Por Arturo Taracena Arriola[1]

 

Presentamos una traducción revisada y cotejada de los escritos del anarquista Max Nettlau referentes al movimiento anarquista centroamericano.

En 1994 le escribí a la doctora Thea Duijker, entonces una de las responsables de la Sección América Latina en el Instituto Internacional de Investigaciones Sociales (Internationaal Instituut voor Sociale Geschiedenis–IISG–) de Ámsterdam, solicitándole permiso para publicar una traducción de las páginas del manuscrito de Max Nettlau,[2] concernientes al movimiento anarquista en Centroamérica. Éste se conserva y yo lo había fotocopiado hacía quince años, durante la investigación de mi tesis de doctorado.[3]

A vuelta de correo, me respondió diciéndome que había sometido mi demanda al director, doctor Rudolf de Jong y a la profesora Mieke Ijzermans, directora de la Sección de Investigaciones y quien se ocupa de los archivos, así como al historiador alemán Heiner Becker, quien preparaba la publicación en 6 tomos del manuscrito de Nettlau, respondiendo ambos afirmativamente. Después, por motivos diferentes, engaveté esta iniciativa.

Las páginas del manuscrito aludidas (420-421) están incluidas en el capítulo intitulado “Los anarquistas desde sus inicios en Perú, Ecuador, Costa Rica, San Salvador (sic), Guatemala y una mirada sobre las sociales Indias Occidentales (1894- 1914)”[4].

Seguidamente, para establecer las aclaraciones necesarias al texto, me remití a la  obra que el propio Nettlau editó en alemán el año de 1935 y que en español apareció con el título Los anarquistas a través de los tiempos[5] y a mi artículo “Presencia anarquista en Guatemala entre 1920 y 1932”.[6] Dichas aclaraciones las he puesto entre corchetes, con el propósito de no romper las citas y los paréntesis hechos por el propio Nettlau en el manuscrito.

La traducción del alemán se la debo a los amigos Dieter Paaz y Karin Beeck, a los cuales agradezco su amabilidad. Asimismo, expreso mi agradecimiento a la doctora Duijker, por su amistad y bondad académica. El deseo de todos nosotros es contribuir al desarrollo de la historiografía centroamericana sobre los movimientos sociales.

Los anarquistas desde sus inicios en Perú, Ecuador, Costa Rica, San Salvador, Guatemala y una mirada sobre las sociales Indias Occidentales (1894- 1914)

“En Centroamérica, fue Costa Rica la que pudo constituir el más antiguo baluarte libertario.  Ahí se inició, el 15 de enero de 1911, Renovación. Revista de Arte y Sociología, dirigida por José María Zeledón, un poeta costarricense y administrada por Ricardo Falcón, un anarquista de Barcelona, con la colaboración, de Anselmo Lorenzo, desde Barcelona, para la parte literaria y sociológica. (Véase T. y L. [Tierra y Libertad, Barcelona], 28 de diciembre de 1910). Quincenal, con por lo menos 66 publicaciones en San José, hasta fines de 1912 o posteriormente. Si no me equivoco, fue [José María] Zeledón quien editó la Colección Ariel [San José de Costa Rica] a partir de 1907 e incluso hasta 1913 (664).[7] El elemento humano local era ciertamente débil en este caso, pero la colaboración de Lorenzo (a través de Falcón) garantizaba una publicación excelente. La primera de este tipo en ese tiempo.

Por el momento, no puedo utilizar la extensa circular de la Comisión Administrativa del Centro de Estudios Sociales “Germinal” de Costa Rica (impresa en T. y L. [Tierra y Libertad, Barcelona], 15 de enero de 1913), pero es notorio que no se le menciona en absoluto. Esta comisión alude a su actividad desde algunos meses antes (o sea, alrededor de 1912) y deseaba se le considerase desde ese momento como “medio de comunicación” para todos los sectores de Centroamérica. Tampoco se dice nada acerca de los grupos con actividades  similares en el istmo de Panamá, mismos que estuvieron activos hasta al menos la primera mitad de 1912.

Además, me faltan datos hasta después de la visita de Julio Díaz [en marzo de 1926].

Acción Social, órgano  del Comité de Acción Social Obrera (San José [de Costa Rica]), apareció en septiembre de 1926. El No. 2, en octubre (Véase Suplemento] de noviembre de 1926).

La Agrupación Obrera de Estudios Sociales “Hacia la Libertad” de San José envió un mandato al Congreso Continental de 1929 [celebrado en Buenos Aires] y, para la misma, su secretario U. Recoba, rindió un informe el 26 de junio de 1930 (Véase Cont. Obr. [Continental Obrera, Buenos Aires] Nos. 11 y 12). Esta agrupación era considerada, aún a fines de 1932, como perteneciente a la A. I. T. [Asociación Internacional de los Trabajadores, con sede en Ámsterdam]. De acuerdo a este informe, su posición era contraria a la de los comunistas, que se habían aliado con los políticos nacionales... (665)[8]

En 1930, se constituyó en San Salvador el Centro Sindical Libertario para Propaganda y Organización obrera. Informe de su secretario, Enrique Conde, (Conti. Obr. [Continental Obrera, Buenos Aires], agosto de 1930). En marzo de 1932 fue detenido con sangre un movimiento de inconformidad.

En la sombría Guatemala, que vive como en el pasado mexicano, en 1926 Julio Díaz se encontró con elementos deseosos de ser incorporados, pero con ninguna organización obrera aparte de la Federación Obrera Guatemalteca, la cual era promovida y controlada desde hacía decenios por políticos (Véase La Protesta [Buenos Aires], 13 de noviembre de 1926). Hay correspondencia de Guatemala, Puerto Rico, etc., de ese año y también posterior, en Cultura Proletaria, publicación neoyorquina, que son puntos de referencia acerca de los esfuerzos y penurias de los nacientes movimientos libertarios.

Posteriormente a un comunicado de la A. I. T. (R. B., No. 1, diciembre de 1929), en 1926 se fundó en Guatemala el Grupo “Nueva Senda” y, a través de éste, se incitó a la constitución del sindicato de costureras, después al de albañiles y la federación de carpinteros. En 1928, surgió el Comité Pro Acción Sindical. En Jutiapa, un grupo anarquista se separó de una organización socialista.

Orientación Sindical, órgano de costureras, albañiles, carpinteros, etc. [Guatemala], 15 de noviembre de 1927, [No.] 12 del 15 de mayo hasta [No.] 15 del 15 de julio de 1928, en formato 4º. Desde Marzo de 1931, la dictadura militar del general Jorge Ubico tomó severas medidas contra el “Comité Pro Acción Sindical”, el cual en 1929 había delegado a Manuel [Bautista] Grajeda al Congreso Continental [celebrado en Buenos Aires del 11 al 16 de mayo de ese año].[9] Hasta ese momento, el movimiento de organización libertaria había estado ascendiendo. (Véase “Guatemala bajo el Terror”, Cont. Obr. [Continental Obrera Segunda época No. 1, Buenos Aires], 15 de septiembre de 1932).

En 1926, Julio Díaz encontró en Nicaragua sólo un intenso espíritu partidista y político, con viejas organizaciones nominales tales como la Federación Obrera Nicaragüense  y el Obrerismo Organizado, y con una librería de un viejo libre pensador en León, que también vendía escritos anarquistas (Véase Prot. [La Protesta, Buenos Aires], 14, 16, 17, 18 de noviembre de 1926). A parte de esto, en los años siguientes no hubo cambio. Este pequeño país conoció de la manera más directa el caballeroso “big stick” del “Uncle Sam”, cuando las mal reputadas tropas de marinos norteamericanos fueron lanzadas sobre la población en apoyo de un régimen conservador y de los intereses norteamericanos. Desde 1926 hasta fines de 1932, A. [Augusto] C. [César] Sandino les puso una resistencia tan perseverante, que finalmente éstas fueron retiradas. Sandino fue el héroe moderno más sobresaliente de la resistencia local ante la prepotencia militar y financiera de una potencia. Posteriormente, fue incitado a salir de las montañas por medio de un salvoconducto de libertad que le ofreció el régimen y, en cuanto salió, fue asesinado a tiros por matones del mismo.

De todos estos países, se enviaban pequeñas publicaciones a Les Temps Nouveaux, publicación parisina, la cual sostenía un intercambio con muchas otras y, entre otras cosas, en ella encontraron lectores. A veces, también se enviaban este tipo de publicaciones a jóvenes revistas parisinas. Este material ha sido recopilado por mí, tal como las triviales revistas de las viejas organizaciones obreras y todo otro tipo de revistas, tanto literarias como pedagógicas. En los pequeños países, contrariamente a los grandes Estados sudamericanos, las organizaciones de librepensadores son menos frecuentes, aparentemente a causa de la influencia local... (666).[10]

La impresión que dan estas publicaciones es de un gran primitivismo, con escasos y anticuados conocimientos, y son agobiantes por sernos desconocida la historia patriótica local. Además, se nota el intento de asimilar las ideas novedosas en la forma más rápida y superficial. Cuán frecuentemente, los autodidactas mezclan y valoran indiscriminadamente viejos y nuevos libros e ideas. De nuevo, es el extremo patriotismo nacionalista de Sandino, el único ejemplo de aquellos que quieren oponer resistencia ante la ocupación industrial norteamericana.

Anselme Bellegarrigue, quien se ocupó de este mismo tema en Francia de 1848 a 1851, debe de haber decidido hacer su vida en San Salvador, en donde en 1906 se conocía a su hijo, quien llevaba el mismo nombre y con el cual no pudimos tener contacto.[11] (Véase Vorfrühling [Der Vorfrühling der Anarchia, Berlín: Verlag Der Syndicalist, 1925], pp. 197-198). Wilhelm Marr describió vívidamente en su Reise nach Zentral-Amerika [Viaje a Centroamérica], (Hamburgo: Otto Meissner, 1863, 2 tomos), Nicaragua y Costa Rica, tal y como él los vio a principio de los cincuentas (i.b.,  pp. 161-162). Costa Rica se destaca simpáticamente de esta descripción, incluyendo sus magníficos bosques, sobre cuya tala más tarde haría notar un corresponsal, Elisée Reclus: “Las talas  sin escrúpulo han desnudado los flancos de los bosques que dan a la meseta central y los de algunos distritos del sur...” (H. Pittier).[12] En Le Lemeur (Caen, [Francia]) del 6 de abril de 1927, se dice:

...ya no hay ningún terreno libre [en el Valle Central y la Costa Atlántica], salvo en la costa del Océano Pacífico, porque los ricos propietarios de tierras y, particularmente, “United Fruti Company” (de Estados Unidos) han comprado todo....

Este último dato proviene de las múltiples discusiones sobre Costa Rica por parte  de los anarquistas franceses que vivieron allí los primeros años de la posguerra, más como colonos que conservaban su independencia cultural que como colonizadores. Véase Le Lemeur (Caen, [Francia]), L´endohors y Le Lemeur (Santiago de Puriscal, Costa Rica), editados por Miguel Palomares (en 8°, publicación mecanografiada, No. 12, abril de 1928, No. 14, octubre.... "Une viste a Mastatal" (Cantón Puriscal) de E. Bertrand, en L´endehors del  15 de mayo de 1932, pp. 106-107. El describe simpáticamente la libre colonización en un claro de la selva virgen. Más de 40 anarquistas fueron y vinieron al país en un decenio.”[13]

 

Notas:

 

[1] Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales-UNAM, México.

[2] Max Nettlau, nacido en Neuwaldegg, Austria, en 1865 y fallecido en Amsterdam, Holanda en 1944, a donde emigró a raíz de la “anschluss” (integración) de su país a Alemania decretada por Hitler. Dirigente e historiador anarquista, fue miembro de la Liga Socialista de 1885 a 1890. De 1896 a 1990 publicó la biografía de Michael Bakunin y la Bibliografía del Anarquismo (1897).

[3] Arturo Taracena Arriola. Les Origines du Mouvement ouvrier au Guatémala, 1878-1932. Tesis de Doctorado. Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, París, 1982.

[4] “Die Anarchisten seit ihren Anfangen in Peru, Colombia, Ecuador, Costa Rica, San Salvador, Guatemala und ein Blick auf das soziale West Indien (1894-1914)”.

[5] México: Costa-Amic Editor, 1972.

[6] Mesoamérica No. 15, junio de 1988, pp.1-23.

[7] (664) Publicaciones en 12º, [No.] 15 (1907), [No.] 12 (1908), [No.] 10 (1909), [No.] 16 (1910). El número 41 de las publicaciones, a partir de 1911 a septiembre de 1913. Contiene una gran selección de poesía de la mayoría de los países hispanoamericanos. En este momento, no puedo decir si las revistas Cultura (San José [de Costa Rica]), del 15 de julio de 1906, 10 nr... (sic) y Cultura de 1910 (I, No. 6, 11 de julio de 1910), también pertenecen a este círculo de publicaciones.

[8] (665) La primera parte de este informe y lo que Díaz  escribió sobre Costa Rica en La Protesta [Buenos Aires], no se encuentra a mi alcance. Él estuvo en septiembre [más bien, marzo] de 1926 en San José y me son conocidos sus relatos de Guatemala y Nicaragua.

[9][9] [Véase ACAT Asociación Continental Americana de Trabajadores. Congreso Constituyente. Buenos Aires: s. e, 1929].

[10] (666). Por ejemplo, Mes Literario (Coro, Venezuela) desde 1906; Trofeos (Bogotá, Colombia), anterior a 1908;  Crepúsculos (Manizales, Depto. De Caldas, Colombia) desde 1910; Ritos San  Salvador), 1908; La Educación Moderna (Guatemala), 1906, etc.

[11] [En su obra La anarquía a través de los tiempos (México: Costa-Amic Editor, 1972, p. 79), Nettlau nos proporciona más datos sobre la estadía de Bellegarrigue en Centroamérica hacia 1851, de cuya experiencia tomo la idea “del mínimo gobierno central y de la vida local autónoma” para fundamentar su antigubernamentalismo: “Había compuesto una novela de recuerdos americanos, cuyos fragmentos han aparecido en 1851 y 1854, y en ensayo sobre las mujeres de América (1851; en pequeño volumen en 1853). Su emigración, probablemente después del golpe de Estado [de Luis Napoleón Bonaparte], a Honduras y luego a San Salvador, es cierta y se constató tras las investigaciones incitadas por mi en 1906, la existencia de un hijo suyo en El Pimentel, cerca de [puerto] La Libertad (San Salvador), pero no he podido tener otras noticias. Tal vez el lector centroamericano de estas páginas encuentre detalles sobre la carrera de ese hombre, que no fue revolucionario, sin duda, pero que, sin embargo, habría que conocer, puesto que en los años de 1848 a 1850 hizo lo posible por implantar un antigubernamentalismo lógico y consciente en Francia."].

[12] [Se refiere a un extracto sobre el país centroamericano en la Nueva Geografía Universal de Eliseo Recluse (1830-1905),  publicada por la editorial parisina Hachette].

[13] [Hasta aquí lo referente a Centroamérica en el manuscrito de Nettlau].

 

 

TARACENA ARRIOLA, Arturo, (2012) “Los manuscritos de Max Nettlau sobre el anarquismo en Centroamérica entre 1906-1932”, Pacarina del Sur [En línea], año 3, núm. 10, enero-marzo, 2012. ISSN: 2007-2309. 21 de marzo de 2012. Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/home/figuras-e-ideas/379-los-manuscritos-de-max-nettlau-sobre-el-anarquismo-en-centroamerica-entre-1906-1932

Por Lazar Jeifets [1]  y Víctor Jeifets [2]

Presentamos una muestra documental que da cuenta de los vínculos y rupturas entre el comunismo ruso y el movimiento obrero centroamericano durante la década de 1920, desmitificando y abriendo camino a nuevas interpretaciones acerca de estas relaciones.

 

El Buró Latinoamericano de la III Internacional [3] era la primera estructura del Partido Comunista Mundial que prestó su atención al istmo centroamericano. Si creyéramos en las palabras del dirigente del Buró y el Secretario General del recién fundado Partido Comunista Mexicano (PCM) José Allen, sabríamos sobre varios propagandistas que supuestamente salieron desde México rumbo a la región vecina con la tarea de unir “la Unión Centro Americana, o sea la República de Morazán” con el movimiento comunista mexicano y formar posteriormente “una sola Federación de “Soviets”, desde el Bravo hasta Panamá”.[4] Sin embargo, eran pura palabrería y no existe ningún indicio de que tales emisarios algún día empezaran sus actividades. La apertura del archivo de la Comintern no ayuda mucho al rescate de pormenores de este viaje que, al parecer, sólo se realizó en la imaginación de Allen.

Cabe notar al mismo tiempo de que algunos sectores del movimiento obrero guatemalteco quisieron en aquel entonces de establecer los lazos con México. Al considerar la revolución mexicana como un ejemplo ilustre y un ideal de liberación popular, los miembros del “Alianza Obrera” visitaron a finales de 1919 la embajada de México en su país para entregar una misiva al encargado de negocios mexicano y confesar su deseo de luchar en contra del gobierno dictatorial de Estrada Cabrera y con la esperanza de que México se sume a estos esfuerzos.[5] Los diplomáticos mexicanos han seguido la actividad del llamado “Partido Obrero” en Guatemala estimándolo como un peligro potencial para las autoridades locales. Sin embargo, ni el gobierno de México ni sus representantes diplomáticos tuvieron ganas de ayudar a las fuerzas opositoras en el país vecino.

