Por Nicolás Le Brun

En Grecia, el triunfo electoral por parte del partido de izquierda Syriza pone en la mesa de negociación el asunto de la deuda y los planes de austeridad que se vienen implementando desde hace casi seis años, pero también el modelo que podrían seguir las masas europeas para campear las asfixiantes medidas de la troika, encabezada políticamente por el gobierno alemán de Ángela Merkel.

Un país en la lona

Después de seis años de la entrada en vigencia de las medidas de austeridad, el país se encuentra en una crisis absoluta. Las masas se han visto desprovistas de las mas elementales condiciones para garantizar su sobrevivencia. De un punto a otro, la Grecia “europea” se ha transformado en una semi-colonia de la troika. El salario mínimo ha sido recortado en cerca de una cuarta parte durante el periodo 2007-2013, quedando en cerca de 500 euros, mientras que el poder adquisitivo se ha visto disminuido en un 40% (El País, 31/01/2015). Las pensiones también han sufrido el impacto de las medidas del FMI-BCE y la CE.

La tasa de desempleo alcanza al 25% de la población, siendo los jóvenes los mas fuertemente afectados por el paro. En la categoría de los jóvenes comprendidos entre los 15-24 años la tasa llega al 60% mientras que en los que se encuentran el grupo de 25-29, esta alcanza el 45%.

La tasa de mortalidad infantil también ha aumentado como resultado del recorte del 50% del presupuesto de salud, pasando de un 6 a un 9% (Revista Democracia 1/11/2014). Esto es solo una muestra del impacto de estas medidas. Entre tanto, gracias al “plan de rescate” la deuda también ha explotado pasando de un 100% al comienzo de la crisis a un 145 a finales del 2014 y llega en enero del 2015 a 175%. En estos momentos el monto de la deuda es de 317,000 millones de euros. El 28 de febrero próximo es la fecha de vencimiento de la prórroga otorgada por la troika y eso implica que tienen que entrar en negociaciones. La troika es el acreedor de Grecia.

En artículos anteriores habíamos descrito también el conjunto de las medidas, pero al cabo de los años es que éstas se vuelven cada vez más crueles y muestran el verdadero rostro del capitalismo financiero.

Dentro de este marco también hay que ver la situación de conjunto de la Unión Europea. La crisis en la eurozona no hace más que avanzar, pero los que siguen pagando los platos rotos son los trabajadores y las masas. Las contradicciones entre las diferentes burguesías desaparecen cuando éstas se ponen de acuerdo sobre lo fundamental para ellos, implementar la austeridad en todos los países casi sin excepción.

Los gobiernos de la derecha, como en el caso de España, recetan la austeridad a las masas, pero también los gobiernos de corte “socialista” como Hollande en Francia avanzan en ese sentido y llaman a una cruzada por el “crecimiento”. Bajo esa consigna no escatiman en disminuir los subsidios al desempleo, pero no solo eso, sino que atacan al “costo salarial” elevado. En grueso atacan a todas y cada una de las conquistas adquiridas por la clase trabajadora en el último siglo. En Bélgica, el nuevo gobierno de coalición de la derecha, con el Partido Nacionalista Flamenco a la cabeza, no hace más que seguir el plan trazado por el anterior gobierno de coalición liderado por el partido socialista de Elio di Ruppo, y puso en práctica el congelamiento de salarios y la exclusión de miles de desempleados de larga duración de los subsidios.

Específicamente en referencia al caso de Grecia, el gobierno de Hollande “ha subrayado que el gobierno griego debe asegurar sus obligaciones”. Es decir continuar con los planes vigentes para pagar la deuda. (Welt am Sonntag 2/02/2015).

Las primeras medidas del nuevo gobierno

Luego del triunfo electoral conseguido por Syriza, que lo llevó a obtener cerca del 35% de los votos emitidos y a formar una bancada de 149 congresistas que lo imposibilitaba de formar un gobierno al no obtener la mayoría simple, Syriza logra realizar un acuerdo con el partido de derechas “Griegos Independientes” (ANEL, según las siglas en griego), un partido burgués que ha sido el producto de la escisión del partido derechista Nueva Democracia. Este partido euroescéptico combate la injerencia de la troika y llama, al igual que el partido ganador, a “renegociar la deuda” (Le Figaro 26/01/2015). El Partido Comunista Griego (KKE) se negó a realizar un grupo de gobierno con Syriza debido a que lo caracterizó como el partido “de reserva de la izquierda capitalista” (ídem).

En los primeros días del gobierno de Tsipiras, su ministro de fianzas Yanis Varufakis afirmó que “Grecia no reconoce a la troika ni al acuerdo de rescate”, pero acto seguido, para bajar el perfil de sus declaraciones iniciales, aseveró que “intentaremos convencer a todos los socios, a Alemania, a Finlandia para hallar una solución que beneficie al interés común europeo” (El País 31/01/2015).

Sin embargo los márgenes de negociación a ese nivel parecen escasos para el gobierno griego. El presidente del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem, en visita a Grecia ha sido muy claro “el Eurogrupo esta dispuesto a apoyar a Grecia a condición de que Grecia cumpla sus compromisos” (ídem).

Por otro lado, el nuevo gobierno ha emprendido medidas progresivas como detener las privatizaciones, el aumento del salario mínimo, volver a contratar personal, entre otras como la vuelta a nacionalizar del puerto del Pireo, tomado por un consorcio chino. Sin embargo, las cosas se presentan con diferentes matices.

