XVII congreso de la OCLAE realizado en Nicaragua

Por Abelardo De La Torre

Del 17 al 21 de agosto se realizó en Managua el 17 Congreso de la Organización Caribeña y Latinoamericana de Estudiantes (Oclae). Este evento se llevó a cabo en el marco del aniversario número 100 de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (Unen) y el 50 de la Federación de Estudiantes de Secundaria de este país Centroamericano.

El evento contó con el respaldo del gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional, junto a la participación voluntaria de miembros de Unen, FES y de la Juventud Sandinista. El apoyo fue obligatorio para trabajadores del Estado, que fueron coaccionados, alejándolos de sus actividades de servicio público, para “colaborar”. El congreso fue calificado como magno por la gran cantidad de participantes; según los organizadores casi 5000 mil estudiantes universitarios, en menor medida secundarios, de toda América Latina y el Caribe y de algunas organizaciones extra regionales, tales como de Estados Unidos, España y otros países.

Breve historia

La Oclae fue fundada en 1966, en un período caracterizado por luchas estudiantiles en toda América Latina. Éstas adquirieron aún más fuerza en la década de los 70s, cuando los movimientos estudiantiles secundarios y universitarios se volvieron parte de las vanguardias por cambios sociales, en su mayoría orientados por el socialismo.

El movimiento estudiantil centroamericano en esa década, junto al movimiento obrero y el campesino, puso en jaque a los regímenes políticos de seguridad nacional impuestos por Estados Unidos para evitar el quiebre revolucionario de los Estados neocoloniales del área.

Es a finales de esa década cuando, ante la revolución sandinista y el avance de las fuerzas revolucionarias en Guatemala y El Salvador, las dictaduras militares reaccionan con la represión y el genocidio contra los pueblos.

En Nicaragua los movimientos estudiantiles universitario y de nivel medio, junto a la guerrilla sandinista, se pusieron a la cabeza de un movimiento de masas que derrocó a la dictadura de Somoza. Cuando se dio la intervención yanqui, que armó un ejército contrarrevolucionario, nuevamente el movimiento estudiantil nicaragüense nutrió los elementos del Ejército Popular Sandinista, que combatió contra las milicias de la Contra.

En otros países del área los movimientos estudiantiles fueron baluarte de las luchas contra las dictaduras y de cuestionamiento al orden neocolonial. En Guatemala, con la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) y en El Salvador con la extinta Asociación General de Estudiantes Universitarios (Ageus).

En los países del área acaecieron golpes de Estado que reflejaron quiebres en los bloques burgueses de poder. La salida que dieron EU, elementos de las clases dominantes y los ejércitos fue, a la par de la intervención militar en Nicaragua y el apoyo militar y material a los ejércitos locales, la estrategia de la apertura democrática burguesa. En ese sentido, los movimientos estudiantiles que combatieron a las dictaduras fueron obligados a cambiar sus políticas, ahora en función de exigir el respeto a las libertades democráticas.

Junto a eso, los rígidos esquemas del nacionalismo pequeño burgués, imbuidos de un patriotismo revolucionario, pero con estrechos márgenes a la hora de expresar un verdadero internacionalismo proletario, no permitieron que los movimientos estudiantiles articularan luchas conjuntas. Paralelamente, las direcciones político-militares no lograron afrontar la intervención yanqui con políticas centroamericanistas.

El Contexto actual

Después de la apertura democrática, las firmas de paz y la transformación de las organizaciones guerrilleras en partidos políticos electoralistas, el movimiento estudiantil Centroamericano y en general todo el movimiento social, entró en un reflujo; aunque a inicios de los dos mil, serán en los países donde no hubo guerras internas donde nuevamente adquiere fuerza: Honduras, Costa Rica y Panamá.

De esa forma, Ageus desapareció y hoy el movimiento estudiantil salvadoreño se encuentra atomizado y un sector de él se opone al reformismo del FMLN. En Guatemala, la AEU se convirtió, después de 1999, en un nido de ladrones que sirven de fuerza de choque y de aparato de dispersión. Ante la deslegitimación completa de esta institución, hoy es cada vez más posible su rescate. En Honduras, de igual forma hay una renovación con el aparecimiento del MAU, ante la burocratización de otras organizaciones de más larga data. En Costa Rica, pese a que la Feucr es un aparato burocrático, muchas veces es obligado por la presión de las bases a hacer frente a las reformas neoliberales y encabezar luchas estudiantiles. Y en Panamá, con una atomización de varios frentes como el PAT o el FER, existe una formación de cuadros que se mantiene, aunque la política electoralista de los partidos que orientan estos frentes es cada vez más un peligro.

Nicaragua es un caso especial, donde el movimiento estudiantil es fuerte pero más que como elemento de movilización, como cooptación de la representación estudiantil y como un gran aparato con capacidades logísticas envidiables, apéndice del gobierno sandinista.

En el contexto actual de crisis capitalista, que se hace sentir en nuestra nación con una constante alza del costo de la vida y la aplicación de programas de ajuste, la universidad pública afronta desde hace ya unos años una serie medidas que hacen del acceso a ésta cada vez más restringido para sectores pobres de la población, tales como exámenes de admisión y matriculas privativas.

