Por Orson Mojica

Centroamérica está en venta. Todas las burguesías del área, se alistan, presentan sendos proyectos, conspiran y compiten entre ellas para construir canales interoceánicos en cada una de las secciones de la nación Centroamericana. Todas guiñan el ojo a China, el poderoso imperialismo emergente que tiene, en momentos de aguda crisis económica, los recursos líquidos para impulsar esos fabulosos proyectos.

La competencia se ha acelerado a partir de la firma del acuerdo de concesión, entre el gobierno de Nicaragua y la desconocida empresa Nicaragua Canal Development Investment Co., Limited (“HKND Group”), para construir el canal interoceánico por Nicaragua. Todas las burguesías compiten para demostrar a China, las ventajas de construir el canal, seco o húmedo, en su territorio. Los rumores que detrás de la empresa HKND está el propio gobierno Chino, ha desatado una verdadera fiebre canalera, que llega a extremos de delirio y paroxismo.

El Canal seco por Guatemala

Antes que Nicaragua hiciera público su proyecto canalero, desde el año 2011, el gobierno de Guatemala había dado a conocer el proyecto conocido como Corredor Tecnológico de Guatemala, que consiste en una súper carretera de 140 metros de ancho, con cuatro carriles, de 372 kilómetros de extensión, junto a un ferrocarril y un oleoducto que cruzaría Zacapa, Chiquimula y Jutiapa, y que utilizaría Puerto Barrios, en el litoral atlántico, y el puerto de San Luis de Moyuta, en el océano Pacífico.

Esta obra tendría un costo de US$7 mil millones de dólares que serían financiados por Taiwán. Este mes de junio, el presidente Otto Pérez Molina visitó la isla de Taiwán, tratando de aprovechar las contradicciones entre esta “provincia rebelde” y China continental, para obtener el codiciado financiamiento. Pérez Molina, en una clara alusión a Nicaragua, dijo: “Allá están hablado de US$40 mil millones, acá estamos hablando de entre US$8 mil y US$10 mil millones, lo cual es una diferencia muy importante”. (Prensa Libre, 10/06/2013)

El Canal seco por Honduras

Recientemente, el presidente Porfirio Lobo dio a conocer que el 8 de Julio firmará el memorando de entendimiento con la empresa china Harbour Engineering Company Ltda (CHEC), que supuestamente se encargaría de construir el canal seco, una vía férrea, que uniría puerto Castilla, departamento de Colon, en la costa caribe, hasta el Puerto de Amapala, Isla del Tigre, en el golfo de Fonseca, costa del océano Pacifico.

Los trenes llegarían hasta el puerto de Amapala a través de un puente de 3 kilómetros de largo. Los conflictos fronterizos entre Nicaragua y Honduras, al parecer tienen su origen en este proyecto del gobierno de Honduras.

El canal seco por Honduras tendría ramificaciones en Nicaragua, uniendo a Puerto Corinto en el Pacifico, y también a Puerto La Unión, en la costa pacífica de El Salvador, con una extensión total de 370 kilómetros aproximadamente

¿Y El Salvador?

El Salvador no tiene costas en el océano Atlántico, pero aun con esta limitante geográfica, el gobierno salvadoreño esta contagiado con la fiebre canalera.

Álex Segovia, secretario técnico del Presidente Mauricio Funes, declaró recientemente: “esperamos con Honduras trabajar con el canal seco hacia el Atlántico. Ellos están interesados, nosotros también. El BID nos ha propuesto una estrategia para desarrollar toda la parte pacífica con conectividad con Guatemala y Honduras (el triángulo norte), y sí estamos interesados, lo que pasa es que tienen que entender que vamos por partes” (Prensa Gráfica, 22/6/2013)

Costa Rica también quiere competir

Costa Rica es el único país de Centroamérica que tiene relaciones diplomáticas con China. El gobierno de Chinchilla ha tratado de utilizar esa “ventaja” para impulsar su propio proyecto de canal seco. El conflicto con Nicaragua por el rio San Juan, dio origen al alocado proyecto de construir una carretera paralela al rio, conocida como “la trocha”.

Con ello, el gobierno de Chinchilla ha pretendido sentar las bases de una carretera que uniría los puertos de Moín y Limón, en la costa caribe, con un puerto a construirse en la costa del pacifico, a un costo bajo de 905 millones de dólares. Aunque se ha dicho que China financiaría ese proyecto, la realidad es que no hay nada oficial al respecto.

Defender la soberanía de Centroamérica

Todas las burguesías del área son entreguistas. Con el pretexto de abrir fuentes de trabajo, se disputan el látigo del emergente imperialismo chino. Un aparente progreso a costa de la esclavitud nacional. Los proyectos canaleros serian gigantescas maquilas, y los únicos beneficiados serian las transnacionales imperialistas. Algo tenemos que hacer para revertir ese proceso, sin negar la necesidad de una mayor integración de la economía mundial.


Por Juan Castel

“Por una política integral frente al problema mundial de las drogas en las Américas”, fue bajo este lema que dio inicio el pasado martes cuatro de junio, la XLIII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la ciudad colonial de Antigua Guatemala, ubicada a cuarenta kilómetros al sudeste de la capital guatemalteca. Bajo fuertes medidas de seguridad policial y militar, se dieron cita treinta cuatro representantes diplomáticos de los treinta cinco países adscritos a la Organización de Estados Americanos –exceptuando a Cuba-.

A la asamblea también se hicieron presentes los presidentes Laura Chinchilla y Danilo Medina, de Costa Rica y República Dominicana, respectivamente. La llegada de los diplomáticos fue precedida por el arribo del secretario general de la OEA, José Miguel Inzulza, que entregó al gobernante de Guatemala, Otto Pérez Molina el informe encargado por el representante de Colombia, en la anterior cumbre de las Américas (VI) realizada en Cartagena de Indias.

Informe lleva por nombre “El Problema de las drogas en las Américas”, fue desarrollado por un grupo de expertos adjuntos a la organización, y tiene como motivación ser el eje del debate acerca de cómo debe ser abordado el creciente y desbordado tema de las drogas y el narcotráfico.

Antecedentes

Podremos recordar que este debate fue lanzado a la opinión internacional y promovido en marzo del 2012, por el recién nombrado presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. Éste llamó a adoptar otras tácticas para combatir esta problemática, a lo que Estados Unidos contestó tajantemente “que no apoyaría una despenalización de los narcóticos ilegales”. A la postura de los USA se adhirió rápidamente una coalición de países (México, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Panamá, Colombia y Chile) liderados por el presidente del Salvador Mauricio Funes, quien mostró su descontento durante la visita de Obama a ese país.

Los pronunciamientos fueron diversos pero con un mismo hilo conductor; todos descartaban o reprobaban la idea. Y es así como la divergencia que comenzaría en la cumbre de las Américas, al seleccionar a Guatemala como sede de la XLIII asamblea general de la OEA mostraría las nuevas posiciones o la falta de ellas, acompañada de cero consensos que dejó la pasada asamblea celebrada del cuatro al seis de junio en Guatemala.

