Por Tino Brugos

La crisis que atraviesa Ucrania a partir de la movilización de Maidan ha tenido un efecto imprevisto como es la activación de un movimiento secesionista en la multiétnica península de Crimea, incentivado sin ninguna duda desde Moscú.

Desde que se produjo la huida de Yanukovich de Kiev, sin haber dimitido formalmente de su cargo, la propaganda oficial del Kremlin ha venido insistiendo de forma reiterada en una serie de argumentos que, supuestamente, servirían para justificar las decisiones encubiertas que han abierto una grave crisis en la que está jugándose la integridad territorial del estado post-soviético de Ucrania y, más allá, la inviolabilidad de las fronteras internacionalmente reconocidas. Para Rusia lo que ha ocurrido en Ucrania no es un simple cambio de gobierno sino un verdadero golpe de estado que ha permitido la formación de un gobierno calificado de fascista. La utilización de esta caracterización para referirse al nuevo gobierno de Kiev es un elemento llamado a tensionar a la población rusa en torno al gobierno Putin, que aparece así como defensor del orgullo nacional frente a un gobierno ucraniano al que se pretende presentar como heredero de los nacionalistas filonazis de la II Guerra Mundial que causaron centenares de miles de víctimas en un conflicto cruzado entre rusos, ucranianos, polacos, judíos y alemanes. Quizás por ello el último argumento utilizado por el gobierno ruso sea el de movilizarse para defender los intereses de la población rusa residente en Ucrania que se rebela frente a unas nuevas autoridades que suponen una afrenta a su memoria histórica.

Sea como fuere, lo cierto es que de unos movimientos protagonizados por grupos paramilitares enmascarados que tomaron los edificios oficiales en la capital, Sinferopol, se pasó a bloquear las carreteras, ocupar los centros de comunicaciones, asediar los edificios oficiales que se manifestaron leales al gobierno ucraniano para finalmente anunciar la decisión de convocar un referéndum que posibilite a la población manifestarse sobre su deseo de separarse de Ucrania. Las maniobras militares anunciadas por Rusia en zonas cercanas a su frontera con Ucrania y el inicio de graves enfrentamientos en ciudades de mayoría rusófona como Donetz hacen pensar que el conflicto puede iniciar una escalada con resultados no previsibles en estos momentos.

Crimea la codiciada

Con 26 000 kilómetros cuadrados (un poco mayor que el País Valencià) y dos millones y medio de habitantes, la península de Crimea goza de una administración autónoma dentro del Estado ucraniano surgido tras la disolución de la Unión Soviética. Al haber sido transferida de Rusia a Ucrania en 1954, su población se vio convertida en ciudadanos ucranianos pese a su identidad rusa. La composición multiétnica ha sufrido cambios en los años transcurridos desde la independencia y en la actualidad se estima que un 60% son rusos, 24% ucranianos y un 12% estaría compuesto por Tártaros de Crimea, población originaria de lengua túrcófona y religión islámica.

Aunque las relaciones entre las tres comunidades han sido tensas durante estos años, dando lugar a un conflicto de baja intensidad, en ningún momento se ha manifestado con la radicalidad que lo está haciendo en estas últimas semanas, un claro indicio de que se trata de un conflicto teledirigido desde el exterior. Las reclamaciones más intensas proceden de la comunidad rusa que hasta el momento ha venido oscilando entre la autonomía y la secesión. Crimea ocupa un lugar importante en el imaginario nacional ruso ya que se trata de una zona de importancia estratégica que permitió al imperio zarista una salida a lo que se denominó un mar cálido. La base naval de Sebastopol tiene una gran importancia desde un punto de vista militar por lo que Rusia siempre ha mostrado un interés especial en garantizar la seguridad de la misma, es decir, su continuidad y el mantenimiento de su control administrativo. Precisamente por ello, Ucrania ha intentado durante estos años ofrecer una política flexible, sin renunciar al hecho de que se trata de un territorio que forma parte de sus fronteras nacionales. Para ello se convirtió Sebastopol en un distrito autónomo especial, se procedió al reparto de barcos de la antigua flota soviética y se construyó una nueva base ucraniana. En todo caso, la población rusa siguió manteniendo una visión excluyente y monopolizadora de Crimea.

Frente a la potencia rusa, que se adivina superior, Ucrania cuenta con sus propias cartas para jugar esta partida geoestratégica; la principal es la carencia de recursos hidráulicos y energéticos en Crimea. El 80% del agua que se consume procede del canal del Dnieper construido para abastecer las necesidades de la población y las agrícolas. En todo caso, estamos ante un conflicto que viene desarrollándose desde hace años, lo que significa que cada parte ha podido perfilar sus argumentos e interpretaciones que son las que ahora se están poniendo en juego. Todo ello ha ocurrido en medio de una compleja transición que abarca varios campos: desde un régimen autoritario hacia otro democrático, hacia la construcción de un Estado ucraniano independiente y por último desde una economía planificada hacia un sistema de mercado. En medio de este complejo panorama se han ido produciendo debates sobre frontera estatal/ frontera étnica o sobre integridad territorial heredada/ autodeterminación.

Rusia: el pretendiente

Siendo mayoritaria la población rusa parece normal que sea de esa comunidad de donde hayan salido las primeras voces que manifiestan su incomodidad o desagrado ante la situación creada con el derrumbe de la URSS. Desde entonces, la población rusa de Crimea se enfrenta al síndrome de la nación dividida, mostrando cuando hay posibilidad su rechazo a la soberanía ucraniana de la península; por su parte, desde la Federación Rusa se mira con añoranza la extinta federación que permitía a toda la comunidad rusa vivir dentro de las mismas fronteras en lugar de la situación actual en la que varios millones de compatriotas viven en lo que eufemísticamente se ha denominado “el extranjero cercano”. Este hecho permite anticipar que serán pocas las voces que, desde el interior de Rusia, condenen la actuación unilateral emprendida por Putin al desencadenar el actual conflicto.

Los rusos se perciben como dueños de Crimea, un territorio en el que su presencia se remonta a poco más de doscientos años. Sin embargo es tal el potencial simbólico que cuesta hacer entender que no son la única comunidad que tiene derechos adquiridos. Antes de la conquista, a finales del siglo XVIII, existió un kanato de Crimea que la historiografía rusa presenta despectivamente como herederos de la invasión protagonizada por los mongoles en la época medieval. Su identidad islámica y sus continuas incursiones por la estepa –llegaron incluso a saquear Moscú en 157- han forjado una visión histórica marcada por el enfrentamiento entre este pueblo infiel y atrasado y un imperio ruso que tenía como misión poner fin a la existencia de grupos de origen centroasiático en los confines europeos. Inmediatamente después de la conquista se inició un esfuerzo sostenido para colonizar el territorio, procediendo a cambiar la balanza étnica en un tiempo relativamente corto tras incentivar la salida de la población tártara hacia el imperio Otomano.

Aunque en el siglo XX se produjeron importantes conflictos en la región, lo fundamental, desde la perspectiva rusa, fue el hecho de que se logró mantener a Crimea como una zona rusa. Para ello hubo que sortear al incipiente movimiento nacional tártaro durante la fase de la revolución y, aunque se creó una República Autónoma, se evitó que tuviera como nación titular a los tártaros, a través de una neutral denominación geográfica. Eliminados los tártaros tras la orden de deportación de Stalin, se procedió a disolver la institución autónoma.

Parecía que Crimea se insertaba definitivamente dentro del espacio ruso. Sin embargo ocurrió un hecho inesperado cuando el Presidente Kruschev decidió transferir Crimea a la República Soviética de Ucrania. Eran tiempos de hermandad entre los pueblos soviéticos y nadie pensó que quizás algún día, más adelante, aquella decisión podría tener consecuencias indeseables. En efecto, entregada a Ucrania para fomentar la hermandad de los pueblos ruso y ucraniano coincidiendo con el tercer centenario de la unión de sus tierras, al llegar la independencia pasó a ser una verdadera patata caliente que puede quemar a cualquiera de los dos aspirantes. Ironías de la Historia, lo que estaba llamado a hermanar ahora se convierte en motivo de enfrentamiento.

Los Tártaros de Crimea ¿el pretendiente más legítimo?

Ya se ha dicho que la presencia rusa en Crimea se remonta a poco más de doscientos años. Con anterioridad fueron muy numerosos los pueblos que de forma puntual o estable se establecieron en la península o zonas aledañas. Sin embargo fueron los tártaros quienes consolidaron una presencia más alargada en el tiempo que se remonta a la época medieval. Se trata de un pueblo islamizado que forma parte del mundo de la turcofonía. Lograron crear su propia entidad estatal que mantuvo una ambigua relación de dependencia con el imperio Otomano.

Al perder su independencia se inició un proceso de asimilación y colonización del territorio que acabó convirtiéndolos en minoría. De seis millones en el momento de la conquista, quedaron reducidos a 300 000 en el momento de la revolución de 1917, sin apenas derechos sobre sus tierras ancestrales. Desde entonces han venido presentándose como un pueblo oprimido y sin tierras que tiene que hacer frente a una persecución sistematizada. Su identidad islámica les hizo siempre sospechosos de apoyar al imperio Otomano con el que Rusia tuvo numerosos conflictos durante todo el siglo XIX

Aunque agónico, el pueblo tártaro logró no solo mantenerse sino impulsar un proyecto nacional que generó auténtica preocupación en los círculos dirigentes rusos, tanto de la época zarista como soviética. Se trata del panturkismo propugnado por Gaspirali quien desde el periódico Tercuman planteaba la necesidad de un proceso de convergencia lingüística y política de la población musulmana del imperio zarista, conocidos de forma genérica como tártaros. Aquella propuesta fue la base del activismo político iniciado antes de la revolución que posteriormente daría origen a grupos como el Milli Firka en Crimea así como a musulmanes de izquierda que planteaban la necesidad de un Partico Comunista Musulmán (Sultan Galiev) Fracasada la idea inicial de un gran Turquestán, se procedió a la creación de entidades nacionales diferenciadas: Tártaros del Volga, de Crimea, baskirios, azeris, etc. En Crimea se instaló una república autónoma y después de una etapa de relativa concordia, Stalin procedió a remover a la dirección comunista, de origen tártaro, para sustituirla por otra rusa. El golpe final vino tras la II Guerra Mundial, cuando fueron acusados de colaboracionismo con los invasores nazis y deportados en su totalidad a Uzbekistán.

Por todo ello, las aspiraciones y representaciones que hacen rusos y tártaros de Crimea son radicalmente opuestas y están llamados a no poder entenderse. El final de la URSS permitió su retorno hasta convertirse en el actual 12%, aunque su inserción social es bastante débil al carecer de recursos. El rechazo ruso se renovó aunque ahora lograron un cierto apoyo oficial de las autoridades de Kiev dispuestas a jugar la carta étnica tártara para diluir en lo posible a la mayoría rusa. Sin embargo, aunque han conseguido una autonomía a regañadientes, no han logrado su objetivo principal, ser reconocidos como población nativa, quedándose en una simple minoría étnica.

Ucrania: el pretendiente más reciente

La presencia ucraniana es Crimea es la más reciente en términos políticos. Aunque suponen una cuarta parte de la población su impacto es menor ya que un importante sector de quienes se identifican como ucranianos tiene a la lengua rusa como principal y se encuentran en un avanzado proceso de asimilación cultural, lo que les hace vulnerables a los argumentos rusos.

Para la historiografía nacionalista ucraniana Crimea forma parte de su zona de influencia desde tiempos ancestrales. Desde este ángulo, la influencia ucraniana es anterior a la cristianización de Kiev, por lo que desde una perspectiva primordialista, al ser anterior su presencia a la llegada de tártaros y rusos, se aseguran sus derechos sobre la península. Crimea es, para los nacionalistas ucranianos, un territorio irrenunciable aunque buena parte de los estudios académicos no son capaces de ofrecer datos concluyentes por lo que se dirigen a buscar otros argumentos que permitan consolidar la influencia ucraniana. Quizás por esto se dediquen a estudiar más los orígenes del pueblo ucraniano en lugar de su área de expansión. Vistas así las cosas, Crimea es marginal y periférica. Para evitar que esto se convierta en un abandono se fomentan los estudios que muestran las interconexiones económicas y su creciente dependencia con respecto a la Ucrania continental. En este sentido la argumentación de derechos sobre Crimea identificada con la idea nacional rusa aparece como más sólida y potente que la ucraniana.

Precisamente para evitar que la propuesta rusa se convierta en dominante es por lo que, desde la independencia, tártaros y ucranianos tienen un matrimonio de conveniencia que suscita múltiples recelos entre la comunidad rusa. En todo caso, la intelectualidad ucraniana es consciente de la posibilidad de una teoría del dominó que lleve a que, iniciándose en Crimea, se pueda acabar produciendo un proceso de secesión de las regiones rusófonas del sur que pondría en cuestión la naturaleza del actual estado.

Partido complejo

En definitiva lo que se juega en Crimea es un partido a tres bandas en el que los contendientes despliegan una serie de argumentos que buscan contrarrestarse unos a otros a base de alianzas y miradas cruzadas entre las tres comunidades. Al fin y al cabo cada una intenta jugar sus cartas buscando ventaja sobre la parte contraria. La comunidad rusa piensa y actúa desde una posición mayoritaria en Crimea, lo que le otorga su derecho a decidir. Los tártaros lo hacen como comunidad minoritaria, tanto en Crimea como en Ucrania y aspiran a lograr pequeños objetivos que consoliden su presencia precaria, debilitada por avatares históricos recientes. Por último los ucranianos, haciendo de la necesidad virtud, piensan los problemas de Crimea desde un plano nacional y no local, eliminando así la incomodidad que supone ser minoría en suelo propio. En lo que tiene que ver con las alianzas, rusos y ucranianos miran a los tártaros desde un plano superior y marginalizador mientras que ucranianos y tártaros mantienen una relación que aspira a presentarse como alternativa con peso frente al elemento ruso dominante.

En 1994, tras la independencia se produjo un primer enfrentamiento que se saldó con una victoria rusa. En aquella ocasión, para las elecciones al Parlamento regional se organizó una tensa campaña que acabó con la victoria del candidato Yuri Meshkov . Su posición era ambigua en la medida que se mostraba respetuoso con la nueva institucionalidad surgida con la autonomía aunque, a la vez, no disimulaba su deseo de optar por una reintegración de Crimea en Rusia. Desde entonces se ha venido manteniendo un equilibrio inestable en el que las posiciones están claramente definidas. Está por ver si veinte años después Ucrania acabará perdiendo el control político de Crimea. El referéndum convocado a toda prisa por las autoridades locales adolece de una serie de fallos: aparece como resultado de una coyuntura favorable y no como la culminación de un proceso de movilizaciones en demanda del mismo; no es fácil esconder que se trata de una decisión tomada muy lejos de Sebastopol; se va a realizar sin tiempo real para que todas las opciones se hayan podido manifestar democráticamente -limitaciones a los derechos de los partidarios del mantenimiento de la actual situación con respecto a Ucrania, corte de la señal de TV ucraniana, etc- , dificultades para que el referéndum pueda ser supervisado por observadores internacionales y, lo más importante, bajo el despliegue de una fuerza militar que se ha autoasignado un papel de garante del proceso pretendiendo erigirse a la vez como juez y parte.