Las analogías que comparan al gobierno de Tsipiras con el gobierno de Papandreu del año 1981 son el objeto del análisis de la prensa burguesa. “Tsipiras desea renegociar el plan de rescate UE-FMI de Grecia por 245 millardos de euros y obtener cueste lo que cueste una disminución de la deuda. En esto se parece a Papandreu que amenazaba con retirarse de la OTAN y de la CEE a la que Grecia se había incorporado a principios del 81. Al final Pappandreu no hizo ni uno ni lo otro. Su táctica política jugaba sobre la confrontación y realizaba discursos incendiarios, pero en lo esencial de la política exterior, ésta era pragmática” (Financial Times 25/01/2015). En la misma dirección, el vicepresidente del Senado italiano, Giorgio Tonini afirma “en la más pura de la tradición griega, Tsipiras ha tomado ya un viraje rápido hacia el centro” (Il Sole-24 Ore 25/01/2015). Y para terminar de entender un poco este fenómeno que representa Syriza bajo la dirección de Tsipiras, el presidente del Partido Izquierda Ecología y Libertad afirma que “Tsipiras tiene el mérito histórico de haber canalizado la desesperación social dentro de un espacio democrático en lugar de alimentar fuerzas subversivas“(ídem).

¿Un callejón sin salida?

En un tono que suena mas a una amenaza que a un consejo, el presidente del Parlamento Martin Schulz, del SPD alemán, señala que "si el nuevo gobierno de Syriza quiere decir no a todo, entonces el impulso del señor Tsipras podría ser de corta duración." (Le Monde 29/01/2015). En esa misma dirección dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al Figaro "Respetamos el voto popular en Grecia, pero Grecia debe también respetar a los demás, la opinión pública y los parlamentarios del resto de Europa", haciendo hincapié en que "no [había] ninguna cuestión de la abolición de la deuda" de Atenas, a pesar de que "los acuerdos son posibles." (ídem)

Pero para las instituciones europeas, acreedores principales de Grecia, transformar el tema del pago de la deuda es un asunto casi de orden moral. Sin embargo para las masas griegas que no han cesado de luchar a pesar de la creciente pérdida, una tras otra, de las conquistas, como lo hemos visto anteriormente, el desafío es todavía mucho mayor. El triunfo de Syriza es el reflejo de la radicalización de las masas griegas y de la polarización social.

El fenómeno que representa es complejo y no sirve, como lo ha hecho el KKE de condenar al partido en los fuegos del “reformismo”. El triunfo de Syriza debe servir para que las masas puedan hacer un avance no solo en su conciencia, sino que también en su organización. El gobierno de Tsipras, lejos de confiar en la buena voluntad de la troika para lograr suavizar las condiciones de la deuda, debería llamar a los obreros y a los trabajadores no solo de Grecia, si no del resto de Europa a movilizarse para lograr que la troika anule la deuda griega. Este seria un primer paso para lograr derrotar las medidas de austeridad en el conjunto de la Unión. Las manifestaciones en ese sentido ya se han empezado a ver desde hace un tiempo y las recientes manifestaciones masivas en España del partido Podemos, las movilizaciones en Bélgica a finales del año pasado que llevaron a una huelga general, la más fuerte en muchos años, ponen de manifiesto que hay voluntad de lucha. Falta la organización que haga eso posible.

Las medidas de austeridad pueden ser derrotadas dentro del marco de la misma Unión Europea. Así como los patrones han entendido que para poder imponer sus políticas a otros países deben hacerlo por medio del Parlamento Europeo, la Comisión y el Banco Central, los trabajadores deben aprovechar esta oportunidad histórica para hacer retroceder estos planes. El gobierno Tsipras tiene la palabra.


Por Nicolás Le Brun

Los hechos ocurridos en París en la primera semana laboral del mes de enero y que han causado 17 víctimas han sido el producto de un enorme conflicto en el seno de todos los sectores. Están representados casi todos los aspectos de la sociedad francesa y mundial: religión, política, sociedad, Estado, libertad de expresión, y otros más. El objetivo de este artículo no es abordarlos todos, sería pretencioso, pero es importante que, dentro de las filas de los socialistas revolucionarios demos el debate. Pero partimos de un principio claro: condenamos los asesinatos de los periodistas y dibujantes del semanario por parte de los islamistas que se reivindican del Estado Islámico y de Al Qaeda del Yemen.

El primer elemento es dilucidar qué es Charlie Hebdo y qué representa con respecto a la sociedad francesa. El recorrido de este equipo de redacción y de dibujantes no ha sido siempre objeto de admiración de la clase dirigente francesa y sobre todo de la ultra derecha. Charlie Hebdo viene de otra revista satírica, “Harakiri”, censurada por una publicación con doble sentido sobre un incendio que produjo 146 víctimas y la muerte del general de Gaulle. A partir de ese momento, nació el Charlie Hebdo como un semanario satírico que conocería una crisis profunda que lo llevó a desaparecer durante casi diez años.

Luego volvió por sus fueros, siendo un semanario que se podría calificar de marginal, pero como un referente de la sátira y del humor provocador. Una buena parte del equipo proviene del mayo francés del 68. Figuras como Wolisnski, Cabu, Charb, Tignous son nombres y referentes de las caricaturas que no solo se publicaban en este semanario, sino en otros similares como “Le canard enchainé “.

El segundo elemento es tratar de ubicar el contexto no solo de Francia si no de una Europa que se debate entre la austeridad, la migración y la integración. Los vientos de la crisis agitan la polarización social pero también hacen aparecer todos los prejuicios de la sociedad a todo nivel.

¿Se lo merecían?