La llegada del emisario del imperialismo y su camarilla

La llegada de John Kerry se produjo el martes cuatro por la noche, acompañado de la secretaria adjunta para Latinoamérica Roberta Jacobson, del zar anti-drogas Gil Kerlikowske, del encargado de estado para asuntos antidrogas William Brownfield y de las ya conocidas medidas de seguridad de un diplomático imperialista, subordinando a la Secretaria de Asuntos Administrativos (SAAS) y al aparato de seguridad que la OEA le asignó, a las órdenes del servicio secreto en su estadía en Antigua.

El recién nombrado secretario de estado norteamericano sería el primero en regresar a una asamblea general de la OEA, desde que Hilary Clinton asistiera a la de Lima en 2010. Pero el veterano de la guerra de Vietnam y envejecido demócrata, no sería designado a esta misión por cosa menos importante que mantener la posición norteamericana firme –posición que se pintó de suave-, y de esa manera proseguir la presión a todos sus aliados fuertes en la OEA, donde Kerry, haciendo su mejor papel de emisario, habló durante su corta intervención en la asamblea de Antigua, como portavoz de Barack Obama.

No olvidemos que el pasado cuatro de mayo, se hizo presente en Centroamérica (Costa Rica) a la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), el representante del imperialismo norteamericano, el presidente Obama, que se reunió con los presidentes centroamericanos para promover la integración económica y cooperación conjunta para combatir al narcotráfico por medio del Programa de Iniciativa Regional para la Seguridad en Centroamérica (CARSI).

A través de este aparato prometió financiar la lucha antinarcóticos con 165.5 de millones más, que se añaden a los 495 millones que ya se han aportado a esa lucha, para que Centroamérica siga combatiendo al narcotráfico –y así seguir poniendo los muertos-; (ESCA 12/05/13 No. 155). Es de esta manera cómo John Kerry solo viene a secundar y promover la táctica que EU viene defendiendo desde hace 40 años y que ha dejado ya en México, en Colombia y en Centroamérica una pila de cadáveres, que rara vez, son ciudadanos norteamericanos. A esta posición Kerry le agregó una pobre crítica a las políticas norteamericanas para bajar la demanda del mercado de consumidores más grande del planeta. Kerry dijo: “que es crítico de EU en este tema, sabemos que es necesario reducir la demanda” (EFE 05/06/13). Cosa que todos sabemos, si EU bajara el consumo, no habría demanda y por lo tanto la estela de muerte y crimen disminuiría.

Lo que no dijo Kerry

Lo que se le olvidó al emisario mencionar fue: Que el mercado de la droga tiene una dinámica simple que se ha venido desarrollando en todos los países aturdidos por el narcotráfico, en la que la droga y el dinero van hacia el norte y las armas y la violencia se dirigen hacia el sur. Es esto lo que causa la mayor violencia tanto en México como en Centroamérica, donde los índices de criminalidad llegan a sobrepasar a los de países envueltos en guerras civiles. No solo ser el mayor consumidor causa muertes en el sur, si no ser también el mayor productor y traficante de armas, “tanto legales como ilegales”.

Lo que no les pareció importante

La XLIII asamblea general de la OEA, giró alrededor del tema de las drogas, que no dejó en ninguno de los veinte artículos desarrollados en la “Declaración de Antigua”, más que promesas de seguimiento en la siguiente asamblea extraordinaria de la OEA (Guatemala 2014) y de la cumbre de las Américas (VII), que se llevara a cabo en Panamá.

Pero los temas que no recibieron tanta atención y que hasta cierto punto puede considerarse un avance, fueron la aprobación el miércoles cinco, en la segunda sección plenaria de la “Convención Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia” y la “Convención Interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia”, avalada por todos los cancilleres, solo dejando reservas por parte Guatemala y Chile. En torno a esto adujo Pérez Molina “que su país por ser conservador dejaría sentado en la asamblea general el rechazo a la legalización del aborto y del matrimonio entre homosexuales” (Siglo XXI 06/06/12); esto aseveró Pérez Molina, cuyo partido dice ser de la “derecha popular”; y chile respondió en sesión plenaria “que el país favorece su aprobación pero se encuentra en proceso de consultas internas, sobre los mismos” (Ibid).

Esto le podemos agregar la petición de Nicaragua de incluir a Cuba de nuevo a la organización, petición a la que se sumaron Venezuela, Ecuador, Argentina, Brasil y Uruguay. Esto demuestra la pérdida de terreno de EU, que mantuvo una clara oposición hasta la anterior cumbre de Cartagena -Cuba fue excluida de la OEA en 1962, cuando proclamo el carácter socialista de su Revolución-. A esto se le unieron varios ultimátum de algunos representantes, donde decían que de no contar con la presencia de cuba en la siguiente asamblea, esta organización perdería toda representatividad; el delegado argentino Héctor Timerman dijo, “afirmo que la cumbre de las Américas nunca va estar completa sin la presencia de la hermana República de Cuba” (Agencia AP 06/06/13). En 2009 se levantó el veto, pero cuba se negó a regresar a un organismo que considera un “cadáver insepulto” al servicio de los interés de EU.

Venezuela y Ecuador denuncian a la CIDH

El otro tema que hubiera pasado desapercibido, si no se hubiera denunciado por parte del representante de Venezuela, secundada por Ecuador, Bolivia y Nicaragua es el que concierne a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a la que ellos tacharon de imparcial y de manejar métodos subjetivos, para realizar sus informes, y que estos se prestan a discriminación, selectividad e interpretaciones individuales.

El Balance sobre la asamblea general

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) rechazamos la presencia de la OEA por ser el ministerio de colonias de los Estados Unidos, como bien dijo el Che Guevara. Esta siempre maratónica forma de hacer asambleas, buscando tocar temas, que superficialmente se firman y se endosan en el papel, pero que en la realidad y más allá de la práctica, los Estados no suplementan y reafirman en sus políticas nacionales, no beneficia en nada a los trabajadores. Denunciamos al imperialismo norteamericano por hacer acto de presencia, que buscaba presionar las posiciones de sus más acérrimos aliados en su cruzada contra el narcotráfico y de esa manera hacer imposible cualquier posible acuerdo con respecto a la problemática de las drogas, lucha que a América Latina ha costado miles de muertes de ciudadanos, que han tenido la mala suerte de vivir geográficamente a la sombra del mayor consumidor de drogas, productor de armas y exportador de muerte y violencia. Por eso llamamos a la independencia política de las naciones de América Latina, ya que bajo la bandera de la despenalización buscan inmiscuirnos en una nueva trampa política.

Barack Obama cena con los presidentes centroamericanos

Por Orson Mojica

La segunda visita de Barack Obama a Centroamérica, el 3 y 4 de Mayo del año 2013, y su reunión con los presidentes del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) estuvo marcada por la secretividad, y por el énfasis en el libre comercio, la integración económica regional y la conversión definitiva de Centroamérica en un área de libre comercio, tutelada por Estados Unidos.

Objetivos de Obama en México: acelerar reformas y más libre comercio

Si América Latina es el patio trasero de Estados Unidos, México se ha convertido en la barda fronteriza. Con la implementación del NAFTA en 1994, la economía de México fue absorbida por los Estados Unidos.