Por ROAR Colectiva

Mientras Ucrania se hunde en una guerra civil, una sindicalista revolucionaria sostiene que la izquierda debe construir un segundo frente contra el gobierno y contra la extrema derecha.

Nota del Editor: Ahora que las protestas masivas contra el gobierno pro-ruso de Viktor Yanukovich se han intensificado hasta convertirse en una revuelta abierta en Occidente orientado a Europa del país, y ahora que Kiev es testigo de escenas de guerra civil pura y simple - que dejan muchas docenas de muertos después otro día sangriento de la lucha contra el arma entre las fuerzas gubernamentales y las milicias de la oposición - una comprensión adecuada de la naturaleza de la revuelta Euromaidan parece más importante que nunca.

En esta extensa entrevista, la sindicalista revolucionaria Denis - miembro de la Unión de Trabajadores Autónomos de Kiev - ofrece algunas ideas valiosas sobre la composición de clase de las protestas, el papel de los nacionalistas, los grupos de extrema derecha y neonazis en las movilizaciones , el contexto económico político contra el que se llevan a cabo, y la forma en que la izquierda debe insertarse en esta profunda crisis política sin dar soporte tanto al gobierno asesino o la oposición de extrema derecha.

ROAR quisiera agradecer al entrevistador (Vratislav) y nuestros camaradas en Přátelé Komunizace por hacer la entrevista completa disponible en español. Tener en cuenta que la entrevista fue tomada antes de la última escalada de violencia que comenzó el 18 de febrero. Aún así, proporciona un contexto fundamental para la comprensión de estos acontecimientos recientes. Para obtener más información, echa un vistazo a la última declaración de la Unión de Trabajadores Autónomos).

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Vratislav : hace casi tres meses se inició un movimiento en desarrollo en Ucrania, que desde ese momento se ha convertido en realmente masivo y extendido desde Kiev a otras regiones. Se trata de una ocupación de larga data de la plaza Independencia ("Maidan") y una zona circundante de Kiev, con motines, ocupaciones o bloqueos de la administración y otros edificios oficiales en la mayor parte del país. También es conocido por una fuerte participación de las organizaciones de extrema derecha, y la prevalencia de una determinada ideología nacionalista tradicionalista entre los manifestantes. Este movimiento se llama "Maidan" o "Euromaidan" tras la ocupación de la plaza y su demanda inicial de que el gobierno de Ucrania ratifique un tratado de admisión con la UE.

Sin embargo, muy pronto esta demanda quedó eclipsada por otra, una demanda más prominente, presionando y, obviamente, mucho más capaz de movilizar a un gran número de personas: derrocar a presidente Yanukovich con su gobierno y el aparato estatal corrupto. ¿Es eso una imagen más o menos correcta o falta algo de ella? ¿La demanda original, pro-UE, sigue siendo una parte importante e integral de la lucha contra el régimen de Yanukovich, o se ha convertido en una completamente secundaria? Quiero decir, si el clan gobernante actual es derrocado, van a ser derribados por las masas que definitivamente quieren tomar "el camino occidental"? ¿Está el movimiento de Maidan, en Kiev y en todo el país, absolutamente unificado sobre la cuestión del "ultra-euro-optimismo"?

Denis: Sí, su visión es más o menos correcta. Pero usted debe entender que desde los comienzos, la gente tenía una comprensión muy particular de "Europa". Para ellos representaba un ideal muy utópico - sociedad sin corrupción, con altos salarios, seguridad social, estado de derecho, políticos honestos, caras sonrientes, calles limpias, etc - y la llamaron "la UE". Y cuando uno trató de decirles que lo actual de la UE no tiene nada que ver con esa bonita imagen, que la gente de allí se queman banderas de la UE y protestan contra la austeridad, etc. - replicaban: "Así que para usted se vive mejor en Rusia, entonces?" Así que, sí , desde el mismo comienzo la protesta fue impulsada por la falsa conciencia de la "elección por la civilización", por los patrones ideológicos nacionalistas, que no dejan ningún espacio para la agenda de la clase. Estos son los resultados de la hegemonía cultural burguesa, en términos de Gramsci, y este es el principal problema con el que debemos luchar en este país en los próximos años (o incluso décadas).

Pero "Europa" nunca fue en realidad el principal objetivo de los manifestantes. Los sentimientos anti-gobierno y anti-rusos eran mucho más fuertes, por lo que, naturalmente, alcanzaron la retórica pro-UE tras la represión policial de 1º de diciembre, y ahora la mayoría de la gente casi no recuerdan cual fue la causa inicial de las manifestaciones. Muchas personas coinciden en que el propio término Euromaidan ya es anacrónico. Los grupos de extrema derecha, que en un principio tenían que esconder su actitud tradicional de "la UE liberal en descomposición" con el fin de infiltrarse en las protestas, ahora abiertamente declaran que no les preocupa la UE y sólo quieren un cambio de régimen. Este sentimiento es aceptado en amplios círculos de los manifestantes.

Aunque, por otro lado, es un hecho que Ucrania se ha dividido históricamente en dos entidades culturales / políticas / lingüísticas. La parte Sur y Este tiene más gente, casi toda la industria, habla ruso y es en gran parte fiel a la agenda cultural y política "pro-rusa", siendo nostálgicos del Estado soviético. Ucrania occidental y central es más agraria y menos poblada, habla más en ucranio y se inclina más hacia el oeste, lejos de Rusia. Durante la última década Kiev se ha desplazado políticamente de la primera a la segunda parte. Esta brecha es a menudo exagerada hasta el punto que incluso se negó la existencia de una única nación ucraniana, lo que no es cierto: creo que Ucrania sigue siendo una nación-estado más unificado que Bélgica, por ejemplo. Pero aún así, no existe esta división, y fue la razón principal por la que en Ucrania la clase dominante no estableció un régimen autoritario en el molde de Rusia o Bielorrusia: se garantiza que ningún político haya tenido el apoyo de la mayoría de los la población. Por lo tanto, tenían que equilibrar y hacer concesiones a la débil clase obrera : se mantuvo la democracia burguesa, y los elementos del estado de bienestar son mucho más generosos que en Rusia.

Teniendo en cuenta todo esto, podemos concluir: la integración en la UE no es el tema central de las protestas en absoluto, sino que se considera implícitamente por los manifestantes como un paso natural que con el tiempo debe ser tomada por el gobierno "bueno" después de la caída de Yanukovich.

Vratislav: Maidan plantea exigencias exclusivamente políticas. Sin embargo, el ámbito de la política no existe aislado en el vacío, es un momento de una totalidad social en la misma forma que la economía lo es. Por lo tanto, las demandas políticas de Maidan no son contingentes y estoy interesado en el tipo de realidad socio-económica que está detrás de estas demandas. ¿Qué tipo de situación general en Ucrania produjo precisamente aquellas demandas de dimisión de Yanukovich y en contra de la corrupción sistemática que permea el Estado?

Denis: En primer lugar, tener en cuenta la heterogeneidad política de Ucrania, que he descrito anteriormente. Estas divisiones fueron actualizadas en los últimos años por los políticos por sus efectos prácticos. Por ejemplo, en 2009, justo antes de las elecciones presidenciales, el Partido de las Regiones, que estaba entonces en la oposición, incitó a grandes protestas contra las maniobras de la OTAN en Crimea. También prometieron hacer del ruso la lengua nacional. En 2010, cuando llegaron al poder, estaban bien con las mismas maniobras de la OTAN y nadie hizo nada en materia lingüística - hasta 2012, cuando tuvieron que ganar las elecciones parlamentarias. Luego aprobaron una ley que defendía las lenguas regionales y minoritarias, que movilizó a las dos partes de la población: la gente de habla rusa apoyo del Partido de las Regiones, de alguna manera ha "recordado" que están siendo objeto de discriminación y creen que esta ley la va a salvar; la oposición de habla ucraniana celebró protestas masivas contra el "genocidio lingüístico". Por lo tanto, ambos bandos políticos manipulan con estos temas, radicalizando a la población cuando las propias personas no se molestarían. Un año más tarde, nadie se acordó de una "horrible" ley de la lengua más.

Por lo tanto, siempre hay una gran parte de la población que odia el actual presidente y que sólo necesita un disparador para empezar a protestar contra él (especialmente desde Kiev, la capital, se encuentra en la parte de "oposición"). Esta vez hubo un desencadenante: ¡ una histeria UE provocada por el propio gobierno! Durante todo el año 2013 estaban constantemente hablando de cómo Ucrania va a firmar ese acuerdo con la UE. Despertaron las expectativas de la parte de "pro-europea" de la población, y luego, cuando de repente hicieron una vuelta en U, la gente quedó muy frustrada y enojada. Ese fue el impulso inicial.

Pero, obviamente, hay razones muy reales para que la gente odie al gobierno, también. Cuando Yanukovich se convirtió en presidente en 2010, comenzó a presionar con medidas neoliberales impopulares. Las tarifas de gas natural fueron creciendo, el gobierno puso en marcha la reforma médica que finalmente conducirá al cierre de muchas instituciones médicas y a la introducción del seguro médico universal, en lugar de la cobertura incondicional; empujaron a través de una reforma de pensiones extremadamente impopular (elevar la edad de jubilación para las mujeres) en contra la voluntad de más del 90% de la población, había un intento de aprobar el nuevo Código del Trabajo que afectaría gravemente los derechos de los trabajadores, el ferrocarril está en sociedad anónima y, por último, se aprobó un nuevo Código Tributario que afectó a la pequeña empresa. Pero con el tiempo este asalto no tuvo mucho éxito, y el gobierno tuvo que retroceder. Las tarifas de gas natural, electricidad, calefacción, agua se congelaron en un nivel que es uno de los más bajos de Europa y la antigua Unión Soviética, el Código del Trabajo está enterrado en el parlamento, la siguiente etapa de la reforma de las pensiones (introducción de ahorro previsional obligatorio en planes en lugar del sistema de solidaridad) es detenido. Vieron que no pueden seguir adelante con tan bajos niveles de apoyo. Pero aún así, el bienestar de las clases trabajadoras, así como el estado general de la economía, deja mucho que desear, y la gente tiene todos los motivos legítimos para exigir mejores condiciones de vida. Lamentablemente, estas quejas se visten con la falsa conciencia del nacionalismo.

Por último, hay un detalle más importante. Desde 2010, Viktor Yanukovich, que había sido inicialmente sólo una marioneta de los oligarcas poderosos, se ha convertido él mismo en un empresario ambicioso. Su hijo mayor ha acumulado vastos poderes, "La Familia" ocupó importantes cargos en el gobierno, monopolizó el control sobre los flujos de capital, y comenzó a luchar con Rinat Akhmetov, Dmitry Firtash y otros oligarcas que habían sido sus patrocinadores previamente. Naturalmente,a los clanes oligárquicos tradicionales no le gustaba esto, por lo que la protesta actual tiene también una dimensión de élite.

Vratislav: Ahora, ¿es posible resumir las demandas de Maidan? Me refiero a las demandas procedentes de dentro del movimiento y efectiva unificación y generalización de ellas. ¿Hay algún tipo de demandas de manera clara y universalmente articulados? ¿O son esas demandas políticas que pueden ver y oír solamente suministrada por los partidos de oposición, porque el Maidan como tal, es más bien un conjunto caótico de las quejas individuales, que sin embargo se identifican estado corrupto y cada vez más autoritario de Yanukovich como fuente y enemigo común y por lo tanto, son capaces y están listos para hablar con una sola voz a la oposición parlamentaria?

Denis: Por lo que yo entiendo, sólo hay una demanda que es compartida por casi todas las personas activas en Maidan : deshacerse de Yanukovich. Esta es sin duda el punto de encuentro que puede unificar a todos los estratos sociales y los campos políticos allí presentes. Por supuesto, la mayoría de la gente diría que no quieren parar en eso, que quieren una purga completa de todas las estructuras de gobierno a fin de que algunas "nuevas personas" puedan venir y así sucesivamente. Si miramos más de cerca, veremos un gran espectro de diferentes puntos de vista, a menudo contradictorias entre sí. Así que, creo que tienes razón en que la oposición está aprovechando el hecho de que en la actualidad todo el odio se centra específicamente en Yanukovich.

Vratislav : Creo que puedo imaginar, lo que sería el acuerdo de libre comercio de Europa y el FMI de ajuste estructural causa programa en Ucrania. Sin embargo, es un misterio para mí lo que provocaría la integración con Rusia ? ¿Qué es esta Unión Aduanera con Rusia, Bielorrusia y Kazajstán ? Leí un artículo escrito por un periodista de izquierdas ucraniano que afirmaba que las políticas económicas y sociales en Rusia son actualmente muy neo-liberales ¿Eso es correcto? Si ese es el caso, ¿esas políticas van a unificar los "Eurasia"? Tal vez, además de una forma autoritaria de Estado, dado el carácter de los regímenes en Rusia, Bielorrusia y Kazajstán.

Denis: Bueno, sí, hasta el momento la situación de las clases trabajadoras en Ucrania es significativamente mejor que en cualquiera de los países que usted ha mencionado - por las razones que he descrito anteriormente. Y la integración en una Unión Aduanera significará solo algo malo para los trabajadores: los tornillos se aprietan tanto en el ámbito de las libertades políticas y en el ámbito de las condiciones de vida de los trabajadores. De hecho, los estatutos de la Unión Aduanera exigen la unificación de las leyes de trabajo - es sólo un ejemplo. El gobierno tendrá carta blanca para establecer un régimen más autoritario y niveles de vida más bajos.

En la dimensión macroeconómica dicha integración será una oportunidad para renovar los vínculos de cooperación en las industrias de alta tecnología - estos vínculos se rompieron en 1990. Así que, con el tiempo, esto posiblemente pueda lograr una economía más fuerte - pero a un costo terrible, y no sólo para los trabajadores, sino también para la burguesía ucraniana. Nuestra burguesía nacional es mucho más débil que la de sus homólogos rusos, y la integración en la Unión Aduanera significa su virtual extinción. Por tanto, esta idea es muy impopular entre la clase dirigente ucraniana!

Objetivamente, el escenario óptimo para la economía de Ucrania sería continuar la vieja política de "neutralidad" geopolítica, sin una integración decisiva en las estructuras occidentales u orientales. Cualquier "elección" será un duro golpe a las exportaciones de Ucrania y para el bienestar de la gente. La única pregunta es, ¿cuánto tiempo todavía queda para esa neutralidad? Parece que tanto Rusia como la UE quieren Ucrania para detener retorciéndose y crea su mente finalmente.

