José María Villalta, candidato presidencial del Frente Amplio

(Debatiendo con el sectarismo de izquierda)

Por: Giovanni Beluche V.

El actual proceso electoral obliga a contribuir a la toma de decisiones de una parte del electorado que se mantiene a la expectativa. Con modestia propongo dos reflexiones en voz alta, esta primera polemiza con la izquierda sobre la necesidad de apoyar críticamente al Frente Amplio. En un próximo artículo debatiremos frente a los argumentos que la derecha esgrime contra la candidatura de José María Villalta (Frente Amplio).

El pueblo y la juventud quieren un cambio

La escalada en la intención de votos a favor del Frente Amplio, tal como se refleja en las encuestas, confirma que amplias franjas de la ciudadanía, sobre todo la población joven, no está dispuesta a votar por los partidos tradicionales que han hecho del neoliberalismo su programa político. El descontento con tanta desigualdad, pobreza galopante y desempleo a veces toma un giro peligroso hacia la derecha (pasó en Panamá con Martinelli). Pero en el actual proceso electoral, el golpe de timón parece hacer un vuelco parcial hacia el progresismo. Como de costumbre, los últimos en enterarse son los dirigentes de la mayoría de grupos de izquierda, que fueron incapaces de dotar al pueblo costarricense de una propuesta electoral unitaria y clasista.

Mientras los líderes de cada agrupación nadan en el sectarismo y la autocomplacencia puritana, cuasi religiosa, el pueblo y la juventud reclaman el cese de las consecuencias del modelo aperturista y de libre mercado, que les ha negado un porvenir con dignidad: pobreza, desigualdad, crisis del agro, desempleo, inseguridad ciudadana, crisis de la CCSS, etc. Faltando menos de un mes para las votaciones, la campaña electoral debería convertirse en una oportunidad de reflexión colectiva sobre las consecuencias del modelo de acumulación capitalista vigente y la necesidad de establecer un gobierno democrático, popular, progresista, clasista y anti neoliberal que revierta sus medidas. Cada persona que emita un voto consciente de ruptura con el paradigma de la sociedad de mercado, estará en mejores condiciones de avanzar en sus concepciones ideológicas.

Votar por el Frente Amplio y el debate en las izquierdas

El Frente Amplio claramente levanta una propuesta anti neoliberal. Su programa se puede cuestionar por contener elementos desarrollista, socialdemócratas, keynesianos y hasta reformistas, pero es una propuesta progresista alternativa que hay que apoyar de forma crítica. El pueblo tiene el derecho de hacer su experiencia con el Frente Amplio y eso sería altamente progresivo. Si bien la pobreza y la desigualdad obedecen a causas estructurales de la sociedad capitalista (que hay que erradicar), la aplicación de medidas redistributivas ha sacado de la pobreza a millones de personas en varios países de la región.

En vez de empujar la carreta en esa dirección, a una parte de la izquierda se le olvidó aquello de “analizar la realidad concreta para elaborar política concreta”. No se han dado cuenta de que con todas sus carencias y defectos no es lo mismo el Brasil de Lula que el de Fernando Henrique Cardoso, el Ecuador de Correa que el de Lucio Gutiérrez, o la Bolivia de Evo Morales que la de Gonzalo Sánchez de Losada. A algunos hasta les cuesta encontrar alguna diferencia entre Álvaro Uribe y Hugo Chávez.

Cerrar filas contra la campaña del miedo y en favor del Frente Amplio

Durante el mes que resta de campaña electoral, las maquinarias y los millones con que cuentan los partidos del bloque neoliberal, sobre todo el PLN y el Movimiento Libertario, se gastarán en una campaña sucia. Ante su falta de discurso coherente y convincente, echan mano del recurso del miedo, igual que cuando estaban perdiendo el referéndum del TLC, cuando sin empacho se unieron PLN, Otto Guevara, PUSC y demás hierbas aromáticas.

