Por Armando Tezucún

El conflicto interburgués abierto durante el gobierno de Otto Pérez Molina y el Partido Patriota, que se agudizó en el año 2015 con la renuncia, captura y enjuiciamiento del presidente, la vicepresidente y muchos de sus ministros y funcionarios, ha entrado en una nueva fase de crisis.

Al desplazar al gobierno patriota, La oligarquía y el imperialismo acordaron una salida que daba la oportunidad de asumir la presidencia a un político novato, Jimmy Morales. Las revelaciones del caso de financiamiento electoral ilícito durante la campaña electoral de 2015, por el cual hay un antejuicio planteado contra Morales, muestran que la oligarquía aportó fondos al partido del ahora presidente, apostando por esa solución. Sin embargo, Morales y su partido, el Frente de Convergencia Nacional-Nación (FCN-Nación), terminaron aliándose con los grupos corruptos de militares que dominaron en el gobierno de Pérez Molina, llevando a nuevos conflictos y crisis.

Al igual que hace justamente un año, el enfrentamiento se ha expresado en el conflicto entre el presidente Morales y su gobierno, aliado con un fuerte bloque de diputados vinculados a grupos corruptos, y por el otro lado, la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el Ministerio Público, y la Procuraduría de los Derechos Humanos.

La respuesta de Morales a las acusaciones por financiamiento electoral ilícito, la solicitud de levantamiento de su inmunidad, y la posibilidad de anulación del FCN como partido legal, ha sido el anuncio, el 31 de agosto, de la no renovación del mandato de la CICIG, que vence en septiembre de 2019, y días más tarde, la prohibición de que el jefe de la CICIG, Iván Velásquez, ingrese al país luego de un reciente viaje a Estados Unidos.

En sus declaraciones, un envalentonado Morales ha dicho que no acatará “órdenes ilegales”, alegando que ha actuado en el marco de la ley. Dado que en septiembre de 2017 la Corte de Constitucionalidad (CC), a raíz de que Morales declarara non grato a Velásquez, ordenó al presidente no obstaculizar la labor de la CICIG ni su comisionado, es posible que el mandatario esté actuando en la ilegalidad, al desobedecer la orden de la máxima corte del país.

Hay una serie de amparos y acciones planteadas ante la CC, solicitando revertir las decisiones del presidente Morales, y que protegen a la CICIG y a Velásquez. Si los magistrados de la CC resuelven a favor y el mandatario y su gobierno se niegan a obedecer, se estaría gestando una ruptura del orden constitucional y un autogolpe de estado. Por otro lado, el bloque de diputados aliados del gobierno aprobaron en segunda lectura una serie de reformas a la Ley en Materia de Antejuicio, las cuales buscan que el Congreso de la República conozca directamente los procesos de antejuicio, sin que pasen primero por la Corte Suprema de Justicia. Si las reformas fueran aprobadas en tercera y definitiva lectura, las bancadas aliadas al gobierno podrían aprobar antejuicios contra cualquier funcionario que les sea incómodo, incluyendo a los magistrados de la CC, de la Corte Suprema de Justicia y al Procurador de los Derechos Humanos. Este sería el complemento del autogolpe.

La respuesta del imperialismo estadounidense a las acciones del gobierno contra la CICIG ha sido ambigua, reflejando las diferencias políticas entre congresistas y senadores demócratas y el gobierno y representantes republicanos. Al parecer ha habido un acuerdo entre ambos grupos, al plantear una reforma a la CICIG, entre otras cosas, nombrando un sub-comisionado que garantice mejores controles. Esta opción fue comunicada vía telefónica por el Secretario de Estado Mike Pompeo al presidente Morales el jueves 6 de septiembre; Morales y su gobierno lo interpretaron como un gesto de apoyo. Los países donantes de la Unión Europea y la Organización de la Naciones Unidas, en cambio, han dado su respaldo tajante a la CICIG y al comisionado Velásquez.

El grupo oligárquico de la burguesía, a través de sus cámaras empresariales, han expresado una postura tibia y cautelosa, que refleja que su prioridad es la estabilidad política que garantice la buena marcha de los negocios. No podemos esperar, entonces, un paro empresarial en contra del gobierno de Morales, similar el de agosto de 2015 contra Pérez Molina.