Vratislav : Yo diría que no queda mucho tiempo. Parece que la crisis global ha borrado cualquier posibilidad de la sociedad capitalista en Ucrania para ir a alguna parte existente entre Occidente y Rusia. El hecho de que la economía de Ucrania se metió en una recesión y el Estado ha estado al borde del impago más de un año, señala que cualquier gobierno tendrá que hacer una "elección geopolítica" para obtener más crédito. Incluso si la clase capitalista de Ucrania y sus representantes políticos pudieran encontrar un nuevo "camino del medio" (aceptar préstamos de Rusia y del FMI), que parece ser obvio, por lo que usted acaba de decir, en todo caso "tal camino intermedio" se basaría en "la reestructuración neo-liberal ". Probablemente haya pasado el tiempo de ser cautelosos y lentos al imponer las reformas estructurales para no alienarse a los electores. ¿Qué piensa usted de eso? ¿Podría contarnos un poco más acerca de los efectos de la crisis en Ucrania?

Denis: Yo todavía no tengo prisa con las predicciones doom-y-gloom . Desde mi punto de vista, la clase dominante será capaz de continuar con sus políticas "bonapartistas" actuales si la economía global lo permite. Incluso en 2009, cuando la economía se hundía muy profundo y los ingresos de la población se vieron afectados también, el gobierno hizo todo lo posible para aliviarla (¡debido a las próximas elecciones presidenciales!). Los salarios y las pensiones mínimas se discutieron varias veces durante ese año.

Después de eso, hubo una cierta recuperación económica, pero a mediados de 2012 Ucrania entró en una nueva etapa de la crisis debido a la caída de los precios en los mercados extranjeros. La recesión ha sido de alrededor de un año y medio. Durante este período, el gobierno ha logrado hasta ahora mantener los aranceles a niveles anteriores y elevar los salarios mínimos. La moneda nacional se ha devaluado la semana pasada. Estas políticas requieren exprimir beneficios legales a los capitalistas, aun así que el año pasado el gobierno tomó algunas medidas para frenar la expatriación de ganancias por la gran empresa (big bussines).

Además, el gobierno tuvo que empezar a préstamos en gran medida. Obtuvieron algo de dinero del FMI en 2008, pero luego se negó a poner en práctica las demandas populares. Sin embargo, hicieron uso de las tendencias beneficiosas en los mercados monetarios extranjeros y consiguió prestado en condiciones comerciales en 2010-2013. En este momento parece que esta oportunidad se está desvaneciendo debido a la disminución gradual de las "flexibilizaciones cuantitativas" (dinero a bajo interés,QE ) de la Reserva Federal,Fed) de EE.UU..

Se las arreglaron para conseguir el dinero de Rusia sin condiciones obvias. Si los acuerdos con Rusia no se descomponen antes de las elecciones 2015, no hay duda de que las políticas actuales durarán por lo menos hasta entonces. Pero al final todo depende de si la situación en los mercados mundiales se vuelve favorable para la economía de Ucrania, profundamente dependiente de las exportaciones e importaciones. Si la recuperación se presenta en 2014, la clase dominante puede ser capaz de zafarse en su camino y continuar como hasta ahora. De lo contrario, van a tener que tomar algunas medidas drásticas para bajar el nivel de vida de la clase obrera y hacer el ajuste neoliberal de la economía para reactivar las industrias y para pagar la creciente montaña de créditos. Así, en un escenario pesimista, el "Estado de bienestar" ucraniano de clases habrá vivido exactamente diez años: 2004-2014. ¿ Resultará la burguesía ucraniana ser lo suficientemente fuerte como para atravesar esta crisis y no someterse a sus "colegas" de Rusia o de la UE? Esa es una pregunta que no tiene respuesta hasta el momento.

Vratislav : Si trato de mirar el movimiento de Maidan y lo entiendo, siempre soy curioso sobre su composicion política y de clase y cómo han evolucionado durante los dos meses. Creo que ha dicho en alguna parte que los manifestantes iniciales a favor de la UE eran de clase media. ¿Hablabas de los estudiantes? La clase media es actualmente una categoría bastante , muy vaga y al mismo tiempo de moda . ¿Podría, por favor, especificar un poco más, qué quiere decir eso en el contexto de Ucrania?

Denis: Depende de a qué período se está refiriendo. Al principio, sí, los manifestantes eran en su mayoría estudiantes y "clases medias"urbanas: pequeña burguesía, los círculos bohemios, los trabajadores de oficina. Ahora mismo, la composición de clase de las protestas se ha orientado definitivamente a más universal. No estoy seguro acerca de las proporciones exactas, pero es indudable que la protesta se ha vuelto más "proletaria" - aunque la participación de los trabajadores sigue siendo baja, y cuando están presentes, están ahí como "ucranianos" o "ciudadanos", pero no como "trabajadores". También, en Kiev por sí la vida sigue como de costumbre, nadie está en huelga, etc. Por lo general, la protesta tiene un carácter interclasista: incluye a los desempleados, así como al CEO de Microsoft Ucrania.

Vratislav : los comentaristas de los medios han descrito inicialmente a los manifestantes originales noviembre por ser políticamente liberales, sosteniendo el pluralismo democrático, el multiculturalismo, etc. ¿Estás de acuerdo con esta descripción?

Denis: ¡Para nada es multiculturalismo! Creo que hoy en día todo el mundo ya es consciente del papel de la extrema derecha en las protestas. No son tan ubicuos como uno puede pensar, pero lo cierto es que su ideología se ha convertido en realidad más aceptable en la corriente principal (que en un principio se habían ido inclinando a la derecha!). Por ejemplo, hace poco Vitali Klitschko (que es el más liberal de los tres líderes de la oposición) ha proclamado una campaña denominada "No tengas miedo, eres un ucraniano!" Por supuesto, la mayoría de los manifestantes en realidad dicen que quieren el pluralismo político , la democracia burguesa en lugar de la monopolización progresiva de poder por una de las partes, como lo ven ahora. Pero al mismo tiempo, la multitud en el Maidan revive algunas prácticas premodernas, sociales medievales como azotes post, linchamiento, profundamente enterrados; y refuerzan los roles tradicionales de género. Esta disposición da miedo de caer en la barbarie, nace del desencanto generalizado con la política parlamentaria y la mitología nacionalista omnipresente sobre el pasado de oro, impuesta en las escuelas y medios de comunicación. Eso sí, las mismas cosas están sucediendo en el campo contrario: las redes sociales de los agentes de la policía antidisturbios en la Internet están llenos de la misma mierda.

La agenda original Euromaidan en noviembre fue de derecha liberal, por la UE, las "libertades económicas" y la democracia burguesa. Pero incluso entonces, los temas de multiculturalidad, los derechos LGBT, los derechos y libertades de los trabajadores, fueron severamente reprimidos por los activistas de extrema derecha con conciencia política que se habían unido a las protestas a pesar de que su propio programa político siempre había incluido la crítica del "fascismo liberal de la UE". En realidad, el mismo nombre "Sector Derecho" se originó después de uno de esos enfrentamientos violentos. Los atacantes no representan la mayoría de los manifestantes, pero la mayoría era muy susceptible a su agenda política la cual habían ido agresivamente empujando ...

Vratislav : ¿Podemos decir que, tras el primer asalto de la policía, la gente de clase trabajadora entraron en el Maidan? Puedo imaginar que toda clase de proletarios están frecuentando el Maidan vez su trabajo o las horas que estudian son sobre: ​​las personas con puestos de trabajo estables, trabajadores precarios, jóvenes y viejos, hombres y mujeres. ¿Alguna de estas categorías componen la mayoría de la Maidan ahora? ¿Y quiénes son esas personas que habitan en el Maidan de forma permanente? ¿Son los trabajadores desempleados ocasionales, que son desempleados durante el invierno, o las personas sin hogar?

Denis: En primer lugar, no se puede decir que "la clase obrera entró Maidan ". Sí, el número de representantes de la clase trabajadora aumentó, pero, como he dicho, que no se consideran una clase, para ellos es una categoría irrelevante. Por lo tanto, no hay "clase para sí" en Maidan . Y la mayoría de la población de clase trabajadora en Kiev sigue siendo apática - Quiero decir, no se puede estar seguro de que alguien que has conocido en la calle apoya Maidan . Como ya he dicho, la composición de clase es ahora "universal". La mayoría, creo, todavía es representado por los estudiantes y la pequeña burguesía, además de los proletarios de las regiones occidentales de Ucrania. Eso es especialmente cierto para aquellos que se quedan allí de forma permanente. Las personas sin hogar son naturalmente atraídos por la comida gratis y calefacción, pero no están bien vistas por muchos activistas.

Vratislav : ¿Cómo la "afluencia" limitada de los proletarios (si los identificamos sobre la base de su posición en la relación capitalista de explotación y no de su conciencia) transformó el paisaje político de la Maidan? Lo cambiaron en una lucha contra el gobierno supongo. Pero ¿qué más? ¿Son también los más numerosos partidarios del nacionalismo y las ideologías de extrema derecha, y por lo tanto impulsados en gran medida por la influencia de Svoboda y otras organizaciones fascistas dentro del movimiento?

Denis: Sí, las protestas se hizo más anti-gobierno y pro-democracia, sobre todo después de las leyes de 16 de enero. La mayoría de las personas estaban horrorizados por la amenaza autoritaria que era su principal preocupación. Y no, yo diría que aún los más numerosos partidarios del nacionalismo y de las fuerzas de extrema derecha no son proletarios. Son intelectuales y especialmente los estudiantes. Por lo tanto, la "democratización" de la composición de clase de la protesta llevó a un debilitamiento temporal de los nazis, no a reforzarlos. Aunque en el largo plazo la hegemonía política derechista se está reforzando a pesar de que la proporción numérica del núcleo duro de los nazis ahora puede ser menor.

Vratislav : Bueno, es muy interesante lo que usted acaba de decir acerca de los estudiantes y las personas educadas en general, siendo los principales seguidores de fascistas ucranianos y ultranacionalistas. ¿Podría explicar las razones de este fenómeno un poco?

Denis: Creo que encaja en el análisis marxista clásico del fascismo bastante bien, ¿no es así? De hecho, en Kiev la intelectualidad y la pequeña burguesía son las principales fuerzas sociales que apoyan el nacionalismo ucraniano. En las regiones occidentales de Ucrania Svoboda tiene una base electoral del proletariado, pero en Kiev ganaron el número de registro de votos en el 2012 debido al desencanto de la intelectualidad con la oposición parlamentaria "sistémica" y a sus ganas de probar algo más "radical". Y puesto que el "sentido común" básico hace mucho tiempo se había establecido en los supuestos fundamentales nacionalistas, la radicalización va sólo en esa dirección. Mientras tanto, la clase obrera sigue siendo en parte apática, en parte, confía en los grandes partidos populistas burgueses.

Vratislav : En realidad, hace muy poco he leído un análisis de las protestas Maidan escritos por un izquierdista Checa ukrainist. Afirma que se trata de "las protestas de la clase media ante todo", es decir, las protestas de los "relativamente educados y exitosos del pueblo", mientras que "la derecha radical representa la voz de los estratos más pobres de la población ucraniana". También dice que "un estrato limitado de intelectuales, escritores y artistas, que de otra manera representan la voz más ruidosa de las protestas, no tiene ninguna influencia sobre la ultraderecha". No obstante, su historia sugiere algo completamente opuesto - al menos en lo que se refiere a los fascistas - ¿no es así? ¿Qué pasa con la caracterización explícita del movimiento Maidan como "ante todo de la clase media"? En su opinión, ¿sería una descripción correcta?

Denis: Estoy de acuerdo que la "clase media", sin duda juega un papel destacado en las protestas - haciéndose pasar por la "voz" de los manifestantes, aunque no domina numéricamente (no estoy seguro acerca de las proporciones numéricas en estos días, no ha habido investigación sociológica seria desde principios de diciembre). De todos modos, la burguesía de Kyiv y la intelectualidad dicen hablar, no sólo para sí mismos, sino también para todos los demás, y no hay nadie alrededor para protestar por su pretensión.

¿Tienen influencia en la ultraderecha? Viceversa, en realidad. Como he tratado de explicar, la ultraderecha no cayó sobre nosotros desde el cielo, son un producto lógico de factores históricos objetivos y de las políticas de la clase dominante, se entiende, en un sentido amplio. Hoy en día han evolucionado a un punto en que son un sujeto político auto-sostenido, capaz de dictar su propia agenda y ampliar su hegemonía cultural.

En las regiones occidentales Svoboda es considerado como "el" partido del proletariado, una voz política de la clase obrera. Supongo que eso es lo que su autor estaba escribiendo. Esto es confirmado por los resultados de las últimas elecciones parlamentarias. En las regiones orientales, como "partido del proletariado" está el Partido "Comunista" de Ucrania. Por supuesto, ni en realidad representa a la clase del trabajo de ninguna manera, es sólo una imagen de simpatías políticas subjetivas de los trabajadores.

Mientras tanto, Kiev es una "zona de transición" entre las dos macrorregiones. Aquí, en la capital, nadie esperaba el tremendo éxito de Svoboda en las elecciones de 2012. Y el electorado principal del Svoboda resultó ser el "público limpio": la educada y relativamente acomodada "clase media", que odia el estado actual de las cosas y lo asocia con residuos "comunistas". Qué piensa de la UE como parte de la tierra de fantasía donde las virtudes personales son recompensados ​​con el éxito material. Que habla de "ocupación interna" por algunos elementos antinacionales. Que a menudo se habla en ruso, pero se sigue dedicando al nacionalismo ucraniano.

Esa gente es nueva en la política, simplemente "saben" que son derechistas y nacionalistas. Y por lo tanto, confían en los líderes políticamente más experimentados para expresar sus opiniones y formular su programa para ellos. Lo que pasa es que esos líderes son nacionalistas o incluso nazis. Y viran el centro del discurso político aún más a la derecha.

Este es el retrato político de la mayoría de la clase media de la Maidan . ¡Eso es lo que sucede cuando usted no ha desarrollado el movimiento de izquierda y sus liberales son demasiado corruptos y feos!

Vratislav : Usted ya ha mencionado que también hay un porcentaje importante de la pequeña burguesía y la gente incluso burgueses involucrados. Todos los líderes de la oposición parlamentaria y sus secuaces oligárquicos. Así, al final del día tenemos todo un movimiento interclasista con un componente de clase obrera numéricamente minoritaria, ¿no? Ahora, ¿cómo se distribuyen estas masas entre los puntos de vista políticos ? He leído que los activistas de ultraderecha son una minoría dentro del movimiento, sin embargo es importante. ¿Podrías hacer una estimación de lo grande que es esta minoría y explicar qué les da tanta importancia? ¿Y qué decir de los liberales? ¿Cuán numerosos son y cuál es su importancia en el movimiento? Quiero decir, incluso en términos de la práctica.

Denis: Ucrania tiene un gran problema con los liberales - no existen como una tendencia política fuerte, autosuficiente. Ambos bandos políticos están dominados por ideologías populistas de derecha - una mezcla salvaje de conservadurismo y nacionalismo. Ese es el problema principal, ya que el número real de los activistas de ultra derecha no es tan grande, es aún pequeña en comparación con la multitud, que en algunos momentos consistió en 100 mil personas, o incluso más, mientras que el potencial de movilización total de los fascistas de toda Ucrania es aproximadamente 1,2 miles. Pero, en primer lugar, sus ideas son bienvenidas entre la multitud apolítica; en segundo lugar, están muy bien organizados, y también a la gente le encanta su "radicalismo". Un trabajador de Ucrania promedio odia a la policía y al gobierno, pero nunca luchará contra ellos de forma abierta y arriesgando su comodidad. Así que él o ella dan la bienvenida a una "vanguardia", que está dispuesta a luchar por su cuenta, sobre todo si es que esa vanguardia comparte "buenos" valores patrios.