No se puede subestimar los efectos de la campaña del miedo en el electorado. Corresponde a las fuerzas progresistas cerrar filas alrededor de la propuesta del Frente Amplio. Quedarse mirando los toros detrás de la barrera o encerrados en su propia concha sectaria lleva agua al molino del continuismo. Que una segunda ronda se dirima entre el Frente Amplio y el PLN sería un triunfo para todo el movimiento popular. Si por el contrario, la campaña del miedo surte efecto, la segunda ronda podría ser entre los dos partidos del bloque neoliberal: PLN y Movimiento Libertario. De ese binomio saldría una nueva derrota para el pueblo y las fuerzas progresistas. ¿Qué papel jugará cada quien para evitarlo?

Se trata de acumular fuerzas para las duras jornadas de lucha que los sectores populares, la clase trabajadora, los movimientos de la diversidad sexual, campesinos, comunidades, mujeres, ambientalistas, juventudes y pueblos indígenas seguirán dando por una sociedad con justicia social y equidad.

Trabajadores del ICE luchan por salvar la empresa estatal

Por Ramón Sibaja

En Costa Rica, a pesar de las periódicas movilizaciones de los sindicatos de empleados públicos en las calles, las luchas de los trabajadores han descendido notablemente este año. Este retroceso se debe, en parte, a la campaña electoral que embelesa a las masas costarricenses, y que siempre recrea la maldita ilusión que con los votos se puede mejorar la situación del país.

No obstante, a pesar del descenso de las luchas, se han producido dos pequeñas pero importantes luchas en contra de la privatización del servicio de salud, y por la defensa del estatal Instituto Costarricense de Electricidad (ICE)

La lucha por la defensa de los EBAIS

El pasado 11 de Noviembre estalló una importante pero significativa lucha contra la privatización parcial del servicio de salud, encabezada por 450 trabajadores del Programa de Atención Integral en Salud (PAIS), encargados de administrar los EBAIS adscritos a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) pero administrados por la Universidad de Costa Rica (UCR) los que brindan servicios de salud a 200,000 habitantes de los cantones de Curridabat, La Unión y Montes de Oca.

Las autoridades de la CCSS y la UCR de tiran la pelota, pero nadie se responsabiliza por la crisis. Al finalizar el convenio suscrito entre ambas instituciones, de los 45 EBAIS que administra la UCR, en el nuevo acuerdo solo quedan 36, los que pasarán a ser administrados por la Universidad Iberoamericana (UNIBE). Los restantes 9 EBAIS desaparecerían. Al pasar de mano de una institución pública a una privada, los trabajadores prevén, con justa razón, que no se garantiza el empleo ni las conquistas laborales, y que disminuirá la calidad del ya precario servicio de salud a la población.

La CCSS adjudicó los EBAIS a UNIBE, por un monto de ¢4.900 millones por año, durante los próximos cuatro años. El 14 de Febrero del año 2014, la UCR deberá entregar los EBAIS a la UNIBE. Pero los trabajadores no se han quedado de brazos cruzados. Esta lucha involucra al Sindicato de Empleados y Empleadas de la Universidad de Costa Rica (SINDEU) y la Unión de Trabajadores de la Caja (UNDECA). También han participado los empleados de farmacias. Han apoyado esta lucha la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), la Unión Médica, la Central Rerum Novarum y la Unión de Empleados de la Caja (UNDECA), entre otros.

Debido a que más del 90% de los 450 trabajadores estaban apoyando la huelga, las autoridades de la UCR comenzaron a contratar esquiroles, con el objetivo de quebrar la huelga. La posición inicial de los trabajadores fue demandar el dialogo con las autoridades, pero estas respondieron con amenazas de despido y con una solicitud al juzgado laboral para que declarara ilegal la lucha, lo que ocurrió el pasado 24 de Noviembre. Esto le permite a la patronal de la UCR tomar medidas drásticas como el despido.

