sujetos de nuestro destino y construir una sociedad basada en la igualdad, la justicia y la solidaridad.

¡Viva la clase trabajadora y la lucha de los explotados y oprimidos!

¡Viva la Revolución Guatemalteca!

¡Viva el Socialismo!

PARTIDO GUATEMALTECO DEL TRABAJO

Por Guatemala, la Revolución y el Socialismo

¡Proletarios del mundo, uníos!

Guatemala 1º de Mayo 2009.

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¡POR UN PRIMERO DE MAYO, CENTROAMERICANISTA, ANTIIMPERIALISTA Y ANTICAPITALISTA!

PSOCA SECCIÓN GUATEMALA

¡QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS RICOS!

La grave crisis por la que atraviesa actualmente el capitalismo mundial se está sintiendo con fuerza este año en Guatemala. El problema es que los principales compradores de nuestros productos son Estados Unidos y Europa quienes ahora nos compran menos pues sus economías están muy mal, con empresas quebrando y una gran cantidad de obreros despedidos.

Para nuestros trabajadores esto significa desempleo y baja de salarios. El año pasado sólo en el sector de la construcción fueron despedidos cerca de 150 mil obreros y en las maquilas unos 12 mil con 20 fábricas cerradas. Este año han cerrado otras 22 maquilas, lanzando al desempleo a 11 mil trabajadores.

Nuestros compañeros que al no encontrar trabajo en el país han tenido que migrar a Estados Unidos están sufriendo la crisis perdiendo sus trabajos y enviando menos dinero a sus familias. Esto está provocando mayor pobreza y extrema pobreza a la población del interior.

El gobierno decretó un aumento del salario mínimo en diciembre pasado, alcanzando Q 1,831.66 en la ciudad y el campo. Para favorecer a los patronos maquileros el presidente Colom dejó estancados los salarios de las trabajadoras y trabajadores de este sector en Q 1,702.39. Todos sabemos que muchos patronos se niegan a cumplir con pagar el sueldo mínimo a sus trabajadores. De todos modos, ese sueldo no alcanza para nada. Según el Instituto Nacional de Estadísticas, hacia el mes de marzo, el dinero que necesita una familia de 5 miembros para cubrir sus necesidades de alimentación, vivienda, transporte, salud, educación y servicios era de Q 3,607.26, muy lejos del sueldo mínimo.

Ante tanto desempleo y pobreza, ahora el gobierno, de acuerdo con los patronos y empresarios, quiere permitir el trabajo a tiempo parcial (Convenio 175 de la OIT), es decir que las empresas puedan contratar a sus trabajadores por horas o días, sin pagarles su sueldo completo, sin derecho a séptimo día, a vacaciones, aguinaldo o bono catorce. Esta medida les conviene a los capitalistas porque van a gastar menos en salarios, pero jamás a los trabajadores.

Los Socialistas Centroamericanos rechazamos que los trabajadores paguen el precio de la crisis con despidos y pobreza. Proponemos que ante la inflación los sueldos suban automáticamente cuando suban los precios de los productos; ante los despidos proponemos que las horas de trabajo disponibles se repartan entre todos los obreros de la empresa, sin que baje el sueldo.

Llamamos a la unidad en la lucha de las organizaciones de trabajadores, campesinos, populares e indígenas más allá del sectarismo y los intereses sectoriales.

¡NO AL CONVENIO 175! ¡UNIDAD DE TODOS LOS TRABAJADORES!

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