Un año después de la creación del Buró Panamericano (la Agencia Americana) de la Comintern (fundado en 1920), las repúblicas de Centroamérica de nuevo aparecieron en el horizonte de la visión revolucionaria del comunismo mundial. La actividad de esta estructura cominternista en la región se limitó, al igual que la de su antecesora, a la leve tentación del terreno. No hubo esfuerzos activos de los emisarios de la III Internacional en los países centroamericanos, sin contar el hecho sobre la distribución en la región de unos 75 ejemplares del folleto de John Murphy sobre la Internacional Sindical Roja (Profintern); este trabajo, según se desprende de los documentos, se atribuye a los colaboradores del Buró Mexicano de la Profintern José Rubio y Felipe Leija Paz. No era nada más que un acto simbólico, si tomamos en cuenta que la circulación total del folleto fue cerca de 10 mil copias. Se sabe también del Manifiesto del presidente del Buró Panamericano Sen Katayama para los grupos comunistas y socialistas enviado a Centroamérica, pero tampoco fue escrito especialmente para estos países; al igual lo enviaron a toda Sudamérica.[6]

José Allen, en Historia del comunismo en México, de Arnoldo Martínez Verdugo (ed.), México, Ed. Grijalbo, 1985. El mayo de 1921 trajo unos cambios drásticos e inesperados a la actividad de esta estructura cominternista. El gobierno mexicano cuyo enojo sobre la actividad de los radicales rojos llegó a un punto máximo, ordenó la expulsión del país de “extranjeros perniciosos”. Entonces, los colaboradores del Buró Mexicano de la ISR el estadounidense Frank Seaman (Charles Phillips), el español Sebastián San Vicente y la rusa Natalia Mijailova,[7] tuvieron que salir para Centroamérica, estuvieron en Guatemala y Panamá mas o menos un mes. Allá Seaman (que desde aquel entonces adoptó el nombre de “Manuel Gómez”) y San Vicente emprendieron por su propia cuenta y sin instrucciones de los órganos superiores de la III Internacional el proceso de creación de los núcleos comunistas sobre la base “Unión Obrera Socialista” fundada el 1 de mayo de 1921 que era heredera política de la Unión Obrera. Las células comunistas fueron organizadas, según Seaman, de manera secreta y sin esperar algún éxito.[8] Efectivamente, el campo para la actividad cominternista no era propicio. El movimiento obrero local apenas empezó a organizarse y ni siquiera los dirigentes obreros sabían sobre la existencia del comunismo internacional, ni la Comintern; ni ningún periódico o folleto de ideas izquierdistas lograba alcanzar Guatemala y Panamá. Seaman no tuvo ninguna posibilidad de estar en comunicación regular con el presidente del Buró Panamericano y siguió sus actividades así como le parecía.

De hecho, Sen Katayama, propuso a Seaman actuar exactamente de esa manera; el viejo cominterniano japonés explicó en su carta al miembro del Buró Charles Scott (Karl Janson) que no consideraba posible entregar a Seaman algunas directivas pormenorizadas ya que tenía dudas sobre las circunstancias sobre la detención del estadounidense y su “comportamiento” en la cárcel.[9] De hecho, Seaman –quien era miembro del CC del PCM– se encontraba en un vacío informativo y no tenía ningunas noticias desde afuera. Solo a principios de junio logró recibir una carta escrita por su colega en el Buró Mexicano de la ISR José C. Valadés y que le informaba sobre una liquidación casi completa del Partido Comunista y las estructuras de la ISR en el país, así como sobre una situación crítica de la Confederación General de Trabajadores.

Según se desprende de los documentos del archivo de la Comintern, los representantes de la izquierda radical mexicana no intentaron transformar la UOS en una organización comunista ya que consideraban a sus dirigentes (con la excepción del encarcelado J. L. Barrientos) unos “demagogos”. Es por eso que los núcleos comunistas fundados por Seaman y San Vicente dentro de la UOS tuvieron la tarea de convertirse en una oposición interna. Sobre su base fue fundado el PC de Guatemala en 1922, el cual fue ampliado un año más tarde hacia el PC de América Central. No obstante, durante un largo lapso del tiempo el PC seguía siendo un grupo de propaganda marxista y no el partido comunista auténtico.[10] Al respecto del desarrollo sindical, los resultados de Seaman y San Vicente eran casi nulos. Después de dos meses de pláticas con los choferes y meseros de origen indígena, apenas dos o tres personas demostraron “un interés muy moderado” sobre la actividad sindical[11] lo que hizo que Seaman dejaría de ser demasiado optimista.

Sin embargo, antes de regresar a México, logró ir a Panamá donde también fundó un grupo comunista. Esta organización declaró su deseo de luchar por las mejoras económicas de los trabajadores nacionales y del mundo, anunció que se basaba sobre los principios de la lucha de clases negando la posibilidad de harmonía entre capital y trabajo. Al igual que sus correligionarios comunistas mexicanos, los neófitas panameños han adoptado las actitudes antielectorales considerando todos los gobiernos como servidores de los elites gobernantes. El comunismo como el único modo de resolver los problemas sociales y el apoyo directo a la Rusia Soviética y la III Internacional, este era el camino trazado por el grupo para si mismo. A pesar de la cantidad muy escasa de los militantes y falta completa de las publicaciones, el grupo comunista panameño excedió al guatemalteco en el número de afiliados.[12] Al parecer, este núcleo creado con la participación inmediata de los representantes del comunismo mexicano (y no olvidemos que Seaman en este caso también debe ser considerado como representante de la Comintern) fue la primera estructura comunista en Panamá que se proclamó partidario de la III Internacional.[13]

El estilo del informe sobre la situación y perspectivas del movimiento revolucionario en América Central (resguardado entre los materiales del Buró Panamericano en el Archivo de la Comintern) hace pensar que el documento fue elaborado por Seaman. El texto es interesante. Según el autor del informe, el factor clave por el cual no se tenía comunismo desarrollado en la región es el hecho de que Centroamérica se convirtió en una colonia de los Estados Unidos controlada completamente por el imperialismo norteamericano; por el control militar directo en Costa Rica y Nicaragua donde “las bayonetas americanas apoyan a la “legalidad y el orden”, así como por el control político absoluto en Guatemala, Honduras y El Salvador. Panamá no era controlada por las tropas estadounidenses, sin embargo los militares de la zona del canal intervenían en los asuntos interiores del país en el caso de disturbios.[14] Añadiremos también que los yanquis de hecho ocuparon los territorios panameños que les interesaban, así, para ejemplo, en el año de 1920, ellos instalaron control sobre la isla de Taboga cerca de la entrada al Canal por la costa del Pacífico; las protestas de la población y del gobierno del país no cambiaron la situación.[15] Claro está, que tales actividades promovían el descontento serio entre los panameños. No obstante, la falta casi completa de las empresas industriales y del proletariado excluía la posibilidad de formar una base sólida para el desarrollo del movimiento comunista fuerte que intentaría convertir las emociones anti-yanquis en lemas concretos políticos. Entonces, concluía el informante, no había que sorprenderse con la inexistencia del movimiento comunista y el hecho de que el grupo comunista en Panamá era “nada más un grupo, mientras el grupo comunista en Guatemala cuenta con apenas una docena de camaradas”. Tampoco se podía observar indicios del movimiento socialista y ni siquiera hubo intentos de aceptar este nombre (a excepción del Partido Socialista en El Salvador, el cual, según el autor del documento, era absolutamente reaccionaria y reformista, no disponía de alguna estructura organizativa y programa definido.[16]

¿Cuales eran, entonces, las perspectivas de la revolución social en América Central? Según las conclusiones del informe, eran casi nulas y esto llevaba al orden del día de la izquierda empezar con “despertar y organizar a los obreros citadinos” iniciando el proceso de la creación de los sindicatos. Esto requería el ejemplo y la dirección de parte del “Partido Comunista Mexicano, consciente y competente” (¡que ilusión! El PCM estuvo en una bancarrota organizativa y en diciembre de 1921 sus militantes tendrían que convocar un Congreso de refundación) para “mover a Centroamérica por conducto de México”.[17]

Mientras tanto, un par de meses después Seaman (con los documentos falsos a nombre de Manuel Gómez) y su esposa Natalia Mijailova regresaron ilegalmente a México; San Vicente también logró cruzar la frontera usando la identificación falsa de “P. Sánchez”.[18]

José C. Valadés Seaman y Katayama ya no se encontraron después de la aparición del primero en la Ciudad de México, y, tal vez, era una de las causas del fracaso del intento de organizar ligazones inmediatos entre América Central y los órganos centrales o regionales de la Comintern en el año de 1921. Sin embargo, los vínculos establecidos entre la izquierda de los países de la región gracias a las actividades de los militantes mexicanos expulsados a Centroamérica en mayo de 1921 resultaron con la presencia de los delegados guatemaltecos en el Congreso de la FJC de México en 1922. Allá recibieron varias instrucciones y consejos y esto contribuyó a la creación del PC de Guatemala el 1 de septiembre de 1923, el cual se hizo una base para formar más adelante el PC de América Central.[19] Mientras tanto, los comunistas neófitas panameños intentaron establecer un contacto directo con Moscú en 1922 (véase el documento número 5). La aspiración suya, por toda la evidencia, ha desaparecido a Lethe. Para la primavera del 1922, cuando esta carta llegó a Moscú, el estado mayor de la III Internacional ha enterrado ya la idea de una revolución panamericana resumiendo así la actividad poco productiva del Buró Panamericano.[20] Consecuentemente, el partido comunista mundial ya no consideraba las relaciones con Panamá alejado de todos los centros de la actividad comunista como una de sus prioridades. La Comintern olvidó al grupo comunista centroamericano. De una vez para siempre.

El caso de Guatemala resultó ser diferente, al parecer, esto se debió, a los contactos esporádicos entre el PCM y el movimiento obrero guatemalteco. El 28 de julio de 1923 el Secretariado del Comité Ejecutivo de la Comintern, al escuchar el informe de “Alfred Stirner” (Edgar Woog) sobre el PC de América Central, decidió crear una comisión para preparar un llamamiento al PCCA y su aprobación por el Secretariado. Stirner, quien era en los años de 1919 a 1922 el representante del CE de la Internacional Comunista de las Juventudes en México, conocía perfectamente  bien a Seaman. Además, como colaborador en el Departamento de Información del CEIC, tuvo acceso a todos los nuevos y antes recibido materiales sobre y de Latinoamérica y tenía que analizarlas detalladamente. El informe “El movimiento centroamericano” y la carta de Seaman registrada en el Secretariado del CEIC el 23 de septiembre de 1921 no deberían evitar las manos del suizo. Ojalá, haya visto también algunos otros materiales sobre este asunto.

Consecuentemente, una recomendación del CEIC a los dirigentes del PCCA fechada el 1 de septiembre de 1923, no debe sorprender al lector que verá que era la continuación lógica del informe arriba mencionado: “El Partido Comunista de América Central no podrá luchar siendo aislado de otros partidos comunistas y grupos de América del Norte y del Sur. La base fundamental para el triunfo de la clase obrera americana sobre el capitalismo es el frente único del movimiento obrero revolucionario de todos los países americanos. Debéis establecer inmediatamente el contacto con el Partido Obrero de los Estados Unidos y los partidos [comunistas] de Canadá, México, Chile, Brasil, Argentina, Uruguay y el grupo comunista de Cuba».[21]

Sin embargo, los lazos planeados tardaron en desarrollarse y la revolución panamericana tan esperada por los comunistas latinoamericanos no llegó nunca. Aunque, los malos cálculos de la Comintern no eran la única causa de este hecho.

 

Documento Núm. 1 [22]

La carta del dirigente del Buró Latinoamericano de la III Internacional José Allen a Edgar Woog, el 29 de abril de 1920.

Camarada Edgar Woog

Presente

Muy querido camarada:

Por correspondencia recibida de Alemania, firmada por el compañero M. Borodin, sabemos que en el próximo mes de mayo se efectuará una Junta internacional, en cualquier parte de la Europa Oriental. Nosotros deseamos que a esa junta asista en nuestra representación algún camarada cuyas ideas vayan de acuerdo con las nuestras y, siéndonos ya imposible poder mandar a alguien de los compañeros aquí en México, que llevará esa representación, hemos acordado dar a usted pleno poder para que se dirija a alguno de los camaradas en Suiza, que pueda llevar dicha representación.

Para el objeto, adjuntamos a usted copia del Manifiesto, lanzado por el Partido y Bureau de la Tercera Internacional, que publicamos en nuestro órgano “EL COMUNISTA” y algunas exposiciones de la situación reinante en esta Región.

1 – El Manifiesto va en el mismo ejemplar de “EL COMUNISTA” adjunto.

2 – El Partido Comunista fue creado prácticamente a resultas de Primer Congreso Nacional Socialista que tuvo verificativo el mes de Octubre y Septiembre del año pasado de 1919.[23]

Como resultados de dicho Congreso, se formó el Partido Socialista Mexicano, que quedó incluyendo locales en varios de los Estados de la República. Adjunto las conclusiones de dicho Congreso, que deberían haber servido de bases, para los trabajos del Partido. En esas bases, debido a las circunstancias reinantes en el carácter de los trabajadores de la Región Mexicana, se daba valor al voto y aún se recomendaba la participación de ellos en las luchas políticas. El movimiento era incipiente y trabajo costó poder realizar el Primer Congreso.

Los elementos verdaderamente revolucionarios que estábamos dentro del Partido, tuvimos que ceder ante la falta de conciencia aún reinante entre los demás camaradas, comprendiendo que debíamos por lo pronto sacrificar algo en beneficio de la organización. Entre los elementos componentes del Partido y que llegaron a ocupar puestos en el Comité Central Directivo, teníamos a hombres que, diciéndose trabajadores conscientes de la clase, no eran otra cosa que instrumentos de la burguesía, apoyados en este caso por el propio Jefe del Gabinete del Presidente Carranza, cuyos actos posteriores han demostrado sus tendencias a la dictadura “democrática” tan común en los países latino-americanos. Los compañeros que realmente estamos conscientes y consecuentes con la verdadera lucha por la real emancipación de la clase trabajadora, es decir, que queremos el total advenimiento de los productores, a la dirección administrativa de los bienes de la Comunidad, decimos hacer la declaración terminante de nuestra adhesión absoluta a la Tercera Internacional, abandonando todo sistema de lucha que implique reconocimiento o contemporización con los antiguos métodos legalitarios, demócratas, parlamentarios. Al efecto, hicimos la propuesta, firmada por mí y el compañero M. N. Roy[24] quien actualmente debe ya encontrarse en Rusia; en la que nos declarábamos francamente partidarios de los sistemas indicados por las camaradas que iniciaron la Tercera Internacional, repudiando enérgica y enfáticamente a todos los demás partidos, de cualquier denominación que entrara tendencia política – social – democráticas.

Nuestra determinación fue duramente combatida, principalmente por aquellos elementos que obteniendo subsidios secretos del Estado, tenían por la norma el retardar cuanto movimiento sea eficaz para la emancipación de la clase. A pesar de la oposición primordial, logramos hacer comprender a los elementos sanos que contábamos en nuestro seno, la imperiosa necesidad que había de definir nuestra actitud, señalando a la clase trabajadora de toda la América Latina, el verdadero sendero que tenemos que recorrer para lograr de una manera efectiva la consecución de nuestro deber – que ya no es ideal.

Fundamos desde luego un semanario, titulado “El Comunista”, - que sirviera de órgano a nuestros trabajos, y profusamente lo distribuimos en toda la América, logrando hacerlo conocer entre los principales centros radicales revolucionarios de dicha América Latina, y haciendo que él nos ponga en contacto con todas las organizaciones revolucionarias del Continente. En la actualidad, todas ellas reconocen como centro a este Bureau y han demostrado su ansiedad para verificar el Primer Congreso Latino Americano Comunista, con el objeto plausible de ponernos todos de acuerdo en los trabajos que debemos emprender para la liberación de todo el continente.

No sabemos todavía que decir, si desgraciadamente o afortunadamente, los acontecimientos políticos en esta Región Mexicana, han venido a trastornar esos planes, precipitando los acontecimientos: En efecto, estando próximas las elecciones presidenciales y de diputados, el gobierno de Carranza pretendió imponer un candidato impopular, desconocido; en otros dos candidatos presentados fueron, uno un General cuyo prestigio es nulo, por ser considerado por el pueblo laborante como un “reaccionario”; el otro es el Gral. Álvaro Obregón, cuyas tendencias fueron marcadamente amantes del trabajador, desde los comienzos de la Revolución que llevó al poder al actual Presidente Carranza. Los obreros, en un enorme por ciento, han visto siempre en el, al hombre que dentro del Régimen Democrático podría darles mejores libertades y garantías para su organización. En consecuencia, desde el principio, en su propaganda pro-Presidencia, Obregón ha tenido las simpatías populares. En este sentido, nosotros, los Comunistas hicimos una campaña tendente a quitar prejuicios, normalizando el criterio de la clase trabajadora, para evitar que de nuevo dieran su contingente de votos en la elevación al poder democrático, a elementos que, si bien pudieran ser liberales en la concesión de derechos a los trabajadores, tendrían que encerrarse en los estrechos límites que marcan las leyes, que él no podría anular ni cambiar hasta el grado que nosotros deseamos y haremos: es decir, a que quedaríamos esclavos con mas libertades que con otros Gobiernos.

Nuestra labor fue entorpecida, como era natural, por todos aquellos elementos interesados en sostener los antiguos regímenes. Nosotros, relativamente pocos y sin elementos de fuerza económica, para hacer una propaganda fuerte, hicimos cuantos esfuerzos nos eran posibles en nuestra penuria; pero el enemigo contaba con poderosos elementos, no tanto intelectuales como financieros. El Gobierno ha prodigado liberalmente el dinero a individuos como Linn A.E. Gale[25] y Luis N. Morones,[26] quienes, teniendo a su disposición papel, dinero y seguridad de obra, lograron inculcar entre las mujeres elementos de trabajo, la idea de que los que formamos el grupo Comunista pretendíamos vivir a costa de ellos, los trabajadores. Como esto aquí, como en todas partes, ha sido frecuente, los trabajadores desconfiaron de unos y otros. Fue entonces cuando yo, habiéndome quedado sólo con la compañera Elena Torres[27], cuya labor es de enaltecerse, decidimos trabajar en otra forma. Con ese objeto, siguió funcionando solamente el Consejo Feminista Mexicano y el Bureau, del cual desertaron cobardemente algunos elementos que se creyeron fervientes.

Sin dinero, vistos con desconfianza por los mismos compañeros trabajadores, nuestra labor tuvo que ser naturalmente dura; pero las circunstancias nos han venido a favorecer por medio de la lucha política que se ha venido a desarrollar, al declararse en rebeldía el Gral. Obregón, contra el Gobierno de Carranza, a quien acusan los rebeldes, de atentados contra las libertades democráticas, por la descarada imposición que ha tratado de hacer, en la Candidatura de Ignacio Bonillas para Presidente de la República.

Decimos que nos ha venido a favorecer porque ha hecho que nos acerquemos todos los elementos revolucionarios, cuya desconfianza o ambición de democratismo los hacía estar alejados de nosotros. Esos elementos, comprendiendo, por la experiencia, que era inútil soñar en que el cambio de “personalidad” en el poder, cambiaría la miserable vida del Proletariado, al cual muchos de ellos pertenecen, y sabiendo que ya nosotros estábamos perfectamente decididos a fomentar el revolucionarismo proletario, se acercaron a nosotros, manifestando su desencanto en las anticuadas ideas y convencidos de que nada podrá hacerse si nos dedicamos a prestar contingente de sangre y votos para sostener a los inútiles sistemas del “demos” aprovechado por el capitalismo en su propio beneficio.