Esta vez claramente de toca al movimiento popular, indígena, campesino, sindical y estudiantil, defender, ya no a la CICIG y a Velásquez, sino las libertades democráticas y los derechos humanos básicos, contra un autogolpe del presidente Morales con el apoyo del Congreso y del ejército. Son necesarias las movilizaciones, bloqueos, marchas, que ya están correctamente programadas, que culminen con un pago general de 24 horas, exigiendo la renuncia de Morales y su gobierno.


Por Leonardo Ixim

La marcha del domingo 2 de septiembre, convocada por las iglesias cristianas (católicas y evangélicas) y judía, y organizaciones conservadoras, logró movilizar una cantidad grande de personas que utilizó el discurso del miedo, en contra del proyecto de ley 5376 presentado por la diputada Sandra Moran, para la protección a niñas menores de edad.

El evento contó con el apoyo y el financiamiento de sectores que respaldan a Jimmy Morales en su embestida contra la CICIG, aunque en la marcha se cuidaron de no lanzar consignas relacionadas a la expulsión de hecho del comisionado Iván Velázquez.

El proyecto de ley fue elaborado por varias organizaciones de mujeres y de juventud; previamente, en la Comisión de la Mujer del Congreso de la República hicieron la pantomima de realizar consultas. Esta comisión es dirigida por el diputado ultra conservador Aníbal Rojas, del partido Visión con Valores (Viva), una agrupación fundada por el pastor y ex canciller del gobierno del Partido Patriota, Harold Caballeros, contando con una bancada de diputados tránsfugas. El proyecto promueve una serie de medidas y programas que obliga al Estado a proteger los derechos de las niñas en general, población vulnerable, discriminada y víctima de distintas formas de violencia; niñas pobres con nulo o poco acceso a servicios sociales.

El proyecto generó una reacción retrógrada, sobre todo el artículo 7, que busca eliminar la punibilidad al personal médico por la interrupción voluntaria del embarazo en niñas menores de 14 años cuando son víctimas de una violación sexual, así como la reforma al artículo 173 del Código Penal, permitiendo la interrupción en las 12 semanas de gestación. El embarazo forzado -la mayoría de embarazos de menores de edad lo son y se da por violencia sexual- es una realidad lacerante en Guatemala, país que muestra altísimas cifras de embarazo en adolescentes.

Con su ideología retrógrada y contando el apoyo de la oligarquía, los grupos ultra conservadores aducen que es un paso para la legalización del aborto. Derecho que como marxistas defendemos, ya que las mujeres deben tener la libertad de decidir si tienen o no tienen hijos; en Guatemala además es permitido el aborto terapéutico. Existe una campaña para ir disminuyendo los derechos sexuales y reproductivos de la clase trabajadora, pese a que el proyecto de ley es más amplio. Ante eso, las organizaciones promotoras del proyecto tuvieron que recular, eliminando ese artículo, acción que no detendrá la embestida.

Otra propuesta de ley (la 5395) sometida a la ira de los reaccionarios es la de Identidad de Género que obliga al Registro Nacional de Personas a que la población travesti y transexual tenga la libertad de identificarse según el género deseado. Este es otro sector del proletariado que por su opción sexual ha sido víctima de violencia -en las últimas semanas habido varios asesinatos- y están desprotegidos, lo cual obliga a muchas de ellas a prostituirse.

Contrario a eso, existe el proyecto de ley 5272, impulsado por el diputado Rojas, que busca cercenar estos derechos sexuales y reproductivos; ésta ha pasado ya dos lecturas en el pleno del Congreso de las tres necesarias para ser aprobada. Plantea la prohibición del aborto en general, afectando con ello a las mujeres pobres que lo realizan en la clandestinidad, imponiendo penas de hasta 12 años a quienes lo practiquen; también se propone cerrar el paso al matrimonio entre personas de un mismo sexo y prohibir a entidades educativas impartir Educación Sexual Integral aduciendo que es “ideología de género”, cuando la realidad del capitalismo actual rebasa esa forma de familia de una pareja heterosexual.