Sin embargo, hay una cierta distancia entre los combatientes nazis y los manifestantes "normales", incluso el físico. El ex ahora están reunidos en su mayoría en la calle Grushevskogo, en las barricadas, mientras que los "ciudadanos" normales se quedan en Maidan ...

Hay un cierto número (muy pequeño) de liberales que no son compatibles con la extrema derecha. Algunos de ellos incluso llevaron a cabo una protesta en contra de la marcha Bandera antorcha. Otros liberales están detrás de los líderes de los partidos de la oposición, pero la oposición es bastante impopular entre los manifestantes. Yo diría que el estado de ánimo general es patriótico, incluso nacionalista, pero muchas personas no apoyan a los nazis y los consideran provocadores.

Vratislav : De todo lo dicho, parece que la mayor parte de los manifestantes está en algún lugar entre los populistas de derecha, disfrazados de liberales y fascistas, que no se identifican con ninguno de los dos polos de la llamada oposición democrática nacional, pero al mismo tiempo se sienten ser a la vez todas las tres corrientes políticas pro-nacional y pro-democrática y se unen sobre la base de ser anti-Yanukovich. ¿Es este el caso o no?

Denis: ¡Eso es!

A excepción de los liberales parlamentarios: tratan de hacerse pasar por la izquierda populista. De lo contrario, simplemente no pueden ganar ningún apoyo de la clase obrera. Por lo tanto, todas las fuerzas políticas parlamentarias importantes tienen un ala liberal derecha, que siempre aboga por la austeridad y las reformas liberales, y un ala izquierda populista, que exige más ayuda del gobierno a la población empobrecida. Los primeros suelen tener ventaja cuando su partido está en el poder y no hay elecciones están a la vista; las segundas son prominentes cuando su partido está en la oposición o durante las campañas electorales. El vector resultante de estas partes de la gran burguesía es una maniobra ridícula: por ejemplo, durante una reunión en Maidan Arseniy Yatseniuk del partido Batkivschyna dijo que Ucrania debería aceptar urgentemente todas las exigencias del FMI. Una semana más tarde, dice que ahora que Rusia otorgó un descuento al gas natural Yanukovich debe recortar el mismo porcentaje de las (ya fuertemente subsidiadas) tarifas de gas natural para la población.

Vratislav : Es obvio que las opiniones conservadoras juegan un papel importante dentro de la conciencia de una gran parte de la población ucraniana. ¿Adonde buscar las fuentes históricas y sociales de tal conservadurismo?

Denis: Sí, ya he escrito acerca de los espeluznantes patrones arcaicos que se están reactivando en la Maidan . También, acerca de las razones: durante los últimos 20 años las políticas humanitarias del Estado estaban en manos de los nacionalistas. Y se las arreglaron para criar una generación que no ve ningún problema en frases como "Ucrania para los ucranianos" o "Ucrania está por encima de todo", en una noción de "patrimonio genético de la nación". Además, las tradiciones y el pasado "heroico" también se considera como un buen a priori. Negando la situación actual y la experiencia soviética, tienen miedo de todos los elementos progresistas de la ideología de la UE (como la tolerancia de LGBT, la popularidad de la ideología de izquierda) y están adoptando de buena gana todas las tradiciones inventadas que les enseñaron en las escuelas.

Vratislav : ¿Sería plausible identificar como una razón de este conservadurismo también el hecho de que después de la "terapia de shock" inicial en la década de 1990, la reestructuración capitalista perdió su impulso y desde entonces Ucrania ha tendido a convertirse en un "mundo de sí "y la preservación de un cierto status quo socio-económico, tal vez, a fin de evitar la explosión de tantas contradicciones (de clase, nacional, geopolítica, económica, etc) que se cruzan entre sí en la sociedad ucraniana? En un contexto de una retirada defensiva por parte de los procesos de liberalización mundial, fuertes y nacionalismo conservador generalizado, con su celebración incondicional del pasado "glorioso" tal, que parecería tener sentido.

Denis: Yo no sé mucho sobre cómo fue esta reestructuración en los países "ejemplares" como la República Checa,¿ no tiene un cierto resurgimiento de los valores conservadores y nacionalistas de "tradiciones inventadas"? Por lo que yo sé, ha sido el caso no sólo en Ucrania y Rusia, sino también en países como Polonia, Hungría, Rumania, ex repúblicas yugoslavas.

Prefiero explicarlo de otra manera: el accidente del "socialismo real" también provocó el desplome de los valores progresistas que habían sido promovidas oficialmente en esa sociedad (el ateísmo, el feminismo, el internacionalismo).

La brecha se ha llenado rápidamente por la mezcla salvaje del nacionalismo y conservadurismo (y la filosofía charlatana de la Nueva Era(New Age) , para el caso).

Este cambio fue ansiosamente con apoyo de los aparatos ideológicos del Estado. En realidad, en muchas universidades a principios de la década de 1990 los departamentos de "comunismo científico" se metieron de nuevo en el "nacionalismo científico"! Más tarde sin embargo, se convirtieron en los departamentos de la "ciencia política" .

Por lo tanto, esta situación es en muchos aspectos similar a la ola de conservadurismo y el islamismo que llegó a los países del Medio Oriente después de la caída de las dictaduras burguesas modernizadoras y de la ideología socialista de oposición. Mi hipótesis es que la gravedad de este proceso se puede correlacionar con el grado de urbanización de un país determinado: la mayor parte de los habitantes de las ciudades, menor es la probabilidad de que dicha placa de atrás al conservadurismo y la profundidad de esta diapositiva.

Es cierto que hubo un período de cierto predominio de las ideas liberales de Occidente en la década de 1990. Pero terminó cuando el Estado recuperó sus posiciones y la sociedad se estabilizó después de la conmoción inicial.

Vratislav : Ahora, vamos a conseguir de nuevo a los elementos de la ultraderecha. ¿Cuán pro-o anti-europea es Svoboda? Hasta ahora no he visto información muy contradictoria. ¿Están Tyahnyboh y sus diputados realmente decididos a cogestionar programas de austeridad del FMI en caso de que el movimiento derroque a Yanukovich, y la oposición parlamentaria de hoy formará un nuevo gobierno pro-occidental? ¿Sería posible enajenar ni una política de este tipo su rango y miembros de archivo?

Denis: Como ya he dicho, tratan a la integración en la UE de una manera puramente pragmática y populista. Contradice su programa, pero ellos ( Svoboda ) lo apoyará, siempre que sea importante para las masas. En el caso de que la oposición gane otra vez, los liberales de derecha impondrán medidas de austeridad mientras Svoboda probablemente criticará a sus socios. Normalmente, son muy sensibles a las cuestiones socio-económicas, "defendiendo" a los trabajadores. Pero al final del día, es el viejo dilema de los hitleristas frente a los Strasserianos. Y no hay duda de que el primero derrotará a este último. En realidad, ya había una generación de activistas Strasserianos en las filas de Svoboda que fueron expulsados ​​recientemente, y ahora están luchando con Svoboda en Lviv. Obviamente, si Svoboda en algún momento de la historia ha sufrido el país van a seguir el ejemplo de sus predecesores históricos.

Vratislav : Mientras observo el movimiento ucraniano, no puedo escapar a la impresión de que combina algunas características importantes de dos momentos diferentes en los procesos globales de la lucha de clases. Por un lado, no puedo dejar de recordar los disturbios húngaros en 2005 y 2006. Eso fue antes de que el comienzo de la crisis global, pero Hungría experimentó un colapso financiero en ese momento y fascistas jóvenes expresaron un movimiento que al final del día dio lugar a la instalación de los neo-liberales del gobierno Orban, respaldado por Jobbik. Por otro lado, también hay similitudes entre el movimiento Maidan y Indignados, Occupy o los movimientos de la Primavera Árabe, tanto en términos de sus formas y contenidos. Los proletarios se agitan por reivindicaciones sociales y económicas, pero no luchan directamente sobre esa base. Ellos parecen pasar por alto la realidad social de su vida y sólo se reúnen en un terreno político, como ciudadanos molestos o comunidad nacional enojada o algo intermedio. ¿Qué piensa usted acerca de ese cuadro, basado en su experiencia directa desde dentro de la Maidan?

Denis: Sí, como una cuestión de hecho, es una descripción muy precisa. El paralelo con Hungría-2006 es una buena. Pero no me gustaría comparar las protestas de Ucrania con los españoles indignados porque en la sociedad española hay una hegemonía cultural de centro-izquierda, a diferencia de Ucrania. Lo mismo vale para Ocupar: ese movimiento era ideológicamente bastante confuso, pero siendo la corriente principal no se dejó liberal. Un buen paralelo es Egipto: vimos cómo el impulso revolucionario progresivo consiguió la caída de Mubarak, pero entonces los islamistas se hicieron cargo de las protestas, monopolizaron la revolución y dividieron a las masas. Con el tiempo, tienen miedo a la población de nuevo en manos del antiguo régimen. El ucraniano Svoboda y otros fascistas son similares a los Hermanos Musulmanes egipcios y otros islamistas en muchos aspectos. Ellos son "la" oposición al régimen odiado, pero no pueden (por suerte) unir a todos los manifestantes bajo su bandera. Las personas que protestaban, por el contrario, están muy enojadas, pero carecen de su propia lengua para expresarse, y toman prestado el lenguaje del grupo más prominente. Ellos no están dispuestos a organizarse a lo largo de las líneas de clase, se presentan como una "nación" (o "Umma" , como en Egipto). Salvo que Egipto es más homogéneo, no tenía "la otra mitad del país"de leales a Mubarak.

Si nos olvidamos de la existencia de Sur y del Este, entonces en los términos de la política burguesa la situación se asemeja a la de Hungría aún más cercanamente. El centro y el oeste de Ucrania están en su mayoría a favor de la derecha liberal populista ( Batkivschyna ) que tienen aliados más pequeños y más radicales ( Svoboda ) - un completo paralelo a Fidesz y Jobbik ...

Vratislav : ¿Le parece que una lucha contra los gobernantes corruptos y / o empresarios corruptos es algo que une al Maidan con otros movimientos cuadrados.? ¿Cree que la lucha contra la "familia" de Yanukovich usurpando el estado, contra la policía y la protección de sí mismo que contiene el régimen corrupto, y por un ideal de democracia "tipo occidental ,West-like" es el camino de Ucrania para luchar por una "democracia real"? ¿Es eso cierto?

Denis: Aproximadamente, sí. Ni siquiera sé qué más añadir.

Vratislav : El Maidan como cuerpo social tiene que hacer frente a su propia reproducción, organizar su propia infraestructura, defensa, etc, como la Comuna de Oakland o de Tahrir tenían que hacer. Sería estupendo si pudiera hablar un poco sobre este aspecto importante y describir cómo la vida interna del Maidan es sostenida y organizada.

Denis: Por lo que yo entiendo, todo el potencial de auto-organización en Maidan es sustituida por las estructuras orgánicas de las fuerzas políticas de derecha Svoboda , Sector Derecha y Spilna správa ocupan edificios y gestionan el día a día. La oposición parlamentaria también tiene su voz en estos asuntos; de todos modos, todo es fuertemente dependiente de los líderes que representan a las estructuras políticas ya establecidas. Por ejemplo, hay sotnias - "cientos", unidades de defensa. Formalmente todos están bajo el mando de Andriy Parubiy - una vez miembro fundador del Partido Nacionalista Social de Ucrania, que ahora se llama Svoboda , quien actualmente es miembro del Batkivschyna . En realidad, hay unidades que no obedecen a Parubiy o incluso a Svoboda (como el Sector Derecha), pero de todos modos la existencia de unidades "no sancionadas" es dudosa. Lo mismo ocurre con otros temas: alimentos, leña, petróleo, armamento improvisado. Se puede caminar y recolectar dinero para estos fines, pero debe ceder el 70% a los "jefes", que sabrán cómo gastar ese dinero. Hay un poco de espacio para la auto-organización, pero es muy limitado. Cosas vitales sólo "aparecen" para una persona común ahí, activistas comunes y corrientes de archivos no toman parte en la toma de decisiones. Aunque sí si usted pertenece a una cierta "sotnia" , que pueda ser muy autónoma en la gestión de sus propios fondos y recursos. Entonces, todo depende de la estructura y las relaciones dentro de esa unidad en particular.

Vratislav : Así, mientras que, por ejemplo, los Indignados tendían a excluir a los partidos políticos de las ocupaciones, en el caso de los partidos de la oposición en Maidan están presentes en su corazón, y la auto-reproducción de Maidan depende Batkivshchina, UDAR, Svoboda y sus propias estructuras y recursos . Por otra parte, en otro lugar que usted dijo que no hay asambleas en el Maidan. Durante los dos meses de estar y luchar junto a los participantes, Maidan no ha producido su propio momento separado de toma de decisiones colectivas. ¿Por qué es así? ¿Porque las decisiones son tomadas de hecho por los líderes de la oposición y sus jerarquías? En otra entrevista, también ha señalado que existe una especie de dicotomía entre "la multitud" y los políticos. ¿Cómo afecta esta dicotomía a existir y se expresa?

Denis: Creo que he respondido en parte a su pregunta anterior. Sí, los partidos de la oposición no son precisamente populares entre la gente de Maidan , son considerados como oportunistas que persiguen sus propios intereses y dispuestos a traicionar al movimiento de protesta. Pero aún así efectivamente están gestionando la infraestructura de Maidan y son los que toman las decisiones reales. De hecho, no han aparecido las asambleas u otros instrumentos de toma de decisiones colectivas. Tal vez en cierto sentido esta situación paradójica es un reflejo de la sociedad en su conjunto, con sus actitudes paternalistas y la pasividad social: ¡ Es conveniente odiar a los jefes pero dejar que ellos hagan las cosas!

Vratislav : Sin embargo, a partir de un análisis a corto publicado por anarquistas bielorrusos en el sitio web de Acción Revolucionaria parece que en las regiones fuera de Kiev,en Lviv y especialmente Sumy, la dicotomía entre los manifestantes y los políticos es mucho más profunda y más articulada. Muy brevemente : se habla de una concepción elaborada de una "protesta apolítica" (sin primacía de los políticos más activistas ciudadanos). Dicen que hubo una asamblea en Sumy elección regional llamado "Consejo Nacional" y el establecimiento de los Consejos Nacionales de distrito con el fin de controlar a los políticos locales e investigar la corrupción, y la organización de las unidades de "milicia ciudadana". Ellos describen que el mismo proceso tiene lugar en Lviv y citan un "comandante Sokolov" local, quien dijo que los Consejos nacionales están tomando una y están a punto de elegir a sus comités ejecutivos, mientras que los políticos serán excluidos de ellos, porque la gente no confía en ellos nunca más. ¿Podrías explicar más acerca de esta tendencia y analizar un poco?