Como consecuencia de esa desilusión y de la persistente propaganda que hemos haciendo por toda la república, hoy tenemos una organización bien distribuida, para aprovecharnos del actual movimiento político en beneficio de la colectividad. Por primera vez en la historia, ya larga, de las revoluciones políticas en esta Región, se ve ahora que las tropas, sin gran derramamiento de sangre, van a engrosar las filas de los “rebeldes” a quienes van a combatir; que los principales directores de esa campaña son civiles, en su mayoría diputados –es decir, gente que mas o menos ha sabido conquistarse la buena voluntad del pueblo, y que, militares y civiles, en su mayoría trabajadores, que fueron a la revolución, están de acuerdo para propagar las doctrinas nuestras, las genuinas comunistas, para hacer que en esta Región, la Revolución Social de al traste con las ambiciones personalistas de los demócratas.

Adjunto encontrarás una copia fotográfica de las bases firmadas, para buscar de una vez por todas, la mejor manera de lograr la implantación en México, del sistema comunista.

En Cuba tenemos secciones perfectamente organizadas, que solo esperan nuestro movimiento, para efectuar el suyo; de Sud América tenemos correspondencia que nos indica el deseo de poder encontrar la oportunidad de hacerlo; pero el despotismo en sus respectivos Gobiernos y la vigilancia del imperialismo Norte Americano, les impide hacer nada. En Centro América ya tenemos propagandistas, perfectamente bien interiorizados y conocidos en la Región, quienes están laborando para hacer que la Unión Centro Americana, o sea la República de Morazán, se una al movimiento Comunista Mexicano, formando una sola Federación de “Soviets”, desde el Bravo hasta Panamá.

Comunica todo esto a quien tú creas conveniente y adviérteles, que todos los centros radicales, no solo de Sud y Centro América, sino aún los del Norte, están pendientes de nosotros. Que aquí hacemos cuanto podemos, pero nuestra penuria es miseria; necesitamos derrocar la propaganda escrita, oral, con ejemplos; pero para ello nos faltan dos elementos, los más poderosos que son (armas, porque) y dinero. Los compañeros Lenin y Trotzky pudieron realizar la Revolución en Rusia, debido a la facilidad de obtención de esos elementos. Nosotros tenemos una ventaja sobre Rusia: podemos producir TODO lo necesario para la vida, pero muy poco para la defensa. Si sufrimos un ataque militar, no lo podremos resistir a menos que recibimos auxilios del exterior. Si se nos bloquea, podemos organizar los aprovisionamientos a resistir cuanto tiempos sea necesario, sin sentir el pueblo dicho bloqueo.

Para terminar, tenemos la seguridad de que nuestro movimiento, si es ayudado por el exterior –quizá los compañeros en Estados Unidos hagan algo en ese sentido– triunfaremos. México, por su etnografía ha sido siempre comunista. Podemos educarlo en breve tiempo. Si en esta región triunfamos, logrando sostenernos por un tiempo suficiente, nuestros hermanos Rusia y demás, podrán cimentar sólidamente el Comunismo en Europa y Asia. Los imperialismos británico y Anglo Americano morirán.

 

Haz que lleguen hasta los camaradas del Continente Europeo, y asiático, los saludos de los suyos, de América, y los particulares de quien tiene fe en el triunfo del Proletariado Mundial.

José Allen

Secretario General del Partido

Comunista Mexicano y del Bureau

Latino Americano de la Tercera Internacional

 

México, abril 29 de 1920

 

 

 

Documento Núm. 2 [28]

La carta de Frank Seaman y Natalia Mijailova al presidente de la Comintern Grigorii Zinoviev, el 7 de julio de 1921.

 

Guatemala, a 7 de julio de 1921.

Cam. G. Zinoviev,

Presidente del Comité Ejecutivo

de la Comintern

Querido camarada Zinoviev:

Esta carta es una copia de la carta que estoy enviando al cam. M. D. Ramírez quien se encuentra en Moscú siendo delegado del Partido Comunista Mexicano al 3er Congreso de la Comintern y también delegado de la Confederación General de Trabajadores al Primer Congreso de la Internacional Roja de los Sindicatos.

Con la esperanza de obtener el reconocimiento de parte del Gobierno de los Estados Unidos, el Presidente de México Obregón ha abandonado todos los intentos de parecer político radical y emprendió una campaña de persecuciones, utilizando todos los recursos del Terror Blanco inventados por los Estados Unidos. El movimiento obrero mexicano se llenó de espías, los mítines han sido disueltos y varias uniones enteras han sido destruidas. Además, desde mayo, cualquier extranjero que tenía que ver con el movimiento revolucionario, fue detenido y «deportiert» del país (incluyendo a Rubio, San Vicente, Paley, [29] Fortmayer [30] y mi mismo). Creo que Usted tiene conocimiento sobre el caso de Gale,[31] que era muy diferente. Incluso José Allen, Secretario General del Partido Comunista Mexicano y mexicano por nacimiento fue «deportiert» a los Estados Unidos, porque no pudo comprobar su nacionalidad.

San Vicente y yo fuimos primeros en ser detenidos, el día 16 de mayo, nos subieron al tren que iba hacia Laredo, Texas (los Est. Un.). Todo fue hecho en secreto, con la esperanza de que estaríamos en el extranjero antes de que alguno de los compañeros mexicanos logre saber sobre nuestra detención. Sin embargo, hemos encontrado un compañero entre los soldados que nos estaban vigilando, y así pudimos comunicarnos con la Confederación General de Trabajadores. El Comité Ejecutivo de la C.G.T. protestó inmediatamente ante el Presidente Obregón, resultando esto una promesa de que no estaríamos enviados a los Estados Unidos y de que podríamos nosotros mismos elegir el lugar de nuestro exilio; esta última parte de la promesa nunca fue cumplida. El Presidente rechazó la solicitud de cancelar el acuerdo sobre nuestra expulsión. Nuestro tren fue parado en Monterrey y a nosotros nos enviaron de regreso. Después de casi un mes de encarcelamiento nos metieron, por fin, a la 3-era clase de un barco en el Pacífico y dentro de unos días nos desembarcamos en San José para proceder a Guatemala. Ya que casi es imposible ganar algo para vivir en esta república cómica y de opereta, nuestro pensamiento principal se gira alrededor del plan de salir de aquí lo más temprano posible. Rubio y Paley fueron detenidos en Tampico a donde habían ido realizar el giro de propaganda para la Internacional Roja de las Uniones Obreras (Rubio, Paley, Leija Paz y Valadés formaban parte del Buró Mexicano del Consejo Internacional de los Sindicatos; este Buró fue organizado por mi conducto bajo los auspicios del compañero Sen Katayama). Rubio y Paley hicieron dos discursos cada uno y varias conferencias antes de ser detenidos. Paley fue enviado a los Estados Unidos. A Rubio iban enviar allá, pero las actividades de los compañeros han prevenido esto y le enviaron a algún otro lugar.

Fortmayer, la persona que apenas está conectado con [nuestro] movimiento aunque es un muy buen compañero, fue enviado a los Est. Un. y ahora se encuentra en la cárcel en Laredo acusado en deserción del ejército americano durante la guerra. – Allen, el Secretario General del Partido Comunista Mexicano, también se encuentra en los Estados Unidos, pero está libre.

 

Hubo muchos mítines de protesta y a favor de desterrados, mientras que en Veracruz, Tampico y Progreso declararon unas huelgas.

El Gobierno Mexicano está dispuesto a destruir todo el movimiento avanzado de la clase obrera. Obregón declaró que expulsaría a cualquier extranjero que atacaba a “las instituciones fundamentales Mexicanas” (o sea al capitalismo) y que él estaría  dispuesto reprimir cualquier huelga o manifestación obrera. Las primeras expulsiones habían sido organizadas muy bien desde el punto de vista del gobierno ya que el Partido Comunista perdió a dos miembros de su Comité Ejecutivo  (Allen y yo) y la C.G.T. también perdió a dos personas (Rubio y San Vicente, los dos mejores elementos de su C.E.). También el Buró Provisional Mexicano de la Internacional [Sindical] Roja, al perder a Rubio y Paley, fue completamente aplastado y echado a clandestinidad. Pero, el Buró sigue haciendo su trabajo (aunque lo realiza ahora de forma secreta), publicando un periódico semanalmente etc. – el Partido Comunista se descompuso por completo, lo que significa que ahora en México no hay Partido Com. (el pequeño grupo de Gale ha desaparecido ya desde hace algún tiempo). A pesar de todo Valadés trabaja muy asiduamente en los intereses del Partido Comunista y me comunica en su carta que recibí hace poco que él piensa que la Unión de la Juventud Comunista que tendrá su congreso en agosto, se convertirá en el Partido Comunista, junto con los compañeros Araoz, Gulbeaux y algunos restantes elementos del Partido Comunista Mexicano. La Unión de la Juventud Comunista[32] cuenta con 400 militantes y está creciendo cada día.

La C.G.T. cuenta con 84,000 mil miembros, según los datos comunicados hace poco por su secretario, com. Quintelo. Aunque esta sufriendo de la pérdida de sus líderes principales (San Vicente y Rubio), todavía tiene mucha energía y vida.

Incluso en esta pequeña y cómica república de Guatemala el reino del Terror Blanco es visible. Aunque aquí casi no hay movimiento obrero (en todo el país hay no más que 1 mil obreros organizados, y estos son las uniones reaccionarias afiliadas con la Federación Americana del Trabajo a través de la Confederación [Obrera] Panamericana); el gobierno demuestra tal ferocidad hacia las organizaciones obreras que no se puede comparar con las persecuciones en los países grandes. Dentro de las últimas tres semanas 11 miembros de la “Unificación Obrera” (algo parecido al club semi-socialista y semi-reformista) fueron detenidos y encarcelados. Mientras tanto, San Vicento y yo nos esforzamos de hacer algo – organizar los núcleos comunistas etc. Pero todo esto se hace de manera secreta y sin muchas esperanzas. Los obreros locales no saben nada sobre el movimiento internacional, ni siquiera sus dirigentes saben que es la Comintern. Aquí no llegan ningunos periódicos, ni siquiera burgueses. Y no es solo así en Guatemala, sino en toda América Central.

Usted entenderá que tan solos estamos si ni siquiera hemos recibido alguna noticia sobre el IIIer Congreso de la Comintern. No sabemos si tuvo lugar según lo planeado o no, quien asistió al evento y que decisiones han sido tomadas. Pero sabemos que los compañeros están llevando a cabo su trabajo.

¡Saludo al Primer Congreso de la Internacional [Sindical] Roja y a todos los compañeros rusos!

Su compañero

Frank Seaman (Jesús Ramírez)

Traducción del inglés hecha por Natalia Mijailova

Con respeto y el saludo de su compañero.

 

 

 

Documento Núm. 3 [33]

 

El movimiento centroamericano

 

En la ciudad de Panamá, la capital de República de Panamá hace poco fue organizado un grupo comunista a base de los siguientes principios:

1) Aspiramos, como medio para más altos fines, a mejora material y moral [de obreros], o sea aumento de salario, disminución de horas de trabajo, buen trato etc., a base de una perfecta solidaridad entre todos los trabajadores del país y del Mundo después.

2) Proclamamos, consecuentemente, la franca lucha de clases. Nunca y en ningún caso, aceptaremos el principio falso de “harmonía entre trabajo y capital”. Los explotadores y explotados no podrán realizar ninguna colaboración real y efectiva.

3) Somos partidarios del Comunismo como la única solución del problema social que beneficiaría a toda la gente sin distinción de clase social. En lógica consecuencia, declaramos injusta y dañosa para la Humanidad cualquier propiedad privada y cualquier acumulación de capitales en manos particulares.

4) Puesto que la República Sovietista Rusa es sin duda la mejor y única expresión práctica de nuestros ideales de hoy en el mundo, manifestamos nuestra plena y decidida adhesión a ella, así como aceptamos los principios de la Tercera Internacional creada en Moscú.

5) Condenamos cualquier participación en la política; pues sabemos que ningún gobierno burgués puede ser un amigo de los trabajadores, Mientras exista la propiedad privada todos los gobiernos de cualquier nombre no serán más que unos servidores más o menos declarados de la clase gobernante”.

Este grupo es relativamente chico y no publica ningún periódico, sin embargo, es el único grupo comunista en toda América Central, si no contemos un grupo menor en Guatemala.

Colonia de los Estados Unidos.

Es necesario entender la situación general en América Central para entender la esencia del movimiento [comunista] de aquel lugar (o más bien, las causas de su ausencia).

América Central cuenta con seis países con la población aproximada de 6 millones de personas – Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá) (hay que añadir también a ellos el pequeño Honduras Británico). Hace poco los tres de ellos, o sea Guatemala, Honduras y El Salvador han unido en la República Centroamericana con la población total de 4 millones de personas.

El mayor factor político y económico es el que sigue: América Central es la colonia de los Estados Unidos que esta bajo el control del imperialismo americano.

Antes que todo, recordemos que existe el control militar directo que prevalece en Costa Rica y Nicaragua donde las bayonetas americanas sostienen “legalidad y orden”. En cualquier parte donde iría una persona en ambos países, se encontrará con la bandera de “Old Glory” que está ondeando de manera insolente en las casas de monedas, en las aduanas y otros edificios públicos. Las aduanas y finanzas están completamente controladas por el gobierno de los Estados Unidos. El temor mortal y el odio hacia los soldados americanos reinan aquí.

En Guatemala, Honduras y El Salvador no hay control militar directo, pero el control político americano es absoluto (con la excepción de El Salvador que logró conservar alguna especie de la independencia). Cualquier palabra de Washington se convierte en una orden para estas “Repúblicas”, una orden que están apurados para cumplir.

En Panamá no hay control militar directo, pero las tropas americanas que de la zona del canal intervienen en el caso de cualquier “disturbio” visible. Panamá es la obra del imperialismo americano y su creación misma es la característica de los métodos americanos en América Central. Panamá era antes una provincial de Colombia. Cuando los Estados Unidos insistían en el derecho de construir el canal de Panamá, Colombia negó la solicitud de entregarlo a los Estados Unidos. Entonces, el gobierno americano del presidente Roosevelt organizó con intrigas una “revolución” en Panamá y esta proclamó su independencia en el año de 1903 bajo el control y con la iniciativa inmediata del gobierno americano. Dentro del congreso americano hubo una oposición a estos hechos, sin embargo, Roosevelt apresuró los eventos usando trámites administrativos y reconoció la independencia de Panamá pagando 10 millones de dólares por el derecho de construir el canal de Panamá. Más tarde Roosevelt describió insolentemente estos acontecimientos: “Tomé la zona del canal y luego permití al Congreso discutirlo”...

La prueba del completo control político ejercido por los Estados Unidos en América Central es el hecho de que todas estas Repúblicas (a excepción de El Salvador) declararon la guerra a Alemania bajo la presión de los Estados Unidos. Esta declaración fue utilizada para los intereses económicos y esto lo demuestra la confiscación de las empresas eléctricas en Guatemala que pertenecían a los alemanes; al hacerlo, el gobierno guatemalteco los vendió inmediatamente a los yanquis.

Este control político y militar es por si solo el producto del control financiero y económico y lo refuerza.

Aproximadamente 75% del comercio centroamericano (de la exportación e importación) es el comercio con los Estados Unidos. Incluso el comercio del Honduras Británico es casi monopolizado por los Estados Unidos – en el año de 1918 la importación desde los Estados Unidos alcanzaba unos 77%, mientras la exportación se ubicó en el marco de 92%.

Este control económico es ejercido, de primera mano, por la “United Fruit Company”, una de las corporaciones más influyentes en los Estados Unidos y un sostén del imperialismo americano en América Central, Colombia y Venezuela. La conquista económica de América Central es el logro, principalmente, de la “United Fruit” la que monopoliza la producción de frutas en América Central, la que controla las plantaciones, los ferrocarriles y los bancos. Cuando el imperialismo americano entendió la importancia de América Central para sus proyectos de dominación [sobre el continente], encontró el terreno ya preparado por la “United Fruit Company”.

En América Central existen también el capital alemán (las plantaciones) y británico (principalmente, los ferrocarriles), pero el capital americano es dominante. La dominación suya en esferas económica y política no tiene límites y la usa como una dictadura feroz.

La dictadura dentro de la otra dictadura

Dentro de la dictadura de los Estados Unidos en América Central existe otra dictadura – la del Presidente de la República que esta bajo los auspicios del imperialismo americano.

A pesar de las formas republicanas y democráticas en los países centroamericanos efectivamente no hay libertades políticas. Aquí, en efecto, no hay partidos políticos, porque la política es personalista y los partidos están agrupados alrededor de la personalidad fuerte, mientras el partido “gobernante” es siempre el partido del presidente. No existe oposición, la “crítica” en la prensa se limita con los complimentos hacia el presidente y su familia. Estos presidentes son dictadores absolutos y normalmente están vinculados con el capital americano y apoyado por este con la benevolencia del gobierno de Estados Unidos.

En las repúblicas centroamericanas no hay ni siquiera unas libertades simbólicas. A los oponentes del presidente les detienen, ellos desaparecen y nadie vuelve de escuchar sobre ellos. La «Unificación Obrera» en Guatemala publicó un programa muy moderado y conservador, y nueve personas fueron metidas en la cárcel por el simple hecho de firmarlo. La dictadura del presidente Meléndez en El Salvador destruyó a los sindicatos y expulsó a la mayoría de los dirigentes obreros. Todas las organizaciones obreras están destruidas.

Estas dictaduras centroamericanas se basan sobre la unión entre los propietarios de las plantaciones grandes y minas y el capital extranjero, en particular, el americano. Los dictadores son unos simples lacayos del gobierno de los Estados Unidos, el cual en el curso de las diversas “revoluciones” siempre apoya a la gente los quienes sería en calidad de dictador un fiel servidor de los intereses americanos.

Falta del proletariado industrial

La soltura, de que las dictaduras se establecen y se conservan en la América Central, además de las intrigas del capital americano, es peor, que las condiciones feudales predominantes. América Central es el país de plantaciones grandes y de las minas. Aquí casi no hay fábricas y empresas industriales y la cantidad siquiera relativamente significativo de los obreros citadinos. Los obreros citadinos que existen son los artesanos: los carpinteros, panaderos etc. Hay obreros en plantaciones, los cuales viven y trabajan en el sistema del peonaje feroz y los obreros de las minas.

En América Central no se observan algunos intentos de emprender la producción industrial y no existe tal producción ya que el capital americano considera la región como un abastecedor del crudo y el consumidor de mercancías hechas. Toda la América Central es algún tipo de la plantación enorme explotada por los Estados Unidos de acuerdo con la demanda de su progreso industrial; y esto significa la exportación de las mercancías estadounidenses e importación de los recursos crudos.

En estas circunstancias no hay base para desarrollar el movimiento proletario revolucionario en América Central, aunque los obreros y campesinos sufren de la explotación implacable. Entre los obreros de las plantaciones (la mayoría de ellos son los indígenas y negros) no hay movimiento consciente, el sindicalismo es muy débil y el movimiento político está casi ausente.