Despierta el gigante dormido

Los trabajadores del ICE jugaron un rol de vanguardia en la defensa de la institución estatal ante las pretensiones privatizadoras del gobierno en el año 2000. El ascenso obrero que se generó producto de la derrota del proyecto privatizador del Combo del ICE, fue neutralizado con el referéndum del año 2007, que permitió al gobierno de Arias imponer el TLC.

El resultado ha sido fatal: el ICE se mantiene como una empresa más, pero ha perdido su condición monopólica, y ahora debe competir en desventaja con las transnacionales como Movistar y Claro.

El pasado 25 de Noviembre, un sector de los trabajadores del ICE, agrupados en Asociación Nacional de Trabajadores de la Emergía y Telecomunicaciones (Anttec), que dirige Jorge Arguedas, realizaron un paro parcial, reclamando la intervención de las autoridades, dado que no se está capitalizando la institución, colocándola en desventaja en relación a la competencia de las transnacionales.

Arguedas explicó los motivos del paro: “exigir al presidente ejecutivo y al gerente general cambios sustanciales en el sector que le permitan al ICE que Telecomunicaciones opere bajo criterios técnicos y no políticos ni caprichosos. Preferimos tener un ICE en pie de lucha a fin de año, que un ICE moribundo a inicios del año entrante”(Extra, 25/11/2013)

Los trabajadores en huelga exigieron la destitución de Carlos Mecutchen, gerente de Telecomunicaciones, y de Marvin Rojas, jefe de la División de Banda Ancha, por considerarlos responsables del desabastecimiento y suministro de materiales que la División de Banda Ancha.

La presión de los trabajadores en lucha, dio algunos resultados: la nota 0150-2328-2013, elaborada por las dos máximas autoridades del Instituto, reconoció que “…en los últimos meses se han detectado problemas de diferentes tipos, que conducen a relaciones humanas difíciles, diversas críticas sobre la productividad de dicha área, y a desalineamientos peligrosos tanto entre sus propios grupos, como en el resto de la organización de Telecomunicaciones”. Esperemos que el gigante se levante y vuelva a la pelea.

 

Por Antonieta Villalobos Calvo

Secretaria de Asuntos Internacionales Central General de Trabajadores (CGT)

A nivel mundial, los datos sobre la situación de las mujeres continúan siendo larmantes. La falta de acceso a los recursos para la producción y al mercado laboral, mantienen en la pobreza a las mujeres, quienes a pesar de producir entre el 60% y el 80% de los alimentos en los países en vías de desarrollo, se ven obligadas a padecer de hambre con sus familias.

Según estadísticas mundiales, el 53% de las mujeres que trabajan lo hacen en empleos vulnerables, por ejemplo en maquilas localizadas en las zonas francas industriales en países tercermundistas. En dichos lugares, las obreras quedan expuestas a muy bajos salarios y a pésimas condiciones de trabajo, sus derechos han sido “flexibilizados” en pro de “la atracción de inversión extranjera” frecuentemente bajo los acuerdos del libre comercio.

Por otra parte, en la economía actual globalizada, los mercados laborales se han “liberalizado” permitiendo una flexibilización de las leyes y dejando sin protección social a millones de trabajadores y trabajadoras informales. Garantizar los derechos de las mujeres en el mercado laboral informal no es tarea fácil, en vista de que los Estados no brindan verdadera protección a quienes viven de este tipo de empleos.

Una de las más graves expresiones del empleo informal es el trabajo doméstico. Debido a que se constituye en una extensión de las labores invisibilizadas y los cuidados que las mujeres han realizado tradicionalmente en el hogar, sin remuneración alguna, el trabajo doméstico suele ser subvalorado. Las trabajadoras domésticas usualmente no cuentan con ningún tipo de contrato laboral, protección social ni garantías laborales, especialmente si son inmigrantes. Debe indicarse que en los países en vías de desarrollo, el trabajo doméstico representa entre el 4% y 10% de la fuerza laboral, siendo las mujeres la gran mayoría en este sector (entre el 74% y 94%); además nos enfrentamos ante el creciente fenómeno de la feminización de la migración, en donde millones de mujeres se trasladan a países más ricos a fin de poder mantener a la familia que permanece en su país de origen.