Uno de los argumentos esgrimidos por los que se consideran lastimados por el humor de la revista, es que fueron demasiado lejos y que la religión merece el respeto. Desde el papa Francisco, los manifestantes en varios países musulmanes y hasta sectores de la izquierda consideran que deben establecerse límites a la libertad de prensa.

Por otro lado, los jefes de gobierno que marcharon el 11 de enero en Paris, haciendo gala de la más absoluta doble moral, como en las religiones y sectas religiosas, condenaron el ataque, pero de regreso a sus países no dudaron en censurar el nuevo número de Charlie Hebdo. Pero eso no es un problema para las potencias imperialistas que ya en el pasado han tenido dentro de sus aliados a feroces dictaduras de todos los signos.

Pero las masas que salieron a marchar estaban conmovidas por la naturaleza de los hechos, que reflejan la barbarie del oscurantismo religioso de cualquier índole. No es casual tampoco que dentro de este contexto se haya venido dando un retroceso a todo nivel, no solo en el seno de la sociedad francesa sino que el conjunto de la sociedad europea. La particularidad es que en Francia la sociedad se ha venido polarizando sobre temas como el “matrimonio para todos” que ha enfrentado a las catacumbas religiosas de toda índole con el gobierno que ha llevado adelante el proyecto como parte de las promesas de campaña electoral. Las manifestaciones reaccionarias, donde todas las autoridades de varias religiones han participado y movilizado a millares de personas no dejan de ser ilustrativo. Las amenazas y actos vandálicos en contra de personas que apoyaban el proyecto no eran más que un presagio del clima que se venía generando. Sectores de la sociedad también han venido manifestando para que el derecho al aborto sea limitado; como gran ejemplo la iniciativa del gobierno Rajoy de querer eliminar el derecho al aborto ampliamente saludado por todos los sectores religiosos, y en especial de la Iglesia Católica con su amplio historial de apoyo activo de la dictadura de Franco.

Entonces la ofensiva en contra de las libertades más fundamentales por parte de las autoridades gubernamentales o bien por parte de las autoridades religiosas ha hecho que el clima se haya volcado a un giro confesional. Este giro no es casual y el fomento de los valores “cristianos de occidente” en contra de los valores musulmanes o la aparición del anti semitismo como los últimos casos de los atentados y asesinatos en la escuela judía en el sur de Francia, el atentado del Museo Judío de Bruselas o el asesinato y toma de rehenes de hace dos semanas, reabre las páginas más negras de la persecución religiosa en Europa.

Dentro de ese marco, el equipo de Charlie Hebdo llevaba a cabo una denuncia sistemática de las autoridades religiosas de una forma que se puede apreciar de buena manera o no. Ese es el objetivo, pero las apreciaciones no están por encima del derecho de estos artistas de plantearlo en total libertad. Atacaron al vaticano por su posición en contra del matrimonio para todos, pero también han denunciado la pedofilia impune en la iglesia y otras posiciones retrógradas.

En el marco de la lucha contra la extrema derecha, la voz del semanario también se ha escuchado fuerte y claro. La denuncia sistemática del discurso xenofóbico del Frente Nacional y de las figuras de la ultra derecha no ha faltado en las portadas. En las últimas ponía como guardianes de un campo de concentración a los Le Pen (padre e hija) y al periodista francés Zemmour, autor de un libro xenofóbico “el suicidio francés”. Es decir, el eje de la revista no era “profanar” una religión en específico, era de mofarse y de criticar en sí la visión religiosa de las cosas personificadas en las autoridades correspondientes.

Entonces la discusión es otra y no se puede abordar de una manera maniquea ¿Se puede criticar el dogma religioso? Claro y de todas las formas que se pueda. El marxismo desde su origen no ha cesado de criticar el dogma religioso y por todos los medios. El problema es que nos encontramos ante una etapa donde existe un enorme retroceso en la conciencia y desde hace casi treinta años el movimiento de masas hace frente a la mayor contra revolución económica y política que abarca cada uno de los aspectos de la vida. La aparición de grupos como el Estado Islámico, BokoHaram, Al Qaeda y otros más en otras partes del planeta no se puede resumir a la simple teoría del complot, de grupos que han sido creados y financiados por el imperialismo en sus inicios, como Al Qaeda para enfrentar a los soviéticos en Afganistán y los otros. Es un reflejo de que existe una necesidad del movimiento de masas de esos países de deshacerse del yugo imperialista, pero la dirección del movimiento es asumida por estos grupos oscurantistas que ganan la simpatía de ciertos sectores de las masas. Esta ola tiene su presencia en Europa porque el grueso de la mano de obra inmigrante proviene de estos países. Dentro de la sociedad, la migración está lejos de ser asimilada a la población autóctona y provoca fenómenos de marginalización y aislamiento dentro de estos sectores de la población. Esto es caldo de cultivo para estos grupos y para la ultra derecha. Por un lado sectores de la juventud se sienten atraídos por este discurso religioso como base de una pseudo identidad. La perspectiva de la lucha de clases, la lucha por el salario, el acceso a la vivienda digna, a la educación de calidad desaparece y en su lugar existe la lucha entre dos modelos: el modelo “occidental” y por otro lado la “charia”.

La ultra derecha aprovecha el contexto para avanzar, tal y como lo hizo en las pasadas elecciones legislativas europeas y francesas, donde el Frente Nacional llegó a un porcentaje bastante elevado de un 25% de los votos. Por otro lado, en Alemania las marchas semanales del grupo PEGIDA (Patriotas Europeos en Contra de la Islamización de Occidente) llega a mover cerca de una decena de millar de personas. El mensaje de este grupo ultra derechista es bien claro, así como el de otros más que provienen de grupos en todos los países de Europa y que encuentran representación a nivel nacional y/o dentro del parlamento europeo: UKIP de Inglaterra; Frente Nacional de Francia, el Partido por la Libertad de los Países Bajos y otros más que atizan el lenguaje de la creciente “islamización” de Europa para ganar adeptos.