Los sindicatos.

Honduras, Nicaragua, Costa Rica se están deshaciendo fácilmente a los sindicatos – estos no existen aquí o no están realizando alguna actividad.

En 1918 un relativamente grande sindicato existía en El Salvador uniendo en sus filas las organizaciones de obreros textiles, zapateros, peluqueros, obreros linotipistas y panaderos. Estas uniones eran vinculadas con la «Confederación Obrera del Salvador» que contaba de 2 a 4 mil militantes. La Confederación era desesperadamente reaccionaria y vinculada con la Federación Panamericana de Labor gompersista. No obstante, este sindicato fue destruido por el gobierno, como ya estuvo mencionado arriba.

 

La situación no está mejor en Guatemala. Aquí existe una «Federación Obrera» que consiste de aproximadamente de 2 mil militantes, incluyendo las uniones de panaderos y carpinteros. La Federación esta formada por las uniones arriba mencionadas, de varios clubs obreros y sociedades de ayuda mutua; está sostenida por el gobierno que la usa durante las elecciones; no solo obreros, sino también los empresarios tienen derecho de ser militantes de la Federación, e incluso el puesto del presidente de la Confederación está ocupado por un prominente capitalista.

Tal es el tamaño del movimiento sindical de América Central con su población de 6 millones de habitantes. Las causas de esto son obvias. Antes que todo, es el hecho de que las dictaduras molestan a la creación de cualquier organización obrera. Además, los obreros (sin contar a los de las plantaciones) forman un grupo reducido de la población y están dispersados en el territorio extenso que tiene los medios de comunicación muy mal desarrolladas; las ciudades son chicas y se encuentran lejos de cada una. En toda América Central hay solamente tres ciudades relativamente grandes que tienen población de entre 65 y 70 mil, 6 ciudades – de entre 25 y 45 mil personas, las demás tienen en su mayoría entre 2 y 15 mil habitantes.

Más vale decir que las ciudades son parasitas y constituyen un punto mercantil para las plantaciones; están privadas de la base industrial. Dado estas circunstancias, el carácter del movimiento obrero esta prácticamente predeterminado.

El movimiento político

Aquí no hay movimiento comunista. El grupo panameño es nada más un grupo, mientras el grupo comunista en Guatemala cuenta con apenas una docena de camaradas.

Casi no hay movimiento socialista y se observa una falta absoluta de alguna educación socialista.

En Guatemala, Costa Rica y Nicaragua no hay movimiento socialista y ni siquiera hubo intentos de aceptar este nombre.

El Partido Socialista existe en El Salvador, sin embargo, la podemos llamar ‘socialista” solo de indulgencia. Es desesperadamente reaccionaria y reformista, no dispone de alguna estructura organizativa y programa definido. Su actividad y aspiraciones están limitadas con aprobar las decisiones del presidente-dictador a nombre de la clase obrera. Efectivamente, la oposición política en El Salvador es una cosa imposible.

En Guatemala no hay un partido socialista, aunque la “Unificación Obrera” prometió organizarlo. A diferencia de la federación sindical, la «Unificación» está abierta solamente para los trabajadores contratados. Sin embargo, no más que la mitad de sus 1500 militantes son obreros, el resto son los burócratas y carreristas pequeño-burgueses. El programa de la organización llama a realizar varias ideas socialistas por el medio de las leyes; es una mezcla del socialismo reformista y el cooperativismo, la energía organizativa en el momento está dirigida hacia la creación de una panadería cooperativa como un primer experimento de esta especie. Los dirigentes de la organización son unos demagogos que declaran de voz alta que “no son bolcheviques”. Entre estos dirigentes hay, sin embargo, un revolucionario – José Luis Barrientos quien está ahora en la cárcel. El Grupo Comunista guatemalteco existe como una oposición organizada dentro de la «Unificación», pero las áreas suyas son muy difíciles.

En toda América Central hay solo dos o tres periódicos que circulan con largos interrupciones.

Las perspectivas del desarrollo del movimiento revolucionario en América Central son poco prometedoras. La parte principal de las masas oprimidas está formada de los obreros de plantaciones y ellos no van a emprender algunas actividades antes de recibir un impulso de las actividades de los obreros citadinos. Toda la situación depende del despertar y organizar a los obreros citadinos, la cual hay que iniciar desde la fundación de una simple organización sindical. En este respecto, mucho puede ser alcanzado si usaríamos el ejemplo, la dirección y la inspiración de parte del Partido Comunista Mexicano, consciente y competente. A Centroamérica hay que moverla por conducto de México”.

 

Documento Núm. 4 [34]

 

Grupo comunista.

El domingo 17 de julio de 1921, quedó constituido en Panamá un GRUPO COMUNISTA, que aprobó por unanimidad los siguientes principios:

1 – Aspiramos, como medio para más altos fines, a toda mejora material y moral, tales cual aumento de salario, disminución de horas de trabajo, buen trato etc., a base de una perfecta Solidaridad entre todos los trabajadores del país, primero, y del Mundo después.

2 – Proclamamos, por tanto, la franca lucha de clases. Esto quiere decir que nunca en ningún caso, aceptaremos esa vieja falsedad que se llama “armonía entre trabajo y capital”. Explotados y explotadores no podrán establecer ninguna concordia real y efectiva.

3 – Somos partidarios del Comunismo, única solución del problema social que puede ser beneficiosa a todos los seres humanos, sin distinciones de ninguna clase. En lógica consecuencia, declaramos injusta y dañosa para la Humanidad toda propiedad privada y toda acumulación de capitales en manos particulares.

4 – Puesto que la República Sovietista Rusa es sin duda la mejor y única expresión práctica de nuestros ideales, que se conoce hasta el presente en el Mundo, manifestamos nuestra decidida y firme adhesión a su existencia, y nuestra conformidad con los principios de la Tercera Internacional, constituida en Moscow.

5 – Condenamos toda sumisión a cualquier política; pues sabemos que ningún gobierno burgués ha sido, ni es, ni será, ni podrá ser un leal amigo de los trabajadores, Mientras perdure la propiedad particular y el capitalismo, los gobiernos de cualquier nombre no serán más que unos servidores más o menos declarados de las clases adinerados e influyentes.

En cuanto a su manera de funcionar, como el Grupo Comunista quiere destruir prácticamente los viejos y autoritarios y pomposos formulismos de la burguesía, su Directiva se compone solamente de un Secretario de Actas, un Secretario del Interior, un Secretario del exterior, un Tesorero, y el Presidente, que se renovará cada mes, siguiendo el orden alfabético de todos los asociados, por tanto sencillo procedimiento, cada uno de los socios ocupara sucesivamente la presidencia, con lo cual habrá entre todos ellos una verdadera fraternidad, haciendo imposibles los privilegios y las pedanterías que tanto contribuyen a la disociación y al desacuerdo.

 

Documento Núm. 5 [35]

 

La carta de miembros del Grupo Comunista de Panamá al presidente de la Comintern Grigorii Zinoviev, el 29 de abril de 1922.

 

Panamá, a 29 de abril de 1922.

Cam. Zinoviev, el Presidente de la III Internacional.

Moscú.

Estimado camarada.

Desde la fundación del grupo comunista en nuestra ciudad nosotros teníamos, estimados compañeros, un deseo fuertísimo de establecer relaciones con ustedes; sin embargo, el correo negaba de recibir nuestra correspondencia con el pretexto de falta de comunicación con Rusia. Pero ahora, cuando tenemos las noticias sobre el Tratado sobre la paz firmado por ustedes con Alemania, tengo la esperanza que nuestra carta enviada por este camino llegará al destinatario. A todos nosotros nos daría una gran satisfacción si esta carta llegaría a sus manos y si nosotros recibiríamos la respuesta.

Hacemos todo lo posible para propagar nuestros ideales comunistas a los cuales entregamos todas nuestras fuerzas y todos los recursos. Ya que este trabajo apenas empieza, el gobierno de la República no nos molesta en absoluto en nuestras actividades y nuestros artículos (definitivamente comunistas) se publican hasta por los periódicos burgueses; organizamos mítines en las plazas, varios teatros presentaron unas obras dramáticas del contenido comunista; nuestras reuniones las anunciamos públicamente y con anticipación y a veces las visitan los policías, los burócratas, etc.

Entonces, debe sorprender el tamaño del trabajo realizado por nosotros dentro de un breve lapso transcurrido desde nuestra salida a la escena de la lucha. Hemos fundado el grupo en la ciudad de Colón, otro – en la Soná, y esperamos alcanzar mismos resultados en otras ciudades del país. Recibimos varias publicaciones periódicas comunistas desde México, España y Cuba, etc. las cuales distribuimos gratuitamente entre los obreros.

En conclusión, estimado camarada, escribo abajo los nombres de los compañeros que por el momento son miembros del órgano director de nuestro grupo, dando a conocer después los nombres de los compañeros más fieles en general: José María Piasquez de Pedro, secretario del exterior, Braulio G. Montenegro secretario de actas, José Antonio Brower, secretario del interior, Pedro López – tesorero que está sustituido en el momento presente por el compañero Narciso Navas. Ahora siguen los nombres de los compañeros más fieles: César Caballero (secretario de correspondencia del grupo comunista de provincial Colón) Cossana J. Kiev          Julia Palau de Gómez – encargada por las escuelas laborales en nuestra ciudad, etc.

Con respeto a Usted y por la causa del proletariado

José A. Brower

(Secretario del interior del grupo comunista de Panamá)

Cartas a mi nombre: Box 289, Panamá

 

 

 

Notas:

 

[1] Dr. Titular en Historia. Universidad Estatal de San Petersburgo.

[2] Dr. Titular en Historia. Universidad Estatal de San Petersburgo.

[3] Creado a finales del año de 1919 en México con la ayuda y bajo los auspicios del emisario de la Comintern Mijail Borodin.

[4] J. Allen a E. Woog, el 29 de abril de 1920. – El Archivo Estatal Ruso de Historia Política y Social (RGASPI), fond 495, opis’ 108, delo 3, foja 9.

[5] Leonov N. S. Ocherki novoi i noveishei istorii stran Tsentralnoi Ameriki (Los ensayos de historia moderna y contemporánea de los países de América Central). Moscú, 1975, P. 195.

[6] La distribución del folleto de J. Murphy. – RGASPI, fond 495, opis 18, delo 65, foja 259; el informe del Buró Panamericano a G. Zinoviev, el 24 de septiembre de 1921. – Ibíd., delo 66, foja 116.

[7] Frank Seaman a G. Zinoviev, el 7 de julio de 1921. – Ibíd., opis 108, delo 14, foja 16; Taibo II P. I. y Vizcaíno R. Memoria Roja. México, 1984, p.187.

[8] Frank Seaman a G. Zinoviev..., foja 16v; Gómez M. From México to Moscow, II. – «Survey» (London), 1965, April, Núm. 65, p.117.

[9] Sen Katayama a Bray, el 11 de junio de 1921. – RGASPI, fondo 495, opis 18, delo 66, foja 12.

[10] Kommunisticheskii partii Latinskoi Ameriki. (Partidos Comunistas de Latinoamérica). Moscú, 1982, P. 114; Fortuny J.M. Nekotorye aspekty vlianiia Oktiabrskoi sotsialisticheskoi revolutsii. Materialy mezhdunarodnoi teoreticheskoi konferentsii, organizovannoi redaktsiei zhurnala “Problemy mira i sotsializma” v Prage 22-24 iyunia 1967g. (Algunos aspectos de la influencia de la Revolución Socialista de octubre. Los materiales de la conferencia mundial organizada por la redacción de la revista “Problemas del Mundo y del Socialismo” en Praga, a 22-24 de junio de 1967). Moscú, 1967, P.372. Cabe notar los fuertes cambios de la base de militantes del PCM en los años 1921-1923 muchas actividades internacionales del período cayeron en olvido. Así, el informe del representante del PCM y de la Liga Antiimperialista de las Américas Rosalío (Russell) Blackwell sobre su viaje a Centroamérica (la parte dedicada a la historia del PC local) no contiene ni una sola referencia a los actos realizados por los colaboradores del Buró Panamericano deportados a Guatemala por el gobierno de A. Obregón en 1921. – R. Blackwell. El informe sobre el viaje con el fin de organización en América Central. – RGASPI, fond 495, opis 108, delo 54, foja 7.

[11] Shipman Ch. It Had to be a Revolution. Ithaca, 1992, p. 133.

[12] El movimiento centroamericano. [1921] – RGASPI, fond 495, opis’ 18, delo 66, foja 245.

[13] La historiografía comunista panameña hace algunas menciones breves sobre los grupos marxistas que existieron a inicios de la década de los 20, pero considera al Partido Comunista Panameño (fundado el 4 de abril de 1930 por “doce luchadores heroicos”) el único antecesor del Partido de Labor. – Véase: Castellanos R. Oktiabrskaia revolutsiia i kommunisticheskoie dvizheniie v Paname (La Revolución de Octubre y el movimiento comunista en Panamá) // Istoricheskoie znacheniie Velikoi Oktiabrskoi sotsialisticheskoi revolutsii. Moscú, 1967, P. 468. Si tomamos en cuenta la cantidad de los fundadores del partido, no hay razón para considerar el grupo comunista surgido en el año de 1921 una estructura menos significativa. Notemos también que las llamadas “olas de la explosión revolucionaria de 1917” no llegaron a las costas panameñas por sí solas; la “teoría revolucionaria” fue llevada al país como consecuencia del contacto entre el movimiento obrero local y los representantes de las estructuras cominternianas instaladas en México.

[14] Las observaciones del informante sobre el grado de dependencia de la vida política panameña de los EE.UU. eran precisas. El gobierno yanqui intervenía de una manera descarada en los asuntos interiores del país istmeño. Al declarar el gobierno de Ciro Urriola un acuerdo sobre el cambio de la fecha de las elecciones al parlamento, el Departamento de Estado ha protestado enérgicamente exigiendo la anulación de la votación. Las autoridades panameñas no cedieron y entonces las tropas estadounidenses ocuparon las ciudades de Colón y de Panamá obligando al presidente del país derogar la ley y anunciar nueva fecha de elecciones. La votación fue realizada bajo el control de los representantes estadounidenses y llevó el triunfo al partido encabezado por el embajador panameño en los EE.UU. Belisario Porras. Solo después de que fueron contabilizadas las urnas, los militares yanquis regresaron a sus cuarteles. – Véase: Castillero Pimentel E. Panamá y los Estados Unidos. Panamá, 1961. PP. 239-240.

[15] Kalmykov N.P. et al. (ed.) Istoriia Latinskoi Ameriki (Historia de América Latina), 19198-1945. Moscú, 1999. P. 368

[16] El movimiento centroamericano…, fs. 246-248.

[17] El movimiento centroamericano…, f. 249.

[18] Taibo II P. I. y Vizcaino R. Op. cit., p.188; Gómez M. From México to Moscow, II..., p.117.

[19] El informe del PC de Guatemala al Secretariado Sudamericano de la IC. 1929. – RGASPI, fond 495, opis’ 112, delo 4, foja 22.

[20] Los detalles véase en Jeifets V.L. Proval kontinentalnoi revolutsii: Komintern i evolutsiia levogo dvizheniia Meksiki v 1919-1921gg. (El fracaso de la revolución continental: la Comintern y la evolución de la izquierda mexicana en 1919-1920) // Rossiia v kontekste mirovoi istorii. San Petersburgo, Ed. Nauka, 2002, PP. 252-276; Jeifets V.L., Jeifets L.S. Die Komintern und Argentinien in den Jahren 1919-1922. Die Kommunistische Partei Argentiniens gegen die "argentinischen Lenins" // International Newsletter of Communist Studies. Vol. XV (2009), No. 22. PP.137-147.

[21] El protocolo Núm. 67 de la reunión del Secretariado del CEIC, el 28 de julio de 1923. – RGASPI, fond 495, opis’ 18, delo 163, list 10; El Manifiesto del CEIC al Comité Dirigente del Partido Comunista de Centroamérica, el 1 de septiembre de 1923 г. – Ibíd., delo 177, foja 20.

[22] RGASPI, fond 495, opis’ 108, delo 3, fojas 4-10. El texto escrito a máquina, en castellano, en el papel membretado del Buró Latinoamericano de la III Internacional. En el margen derecho de arriba hay un sello “El Archivo de la Comintern, №1018 Moscú”; rúbrica. Todos los documentos se publican con el permiso del Archivo Estatal Ruso de Historia Política y Social.

[23] De hecho, el Partido Comunista Mexicano fue proclamado en la reunión de varios miembros del Partido Socialista Mexicano en noviembre de 1919. Algunos miembros de la dirección del PSM no estuvieron de acuerdo y prefirieron conservar el nombre ‘Socialista”. Además, en septiembre de 1919 ya había aparecido el Partido Comunista de México encabezado por Linn A. E. Gale. Esto quiere decir, que para finales de otoño de 1919, la izquierda radical mexicana (escasa en número) se dividió en tres sectores. – Nota de autores.

[24] Roy, Manabendra Nath (el nombre verdadero – Narendranath Bjattacharya) (conocido también como Martin; Roberto Allen y Villagarcía; Robert Allen; Robert Allen-Roy; Roberts; Manuel Méndez) (1892-1954). Revolucionario indio. Estudiante en la Universidad de Calcutta. Ingresó en la organización ilegal antibritánica. Fue detenido varias veces, pero escapó de la cárcel. Después de la derrota de la insurrección armada fue enviado a búsqueda de armas y estableció contactos con las autoridades alemanas para recibir su ayuda en la lucha contra Gran Bretaña. En verano de 1916 llegó a los EUA, pero después del ingreso de este país a la I Guerra Mundial fue detenido y tuvo que mudarse a México (junio de 1917). En México fundó la Sociedad de los Amigos de India y se acercó con algunos socialistas participando en el periódico «El Socialista». Era uno de los organizadores y delegado al I Congreso Socialista Nacional de México. Miembro del CN del Partido Socialista Mexicano. Bajo la influencia del emisario de la Comintern Mijail Borodin evolucionó finalmente al marxismo y participó en la «sesión extraordinaria» del CN del PSM (24.11.1919), que declaró la creación del Partido Comunista Mexicano, su adhesión en la IC y la fundación del Buró Latinoamericano de la III Internacional. Junto con E. Trent-Roy fue delegado del PCM al II Congreso de la IC (1920) donde presentó las tesis sobre la cuestión nacional y colonial discutidas por el II Congreso de la IC junto con las tesis de Vladimir Lenin. Miembro de la Comisión del Congreso para la cuestión nacional y colonial. Miembro del Comité Ejecutivo de la Comintern con la voz consultativa (como representante de México e India) (desde julio de 1921); más tarde fue incluido en el Buró Pequeño del CEIC. Uno de los fundadores del PC de India (con el carnet número 4). Fue delegado a los III-VI Congresos de la Comintern. Miembro suplente del CEIC (por el Oriente) (desde diciembre de 1922). Era uno de los representantes del CEIC en Tashkent para el trabajo en los países orientales. Miembro del Departamento Oriental del CEIC (hasta del V congreso de la IC). Miembro del CEIC por India (desde 1924), miembro suplente del Presidium del CEIC (desde 1924), miembro del Presidium del CEIC por India (de 1926 a febrero de 1928), del Secretariado Político del CEIC (desde diciembre de 1926). Miembro del Buró de Organización del CEIC (desde enero de 1926), del Secretariado del CEIC (desde marzo de 1926). Miembro del Secretariado para Lejano Oriente del CEIC (de abril de 1926 a 1927). Secretario responsable del Secretariado del CEIC para América y Canadá, miembro del Secretariado para Inglaterra, Irlanda, Holanda, Australia y Sudáfrica (secretario responsable del subgrupo para India Británica), del Secretariado para Lejano y Cercano Oriente (desde marzo de 1926), miembro del Buró del Lejano Oriente del CEIC (desde marzo de 1927). Representante del CEIC en China (desde abril de 1927). Miembro del lender-secretariado Británico-Americano, del lender-secretariado Oriental del CEIC (desde julio de 1927). Fue expulsado de la Comintern por decisión del Presidium del CEIC como partidario de Nikolai Bujarin en noviembre de 1929. Al salir de la URSS vivía en Europa. Al regresar a India en 1931 fue detenido y pasó varios años en la cárcel. Colaboraba con el Congreso Nacional de India. Encabezó el Partido Radical Demócrata Popular en 1940.

