Genaro López, dirigente obrero y candidato presidencial del FAD, durante el cierre de campaña electoral

Por Eugenio Young

Panamá, ese disputado territorio que es parte indisoluble de la nación centroamericana, sigue siendo la excepción de la regla. Así lo demuestra el resultado de las elecciones del 4 de mayo del año en curso. Mientras el conjunto de América Latina en la última década con altibajos giró hacia la instauración de gobiernos de centro izquierda, que manejan un balbuceante discurso contra el neoliberalismo, Panamá permanece como enclave de la reacción en la región centroamericana, superando incluso a Costa Rica.

En Centroamérica se sintió ese busco giro hacia la izquierda de América Latina. El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua recuperó el gobierno en el año 2007. El socialdemócrata Álvaro Colom ganó las elecciones en el año 2008, reflejando un giro hacia la izquierda de las masas en un país como Guatemala, donde el terror contrarrevolucionario durante la guerra civil diezmó a las organizaciones obreras, campesinas, populares e indígenas. El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ascendió por primera vez al gobierno en El Salvador en el año 2009. Ese mismo año, el gobierno de Manuel Zelaya giró a la izquierda, provocando el temor de la oligarquía la cual organizó un golpe de Estado. En 2012 el FSLN logró imponer la reelección, pero Guatemala retrocedió a un gobierno de derecha, que reprime selectivamente a los sectores en lucha pero maneja con extremo cuidado su relación con las direcciones del movimiento de masas, especialmente con el campesinado y los indigenas. La excepción de esta situación fueron los gobiernos derechistas de Costa Rica, Panamá y en menor medida Guatemala.

Pero nuevamente la crisis económica se ha encargado de que las masas giren un poco más hacia la izquierda en El Salvador, Honduras y Costa Rica, situación expresada en los procesos electorales. El FMLN acaba de lograr la reelección por escaso margen. En Honduras el partido LIBRE, que agrupa a la mayoría de la izquierda, fue derrotado por escaso margen por el derechista Partido Nacional, pero su crecimiento fue espectacular. En Costa Rica se produjo el inesperado fenómeno del crecimiento del Frente Amplio (FA) y el ascenso al gobierno del socialdemócrata Partido Acción Ciudadana (PAC), poniendo fin al régimen bipartidista.

¿Panamá es la excepción?

La característica esencial de este giro a la izquierda de las masas en Centroamérica es que no refleja una radicalización, producto de las movilizaciones, sino fenómenos electorales que no cuestionan la existencia del sistema capitalista, y que constituyen desahogos de las masas que son canalizados a través de la institucionalidad burguesa, en donde participan las ex guerrillas y la izquierda reformista.

Contradictoriamente, mientras la marea electoral anega Centroamérica, en los dos países que han sido tradicionales bastiones de la reacción, Costa Rica y Panamá, es donde más luchas de los empleados públicos se han producido. En Costa Rica el descontento social ha ocasionado que el PAC ascienda al gobierno, con enorme crecimiento del FA.

Pero en Panamá y Guatemala parece confirmarse la teoría de la excepción de la regla. En Panamá vivimos una situación muy particular. Desde el año 2008, los empleados públicos vienen protagonizando importantes y periódicas luchas contra la ofensiva neoliberal. En momentos en que Panamá crecía económicamente, los maestros, trabajadores hospitalarios, médicos, enfermeras, hasta sectores del campesinado y los indígenas, han efectuado heroicas luchas reivindicativas, por la defensa de los servicios públicos y de sus territorios comunales. En el marco de este ascenso de las luchas de los trabajadores en Panamá, las elecciones del 4 de mayo auguraban un posible crecimiento electoral de la izquierda, pero no fue así. Por ello es necesario el debate entre la izquierda panameña y centroamericana, para descubrir las causas de esta derrota electoral.

Fortalezas y debilidades del FAD

La creación del Frente Amplio por la Democracia (FAD), un pequeño pero pujante partido obrero, asentado en los sindicatos y apoyado por varios grupos de izquierda --siendo el más importante de estos el Movimiento de Liberación 29 de Noviembre (MLN-29)-- fue producto de un enorme esfuerzo militante (obtener 80,000 firmas), que permitió vencer los obstáculos del antidemocrático Código Electoral.