Condena

Los socialistas revolucionarios no podemos justificar ni apoyar el asesinato de los periodistas y dibujantes de Charlie Hebdo, pero no nos ponemos en el campo de la burguesía imperialista y reclamamos la ampliación de las libertades democráticas para la población. Con el pretexto de la seguridad ahora empieza un trabajo de censura metódica por parte de los servicios de seguridad del Estado como antesala a la lucha contra los planes de austeridad. Exposiciones, festivales de cine alternativo y otros se unen en la lista de las “suspensiones” o prohibiciones bajo el pretexto de la amenaza terrorista. El ejército en las calles es otro aspecto de la deriva seguritaria.

Pero este plan para garantizar las libertades debe de estar ligado a la lucha contra la austeridad. En las pasadas huelgas los obreros de todos los orígenes y confesiones han actuado como un solo puño. Este es el camino a seguir.


Por Leonardo Ixim

Un otoño caliente regalo de Vladimir Putin, así ha sido calificado por columnistas de diarios burgueses europeos el clima de tensión entre Rusia y occidente; todo esto debido a los constantes movimientos de tropas rusas, sobre todo en el Mar Báltico, y de la OTAN a causa del conflicto en Ucrania, situación que culminó con la salida intempestiva de Putin de la cumbre del maltrecho G-20 en Brisbane Australia.

De esta forma el naciente imperialismo ruso busca pararse ante los agravios de EU y Europa, tras la disolución de la URSS y el culmen del retorno capitalista, al cercenarla de sus cordones de seguridad garantizados con la victoria soviética en la segunda guerra mundial, asegurados tras los acuerdos de Helsinki en 1971 y la Ostpolitik alemana de Willy Brant.

In situ en Ucrania

Después del derrocamiento de Yanukóvich, la instauración de un gobierno provisional primero dirigido por el todavía primer ministro Arseni Yarseniuk, las posteriores elecciones presidenciales que ganó el oligarca Piotr Poroshenko y la reciente elección para la Rada Suprema (parlamento), el partido del primer ministro consigue levemente la mayoría sobre el del presidente, en tercer lugar quedan los partidarios de Yanukóvich y muy abajo quedan otros grupos conservadores, como el de la ex primera ministra Yulia Timoshenko y una expresión de extrema derecha; afuera quedaron otros partidos abiertamente nazis.

Tal situación refleja que tras los incidentes del Maidan -la revuelta que derrocó a Yanukóvich- y el ascenso de lo que la prensa occidental denomina partidos pro europeos, el descontento entre los mismos sectores partidarios de las protestas (profesionales, capas medias, campesinos) que visualizaron el ingreso a la Unión Europea y a la OTAN como salida a la crisis que dejó el derrocado gobierno, ahora muestran su desconcierto, sobre todo por las políticas de ajuste implementadas por Poroshenko, las promesas vacías de parte de la UE por 70 millones de euros, que junto al FMI exigen más recortes sociales, al grado que el número de votantes de esta elección fue menor que en las presidenciales. Pese a todo, la población ucraniana del oeste, culturalmente más cercana a Europa, sigue considerando mejor el neoliberalismo rapaz de Bruselas que el autoritarismo estilo Putin.

A la par del Maidan, estalló la guerra en la región este, Donestk y Lugansk, desangrando al país, provocando 500 mil desplazados y una cantidad elevada de muertos y heridos. Recordemos que la población de estas provincias cercanas culturalmente a Rusia, proclamaron sus propias Repúblicas Populares, hoy denominada Novorrosija en un fuerte movimiento de masas conformado por una buena parte del proletariado ucraniano, pues son regiones industriales que aportan el 16 % del PIB, imponiendo a líderes que responden tanto a la presión de masas como a los intereses de Moscú

En este escenario Ucrania se encuentra endeudada tanto con Alemania como con Rusia. La no celebración de elecciones en estas autoproclamadas repúblicas y la realización de otras que revalidaron a los actuales dirigentes de RPD y la RPL, ha puesto en crisis al gobierno de Kiev. Estados Unidos por su parte trata por todos los medios evitar que se repita lo de Crimea o algo parecido en el este ucraniano, con el único fin estratégico de lograr aislar a Rusia.

Berlín, aunque aliado a EU y copartícipe de las sanciones que han dañado la economía rusa, tiene sus límites en cuanto a la presión que puede ejercer sobre Rusia, tanto por su dependencia del gas y del mercado ruso para sus empresas, como por sus horizontes futuros a partir de la ruta de la seda del siglo XXI y la creación de una hipotético eje Beigin-Berlin-Moscú, algo que por supuesto asusta a la oligarquía transatlántica y a las plazas financieras de Wall Street y de la City de Londres, que buscan fortalecer al Dólar y debilitar la competitividad de las empresas alemanas.

Además con la participación del SPD en la gran coalición junto a la canciller Angela Merkel y su partido la CSU, estarían por revitalizarse la Ostpolitik y junto a Putin, han presionado tanto a Kiev como a los independentistas del este, vía el acuerdo de Minsk, a un cese al fuego. Situación constantemente violada, sobre todo por el ejército ucraniano, que en su operación denominada antiterrorista apoyada por los servicios secretos gringos, operativizada por batallones de la Guardia Nacional conformados por muchos militantes nazis, han martirizado a la población rusa ucraniana.