Además, una alta proporción de las mujeres centroamericanas se insertan en ocupaciones de baja productividad o perciben ingresos salariales inferiores con respecto a los hombres en las mismas ocupaciones. En Costa Rica, por ejemplo, las trabajadoras del sector público poseen un ingreso promedio inferior en un 7% en comparación con los trabajadores, en el sector privado, la situación de discriminación es aún más crítica, ya que las mujeres ganan hasta un 27% menos que los hombres y a pesar de que las mujeres superamos a los hombres en educación universitaria, tan solo un 27% de los altos puestos de “dirección y gerencia” son ocupados por el sexo femenino, que gana de por sí un 22% menos que el masculino. Además, en diversos países de la zona, se puede identificar una penalización de la maternidad, en el sentido de que esta brecha salarial es mayor entre las madres que entre las mujeres que no lo son. A pesar de que existen legislaciones que protegen a las trabajadoras en condición de embarazo, es sabido que en la práctica, los patronos las discriminan de múltiples formas. Tampoco resultan efectivas las leyes contra el acoso laboral, abundan los casos de hostigamiento sexual en los centros de trabajo y de estudio.

Según datos oficiales, en Costa Rica, el desempleo femenino llega hasta un 10% (cuatro puntos más que el masculino). Un 92% de las mujeres jefas de hogar, asumen la crianza y manutención de su prole sin el apoyo de ninguna otra persona. Solo el 16% de los hombres jefes de hogar, asumen esta tarea en solitario.

La mujer centroamericana vive en carne propia la inseguridad, la violencia, la pobreza, el desempleo, el subempleo, entre otras manifestaciones de la discriminación y explotación a causa de nuestro género. Aunado a esto, según un informe de la ONU, se estima que en el 2011, una de cada tres mujeres de nuestra Región, era víctima de violencia en sus hogares. Estos actos de violencia suelen estar agravados por otros factores, tales como la pobreza, la corrupción o el narcotráfico. Guatemala en particular, se caracteriza por una fuerte violencia intrafamiliar. En el año 2012 se registraron 720 femicidios, mientras que otras 899 mujeres resultaron heridas a causa de estos abusos.

Es regla de oro en el mundo capitalista, que la crisis de los ricos la pagan los pobres. La arremetida de los gobiernos en contra de la clase trabajadora se ejecuta a través de políticas regresivas perjudiciales para los servicios públicos y recortes a los gastos sociales, incrementando así la desigualdad y la pobreza. Es entonces cuando el proletariado comienza a perder sus derechos, a sufrir la reducción de sueldos y el empeoramiento de sus condiciones laborales. La situación es incluso más grave para la mujer trabajadora, ya que en tiempos de crisis ella es la primera en verse afectada. En países como España, el caos económico llegó a agudizar la brecha de género, golpeando con más fuerza a los salarios de las españolas.

Bajo esta lógica patriarcal que sigue el capitalismo, se considera a la mujer como “fuerza de trabajo disponible y elástica”, que puede ser desechada ante la crisis o contratada en condiciones de explotación, valiéndose para eso, de la pobreza en la cual, ese mismo sistema ha colocado a las mujeres. Esta cadena de explotación y maltrato es parte del día a día de millones de obreras y campesinas centroamericanas, doblemente oprimidas por su condición de mujer y de trabajadora.

Sin embargo, todo lo anterior es harto conocido, no solo por las mujeres que día a día lo enfrentamos, sino también por organismos internacionales como la ONU. Mediante la Declaración del Milenio y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) los Gobiernos de 189 países se comprometieron a lograr que la justicia social llegue a todos los habitantes del planeta. Sin embargo, estamos a dos años de que se venza el plazo fijado para el cumplimiento de dichos objetivos y las mujeres seguimos siendo explotadas en razón de nuestra clase económica y discriminadas por nuestra condición de género. Erradicar la pobreza extrema y el hambre (OMD1), sin cuestionar el sistema que las genera, es simplemente “un saludo a la bandera”.