En su discurso de despedida, Obama reconoció que “Estados Unidos y México tienen una de las mayores relaciones económicas del mundo. Nuestro comercio anual ya ha sobrepasado los $500 mil millones, que representan más de mil millones diarios”.

La visita de Obama a México no fue un simple acto protocolario sino que obedece a la necesidad del imperialismo norteamericano de garantizar el control del mercado mexicano, en momentos en que Estados Unidos se prepara para negociar simultáneamente el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (UE) y el Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP), con Brunei, Chile, Nueva Zelandia, Singapur y otros que puedan ingresar a este nuevo tratado de libre comercio.

Obama reconoció la interdependencia entre Estados Unidos y el resto de América Latina: “(…) más del 40% de nuestras exportaciones van a las Américas., Esas exportaciones están aumentando más rápido que nuestro comercio con el resto del mundo. Millones de estadounidenses se ganan la vida debido al comercio entre nuestras naciones (….) Nuestra frontera con México está más segura de lo que haya estado en muchos años”.

Esto último es más que evidente. Datos oficiales muestran que, por efectos de la crisis y por la persecución en la frontera, el cruce de trabajadores ilegales ha disminuido en un 80%.

Aunque México se ha transformado prácticamente en una nueva colonia de Estados Unidos, las posibilidades reales de un resurgimiento del nacionalismo mexicano preocupa a la Casa Blanca. Roberta Jacobson, secretaria de Estado adjunta de EEUU para Latinoamérica, explicó que uno de los principales puntos de la visita de Obama a México, “fue asegurarnos de que no hacemos nada que ponga en desventaja o dañe lo que construimos en Nafta. El presidente fue muy claro al asegurar que eso no ocurrirá" (Prensa Libre, 8/5/2013)

La competencia de México contra Venezuela y Colombia

El mensaje que Obama llevó a las autoridades mexicanas fue la promesa que Estados Unidos no sacrificará a su fiel aliado en el proceso de negociación con el imperialismo europeo, y que por ello deben seguir adelante con las reformas acordadas por los principales partidos políticos (PRI, PAN y PRD) en el llamado “Pacto por México”, el cual contempla, entre otros aspectos, privatizaciones en los sectores de energía y petróleos, bancos, seguridad social, educación, etc.)

Con estas reformas, y su fusión con la económica norteamericana, la burguesía mexicana quiere recuperar terreno y proyectarse como una potencia regional, y colocarse al mismo nivel que los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China).

Centroamérica había sido hasta hace pocos años una tradicional zona de influencia de empresas mexicanas, las cuales han perdido terreno en relación la influencia ejercida por la generosa diplomacia petrolera de Venezuela (especialmente con PETROCARIBE) y el inesperado surgimiento de la burguesía colombiana que, al salir vencedora en la guerra contra la guerrilla de las FARC y después de haber legalizado el dinero del narcotráfico, ahora compra bancos y todo tipo de activos en la región centroamericana.

La silenciosa política energética de Obama

En la visita de Barack Obama a México y Centroamérica, salió a relucir la política energética que el imperialismo norteamericano impulsa desde hace años y que tendrá inevitables repercusiones en nuestra región.

Bajo la presidencia de Barack Obama se ha operado un abrupto cambio en la política energética. Al mismo tiempo que invade militarmente a Irak para mantener el control de las principales reservas de petróleo del mundo y blandir su puño de hierro en el Medio Oriente, la crisis del capitalismo mundial ha obligado al imperialismo norteamericano a buscar nuevas fuentes de energía y a dotarse de una estrategia para depender menos de las importaciones de petróleo.

Desde que asumió la presidencia en 2009, Obama ha impulsado el montaje de nuevas plantas nucleares, aplicación de nuevas tecnologías en la explotación de petróleo (extracción de pizarra bituminosa y arenas aceitosas) y gas (de esquisto) en suelo norteamericano, logrando en el año 2010 reducir la dependencia del petróleo por debajo del 50%, una cifra record en los últimos 30 años. Obama ha puesto en marcha un ambicioso plan que contempla, para el año 2035, que los Estados Unidos no dependan del petróleo de Venezuela y Medio Oriente

En esta primera fase, la aplicación de nuevas tecnologías extractivas está funcionando. Willy Olsen, economista del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford, en una entrevista con 'The Wall Street Journal' explicó que “Prevemos que el sector estadounidense del transporte (el principal consumidor nacional de petróleo) va a cambiarse al gas natural. Los EE UU y Canadá poseen unas considerables reservas de gas de esquisto. Esto proporcionará un impulso decisivo al desarrollo del sector de transportes en los EE UU, una de las prioridades del presidente Obama”(Rusia Hoy, 4/07/2012)

En un tiro de carambola, Obama pretende independizarse del petróleo y con ello debilitar a países como Rusia, Venezuela y sus propios aliados en Medio Oriente. El Mayor General Vagif Guseinov, Director del Instituto de Estudios Estratégicos y Análisis, y miembro del Consejo para la Política Exterior y de Defensa de Rusia, reconoció el relativo éxito de la nueva política energética impulsada por Obama: “Sin lugar a dudas, los EE UU han conseguido un importante éxito en su programa de independencia energética. La producción de petróleo está alcanzando récords y los progresos que las compañías americanas están logrando en la extracción de bituminosos harán que el país no dependa más de las importaciones. La llamada 'revolución de los bituminosos' ya ha tenido impacto en el mercado global de petróleo. Los EE UU han desarrollado un mercado de energía prácticamente autónomo y ahora son inmunes a la presión de la fluctuación de los precios en el mercado global”. ”(Rusia Hoy, 4/07/2012)

Aunque el tema energético no estaba en la agenda de Obama, salió a relucir en su reunión con los presidentes del SICA

Dos reuniones en Costa Rica

La visita de Obama primero a México e inmediatamente después a Costa Rica, no están desconectadas. Al contrario, forman parte del proceso de consolidar su influencia en la parte más débil de su patio trasero pero la más cercana a la metrópoli. Es parte de la estrategia global de consolidar el dominio de las transnacionales norteamericanas en esta parte del mundo.

La escogencia de Costa Rica como punto de encuentro con los presidentes centroamericanos tampoco ha sido una casualidad. Costa Rica siempre ha sido el símbolo de la democracia más antigua y estable de la región centroamericana, el ejemplo a seguir.

Durante su visita a Costa Rica, Obama participó en dos importantes reuniones: en la reunión de los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) que los Estados Unidos promovieron en 1991, y en el Foro Centroamérica, una reunión privada con los máximos representantes de la burguesía centroamericana, que se realizó en las instalaciones del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE) bajo el auspicio también del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Obama presionó por una mayor integración bajo tutela norteamericana

Debido al fenómeno del narcotráfico y la alta incidencia de asesinatos violentos en Centroamérica, la mayoría de los presidentes centroamericanos, a pesar de las diferencias, tenían un solo punto de coincidencia: necesitan más ayuda económica de Estados Unidos para afrontar al narcotráfico y la delincuencia organizada.

El discurso de Obama en la reunión con los presidentes del SICA todavía no se ha publicado, esta reunión se realizó en el mayor secreto. Tenemos que utilizar los diferentes despachos de prensa para armar el acertijo.