El conflicto parece estar en un punto muerto; en la capital de la RPD la ciudad de Donestk situada en el frente de batalla, el aeropuerto y el popular club de fútbol Donestk FC, son los puntos disputados. Más al sur el puerto de Mariupól, en el Mar Negro, sigue controlado por los ucranianos, dándose una constante represión por elementos fachas a los militantes independentistas. En ese escenario, al interior de las milicias independentistas ha habido desavenencias entre los partidarios de la cautela utilitaria de Moscú y los que se oponen a la federalización -argumento presentado por Rusia como salida, el cual pierde cada vez más fuerza- y apoyan la independencia total, donde el escenario de inclusión a Rusia no está totalmente dado.

Posiblemente Rusia le apostaría a una dejar en el limbo a Novorossiya tal como las regiones de Alto Karabaj en Azerbaijan o de Transdstier en Moldavia, eso debido a las victorias militares de los independentistas logrando detener el avance de las tropas ucranianas. En caso de que Ucrania aceptara su retirada militar, algo que ya mencionó públicamente el ex premier soviético Gorvachov, occidente no reconociera a estas repúblicas tal como el caso de Abjasia y Ossetia del Sur, calificándolo de ilegal como el caso de Crimea.

La geopolítica y pleitos comerciales

En el plano comercial también se juegan las fichas y pese a las sanciones europeas sobre Rusia, ésta le apostaría a un acuerdo comercial y en materia de seguridad entre la UE y la recién creada Unión Eurasiática convertida en unión aduanera. Esto mientras que en el Atlántico se sigue negociando el tratado de libre comercio entre EU y la UE, el cual muchos sectores empresariales, sindicales y de la sociedad civil europea han rechazado, sobre todo en materia de flexibilización de regulaciones socioambientales y de la creación de tribunales privados al servicio de las trasnacionales que pasarían sobre las políticas y legislaciones internas. Tal situación llegó al grado de que Francois Hollande anunció que Francia ve con recelo muchos puntos de estas negociaciones.

Francia por su parte mantiene una política independiente en la región del Levante, sobre todo apoyando a Turquía y su infame colaboración con la banda criminal salafista del Daesh, el cual solo ha sido detenido por la heroica resistencia de las y los combatientes kurdos sirios del YPG cercanos al izquierdista y guerrillero PKK que opera en Turquía. Por su parte los bombardeos gringos contra las posiciones islamistas poco han ayudado al YPG, fortaleciendo el accionar del ejército sirio que combate al descompuesto ELS, controlado por facciones moderadas sunnitas que ha canalizado la rebelión siria a sus intereses, logrando legitimar en la población a la dictadura de Bashar Al-Assad.

Por otro lado la política exterior estadunidense es pragmática por naturaleza, pues por un lado fortalece la cooperación militar con Japón y Corea del Sur, busca un acuerdo de libre comercio con todos los países miembros de la APEC excluyendo a China, pero por el otro trata de llegar acuerdos en lo que respecta al tema ambiental y de respeto a las inversiones con Beigin. China por su parte a pesar de ser rival de EU en el pacifico, le apuesta a seguir manteniendo sus vínculos comerciales con EU.

China además colabora en la tensión por sus constantes ejercicios militares en el Mar de China, afectando sus relaciones con sus vecinos al sur, pero a la vez propuso en la pasada cumbre de la APEC en su capital, otro tratado de libre comercio (FTAAP) con todas las naciones miembros de ese organismo. Este FTAAP es más atractivo para éstas que la propuesta de EU, por la pujanza de la economía china, pese a su relentización, al grado de firmar ya un acuerdo de este tipo con Australia y mantener pláticas similares con Japón, hoy en situación de recesión. Así como la creación de un banco regional asiático de inversiones con un monto de 50 mil millones de dólares

Por tanto, en la cumbre de Beigin como en la Brisbane del G-20, Rusia y China refrendan el acuerdo de comercialización de gas, firmado hace unos meses entre Xi Jimping y Putin, por el cual Rusia provee a Chica 30 millones de metros cúbicos por año por un valor de 320 millones de euros. Además de acordar que tales intercambios se realizarán en las monedas de ambas naciones. La cumbre del G-20 demostró además las diferencias entre las naciones industrializadas y el Brics, que exigen una reforma a la manera en que se toman las decisiones en el FMI. El Brics por su parte creó un banco de inversiones y un fondo de reserva de divisas que dista mucho de ser alternativa al FMI y al BM. El Brics no es ninguna alternativa anti-capitalista, pero si un competidor al imperialismo hegemónico, pese a que sigue siendo dependiendo tecnológicamente de EU, Japón y Europa.


Por Leonardo Ixim

El referéndum celebrado en Escocia el 18 de septiembre para decidir si esta nación se independiza del Reino Unido, pese a la victoria del No por más de 10 puntos, ha puesto en la discusión un problema básico planteado por los bolcheviques desde inicios del siglo pasado.

Nos referimos al derecho a la autodeterminación planteado por Lenin y Trotsky, quienes generaron importantes polémicas en el movimiento socialista en el umbral del triunfo de la Revolución Soviética. Este artículo se referirá sucintamente al tema del derecho de las naciones a decidir su autodeterminación, y además del caso de Escocia, al de Catalunya, entre otras regiones del mundo que abogan por tal derecho.