La marcha fue masiva, porque además del financiamiento de grupos empresariales contó con la movilización de las parroquias y sectas, aduciendo argumentos demagógicos como la defensa de las dos vidas con respecto al aborto, cuando la vida en gestación es un proceso y no existe a priori; pero aun peor, personeros de estas organizaciones que no son mas que fachadas de las iglesias, anuncian una “revolución por la familia”, argumento similar al usado por distintas corrientes fascistas en el mundo.

Otro debate de fondo es el carácter no laico del Estado guatemalteco, donde la libertad de conciencia es tenue, así como la separación entre política y religión. La reacción usa de base a sectores de la pequeña burguesía y moviliza demagógicamente a clases populares con el fin de imponer una educación confesional y aún más restrictiva de los derechos humanos del proletariado. Por tanto ese debate tiene que ser parte de una Asamblea Constituyente Popular y plurinacional, pero es necesaria la organización para hacerle frente a estas iniciativas restrictivas de derechos. 


Por Joseph Herrera Carranza

El viernes pasado, después del mediodía, el infame operador de la camarilla militar que administra el gobierno de la república, el títere Jimmy Morales Cabrera se presentaba flanqueado por oficiales del ejército y de la policía, cual infame dictadura militar de los años 80s –solo nos hizo falta la marimba en la radio intervenida–, para anunciar que no solicitará a la ONU la renovación del mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) después que éste venza en septiembre de 2019.

Sabemos bien que la crisis del régimen que desde 2015 se mueve en las alturas, en los palacios del poder, en las embajadas extranjeras, en las cámaras empresariales, representa la pugna entre sectores económicos igualmente corruptos, que han usado al Estado y al régimen político nacido de la contrarrevolución de 1954, que sepultara nuestra primavera, para enriquecerse durante sus diferentes administraciones en el gobierno.

Toda crisis en las alturas del poder político puede ser una crisis aprovechada por el pueblo para poder profundizar la lucha y cambiar de raíz el sistema político, económico y social del país, de permanente desigualdad, hasta restaurar la democracia revolucionaria de 1944-1954, con un gobierno bajo control popular.

Conforme a esto, nos presentamos el sábado 1 de septiembre a solicitar audiencia ante el Consejo Superior Universitario (CSU) y el nuevo Rector “magnifico” Murphy Paiz, en la sesión extraordinaria del máximo órgano de dirección universitaria. Solicitamos que el CSU se pronunciara sin tardanza ante esta nueva etapa de la crisis política que atraviesa el país y que emanado de esto el CSU llamara al Paro Nacional de toda la USAC, preparando al pueblo de Guatemala para el Paro Nacional de 24 horas para detener el crecimiento reaccionario y militarista del gobierno del payaso y sus titiriteros. Ellos representan a los sectores más oscurantistas del ejército de Guatemala y de la burguesía emergente opositora al Plan Imperialista Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica, que busca que todo cambie en la superficie, para que nada cambie de fondo.

Junto a esto, se solicitó el pronunciamiento del CSU exigiendo el cumplimiento de los deberes de ley del gobierno con respecto a entregar el 5% constitucional del presupuesto nacional a la USAC y su equiparación de acuerdo a la inflación; junto con exigencia pública de la remoción de la inmunidad de Jimmy Morales y la pronta cancelación por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de los partidos políticos FCN y EG.

De esta audiencia solo se logró reafirmar lo que ya se sabía, la neutralidad cómplice de la gran mayoría de consejeros (más de 20) que se ausentaron y el operar desorganizador de la mayoría de los que si estaban presentes (15), así como la del Rector, que amenazado por los diputados usó como excusa que al movilizarnos el gobierno nos cortaría el poco presupuesto para el funcionamiento de la USAC.

Murphy reafirmó de esta manera su poco compromiso por defender en los hechos la autonomía universitaria y no volver a la USAC rehén del Pacto de Corruptos del raterío que es el congreso de la república.