[25] Gale, Linn A.E. (Nueva York, 31 de mayo de 1892 - ?). Hijo de granjero. Estudiaba en la escuela de Oxford. Reportero (1907). Participaba en la campana presidencial del demócrata Wilson (1912). Desde 1917 era editor de la revista “Gale’s Magazine”. En marzo de 1918 fue al servicio militar, pero en julio desertó del ejército y escapó a México donde reinició la edición de su revista y organizó también su edición español “Nueva Civilización”. Mantenía relaciones amistosas con el Secretario de Gobernación Aguirre Berlanga y apoyaba la política antiestadounidense del presidente mexicano Venustiano Carranza. Fue delegado al Primer Congreso Socialista Nacional en 1919, pero abandonó las sesiones del congreso protestando en contra de la aceptación de credenciales del dirigente de la CROM Morones. Fundador del Partido Comunista de México y miembro de su Comité Ejecutivo. Fue electo delegado del PC de M al II Congreso de la Comintern, pero nunca logró salir para Moscú. Intentaba varias veces establecer contactos con la Comintern, enviaba cartas al Buró de Ámsterdam de la III Internacional y a otras estructuras comunistas con el objeto de desprestigiar al Partido Comunista Mexicano encabezado por José Allen y Manabendra Nath Roy. Sin embargo, la Internacional Comunista jamás reconoció su partido como su sección nacional en México. Director del órgano del PC de M (el periódico “El Comunista de México”) (1.1920-2.1921). En primavera de 1920 fundó una nueva organización de los Obreros Industriales del Mundo en México. En abril de 1921 fue detenido y expulsado del país por “extranjero pernicioso”. En los EUA fue detenido por desertar del servicio militar y en la cárcel renunció a las convicciones comunistas. Más tarde intentó ingresar en el Partido Obrero de América, sin embargo, le negaron el carnet del militante. Fue electo presidente del Socorro Rojo (Labour Defense) en Washington en 1925 lo que fue mal percibido por los comunistas que lograron su destitución de este puesto. Según agente de Scotland-Yard y del Departamento de Justicia de los EUA Nosovitsky, Gale le brindó su ayuda durante la preparación del informe sobre la actividad roja en México.

[26] Se refiere al dirigente de la CROM y el Partido Laborista Mexicano Luis N. Morones quien era uno de los delegados al Primero Congreso Socialista Nacional en agosto-septiembre de 1919.

[27] Torres Elena. Maestra en Yucatán. Delegada al I Congreso Socialista Nacional de México (8-9.1919). Miembro del Consejo Feminista Mexicano. Secretaria internacional y tesorera del Buró Latinoamericano de la III Internacional (1919-1920). Directora responsable del periódico «El Soviet» (desde 23.12.1919 - «El Comunista»). Encabezó el periódico «La mujer». Realizaba la propaganda política pro general A. Obregón en 1920. Los adversarios del PCM dijeron que Elena Torres trabajaba como secretaria del Inspector General de Policía en 1920. Abandonó el PCM en 1920 o 1921.

[28] RGASPI, fond 495, opis’ 108, delo 14, fojas 16 y 16 vuelta. El texto escrito a mano, en ruso, rúbricas. En el margen derecho de arriba hay un sello” “№39  23. Sept. 1921. El Secretariado del Exec. de la Intern. Comun.”

[29] Paley M. – Simons, William (su nombre verdadero era Levine, Hyman (fue conocido también como German P. Levin; Moris Levine; George Hunter). Nació el 3 de diciembre de 1893 en Nueva York en una familia judía que antes había emigrado de Lituania. Al graduar de City College, ingreso en Columbia University en 1914, donde estudió hasta 1916. Desde 1916 forma parte del Partido Socialista de América. Al rechazar el servicio militar obligatorio fue detenido. Al salir a la libertad, emigró a México donde trabajaba en una tienda y daba clases de inglés. El director de la Administración Mexicana de los Obreros Industriales del Mundo y el editor de su periódico. Delegado de los Obreros Industriales del Mundo y de los obreros petroleros de Tamaulipas al Convento Radical Rojo en 1921. Miembro del Buró Provisional Mexicano de la ISR, cumplía algunas encomiendas suyas en Tampico. En mayo de 1921 fue expulsado de México a los Estados Unidos donde cambió su nombre al de W.Simons e ingresó en el PC de los EUA. Era columnista del periódico “The Voice of Labour” y organizador del PC en Boston y Chicago. Secretario Nacional del Comité Progresivo de Obreros Metalúrgicos en 1927-1928. Delegado estadounidense al IV Congreso de la ISR y representante de la Liga de Educación Sindical de los EUA en el Congreso Sindical Latinoamericano en Montevideo en 1929. Delegado del Partido Obrero de América a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana (Buenos Aires, 1929). Organizador del Partido Obrero en California en 1929-1930. Instructor del Buró del Caribe de la Comintern en el CC del PC de Cuba de mayo a octubre de 1931. Secretario General de la Liga Antimperialista de los EUA en algunos años. Publicó varios artículos sobre el movimiento revolucionario latinoamericano en “The Communist”, “El Mundo Obrero” y “The Anti-Imperialist Review”. Estudiante del doctorado en la Escuela Internacional Lenin en Moscú en 1933.

[30] Fortmayer, Walter (1890, Cincinnati, -?). Miembro de los Obreros Industriales del Mundo. Emigró a México en junio de 1917, vivió en Yucatán. Al ser detenido el 16 de mayo de 1921 en la Ciudad de México, fue expulsado a los Estados Unidos junto con J. Allen. Fue detenido en Laredo y acusado en ser desertor del ejército estadounidense. Los documentos del Archivo de la Comintern sobre Formayer son contradictorios; mientras algunos refieren a él como un militante activo del PCM, otros dicen que casi no tuvo vínculos con el movimiento radical obrero.

[31] Seaman se refirió a la deportación del dirigente del Partido Comunista de México (que era otro de los PCs en el país) Linn A. E. Gale “por extranjero pernicioso” en primavera de 1921.

[32] Su nombre era la Federación de las Juventudes Comunistas.

[33] RGASPI, fond 495, opis’ 18, delo 66, fojas 245-249. El texto a máquina, en inglés; traducción al castellano hecha por los autores.

[34] RGASPI, fond 495, opis’ 1, delo 63, foja 18. El texto escrito a maquina, en castellano.

[35] RGASPI, fond 495, opis’ 1, delo 63, fojas 15-16. El texto escrito a maquina, en ruso, traducción al castellano hecha por los autores.

 

JEIFETS, Lazar y Víctor Jeifets, (2012) “Hacia la revolución panamericana. La Comintern y la creación del comunismo centroamericano”, Pacarina del Sur [En línea], año 3, núm. 10, enero-marzo, 2012. ISSN: 2007-2309. 13 de febrero de 2012. Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/home/huellas-y-voces/404-hacia-la-revolucion-panamericana-la-comintern-y-la-creacion-del-comunismo-centroamericano

Extractos del capitulo 10 del Libro: “El Salvador, los sucesos políticos de 1932”, de Thomas Anderson, Educa, 1982.

La antigua Penitenciaría de San Salvador fue derruida por un terremoto en 1964, y en su lugar sólo hay actualmente un predio vacío. Pero el 19 de enero de 1932, las puertas del edificio se cerraron detrás de Martí, Luna y Zapata. Es difícil imaginarse lo que pensó Martí, veterano de tantos sufrimientos y encarcelamientos. Es probable que, habiendo sobrevivido a tantas cosas, haya esperado que su sangre fría y su superioridad moral podrían sacarlo sin daño a través de aquellas puertas de la Penitenciaría.

Pero estaba destinado a no cruzarlas sino hasta el primero de febrero de 1932, al ir a su ejecución junto con Mario Zapata y Alfonso Luna.

Leer más…EL SALVADOR.- 1 de febrero de 1932:El juicio y la ejecución de Farabundo Martí, Alfonso Luna y...

Por Erik Ching

A finales de enero de 1932, un suceso extraordinario en El Salvador dejó una profunda cicatriz en la mente de la nación. En esa fecha, unos cuantos miles de campesinos en rebeldía se levantaron y atacaron aproximadamente una docena de muni­cipalidades en el occidente salvadoreño, asesinando entre 50 y 100 personas y dañando muchas propiedades. La rebelión tomó por sorpresa al gobierno salvadoreño, al cual solo le tomó algunos días para reagrupar al ejército y lanzar un contraataque. El ejército tenía mejor movilidad y estaba mejor equipado, por ello, cuando lanzaron la ofensiva y rodearon a los rebeldes, volvieron rápidamente a tomar control sobre la región.

Leer más…EL SALVADOR.- El levantamiento de 1932

"La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la luchas de clases". Carlos Marx y Federico Engels.

Por José René Tamariz Corea

Introducción

Para entender y comprender mejor la situación actual de Costa Rica, junto a sus particularidades sociales, económicas y políticas, es necesario analizar y reinterpretar dos acontecimientos históricos que han determinado, condicionado y estructurado la evolución del país hasta nuestros días. Esos dos hechos históricos son el conflicto político-militar del año 1948 y los del período de finales de los años 70 y mediados de los años 80, producidos por el proceso revolucionario centroamericano y el triunfo de la revolución nicaragüense en julio del año 1979.

 

Los marxistas costarricenses, incluidos los trotskistas, en sus diversas variantes, han sido incapaces de hacer una interpretación propia de los fenómenos políticos, sociales y económicos que hicieron posible la constitución de la llamada "Segunda República", originada por los sucesos de la lucha de clases más importantes de la historia nacional y que, hasta el presente, todavía, en gran parte, condicionan la situación de las clases sociales, la lucha de clases y la vida en general de Costa Rica.

Alrededor de los sucesos del año 1948 existen diversos mitos, muchos análisis académicos equivocados o bien limitados, falsas interpretaciones de uno y otro bando que se enfrentaron en el conflicto social, caracterizaciones diversas y otras especulaciones seudo-marxistas. Es más, algunos grupos de izquierda aceptan o le claudican a los análisis académicos u oficiales. El presente trabajo no pretende ser un análisis exhaustivo de todo el proceso político, social y económico del año 48 y todos sus antecedentes, sino fundamentalmente realizar una caracterización del fenómeno histórico, así como sus incidencias, repercusiones y consecuencias hasta la fecha sobre las clases sociales, la lucha de clases y los sujetos sociales y políticos de la revolución en Costa Rica.

Algunos Antecedentes del Conflicto Político-Militar del año 1948

Costa Rica vivió durante la década de los años 30 y 40 un espectacular ascenso de las luchas del movimiento obrero, campesino y popular, que se manifestó en grandes movilizaciones, un fuerte y poderoso proceso de organización sindical y política de los trabajadores, así como la realización de huelgas muy duras y fuertes como la de los bananeros en el año 1934. Según Jorge Emilio Regidor Umaña: "… es necesario… esbozar un intento de definir un periodo que responda a una perspectiva en la que el Sindicalismo sea el actor central, lo cual implica un esfuerzo por rescribir la historia desde un plano que recupera el actuar sindical y social durante el período en cuestión. En este sentido, creemos necesario que el período que va de 1934 a 1948 sea considerado como uno solo, toda vez que durante esos años da inicio un largo proceso de conflictividad social y sindical que culmina con una legislación laboral y de seguridad social y un cambio profundo de la estructura social costarricense…". (Regidor, 2003: 25 y 26). Las negrillas son nuestras. Nosotros coincidimos con Regidor en que desde la poderosa huelga bananera del año 1934 hasta el año 1948 fecha que estalla la guerra civil, debe ser considerado como un solo período, con flujos y reflujos del movimiento obrero, caracterizado por una intensa y prolongada lucha entre las clases sociales, en Costa Rica, que se manifestaron y expresaron bajo diversas formas, ya sean huelgas, movilizaciones, organización sindical revolucionaria y otras

De acuerdo con Marielos Aguilar "… el año de 1934 fue bastante representativo pues se llevaron a cabo por lo menos ocho huelgas. De éstas la mayoría ocurrió en las principales ciudades de la zona central del país, con la participación de trabajadores de obras públicas, zapateros, panaderos, sastres y litógrafos. Por su parte, los trabajadores del café de Turrialba y los obreros bananeros del Atlántico se destacaron por llevar a cabo grandes movimientos huelguísticos, como, por ejemplo, la conocida huelga bananera de 1934. Esa huelga bananera se desarrolló en el transcurso de los meses de agosto y setiembre para plantear un conjunto de peticiones básicas: eliminación del trabajo a destajo, jornada de seis horas para las labores más rudas, fijación de salario mínimo, pagos quincenales y en efectivo, pago de las horas extras, eliminación de la semana de fondo, viviendas dignas para los trabajadores ofrecidas por los finqueros, extensión de la Ley de Accidentes de Trabajo, dispensarios médicos para las fincas con más de diez obreros, regulación de los precios de las mercancías vendidas en los comisariatos de la UFCO, rechazo del contrato bananero Cortés-Chittenden y, por último, reconocimiento del Sindicato de Trabajadores del Atlántico por parte de la UFCO y del Estado". (Aguilar, 2009: 15).

De otro lado, es muy importante señalar que el movimiento político-militar encabezado por Figueres tuvo algunas características sui-géneris, en el sentido de que era un movimiento que tenía como objetivo último contener y derrotar el ascenso del movimiento obrero y popular encabezado por el partido comunista, pero que no pretendía destruir las conquistas sociales alcanzadas durante el período 40-48. Este ascenso del movimiento obrero y popular se concretó a nivel institucional en la incorporación de las llamadas Garantías Sociales a la Constitución Política, la aprobación del Código del Trabajo (27 de agosto de 1943) y la creación, entre otras, de instituciones como la Caja Costarricense de Seguro Social. Según Aguilar Hernández: "La reforma social impulsada desde el Estado por el presidente Calderón Guardia, y apoyada en el ámbito de la sociedad civil por las organizaciones de los trabajadores y la Iglesia Católica, contribuyó a polarizar las fuerzas sociales y políticas costarricenses como nunca antes había ocurrido en la historia nacional. En este caso, lo novedoso resultaba ser la amplia participación política de las clases trabajadoras, quienes por primera vez, habían cobrado un espacio importante que las convertía en sujetos de su propia historia". (Aguilar, 2009: 23).

Más adelante, Aguilar sostiene que: "El Centro de la pugna social agudizada desde 1942, indiscutiblemente era las Garantías Sociales y el Código de Trabajo. Los principales adversarios eran los cafetaleros, las compañías translaciones como Transportes Aéreos Centro Americanos (TACA), la Electric Bond and Share y la United Fruit Co; y en general, el sector patronal…". (Ídem).

Es muy importante señalar que "Al mismo tiempo que se hacía efectiva la promulgación de la legislación social, se constituyeron las dos centrales sindicales que nuclearon a los trabajadores de Costa Rica (CTCR) y la Confederación Costarricense de Trabajadores Rerum Novarum (CCTRN). Entre 1943 y 1948 lograron reunir a unos cien mil asalariados que constituyeron la base social de apoyo para la defensa de la reforma social". (Ídem: 27). Las negrillas son nuestras. La población económicamente activa (PEA) en el año 1948 era de 261 096 personas, quiere decir que, si el dato de Aguilar es correcto, entonces los trabajadores sindicalizados constituían aproximadamente el 38,3% de esa población, lo cual representaba una cifra bien alta de sindicalización, que nunca se ha logrado alcanzar desde esas fechas. Es necesario mencionar que la primera central era dirigida por el Partido Vanguardia Popular (comunista) y la segunda central era dirigida por la cúpula de la Iglesia Católica, para contrarrestar la influencia sindical comunista. En el año 1943 Monseñor Víctor Manuel Sanabria declaró que: "La autoridad eclesiástica está y estará empeñada en que se formen agrupaciones obreras y católicas y en ampliar las ya existentes, no precisamente para debilitar el movimiento de cohesión de las clases trabajadoras, sino para encauzar ese movimiento, en la forma que mejor convenga, dentro de los amplios derrotero marcados por las enseñanzas pontificias". (Regidor, 2003:27).

Por otro lado, es importante señalar que entre el año 1942 y 1943, se constituyó y desarrolló un pacto político entre las fuerzas gubernamentales, encabezadas por el presidente de la República, Rafael Ángel Calderón Guardia, y, el Partido Comunista, acaudillado por Manuel Mora Valverde. Ese pacto se forjó alrededor de la aprobación y defensa de las reformas sociales antes mencionadas y por las condiciones y política internacional de la Unión Soviética, de impulsar los frentes populares con aquellas fuerzas pro-estadounidenses, ya que ella mantenía una alianza con los Estados Unidos frente el nazi-fascismo.

En resumen, es muy importante destacar, que el sindicalismo formado y desarrollado durante toda esta etapa era muy beligerante y altamente politizado, es decir era un tipo de sindicalismo revolucionario ya que muchos de sus dirigentes y sectores de base eran militantes del partido comunista, especialmente los trabajadores bananeros, que eran la vanguardia del proceso de la lucha de clases en ese período turbulento de Costa Rica.