En Panamá hay muchos grupos de izquierda, que manejan diferentes concepciones, pero que juntos representarían una fuerza temible. Aunque la inscripción legal del FAD representó una gran conquista de los trabajadores panameños, muchos grupos y fuerza quedaron por fuera. En la baja votación incidió, sin lugar a dudas, la ausencia de una consulta abierta a todos los sindicatos y centrales obreras de Panamá, para promover y escoger a los líderes obreros más representativos. Y no nos referimos a las elecciones internas dentro del FAD, que si se realizaron, sino que éste tenía que abrirse a todas las corrientes del movimiento obrero, para utilizar esa enorme conquista que era el registro electoral, y convertir al FAD en una opción política de masas, en un verdadero partido obrero. En cierta medida, alentados por la victoria de la inscripción legal del FAD, prevaleció el sectarismo y la autoproclamación, debilitando una opción electoral de masas.

El hecho de que Genaro López, histórico dirigente del SUNTRACS, y candidato presidencial del FAD, obtuviera solamente 10,966 votos (0,59%) nos obliga a una profunda reflexión. ¿Qué fue lo que falló?

Genaro López fue, hasta hace poco, el Secretario General del SUNTRACS, el mismo sindicato que organizó una histórica huelga de obreros de la construcción, sector que aglutina a 150,000 trabajadores. ¿Por qué los obreros de la construcción en huelga no votaron por su antiguo dirigente?

El fracaso electoral ha dado lugar a simplistas teorías, que tratan de justificar la baja votación por efectos del boom económico, así como por el corrupto y clientelista sistema electoral panameño. Es probable que estos elementos hayan incidido, pero no creemos que hayan sido los determinantes.

Lo decisivo en la baja votación ha sido el programa, la política y el discurso de la campaña electoral que manejó el FAD. Como criticamos en su oportunidad, el programa era esencialmente democrático, y por ello se diferenciaba muy poco de los partidos patronales, como el Partido Revolucionario Democrático (PRD) y el Partido Panameñista. Aunque el FAD levantó en su programa las reivindicaciones obreras, están quedaron diluidas en el discurso esencialmente democrático. Un error estratégico en la campaña electoral fue el hecho de no querer aparecer como “radicales” para no perder votos. Teniendo como contexto la huelga del magisterio y la huelga de la construcción, el eje central de la campaña electoral tenía que haber sido convertirse en tribuna de las luchas que se producían. Y aunque en determinados momentos Genaro López y otros candidatos del FAD se refirieron a las luchas, prevaleció el temor de perder votos y en realidad lo que ocurrió es que se perdió una magnífica oportunidad.

Es discutible si el nivel de conciencia de los trabajadores panameños es sindicalista, es decir, si todavía no han logrado adquirir conciencia de clase para sí. Quizá este sea el aspecto más crucial: los trabajadores luchan por sus reivindicaciones pero no dan el salto político. Pero con el discurso electoral que mantuvieron los candidatos del FAD no se combatía ese nivel de conciencia, sino más bien se adaptaba al mismo. En cualquier caso, haber desarrollado una campaña electoral basado en los puntos más sentidos de la clase trabajadora, con una clara perspectiva del tipo de gobierno que necesitan los trabajadores, hubiese dado mejores resultados y hubiera convertido al FAD en la expresión política de esas enormes luchas del magisterio y de los obreros de la construcción. Y a lo mejor no se hubieran ganado las elecciones pero sí se habrían obtenido diputados, alcaldes y representantes de corregimientos.

La campaña de Jované.

Aunque el profesor Jované llevó como candidato a vicepresidente a Alberto Reyes, secretario general de la Federación Auténtica de Trabajadores (FAT), su campaña electoral estuvo centrada en ganar los votos de la clase media. Su discurso fue igualmente democrático pero mucho más moderado, y su votación fue ligeramente superior a la del FAD: 11,123 votos (0,6%).

Si sumamos los votos de Jované y Genaro López obtenemos 22,089 votos (1,19%), una votación significativamente baja en relación a 1,886,208 votos emitidos.