Contrario a lo esperado, el discurso de Obama no se centró en fortalecer la lucha contra el narcotráfico y la violencia, sino en la necesidad de una mayor integración de las economías en Centroamérica. Por declaraciones fragmentadas de la presidenta Laura Chnchilla, sabemos que la reunión del SICA estuvo centrada en el llamado de Obama a aprovechar mejor el tratado de libre comercio conocido como CAFTA-DR, y en la necesidad de mejorar las plataformas fiscales de cada uno de los países, para no depender de la ayuda norteamericana.

Bajo la vigencia de CAFTA-DR las exportaciones de EE.UU. a los países de CAFTA-DR, en 2012, aumentaron más del 78 por ciento a $30.2 mil millones.

Una de las principales críticas de Obama a los presidentes del SICA fue el lento movimiento de las mercancías en la región, debido a la existencia de obstáculos aduaneros en cada uno de los países. Por ello recomendó dictar normativas comunes que aceleraran el libre comercio, así como la realización de inversiones conjuntas.

No hubo declaración final conjunta el terminar la reunión del SICA, tampoco anuncios de paquetes de ayuda económica, nada de nada.

El CARSI y la lucha contra el narcotráfico

Para disipar las suspicacias, Obama declaró: “No tengo interés en militarizar la lucha contra el narcotráfico”. Se pronunció por un enfoque regional para la lucha contra el narcotráfico, pero sin militarización, en el marco del programa denominado Iniciativa Regional para la Seguridad en Centroamérica (CARSI). Desde el año 2008, Estados Unidos ha destinado 495 millones de dólares para la lucha contra el narcotráfico, y Obama ha solicitado 161,5 millones más para el año 2014. No obstante, Obama no quiere un fortalecimiento de los ejércitos, sino que las agencias norteamericanas dirijan los operativos, apoyados por las Policías y los propios ejércitos, pero en calidad de subordinados.

Aleccionando a la burguesía centroamericana

La reunión en el INCAE agrupo a 200 empresarios de Centroamérica. A diferencia de la reunión con los presidentes del SICA, en esta reunión Obama dio a conocer sus planes, siempre con el hilo conductor del fomento al libre comercio y la necesaria integración económica de Centroamérica: “Si ustedes prosperan, nosotros también” (…) “Mientras más integrados estemos, más oportunidades tendremos de competir, pero hay que tener una estructura reglamentaria que funcione”. (La Nación, 3/5/2013)

Y a reglón seguido insistió en que para mejorar la infraestructura y las aduanas se requieren reglas claras, procurar asocios públicos-privados y abaratar los costos de la energía.

Arturo Condo, rector del INCAE, fue más allá del moderado discurso de Obama e insistió que “lo que necesitamos, como lo ha practicado Estados Unidos, es una visión federal para desarrollar la infraestructura. No se trata de mejorar las condiciones para las grandes empresas, sino sobre las pequeñas, que tienen costos de hasta un 20% adicionales por falta de logística adecuada” (El Financiero, 6/5/2013)

Obama versus Petrocaribe

Una de las conclusiones del foro empresarial en el INCAE fue la necesidad de abaratar los costos de energía, para poder competir. Obama reconoció que “Todos los líderes del Sistema de Integración Centroamericano (Sica) que encontré ayer enfatizaron en la energía” (La Prensa de Honduras, 4/5/2013),

Y dejo en el aire la posibilidad que en un futuro próximo Estados Unidos venda gas a precios preferenciales. Hasta circuló el rumor de la construcción de un hipotetico gasoducto por México hasta Centroamérica para producir energía barata, pero Obama solo hablo de posibilidades no de proyectos reales.

Mauricio Funes, presidente de El Salvador, declaró que “Hay una apuesta importante del presidente Obama a la generación de energía y hay un compromiso de que, cuando tome la decisión de aumentar su producción y exportación de gas para el mundo, tomar a Centroamérica en cuenta en esa exportación” (La Nacion 8/5/2013)

La sola idea de ver gas a precios favorables tiene el claro objetivo de crear expectativas entre los empresarios de la región, que han terminado aceptando como una necesidad económica la vigencia del acuerdo de PETROCARIBE.

Esta competencia silenciosa obligó a Venezuela a incorporar a los gobiernos derechistas de Honduras y Guatemala, como miembros plenos del convenio de PETROCARIBE.

Pero mientras Obama tiraba ilusiones al aire, recomendó a los diferentes gobiernos del área aprobar un marco reglamentario para crear un mercado regional de electricidad, el cual ya existe pero funciona conforme las necesidades propias de cada país y no con una visión realmente regional e integradora.

"La interconexión crea mercados más grandes que pueden ayudar a atraer los 25.000 millones de dólares en inversiones en el sector energético que se necesitan en América Central para 2030 (…) Dado el pequeño tamaño de muchos países centroamericanos, es de vital importancia que se cree un mercado regional. Y eso no tiene que ver solo con líneas de transmisión. También significa contar con la reglamentación que permita el libre flujo de energía de un lado para otro. Todos desean recibir los beneficios".

Estas promesas de Obama son una refracción de su política energética basada en la necesidad de reducir la dependencia del petróleo, especialmente en Centroamérica, donde la influencia venezolana abarca a Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua

El tirón de orejas a las burguesías de Centroamérica.

Las fragmentadas declaraciones de Obama confirman el malestar del imperialismo por la lenta integración de las economías de Centroamérica a la locomotora norteamericana. En momentos de crisis económica mundial, Estados Unidos pretende salir de la recesión, vendiendo más productos norteamericanos a nuestros países., consolidando el mercado integrado por México y Centroamérica.

El imperialismo norteamericano quiere absorber totalmente las economías de Centroamérica, a un ritmo más acelerado. Pero las reticencias de las cavernarias burguesías de la región, que defiende los reducidos privilegios de los estados nacionales, son un obstáculo real, objetivo, para los planes de rápida recuperación del imperialismo

Obama vino a halarles las orejas en privado a todos los presidentes centroamericanos, quienes guardaron absoluto silencio y se comprometieron a acelerar los ritmos de la integración, que incluye el debilitamiento de las aduanas nacionales.

Esta segunda visita de Obama confirma que las burguesías de la región son incapaces de construir un proyecto de nación propio, y que tampoco son eficientes aliados del imperialismo. El resultado es el caos, saqueo y desintegración de todos nuestros países.

Corresponde a la clase trabajadora enarbolar la bandera de la independencia y soberanía nacional, y de luchar a muerte por la reunificación de Centroamérica, bajo un Estado Federal Socialista. Esta es la principal enseñanza que nos deja esta segunda visita de Barack Obama.


Por Marcial Rivera

La problemática de la Mina Cerro Blanco no es un problema generado por los pueblos de Guatemala El Salvador: no es un problema entre pueblos, es un problema generado por las transnacionales con el aval de los gobiernos, quienes representan los intereses de las clases dominantes nacionales y de las transnacionales, a quienes les dan concesión de licencias para la explotación de distintos mega proyectos.