De la audiencia ante el CSU se logró la elaboración de un tibio pronunciamiento de la universidad elaborado por el Instituto de Problemas Nacionales (IPNUSAC), mientras los consejeros, recordando que la universidad atraviesa por una crisis económica grave, gustaron de servirse entrada, plato fuerte y postre mientras los estudiantes les exigimos salir a cumplir su papel histórico frente al pueblo de Guatemala, que es a quien nos debemos en los hechos, no en las palabras y en la zalamería electoral del momento.

EN LOS HECHOS

Se logró más afuera del CSU, ya que las diferentes presentaciones del movimiento estudiantil organizado como el Consejo Consultivo Estudiantil Universitario (CCEU), conformado por las asociaciones de estudiantes del Campus Central, así como junto con la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), logramos dibujar una necesaria unidad de acción en la lucha. Hemos coincidido en llamar toda esta semana a Asambleas Estudiantiles en cada unidad académica que cuente con Asociación legalmente constituida y acuerpar como Coordinadora Estudiantil de la Universidad (CEUSAC) ahí donde no las hay o siguen operando los mafiosos de la ilegal Comisión Transitoria como agentes desorganizadores del estudiantado. 

EL PLANTEAMIENTO ES CLARO

Llamar a todos los estudiantes a nivel nacional a declararse en Asamblea Nacional Permanente de Estudiantes no solo en la capital, sino en todos los centros regionales del país y concurrir a la Asamblea General de Estudiantes los días jueves 6 de septiembre, de esta manera se debe seguir convocando hasta que la Asamblea Estudiantil cubra a todas las jornadas y horarios. Hacia un Paro Nacional de Estudiantes que prepare en todo el país para un Paro Nacional de 24 horas que exija la caída del gobierno del payaso y la conformación de una nueva Asamblea Nacional Constituyente de todos los pueblos que conforman Guatemala, que cree una nueva constitución política al servicio de las grandes mayorías. La corrupción no es la causa, es el síntoma de todo el régimen político y económico dominante en el país.

Por tanto

No creemos en movilizaciones aisladas donde concurran las mismas personas de siempre, creemos en romper el aislamiento de la dirigencia estudiantil para con sus gremio y que sea el estudiante en asambleas independientes el que decida en los hechos cuales son las posturas del movimientos estudiantil, no solo con respecto a la crisis política nacional, sino con nuestros problemas diarios como estudiantes, así como con la crisis financieras que amenaza con profundizar la privatización de la única universidad pública del país, crisis que la administración no parece querer solucionar.

¡Creemos que el poder está en las bases –aun dormidas– del estudiantado sancarlista!

Creemos que es el estudiante el que con la altura que solo da la historia puede mostrar el camino al pueblo entero. Esta no es una lucha por defender a este o aquel operador político de la comunidad internacional, esta es una lucha por no dejar que el gobierno cada vez más reaccionario de Jimmy Morales nos regrese a los años 80s, donde fue la comunidad sancarlista una de las que más sacrificios en vidas humanas puso ante las continuadas dictaduras militares, financiadas y apoyadas por los Estados Unidos, que ahora oportunistamente les combate.

Nuestra lucha es por la democracia, porque todos seamos iguales ante la ley, por los hospitales desabastecidos, por las escuelas colapsadas, por el pueblo reprimido, por el campesino hambriento, por la patria sojuzgada, por nuestra democracia revolucionaria de 1944, por los caídos, por los que lucharon hasta el último minuto, por los estudiantes de ayer y hoy, que descansan en el destierro o en el olvido.

¡NUESTRA LUCHA ES POR ESTAR DE PIE JUNTO A NUESTRO PUEBLO EN ESTA NUEVA HORA DE OSCURIDAD!

¡POR UN PARO NACIONAL DE ESTUDIANTES!

¡POR UN PARO NACIONAL DE 24 HORAS DE TODO EL PUEBLO!

¡POR LA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE AL SERVICIO DE LAS MAYORIAS!