El hecho de que la izquierda haya asistido dividida a las elecciones del 4 de Mayo, ha dado lugar a teorías que convierten la necesaria unidad en un fetiche. Evidentemente que una candidatura unitaria es más atractiva, pero lo central sigue siendo el programa, la política y el discurso electoral. Entre Genaro López y Jované casi no había diferencias programáticas, al final el resultado hubiera sido el mismo aunque hubiesen marchado unidos. El problema central entonces no era la unidad sino el discurso político y electoral que manejaron los dos candidatos, que terminaron diluyéndose en el mare magnum democrático.

Los resultados electorales

Los resultados preliminares de la votación del 4 de Mayo confirman que, aunque Martinelli no logró la reelección de su partido Cambio Democrático (CD), el 98,63% de los votos fueron a favor de los partidos patronales. No se produjo una ruptura de sectores de masas con los partidos patronales. Se produjo un debilitamiento del PRD y un fortalecimiento del Partido Panameñista y su sombra aliada, el Partido Popular, pero Juan Carlos Varela, el presidente electo, no obtuvo mayoría dentro de la Asamblea Nacional. Para poder gobernar, Varela tendrá que aliarse indistintamente con CD o con el PRD.

Priscilla Vásquez, candidata a diputada por libre postulación, obtuvo 597 votos equivalente a un 0,57% de los votos del circuito 8-8. Una situación similar ocurrió con Alirio Prado, dirigente obrero que obtuvo 173 votos en el circuito 2-4, equivalente al 0,69% de los votos. Ambos obtuvieron una proporción casi igual a la de Genaro López y Jované, con la gran diferencia de que no tenían las bondades del financiamiento electoral.

El hecho de que todos los candidatos de izquierda obtuvieran proporcionalmente la misma votación pareciera confirmar la tesis de que el nivel de conciencia es sindicalista o gremialista, es decir, que los trabajadores luchan solo por sus reivindicaciones pero no logran dar el salto a la independencia política. Pero este es apenas un aspecto de la realidad. Lo determinante siempre es la política y el método de los socialistas para lograr que el programa revolucionario coincida con las aspiraciones de las masas. Esta es la gran lección de las elecciones del 4 de mayo en Panamá. No tenemos la verdad en nuestras manos, pero es nuestra obligación contribuir al debate con nuestro análisis y puntos de vista, para enriquecer la discusión.

Lo peor está por venir

Desde hace tiempo sectores de la burguesía panameña han querido cambiar la Constitución de 1972, herencia del Torrijismo. Uno de los lemas de Varela ha sido redactar una nueva Constitución. Es casi seguro que aprovechen la victoria electoral del Panameñismo en la elección presidencial, para impulsar este tipo de cambios institucionales.

Si nuestra percepción es correcta, todo indica que vamos a un proceso Constituyente, pactado en las alturas del poder, para readecuar el régimen político a las necesidades de la burguesía. Muchos de los ataques fallidos de Martinelli, como las privatizaciones, van a tratar de ser resueltos a través de cambios constitucionales, aprovechando la debacle electoral de la izquierda.

Por ello la izquierda panameña y centroamericana tenemos que debatir el balance de las elecciones del 4 de mayo, para prepararnos y luchar contra la ofensiva que Juan Carlos Varela iniciará apenas le coloquen la banda presidencial.


Por Emilio Young

El boom inmobiliario que ha experimentado Panamá en los últimos años, y el proyecto de ampliación del Canal, han fortalecido enormemente a los obreros de la construcción. En el año 2013 la industria de la construcción creció un 30%, representando el 12,2% del Producto Interno Bruto (PIB) de Panamá.

Actualmente en la industria de la construcción laboran 150.000 obreros. Este sector tiene una larga tradición de organización y lucha, agrupados en el Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS).

El pequeño gigante se levanta

El crecimiento de la construcción ha fortalecido numéricamente a la clase trabajadora, y con ello han aumentado las reivindicaciones obreras. Hace dos años, el 6 de enero de 2012, el SUNTRACS encabezó la histórica huelga de 5,000 trabajadores que laboraban en la ampliación del Canal de Panamá, demandando un aumento de salarios.