Por otro lado, los historiadores, Iván Molina y Steven Palmer sostienen que: "Los años de 1945 a 1948 se caracterizaron por una aguda confrontación política e ideológica. A pesar de una dramática recuperación económica, las clases medias urbanas atendieron el llamado de los miembros conservadores de la burguesía cafetalera y participaron en protesta contra el régimen. La confianza en el sistema político empezó a evaporarse y la detonación de bombas terroristas en las principales ciudades se convirtió en un evento normal. La creciente rivalidad internacional entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, después de 1945, proveyó el histórico contexto de guerra fría en el cual los opositores presentaron la colaboración del Partido Comunista con el calderonismo como una conspiración para establecer en Costa Rica el totalitarismo rojo".(Molina y Palmer, 2008: 9 y 10).

En el marco de esas condiciones políticas, económicas y sociales y, teniendo como pretexto, justificación y detonante el supuesto fraude en las elecciones del año 1948, por parte de la oposición, encabezada por Otilio Ulate y, la subsiguiente anulación de esas elecciones, por los diputados caldero-comunista en Congreso nacional, estalló el conflicto armado entre el gobierno de Teodoro Picado, apoyado por los comunistas, por un lado, y las fuerzas figueristas por el otro, integradas por "…elementos provenientes de diversos estratos de la población, tanto del campo como de las ciudades: intelectuales, pequeños propietarios agrícolas, estudiantes, empleados, etc". (Guerra, 1997: 127). En este campo militar se ubicó e integró la Confederación Costarricense de Trabajadores Rerum Novarum, así como la oligarquía y otras fuerzas reaccionarias.

Guerra Civil, Régimen Político, Gobierno y Derrota Histórica de la Clase Obrera.

La guerra civil del año 1948 que, tardó solamente cinco semanas, ha sido el único conflicto militar interno de carácter político que tuvo Costa Rica en el siglo XX y en el cual murieron más de cuatro mil personas, fue ganada por el bando del denominado Ejército de Liberación Nacional, dirigido por José Figueres Ferrer. El gobierno surgido del triunfo militar del figuerismo se denominó Junta Fundadora de la Segunda República. Esa junta de gobierno dirigida por José Figueres gobernó Costa Rica, por la vía de hecho, desde el mes de mayo de 1948 hasta noviembre de 1949, es decir durante 18 meses. El régimen que se instauró durante ese período fue de tipo bonapartista, ya gobernó solamente por la vía de decretos y de forma autoritaria. Obviamente el Bonaparte del régimen era José Figueres. Según Alberto Martén Chavarría, Ministro de Economía y Hacienda de la Junta Fundadora de la Segunda República: "La situación era muy difícil. Por un lado nos sentíamos omnipotentes, gobernando sin Constitución, a base de Decretos. Por otro lado, estábamos en la ruina económica, sin posibilidad de hacer obra pública. De ese caldo diabólico nacieron las ideas del impuesto del 10 por ciento al capital y la nacionalización de los depósitos del público". (Brenes, 1990: 31). Las negrillas son nuestras.

El escritor más crítico del proceso político-militar del año 1948 es Jacobo Schifter que, intenta realizar una caracterización del régimen político de ese período. Schifter sostiene que la guerra civil del 48 fue un "… intento abortado por establecer en Costa Rica un régimen corporativista-autoritario-transformista…". (Schifter, 1986: 137). Aunque esta categoría no es marxista, sin embargo, se aproxima a nuestro análisis, respecto a que el régimen de la Junta Fundadora de la Segunda República fue "bonapartista", haciendo alusión a la forma de gobernar por la vía de decretos, además de la represión sistemática que ejerció esta Junta sobre el movimiento obrero y otros sectores opositores. El término "transformista" hace referencia a nuestra caracterización de que esta Junta realizó una serie de medidas "reformistas", de cara a contener el descontento del movimiento de masas, pero a su vez de impulsar el desarrollo moderno del capitalismo costarricense.

El resultado final del conflicto político-militar del año 48, se constituyó en una grave derrota histórica de los trabajadores, sectores populares y el partido comunista (PVP), que ha marcado la historia nacional hasta nuestros días. El principal responsable de esta derrota política-militar del movimiento de masas es la dirección del Partido Vanguardia Popular de aquella época, encabezada por Manuel Mora, Carlos Luis Fallas y otros. La dirección del PVP, que prácticamente encabezaba la resistencia armada, se terminó rindiendo a las fuerza del Ejército de Liberación nacional, acaudillado por Figueres. Según José Figueres: "Mora era el dueño del gobierno desde hace varias semanas y de no haber sido por los comunistas el gobierno no hubiera hecho nada. El gran héroe de esos combates era Carlos Luis Fallas. Fallas peleó valientemente y tomó San Isidro de Alajuela, entre otras poblaciones…". (Guerra, 1977: 147 y 148). Es importante destacar que Carlos Luis Fallas, mejor conocido como Calufa, dirigió las milicias obreras de las bananeras, mejor conocida como Columna Liniera, que resistieron valientemente la ofensiva de las fuerzas figueristas.

De acuerdo con una entrevista brindada por Figueres: "Durante los nueve días que estuvimos en Cartago se aceleraron los preparativos para la toma de San José, pero ello seguramente nos iba a costar de dos mil a tres mil vidas… Yo creo que lo hubiéramos tomado, pero sobre un baño de sangre. Ese baño de sangre lo evitamos Manuel Mora y yo. Yo lo cité al Alto de Ochomogo, y Mora valientemente asistió. Y llegamos a un acuerdo, bajo un fuerte olor a cadáver. Eso fue muy dramático, la sesión de rendición, en el Alto de Ochomogo… Mora había mandado a proponer que nos reuniéramos y yo lo cité en ese lugar… para eso el tenía que pasar entre miles de sus soldados, y yo tenía que pasar entre centenares de gente nuestra, porque ellos siempre numéricamente eran superiores… Mora yo no sé que peripecias tuvo con los suyos para llegar solo con Fallas al lugar convenido… Mora propuso primero un gobierno de coalición, lo que a mi me pareció una gran falta de realidad… Como no me pudo convencer de que hiciéramos un gobierno de coalición para evitar la toma de San José, él estaba desesperado y decía que tenía que llevarles algo a su gente para desarmarlos… Entonces me propuso que marcháramos, los dos ejércitos juntos, a la frontera de Panamá, a detener a los gringos, cosa que yo creo que no era necesario. Lo cierto es que, en ese momento yo le dije que le iba a hacer otra propuesta: -Ustedes nos ha estado atacando a nosotros de reaccionarios –les dije- y de que queremos echar abajo la legislación social (que era la bandera de ellos) ¿qué me dice si nosotros les garantizamos que lo que hemos dicho en las proclamas nuestras no es propaganda sino de verdad, que vamos a respetar todo eso? Entonces ya se interesó y empezamos entrarle a los detalles.

– ¿Mantienen la Caja Costarricense de Seguro Social?-¡Por supuesto¡

– ¡Por supuesto¡

– ¿Mantienen el Código de Trabajo¡

– ¡Por supuesto¡ (…)

Pero en eso sonó una voz misteriosa, detrás de Mora. Era Carlos Luis Fallas, que dijo:

-¿Mantienen el Impuesto sobre la Renta? (…)

- ¡Lo aumentamos, carajo¡

Esa fue toda la intervención de Carlos Luis. (…)

(Guerra, 1997: 149,150 y 151). Las negrillas son nuestras.

De acuerdo con toda la información disponible, el partido comunista tuvo la capacidad de tomar el poder en el conflicto del año 48, pero la orientación de la Tercera Internacional Comunista, encabezada por Stalin, en esa época, era contraria a que sus satélites nacionales asumieran el poder en los países, sino que había que hacer gobiernos de frente populares, es decir gobiernos conjuntos con la burguesía. En su programa mínimo el partido comunista planteaba que la implantación del comunismo en Costa Rica "… no se pondría a la orden del día en el país, sin haberse realizado la revolución en las metrópolis". (Guerra, 1997: 66). 

El Partido Vanguardia Popular (PVP) o partido comunista terminó realizando una grande y grave capitulación en el conflicto político-militar del año 1948, ya que lejos de enfrentar con decisión a las fuerzas figueristas, terminó negociando la rendición y la entrega de las armas al Ejército de Liberación Nacional dirigido por Figueres. Según Cerdas Cruz: "Mientras que los comunistas, que llevaron el peso principal de la lucha (el Dr. Calderón-Guardia no llamó a sus partidarios a combatir sino hasta el 12 de abril), sostenían que tenían los hombres suficientes y parcialmente el armamento necesario para sitiar Cartago y derrotar a Figueres, el gobierno de Picado se dio por derrotado y optó por buscar una fórmula de rendición". (Cerdas, 2001: 205).

Las negrillas son nuestras. Efectivamente, de acuerdo con diversas informaciones el partido comunista contaba para el año 1948 con una fuerza de 12 mil hombres de extracción fundamentalmente obrera. (Brenes, 1990: 23). Por otra parte, la potencia y fuerza de los comunistas se manifestaba en el tiraje de su periódico llamado "Trabajo", el cual en el período del año 31-34 tuvo un tiraje de 4 000 ejemplares, llegando a 7 500 ejemplares para el año 1946. La rendición político-militar en el conflicto del año 48 le terminó costando al partido comunista su ilegalización, así como la represión sistemática y constante contra los trabajadores organizados en sindicatos independientes y en la central CTCR, dirigida por ellos.

Por otro lado, es muy importante determinar el carácter del nuevo gobierno surgido del triunfo militar del bando figuerista a partir de las políticas y medidas tomadas durante su mandato. Nuestra caracterización es que el gobierno a nivel de las medidas políticas adoptadas fue profundamente anti-obrero, anti-sindical y anti-comunista, es decir políticamente era un gobierno reaccionario. Por ejemplo: "Entre mayo de 1948 y noviembre de 1949, período en que gobernó la Junta, la legislación social fue letra muerta. La libertad de organización sindical fue gravemente irrespetada hasta el extremo de producirse una desorganización masiva, especialmente de aquellos sectores anteriormente afiliados en la CTCR. Sólo a manera de ejemplo, diremos que en octubre de 1948 el diario La Nación informaba sobre la disolución, durante los meses anteriores, de 163 sindicatos en todo el país, la mayoría de ellos de la ciudad capital. (Aguilar, 1989:74). Esa desorganización era producto de numerosos despidos de seguidores del régimen caído pero, fundamentalmente, del autoritarismo de los órganos policiales, lo cuales a menudo, irrumpían en reuniones sindicales para tomar presos a los presentes y decomisar cualquier tipo de propaganda. Las privaciones de libertad de los dirigentes sindicales que habían militado en la filas de la CTCR, fueron noticias casi diaria durante el gobierno de facto…". (Aguilar, 2009: 31).

Asimismo, la Junta de gobierno de Figueres "…llegó al extremo de tener que suspender las garantías constitucionales por las continuas manifestaciones callejeras, instigadas en parte, por los ulatistas que veían postergadas su aspiración de llegar al poder y también por la derecha, por los miembros del propio grupo con tendencias oligárquicas…". (Brenes, 1990: 31). Las negrillas son nuestras. Además, la Junta Fundadora de la Segunda República, entre otras medidas reaccionarias, ilegalizó al Partido Vanguardia Popular (partido comunista).

En síntesis, el gobierno de la Junta Fundadora de la Segunda República y los subsiguientes gobiernos, desataron una dura y brutal represión contra el movimiento obrero, el sindicalismo independiente y los activistas del Partido Vanguardia Popular. Víctimas de esa ola represiva fueron los maestros que habían apoyado a los regímenes anteriores, así como los empleados públicos en general, que fueron despedidos sin responsabilidad patronal, por el hecho de haber apoyado a los gobiernos anteriores. En el período que gobernó la Junta Fundadora "… se calcula que el número de refugiados políticos ascendió a 7.000 –casi el uno por ciento de la población. El número de presos políticos se calcula que fue de unos 3.000. Los asesinatos políticos son difíciles de confirmar, pero se informó de algunos en los periódicos: Seis miembros de Vanguardia Popular fueron ejecutados después de ser entregados en la cárcel de Limón bajo custodia de varios soldados para ser trasladados a San José". El caso más brutal fue el juicio de dieciocho acusados por la ejecución de ocho prisioneros políticos en Puerto Cortés, en la región bananera del sur de Puntarenas. Varios de los cuerpos habían sido mutilados". (Schifter, 1986: 114). En especial fue la represión hacia los trabajadores bananeros, por estar conducidos por el partido comunista. Por otra parte, el gobierno de facto de la Junta Fundadora y los demás gobiernos que le sucedieron, se encargaron especialmente de cortar toda la tradición organizativa, política y de lucha de los trabajadores costarricenses, logradas en la década de los años 30 y 40.

Las décadas de los años 50 y 60 representaron un severo y largo retroceso del movimiento obrero y sindical. Así que: "En la década de los cincuenta… el Estado asumió una actitud antisindical. Para ello el Ministerio de Trabajo recurrió al expediente de disolución administrativa de ciertos sindicatos, especialmente de aquellos que se proclamaron independientes de la CCTRN. Esa práctica fue inaugurada, precisamente, por el sacerdote Benjamín Núñez cuando, siendo Ministro del Trabajo de la Junta de Gobierno, inició el proceso de disolución de la CTCR". (Aguilar, 2009: 36). Más adelante se señala que "A partir de 1962, el Estado costarricense se abocó a profundizar el proceso de reforma social. No obstante, en lo que se refiere a la legislación laboral, la década de los sesentas no tuvo un significado particular e, incluso, podría considerársele como una etapa de estancamiento. Eso coincidió con la profunda desorganización sindical que se produjo en esos años debido a diversas causas: la persecución en los centros de trabajo por la falta de fuero sindical, la generalización del ambiente de la guerra fría, las pugnas ideológicas entre las centrales sindicales, las transformaciones cualitativas en la composición de las clases trabajadoras y, particularmente, la actitud despectiva del Estado frente a las reivindicaciones sindicales". (Ídem). Según Molina: "… En la décadas de 1950, 1960 y 1970, una serie de huelgas masivas revelaron que los sindicatos bananeros, estrechamente vinculados con el Partido Comunista, eran los más combativos del país. Las empresas y el Estado los premiaron por ese logro con un acoso sistemático y la represión de los líderes sindicales de las zonas bananeras". (Molina y Palmer, 2008: 30).

Según James Backer, desde el año 48 hasta el año 65, en Costa Rica, se vivió una "etapa de decadencia, fragmentación y debilidad" del movimiento sindical. Nosotros consideramos que desde el año 48 hasta el año 65 representa un período, no sólo de decadencia, fragmentación y debilidad del movimiento sindical, sino que son 17 años que se sufren las consecuencias de la derrota histórica que sufre el conjunto del movimiento obrero y de masas costarricense por la responsabilidad de la dirección del partido comunista. 

Por otro lado, debido a la profunda ruina económica en que se encontraba el país, como señala Martén, cuando tomaron el poder, se vieron obligados a realizar una serie de medidas de carácter progresivas en el terreno económico-social, que no estaban dentro de sus planes, así como mantener y respetar la legislación social del calderonismo, apoyadas y promovidas por el partido comunista, para evitar conflictos y levantamientos populares. Entonces, desde el punto de vista económico-social, el gobierno de la Junta Fundadora de la Segunda República, fue un gobierno reformista, ya que "… realizó diversas reformas… Su disposición más famosa fue la abolición del ejército… Figueres también nacionalizó los bancos y el sector de energía, negoció un impuesto más elevado a las exportaciones de la United Fruit Company y dejo intactas las reformas sociales. En este marco, una Asamblea Nacional Constituyente, convocada para que redactara la constitución de la llamada "Segunda República", terminó por reformar la vieja carta magna aprobada en 1871. Los cambios más importantes fueron la creación de un régimen de instituciones autónomas, del Servicio Civil y de la Contraloría General de la República. También se aprobó el sufragio femenino, se concedió plena ciudadanía a la población afrocaribeña de Limón y se estableció el Tribunal Supremo de Elecciones…". (Molina y Palmer, 2008: 11 y 12). El carácter reaccionario-reformista del gobierno del año 48, refleja las contradicciones del surgimiento de la llamada Segunda República

¿Entonces, cuál es la caracterización de los acontecimientos del 48? Según José Figueres Ferrer, ideólogo, estratega militar y principal jefe político del movimiento político-militar del año 48, los sucesos acontecidos en esa época fueron una "Guerra de Liberación Nacional", mientras que otros, ya sean participantes de los hechos del 48, como Alberto Cañas y muchos comentaristas la llaman "Revolución", algunos historiadores como Iván Molina y otros los denominan "Guerra civil",. Nuestra caracterización coincide con esta última posición. Por tanto, los enfrentamientos políticos-militares del año 1948 no fueron ni una "guerra de liberación nacional", ni una "revolución" y que dichos acontecimiento no estuvieron tampoco dirigidos por "revolucionarios" a comos sostienen algunos autores, incluidos, escritores críticos como Schifter. Para nosotros, se produjo una guerra civil en la que se enfrentaron dos ejércitos que reflejaban distintas clases sociales, de la cual salieron vencedores las fuerzas del llamado Ejército de Liberación Nacional, acaudillado por José Figueres. Sin embargo, profundizado la caracterización consideramos que el movimiento figuerista y su Ejército de Liberación Nacional fueron una especie de reacción político-militar de los sectores burgueses oligárquicos, otros segmentos burgueses menos poderosos y de la pequeño-burguesía representada por el Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales en contra del ascenso de la clase obrera y del comunismo.

Por una lado, las fuerzas gubernamentales conformadas por las "… fuerza armadas, la burocracia gubernamental, los maestros e intelectuales de izquierda y unos cuantos miembros de la clase capitalista…". (Schifter, 1986, 107), junto al partido comunista que dirigía a sectores populares y clase obrera, principalmente, los obreros bananeros que conformaron las milicias populares. Según Jacobo Schifter de lado del Ejército de Liberación Nacional, dirigido por Figueres "… el principal apoyo durante la guerra provino de la oligarquía y de los legionarios extranjeros (…), junto con los profesionales de clase media…". (Ídem). Este mismo escritor, sostiene que el ejército de Figueres "… estaba compuesto de oligarcas terratenientes (Marshall, Martén, Figueres, Orlich) o profesionales de clase media y hombres de negocios (Facio, Benjamín Núñez, Bruce Masis, Madrigal Nieto, etc.). Era clara la falta de participación de la clase obrera…". (Ídem).

Consecuencias Políticas del Conflicto Político-Militar del Año 1948

Con base en todo la anteriormente expuesto y analizados, arribamos a algunas conclusiones de carácter políticas tentativas, que esperamos depurar y refinar en un próximo documento.