Por Juan P. Castel

Un año ha pasado vertiginosamente entre la desmovilización y uno que otro foco espontáneo de protesta estudiantil,  sin un balance claro de lo ganado, lo perdido y lo que se ha demorado en el vaivén de los días del estudiantado sancarlista; no  sería otra cosa que recaer en el sentir de grupo o facción, tan prolongado por su origen de clase en el comportamiento de las organizaciones estudiantiles (Asociaciones, Comités de Huelga, Colectivos, Frentes y plataformas estudiantiles de todo tipo) que se desenvuelven en el ámbito de representación universitaria. Serían también intentos facilones los de endosar toda culpa  de lo demorado en el restablecimiento pleno de la democracia estudiantil, así como cualquier logro o victoria parcial del movimiento estudiantil universitario en Guatemala, al grupo que actualmente administra, –porque no ejerce– la dirección del movimiento universitario, el más grande y concentrado de la patria centroamericana.

Por esto mismo, trataré de dibujar las situaciones concretas en que la lucha estudiantil, así como su representación ha dado salto de calidad  y en otros, en los que, en detrimento de la independencia misma del movimiento estudiantil han retrocedido o han perdido parciamente un combate contra las estructuras mafiosas y político-partidistas  de carácter nacional. Éstas buscan en este periodo (2017-2018) asaltar las representaciones estudiantiles en todos los grados y niveles, así como en la mayoría de las unidades académicas (facultades, escuelas y centros regionales) posibles, entrando al año preelectoral donde dejara réditos tener fichas serviles en la única universidad pública del país.

Las primeras elecciones después 19 años

Es innegable que la restitución del proceso electoral después de 19 años de ausencia parcial o total de procesos democráticos fidedignos para la elección de  la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), más que un logro parcial para este o aquel grupo o camarilla (Frente Estudiantil) que se ha hecho con la administración temporal (2017-2019) de la máxima dirección política del estudiante universitario, es antes que nada, una victoria para todo el movimiento estudiantil en Guatemala; victoria para enfatizar el papel del Consejo Electoral Universitario (CEEU) que llevó a buen puerto la primera elección después de tanto tiempo y del Consejo Consultivo Estudiantil Universitario (CCEU) que convocó al electoral para ejecutar un proceso electoral desconocido por su desvanecimiento para la mayoría de la población universitaria durante casi dos décadas. Esto, aunque nos quieran engañar y el engaño sirviera momentáneamente para que el grupo ganador tratara de validarse, solo durante los primeros meses ante la opinión pública (prensa), que no es la opinión que la mayoría del estudiante tiene hoy sobre su actuación, ni siquiera la opinión mayoritaria dentro de la porción de la población estudiantil que les ha votado. Insisto que todo lo logrado es antes que nada regresar a la democracia, aunque esta sea imperfecta, siempre es mejor que estar en la sombra del fraude y de la violencia mafiosa con la que tuvieron que luchar las generaciones anteriores a las nuestras.

Indiscutible es también, a pesar del pesimismo propio de los que viven entre la esperanzas ciegas del momento y el hundimiento periódico de las buenas intenciones que sostienen a estas últimas, que la lucha incansable de las generaciones que van desde el año 1998 –última elección democrática para la AEU– hasta la de 2017 logró capitalizar toda la tradición de lucha y resistencia contra la banda mafiosa que usurpó y sigue aun usurpando algunas de las representaciones del poder estudiantil en diferentes ámbitos y niveles. Estos espacios son las asociaciones de estudiantes cooptadas en las facultades y escuelas (Económicas, Humanidades, Bellas Artes, EFPEM y ECTAFIDE y en comités de huelga anti-populares y cuasi paramilitares en varias de estas unidades académicas), así como los puestos de representación en consejos directivos y en comisiones de carácter nacional… puestos que la actual AEU no ha recobrado o simplemente no les importa recobrar. Por poner un ejemplo: la voz y el voto del estudiante ante la Comisión de Transportes Municipal, que velaría en los hechos por el respeto a los intereses de la masa estudiantil en el ineficiente y casi inexistente trasporte público que usan diariamente cientos de miles de estudiantes para asistir a la única universidad pública del país.