El 23 de abril del 2014, se inició una huelga nacional de los obreros de la construcción, que ha paralizado 400 proyectos, incluidas las obras de ampliación del Canal. Nuevamente la lucha es por aumento de salarios (dependiendo de la ocupación, este aumento oscilaría entre el 50 y el 200% en relación a los salarios actuales). También demandan la unificación de salarios a nivel nacional, independientemente de la provincia, salarios mayores en las “mega obras”, uniformes, bono navideño, y otras reivindicaciones más en el forcejeo por firmar el convenio colectivo de 152 puntos para el periodo 2014-2018.

Estas reivindicaciones de los obreros de la construcción tienen horrorizada a la Alianza Intergremial de la Industria de la Construcción, conformada por la Capac, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), el Consejo Nacional de Promotores de Vivienda (Convivienda), la Asociación Panameña de Corredores y Promotores de Bienes Raíces (Acobir) y el Instituto Panameño de Arquitectura y Urbanismo.

La CCIAP emitió un pronunciamiento mediante el cual expreso que los “mecanismos de presión utilizados recientemente por parte de sectores obreros y magisteriales ponen en peligro los bienes fundamentales y la convivencia pacífica de los ciudadanos; situación que se traduce en mayor riesgo para la estabilidad y tranquilidad que requiere la nación panameña a escasos días para que se desarrollen las elecciones generales del 4 de mayo” (La prensa 25/4/2014).

En pocas palabras, en un país que es enclave del sector servicios a nivel regional, la huelga de los obreros de la construcción enfrenta al Estado Mayor de la burguesía panameña, en momentos en que se aproximan las elecciones generales del próximo 4 de Mayo.

Demandas salariales

Los empresarios de la CAPAC ofrecen un miserable aumento del 5%, pero el SUNTRACS exige un 35% en un periodo de cuatro años que tendría de vigencia el nuevo Convenio Colectivo. Los obreros de la construcción pelean por un aumento de $ 5 dólares la hora para los trabajadores menos calificados, y salarios especiales para los obreros más calificados, o del personal que trabaja en las “mega obras”.

El debate por el aumento de salarios está en boca de todos los trabajadores panameños. Por ello, el presidente Ricardo Martinelli, en la recta final de la campaña electoral, se vio forzado a declarar: "Yo estoy de acuerdo en que los trabajadores deben ganar más, pero no creo que es justo ni conveniente que un electricista gane unos diez mil dólares... creo que deben llegar a un punto medio dialogando, sin perjudicar a nadie" (La Prensa 23/4/2013).

Obviamente, Martinelli defiende a los grandes grupos empresariales del sector construcción. Los sectores más calificados deben ganar más, pero los menos calificados tienen derecho a un salario que les permita vivir dignamente.

Firmes hasta la victoria

Por ello, el SUNTRACS se ha mantenido firme en la lucha. Erasmo Cerrud, jefe negociador por parte del SUNTRACS, dijo “no vamos a dejar todas nuestras aspiraciones en la mesa solamente porque ellos [empresarios] hayan dicho que no” (La prensa, 26/4/2014).

La importancia de la huelga nacional de la construcción es mayor, si se toma en consideración que los docentes también están peleando por aumento de salarios, y que no se les imponga un arbitrario sistema de evaluación como requisito para tener derecho al aumento de salarios.

Estas dos luchas, construcción y magisterio, deben unirse en un solo frente común, para obligar a la CAPAC y al gobierno, a respetar las reivindicaciones obreras.

Al momento del cierre de edición de este número de El Socialista Centroamericano, ambas luchas se mantenían firmes. De cara al 1 de Mayo estas luchan deben marchar no solo juntas, sino que deben convertirse en el catalizador del reagrupamiento de un polo clasista e independiente en el plano sindical.

Martinelli y Maduro: acusaciones mútuas por negocios fraudulentos

Por Emilio Young

La propuesta del gobierno de Panamá, de discutir la crisis venezolana en la Organización de Estados Americanos (OEA), como una forma de intervenir desde el exterior para presionar al gobierno de Nicolás Maduro a hacer concesiones políticas y económicas a la oposición burguesa de ese país, provocó una repuesta enérgica del gobierno de venezolano que declaró, el pasado 5 de Marzo, la ruptura de relaciones diplomáticas con el gobierno de Panamá.