Denis: Por lo que yo sé, esos "consejos nacionales" por lo general consisten en activistas y diputados de los consejos locales y regionales de los partidos, autoproclamados. Han prometido celebrar elecciones, pero hasta ahora elecciones transparentes no se han organizado. El optimismo de los compañeros de Bielorrusia se basa en supuestos muy exagerado. Estos "consejos nacionales" no se atrevieron a asumir ningún poder real, no hicieron nada que pudiera considerarse "usurpación del poder" y apenas rompieron ninguna ley! He aquí una noticia acerca de la situación en Lviv. La cabeza del "Consejo Nacional" de Lviv - que es, por cierto, también jefe del consejo regional de Lviv y miembro prominente de Svoboda - pidió a los manifestantes abandonar el edificio de la administración del Estado regional. Andriy Sokolov, el comandante de la "milicia" que usted ha mencionado, obedeció con prontitud y despejó el edificio. Así, lo "revolucionario" del Consejo Nacional en efecto murió, sin haber hecho nada en absoluto.

Vratislav : Ya veo. Así que incluso en las regiones obtenemos la misma imagen que en Kiev: la desconfianza del movimiento hacia los partidos políticos realmente no se traduce en ningún intento serio en la formación de cuerpos auto-organizados que serían capaces de articular el auténtico contenido del movimiento . Recientemente, he leído que también hubo un intento de varias asociaciones de ciudadanos e iniciativas implicadas en el Maidan para organizar los Consejos Ciudadanos de la Maidan como expresión directa del movimiento. Sin embargo, los políticos de oposición fueron capaces de desacreditarlos efectivamente y abortar este intento. ¿Podrías decirme más acerca de este desarrollo? ¿Quiénes fueron las personas detrás de este Consejo de los Ciudadanos? ¿Cómo y por qué lo podían dejar tan fácilmente?

Denis: El "Consejo Cívico de Maidan "fue formado por varios destacados activistas de derechos humanos, abogados, personalidades y organizaciones no gubernamentales que no gustan especialmente a la oposición parlamentaria y no son muy aficionados a los nacionalistas. Por lo que yo sé, la Confederación de Sindicatos Libres de Ucrania también se unió a ellos. Han tratado de crear una alternativa (liberal en parte incluso de la izquierda) en el movimiento liberal, estableciendo la importancia de los derechos humanos, las libertades civiles, la toma de decisiones horizontal, las iniciativas de base, etc Pero de alguna manera no lograron convertirse en una fuerza seria. La iniciativa es principalmente virtual, sin ningún número considerable de activistas de rango y archivo en el suelo. ¿Por qué? La razón, creo, no es la astuta estrategia de la oposición, sino las condiciones objetivas, es decir, el estado del discurso público. Si una persona está interesada en la actividad de oposición, lo más probable es unirse a la corriente "más fuerte" con machos nacionalistas valientes, y poderosos políticos. El número de personas que están seriamente interesados ​​en este movimiento "cívico" alternativo es bastante pequeño; de hecho, en este campo que todo ha sido devorado por la oposición en diciembre, después que la Maidan "cívica" (inicialmente en Maidan misma) se fusionó con la Maidan "política" (inicialmente en la Plaza de Europa). Después de eso, los políticos dijeron muchas cosas de forma que usted no puede hacer nada sin su apoyo. ¡ Y hasta cierto punto tienen razón! De hecho, hoy Maidan consume gran cantidad de recursos materiales y humanos que aportan las partes.

Vratislav : En una entrevista para libcom explicó cómo los partidos de la oposición trataron de transferir el Maidan más allá de sus fronteras territoriales, al proclamar una huelga general política y la forma en que fallaron bastante miserablemente. La razón que dio fue que ellos no tienen ninguna estructura en los lugares de trabajo para hacer eso. Sin embargo, la Maidan ha podido propagarse desde Kiev a otras regiones, pero parece que una vez más sólo como un movimiento de ocupaciones y disturbios. También habló de una protesta de los trabajadores de la empresa de transporte público de Kiev que no encontró su camino hacia el Maidan y viceversa. Y usted mencionó que los ucranianos no están acostumbrados a la huelga. En suma, ¿significa que Ucrania (como la mayoría de otros países de Europa central y oriental y muchas otras regiones del mundo) se caracteriza por una notable falta de luchas laborales? En su opinión, ¿cuáles son las razones?

Denis: Sí, es cierto. Hay un montón de teorías para explicar la debilidad de los trabajadores en la Europa del Este. Una de las más convincentes es el legado de la cultura política soviética en el que había jefes que hicieron todo para ti y en tu lugar. Hay una enorme institución de izquierda de la URSS, la Federación de Sindicatos de Ucrania. Oficialmente, tiene millones de miembros, pero no es de ninguna manera una organización militante que defiende los derechos de los trabajadores. Ellos tienen buenos abogados y burócratas que toman parte en los procedimientos de cooperación social, la verdad tratando de ganar la mayor cantidad de concesiones que pueden, pero ellos se ven a sí mismos como co-administradores de la economía corporativista, no como representantes de los trabajadores. En cuanto a otros, sindicatos militantes, verdaderamente independientes - bueno, no hay prácticamente ninguno.

¿Por qué la militancia en el lugar de trabajo no se ha desarrollado durante el tiempo post-soviético? En parte por la larga y dolorosa crisis económica. Tú no puedes sindicalizarte y golpear cuando estás a punto de ser echado a la calle, y tu fábrica está a punto de cerrar. Hubo huelgas masivas en la década de 1990, seguro, pero estaban organizadas en su mayoría por la gestión de las empresas no privatizadas como instrumento de presión sobre sus jefes. Por lo tanto, simplemente no aparecieron nuevas estructuras e instituciones que podrían convertirse en una base para el movimiento obrero independiente. El viejo patrón de delegar su lucha a los jefes fue así confirmado. Y el auge económico de la década de 2000 resultó ser demasiado corto para cambiar esa actitud.

Vratislav : Ahora, podrías explicar qué otras luchas se han sucedido en todo el Maidan y si hubo al menos algunos intentos de vincular con el Maidan? Nos acabas de mencionar una protesta de trabajadores del transporte público en Kiev. También leí algo acerca de una huelga estudiantil en la Academia Mohyla de Kyiv-. ¿Podrías quizás también explicar cuál es la relación de la ultra-izquierda de Ucrania hacia el Maidan y otras luchas? ¿Cuál es su función y las actividades en ellos? Supongo que debe ser muy difícil participar en el Maidan, dada la influencia de los fascistas y etno-nacionalistas. Sin embargo, he leído sobre que los anarquistas y feministas estaban presentes y activos allí.

Denis: Los de la izquierda se han dividido en cierta medida en su relación con el Maidan. Una parte menor declaró que las protestas eran totalmente reaccionarias y negó cualquier apoyo en absoluto. El problema es que esa posición les empuja a las filas de los partidarios del gobierno! El resultado lógico es la situación en la que un miembro de una de esas organizaciones, Borotba , defiende al gobierno regional del estado en Odessa del asedio de los activistas de la oposición. Es cierto que el estado de sitio fue liderado por los neo-nazis, pero había neonazis entre los defensores, así! Es decir, "cosacos" locales, unidades paramilitares de pro-rusos.

Otra parte de la izquierda repetidamente trató de unirse al movimiento, incluso después de que fueron expulsados ​​repetidamente de allí. Algunos de los izquierdistas "euroentusiastas " vino a Maidan en noviembre con la bandera de la UE de rojo (en vez de azul) , con las banderas de asistencia sanitaria y educación gratuitas, y con consignas feministas. Fueron brutalmente atacados por los nazis. Luego hubo un episodio cuando los de la extrema derecha atacaron la carpa de la Confederación de Sindicatos Libres de Ucrania, cerca de la Maidan . Un testigo de la escena dijo que había algunos "provocadores" y dijo que "los hombres saben qué hacer"; y como resultado, una turba de nazis les ha roto las costillas a los activistas sindicales, rasgaron su tienda con cuchillos y robaron sus bienes . Las víctimas no habían hecho nada "izquierdista" de por sí, pero eran miembros del movimiento de izquierda, conocidos por sus adversarios políticos, y eso fue suficiente.

De todos modos, la mayoría de los activistas de izquierda entienden que no es su guerra. Después que se aprobaron las "leyes dictatoriales", decidieron unirse al movimiento - no tanto como activistas políticos, más como ciudadanos comunes cuyas libertades políticas estaban en riesgo. Muchos izquierdistas se unieron para establecer el "Hospital de reloj": protegiendo a los heridos en los hospitales para que no sean tomados por la policía. Por supuesto, esto es una infraestructura "humanista" , no un proyecto político. Otras personas trataron de organizar una huelga estudiantil de toda Ucrania. Comenzaron en la Academia Mohyla de Kyiv- pero finalmente fracasaron: todo había terminado cuando la universidad fue cerrada por vacaciones de invierno ...

Ahora también hay otro grupo de personas que a menudo se confunden con la izquierda radical. Me refiero a las organizaciones como "Narodniy Nabat" y varias otras iniciativas que se llaman a sí mismos anarquistas, pero en realidad tienen una agenda política muy conservadora llena de machismo y xenofobia. Después de que comenzaron las protestas , se desplazaron a la derecha de manera espectacular; llegaron a una tregua con los grupos nazis y llovieron bombas molotov contra la policía juntos. Con el tiempo, se separaron del movimiento de izquierda finalmente.

Hace una semana que, junto con algunos izquierdistas de verdad "que querían actuar", decidieron formar un "sotnia anarquista" de autodefensa en el Maidan . Con el fin de hacer eso, estaban dispuestos a dar un juramento a Andriy Parubiy. Pero cuando formaron sus filas para hacer esto, se encontraron con unos 150   luchadores Svoboda con bates de béisbol y hachas. Los fascistas los acusaron de ser racialmente impuros y políticamente irrelevantes y les obligaron a salir de la Maidan . Ahora, lo curioso es que al día siguiente los machistas-nacionalistas-"anarquistas", dijeron que la razón de sus malas relaciones con los paramilitares Svoboda fue que algunos de nuestros camaradas dibujaron graffitis anti-nacionalistas en torno a Maidan . Así que los amenazaron con darles una paliza por distorsionar su amistad con los nazis!

La estrategia más razonable para la izquierda, como para mí, es tratar de construir un "segundo frente" en contra del gobierno, así como contra la extrema derecha. Esto se debe hacer desde fuera de Maidan , no desde el interior de la misma. No debemos tener miedo de decir quiénes somos y cuáles son nuestras metas políticas en última instancia, sólo de esta manera podemos construir una fuerte coalición política con otras fuerzas que están en la misma posición en este momento (es decir, con los liberales de izquierda que también están excluidos del movimiento). Ahora mismo estamos planeando una campaña contra la dictadura política, que establece que el debilitamiento de los poderes presidenciales en realidad no se corresponde con los intereses de ningún partido político. Esto puede ser un punto de reunión para una amplia coalición, y entonces podemos empezar a desarrollar una crítica de la democracia burguesa en sí. Otra dirección importante se está preparando para la campaña contra la austeridad si el gobierno se enfrenta a la crisis presupuestaria a finales de este año. Pero de todos modos, tenemos que entender que no podemos revertir las tendencias fundamentales y lograr la hegemonía durante la noche cultural. Tenemos un montón de trabajo duro por delante, habrá años antes de que tengamos nuestra propia revolución.


Por Nicolás Le Brun

El territorio de la actual Ucrania ha sufrido durante siglos constantes movimientos, ligados fundamentalmente a la volatilidad de las fronteras y a los conflictos armados que, por su posición estratégica, no han cesado desde casi cuatro siglos.

La posición de Ucrania en el contexto actual no ha disminuido de importancia, por el contrario, es una joya que se disputan dos bandos en creciente conflicto, no solo en esta zona sino en otros puntos de la periferia.

Por un lado Rusia, que luego de la independencia de Ucrania en el año 1991, después de la desaparición de la Unión Soviética, ha mantenido una relación privilegiada.

Para el emergente imperialismo ruso, encabezado por Vladimir Putin, Ucrania es el equivalente de lo que es la región de Centroamérica y el Caribe para los Estados Unidos : su patio trasero. Por lo tanto, es evidente, desde la perspectiva de mantener o acrecentar la dominación sobre el país, que el enfrentamiento sea fuerte y sin concesiones.

Una zona económica y militarmente estratégica

La composición de este país es particular, con la presencia de una minoría ruso parlante bastante importante. El peso de esta comunidad no es solo cuantitativo, sino también lo es en términos de influencia cultural.

En Ucrania, el ruso se utiliza como lengua franca en un 70% de la población. 60% de la población es de la lengua y la cultura rusa. Algunas áreas como la región oriental, están pobladas principalmente por colonos rusos. Rusia también utiliza como arma el otorgamiento de pasaportes rusos. En Crimea aproximadamente 180,000 personas poseen un pasaporte ruso.

Han existido tentativas de los ultranacionalistas de instaurar el ucraniano como única lengua oficial. A pesar de que el proyecto fue aprobado por el Senado, esto no ha representado un mayor problema, porque las “transacciones” en el país se siguen haciendo en ruso, independientemente de los exacerbos nacionalistas.

Los medios de comunicación utilizan también mayoritariamente el ruso. Cerca de tres cuartas partes de la televisión se transmite en ruso, asimismo, los sitios oficiales tienen su versión rusa incluida. De igual manera los sitios web de las revistas y periódicos tienen su versión rusa. Otro dato que apunta en esta dirección es el hecho de que la mayor parte de la élite estudiantil, se desplaza a Rusia para formarse. Esta élite viene a ser luego la que se encarga de administrar y dirigir el país, de la misma forma que nuestras élites locales van a formarse a Estados Unidos o Europa para luego sentarse en los más altos escalafones de la administración del país y de las empresas transnacionales y sus representaciones locales.

Pero esta lectura es superficial si no vamos a las causas estructurales de estos fenómenos mencionados anteriormente.

El primero es de orden militar. El puerto de Sebastopol es el primer puerto de importancia en el Mar Negro. Desde hace mucho tiempo, el control de este puerto es vital, antes durante la época zarista, posteriormente durante la era soviética y ahora en el en el juego de los nuevos zares como el caso de Putin.

Rusia ha firmado ya varios acuerdos militares con el país para conservar las bases navales en el estratégico puerto. En 1997 firmaron un tratado por veinte años según el cual los rusos darían la suma de cien millones de dólares anuales. Antes de que este tratado venciese, los rusos firmaron otro en el 2010 que lo prolonga hasta el 2042. Eso garantiza el control de lo más importante en este asunto, el gas y el petróleo.

En primer lugar el mar Negro es una de las zonas por donde transitan grandes cantidades de hidrocarburos a través de oleoductos que suministran estos combustibles no solo a este país, sino que también a los miembros de la UE. Este control ruso de esta autopista de combustibles está en disputa principalmente con los Estados Unidos, que no lejos de ahí controla el suministro de petróleo y gas natural de los países del Golfo Pérsico, del Medio Oriente y del Magreb, por lo que tiene un competidor que no le hace nada de gracia para tener la supremacía energética bajo su entero control.