La lucha por la liberación de la mujer trabajadora, debe apuntar a las causas de la violencia estructural de la que somos víctimas, no solo a sus consecuencias. Luchar en contra del patriarcado será siempre una tarea insuficiente si no comprendemos que éste alimenta y mantiene al capitalismo. Luchar en contra del capitalismo, que coloca en la miseria a millones de personas e ignorar que esa pobreza afecta de manera más cruel a las mujeres, es desconocer la realidad que las trabajadoras, pobres, indígenas, migrantes y/o negras vivimos día a día. Por eso, debemos organizarnos para trabajar juntas, entendiendo que en las mujeres se encuentra un gran potencial para la fuerza y el liderazgo. ¡Si somos doblemente explotadas, seremos doblemente revolucionarias!


Por Orson Mojica

En la antigüedad, las “polis” eran ciudades-Estado donde un grupo reducido de ciudadanos ejercían derechos políticos, por encima de la mayoría de esclavos que no participaban en nada.

¿Qué tienen que ver las “polis” con la Universidad de Costa Rica (UCR)?, preguntara el indignado lector. Pues bien, sí hay alguna relación, como trataremos de demostrar.

Progre ganó nuevamente

El pasado 17 y 18 de Octubre del año en curso finalizaron las elecciones para elegir nuevas autoridades de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR), en la que Alejandro Ismael Madrigal Rivas, candidato del partido Progre, rama estudiantil del Frente Amplio (FA), salió electo con 4428 votos (43.53%) como nuevo presidente de la FEUCR, manteniendo el control de dicha organización por otro periodo consecutivo.

Esta mayoría de votos permitió que Michael Valverde (3904 votos) y Tamara Gómez (3860 votos), ambos candidatos de Progre, fuesen electos como los dos representantes estudiantiles ante el Consejo Universitario.

En segundo lugar quedó José Daniel Murillo Solano, candidato del partido Convergencia, rama estudiantil del antiguo Movimiento al Socialismo (MAS) ahora convertido en el Partido de los Trabajadores (PT), con 3155 votos (32.48%). Convergencia (en una época se denominó Gente-U) ha sido la organización que más tiempo ha ejercido el control de la FEUCR en el último periodo: 2003 a 2009, perdió las elecciones en 2010, recuperó nuevamente el control de la FEUCR en el 2011, volviendo a perder ante el avance de Progre en 2012 y 2013.

En tercer lugar quedó Paola Zeledón, candidata del partido Ya Basta, alianza conformada por el Nuevo Partido Socialista (NPS), antes Partido Socialista de los Trabajadores (PST), con el Partido Verde, obteniendo 938 votos (9,66%).

En cuarto lugar quedó partido Abran Paso, con la candidata Andrea Guadamuz, una alianza entre el Partido Revolucionariode las y los Trabajadores (PRT) y la Liga por la Revolución Socialista (LRS), obteniendo 836 votos (8,61%).

Escasa participación, elevada abstención

Desde el 2008, el abstencionismo en las elecciones de la FEUCR ha oscilado entre el 70% y el 80% del padrón electoral: dos o tres estudiantes de cada diez eligen a sus representantes. En las elecciones del 2010 hubo segunda vuelta en las elecciones de la FEUCR, bajando la participación a 7079 estudiantes.

En 2012 hubo necesidad otra vez de una segunda vuelta, porque los candidatos no obtenían los votos necesarios según los estatutos de la FEUCR. En estas elecciones del 2013, votaron apenas 9713 (27,19%) estudiantes de un total de 34,689 estudiantes inscritos en el padrón electoral, con una elevada abstención del 72.81%. Hay una diferencia entre el padrón electoral y la cantidad de alumnos. En 2013 se habían matriculado 68295 estudiantes en la UCR. La votación de 9713 estudiantes representa apenas un 14,2% del total de alumnos de la UCR. Las votaciones en la FEUCR son una verdadera polis!