¿Se ha transformado la OEA?

Una vez que la propuesta de Martinelli se incluyó como punto de agenda del Consejo Permanente de la OEA, el presidente Maduro declaró: "He decidido romper relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno actual de Panamá y congelar todas las relaciones comerciales y económicas desde este momento (…) Nadie va a conspirar impunemente contra nuestro país para pedir una intervención contra nuestra patria, ya basta, ya, llamo al pueblo a unirnos en defensa de la soberanía, de la independencia (…)Fuera la OEA de acá por ahora y para siempre (…) Nuestro camino es el sur, la Celac, la Unasur, el Alba". (El Universal 6/3/2014)

Era lo menos que se podía esperar del heredero político de Hugo Chávez, pero no quedaba claro porque Maduro ordenaba “congelar todas las relaciones comerciales y económicas” con Panamá. El discurso antiimperialista de Maduro encendió los ánimos entre sus partidarios en Venezuela. La situación era tensa no solo al interior de Venezuela, por las arremetidas de la oposición burguesa, sino por el peligro que significaba que una posible resolución de la OEA abriera el camino a una intervención militar contra Venezuela.

Pero el discurso antimperialista se transformó en poco tiempo en elogios para la OEA. El Consejo Permanente de la OEA se reunió en Washington el 7 de Marzo y después de una maratónica sesión, con el voto en contra de Estados Unidos, Canadá y Panamá, emitió un corta resolución proclamando “su respeto al principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados (…) el reconocimiento, pleno respaldo y aliento a las iniciativas y los esfuerzos del Gobierno democráticamente electo de Venezuela y de todos los sectores políticos, económicos y sociales para que continúen avanzando en el proceso de diálogo nacional, hacia la reconciliación política y social, en el marco del pleno respeto a las garantías constitucionales de todos y por parte de todos los actores democráticos”.

Maduró en su repuesta giró 180 grados, estaba muy feliz, brincaba de alegría: “Más que de Venezuela, creo que (la resolución de la OEA) es una victoria de la dignidad de la América Latina y caribeña (…) Panamá pretendió agredir a Venezuela. Vino por lana y salió trasquilado (...) Nunca se había obtenido en la OEA una votación tan alta para una declaración tan importante desde el punto de vista histórico". (La Estrella 9/3/2014)

Política imperialista de dialogo y negociación

La política del imperialismo norteamericano y de la burguesía en América Latina no persigue el derrocamiento de Maduro, sino presionarlo para obligarlo a negociar con la oposición burguesa dentro de Venezuela. Todos temen una guerra civil, y prefieren cambios graduales al interior de ese país. La resolución de la OEA va en ese camino y coincide con la política del gobierno de Maduro que ya había convocado, el pasado 26 de febrero, a una “Conferencia Nacional por la Paz” en la que participa FEDECAMARAS, la principal coordinadora empresarial, y los principales grupos de la oligarquía como Miguel Pérez Abad de FEDEINDUSTRIA y Lorenzo Mendoza, presidente del Grupo POLAR, entre otros.

Oscuros y fraudulentos negocios en la ZLC

Pero una vez que se disipó el fantasma de la intervención militar contra Venezuela, ha salido a luz pública el pleito por una deuda de US$1.200 millones que empresarios venezolanos, ligados al gobierno de Maduro, deben a empresarios panameños por envío de mercancías desde la Zona Libre de Colon (ZLC).

Existen mutuas acusaciones de corrupción de ambos lados. Los empresarios de ambos países hacían negocios fabulosos aprovechando el encarecimiento del dólar en Venezuela, y al hecho que el gobierno de Maduro vendía dólares a precios oficiales, bajos en relación al mercado negro, creando una oleada especulativa.

La ruptura de relaciones con Panamá deja en el limbo esta deuda millonaria. Elías Jaua, Canciller de Venezuela, ha confirmado que “queda suspendida la revisión de esa deuda hasta tanto en Panamá no haya un Gobierno serio que respete las relaciones que deben tenerse de respeto mutuo”. (El Universal 6/3/2014)

A los empresarios gánster de la ZLC de Panamá ya los conocemos por su voracidad comercial, pero la existencia de grupos empresariales que se enriquecen a través de sus nexos con el gobierno de Venezuela, confirma nuestra critica al llamado “socialismo del siglo XXI”, que no es otra cosa que un capitalismo de Estado que está amamantando a una nueva “burguesía bolivariana”.