La Mina Cerro Blanco impacta ambos pueblos

Desde hace más de diez años se viene contemplando la posibilidad de construir un proyecto minero con miras a explotar distintos minerales en el área fronteriza con El Salvador, específicamente en la ya establecida Mina Cerro Blanco, Municipio de Asunción Mita, Jutiapa, Guatemala. Este proyecto se encuentra a menos de 50 kilómetros de la frontera con El Salvador e involucra directamente al Río Lempa y al  Lago de Güija, principales fuentes de abastecimiento de  agua para la población Salvadoreña.

La contaminación producto de este proyecto minero está causando y seguirá causando enormes inconvenientes, tanto a nivel de enfermedades como de contaminación medioambiental y de las actividades de las comunidades.

Dado el impacto de dicho proyecto, se ha conformado una comisión binacional para investigar los posibles daños que existan a raíz de la instalación de la mina. Según el canciller Salvadoreño Hugo Martínez "este asunto se está ventilando en el nivel diplomático, como corresponde", y "en un clima de hermandad", e indicó que "en las próximas semanas" informará de los resultados del diálogo (Guatemala y El Salvador dialogan sobre mina, Siglo XXI, 26-02-2013).

Las minerías son proyectos económicos transnacionales

Según declaraciones de las autoridades, este proyecto minero se encuentra en fase de exploración y no en fase de explotación, y se tiene planificado que su explotación comience en el 2014; esto sin dejar de mencionar la gran cantidad de proyectos mineros y de otra naturaleza que existen alrededor de las fronteras entre Guatemala, Honduras y El Salvador.

Robert Robinson (Comentarios Preliminares al Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental del Proyecto Minero de Cerro Blanco, madreselva.org.gt)  señala que "…La mina Cerro Blanco se espera que sea muy rentable y la mayor parte de las ganancias probablemente serán exportadas. El propietario, Goldcorp, es una corporación transnacional. Los riesgos a la salud pública y el medio ambiente deben ser cuidadosamente sopesados contra la ganancia económica relativamente escasa para Guatemala." En su mayoría las ganancias generadas por los proyectos mineros van a quedar en manos de las transnacionales mientras los pueblos les toca sufrir los impactos negativos de estos proyectos mineros.

No a los proyectos mineros en Centroamérica

Las organizaciones ambientales Salvadoreñas, ya han adelantado el proceso de demandar soluciones a estos problemas. A finales de febrero una serie de organizaciones ambientalistas Salvadoreñas se apostaron frente a las instalaciones de la Embajada de Guatemala en El Salvador  para manifestar su descontento y su rechazo frente al proyecto minero en Asunción Mita, Edgardo Mira, director del Centro de Investigación sobre Inversión y Comercio, señalaba: “Le estamos exigiendo al gobierno de Guatemala que pare, sin más demora, el funcionamiento de la mina Cerro Blanco, porque es una grave amenaza para el medio ambiente pues la contaminación con químicos afectará a muchos recursos hídricos de El Salvador" (www.estrategiaynegocios.net, 26-02-2013).

Existe la necesidad de que el pueblo centroamericano se movilice para exigir la no implementación de proyectos mineros que atentan contra el medio ambiente y vida. Las organizaciones medioambientales Salvadoreñas deben continuar con la lucha siguiendo una política autónoma e independiente, que le diferencie del gobierno, se debe de exigir la inmediata suspensión del proyecto minero, la instalación de una mesa que esté integrada por representantes de organizaciones obreras, campesinas, indígenas y medioambientalistas de ambos países.  De igual manera se debe de trabajar en una coordinadora centroamericana contra la minería.

 

Por Augusto Zamora

Revista Envío No 181, Diciembre de 1994.

Augusto Zamora es ex asesor jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua en la época de la revolución (1979-1990) y actualmente es embajador de Nicaragua en España

 

Documento Atiny y anómalo a partir de 1803, que sólo fue en efecto por apenas tres años y nunca tuvo ninguna consecuencia práctica, ha servido hasta hoy como el pretexto para Colombia para reclamar un número de islas y cayos de Nicaragua, y para disputar la límites de los peces? y minerales? rica plataforma marina por debajo de ellos.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua ha decidido llevar el conflicto hasta el final a la Corte Internacional de Justicia de La Haya. "Quiero dejar resuelto el problema al final de mi mandato", ha declarado el presidente Chamorro, ya que las exportaciones técnicos y jurídicos preparar el camino para una resolución favorable a Nicaragua. Por su parte, el gobierno de Colombia está fortaleciendo su presencia militar en la extensa zona en disputa a la que el nuevo Presidente de Colombia ha reiterado recientemente el "derecho".

Todo comenzó hace dos siglos

No se trata de una disputa de límites geográficos. Por la geografía y la historia, estas pequeñas islas son claramente parte del territorio centroamericano, directamente en la costa Caribe de Nicaragua. De hecho, Colombia no tiene fronteras con Nicaragua. Tanto Costa Rica y Panamá se encuentran a lo largo de los 2.000 kilómetros de costa caribeña que separan a Nicaragua desde Colombia. Entendiendo la controversia requiere la ayuda de la historia.

A finales del siglo 18, la Corona española, en posesión de vastos territorios del continente a través de la conquista y la colonización, llamado Tomás O'Neille gobernador de San Andrés Island, cerca de la costa de los Mosquitos de Nicaragua. Su objetivo era hacer prevalecer la autoridad de España sobre Inglaterra, que había ido ganando cada vez mayor dominio sobre costas caribeñas de América Central durante más de un siglo, a pesar de que el Inglés se limita oficialmente a Belice.

Al igual que el resto de la cara de Centroamérica Caribe, las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina nunca fueron ocupados realmente por España. Por su geografía, que sirvió como centro de operaciones para los aventureros y contrabandistas, y las familias inglesas habían vivido en ellas desde 1631.

El recién nombrado gobernador O'Neille era ambicioso y aspiraba a cargos superiores, un salario mejor y tierras extensas para sus esclavos africanos para trabajar. Decidió dar el primer paso en esta dirección. Con el apoyo de bucaneros ingleses que viven en San Andrés y por el Virrey de Santa Fe (entonces bajo dominio español y el territorio que hoy Colombia), O'Neille escribió secretamente a Madrid que describe una situación patética en San Andrés y pidiendo que se convierta en un dependiente "en todos aspectos "del Virreinato de Santa Fe. La carta fue publicada sin consultar con el Capitán General de Guatemala, las autoridades españolas con el dominio sobre todos los territorios de América Central, incluyendo San Andrés. El rey de España estuvo de acuerdo y acelerado una Real Orden al efecto el 30 de noviembre de 1803.

En una docena de líneas, este real decreto establece que "las islas de San Andrés y parte de la Costa de los Mosquitos desde el cabo Gracias a Dios inclusive hasta el río Chagres quedan separados de la Capitanía General de Guatemala y dependientes del Virreinato de Santa Fe. " Eso es todo. Esa es la base de la disputa territorial de hoy.

Una vez que se conoció al Capitán General de Guatemala, que protestó enérgicamente la decisión, argumentando que "los establecimientos de mosquitos han dependido siempre de la Capitanía General." Pidió que las cosas vuelvan a su estado anterior. Las razones del Capitán General fueron escuchadas y la Orden 1803 Royal derogado por el Real Decreto de 1806.