En los últimos años, el conflicto en el mar Negro, donde los protagonistas son Georgia y el minúsculo país, pero de enorme importancia de Abjasia donde se puso de manifiesto, no solo un viejo conflicto, sino también la volatilidad de la región. En ese momento, Georgia aspira a mantener el control de esta región que desde 1992 se encuentra en guerra en contra de la fuerzas georgianas y que es de vital importancia puesto que representa dos tercios del acceso al mar. Sin embargo, en el 2008 esta región proclamó su independencia que solo ha sido reconocida por Rusia y sus aliados. Georgia ha sido un aliado importante de los Estados Unidos, por lo que la secesión de este territorio aumenta el control ruso sobre el suministro de gas a Europa, que es dependiente del mismo y se ve amenazada al no poder contar con aliados fuertes dentro.

Entonces se entrecruzan los intereses de tres potencias, Rusia, la Unión Europea y los Estados Unidos.

La situación actual

En medio de las negociaciones que empezaron en el 2010 entre la Unión Europea y Ucrania, las tensiones provocadas se iban acrecentando producto del escenario descrito anteriormente.

La economía ucraniana se encuentra debilitada por los tratados leoninos suscritos con Rusia, por los cuales el país se compromete a pagar casi el doble del precio anterior por el gas, pasando a pagar 95 dólares por cada 1000 metros cúbicos en lugar de los 50 dólares que pagaba antes. El gas representa una fuente importante del combustible utilizado por la economía y los hogares ucranianos. Esta fragilidad la hace una presa de los intereses imperialistas que buscan obtener el control político del país poniendo en los puestos claves, a dirigentes proclives a uno u otro sector.

Pero la historia post-soviética ha estado marcada por un férreo control policial por parte de la antigua burocracia soviética reconvertida en burguesía.

El primer presidente, Leonid Kravtchuk es remplazado por su entonces primer ministro Leonid Kutchma, que se mantiene en el poder con métodos dictatoriales, que dejan entrever escandalosos casos de corrupción, en los cuales sus allegados y su familia engrosan sus fortunas, bajo el estilo de neo burguesías mafiosas y sus métodos de acumulación de capital que caracterizaron a los estalinistas reconvertidos.

Luego de una revuelta democrática en el 2005, llamada la revolución anaranjada, accede al poder Víctor Iuchtchenco, que nombra a Yulia Timochenko como primera ministra interina. Es en este momento que se firma el acuerdo gasífero que desata una nueva crisis política que lleva a Iuchtchenco nombrar como primer ministro a Víctor Ianokovitch. Este último toma el poder luego de unas elecciones en el 2010 y procede a la mejor manera del estalinismo, a ajustar cuentas con su opositora Yulia Timochenko, enviándola a prisión por los actos de corrupción cometidos durante su período de primera ministra.

La Timochenko representa los intereses de la UE y los EEUU, quienes la transforman en su ficha política para demandar reformas democráticas al interior, dado que el régimen no deja de hacer uso de la corrupción, la represión y el nepotismo.

Dentro de ese marco, las negociaciones con la UE presuponen la entrada en vigencia de ciertas medidas que pudiesen suponer cierto respeto a las libertades democráticas, bien entendidas desde el punto de vista de los intereses europeos y yanquis. A finales del 2013, se esperaba la liberación de Timochenko, lo que no se dio y puso en alerta, puesto que el tratado de “libre comercio” que se venía negociando con la UE caía al agua, sin posibilidades casi de volver a tomar el camino. Ucrania pedía también una “ayuda” de 20 millardos de euros que no llegaron.

Las manifestaciones callejeras desde noviembre del 2013 no han cesado, mostrando la polarización del país y poniendo en el tapete la posibilidad de caer en un conflicto de mayor envergadura.

Rusia ha marcado el territorio y Putin ya anunció desde el principio de la crisis el desembolso de 15 millardos de dólares frescos para “relanzar la economía” en palabras del actual primer ministro.

Los enfrentamientos callejeros no cesan y se agudizan llevando a la dimisión del primer Ministro Azarov.

Una propuesta

Los socialistas revolucionarios no somos nostálgicos del estado obrero burocratizado, ni podemos hacernos ilusiones en figuras como Putin para “enfrentar” a occidente. Esta es una pugna interburguesa, dentro de un marco donde las masas empobrecidas por la reacción económica y política luego de la caída de la URSS, no han dejado de experimentar opresión y explotación. Las masas anhelan no solo mayores libertades formales, si no empleos y desarrollo.

La UE solo puede ofrecer austeridad y rigor, Rusia más de lo mismo. La caída del régimen podría abrir la perspectiva no solo para los ucranianos, sino también para los bosnios que han entrado a luchar o como lo hicieron los búlgaros anteriormente, enfrentando el deterioro creciente de sus condiciones de vida, dentro del marco o fuera del marco de la UE, que no les hace ilusiones, más que emigrar. Eso hace el gran negocio para los empresarios que aprovechan para bajar los costos de producción utilizando esta mano de obra mal pagada.

Llamamos a luchar dentro de un marco común, para volver a establecer un estado obrero, sin burócratas que como ya hemos visto, con mucha facilidad se cambian de traje para pasar al terreno de la clase enemiga.


Por Nicolás Le Brun

Hace casi tres décadas que las elecciones en el Reino Unido presagiaban la conformación de una Santa Alianza contra las conquistas de los trabajadores en los antiguos Estados Obreros de la Europa del Este. Margareth Tatcher y su gobierno neoliberal configuró en conjunto con el imperialismo yanqui el nuevo rostro de las Europas.

Al interior de estos países denominados occidentales, la derrota de la clase obrera inglesa representada por los mineros provocó la destrucción y el debilitamiento de los sindicatos, tanto del sector público como del sector privado. Una vez obtenido este objetivo, la destrucción de las conquistas sociales en la Gran Bretaña se hizo en forma brutal, dejando un legado conseguido desde hacía casi un siglo, obtenido por los enormes y poderosos Unions que terminaron a la cola del Partido Laborista y por ende, de una política de colaboración de clases que sigue vigente.

Pero el mayor botín para los socios burgueses eran los enormes recursos naturales y de mano de obra barata que podían utilizar no solo para satisfacer las demandas del mercado sino que también podrían jugar como un poderoso peso para bajar los salarios y las conquistas sociales que en conjunto tenían los trabajadores occidentales y que fueron dadas como parte de las luchas sociales de la primera mitad del siglo XX, que fueron ampliadas en la segunda post guerra para contener el ascenso revolucionario de la masas luego de la derrota del fascismo.

Así de conjunto el capitalismo tuvo un respiro para poder pasar a la ofensiva. Sin embargo las crisis económicas recurrentes pusieron en evidencia que la prosperidad prometida, después de la caída del Muro de Berlín, no era más que una abstracción reaccionaria del post-modernismo. La lucha de clases tomaba otro rumbo bajo el signo de una etapa reaccionaria.

La destrucción paulatina del modelo social europeo

Lejos de aumentar las conquistas, las diferentes burguesías del continente pusieron todas sus fuerzas en hacer retroceder lo adquirido por la clase obrera. La destrucción de las fuerzas productivas en las metrópolis no es novedad. El gobierno socialista de Mitterand cerró varios de los sitios de la industria automotriz y poco a poco la ofensiva hizo que miles de trabajadores se encontraran en el desempleo o delante de nuevos modelos de producción que buscaban maximizar el rendimiento, es decir flexibilización laboral y por ende el aumento de la plusvalía y el aumento de la concentración de la riqueza en manos de la clase burguesa.

El estudio de Michel Husson (http://hussonet.free.fr), establece que en Francia se dio este movimiento a lo largo del siglo XX: « En 1900, el número de personas ocupadas fue de aproximadamente 19 millones de los estimados por Pierre Villa (2). En 1949 es prácticamente sin cambios: 19,4 millones. Pero hoy es 25,8 millones es casi un tercio más que en 1949, un incremento medio del 0,5 % anual. Empleo por lo tanto, mayor que nunca debido a la evolución favorable población. Este aumento, sin embargo, era más bajo que la población en edad (15-64 años) de trabajo, de modo que la tasa de empleo se ha reducido y medido; pero el empleo se ha incrementado sobre todo con menos rapidez que la fuerza de trabajo, lo que llevó un aumento en la tasa de desempleo »

Pero la otra consecuencia es la caída vertiginosa de los salarios desde la década de los 70 y principalmente en los últimos decenios como consecuencia de la implementación del euro como moneda única en toda la Unión Europea.

Hay una caída libre mientras que el PIB no para de crecer, al menos antes de la crisis desatada en el 2008 con el estallido de la burbuja inflacionaria.

Pero lo que está detrás de esto es la transformación de la estructura productiva en el continente. La industria decrece, pero el sector de servicios aumenta. El traslado de los sectores manufactureros a los países denominados emergentes representa una oportunidad de enriquecimiento para la burguesía, pero no solo en los países del tercer mundo se produce el traslado, sino que también toma rumbo hacia el Este, hacia los países más pobres de los antiguos estados obreros.

« La transformación de la estructura productiva también ha jugado en la naturaleza de los puestos de trabajo. La principal tendencia aquí es la disminución de los trabajadores manuales que abandonaron, 8 millones en 1982 a 6,5 millones en 2007. Su participación en el empleo total disminuyó del 36,3% al 25,1% entre 1982 y 2006. A cambio de esta disminución, otra categorías aumentaron: empleados y profesiones intermedias, pero sobre todo altos directivos y profesionales que pasan 9,5 a 16,9% del empleo » (idem)

La otra variante es las formas de contratación. El empleo temporal aumenta y los contratos fijos se estancan produciendo una precarización del empleo. Los desempleados de larga duración también irrumpen como producto de la reconversión productiva y la no « adaptación » a las nuevas exigencias del mercado.

El modelo francés, segunda potencia de la Unión, es solo un aperitivo del modelo alemán, que ha logrado imponer en su territorio y ahora se acerca de hacerlo en todo el continente, un modelo todavía más regresivo para los trabajadores y el pueblo.

El modelo de la concertación entre la CDU el SPD

Entre los años 2005 a 2009 se forjó la denominada Gran Coalición que permitió el ascenso al poder de Ángela Merkel. En esta coalición Merkel quedo electa como canciller con el apoyo del SPD, los Verdes y el partido Liberal. Sin embargo los primeros pasos para la destrucción del modelo social se dieron durante la primera coalición entre los socialdemócratas y los cristianos demócratas durante el gobierno de Schröeder. El « Plan 2010 » puso a la clase obrera alemana de cara al « aumento de la productividad » y la destrucción del « Estado Paternalista ». Es decir, la reforma neoliberal aplicada con el consenso de la izquierda burguesa.

El plan tenía como puntos centrales los siguientes: El acceso a la atención sanitaria ha sido duramente golpeada por la multiplicación de los paquetes de pago (médicos generales, especialistas dentales, hospitalización), las contribuciones adicionales, pagos o no (disponible sin receta, anteojos, prótesis dentales, el tratamiento médico fuera de la 'Referencia ‘...). Otra forma de ver: ya que los fondos (públicos) de seguro de salud mostraron beneficios sustanciales.

La precarización de las condiciones de trabajo no ha dejado de aumentar. De 42 millones de personas económicamente activas el desempleo oficial es de casi 7% y llega a casi 12 en la capital. De esta población cerca de 8 millones entran dentro de la categoría de empleos « atípicos » es decir trabajos precarios de menos de 20 horas semanales y con una duración determinada. Son jornadas de trabajo fragmentadas. Los salarios oscilan entre 450 euros, los mini jobs y 850 los mini jobs. Estos trabajos son mayoritariamente ocupados por mujeres, lo que agrava la condición de este sector de la población, que se ve enfrentado no solo a salarios de hambre sino que también a la reducción de las ayudas sociales para las familias y la infraestructura para hacerle frente al trabajo como las guarderías y otros centros para la atención de la niñez. (Frankfruter Allgemeinne Zeitung)

Después de la liberalización del mercado laboral en el año 2003 «el número de minijobs se ha prácticamente duplicado, mientras que en Berlín se ha multiplicado casi por tres » (Der Tagesspiegel)

El giro a la derecha y la polarización creciente

El voto de clase media alemana, a pesar de ver disminuido su poder de compra y de que un sector de esta ha desaparecido (de un 65% en 1997 a 58,5% en 2013), se ha inclinado hacia la canciller. Su política de propagar el modelo alemán y de responsabilizar a los países del sur como los causantes de la crisis europea ha tenido su efecto, no solo en este país sino en el conjunto de la Unión. Los grupos de derecha no dejan de crecer en los sondeos de opinión.

La desconfianza en los socialdemócratas no es extraña, ya que le cobran la falta de oposición a las políticas impulsadas por los gobiernos de Merkel, pero también su complicidad al haber participado en repetidas ocasiones en las coaliciones con la CDU, tal y como lo hemos mencionado anteriormente.

Pero también a la izquierda empiezan a aparecer signos de recomposición. El resultado obtenido por el grupo Die Linke (La Izquierda) son los mejores hasta el momento para esta agrupación, llegando casi a un 8%, lo que le permite tener una representación en el Bundestag.

Lo que se augura para los trabajadores y la población en general no es nada bueno. La continuación de los planes de austeridad y la pérdida del poder adquisitivo serán la agenda del conjunto de la burguesía europea. Los socialistas burgueses de Francia y Alemania ya no muestran la falsa careta de oponentes de la austeridad y tal como en Alemania se aprestan a formar una nueva gran coalición que permita gobernar en contra de las masas.

Por su parte las organizaciones sindicales, dirigidas por burócratas, no tienen un plan de lucha que permita enfrentar a la austeridad en forma contundente, se rehúsan sistemáticamente a llamar a una huelga general a nivel del continente y los combates que han encabezado los trabajadores griegos, españoles y portugueses, a pesar de ser masivos en sus países, quedan aislados y se van desgastando.

Es necesario construir una nueva dirección sindical que sea dirigida por los luchadores y aquellos que de forma democrática puedan organizar las nuevas luchas a seguir.

 Congreso de Syriza

Por Amelie Poinssot (Mediapart) y Stathis Kouvélakis (Contretemps)

[Syriza acaba de celebrar su Congreso fundacional que marca un punto de inflexión en la evolución de esta, hasta a ahora, coalición electoral que acaba de constituirse como partido unificado en un contexto político, externo e interno, preñado de contradicciones. Los artículos de Amelie Poinssot (Mediapart) y Sthatis Kouvélakis (Plataforma de izquierdas" de Syriza) nos permiten acercarnos a lo que ha dado de sí este congreso]

1.- Los múltiples desafíos de la nueva Syriza

Por Amelie Poinssot (Mediapart)

El 12 de junio de 2012, Syriza se hizo con la segunda plaza en las elecciones legislativas. El 27% de los votos y los 72 escaños obtenidos en la Asamblea General de Grecia, fueron toda una sorpresa en Europa. Con el paso del tiempo, la sorpresa creció más aun: según los institutos de sondeo, la izquierda radical oscila entre el 20 y el 28% de intención de voto, pisándole los talones a Nueva Democracia (partido en el poder). Estos resultados son tanto más sorprendentes en cuanto que, desde su creación en 2004, Syriza no había logrado pasar mas que del 4% al 5% en las elecciones. Si bien una parte de este éxito electoral puede ser interpretada como una forma de rechazo a las políticas de austeridad, lo cierto es que en sólo una década esta formación, a pesar de sus contradicciones internas ligadas a su constitución, ha destacado en el escenario político griego. Syriza está compuesta, originalmente, por una coalición de diversas formaciones de la izquierda y de la extrema izquierda, de ex-comunistas pro-europeos, maoístas, trotskistas y, también, por ecologistas radicales: una constelación que ha sido objeto de diversas críticas por parte de sus detractores.