Por Olmedo Beluche

El 20 de enero de 2014 se cumple el plazo impuesto por el consorcio Grupo Unidos Por el Canal (GUPC), encabezados por la española Sacyr, para suspender las obras de la ampliación del Canal de Panamá si la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) no se compromete a pagarles 1.600 millones de dólares de sobrecostos, que equivalen al 50% de lo pactado originalmente. Amenaza que ya ha sido cumplida en gran medida, ya que se informa que las obras se desarrollan a un tercio de su capacidad y que más del 70% de la fuerza laboral ha sido despedida.

El interés nacional de Panamá obliga a la Junta Directiva de la ACP a tomar medidas urgentes, que debieron tomarse desde el 1 de enero cuando se hizo pública la amenaza de GUPC: decretar la expropiación de las empresas en cuestión y nacionalizar las obras de construcción del tercer juego de esclusas. Cualquier dilación o salida intermedia sólo significará mayor daño a la economía panameña y un drenaje de fondos del canal hacia los bolsillos de un grupo empresarial que actúa al filo de la ley.

Jorge Quijano, actual administrador de la ACP, se ha tomado la molestia de explicar en detalle el conflicto con GUPC a los gremios empresariales como la Cámara de Comercio y la Asociación de Ejecutivos de Empresa (APEDE), pero manteniendo en la oscuridad al resto de la nación panameña, en particular a los gremios y organizaciones de la clase trabajadora. Esta actitud no es de extrañar, pues la Junta Directiva de la ACP está controlada y responde a los intereses de grupos empresariales y partidos políticos de la burguesía, estando los sectores populares carentes de cualquier representación en ella.

Por intermedio del presidente de la Cámara de Comercio se conoce que Quijano informó que el problema de Sacyr es que se encuentra "sin flujo de caja", "sin liquidez", es decir, está descapitalizada. De lo que pareciera colegirse que si la ACP le tira una toalla se resuelve el problema de la liquidez, el problema sería establecer el tamaño de la toalla.

Los panameños que saben sumar y restar se preguntan ¿Cómo es esto posible? Si la ACP le ha adelantado 2.831 millones de dólares de los 3.118 millones pactados en el contrato de 2009 (¿en cuantos negocios te pagan por adelanto?). O sea, GUPC ha recibido a la fecha 76.4% de los fondos comprometidos, pero sólo ha garantizado el 65% de las obras en la nuevas esclusas. Otros cálculos, como el del abogado Sidney Sitton, establecen que ya ha sido pagada por la ACP a GUPC la TOTALIDAD de la obra a punta de adelantos. Aún así, a la fecha, GUPC debe a subcontratistas, al menos, 238 millones de dólares, pero piden 1.600 millones más para terminar. Como decimos en Panamá: ¡Qué huevo!

Lo que está sucediendo es que Sacyr ha utilizado sus ingresos de la ampliación canal para tapar los enormes déficits que han llevado a la empresa al borde la quiebra. Por eso es que está descapitalizada. Déficit de Sacyr que llegaba a los 20.000 millones de dólares en 2008, antes del contrato con ACP y que la Junta Directiva del canal no podía ignorar cuando les concedió el contrato.

Y, digámoslo, porque seguro está relacionado: antes que la empresa panameña Constructora Urbana S.A. (CUSA), de la familia (lejana dice él) del entonces administrador de la ACP, Alberto Alemán Zubieta, liderara la creación de GUPC.

El presidente de Sacyr hasta 2011, Luis del Rivero, es un típico financista de esos que la crisis de 2007-2008 ha puesto en evidencia: un sinvergüenza involucrado en toda clase de jugarretas financieras, todas fallidas, pero costosas, no para él, sino para la empresa y sus accionistas: intentos por copar la directiva de BBVA, de adueñarse de la francesa Eiffage y de Repsol ("Así, así, así gana Sacyr", Javier G. Cuesta, El Mundo, 2/1/2013).