Como telón de fondo tenemos la crisis mundial capitalista y la constante caída de las tasas de ganancias para la mayoría de burguesías, la concentración del capital en grandes monopolios trasnacionales y los sentimientos nacionalistas de las burguesías en crisis por un lado; pero sobre todo tenemos el brutal ataque contra las condiciones de vida de los trabajadores en todo el mundo, por ejemplo en Europa, donde por casi 50 años gracias al Estado de Bienestar el capitalismo logró elevar su nivel de vida. Con la contrarreforma neoliberal de los 80s tales niveles empezaron a deteriorarse, volviendo surgir problemas que se consideraban resueltos como el paro, la miseria, la desigualdad, etc. Así, en algunas regiones donde existen nacionalidades que se consideran oprimidas, la salida de amplios sectores de la población es abogar por el derecho a la nación negada.

Pero a la par de esto, los conflictos interimperialistas entre Estados que defienden los hegemónicos monopolios trasnacionales y los emergentes, pese a las conexiones y dependencias existentes, ponen a la orden del día la amenaza de una guerra mundial y sus movidas geo estratégicos en el tablero mundial, interviniendo así en conflictos internos, muchos de ellos relacionados con exigencias nacionales.

Escocia

El referéndum, que tenía la figura de vinculante, pese a la victoria del No con un 55.3 % sobre el Sí con un 44.7 %, de un total de tres millones y medio de votantes, ha puesto en jaque a todo el régimen político británico y con ello la estabilidad de los grandes capitales imperialistas de ese país.

La victoria del No sobre todo se concentró áreas rurales y en poblados habitados por segmentos de pequeños propietarios o población proletaria desconcentrada. Fue votado en su mayoría por población de más de 50 años. El Sí solo triunfo en tres distritos, pero donde mayor concentración de población se encuentra, siendo la capital Edimburgo y ciudades principales como Glasgow y Aberdeen, donde se encuentra la mayoría del segmento proletario, obrero y urbano; siendo votado por mayoría de jóvenes y población joven adulta.

Pero más allá de los datos duros, se considera que después de esto el RU no será el mismo. Sin duda lo que movió a importantes sectores de la población a votar por el Sí, más que las reivindicaciones culturales o identitarias, fueron las brutales medidas de ajuste, que afectan derechos básicos de la población como el acceso a salud, educación, jubilación, el desempleo, etc.; medidas promovidas por los principales partidos del establishment, liberales, conservadores y laboristas.

Del lado independentista, el Scotland Nacional Party del Primer Ministro Alex Salman, partido que en el discurso es socialdemócrata, pero en la práctica realiza tímidos recortes sociales, lideró el llamado por el Sí; con la derrota, Salman anunció que no se reelegirá en las elecciones generales de mayo de 2015. De igual forma, del lado del Sí había una serie de partidos y organizaciones de izquierda y marxistas; unas más que otras abogaron por una salida socialista a la independencia, más a modo de consigna pedagógica movilizadora, otros como el Socialist Scotian Party se plegaron a la campaña de los nacionalistas y ahora llaman a votar por éstos en las próximas elecciones. Mientras una minoría, entre ellas el partido comunista, la LIT y The Militant, -con el argumento de que la separación implica apartar aún más a la clase obrera y sus organizaciones- desconocen el hecho de que un buen porcentaje del proletariado escocés le apuesta a la independencia.

Para evitar que el Sí triunfara, los partidos británicos y el primer ministro conservador David Cameron, prometieron cielo y tierra para que Escocia se quedara en la unión, por ejemplo mayor autonomía para el parlamento escocés en materias de política interna (salud, educación, comunicaciones, etc.), quedando en el limbo cuestiones como la situación fiscal, la explotación de petróleo y gas (en lo cual Escocia es rica) o la pertenencia a la UE. Tales promesas, que está por verse si se cumplen y que solo retrasan pero no rompen la ruta independentista, generaron escozor en sectores extremistas británicos, tanto del Partido Conservador, como en el xenófobo y anti europeo Ukip o en la tristemente célebre Orden de Orange, que marchó sobre Glasgow días antes del referéndum

El laborismo es el gran perdedor en este proceso (aunque la partidocracia en general no sale bien parada), pues Escocia es uno de los bastiones que más votos y diputados le genera. El referéndum sobre la independencia ha servido para foguear a la juventud y al proletariado en la defensa de sus derechos, al grado que después de conocer los resultados se generaron protestas y disturbios en las principales ciudades.

Pese a todo, esta independencia ahora pospuesta, tal como se planteó era a medias, pues se mantiene el reconocimiento a la monarquía, la libra esterlina, la pertenencia a la UE o a la OTAN. Con todo, esto ha sido una importante escuela de movilización para la población escocesa

Catalunya

En esta región, en los últimos años el movimiento independentista ha sido mayoritario, al grado de obligar a la burguesía catalana y su partido, Convergencia i Unio (CIU), y al presidente de la Generalitat Artur Mas, miembro de CIU, a convocar a un referéndum para el 9 de noviembre que a diferencia del de Escocia será solamente consultivo.

Una serie de crecientes movilizaciones se vienen dando desde 2010 para conmemorar la Diada -donde se recuerda la caída de las tropas catalanas por parte de las tropas borbónicas en 1707 en las guerras de sucesión por el trono español- y en general por el hastío que el pueblo catalán sufre por las medidas de recortes promovidas por Berlín y Bruselas, recortes que la misma CIU viene realizando. Mas, por su parte, usa la convocatoria al referéndum como una forma de aliviar la presión; en ese sentido el principal partido de oposición Esquerra Republicana de Cataluña, quien apoya la convocatoria de referéndum, tampoco ha sido un real opositor a las medidas de recortes. Otros, como Iniciativa per Catalunya Verds (que pertenece a Izquierda Unida), pese a estar de acuerdo en convocar sobre el derecho a decidir, no define una postura sobre la independencia.