Sin embargo, estos días Syriza ha sufrido un cambio de imagen: la izquierda radical ha realizado su “congreso fundacional” en la metrópolis ateniense, en el que sus diferentes componentes se han disuelto para fundar una nueva estructura, la “Syriza-EKM” (EKM siglas en griego de “Frente Social Unitario”). Una etapa decisiva en la historia de este joven partido, ya que todos sus componentes han acordado un programa político común, unos nuevos estatutos, una imagen común hacia el exterior más homogénea, más coherente con su electorado y frente a sus adversarios. Durante cuatro días, en el centro de congresos de Palio Phaliro, a poca distancia del Pireo, 3.500 delegados intercambiaron puntos de vista antes de votar la declaración de principios del partido, la elección de un nuevo comité central y la reelección de Alexis Tsipras para la presidencia.

En esta declaración de principios, Syriza se reafirma en sus fundamentos, “un partido fundado sobre el pensamiento marxista y la larga historia del pensamiento emancipatorio, que trata de avanzar teniendo en cuenta todo este importante aporte teórico”, y en sus objetivos: “cambio democrático del sistema político”, “organización de una sociedad basada en la propiedad y la gestión social de los medios de producción”, “acabar con la dominación de las fuerzas neoliberales y anulación de los memorandum de austeridad”. Aquí encontramos las grandes líneas de su programa, a saber, la paralización de la privatización de los servicios públicos, la garantía del acceso a bienes comunes fundamentales como el agua, la educación, la sanidad, … La instauración de una renta básica, y ayudas para toda la gente desempleada del país (actualmente la duración máxima de indemnización por desempleo es de un año para quienes hayan trabajado a jornada completa).

Para financiar todo esto, el partido propone la puesta en marcha de un nuevo sistema fiscal, más justo y eficaz, que afectaría a las fuentes de riqueza hasta ahora protegidas, como las propiedades de la Iglesia, así como relajar la presión presupuestaria que está padeciendo Grecia a través de una renegociación de su deuda con el objetivo de anular una parte y poner en moratoria el resto.. De forma más general, el partido defiende una política de recuperación, basada en el aumento del gasto social y el apoyo a la producción, en particular en el sector agrícola, siguiendo una política de protección del medio ambiente y de desarrollo sostenible.

Entre las y los delegados, la mayor parte vienen de la vieja guardia de la izquierda griega. Pero también encontramos a jóvenes militantes. Syriza contaba con 14.000 miembros antes de las elecciones del año pasado... Hoy cuenta con más del doble: 35.000.

Athina Arvaniti de aquellos que se han unido a Syriza después de las elecciones: “Yo encontré en Syriza al único partido que permitiría cambiar las cosas, dar la vuelta a las políticas de austeridad y batirse por una sociedad más igualitaria, más justa. No es que me reconozca en todas las posiciones del partido, pero es donde encuentro una razón para la lucha y para la esperanza”. Athina Arvaniti ha sido activista durante mucho tiempo en los movimientos sociales. Reside en el municipio portuari de Perama (antiguo buque insignia del sector naval griego hoy en quiebra). ha formado parte de las asambleas de base de su barrio, un colectivo construido a partir de la experiencia del movimiento Indignados hace dos años, y que trabaja en la recogida y distribución de alimentos para ayudar a decenas de familias necesitadas, mientras les animan a luchar contra la política de austeridad.

Muy presente en las manifestaciones, esta madre de familia no había militado jamás en un partido político. Para ella, su adhesión a un partido no es un fin en sí mismo: “Todavía hay mucho trabajo que hacer, hace falta que la gente se apropie del combate de la izquierda, hace falta que la gente comprenda que debe movilizarse y ¡deben hacerlo primero por sí mismos! Para esto, hace falta también que los miembros y cuadros del partido no se limiten a las palabras y estén más presentes en las organizaciones, los movimientos, … Syriza debe participar además en los procesos sociales”.

Si Athina llama a una mayor presencia sobre el terreno, los miembros de Syriza están, en realidad, muy implicados en los colectivos de solidaridad creados en numerosos barrios de la metrópolis ateniense y en otras ciudades del país. Algunos militantes han impulsado estructuras autogestionadas, como los dispensarios de medicinas básicas de Tesalónica: el partido no ha hecho publicidad de esto, pero cada vez hay más gente trabajando sobre el terreno. Por encima de todo, lo que se trata de cambiar es su tejido de simpatizantes: “El voto a Syriza era esencialmente urbano – nos explica el portavoz del partido, Panayotis Skourletis. Ahora, por primera vez en la historia, tenemos miembros del partido en las zonas rurales. Y los núcleos del mismo crecen en las pequeñas ciudades de provincia”. En el sector de Corinto y sus alrededores, por ejemplo, el partido cuenta hoy con siete secciones, frente a una única con la que contaba hace un año. En Arta, en el noroeste del país, hay cinco secciones cuando hace un año solo había una.

Toda esta ola de adhesiones, si bien alegra a los miembros históricos del partido, le plantea, evidentemente, nuevos desfíos: estos nuevos militantes no tienen el mismo pasado político, algunos vienen del Pasok (partido socialista) o del KKE (partido comunista), otros apenas están politizados… Muchas identidades diferentes pueden influir en la línea del partido. Se impune igualmente la pregunta sobre su representatividad: hasta el congreso, cada formación que componía Syriza tenía derecho a veto, lo que excluía del proceso de decisión a todos estos nuevos militantes no miembros de partidos preexistentes a Syriza. Aun más, los dirigentes asumían una doble función: eran al mismo tiempo cuadros en su formación de origen, y cuadros en el seno de las instancias de Syriza.

“Por razones funcionales, pero también por razones democráticas, había que reformar los estatutos, nos explica Natacha Theodorakopoulou, miembro del comité central, reelegida en el congreso. El objetivo es llegar a ser un partido más representativo y mejor organizado. Esto no impide que sigamos siendo una izquierda plural: las diversas tendencias continuarán existiendo en el partido”. Para el politólogo Georges Contogeorgis esta refundación tiene tanto de cambio como de salto hacia adelante: “Si bien las organizaciones componentes de Syriza son oficialmente disueltas, estas van a seguir existiendo en el interior del partido, nos explica este universitario, muy crítico con el sistema político griego. La mentalidad y la orientación de Syriza no va a cambiar fundamentalmente.”

Entre las tendencias encontramos a la “Plataforma de Izquierda” de Panagiotis Lafazanis. En las reuniones preliminares al congreso, en diciembre pasado, remarcó la necesidad de una moción, apoyada por la cuarta parte de los delegados, que se caracterizaba por un programa económico más radical que el que marcaba la línea mayoritaria, y que no excluía, por ejemplo, la salida de la zona euro. En esta ocasión presentó cuatro enmiendas a la declaración de principios del partido; enmiendas que, si bien no han sido apoyadas por la mayoría, sí han dejado su huella, por ejemplo, en el no reconocimiento de la deuda y en la propuesta de una negación absoluta a pagarla: estas propuestas trascendieron más allá de sus propias filas. El domingo, para la elección del comité central, la lista de la “Plataforma de izquierda” obtuvo el 28% de los votos, consiguiendo una representación nada desdeñable en el seno del comité central.

Entre las corrientes minoritarias, las opiniones son, de hecho, más variadas sobre la nueva forma de Syriza, algunas incluso profundamente contrarias: “Esta es una tentativa de control, de centralización en detrimento del pluralismo que nos enriquecía”. Se le reprocha a Alexis Tsipras el haber hecho durante los últimos meses un discurso centrado más en las organizaciones que en las cuestiones políticas, y de querer evitar las cuestiones delicadas, como por ejemplo, la moneda única o de la negación del pago de la deuda: “¿Hasta dónde debe negociar Grecia el pago de la deuda? ¿Hasta alcanzar el escenario chipriota? ¿Hasta que la deuda detenga la financiación? El partido no dice nada”, apunta Lafazanis. Los componentes reticentes a la autodisolución, como el partido de Manolis Glezos, miembro del Parlamento y de la resistencia griega, han experimentado un fuerte crecimiento en los últimos meses.

Alimentado por el miedo de ver a Syriza transformarse en un partido monolítico y por los desacuerdos con la estrategia de Tsipras, las críticas se han multiplicado en las filas del partido, pero también entre sus electores. Tsipras ha ido decepcionando desde que durante este invierno multiplicara sus intervenciones en el extranjero y en diversas instituciones internacionales: mantiene un doble discurso, radical en Grecia, pero muy centrista en el exterior.

Otros, en cambio, defienden el rol que Syriza debe jugar en el extranjero. Es el caso de la diputada Rena Dourou, convencida de que este congreso fundacional es internacional: “Grecia ha sido la cobaya de la austeridad a nivel europeo, hoy debe convertirse en el modelo de una estrategia radical en términos de democracia y justicia social”. Numerosos delegados extranjeros han estado presentes en el Congreso, por ejemplo, procedentes del Front de Gauche francés...

Pero internamente, la cuestión de una estrategia europea parece una cuestión poco importante en el seno de Syriza, incluso cuando estamos cada vez más cerca de las elecciones de 2014. “¡Podemos tener elecciones antes!”, teme Natacha Theodorakopoulou. De hecho, las cuestiones nacionales son múltiples, y hoy también presionan: después del cierre brutal y unilateral de la televisión pública el mes pasado, el gobierno se prepara para votar en el parlamento, a finales de la semana, una ley para aprobar, entre otras cosas, el despido de 4.000 funcionarios y la transferencia de otros 12.500. Así, los sindicatos del sector público y del sector privado han convocado una huelga general para mañana.

El jueves se espera al ministro alemán de finanzas Wolfgang Schäuble, y el viernes se debe votar la ley para la creación de un nuevo medio audiovisual público que bloquea la entrada de los trabajadores de la antigua ERT... Frente a un Gobierno que no cuenta mas que con el apoyo de 155 diputados sobre 300, la izquierda radical debe jugar su rol como primer partido de la oposición, y Alexis Tsipras debe reclamar, ya, la convocatoria de nuevas elecciones.

Pero Syriza no podrá evitar, tarde o temprano, la delicada cuestión de las alianzas políticas: por sí misma, y aun cuando las estimaciones de voto son altas, no obtendría la mayoría necesaria. A la izquierda del Pasok, no hay nada más que el ortodoxo partido comunista – hostil a cualquier acercamiento a la izquierda radical – y Dimar (“Izquierda democrática”), nacida hace tres años de una escisión... de Syriza.

2.- 9+1 notas sobre Syriza tras su congreso fundacional

 

Por Stathis Kouvélakis

1. El congreso de Syriza se ha desarrollado en un contexto de inestabilidad política creciente como consecuencia de la crisis que ha seguido al cierre de la radiotelevisión pública (ERT) por el gobierno de Antonis Samaras y la salida de ese gobierno de una de sus tres componentes (el partido de la Izquierda Democrática -DIMAR). El nuevo gobierno bipartito de la Nueva Democracia y el PASOK ya no puede contar más que con una mayoría parlamentaria muy estrecha (153 votos de 300), como ha mostrado la votación en el Parlamento del 17 de julio sobre el nuevo paquete de recortes presupuestarios en la función pública. Hay más: la amplitud de la reacción popular al cierre de ERT ha marcado el fin de la relativa apatía que reinaba en el frente social desde la votación del precedente Memorándum en noviembre pasado. El bloque en el poder sale indudablemente debilitado de esta prueba de fuerzas. La caída del gobierno actual bajo la presión popular aparece como un objetivo más realista que hace algunos meses. Sin embargo, falta cruelmente una estrategia y una táctica que aborden frontalmente la cuestión.

La posición de Syriza sigue estando desde este punto de vista a un nivel declarativo, marcado por la distancia entre una retórica de conflicto, pero vaga, y la línea concretamente seguida en momentos claves del enfrentamiento social del último período (huelgas abortadas o rotas en el metro, los estibadores y la enseñanza secundaria debido a medidas requisitorias adoptadas por el gobierno). En cada una de estas ocasiones, la dirección de Syriza ha dado pruebas de una gran prudencia, evitando todo objetivo de desarrollo de la protesta y culminando con la retirada del apoyo a la huelga de los enseñantes que sin embargo estaba aprobada por más del 90% en Asambleas excepcionalmente masivas.

2. Al anunciar el congreso del partido en mayo, la dirección buscaba un único objetivo: hacer de la constitución de Syriza como partido unificado la ocasión para “tomar las riendas”, con el objetivo de marginar a la oposición interna y estabilizar una forma partidaria en ruptura con aspectos decisivos de la cultura política y organizativa de la izquierda radical. Por decirlo de otra forma, el objetivo era llegar muy rápidamente a una “forma partido” tallada a medida para anclar en las realidad organizativa una línea de “recentramiento” que la dirección prosigue encarnizadamente desde el otoño de 2012 -línea que se ha traducido en la confusión creciente de las posiciones de Syriza ( y de su percepción por los sectores sociales que le conceden su confianza) sobre las cuestiones clave (anulación de los Memorándum, deuda, salida del euro, rechazo a las privatizaciones) /1.

Para hacerlo, la dirección del partido ha impuesto un congreso a marchas forzadas (con un plazo de menos de un mes entre la publicación de los textos preparatorios y la votación en las secciones) y una agenda enteramente volcada hacia cuestiones internas, lejos de las preocupaciones estratégicas y de los imperativos de elaboración programática que una coyuntura tan volátil como ésta exigen.

Esta agenda “introvertida” se ha estructurado alrededor de tres puntos claves:

- la llamada cuestión de las “componentes”, con un ultimátum de dos o tres meses máximo para su disolución en el marco del proceso de “unificación” de Syriza /2.

- un derecho de tendencia vaciado de contenido, con la supresión de las llamadas “listas separadas”, forma desviada de designar la representación proporcional de las minorías en las instancias.

- la modalidad de elección del presidente del partido, por el congreso y no por las instancias de dirección (el comité central).

3.- Esta agenda interna solo tiene sentido a condición de ser situada en el contexto más amplio de la percepción de Syriza por los representantes del bloque en el poder y de la evolución interna que conoce este partido desde hace un año.

Para los medios y las fuerzas políticas sistémicas, las “componentes” y las “tendencias” de Syriza, su famosa “cacofonía”, son la forma codificada de designar el radicalismo de Syriza, que esas “tendencias” encarnan frente a una dirección (encarnada por Tsipras) que representa el “realismo” y la línea del recentramiento. La dirección, y más en particular Tsipras, está por tanto sometida a una presión constante proveniente del sistema para que “haga limpieza” en el partido y afirme su autoridad (“Tsipras, corta cabezas” es una de las exigencias preferidas de los comentaristas mediáticos autorizados...) librándose de las voces discordantes. Son blanco particular las voces que le critican por su izquierda y que son presentadas como otros tantos obstáculos a la “imagen” de Syriza como “partido responsable de gobierno”.