El carácter cualitativo de la democracia

Cabe recordar que los mafiosos de la ilegal comisión transitoria, así como de sus espurios comités de huelga, se ufanan continuamente que la actual AEU, electa democráticamente no representa a ningún sector estudiantil importante y que carece del apoyo de la comunidad estudiantil. Claro, esto lo hacen después de que la actual AEU ha perdido torpemente la aureola de esperanza que la mayoría del estudiantado les concedió como la primera representación democrática después de 19 años de usurpación mafiosa. Este respaldo fue generalizado incluso entre los grupos y votantes que no les apoyaron durante la elección pero que acudieron en los días posteriores a acuerpar la democracia que renacía; sin mencionar el adalid artificial que de ellos se hizo la prensa burguesa al inicio para hacerles parecer lo que nunca fueron (una representación independiente de las agendas de las ong`s parasitarias y de sectores empresariales advenedizos con intereses gremiales sectarios al estudiante y a la población guatemalteca en general), como otro de los  artilugios publicitarios de la novedad del momento, que poco a poco perdió interés para todos, incluso para el sector a quien se debían desde el inicio: el estudiantado.

Pero hagámosle justicia a la verdad, recordemos que para la elección de 2017 que se celebró el 19, 20 y 21 de agosto votaron un poco más de 16 mil estudiantes para un padrón de un poco más de 140 mil estudiantes registrados en el Campus Central de zona 12, Paraninfo Universitario y Centro Universitario Metropolitano (CUM) que podían ejercer su voto para la AEU. Esto quiere decir que votó un poco más del 10% de los estudiantes habilitados para votar; esto es un logro, desde el año 2000 votaron acarreados o simplemente no se celebraban elecciones, ni por asomo de los mafiosos de parecer representativos de algo o de alguien. Luchar contra la apatía nunca es tarea fácil, pero eludirla ha sido el mayor error de la actual AEU, incluso dándoles posiciones ganadas por el estudiante a los mafiosos, que el estudiante mismo expulsó por medio de las elecciones.

De los 16 mil estudiantes que acudieron a dar su voto para ver restituida la democracia, un poco más de 6 mil estudiantes apoyaron al proyecto ganador. Con esto se repiten los males de la democracia cautiva de la política nacional, en la cual el partido ganador siempre hace gobierno con la mayoría de los votantes en contra –la mayoría votó por otras opciones políticas–, enfermedad propia de la democracia burguesa liberal “representativa”.

Pero pese a esto, el salto de calidad es incuestionable. Sería bueno preguntar en el sin fin de páginas falsas, como No Nos Tienes, donde los mafiosos de la transitoria dicen que la actual AEU no cuenta con representación de ningún tipo, ni apoyo de ningún sector, no solo invalidando al actual secretariado en funciones, que fuera de cometer muchos errores y de omitir tareas históricas del movimiento estudiantil prometidas por ellos durante la campaña; los mafiosos atacan también al proceso democrático –que es imperfecto, claro–, desdibujando el mandato de los 16 mil estudiantes que creyeron en el proceso, número de participación que gracias a los desatinos de la actual AEU, en la próxima elección sin duda será doblado o triplicado. ¿Y a ustedes mafiosos cuánta gente les ha votado?

Así como el proceso de usurpación de la democracia estudiantil no sucedió de la noche a la mañana, el proceso por la restitución de los derechos estudiantiles de representación, así como el de fortalecer la institucionalidad de las organizaciones y de la democracia de las y los estudiantes, será un proceso largo. Y éste no solo dependerá de que en un año el actual secretariado de la AEU, así como el CCEU convoquen al CEEU (electoral) para volver a concurrir hacia la segunda elección democrática, que proceso con proceso sin importar el grupo, colectivo o camarilla que se haga de la máxima dirección estudiantil en Guatemala, ayudará a fortalecer los mecanismos de elección democrática, así como al poder estudiantil.

¿Y la asamblea general de estudiantes qué?

Ha pasado un año de las primeras elecciones democráticas para el secretariado de la AEU, pero muchas de las promesas que con lisonjearía hacían en campaña los integrantes del proyecto ganador no han pasado de las publicaciones de Facebook y de uno que otro afiche desligado de la realidad concreta y de los problemas que día a día debe sortea la población estudiantil.