El fenómeno de la alta abstención no solo se debe a la deficiente gestión democrática que Convergencia desarrolló durante los años que estuvo al frente de la FEUCR, sino fundamentalmente al hecho que la composición social de la mayoría de los estudiantes de la UCR es de clase media. Contradictoriamente, la UCR es una universidad estatal muy selectiva donde los hijos de los trabajadores tienen que vencer muchos obstáculos para estudiar.

Nuevamente la dispersión

En términos generales, todas las agrupaciones que se disputaron la presidencia de la FEUCR se reclaman del trotskismo, salvo Progre que es la rama estudiantil del FA.

Entonces tenemos dos fenómenos. Por un lado la alta abstención y por el otro lado la dispersión de las organizaciones que se reclaman del trotskismo. Si sumamos los votos de Convergencia, Ya Basta y Abran Paso, tendríamos 4,929 votos que hubieran permitido conquistar el gobierno de la FEUCR. Pero no es un asunto de sumar o restar votos. El impacto político de una alianza de Convergencia, Ya Basta y Abran Paso, tendría una influencia electrizante sobre las adormiladas bases estudiantiles.

La militancia heroica de estos grupos termina disolviéndose en la nada, porque la dispersión permite que Progre, un partido de izquierda reformista, mantenga el control sobre la FEUCR.

Las recientes elecciones de la FEUCR donde las fuerzas del trotskismo resultaron incapaces de articular una alianza principista, que permitiera establecer un gobierno democrático, de inclusión y respeto a las corrientes minoritarias dentro de la FEUCR, muestran anticipadamente una casi segura tragedia que ocurrirá en las próximas elecciones generales del 2014.

Reforma del sistema de elección de la FEUCR

No podemos llorar por la leche derramada, pero sí podemos sacar las lecciones. Es urgente reformar el sistema electoral de la FEUCR, se debe terminar con el gobierno electo en base al sistema de planchas o listas únicas, y establecer desde la base un sistema de delegados, que puedan ser elegidos o removidos en cualquier momento, los que reunidos en asamblea general deben conformar un Consejo Estudiantil que elija un presidente rotativo.

Se requiere democratizar la FEUCR que tiene un obsoleto y antidemocrático sistema presidencialista, que impide la participación activa de las bases estudiantiles.

En la UCR todos los estudiantes tienen derecho al voto, pero con el actual sistema electoral antidemocrático, tenemos los mismos resultados que las polis griegas.

La marcha reaccionaria convocada por Chinchilla fue raquítica

Por Ramón Sibaja

Bajo la administración de la presidenta Laura Chinchilla (2010-2014) se han acrecentado los conflictos territoriales con Nicaragua. Recién tomó posesión en el año 2010, se inició el conflicto por Isla Calero, una isla fluvial en medio de un pantano, en la frontera con Nicaragua, cuando ésta anunció el dragado sobre la desembocadura del río San Juan.

Posteriormente Chinchilla a mediados del 2012 inició la construcción de la “trocha fronteriza”, una improvisada carretera de 160 kilómetros de largo, paralela al río San Juan, no pavimentada, que significó una multimillonario negocio o “chorizo” de 40,000 millones de colones para los funcionarios involucrados en su construcción, iniciando un nuevo conflicto con Nicaragua, que denunció daños ecológicos irreversibles sobre el río San Juan.

Detrás del conflicto por el dragado del río San Juan, Isla Calero y la construcción de la trocha fronteriza, está el pleito por la construcción del canal interoceánico y los fabulosos negocios e ingresos que ello implica.

Y recientemente ha iniciado un nuevo conflicto por la delimitación de la frontera marítima con Nicaragua, especialmente a partir de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya, asignó a este país un amplio espacio de mar territorial, que borró las fronteras pactadas en 1977 entre ambos países.