En 2011, Luis del Rivero fue sacado de la directiva de Sacyr al ser imputado por pagar 200 mil euros en sobornos al financista del Partido Popular (partido de Mariano Rajoy, primer ministro actual), Luis Bárcenas (preso actualmente) para obtener un contrato para una filial en Toledo. ¿Algo tendrá que ver esto en el interés de la ministra de Fomento española para apersonarse hasta Panamá para defender los intereses de Sacyr?

En fin, que se está tratando con una pandilla de sinvergüenzas, el que lo dude que mire la cara y los actos de Manuel Manrique, buen amigo de Luis del Rivero y actual director de Sacyr, además aparente amigazo del actual ministro de Turismo panameño a quien atendió en un viaje misterioso a Madrid poco antes de tomar posesión Ricardo Martinelli.

Que empresarios internacionales pretendan "hacer su agosto" a costa del Canal de Panamá no es nada nuevo, y viene sucediendo desde el siglo XIX, cuando empezaron las obras del llamado "Canal Francés", con el robo de fondos de miles de accionistas franceses por los administrativos de la Compañía Universal (que vinieron a "hacer su Panamá") y que derivó en la cárcel para el hijo de Fenand de Lesseps y otros.

Para no mencionar el negociado posterior, dirigido por el abogado neoyorkino William N. Cromwell por el que un poderoso grupo empresarial hizo un buen negocio con la separación de Panamá de Colombia y la imposición del Tratado Hay Bunau Varilla. Ni qué decir de los beneficios obtenidos por EE UU con el canal mientras Panamá recibía una cifra risible.

Por esa razón, desde el Movimiento Popular Unificado (MPU) hemos propuesto los siguiente:

1. No dar ninguna confianza a la Junta Directiva de la ACP ni a su administrador porque no representan los genuinos intereses de nuestro pueblo y porque han actuado de espaldas al país incluso en la aprobación del contrato de marras con GUPC;

2. No pagar un centavo más a GUPC y exigir la nacionalización de las obras y la expropiación de los bienes de Sacyr y sus socios a la vez que el pago de la garantía depositada en una aseguradora europea;

3. Que la ACP continúe las obras con asesoría de ingenieros expertos nacionales e internacionales;

4. Exigir una Comisión Independiente con representación de los sectores populares que estudie lo sucedido, establezca si hubo dolo y defina el curso de acción;

5. Modificar el Título Constitucional que rige a la ACP para que su Junta Directiva esté bajo control obrero y nacional y no responda intereses pecuniarios de la oligarquía panameña.

Profesor Juan jované

Por Juan Jované

Hola compañer@s, como pudieron ver, hoy el Tribunal Electoral hizo público nombres de los candidatos independientes de forma oficial, a través de su boletín, violentando la ley sin contemplación, por lo siguiente:

1. En días pasados impugnamos algunas candidaturas “independientes” por los procesos irregulares de compilación de firmas: esta impugnación el TE aún no la resuelve como señala la ley.

2. A la solicitud de copia de todos los paquetes de firmas de los candidatos “independientes”, no respondieron con una copia simple faltando menos de hora y media reloj para cerrar las oficinas de TE. Esto nos recuerda en el periodo electoral 2009 que faltando un par de días para realizarse las elecciones fue que la Corte Suprema falló a favor de las candidaturas independientes, dejándonos por fuera del proceso electoral. Como ahora, es evidente que lo hicieron intencionalmente.

3. Sobre la advertencia de inconstitucionalidad que presentamos al TE, para que esta la tramitara y la pasara a la Corte Suprema, como señala el procedimiento, ni siquiera hicieron caso y no tramitaron el recurso legal como señala la ley.

4. Contrario a seguir la ley y la institucionalidad, el magistrado Valdez Escoferi emitió opinión contra nuestras acciones legales, estando impedido como Magistrado, a dar opiniones.

5. Violentando la institucionalidad abierta e impunemente en el TE procedieron en el día de hoy a publicar la lista de candidatos “independientes” oficial, reiterando su violación a la ley.

6. En consecuencia de lo actuado en el TE, procederemos a presentar querella penal contra Director Nacional de Organización Electoral, Osman Valdez, como uno lo responsables de tanto abuso contra las instituciones electorales y la ley panameña, e igualmente interpondremos otras acciones legales local e internacionalmente.