En su formalidad, la Real Orden de 1803 tuvo un carácter eminentemente militar, cuyo objetivo era defender las costas de la isla de los ataques de corsarios y piratas. Puesto que todas las provincias eran territorio español, la Corona se distinguen por un fuerte puestos navales (Yucatán, La Habana y Cartagena) encargadas de la protección de otros territorios. Y aunque la palabra "segregación" que se utiliza en la Real Orden puede llevar a error, esto fue aclarado por el hecho de que ninguna otra disposición que se indica siguió otra que un ámbito militar, y ninguno se ha aplicado en la práctica.

Como cuestión de hecho, el Virreinato de Santa Fe (Colombia) hizo absolutamente nada para proteger la costa de los mosquitos. El Inglés mantuvieron su presencia allí y San Andrés isla en sí cayó en manos de los ingleses el 26 de marzo de 1806. Sin disparar un tiro, O'Neille rindió después de que sus tropas habían huido en desbandada. Ni siquiera la ocupación de la isla por el Inglés provocado ninguna acción por parte del Virreinato de Santa Fe.

Estos territorios estaban aún en este estado de abandono cuando las guerras de independencia contra el dominio español estalló en México y América del Sur. Los incidentes de aquellos años muestran que Simón Bolívar y su gobierno no tuvo en cuenta la parte de las islas del territorio continental que estaban liberando de España.

La correspondencia entre Guatemala, Madrid y Santa Fe a lo largo de los años antes de la independencia? Demuestra que la Costa de los Mosquitos y sus islas adyacentes permanecieron bajo la jurisdicción de Guatemala. La Real Orden de 1803 no se volvió a mencionar a nadie.

Independencia de Centroamérica en 1821 encontró las islas prácticamente abandonado. Ellos estaban ocupados en ese momento por un corsario que dijo que estaba luchando bajo la bandera de Buenos Aires y Chile.

Colombia reivindica ningún derecho a territorio centroamericano hasta después de julio de 1825, cuando, por casualidad, alguien descubrió la Orden olvidado Real de 1803 entre los papeles del Virreinato de Santa Fe.

La disolución de la Federación Centroamericana en 1838 bifurca la controversia. Desde que Panamá era parte de Colombia en ese momento, Costa Rica limita al norte con Colombia y, por tanto heredó la mayor parte de la controversia. Situación de Nicaragua fue extremadamente complicada, ya que sus costas mosquitos estaban todavía ocupadas por Inglaterra.

A lo largo del siglo 19, Colombia en forma periódica y simbólicamente protestó que Inglaterra debería reconocer sus pretensiones sobre la costa de los mosquitos, pero el gobierno británico se negó categóricamente. Por otra parte, Colombia ocupó las islas de San Andrés y Providencia, basándose en la Real Orden de 1803, mientras que la participación en las controversias y negociaciones en curso con Costa Rica.

En tanto, Nicaragua trabajado incansablemente para recuperar la Mosquitia. Sus esfuerzos dieron sus frutos poco a poco. En 1860 Inglaterra reconoció la costa como parte de Nicaragua, un derecho confirmado en 1881 en un fallo por el emperador de Austria. Durante ese siglo entero y todas esas negociaciones, ningún país tomó supuestos derechos de Colombia en serio.

Dos acontecimientos notables se produjo a principios del siglo 20. En 1900, el presidente francés, Emile Loubet, el árbitro designado en el conflicto entre Colombia y Costa Rica, decidió a favor de Costa Rica, negando la validez de la Real Orden de 1803 y dejando a Colombia sin argumentos jurídicos en los que basar su pretensión de Centroamérica la costa del Caribe. El otro acontecimiento fue la firma del Tratado Altamirano? Harrison en 1905, en el cual Inglaterra reconoció formalmente la soberanía de Nicaragua sobre su Mosquitia. Las perspectivas de la disputa con Colombia por resolver en favor de Nicaragua no podría haber sido mejor.

Pero el gobierno de Colombia, capturado de forma legal y desarmados, hizo uso de dos dispositivos. En primer lugar, pidió Loubet árbitro para declarar el archipiélago de San Andrés como un caso aparte y distinto de la Mosquitia y por lo tanto colombiano como. Se lo tengo. En segundo lugar, artificialmente "dividir" la Costa de los Mosquitos, "adjudicar" a sí mismo en el territorio que corresponde a Nicaragua.

Actual estrategia de Colombia para deformar los hechos llevó al historiador Manuel María de Peralta a afirmar: "Colombia se ha impuesto a sí misma la odiosa tarea de derribar la historia y la legislación de España en América, con el objetivo de apropiarse o adjudicación de un territorio que nunca ha pertenecido a la misma, y se ve obligado por la necesidad de su causa para dar asistencia al error o negligencia de un amanuense, haciéndole escribir historias y geografías muy dignas de Padre Periquet ".

Mientras todo esto sucedía, el gobierno de EE.UU., basándose en lo que se conoció como la "Ley de Guano", 18 de agosto de 1856?? Lo que le dio la autorización para ocupar las islas, rocas o claves que no están bajo la jurisdicción de otro estado? habían declarado los cayos y bancos fuera de Nicaragua a ser propiedad EE.UU.. (Guano, cabe mencionar, es el excremento de las gaviotas, murciélagos y otras especies marinas. Las grandes depósitos de guano que se encuentran en cuevas y otras áreas deshabitadas era extremadamente rentable como fertilizante en el siglo 19.)

En virtud de este derecho, los Estados Unidos se hizo cargo de Serrana Key en 1869 y los dos adyacentes? Quitasueño y Roncador? En 1871. En su expansionismo imperialista, se "olvidaron" de que el continente americano no era "tierra de nadie", y que una vez que todos los territorios bajo el dominio de la monarquía española pertenecía ahora a sus estados adyacentes, como sucesores. La Ley de Guano y esta decisión de EE.UU. tendría consecuencias nefastas para Nicaragua.

Loubet decisiones del Árbitro, en primer lugar a favor de Costa Rica y de Colombia se mantuvo sólo en el papel, sino que no se aplicaron debido a precipitados acontecimientos políticos. En 1903, Estados Unidos rompió el territorio de Panamá fuera de Colombia, "fabricar" un país independiente sólo para que pudiera construir un canal interoceánico a través de él. Colombia lo que dejó de tener cualquier relación geográfica con Centroamérica y Panamá heredó el conflicto. La nueva nación y Costa Rica redefinido el tema de la frontera y lo presentó al nuevo arbitraje en 1910. El hallazgo de EE.UU. árbitro Edward White confirmó esencialmente la de Loubet.

Después de varios incidentes, Costa Rica y Panamá resolvieron su controversia y Panamá nunca volvió a solicitar un derecho a la Costa de los Mosquitos. Colombia, por su parte continuó reclamando la Mosquitia nicaragüense, a pesar de su posición jurídicamente insostenible, y también retuvo las islas. A pesar de que dos hallazgos de arbitraje y dos naciones independientes? Uno de ellos Panamá, el sucesor de los derechos de Costa Rica? Yacía en el camino, Colombia siguió reclamar territorio nicaragüense!

Los Estados Unidos ocuparon militarmente y políticamente a Nicaragua en 1924. Fue entonces que el gobierno colombiano tomó un nuevo rumbo: se comenzó a hacer acuerdos secretos con el gobierno de EE.UU. a Nicaragua fuerza a renunciar a sus derechos.