Sobre la academia

El 17 congreso de la Oclae ha tenido sus luces y sombras. Sobre lo primero podemos decir que la discusión en mesas temáticas ha sido rica y pese a toda la propaganda ideológica de algunas organizaciones que hegemonizan la Oclae, se ha puesto en el tapete la discusión de los impactos de las medidas neoliberales en todos los ámbitos dentro de la universidad.

Con respecto a lo administrativo, la tercerización de los servicios y la disyuntiva que la educación superior tiene para con la realidad actual de nuestros pueblos latinoamericanos en lo que concierne a la imperiosa necesidad de la reforma universitaria (que representantes de la delegación guatemalteca a partir del descalabro institucional de la USAC proponen) obligan a repensar temas de importancia del quehacer universitario.

Por ejemplo, temas como la calidad académica, las reformas curriculares o la extensión universitaria, son cuestiones que se discutieron, aunque está por verse si se les da seguimiento y qué soporte continental le puede dar la Oclae.

Están en boga una serie de medidas relacionadas con la acreditación de distintas carreras a partir de modificaciones a los currículos. Tales acreditaciones sirven como homologaciones para que tengan estándares supuestamente de calidad y aceptación en todas las universidades del mundo; es decir, se busca homogenizar desde parámetros impuestos por el norte imperialista. Consideramos que es importante discutir los elementos positivos que esta homologación pueda tener, tomando en cuenta que tales parámetros no puede ser similares en todo el mundo, sobre todo tomando en cuenta lo diversas que son las ciencias sociales.

De igual forma, respecto a la calidad académica está lo relacionado a las competencias, que buscan crear fuerza de trabajo formada para la acumulación capitalista. Nosotros consideramos que la generación de competencias no pasa solamente por formar para los mercados laborales sino sobre todo por crear profesionales críticos a su medio. Así como la extensión universitaria, que es un elemento vital para poder influir en la realidad social y que llama a que la universidad intervenga en la superación de los status neocoloniales actuales.

Como corolario

Pero todos estos elementos y otros, tal como están planteados en sus matrices generales, serán perniciosos si solo se quedan en los espacios tecnocráticos. Consideramos importante que el movimiento estudiantil participe, así como los otros sectores que conforman la vida universitaria. Es menester hacer realidad la consigna principal de este congreso, el acceso a la educación superior como un derecho y la Oclae debe ser el espacio de articulación. Algo significativo fue la participación de la delegación guatemalteca al dar a conocer la situación actual de AEU y la necesidad de renovar su institucionalidad, así como de neutralizar a elementos relacionados al crimen organizado que la han controlado.

Vemos con preocupación que la hegemonía de organizaciones como la FEU de Cuba, Unen de Nicaragua y la de Venezuela, al ser el primero una revolución socialista burocratizada y la tercera una revolución nacional burguesa, estructure esquemas que entorpecen la discusión y la movilización estudiantil continental. Pese a las declaraciones “revolucionarias” de estas burocracias, es importante que exista apoyo real a la renovación y rescate del movimiento estudiantil como elemento clave para las luchas democráticas y socialistas, pero desde el internacionalismo y no de los patriotismos aunque se revistan de latinoamericanistas. Pese a todo, también hay discursos frescos y críticos como el de la delegación ecuatoriana con respecto a la política extrativista y represiva del gobierno de Correa o a la imperiosa necesidad de paz y combate a la represión del Estado colombiano hacia el movimiento social de ese país.

Decimos esto, pues el evento, que fue dedicado al ex presidente venezolano Hugo Chávez Frías, en algunos aspectos pareció un culto a la personalidad de Chávez convirtiéndose más en un acto de fe religiosa que en una discusión racional del carácter de la revolución bolivariana.

Una patrulla de Migracion detiene a la madre con su hijo en la frontera

Por Marcial Rivera

Desde octubre de 2013 el número de niños migrantes que son trasladados desde Centroamérica hacia Estados Unidos de forma indocumentada ha aumentado dramáticamente. La falta de albergues para dar refugio a los niños capturados en la frontera ha ocasionado que los mismos sean trasladados a bases militares, en donde viven en condiciones infrahumanas, pues carecen de suficiente agua, alimentos, se encuentran y duermen en hacinamiento. El 20 de junio se llevó a cabo una reunión en la ciudad de Guatemala entre el vicepresidente estadounidense Joe Biden, el presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, el presidente Otto Pérez Molina de Guatemala, y el coordinador del gobierno Hondureño Ramón Hernández. Tocaron precisamente el problema de los niños migrantes, y el gobierno estadounidense dejó sentada su posición en cuanto a la deportación de los menores que de forma indocumentada viajan a Estados Unidos, pues ha calificado esta situación como 'insostenible', aunque también reconoció que tiene mucha responsabilidad al momento de abordar el tema migratorio.