Los panameños honestos y demócratas son testigos del abuso del que hemos sido víctimas en nuestro derecho a la participación electoral por el modelo politiquero corrupto de la partidocracia presidencialista. Y para todos, con los últimos hechos, no queda duda que esos “independientes” nacieron de estrategias electoreras montadas por la partidocracia para bloquear nuestra participación y de paso desprestigiar la recién nacida institución de la candidatura independiente y crear otras situaciones en sus peleas parasitarias por el control del Estado. Y les digo, no en tono de broma, aunque nosotros hubiéramos aportado 2 millones de firmas, ténganlo por seguro que ellos hubieran aportado 4 millones, sacándolas quien sabe de dónde y en tiempo mágico. No les extrañe nada.

Todos estos hechos han venido acompañados en estos días de campañas tendenciosas por redes sociales contra nuestro movimiento y nuestra persona, y hasta los hemos logrado clasificar:

En Panamá la gente no quiere el comunismo (argumento principalmente del sector de fanatico enfermizo del CD)

Durante el tiempo de Torrijo se puso de extremista y Torrijos lo sacó de asesor (argumento del PRDismo neoliberal más aberrante -jamás fuimos asesor de Torrijos-)

Él fue el que compró el jarabe que mató a la gente en el Seguro (de los sectores panameñistas más retrógrados que nos expulsaron de la CSS porque no queríamos dejar que la usaran como caja menuda)

Que somos reformistas y aliados de Torrijistas (de los sectores que siempre se pintan de radicales y siempre terminan absorbidos por la lógica desarrollista del sistema).

Lo hechos que hemos visto, hacen un muestreo de lo que será el proceso electoral 2014, marcado por el fraude y el enfrentamiento entre pueblo contra pueblo, siguiendo los fanatismo inspirado por las élites de los bandos oligárquicos en pugna por el control del pastel del Estado.

Es importante, compañer@s, no dejarnos confundir por el espejismo de la falsa “defensa de la Democracia”. Cada vez que algunos de los personajes de la Partidocracia, creados por marketing TV, dicen “defendamos la democracia” en relación a la pugna con el Martinellismo, realmente están diciendo: Martinelli no estás quitando los negocios, no aceptas el pacto de alternancia en el poder. Nosotros también queremos del pastel del Estado.” Esto es un discurso vacío, porque la única forma de defender la Democracia es Profundizándola como hemos dicho ya. Por eso aquella muerta alianza entre partidos hablaba solo de una constituyente paralela, es decir, controlada por el poder corrupto para que nazca una constitución continuista de la autocracia y la corrupción.

¿Que hacer?

Frente a todo este mar de abuso a nuestros Derechos Humanos, y la situación que se nos viene, muchos compañeros nos dicen- profe, nos han dejado sin candidato electoral. Y preguntan ¿Y nos quedaremos de brazos cruzados?

Les tengo que decir que nosotros en lo inmediato continuaremos con jornadas de acciones legales y presión, y llevaremos adelante nuestro mensaje propositivo hasta las últimas consecuencias. Pero no debemos sentirnos derrotados, sino todo lo contrario, este reciente hecho confirma que el Monstruo nos tiene mucho miedo y que no estaba apendejado, por ello hay que reforzar nuestra actividad ahora más que nunca.

Compañer@s, el hacer no ya no tiene secretos, el movimiento social popular alternativo, prepositivo, que predica la alegría de lo que somos, profesionales, obreros, artistas, docentes, estudiantes... ya está aquí, y está construyendo, creando comunidad, construyendo red de organización y comunicación. Ya los grupos como el Kolectivo y muchos otros lo están haciendo. Construir pensamiento y comunidad critica, no vamos a derrotar al monstruo sino juntos, en comunidad. Se equivoca el que cree que llegamos hasta aquí por una candidatura electoral, nosotros no queremos ser gobierno, somos más que eso, somos un movimiento para refundar la nación panameña. El movimiento es lo importante. Nada hacemos si tenemos un gobierno y no tenemos una nación en comunidad, está ya la estamos construyendo.

Más artículos…

Hemeroteca

Archivo