Los EE.UU. no sólo quería mejorar sus relaciones con Colombia, que había sido seriamente dañada debido a la separación de Panamá, sino que también tenía intereses económicos. EE.UU. Secretario del Tesoro Mellon, un multimillonario, se insta a Colombia a renovar la manera? Denominada Concesión Barco para la exploración de petróleo, así como de otros acuerdos pendientes sobre la pesca y la navegación entre los dos países. Mellon tenía nada que esperar de Nicaragua, ya convertida en un simple protectorado.

En 1925, la postrada Nicaragua solicitó los buenos oficios de los Estados Unidos para presentar su disputa con Colombia a arbitraje una vez más. La respuesta del Departamento de Estado propuso una "equitativa" solución: la Costa de los Mosquitos de Nicaragua y el Archipiélago de San Andrés en Colombia.

El caso quedó en un punto muerto hasta 1928, cuando Estados Unidos obligó a Nicaragua a firmar un acuerdo, previamente negociado con Colombia, que abarcaba a toda propuesta de Colombia. Ocupado Nicaragua podía hacer nada para oponerse al imperio "dictar", que violan tanto sus leyes y su constitución. Este "tratado" Bárcenas Meneses Esguerra nombrado después de sus firmantes? Fue firmado el 24 de marzo de 1928, por la fuerza de la ocupación de EE.UU.. El presidente de Nicaragua en ese momento era "jefe de contabilidad" Adolfo Díaz.

El "tratado" sólo tenía dos artículos: Colombia reconocería la soberanía de Nicaragua sobre la Costa de Mosquitos y Nicaragua reconoce la soberanía de Colombia sobre las islas de San Andrés y Providencia y sobre las demás islas, islotes y cayos del Archipiélago de San Andrés. El Roncador, Quitasueño y Serrana teclas y los bancos fueron excluidos del documento, y se mantuvo en litigio entre Colombia y los Estados Unidos.

Resistencia interna a la firma era tal que el gobierno de EE.UU. no ha podido obtener la ratificó en Nicaragua hasta que dos años más tarde, el 6 de marzo de 1930. Es necesario amenazar y coaccionar a otro modo Congreso de Nicaragua y el gobierno, encabezado en ese momento por José María Moncada, que había sido galardonado con la presidencia de Nicaragua en el infame pacto del Espino Negro. Los debates legislativos eran apasionados, enraizada en la idea de que se trata era un despojo. Mientras tanto, en las montañas de Nicaragua, Sandino General y sus hombres estaban defendiendo la soberanía nacional en contra de los Marines de EE.UU..

Paralelamente a las negociaciones sobre la manera de obtener el archipiélago de San Andrés fuera de Nicaragua, Colombia y Estados Unidos también negoció la situación de los cayos y bancos de Roncador, Serrana y Quitasueño. ? Por medio de un acuerdo conocido como Olaya Kellog, llegó en un canje de notas, y concluyó el 10 de abril de 1928, las cosas quedaron como estaban: los Estados Unidos mantuvo las llaves. Despojo de Nicaragua fue completa.

La dictadura de Somoza coincidió con el desarrollo de nuevas instituciones en torno a los derechos del mar, en particular el derecho de las naciones con costas adyacentes a las aguas y la plataforma continental. Nicaragua insistentemente reclamado sus derechos sobre las teclas de Roncador, Serrana y Quitasueño y sus bancos, ya su entera plataforma continental.

No satisfecho con lo que había conseguido en el 1928, Colombia mantuvo la expansión de sus pretensiones de Nicaragua marino y las áreas submarinas. Su siguiente paso, respaldados únicamente por buques de guerra oxidado de edad, era tomar la declaración de que el Congreso nicaragüense había anexado en 1930 cuando finalmente se ratificó el 1928 "tratado", en el sentido de que el meridiano 82 constituía la frontera marítima entre los dos países. Por lo tanto, impuesta unilateralmente una frontera marítima en Nicaragua, privándola de casi la totalidad de su plataforma continental y el mar adyacente.

Como consecuencia de la geofagia colombiana, los incidentes entre barcos pesqueros nicaragüenses y los buques de guerra colombianos multiplicado en las aguas en disputa. Este resentimiento generado por el aumento de los nicaragüenses hacia Colombia, que utilizaron la fuerza para reemplazar a aquellos a los que se habían quedado huérfanos.

El mayor incidente diplomático entre Colombia y Nicaragua se produjo en 1969, después de que el gobierno de Nicaragua había otorgado derechos de exploración de petróleo más allá del meridiano 82 (de 1964 a Union Oil, en 1966, para Mobil Oil, en 1965 a Shell y Chevron en 1967 a).

Dentro de su política expansionista, Colombia firmó un nuevo tratado, conocido como Saccio Vázquez Carrizosa, siendo los Estados Unidos el 8 de septiembre de 1972. A través de ella, los Estados Unidos cedió la soberanía de Roncador, Serrana y Quitasueño a Colombia, poniendo fin así a lo que se había acordado en las notas Olaya? Kellog. Este nuevo tratado desatado reacciones vehementes en Nicaragua, que de inmediato expresó su firme oposición. El gobierno colombiano reaccionó con arrogancia: una comisión oficial, presidida por el Ministro de Defensa, visitó las claves para lucir naval de Colombia "el poder". En respuesta, un grupo de periodistas nicaragüenses izó la bandera nacional en Quitasueño.

El tratado fue un golpe político para el gobierno de Somoza, fiel representante de los intereses de Estados Unidos en Nicaragua. A través de su fuerte lobby en el Congreso de los EE.UU., Somoza logró que el Senado no ratificar el tratado. En esta etapa, la revolución sandinista tomó la controversia.

En los últimos meses de 1979, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua, se ocupó de la defensa de los intereses territoriales del país y poner fin a los 70 años de abuso que corría el riesgo de incurrir en pérdidas territoriales de Nicaragua aún mayores. Como primer paso, se tomó la decisión de obstruir el expansionismo colombiano en el Mar Caribe, que amenazaba con privar a Nicaragua de extensas zonas de los mares y la plataforma marina.

La primera manifestación de la política territorial del gobierno revolucionario fue la promulgación, el 19 de diciembre de 1979, de la Plataforma Continental y el Derecho del Mar Adyacente, que estableció un 200? Zona milla náutica de la "soberanía y jurisdicción", y proclamó dominio nacional exclusiva y excluyente sobre sus recursos continentales y marinos de la plataforma. Hasta ese momento, sólo Nicaragua ha mantenido una 200 Milla náutica "zona de pesca".

El Ministerio de Relaciones Exteriores inició un estudio sobre la legalidad del 1928 "tratado" en octubre? Noviembre de 1979. Por primera vez desde 1909, Nicaragua tenía un gobierno verdaderamente nacional, no está sujeta a los dictados estadounidenses o los intereses, lo que le permitió desarrollar una política activa en defensa de los derechos del país. No tenía ningún interés en provocar una crisis con Colombia, pero era mucho menos interesados en mantener una situación injusta como resultado de 70 años de la intervención de EE.UU. en Nicaragua. Éramos conscientes de que esta era una oportunidad histórica que no se podía permitir que se escape.