Una de esas promesas fue la de celebrar en los primeros días después de la toma de posesión del nuevo secretariado una asamblea general de estudiantes, que integrara a la política estudiantil a las grandes masas de estudiantiles que soportan los problemas cada vez mayores para poder ser estudiantes en una realidad que les adversa. La asamblea se pospuso –quizá indefinidamente– con el crecimiento del descrédito de la actual AEU, que prefirió virar hacia las ongs de toda índole, en lugar de respaldarse en el apoyo estudiantil con el cual se regocijó en los primeros días. Esos días ya están muy lejos, la mayoría de la población estudiantil ha abierto los ojos; agentes del gobierno nacional de turno incluso buscan ya capitalizar el descontento y el descrédito de la actual AEU, para llevar a sus sirvientes a las elecciones del año que viene.

Así también los parásitos de la comisión transitoria han retrocedido de la vista pública, para preparar también ellos sus fichas en la lucha por las presentaciones estudiantiles y de un pequeño porcentaje del poder que instauraría tener cautivas las presentaciones entrando al último año de gobierno del FCN. Por todo esto, es el estudiante el único capaz de poder llevar acabo el fortalecimiento de sus órganos de dirección, vigilante de las movidas que harán los operadores tanto de los mafiosos, como del gobierno para tomarse por asalto las asociaciones, los comités, las representaciones estudiantiles ante el consejo superior, así como los directivos de cada unidad académica, sin olvidar el secretariado de la AEU que debe ser votado el año próximo.

Aún queda mucho por andar

Sin dudarlo se ha ganado mucho, el estudiantado ha ganado mucho, pero las victorias no pueden ser encuadradas fácilmente en logros que no se verán sino hasta que el estudiante se integre definitivamente a la organización de sus destinos, por medio del fortalecimiento de sus organizaciones lectivas como la AEU o colegiadas como las representaciones en directivos de unidades académicas, así como ante el Consejo Superior Universitario.

Solo con el interés de la gran mayoría de los estudiantes podremos alejar de una vez por todas a los grupos mafiosos que con la fuerza de la violencia buscan preservar sus intereses, que muchas veces no son más que los intereses de los grupos de poder, ligados a la rancia derecha nacional o a alguna facción del ejército que acribillara a dos generaciones de estudiantes durante la guerra civil.

Es imperativa la crítica individual como construcción del criterio colectivo de nuestro tiempo, pero esta crítica no debe estar desligada de lo que se ha avanzado en un corto periodo. Sin importar qué grupo logró consolidar la institucionalidad de nuestra AEU, esta institucionalidad estará vaciada de contenido práctico, si el estudiante sigue viéndose como ajeno a sus propios problemas que aquejan su realidad cotidiana. No solo debemos exigirle al actual secretariado de la AEU que cumpla con su plan de trabajo, que hasta el día de hoy, solo ha quedado como un ficticio plan publicitario para hacerse con los cargos, pero ausentándose aun la necesaria representación digna del estudiante; pero esta culpa no es solo de este o aquel grupo, también encuentra su originen en la apatía y el desasosiego de la comunidad universitaria.

Sin olvidar que el tema de desfinanciamiento de la USAC será usado por el actual rector Murphy Paiz más temprano que tarde, para poder montarse sobre el movimiento estudiantil y de esa manera presionar al Congreso de la República para hacerle espacio a los intereses de la camarilla corrupta Galvez-Paiz. Por eso el estudiante debe estar vigilante y organizar sus expresiones políticas para concurrir a las diferentes elecciones y exigir independientemente el 5% del presupuesto nacional para la USAC, el 100% de trasparencia en la ejecución del gasto y el 0% de corrupción en la administración de nuestra USAC.


Por Hercilia Cáceres

Desde hace meses en la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) se ha escuchado en repetidas ocasiones el nombre de Movimiento Juventud, una organización aparentemente estudiantil que ha realizado un sinnúmero de diplomados y voluntariados desde el primer semestre del presente año, principalmente en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Cuando se observa la imagen del ya mencionado movimiento se asocia a primera vista con la imagen del Consejo Nacional de la Juventud (CONJUVE). CONJUVE es una entidad gubernamental del organismo ejecutivo, actualmente a cargo de Edgar Chin, relacionado de manera directa con el partido oficial Frente de Convergencia Nacional (FCN).