En el seno mismo de Syriza, los extraordinarios éxitos electorales de la primavera de 2012 se han traducido en una dinámica contradictoria. De un lado, una ola significativa de afiliación (el número de afiliados se ha duplicado más o menos en algunos meses y ha alcanzado actualmente los 35.000), así como éxitos en ciertos sectores, más en particular en el movimiento sindical, punto débil tradicional de Syriza -éxitos relativos sin embargo en la medida en que la influencia sindical sigue siendo significativamente inferior a la del PC griego (KKE), que solo ha conseguido menos del 5% de los votos -alrededor la sexta parte que Syriza. Pero esta ola tiene también otro aspecto, bastante más ambiguo. En una sociedad traumatizada por la depresión económica y formada por decenios de “partitocracia” (el “sistema” forjado por Nueva Democracia y el PASOK que se han alternado en el poder desde la caída de los coroneles en 1974), la adhesión a un partido que aparece como a las puertas del poder puede también tener la significación de la reconstitución de una relación clientelista, a la que se añade una relación de obediencia al líder carismático. Si este fenómeno está aún lejos de ser mayoritario, no deja de alterar de forma ya significativa la composición del partido y alimenta de forma esencial la proliferación de “afiliados pasivos”, que no se manifiestan más que el día de las votaciones para el congreso y cuyos lazos con la organización se basan principalmente en las relaciones personales que mantienen con uno o varios cuadros locales.

4. Este fenómeno, en parte espontáneo y perfectamente previsible para quien esté al tanto de las realidades griegas, ha sido sin embargo claramente impulsado, en nombre de la necesaria “ampliación”, por la dirección del partido a partir del otoño de 2012. Las decisiones tomadas a partir de ese momento -ausencia de toda verdadera estrategia de intervención militante y de construcción del partido, decisión de congreso o de conferencias nacionales organizadas a toda prisa, con un número de delegados enorme, semejante al de las instancias nacionales o federales, constitución de poderosas redes de tipo personal alrededor de ciertos cuadros dirigentes (en general también parlamentarios) -conducen inevitablemente a un partido de tipo “recogelo todo”, un catch-all party como dicen los politólogos que siguen a Kirchheimer. En otros términos, un partido electoralista, de vida interna atrofiada, principalmente soldado alrededor de su líder y de un discurso que viene de arriba, principalmente dirigido -vía los medios- a una “audiencia nacional”, pero siempre modulado de forma que guste a los diversos “públicos” (más “radical” y “lírico” cuando se dirige a la militancia, más “sobrio” y “pragmático” cuando se trata de reunirse con Schaüble o el FMI).

5. Los aspectos más problemáticos del congreso fundador de este “nuevo Syriza”, partido ya unificado, derivan de estas tendencias profundas, que conducen a su mutación en “partido de gobierno” de tipo gestionario: un número de votantes desproporcionado en relación al de los participantes en las discusiones internas, un cuerpo ingestionable de 3.500 delegados, ausencia de discusión estructurada en las dos primeras jornadas (en las que los delegados podían tomar la palabra), ausencia de informe de actividad de las instancias salientes, discurso de apertura de Tsipras adaptado a las exigencias de un mitin electoral y no a las de la instancia deliberativa del partido.

A esto se ha venido a añadir el clima particularmente agresivo respecto a la oposición interna (reagrupada en la Plataforma de Izquierdas /3) que culminó la noche de la última sesión del congreso, en las votaciones sobre la representación sobre los tres puntos que afectaban al funcionamiento interno sobre los que se había focalizado la discusión (disolución de las componentes, representación de las tendencias y modo de elección del presidente del partido). Hubo escenas chocantes para un congreso de la izquierda radical (representantes de la Plataforma de Izquierdas abucheados, “peinetas”, insultos, con Tsipras aplaudido cada vez que subía a la tribuna antes incluso del comienzo de sus intervenciones), que llevaron a la salida de la sala de los delegados de la Plataforma de Izquierdas y de un número significativo de delegados de la mayoría.

6. ¿Cuál es el balance del congreso? Desde el punto de vista del contenido programático y de la elaboración estratégica, muy escaso, incluso inexistente. Los documentos adoptados se limitan a repetir, a menudo al pie de la letra, las formulaciones adoptadas (ahí también de forma más bien expeditiva) en la conferencia nacional del pasado noviembre. De todas formas, esos textos de compromiso, trufados de formulaciones alambicadas y ambiguas, no han sido verdaderamente difundidos o apoyados públicamente por la fracción mayoritaria de la dirección, que se ha apresurado a proporcionar “interpretaciones” de acuerdo con la línea del “recentramiento” y del “realismo”.

Así, en diciembre pasado, apenas algunos días después de la conferencia nacional que había confirmado la posición de Syriza en cuanto a la anulación inmediata de los Memorándum por votación parlamentaria en caso de victoria electoral, los responsables de la cuestiones económicas, y principales figuras de la dirección después de Tsipras, se descolgaron con declaraciones en los medios para precisar que Syriza “no actuaría de forma unilateral”, evitando sistemáticamente utilizar los términos de “anulación” o de “derogación”, reemplazados por referencias tranquilizadoras a la “negociación” con “nuestros socios europeos”. El propio Tsipras ha multiplicado las declaraciones “conciliadoras” de este tipo, en particular en sus desplazamientos al extranjero, más en particular a Alemania, donde se reunió con Schaüble, y a los Estados Unidos, donde se entrevistó con representantes del Departamento de Estado y del FMI.

7. La Plataforma de Izquierdas ha intentado dar un contenido político a un debate programático casi inexistente y ha presentado cuatro enmiendas que afectaban a los puntos estratégicos más sensibles: deuda (puesta en cuestión de la legitimidad de la deuda como tal, denuncia de los acuerdos existentes y recurso si fuera necesario al cese del pago para obtener su anulación); eventualidad de salida de la zona euro (opción válida que se trata de preparar seriamente si, o más bien cuando, un gobierno Syriza se encuentre, como el de Chipre, confrontado al chantaje de la UE y del BCE); nacionalización del sector bancario en su totalidad, compromiso claro de anular el conjunto de las privatizaciones en curso y renacionalización bajo control popular de sectores estratégicos de la economía (telecomunicaciones, energía, infraestructuras viarias y aeroportuarias); estrategia de alianzas reafirmando la línea de un gobierno de izquierdas antiausteridad, con exclusión de apertura al “centro” o a las fuerzas de la derecha soberanista. El conjunto de estas enmiendas ha sido rechazado, pero ha recogido entre un tercio y un 40% de los votos, siendo las enmiendas sobre la deuda y el euro las que han recibido el apoyo más amplio. En este sentido, se puede decir que, sobre la cuestión de la línea política, la dirección ha podido imponer su punto de vista.

8. Sin embargo, respecto a los objetivos que se había fijado, este congreso representa un serio revés. La agenda en tres puntos evocada anteriormente y focalizada en la “puesta en orden” del interior del partido, ha salido malparada en este momento fundador del “nuevo Syriza”.

Sobre la cuestión de la disolución de las componentes, y del ultimátum que les estaba dirigido, la dirección ha tenido que resignarse a un compromiso (la formulación adoptada habla de “disolución en un plazo razonable y tras un acuerdo”) como consecuencia de la actitud extremadamente firme de Manolis Glezos. Figura emblemática de la Resistencia, que goza de un prestigio inmenso y de una estatura de héroe nacional, Glezos no se ha contentado con defender el derecho de las componentes a preservar su autonomía. Ha atacado a Tsipras de forma directa y personal, rechazado con fuerza el modelo de un partido “presidencialista”, minando así la autoridad moral y simbólica de la dirección y de su líder.

Sobre la cuestión de la representación de las minorías, la mayoría puso todo su peso en la balanza, ejerciendo lo que puede ser calificado de un golpe de fuerza, llevado a cabo por Tsipras en persona: tras haber propuesto un sistema que concedía, mediante un subterfugio “técnico”, una ventaja automática a la lista mayoritaria, el bloque mayoritario impuso a las tendencias (minoritarias) que querrían presentarse como tales la obligación de constituir listas separadas, figurando en papeletas diferentes.

Fue suprimida la posibilidad existente hasta ahora de elegir, en una misma papeleta, una lista y luego añadir, con ciertos límites, candidatos presentados en las diferentes listas. En cuanto a la lista mayoritaria, no se presentó como una lista de tendencia, o de un acuerdo entre tendencias (lo que sin embargo es), sino como la “lista unificada”, simple adición de candidaturas individuales representando a la “diversidad del partido” como tal. Se trataba de forma evidente de hacer aparecer a las minorías como un “cuerpo extranjero”, simplemente tolerado, y dar a la lista mayoritaria un estatuto simbólico de detentador único de la legitimidad partidaria.

La operación, sin embargo, se volvió contra sus inspiradores. En lugar de debilitarse, la Plataforma de Izquierdas se reforzaron sensiblemente (ver más adelante) y, ayudada por la presencia de pequeñas listas “independientes”, hicieron que la lista mayoritaria quedara en el 67,5%, es decir, siete puntos menos que en la conferencia nacional de diciembre pasado.

En fin, sobre la cuestión de la elección del presidente por el congreso, la dirección ha salido ganando, pero al precio de adoptar en los estatutos una disposición “flexible” que autoriza a cada congreso a decidir libremente sobre el modo de elección del presidente. Sin sorpresas, este congreso se ha pronunciado a continuación a favor de la elección directa del presidente. Pero en la votación mediante escrutinio secreto, Tsipras ha realizado lo que puede ser considerado como lo contrario de un éxito, totalizando el 72% de los votos (74% de las papeletas válidas, expresando los votos nulos en su casi totalidad diversas formas de rechazo del procedimiento y/o de la persona de Tsipras).

9. Sin embargo, se puede considerar que la principal contrariedad de la dirección se encuentra en el refuerzo de la Plataforma de Izquierdas, que ha franqueado el umbral simbólico del 30%, es decir un progreso de cerca de 5 puntos en relación a la conferencia nacional de noviembre pasado (30,16% vs 25,6%), y esto en un marco altamente conflictivo, enteramente preparado con el objetivo de obtener su marginación. No hay duda alguna de que el clima de intimidación ha suscitado una fuerte resistencia entre una parte de los delegados, más allá de las filas de quienes habían apoyado de entrada las posiciones de la Plataforma.

El resultado ha causado un verdadero choque en el seno de la dirección, que ha evitado cualquier comentario oficial (sus representantes se han vuelto invisibles desde el anuncio de los primeros resultados). La prensa y los medios muestran un nerviosismo manifiesto en las filas mayoritarias, si bien, de una forma general, intentan tratar bien a Tsipras. Los interrogantes se vuelven cada vez más apremiantes en cuanto a la línea que seguirá en el período que se abre, búsqueda de compromisos o continuidad del enfrentamiento interno, a riesgo esta vez de provocar una crisis interna prolongada.

Por su parte, la Plataforma de Izquierdas ha hecho público por primera vez un comunicado diferenciado precisando que su esfuerzo por obtener la “radicalización y el anclaje en la izquierda de Syriza y por la unidad del conjunto de la izquierda radical proseguía en mejores condiciones”. Signo de que su éxito es comprendido como un impulso para desplegar su intervención de forma aún más visible en el seno del partido e incluso más allá.

9+1. En conclusión, se puede decir que este congreso fundacional ha creado, sin duda, más problemas de los que ha resuelto o ha intentado resolver. Constituido ya en partido unificado, dotado de estatutos, de documentos de carácter programático y de una dirección elegida, Syriza continua apareciendo, sin embargo, como un partido profundamente dividido sobre cuestiones estratégicas fundamentales, que están en el centro del debate nacional y europeo. Es evidente que la confrontación entre los partidarios de un planteamiento “realista”, preocupados por acceder al poder “en frío”, de no romper con el marco europeo y de tener buenas relaciones con los sectores estratégicos de las fuerzas dominantes, y los que plantean el enfrentamiento abierto y la ruptura con el marco actual de la UE, afecta al corazón de las cuestiones que se plantean hoy a la izquierda radical del Viejo Continente. La aportación esencial de Syriza, y de la dinámica que ha sabido crear en la primavera pasada, es haber sabido plantear en el seno de la izquierda radical la cuestión de una alternativa de poder en términos concretos. Queda por saber si lograr este objetivo se hará a costa de la radicalidad o si se sumará a la larga lista de experiencias de la izquierda de gobierno que se ha atascado rápidamente en las arenas de la gestión del sistema. Sin duda, el congreso de Syriza habrá sido útil en que al menos habrá permitido formular los términos del problema de una forma más clara y más fácilmente perceptible por las fuerzas sociales y políticas comprometidas con un proyecto emancipador.

Notas

1/ Sobre la evolución de Syriza es interesante el artículo de Baptiste Derickebourg, “Tomar el poder sin perder su alma” en la entrega de junio pasado de Le Monde Diplomatique así como el texto de Philippe Merlière, “Alexis Tsipras entre radicalisme et réalisme” en http://blogs.mediapart.fr/blog/philippe-marliere/220313/alexis-tsipras-entre-radicalisme-et-realisme

2/ Desde 2004, fecha de su creación, hasta la conferencia nacional del pasado noviembre, Syriza existía como alianza entre una docena de componentes distintas, que cubrían la casi totalidad del espectro de la izquierda radical. La más importante de sus componentes era Synaspismos, el partido de Alexis Tsipras, él mismo constituido de corrientes distintas, que iban de la social democracia moderada (la actual Izquierda Democrática salió de ahí, pero una parte significativa de esa corriente ha permanecido en Synaspismos) al neocomunismo de Corriente de Izquierdas (ver nota 3).

3/ La Plataforma de Izquierdas se constituyó bajo su forma actual en la conferencia nacional de noviembre de 2012 por la convergencia de dos principales componentes, que cuentan con más de un decenio de existencia bajo diferentes configuraciones: 1) la Corriente de Izquierdas de Synaspismos, esencialmente formada de militantes que abandonaron el PC griego (KKE) en la escisión de 1991. Controla la mayor parte de las secciones de empresa, el sector sindical, y conserva una fuerte presencia en ciertas secciones y federaciones regionales, esencialmente en el norte de Grecia. 2) las tres componentes de origen trotskysta de Syriza (Kokkino, DEA y APO), ya reagrupadas bajo el paraguas de Rprojetc/Red Roja. En el congreso se han sumado a la Plataforma una componente salida del PASOK, DIKKI, así como una organización de cuadros sindicales que abandonó el KKE en 1995 (KEDA). Alrededor de una docena de parlamentarios de Syriza de un total de 70 se reconocen en la Plataforma, entre ellos uno de los portavoces del grupo parlamentario, Panayiotis Lafazanis, antiguo dirigente del KKE y diputado desde hace mucho de la emblemática segunda circunscripción de El Pireo, la más obrera del país, de la que es igualmente su figura pública más conocida.

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