El Ministerio de Relaciones Exteriores presentó su propuesta a la Junta de Gobierno en noviembre: 1) Nicaragua deben participar en un acto positivo para rescatar a sus derechos a San Andrés y Providencia, y para fortalecer sus derechos sobre todas sus áreas marinas y submarinas, en particular con respecto a Roncador , Serrana y Quitasueño. 2) La Junta debe declarar públicamente que el 1928 "tratado" era nula por vicios incorregibles en sus mismas raíces? El hecho de que era inconstitucional, impuesto por la fuerza y la violó los tratados. Decenas de reuniones se celebraron, con explicaciones, aclaraciones e información adicional. Alguien le preguntó lo inevitable: "¿Por qué tanta agua?" La respuesta era obvia: la defensa de la soberanía territorial y los enormes recursos que los espacios marítimos e insulares contenidas. Finalmente, hubo acuerdo general para declarar el 1928 "tratado" no válido.

La decisión no fue fácil. Turbay Ayala gobierno de Colombia no se había portado mal con la revolución sandinista. El 16 de junio de 1979, en una reunión celebrada en Cartagena, el Pacto Andino había reconocido el FSLN como una "fuerza beligerante", y después estableció rápidamente relaciones con la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional nuevo. Eran gestos dignos, teniendo en cuenta la tradición de los gobiernos de Colombia para llevar a cabo una política de bajo perfil? Extranjera en la sombra de la política de EE.UU.. No había ningún deseo de que el acto de la histórica, geográfica y jurídicamente territorio nicaragüense reclama ser interpretado como un gesto gratuito de enemistad o un pretexto para crear una crisis artificial, aunque estaba claro que Colombia no se lo aplaudo. El gobierno revolucionario elaborado un "Libro Blanco", explicando el razonamiento de Nicaragua.

El 14 de febrero de 1980, en una ceremonia formal con el Consejo de Ministros y el cuerpo diplomático presente, la Junta de Gobierno completo? Daniel Ortega, Sergio Ramírez, Violeta Barrios de Chamorro, Moisés Hassan y Alfonso Robelo? Presentó la Declaración "En cuanto a las islas de San Andrés y Providencia y la zona cercana ". En él, la Junta pidió la devolución de estos territorios, que pertenecía a Nicaragua a través de inobjetables títulos jurídicos, históricos y geográficos, y declaró el 1928 "tratado" nulo y sin efecto.

Esta declaración fue el nuevo gobierno revolucionario primera acción internacional en defensa de los intereses nacionales. También provocó la primera crisis política exterior. Reacción de Colombia fue duro. Se rechazó de inmediato la declaración de Nicaragua, reafirmando sus derechos y recordando a su embajador en Managua a Bogotá. La prensa colombiana llenó sus páginas con artículos sobre el tema, señalando que un "complot comunista" con Cuba estaba detrás de la declaración de Nicaragua. En diciembre de 1980, el gobierno de Colombia publicó su propio "Libro Blanco" sobre la cuestión, que no añade nuevos argumentos.

El gobierno colombiano, consciente de la creciente desconfianza de EE.UU. de la revolución sandinista, se hizo más sumisa que nunca a los Estados Unidos, erigiéndose como uno de los principales críticos de la revolución nicaragüense y un firme aliado de la política exterior de EE.UU.. A cambio, los EE.UU. reconoció ambiciones de Colombia con respecto a Roncador, Quitasueño y Serrana. El gobierno de Turbay Ayala colmado las críticas al FMLN FDR y apoyó al gobierno de Duarte en El Salvador;? Atacó la declaración conjunta franco mexicano reconoce al FMLN como una "fuerza política representativa";? Envió fuerzas armadas al Sinaí el único país junto? Fiji para hacerlo?? y fue el único país de América Latina, excepto Chile que no lo hicieron de nuevo a Argentina en la guerra con Gran Bretaña por las Malvinas. El 23 de marzo de 1981, que rompió relaciones con Cuba para la buena medida.

El gobierno de Reagan marcó el final de cualquier posible convivencia entre los Estados Unidos y Nicaragua. Contra Reagan? Sentimientos sandinistas llevaron a ratificar, a petición del gobierno colombiano, el 1972 Saccio? Vázquez Carrizosa tratado, en el que Estados Unidos "cedido" Quitasueño, Roncador y Serrana para Colombia. Más que un reconocimiento de los derechos de Colombia, el acto era para castigar al gobierno sandinista por su política nacionalista e independiente. ? Alfredo Vázquez Carrizosa, ex ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, y firmante del tratado Vázquez Carrizosa Saccio, comentó en su momento: "Si Nicaragua se comporta de forma amistosa, será necesario posponer la aprobación Si mal, la puerta estará abierta. para legalizarlo ".

Las relaciones entre Nicaragua y Colombia mejoraron notablemente con la presidencia de Belisario Betancur en 1982. Sorprendentemente, Betancur decidió rescatar a Colombia de su presentación a los Estados Unidos y sacarlo de su aislamiento del resto de América Latina. Dos pasos ilustran esta nueva etapa: la entrada de Colombia en el Movimiento de Países No Alineados y su decisión de involucrarse en los esfuerzos por encontrar una salida pacífica a la crisis centroamericana, que se centró en torno al Grupo de Contadora. Como cortesía no niega el valor, el conflicto territorial se mantuvo en vigor, y el gobierno colombiano protestó en dos ocasiones? En 1984 y 1985?? En contra de acciones en las que reclamaban sus derechos de Nicaragua en el Archipiélago de San Andrés y las llaves del Caribe, pero la protesta no fue más allá de los intercambios diplomáticos para cubrir las formalidades.

 

Durante el último año de la presidencia de Betancur, Nicaragua? Las relaciones de Colombia se enfrió de nuevo. El 2 de agosto de 1986, en los últimos días del mandato de Betancur, su gobierno firmó un tratado de límites con Honduras, la división entre los dos países en casi todo el territorio marítimo de Nicaragua en el Caribe.

Ese acuerdo fue coherente con el expansionismo permanente de Colombia en aguas del Caribe. En lo que respecta a América Central, Colombia ha firmado tratados de este tipo con Panamá (en vigor desde noviembre de 1977) y Costa Rica (firmado en marzo de 1977, pero nunca puesto en práctica debido a la negativa de la Asamblea Legislativa de Costa Rica para que lo ratifiquen). El Congreso colombiano ratificó el tratado con Honduras el 23 de octubre de 1986, con la única oposición de la Unión Patriótica.

No hubo sorpresas en los años siguientes, cada país mantiene su posición. En Nicaragua, la guerra terminó empujando cuestiones territoriales a un segundo plano. El cambio de gobierno en 1990 no trajo ningún cambio de actitud, ya sea en Colombia o Nicaragua.

Después de cierta vacilación inicial, el gobierno Chamorro mantuvo la política territorial elaborado por los sandinistas, considerando la nulidad de todos los "tratados" fabricados por Colombia durante estos 60 años para desposeer a los nicaragüenses de nuestros territorios. Para Nicaragua, ninguna otra política es posible.

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