Historia común

Pero las cosas no siempre fueron así. Nicaragua y Costa Rica son países con amplios y profundos vasos comunicantes. En la época de las dictaduras militares en Centroamérica, en el siglo XX, el exilio nicaragüense y centroamericano radicaba en Costa Rica. Los trabajadores de las bananeras y trabajadores agrícolas siempre han sido mayoritariamente nicaragüenses. La guerrilla sandinista encontró una retaguardia segura en Costa Rica, bajo el gobierno de Rodrigo Carazo Odio (1978-1982), teniendo su base central de operaciones en Liberia, frontera con Nicaragua.

Fue con el inicio de la guerra civil nicaragüense (1982-1990), alentada por Estados Unidos, que los sucesivos gobiernos de Costa Rica encontraron financiamiento y todo tipo de facilidades para atacar a la revolución y mostrar a la democracia costarricense como el paradigma a seguir. Desde entonces, las contradicciones entre los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica, han adquirido características de hostilidad abierta.

Y con ello las fracciones burguesas dominantes, tanto en Costa Rica como en Nicaragua, han alentado abierta o solapadamente campañas chauvinistas o xenófobas que separan a ambos pueblos, en momentos en que la economía y el mercado regional derriban las artificiales fronteras y los unifica.

Las declaraciones de Ortega sobre Guanacaste

A los anteriores conflictos debemos agregar ahora las desafortunadas declaraciones de Daniel Ortega, sobre la posibilidad de reclamar la provincia de Guanacaste, de origen nicaragüense, y que fuera anexionada definitivamente a Costa Rica, mediante el tratado Cañas-Jerez del año 1858.

En su discurso, Daniel Ortega insinuó que podrían demandar a Costa Rica para recuperar la provincia de Guanacaste: “(…) Eso le permitiría a Nicaragua recuperar un inmenso territorio, si la sentencia favoreciera a Nicaragua” , existen “fundamentos históricos” de que esa provincia fue cedida a Costa Rica “cuando el país estaba enfrentando al expansionismo yanqui entonces (…) Allí está la historia y allí están los documentos, entonces pienso que eventualmente también podemos recurrir a la Corte” (La Nación, 13/8/2013).

Bayardo Arce, asesor de Daniel Ortega, negó el sentido de las declaraciones y justificó que Ortega fue mal interpretado por los medios de comunicación, pero las declaraciones de Ortega encendieron el más reaccionario espíritu patriotero costarricense.

Raquítica marcha de Chinchilla en Nicoya

El gobierno de Laura Chinchilla al finalizar su período se debate de crisis en crisis. Ni tonta ni perezosa, Chinchilla intentó sacar provecho de la metida de patas de Ortega, convocando a una marcha de repudio en la provincia de Guanacaste, la misma que recientemente rechazó su presencia en el 189 aniversario de la anexión. El concejo Municipal de Nicoya debió cambiar repentinamente la hora de la celebración, para evitar las protestas del Foro de Guanacaste y varios sindicatos y organismos populares.

Pese al discurso patriotero de Chinchilla, la olvidada provincia de Guanacaste tiene estadísticas alarmantes: el 24% de la población vive en pobreza, y tiene casi el 10% de desempleo, las tasas más altas del país. Guanacaste es un paraíso de las transnacionales del turismo y de la industria agrícola, pero su población de tez morena no goza de los beneficios que tiene el resto del país.

La marcha patriotera de Chinchilla, convocada en repudio a las declaraciones de Ortega, reunió a solo 5 mil personas, entre estudiantes y empleados de la municipalidad de Nicoya. Fue un rotundo fracaso, y nos alegramos por ello.

¡Abajo el nacionalismo reaccionario!       

Los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica se disputan verbalmente el territorio de Guanacaste, cuando en realidad este territorio no pertenece a ninguno de los dos países. Las fronteras entre Nicaragua y Costa Rica, así como la de todos los países de la nación centroamericana, surgieron después del derrumbe del Estado federal en 1848.

Los trabajadores de Costa Rica y Nicaragua no debemos caer en la trampa nacionalista. Guanacaste es provincia de Centroamérica, por eso debemos luchar por restablecer la República Federal de Centroamérica.

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