El Consejo Nacional de la Juventud tiene como tarea establecer políticas públicas que respondan a las demandas de jóvenes guatemaltecos. Edgar Chin es licenciado graduado de la Universidad Galileo, con algunos postgrados realizados en otras universidades privadas y en la actualidad es estudiante activo del Doctorado en Derecho Penal dentro de la USAC. En los últimos meses se le ha visto dentro de la universidad, realizando proyectos, tales como: Rutas U, que brindan servicio de transporte gratuito durante jornadas nocturnas, y gestiones para brindar seguridad en los alrededores de la U.

Se presume que Chin busca intervenir desde el FCN- Nación y CONJUVE con personas afines con el oficialismo en puestos de representación estudiantil dentro de la USAC. Tal como es el caso de Movimiento Juventud, que ha buscado posicionarse dentro de las vocalías IV y V de la Junta Directiva de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Muchas de las personas que buscan puestos políticos es para poder obtener rédito académico, llenar curriculum o escalar políticamente hasta llegar a puestos estatales.

Relacionando todo lo expuesto anteriormente, se resalta la participación de Jorge Estuardo Girón Bances, estudiante de Pensum Cerrado y Kevin Josué Gutiérrez López, por parte de la planilla 1 Movimiento Juventud, aspirando a la vocalía V y IV de la Junta Directiva, respectivamente en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Estos dos personajes niegan poseer alguna relación con Edgar Chin o CONJUVE, pero la realidad confirma lo contrario, ya que en 2017 durante el mes de noviembre recibieron pagos correspondientes al renglón 029 por servicios técnicos; Estuardo Bances recibió un pago por Q.14,900 y Kevin Gutiérrez por Q. 75,000. Y en el mes de mayo por un monto de Q.273 a Estuardo Bances por el renglón 022. Nuevamente en junio del presente año se encuentran datos con un monto de Q.14,900 para Bances por el renglón 029.

Luego de brindar una entrevista a al blog Mural Rojo, los candidatos a la vocalía IV manifestaron montos aproximados de los gastos en campaña electoral. Bances expuso un gasto de aproximadamente Q.15,000, lo que resulta bastante ostentoso para una campaña estudiantil de un puesto que no genera remuneración económica pero sí provecho político. Este candidato expresó en otra entrevista a una canal de Youtube, que el dinero provenía de él mismo ya que poseía una plaza en el actual gobierno, aparentemente en CONJUVE. También cabe mencionar que utilizó una campaña clientelista, utilizando como propaganda el mismo mecanismo que utilizó el actual rector Murphy Paiz. Cabe mencionar que durante este mes se difundió un video en redes sociales en el que integrantes del Movimiento Juventud se visualizaban en una pelea a golpes aparentemente por financiamiento y puestos en CONJUVE.

Es necesario resaltar que en ocasiones anteriores se han realizado visitas obligatorias a las instalaciones de CONJUVE por parte de algunos cursos en esta facultad. Esto hace que los intereses de Edgar Chin sean un secreto a voces, buscando posicionarse en la política universitaria para obtener beneficios de la USAC para alcanzar metas con fines políticos, para lo que necesita personas afines en los puestos que le ayudarían a conseguirlo. Así mismo, desde la voz de Bances se ha escuchado que en Movimiento Juventud buscan crear un movimiento en toda la universidad, buscando integrar personas de diferentes unidades académicas, lo podría indicar un intento por participar en la próxima contienda electoral por la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU).

Personajes que se pintan del oportunismo como Bances (que afortunadamente no llegó al puesto de vocal) y Gutiérrez (del que aún no se conocen resultados) representan un verdadero peligro para el movimiento estudiantil que padece de apatía, organización y memoria histórica, ya que les brinda facilidad para comprar votos, sirviendo a los intereses más sucios del Estado Guatemalteco. Por ello es necesaria la unión del sector estudiantil y ver que el verdadero enemigo se encuentra en parásitos reaccionarios de la política nacional.

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