1. La abolición del ejército y su prohibición constitucional en el año 1949, constituyó una gran maniobra política de las clases dominantes de Costa Rica, detrás de la cual se ha erigido toda una ideología burguesa-reaccionaria, de pacifismo, civilismo, diálogo, negociación, democracia y elecciones para resolver y dirimir los conflictos sociales en el país. Ideología de la cual se hacen eco, no sólo los sectores dominantes, sino también los demás sectores sociales, incluidos, los trabajadores, las burocracias sindicales y la izquierda costarricense. Este proceso de Costa Rica como nación promotora de la "paz" se vio reforzada por el otorgamiento del premio Nóbel de paz a Oscar Arias por su mediación en el conflicto político-militar de Centroamérica.

2. Producto del triunfo del figuerismo en el año 48 y de los subsiguientes gobiernos que, supuestamente han desterrado los fraudes electorales, han promovido y privilegiado los procesos electorales y la democracia burguesa, como máxima expresión de participación de las masas en la toma de decisiones y solución de la problemática social y económica. La gran mayoría de las masas costarricense, siguen creyendo y confiando en los procesos electorales. De aquí, que ningún partido político revolucionario serio debe soslayar la participación electoral, como una forma de llegar y ser escuchados en ciertos sectores, principalmente, de la clase obrera y otros sectores oprimidos. No participar en los procesos electorales es la muestra más palpable del peor sectarismo y aislamiento político en que se encuentra el trotskismo costarricense.

3. Producto de la victoria figuerista del año 48 y de los gobiernos que le sucedieron se desarrollo, por parte de las clases dominantes, una ideología anti-sindical y anti-comunista, que asumen como suyas no sólo las clases burguesas y clases medias, sino incluso, sectores de la clase obrera. En Costa Rica, muchos trabajadores consideran que los sindicatos no sirven para nada y que constituyen organizaciones corruptas y privilegiadas, cuando luchan por convenciones colectivas. El colmo es que hasta la burocracia sindical le capitula a estos prejuicios burgueses. Se llega a niveles de claudicación a la ideología burguesa anti-sindical que la mayoría de organizaciones no se denominan sindicatos, sino asociaciones, uniones, frentes y otros nombres. Ejemplos de esto son: APSE, ANDE, ANEP, UNDECA, ASDEICE, UNEBANCO y muchos otros.

4. De la ideología anti-sindical del figuerismo, Alberto Martén, desarrolló una ideología reaccionaria nefasta para la clase obrera, el corporativismo solidarista, la cual parte de la conciliación entre las clases sociales (trabajadores y capitalistas) y la "paz social" en las empresas. El patrono concede a sus trabajadores un porcentaje a un fondo económico con el objetivo de a "ayudar" a los obreros en la solución de diversos problemas, a su vez, cada empleado también, de forma mensual, contribuye con un 5,33 por ciento de salario a dicho fondo. La mayoría de la clase obrera y de los trabajadores del sector privado está organizada en estos instrumentos de la patronal.

5. Los sectores burgueses, pequeño-burgueses y otros sectores sociales triunfantes del conflicto político-militar del año 48, se unificaron alrededor de posiciones ideológicas fuertemente anti-comunista, al grado tal que prohibieron, disolvieron y destruyeron toda la organización sindical que tenía vinculaciones con el Partido Vanguardia, así como que ilegalizaron a este partido político y prohibieron toda circulación de literatura marxista y revolucionaria. Esta ideología profundamente anti-comunista, a lo largo de los años, ha sido introducida e interiorizada por numerosos sectores de la población costarricense. Contra esta mentalidad y atraso de las masas costarricense, hay que trabajar contra-corriente, de ahí la necesidad de mantener una propaganda permanente de las posiciones políticas revolucionarias. 

Evolución de la Estructura Económica de Costa Rica, Sindicalismo y Solidarismo

De acuerdo con la información disponible: "La economía costarricense, alrededor de 1950, se puede caracterizar como muy poco diversificada, dependiente en grado elevado de la exportación de tan sólo dos productos: el café y el banano". (Carcanholo, 1981: 55). Ambos productos representaban el 91,8% del valor total de las exportaciones del país para el año 1950, el 31,3% correspondía al café y el 60,5% para el banano. No obstante lo anterior, según Carcanholo "… las plantaciones bananeras de Costa Rica, hasta fines de los 50, constituían un enclave con muy poca repercusión sobre la economía nacional. Hasta 1956 la actividad bananera se encontraba monopolizada por una compañía: la United Fruit Co., y las nuevas empresas extranjeras sólo llegar a tener importancia en la década del 60. Es indudable que las actividades bananeras en Costa Rica debido a su capacidad de generar renta diferencial, permiten la producción de un enorme excedente. Sin embargo, dada la estructura prevaleciente en esa actividad en la que domina el capital extranjero, que controla el transporte y la comercialización en el mercado mundial, el enorme excedente generado en la actividad puede ser fundamentalmente apropiado por el capital. De esa manera, las exportaciones bananeras llegaron a contribuir al resto de la economía del país de manera muy marginal". (Ídem). Hasta el año 1957, la actividad bananera constituía el 45,7% del valor total de las exportaciones, luego la situación varía y el café comienza a constituirse en la actividad principal. A pesar de que la actividad bananera no generaba grandes ingresos de divisas en el país, debido a que se quedaban en la casa matriz, contribuyendo de forma "muy marginal" a la economía nacional, sin embargo, el sector bananero era el sector más explotado de la clase obrera costarricense, tanto por los bajos salarios como por los ritmos de producción y las condiciones de trabajo en que laboraban los trabajadores.

Debido a todo lo anterior, los trabajadores de las bananeras constituyeron el sector proletario mejor organizado del país y, por ende, el más combativo, convirtiéndose en toda una época histórica del movimiento obrero, en la vanguardia y sujeto social de los procesos de la lucha de clases y de la revolución. Los trabajadores hacían huelgas salvajes, participaban en movilizaciones armados con sus machetes, combatieron militarmente en el conflicto militar del año 48 en milicias obreras, acaudilladas por el diputado y dirigente obrero, Carlos Luis Fallas. Es más, por temor a este sector de trabajadores, el Ejército de Liberación Nacional dirigido por Figueres, en su levantamiento militar la primera acción que hizo fue tomarse San Isidro, ubicado a 140 kilómetros de la capital. Según Tomás Guerra: "San Isidro se convirtió inmediatamente en el punto de contacto con el exterior, en la principal vía de abastecimiento de parte de los aliados, y punto de contención de los contingentes de trabajadores bananeros dirigidos por el Partido Vanguardia Popular, provenientes de las plantaciones del sur y que, por ese hecho, no alcanzaron a reforzar eficazmente la capital…". (Guerra, 1997: 140). A pesar de ser derrotados en el conflicto del año 48, los trabajadores bananeros continuaron peleando, con altibajos, en los siguientes años y décadas (1950-1960-1970) como señalan diversos autores, antes citados.

El desarrollo de la industria en Costa Rica durante el período que va desde la instalación de la Junta Fundadora de la Segunda República hasta el año 1963 fue muy lento, ya que "… Las preferencias de Figueres, demostradas en los seis años seis meses que estuvo sentado en la silla presidencial, así como de Ulate… fue la agricultura, con un sesgo por el café, mientras que la anunciada política proteccionista a la industria fue muy limitada. Esta desidia hacia el sector manufacturero no se produjo por falta de interés del grupo de empresarios que había ayudado a la toma del poder, para que a su vez, el Estado le ayudara a ser un grupo con poder. La actuación de la Cámara de Industrias, fundada en 1943, encontró grandes limitaciones ante la ausencia de una posición gubernamental clara respecto a la industrialización…". (Brenes, 1990: 100).

La industria manufacturera representaba en el año 1950 en Costa Rica el 10,4% del PIB. (Fernández, 1981: 91). Contrario a lo que se plantea entre algunos autores, en cuanto a que el proyecto figuerista era desarrollar el sector industrial, los datos estadísticos disponibles demuestran lo contrario. En realidad, la junta de gobierno figuerista y los subsiguientes gobiernos no fomentaron ni desarrollaron el sector industrial. Según Brenes: "A los 10 años de nacionalización bancaria, el 37% del crédito destinado al sector privado fue a parar a la agricultura… y de ese total, más de la mitad (51%) fue para el sector cafetalero, que les alcanzó para financiar casi el total de las fanegas cosechadas. Así el grupo de mayor potencia financiera siguió utilizando el instrumento, que supuestamente, había perdido con la nacionalización bancaria. La ganadería se mantiene con el 10% y en cuanto a la industria, el renglón que se convertiría en el polo alternativo del desarrollo costarricense, recibió el 10% del total, porción igual a la de la ganadería, que no ocupaba un lugar de privilegio en los planes oficiales". (Brenes, 1990: 99). El siguiente cuadro ilustra la poca importancia que tuvo la industria desde el año 1956 hasta el año 1963.

 

CUADRO No. 1: ESTRUCTRURA DEL CRÉDITO 1956-1965

 

Datos tomados de La Nacionalización Bancaria en Costa Rica.

 

Entonces, "El verdadero despegue de la industria ocurrió en 1963, cuando Costa Rica se unió al Mercado Común Centroamericano, el cual fue originalmente diseñado para integrar las estructuras productivas de la región y dotarlas de los beneficios de las economías de escala, al fomentar industrias sustitutivas de importaciones…". (Molina y Palmer, 2008: 32). Más adelante este mismo escritor señala que: "Durante una década, el crecimiento industrial fue vertiginoso: más de 100 compañías se formaron entre 1963 y 1975, la mayoría controlada por el capital extranjero. El peso de las industrias de tabaco, bebidas y alimentos fue menos aplastante a raíz del desarrollo de un sector químico y metal-mecánico. Con empresarios nacionales (el Estado inclusive) más interesados en la agroexportación, sin incentivos especiales para los industriales locales y dada la superior capacidad técnica, administrativa y fiscal de los inversionistas externos, el patrón foráneo de propiedad era inevitable". (Ídem). Ya para el año de 1983, el porcentaje del crédito del sistema bancario nacional representaba el 26,56% del total, lo cual reflejaba la orientación de industrialización de años anteriores.

Fue en el período de 1965 a 1979, bajo el influjo de los movimientos de izquierda latinoamericano y el proceso revolucionario abierto en Centroamérica, que el movimiento obrero costarricense reinicia su renacimiento, y proceso de reorganización y de lucha, que había perdido en la etapa anterior. Según Regidor: "Los años que van de 1965 a 1979 son de una gran riqueza para el movimiento sindical costarricense. Es una pequeña porción de tiempo en el que afloran gran cantidad de sindicatos en las instituciones del Estado… Debe recordarse que los sindicatos retoman, impulsan y manejan conflictos, es decir los sindicatos obligan a las jerarquías de las instituciones a negociar colectivamente… El sindicalismo en el sector público adquiere de esa manera una dimensión y posición importante y pasa a constituir la membresía mayoritaria del movimiento sindical… El protagonismo del nuevo sector sindical provoca dos fenómenos interesantes: por un lado los trabajadores incursionan la organización del sector privado, llegando a constituir varios sindicatos especialmente en la industria y en las plantaciones agrícolas. Recuérdese las huelgas en las plantaciones cañeras de Juan Viñas, en la Cooperativa Victoria en Grecia, en la fábrica Pozuelo, en la fábrica de ropa Romano, en la Ensambladora Automotriz, INAVE, etc y por supuesto las luchas y huelgas solidarias en las plantaciones bananeras, tanto en el Atlántico como el Pacífico… esas luchas emprendida por los sindicatos de los sectores público y privado, producen un efecto dinamizador en uno de los sectores más importantes del país, el sector campesino, que durante esa etapa experimenta una notable expansión organizativa, que se expresa en la búsqueda de tierra para trabajar, de caminos y puentes para movilizar sus productos, de mercadeo, crédito y asesoría técnica…". (Regido, 2003: 30). Las negrillas son nuestras. El proceso de reorganización sindical se manifestó en el aumento de las tasas de sindicalización en ese período, siendo que estaba organizada sindicalmente "… en 1963 solamente el 2,6% de la población asalariada… Para 1973, en cambio, esa cifra había aumentado a 10,9%... y en 1980 llegó a ser de 15%". (Aguilar, 2009: 40). Como se puede observar, el proletariado industrial entra en escena, mediante huelgas, en dicho período, lo cual demuestra el dinamismo de esta etapa para el movimiento obrero costarricense. Sin embargo, no logra avanzar debido a las direcciones político-sindicales reformistas y burocráticas

El sindicalismo surgido en esta etapa es un tipo de sindicalismo totalmente diferentes a los de los años 30 y 40, ya que estaba muy dividido y fragmentado, además de que adquiere características muy gremialistas que hasta la fecha actual no ha logrado superar. De otra parte, debemos señalar que en este período se produce un fuerte y poderoso proceso de ascenso de lucha del movimiento obrero, popular, campesino, estudiantil y de izquierda en toda Centroamérica que tiene profunda incidencia en Costa Rica, lo cual pone en riesgo la estabilidad política que había disfrutado la oligarquía y burguesía costarricense durante 25 años. De ahí que la burguesía costarricense hace la maniobra política de legalizar al Partido Vanguardia Popular (PVP) en el año 1974, para utilizarlo en la contención del poderoso ascenso del movimiento de masas que experimentaba Costa Rica.

La etapa de finales de los años 70 e inicios de los ochenta fue de triunfos revolucionarios y de una situación revolucionaria en toda el área centroamericana. En julio del año 1979 había triunfado la revolución nicaragüense, El Salvador se encontraba en plena guerra civil y Guatemala estaba en un proceso de guerra de guerrilla muy fuerte, mientras que Honduras era utilizada por el imperialismo yanqui como un bunker contrarrevolucionario en Centroamérica y Costa Rica, que se encontraba en una fuerte y profunda crisis económica, corría el riesgo de caer en la vorágine revolucionaria. De ahí que el imperialismo estadounidense monto un poderoso operativo en Costa Rica para evitar que cayera bajo la férula revolucionaria y utilizarla, con efecto demostrativo, como una vitrina democrática a nivel centroamericano e internacional en contra de la revolución centroamericana.

El imperialismo envió a Costa Rica a un sector especializado de la Agencia Internacional de Desarrollo (AID), cuyo objetivo era monitorear, contener y desmontar el proceso revolucionario en Centroamérica. El objetivo inmediato era evitar que en Costa Rica se desarrollara la crisis y entrara en una situación revolucionaria y, luego, utilizar a este país como vitrina democrática en contra del proceso revolucionario en Centroamérica. El modelo económico que se fue desarrollando a partir de los años 48 hasta los años 80, tuvo un drástico viraje y cambio con el modelo económico impulsado e implantado, desde los Estados Unidos, por los funcionarios y tecnócratas de la AID. A partir de este modelo denominado "promoción de las exportaciones", la vieja economía comienza su debilitamiento hasta convertirse en minoritaria en la actualidad. Según el economista Vinzenz Schmack: "En los años ochenta, durante los gobiernos de Luis Alberto Monge (1982-1986) y Óscar Arias (1986-1990), Costa Rica recibió una enorme ayuda de parte de la USAID (Agencia Internacional de Desarrollo). El monto total arroja la impresionante suma de US$1.050.000.000. Con esta ayuda, todo en forma de donaciones, el país se levantó rápidamente de la severa crisis que dejó el gobierno de Carazo". (La Nación, 5 de setiembre del 2009, página 34 A).

Esto que decimos y sostenemos, en cierto modo y forma diferente, también lo plantea Lidiette Brenes, cuando afirma que: "Fue evidente en todo este proceso de instauración de un nuevo modelo la activa participación de la AID, porque, amén de los estudios y sugerencias, proveyó los recursos para sostener MINEX, CENPRO, CINDE, instituciones dedicadas a promocionar el plan de fomento de las exportaciones; también los fondos depositados en los bancos para llevarlos a cabo provinieron de la agencia norteamericana. Por otra parte, AID contribuyó en forma sustancial con el Gobierno de Monge a sostener el programa de estabilidad, otorgando préstamos para uso exclusivo de la balanza de pagos por casi $300 millones, así como algunas donaciones para otros fines. Su ayuda se hizo tan necesaria como grande fue su influencia en el ordenamiento de la finanzas y la economía, y sensibles sus atribuciones para exigir cambios en la legislación nacional. Ese es el caso de las reformas al artículo 62 de la Ley Orgánica del Banco Central, con las que equipararon los bancos estatales con los privados, en menoscabo del concepto de nacionalización bancaria.". (Brenes, 1990: 130). Más adelante se señala que: "Igualmente, fue su condición de venta de las empresas de CODESA… el paso definitivo lo dio la AID, al destinar una donación de $140 millones para su desmantelamiento, por medio de un fideicomiso administrado por FINTRA…". (Ídem).

En realidad, la AID funcionó como un poder supra-nacional, por encima de los poderes del Estados y las instituciones estatales: cambió leyes, impuso la banca privada, exigió la venta de las empresas estatales (CODESA), funcionó como un Ministerio de Hacienda, cambio el modelo económico del país, etc. El nuevo modelo económico, surgido a partir de los años 80, es un "baby" del imperialismo yanqui. 

 

Este modelo económico diseñado e implantado por los Estados Unidos en Costa Rica tenía un correlato en el terreno de la superestructura política, sindical y social en el país. El carácter profundamente anti-obrero y anti-sindical del Partido Liberación Nacional (PLN), desarrollado desde sus orígenes por este partido, se manifestaron nuevamente en este proceso, mediante el debilitamiento de las organizaciones sindicales y el fortalecimiento del movimiento pro-patronal denominado solidarista, ya que: "Las cifras sobre el crecimiento solidarista en Costa Rica a partir de 1979, resultan ser un indicador de la problemática de la organización laboral de las últimas dos décadas. Veamos: en 1979 se habían constituido 98 asociaciones solidaristas en todo el país. Cinco años después, en 1984, ese número había aumentado a 610. En 1989 casi se habían duplicado, pues para entonces existían 1.175 asociaciones solidaristas. En 1993 sumaban en total 1.395 asociaciones… Esas asociaciones solidaristas se ubicaron, especialmente, en la empresa privada, pues de las 1.395 que existían en 1993, 1339 estaban ubicadas en ese sector…". (Aguilar, 2009: 47 y 48).

El desarrollo y avance del neoliberalismo en Costa Rica a lo largo de la década de los 90 y la década de los 2000, hacen que el movimiento sindical siga retrocediendo y la izquierda revolucionaria, de conjunto continúe siendo marginal. El siguiente cuadro refleja el proceso de debilitamiento de las organizaciones sindicales en Costa Rica en la década de los 2000 y el proceso de crecimiento de las organizaciones pro-patronales del movimiento solidarista.