En la posición contraria están una serie de grupos españolistas y partidos como el Partido Popular Catalán y Ciudadanos; el Partido Socialista Catalán se muestra en contra de la independencia y promueve una reforma del Estado por medio de un sistema federal y de mayores competencias para las Comunidades Autónomas.

La izquierda radical aglutinada en CUP ha impulsado el referéndum, oponiéndose a las medidas de austeridad del gobierno catalán; pese a eso es cuestionada por no levantar un programa socialista independentista como algunas organizaciones marxistas y trotsquistas minoritarias lo plantean; aunque al igual que en Escocia, existen grupos como Corriente Roja-LIT que se oponen por las mismas razones que en el RU.

En Madrid el gobierno de Mariano Rayo anuncia que el referéndum no tendrá ningún tipo de legalidad pese a que al ser consultivo, carece de fuerza legal, y busca que el Tribunal Constitucional lo declare inconstitucional. Es muy probable que esto suceda pues al ser éste, al igual que la monarquía los ejes de estabilidad del régimen político, mantendrán a toda costa el Estado burgués post franquista.

Queda por resolver, en caso de que salga afirmativa la independencia, qué hacer si el referéndum es solamente consultivo; y al igual que en Escocia, quedan pendientes cuestiones prácticas y trascendentales como la pertenencia de a la UE y al Euro. De igual forma, en ambas regiones el gran capital financiero, los poderes concentrados en Berlín y Washington, y hasta gobiernos como China, se han opuesto a cualquier intento independentista, pues sobre todo en el RU, esto significa la erosión de la fortaleza imperialista de estos Estados.

Desde el Psoca consideramos que el derecho a la autodeterminación de los pueblos y a decidir su futuro como Estado independiente es un principio que todo marxista y revolucionario debe apoyar e impulsar. Sin embargo, es importante hacer la salvedad de que en todos estos casos existen fuerzas burguesas que, en proceso de decadencia por la crisis capitalista, buscan renegociar con los grandes capitales, los gobiernos estatales o las metrópolis imperialistas y tener una mejor tajada del pastel. Pero esto al no ser un fenómeno químicamente puro, va acompañado del repudio del proletariado a las metrópolis locales, por el hecho de que la crisis cae sobre sus espaldas.

Sin embargo, todavía es un hecho discutible en la izquierda la evolución del proyecto imperialista de UE y qué postura tener ante ciertos elementos positivos mínimos que tiene (como la libre movilidad de personas), considerado que pesa más su naturaleza reaccionaria, como la criminalización de la migración o la imposición de medidas de ajuste para beneficio del gran capital alemán, gringo e inglés sobre todo, y en menor medida italiano y francés. La única salida para los pueblos del mundo son las confederaciones socialistas regionales y continentales.


Por Nicolás Le Brun

El anuncio sorpresivo de la abdicación del Rey Juan Carlos puso en evidencia varias situaciones que se vienen dando en España desde hace casi un quinquenio con el estallido de la crisis de las subprimes en el 2008.

El rey, el próximo 19 de junio entregará la corona al príncipe de Asturias, Felipe, y así tratará de salvar en lo que se pueda una monarquía que se encuentra en los índices más bajos de popularidad de los últimos tiempos. Los escándalos de corrupción, el desgaste de los partidos tradicionales que han sostenido el régimen durante décadas y que tampoco escapan a los escándalos de corrupción, cierran una parte del marco en el que se desarrollan estos hechos. Por otro lado, las movilizaciones continuas de sectores del movimiento de masas, también han jugado un papel en este hecho político.

Una herencia del franquismo

La corona española había sido depuesta en 1931 por la declaración de la Segunda República y la revolución española que se desarrollo entre 1936 y 1939. La derrota del campo revolucionario a manos de los fascistas comandados por el general Francisco Franco dio paso a una sangrienta contrarrevolución que mantuvo el país sumido en una dictadura militar que llegó a su fin en 1975, con la muerte del dictador.

En ese momento se da la restauración de la monarquía y es Juan Carlos quien asume el trono. Esto no fue posible sin el consentimiento de todos los partidos políticos, comprendido el Partido Comunista Español dirigido por Santiago Carrillo que aceptó, luego de la legalización del PCE en 1977, el reconocimiento de la monarquía constitucional en 1978. Este proceso de reacción democrática pone de manifiesto la intención de impedir un ascenso revolucionario de las masas que pudiese poner en cuestión todo el régimen y hacer parches para desviar la atención.

La intentona golpista del 23 de febrero de 1981, pone en evidencia las contradicciones interburguesas producto de la transición y del creciente desgaste del gobierno de Adolfo Suarez. Esto lleva a un sector de la vieja guardia franquista a intentar derrocar el gobierno y restaurar el viejo orden. Sin embargo el rey juan Carlos se pone en contra de los golpistas, lo que le vale una bocanada de aire. A partir de este momento se instaura una especie de luna de miel entre la casa real y las masas españolas hasta que la crisis los separe.