 

CUADRO No. 2: TASA DE SINDICALIZACIÓN Y SOLIDARISMO

Tomado del Estado de la Nación número 15. Octubre del 2009.

 

Como se puede notar, la tasa de sindicalización que había sido del 15 % en el año 1980, desciende al año 2008 a un 8%, es decir una disminución del 7%, lo cual demuestra el proceso de debilitamiento y declinación del sindicalismo en Costa Rica, producto de la imposición del modelo neoliberal, así como la derrota política que sufrió el movimiento de masas costarricense en el referendo del TLC en el año 2007. Cabe destacar que Costa Rica vivió, a pesar de estar instaurado el modelo neoliberal desde mediados de los año 80, un fuerte ascenso del movimiento de masas, con marchas y contramarchas, que se inició en el año 2000 con la lucha denominada como "Combo del ICE" y, que luego se prolonga con la lucha en contra del TLC por varios años, hasta ser derrotada en las elecciones de octubre del año 2007, mediante el referendo.

Sobre el número de organizaciones solidaristas, el número de afiliados y el peso económico de ellas, existen cifras contradictorias. Según el Estado de la Nación para el 2008 existían 1 245 asociaciones y 266 974 afiliados, pero Juan Rafael Espinoza, catedrático del Instituto de Estudios del Trabajo de la UNA, sostiene que existen "más de 1.600 asociaciones solidaristas que funcionan en el sector público y privado, con más de 425.000 afiliados y que son propietarios de un capital social cercano a $3.500 millones…". (La Nación, 23 de marzo del 2010, página 35 A).

Durante la década de los años 2000, el sector de trabajadores que juega un rol de vanguardia en la lucha contra la privatización de las telecomunicaciones son los trabajadores del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), junto a otros sectores que se solidarizan con esta lucha, pero que también, en muchos casos, son afectados por las políticas neoliberales y se suman a este proceso de conjunto con sus reivindicaciones, demandas y consignas: docentes, campesinos, estudiantes, dueños de pequeños talleres de mecánica y otros. Al final de cuentas, por las graves políticas de claudicación a la democracia burguesa de la dirección sindical y política de este ascenso, el movimiento termina en una fuerte derrota política y retroceso de la lucha de clases que en la actualidad enfrentamos.

Es tan grave la derrota de los trabajadores que las organizaciones sindicales del ICE, aunque formalmente existen, no tiene ninguna capacidad real de movilización. Otro caso que confirma esto que sostenemos es la derrota del sindicato SINTRAJAP que aglutinaba a los trabajadores de los muelles de Limón, como se sabe el gobierno construyó, con la ayuda de trabajadores traidores, un sindicato pro-gubernamental con el cual se pactó la venta de los muelles al capital transnacional. En la actualidad nos encontramos con una crisis muy grave del sindicalismo en el sector gubernamental. La introducción, por parte del gobierno anterior, a la Asamblea Legislativa del denominado "Proyecto de Ley General de la Relación Pública de Servicio", tiene la intención no sólo de hacer pagar el déficit fiscal a los trabajadores del sector público, sino también de liquidar la poca organización sindical que queda en el sector gubernamental.

Por otro lado, producto de la imposición final del neoliberalismo en Costa Rica, la estructura económica cambia radicalmente. El viejo modelo económico de los años 50-60-70, que era de la persistencia de la agricultura tradicional y de la industrialización y sustitución de las importaciones (ISI) cepalino se transforma en el denominado "promoción de las exportaciones". Con base en ese cambio, el informe del Estado de la Nación del año 2009 hace una reclasificación de la economía nacional en nueve sectores a los cuales denomina como parte de la "vieja economía", "nueva economía" y un "tercer sector de servicios". Por considerar de importancia, para efectos de análisis político, esta reclasificación citamos la caracterización de los técnicos de ese informe: "La denominada "vieja economía" comprende las actividades agrícolas e industriales orientadas al mercado interno y la producción exportable que el país había consolidado a finales de la década de los setenta del siglo XX. La "nueva economía" se asocia al dinamismo exportador de productos no tradicionales, la creación y consolidación de zonas francas y los nuevos servicios. Existe además un tercer sector conformado por actividades de servicios que apoyan tanto a la vieja como a la nueva economía, y que son afectadas, al mismo tiempo, por el desarrollo de éstas, como por ejemplo el sector financiero. Este macrosector opera como una "bisagra" entre ambas economías". (Estado de la Nación, 2008: 322).

 

 

CUADRO No. 3: RECLASIFICACIÓN DE LOS SECTORES DE LA ECONOMÍA COSTARRICENSE.

 

Es necesario destacar que en el año 1986, las exportaciones tradicionales representaban el 56,1% de las exportaciones totales de bienes, pero descendieron al 11,1% en el año 2008, lo cual refleja el debilitamiento y decadencia de dicho sector exportador. En tanto, las exportaciones de otros productos no tradicionales, representaba el 43,9 de las exportaciones en el año 1986, ya para el año 2008 eran del 88,9% y, dentro de esas exportaciones, las de zonas francas fueron del 50,3%. Según el Estado de la Nación "… las exportaciones de bienes de Costa Rica son lideradas en un 52% por el régimen de zonas francas; de ese porcentaje, el 93% corresponde a exportaciones realizadas por empresas de capital extranjero. No existen cifras de la participación… en las exportaciones del denominado régimen definitivo; sin embargo entre ellas se encuentra el banano, un rubro muy importante en las exportaciones totales (680,2 millones de dólares en 2008) y la piña, que en su mayoría son exportados por empresas transnacionales. Todo esto indica que la participación de empresas de capital extranjero en las exportaciones totales del país es hoy mucho mayor que hace doce años… Si a lo anterior se agregan las exportaciones de servicios realizados bajo el régimen de zonas francas por empresas extranjeras, el aporte de éstas a las exportaciones totales del país es aún mayor". (Estado de la Nación, 2008: 174 y 175).

Como se puede observar, el crecimiento de las exportaciones en la llamada "nueva economía" es muy fuerte y concentrador. Además, casi la totalidad de las exportaciones, en este sector, están dominadas y controladas por el capital transnacional, lo cual significa que cualquier lucha de los trabajadores que se realicen en este sector será directamente contra el capital extranjero, principalmente, estadounidense. Según el diario La Nación: "De los diez principales productos de exportación de Costa Rica en los últimos cinco años, cuatro corresponden a bienes de alta tecnología, entre ellos microprocesadores, chipsets, equipos de infusión y transfusión de sueros y prótesis de uso médico". (La Nación, 28 de mayo del 2010, página 25 A). Las exportaciones de estos cuatro productos representaron el 32% de las exportaciones totales en el año 2009. Los otros seis productos principales de exportación fueron: banano, piña, medicamentos, textiles y confecciones, otras preparaciones alimenticias (concentrados para refrescos) y café oro o beneficiado. Estos seis productos de exportación representaron el 25,3% de las exportaciones totales del año 2009. De conjunto estos diez productos principales de exportación significaron el 57,3% de las exportaciones totales.

Por otra parte, hay que destacar que, dentro de esta nueva economía, el sector de servicios es el que más crece. Según un reporte del periódico La Nación: "Costa Rica se vuelca cada día más a producir servicios como las comunicaciones, los servicios financieros, de hoteles, de salud y educación, entre otros. En 1999, el 60% de la producción del país eran servicios, en el 2009 llegó al 68%". (La Nación, 10 de mayo del 2010, página 32 A). Entonces, quiere decir que el 32% restante de la producción corresponde a bienes o mercancías.

Desde el punto de vista económico, en cuanto a su peso en las exportaciones y, por ende, en la economía nacional, los sectores determinantes y estratégicos lo constituyen las zonas francas (52% de las exportaciones totales del 2008), esto incluye solamente mercancías, y, algunos productos del llamado régimen definitivo. En el orden de importancia de los bienes, en cuanto a las exportaciones en millones dólares, se encuentran los siguientes: microprocesadores (primer lugar), chipsets (segundo lugar), textiles y confecciones (tercer lugar), banano (cuarto lugar), equipos de infusión (quinto lugar), piña (sexto lugar), medicamentos (sétimo lugar), café oro (octavo lugar), otras preparaciones alimenticias (noveno lugar) y prótesis de uso médico (décimo lugar).

Los trabajadores que laboran el sector denominado de "alta tecnología" en el que se encuentran los microprocesadores, chipsets, equipos de infusión y transfusión de suero y prótesis de uso médico, constituyen un sector de técnicos muy especializados que, en general, reciben mejores salarios que el resto de sectores. El sector de textiles y confecciones fue golpeado con la crisis económica internacional y, en el laboran un numeroso sector femenino que, en términos generales, devengan salarios muy debajo de los hombre y muy super-explotado. 

El otro sector económico dominante y estratégico, en cuanto a la estructura de la producción nacional, lo constituye el de servicios que, como señalamos anteriormente, constituye el 68% del PIB. El sub-sector de servicios que más ha crecido en la década 1999-2009 fue el de "transporte, almacenamiento y comunicaciones", ya que pasó de representar el 10% la producción nacional en el año 1999 al 17% en el año 2009, debido al crecimiento de Internet y la telefonía móvil. (La Nación, 10 de mayo 2010).

La clase obrera y trabajadores, surgidos de la "nueva economía", constituye también una "nueva clase obrera" y "nuevos trabajadores", en su mayoría jóvenes que, en términos generales, no tienen ninguna experiencia, ni tradición de organización sindical, ni de organización política, ni de lucha.

La tradición de organización político-sindical y de lucha de los trabajadores de los años 30 y 40, fue cortada, desde sus raíces, primero por el régimen bonapartista de la Junta Fundadora de la Segunda República y, luego, por los demás gobiernos que le sucedieron. A su vez, las direcciones políticas de las organizaciones de izquierda, así como las direcciones sindicales y burocráticas, han promovido el apoliticismo, el gremialismo y la negociación con la patronal y el gobierno. Estas políticas han permitido y ayudado a que la mayoría de los trabajadores de la llamada nueva economía, estén dentro de las organizaciones solidaristas, que inculcan la ideología burguesa de unidad y conciliación entre las clases sociales. Obviamente esta ideología corporativista-reaccionaria, se encuentra sustentada por ciertas bases materiales y migajas que otorgan los patronos para mantenerlos controlados y que no luchen.

Entre esa bases materiales se encuentran las siguientes: "…conceden préstamos a sus asociados, para asuntos fundamentales, a tasas de interés más bajas que las del mercado; fomentan el ahorro de los trabajadores mediante el pago de intereses más elevados que los del mercado; pagan excedentes anuales a sus asociados, cuyas sumas en la mayoría de los casos, superan el monto correspondiente al aguinaldo…han contribuido y contribuyen de manera decisiva en la construcción de viviendas para los asalariados…". (La Nación, 23 de marzo del 2010, página 35 A).

Estructura Actual de las Clases Sociales

Tomando como base el estudio de los cambios en la estructura de clases sociales del Estado de la Nación, publicado en octubre del año 2009, que consideramos es un estudio empírico, hacemos una primera aproximación de readecuación de la clasificación de las clases sociales del Programa Estado de la Nación, siguiendo y atendiendo las categorías del marxismo. Aclaramos y enfatizamos que esta es una primera aproximación de carácter provisional, ya que estamos en proceso de estudio, discusión y revisión.

 

CUADRO No. 4: RECLASIFICACIÓN DE LAS CLASES SOCIALES

 

Según el Estado de la Nación: "Un primer hallazgo acerca de la estructura de las clases sociales en Costa Rica y su evolución durante los últimos veinte años, es que en ese período esta estructura se modificó sustancialmente. La sociedad costarricense es hoy mucho menos obrera y pequeña propietaria que antes; también es menos rural y más urbana. Cada vez son más las personas ocupadas en la gestión de procesos técnicos y administrativos con distintos niveles de complejidad: medianos empresarios y expertos, las clases intermedias y las clases altas…". (Estado de la Nación: San José, Costa Rica, octubre del 2009. Página, 305). Consideramos que esta afirmación tajante de los técnicos del Estado de la Nación es válida, parcialmente, en cuanto se trata del número porcentual y absolutos del proletariado agrícola, el cual ha disminuido numéricamente de forma sustancial. En relación al proletariado industrial, no existe un crecimiento porcentual durante 20 años, más bien hay una disminución muy pequeña, lo cual demuestra que hay un estancamiento del proceso de industrialización del país, que tiene que ver con el crecimiento y aumento del peso del sector de servicios en el país. Debido a la importancia, en cuanto a ubicar las clases sociales de carne y hueso, publicamos el siguiente cuadro parcial del Estado de la Nación.

 

CUADRO No 5: CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA DE CLASES DE LOS OCUPADOS

 

Aunque, como sostenemos anteriormente, no compartimos esta clasificación de las clases sociales realizada por los técnicos del Estado de la Nación, sin embargo, para efectos de nuestra política y de intervención en el proletariado costarricense, es muy importante conocer, tanto el porcentaje como los valores absolutos del número del proletariado que existen en al país, que en el caso de los obreros agrícolas e industriales, la información brindada por este estudio es correcta y válida. De conjunto el proletariado industrial y agrícola suma 418 948 personas. Como se puede observar, la caída más drástica es el del proletariado agrícola. Ambos sectores representan el 21,4% de la población ocupada de Costa Rica. Es necesario señalar que estas cifras son aproximaciones a la realidad, ya que los valores absolutos son calculados por nosotros con base en la información del Estado de la Nación, asimismo en otro apartado de este estudio denominado anexo metodológico, se plantea que el número de ocupados en la industria tradicional es de 120 504 trabajadores y en la industria de zonas francas es de 74 417, lo que al final suma una cantidad de 194 921 trabajadores. Entonces, el proletariado industrial oscila entre 194 921 y 270 163 trabajadores.

De acuerdo con el marxismo: "De todas las clases sociales que hoy se enfrentan con la burguesía, sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria…". (Marx y Engels, 1998: 87). Entonces, el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) sigue apostando a este planteamiento de los clásicos del marxismo. Sin embargo, dentro de ese planteamiento existen conjugaciones, alianza y unidad con otros sectores de trabajadores que son determinantes para el triunfo del proletariado en su lucha contra el sistema capitalista, a las cuales no se pueden renunciar ni descuidar para no quedar aislados. Como se puede notar con base a la información del cuadro número cinco, el proletariado es minoría respecto al conjunto de los ocupados y en relación al conjunto de la población, por lo tanto en el proceso de su lucha requerirá del apoyo y unidad indispensable de los otros sectores de trabajadores. Veamos lo que sostenían Lenin y Trotsky, respecto a la unidad y alianza con otros sectores importantes de la sociedad, necesarios e indispensables para el triunfo del proletariado sobre la burguesía.

Según Lenin: "El bolchevismo existe como corriente del pensamiento político y como partido político, desde 1903. Sólo la historia del bolchevismo, en todo el periodo de su existencia, puede explicar de un modo satisfactorio por qué el bolchevismo pudo forjar y mantener, en las condiciones más difíciles, la disciplina férrea necesaria para la victoria del proletariado. La primera pregunta que surge es la siguiente: ¿cómo se mantiene la disciplina del partido revolucionario del proletariado? ¿Cómo se controla? ¿Cómo se refuerza? Primero por la conciencia de la vanguardia proletaria y por su fidelidad a la revolución, por su firmeza, por su espíritu de sacrificio, por su heroísmo. Segundo, por su capacidad de vincularse, aproximarse y hasta cierto punto, si queréis, fundirse con las más grandes masas trabajadoras, en primer término con la masa proletaria, pero también con la masa trabajadora no proletaria. Tercero, por lo acertado de la dirección política que lleva a cabo esta vanguardia; por lo acertado de su estrategia y de su táctica política, a condición de que las masas más extensas se convenzan de ello por experiencia propia…". (Lenin, 2003: 9 y 10). Las negrillas son nuestras.

Por otro lado, Trotsky en la Historia de la Revolución Rusa sostiene que: "La ley del desarrollo combinado, propia de los países atrasados –aludiendo, naturalmente, a una peculiar combinación de los elementos retrógrados con los factores más modernos– se nos presenta aquí en su forma más caracterizada, dándonos la clave para resolver el enigma más importante de la revolución rusa. Si la cuestión agraria, herencia de barbarie de la vieja historia rusa, hubiera sido o hubiera podido ser resuelta por la burguesía, el proletariado no habría podido subir al poder, en modo alguno, en el año 1917. Para que naciera el Estado soviético, fue necesario que coincidiesen, se coordinasen y compenetrasen recíprocamente dos factores de naturaleza histórica completamente distinta: la guerra campesina, movimiento característico de los albores del desarrollo burgués, y el alzamiento proletario, el movimiento que señala el ocaso de la sociedad burguesa. Fruto de esta unión fue el año 1917". (Trotsky, 1982: 57 y 58). Las negrillas son nuestras.

La clase obrera costarricense, obreros industriales y obreros agrícolas, constituyen en Costa Rica los sujetos sociales de la revolución, los que deben dirigir el proceso revolucionario, pero en unidad muy estrecha con las masas trabajadoras no proletarias, a como diría Lenin. Ahora bien, el proletariado costarricense de carne y hueso que existe en la industria tradicional y zonas francas del país, es una clase obrera en si, no para si. En otras palabras, son instrumentos y materia prima de explotación y expoliación por parte de los capitalistas nacionales y extranjeros.

No tienen ninguna tradición de organización sindical, ni de lucha, ni de organización política revolucionaria. Es un proletariado novato y silvestre, desde el punto de vista de la teoría y práctica política revolucionaria. Los obreros costarricenses están imbuidos hasta los tuétanos de la ideología burguesa, tanto por la vía democrática burguesa como por la confianza en el legalismo, para resolver sus problemas y necesidades. Esto se demuestra en su participación, cada cuatro años, en los procesos electorales, así como las miles de demandas que ellos introducen en los tribunales de trabajo para reclamar sus demandas en contra de la patronal.

Hay que aprender de la experiencia del partido comunista costarricense de los años 30 y 40, que fue la primera organización política que logra organizar al movimiento obrero bananero. Este trabajo de los comunistas sobre los bananeros y sus múltiples movilizaciones y huelgas realizadas por ellos a lo largo de varios años, les ayudó a estos a convertirse en militantes comunistas, así como convertir al partido comunista en una fuerte organización política. Asimismo, debemos rescatar y reconstruir de los años 30 y 40 la tradición de formar y constituir el sindicalismo revolucionario que permita a la nueva clase obrera y los nuevos trabajadores, luchar contra los capitalistas y el gobierno y avanzar en su organización política mediante su incorporación activa y militante al partido revolucionario

Este tipo de trabajo sobre la clase obrera y los trabajadores es fundamental, desde el punto de vista estratégico e histórico, para la construcción del partido revolucionario, la movilización permanente de los trabajadores y la realización de la revolución socialista en Costa Rica.

 

 

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