Crisis económica y corrupción creciente de la burguesía y nobleza españolas

En artículos anteriores hemos retratado la situación de crisis creciente y las movilizaciones que dieron origen a una situación de inestabilidad política en el seno de los dos partidos mayoritarios: el PP, Partido Popular de derecha y el denominado de “izquierda” Partido Socialista Español, PSOE. Ambos partidos han concertado un modelo para hacer caer sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo el peso de la crisis del 2008. Las medidas de austeridad no han cesado de ir aumentando en intensidad. La educación, la salud, las pensiones, los salarios y todo el tejido social del Estado se ha ido desarticulando debido a los drásticos recortes. Miles de españoles han emprendido la ruta de la migración económica hacia otros países de Europa, fundamentalmente pero también hacia países de América Latina, fundamentalmente México y Brasil. Los jóvenes trabajadores se han transformado en una masa pauperizada denominada “mileuristas” puesto que sus ingresos mensuales no sobrepasan esta suma, cuando no es mucho inferior.

Dentro de todo este contexto, la corrupción capitalista se hace cada día más grande. De esto no ha escapado la casa real. El yerno del rey así como su hija, la Infanta Cristina se han vistos envueltos en uno de los escándalos más grandes de los últimos tiempos. El caso Nóos también salpica a los dos partidos puesto que en los casos en cuestión han intervenido miembros de ambos partidos, pertenecientes al gobierno de Baleares para organizar eventos o planes inmobiliarios con el propósito de utilizar los fondos de la asociación sin fines de lucro para desviarlos a cuentas privadas y salarios de lujo. Durante años, precisamente desde el 2006, el monarca estuvo al tanto de los planes de su yerno e hija. Solo pudo maquillar un poco la situación al trasladar de los puestos públicos en los cuales se encontraba Iñaki Urdagarin para que no figurara en las juntas directivas de las diferentes sociedades fantasma que había construido y de la misma Nóos. Eso no impidió que pudiese seguir metiendo mano y cobrando altas sumas hasta que el proceso estalló y fue llevado a los tribunales. Esto ha provocado un golpe más para la figura real, debido a que la Infanta Cristina ha sido formalmente acusada por los delitos de blanqueo y delito fiscal, el 7 de enero de este año.

Por otro lado, el gobierno del Partido Popular no ha escapado de los golpes de los escándalos de corrupción. El caso denominado Bárcenas, antiguo contador del Partido, revelo el pago de sumas no declaradas a los jerarcas del partido, empezando por el presidente del gobierno Mariano Rajoy. Este y otros miembros habían recibido sumas que iban de 5000€ a 15000€ mensuales. Algunas figuras del partido ya han admitido haber recibido esos dineros y los documentos que lo prueban han aparecido. Sin embargo el caso ha sido silenciado para evitar mayores complicaciones para el gobierno y el régimen .

Por otro lado el PSOE no escapa a la crisis. El último detalle en esta cronología es la renuncia del secretario general del partido, el 26 de mayo, luego de las elecciones al parlamento europeo que representó una derrota del partido al perder 9 escaños y cerca de un 16% de los votos. Este castigo no solo alcanzó al PSOE, también el PP perdió una cantidad similar de puestos en el Parlamento Europeo, ocho en total y retrocedió en la cantidad de votos en un porcentaje similar.

Las movilizaciones de los indignados se han logrado consolidar en un partido político que ha logrado en las mismas elecciones del 25 de mayo al parlamento europeo, la obtención de cinco escaños. El partido Podemos logra canalizar una parte de la indignación a su favor con un 8% de la votación, el equivalente a 1 240 000 votos. En su discurso critica las bases del pacto que ha llevado a la monarquía al poder, “el régimen del 78”. Este grupo se ha abierto un espacio mediático al crear una emisión televisiva que se difunde por internet, llamada “La Tuerka”.

Los grupos de resistencia se siguen manteniendo activos, a pesar de que las movilizaciones han perdido la intensidad de los primeros tiempos y sobre todo de que las burocracias sindicales afines al régimen han dejado de lado las huelgas generales, llevando al terreno de la democracia burguesa, las votaciones, la lucha que llevan desde hace unos cinco anos en forma ininterrumpida.

Por otro lado, las presiones separatistas de la Comunidad Catalana han hecho también mella en la monarquía. El llamado al referendo separatista y las movilizaciones multitudinarias para exigir la independencia de Cataluña sumergen también en la crisis política al régimen. La opresión de las nacionalidades representada primero por la monarquía española y luego seguida por el franquismo no dejan de animar los sentimientos nacionalistas que encubren el malestar de las masas que creen que sus problemas pueden ser solucionados dentro de las fronteras nacionales. Algunos sectores de la burguesía catalana aspiran a ser los amos de su región, pero dentro del contexto europeo actual la disgregación de los estados nacionales no esta a la orden del día sobre todo porque las mismas reivindicaciones son tomadas por diferentes sectores nacionalistas de derecha en varios países como Bélgica con los nacionalistas flamencos del VlaamsBelang, los escoceses y otros mas.

La república ahora sin más demora

Las masas movilizadas han salido a pedir un referendo para constituir la tercera república española. Sin embargo, los partidos defensores del pacto del 78 se oponen férreamente. Las masas tienen una enorme tarea que implica en primer lugar deshacerse de este régimen heredado del franquismo que también permitió la total impunidad de los criminales de la dictadura. Esta tarea solo puede ser lograda en el marco de la movilización mas amplia de todos los sectores que levanten esta consigna.

En esto no caben las reivindicaciones separatistas que no resuelven nada, solo el cambio de explotador, de un grupo burgués a otro. Las diferencias de las autonomías deben ser respetadas dentro de un contexto de amplias libertades democráticas. Esto también podrá ser logrado en el marco de la derrota de este régimen.

El resultado electoral de “Podemos” debe llamar a profundizar la movilización y emplazar a las organizaciones obreras y populares a preparar la huelga general contra la coronación del nuevo monarca ilegítimo.

Más artículos…

Hemeroteca

Archivo