El tema de la inmigración ilegal ha trascendido los cánones tradicionales bajo los que se trataba este problema; ya no se trata de inmigrantes que en busca del 'sueño americano' emprenden un viaje por demás peligroso, atravesando distintos obstáculos durante su trayecto. También se trata de la necesidad de reunificación familiar, que es una de las principales razones por las que los menores también emprenden estos viajes. A esto se debe agregar que el hecho de huir de la violencia, la pobreza, y la marginalidad en la que se vive en Guatemala, Honduras y El Salvador, es otra razón más por la que estos niños son 'mandados a traer' por sus familiares en Estados Unidos, principalmente padres o madres, quienes ya llevan algún tiempo viviendo allí.

Biden prometió que su gobierno destinará US$254 millones para detener la migración, además de otros montos adicionales de dinero ejecutados por la agencia de cooperación para el desarrollo internacional USAID. El objetivo es destinar cantidades enormes de dinero en materia de cooperación para implementar programas de formación y otros proyectos que ayuden a frenar la idea de migrar a Estados Unidos. No obstante, hay que recordar que el fenómeno de la migración no es nuevo, y que responde precisamente a problemas de carácter estructural.

En Guatemala y El salvador, al firmarse los acuerdos de paz no se definió una política económica a implementar, lo que tuvo enorme incidencia en el aumento de la pobreza, la marginalidad social, la desigualdad y otros problemas conexos; ello ha impulsado a nuestros trabajadores a buscar un mejor futuro fuera de la región, en los Estados Unidos. Pero también hay que mencionar que a nivel Centroamericano se dan flujos migratorios importantes: la comunidad más importante de migrantes en Guatemala, proviene de El Salvador; Costa Rica acoge a una cantidad importante de migrantes nicaragüenses; el oriente Salvadoreño es testigo del trabajo temporal de nicaragüenses y hondureños, que en la época de la 'zafra' del azúcar y del corte de café, se alistan a trabajar en labores agrícolas. No obstante lo anterior, los gobiernos de la región no han logrado unificar criterios para dar tratamiento a estos migrantes en el sentido de homologar derechos en sus respectivos territorios y de batallar por mayores niveles de seguridad jurídica para los ciudadanos centroamericanos; como reza el dicho popular, no se puede ser ‘Candil de la calle y oscuridad de la casa’.

La política elaborada desde el gobierno estadounidense es clara, y aunque el presidente Obama reflejaba algún nivel de esperanza en el tema migratorio, la realidad es distinta. De enero a abril de este año Estados Unidos repatrió 18 mil 497 guatemaltecos, 24% más que los que devolvió en 2013, por lo que si la tendencia continúa, a finales de este año habrán sido deportados 65 mil guatemaltecos aproximadamente, a los que hay que agregar los 30 mil que, en promedio, México intercepta y deporta.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) planteamos que una reforma migratoria de carácter integral es necesaria para legalizar los millones de migrantes que se encuentran de forma indocumentada y que son sobreexplotados por los capitalistas estadounidenses. El drama de los niños migrantes es responsabilidad de las políticas neoliberales impulsadas por las oligarquías centroamericanas y los organismos financieros del imperialismo, que solo han generado pobreza, miseria y desigualdad en la región. No obstante lo anterior, también habrá que homologar esquemas migratorios y de derechos a nivel intra-regional.


Por Victoriano Sánchez

El arroz, frijoles y maíz forman parte de la dieta de las masas populares en Centroamérica, alimentación rica en carbohidratos y pobre en proteínas. Si hay algo que demuestra que los países de Centroamérica están firmemente entrelazados entre sí por la base económica, es la vital producción de granos básicos. Y la actual escasez de frijoles rojos viene a corroborar esa mutua dependencia.

Producción para la exportación

Nicaragua y Guatemala se disputan el primer lugar en la producción de frijoles. En el año 2009, Nicaragua produjo 4.7 millones de quintales, y Guatemala 4.2 millones de quintales. En 2010 y 2011 Guatemala ocupo el primer lugar con 4.3 y 4.4 millones, respectivamente, y Nicaragua retrocedió a 3.1 y 2.9. Estos bamboleos en la producción son “normales”, dependiendo de los factores climáticos. Más que un mercado nacional de producción de frijoles estamos ante un integrado mercado regional, cuyas oscilaciones influyen en los precios.

A pesar que la cosecha 2013-2014 en la región ha sido abundante, la escasez de frijoles rojos golpea actualmente a casi todos los países de Centroamérica, provocando una escandalosa alza de precios que afectan directamente a la clase trabajadora y las masas populares.

Los precios varían en cada país. “El informe del 28 de abril del Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC) indica que el precio al por mayor en El Salvador fue de $59.16 por quintal, en Honduras de $64.59, y en Nicaragua de $68.96” (Diario El Mundo, 9/5/2014). En Guatemala el precio del quintal de frijol es de 360 quetzales ($ 46 dólares). En Panamá el quintal de frijoles se vende a $83,8 dólares. En Costa Rica el quintal de frijol se vende a $100 dólares, el precio más alto de la región.

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas informó que entre el último trimestre de 2013 y el primer trimestre de 2014, el precio del frijol en Nicaragua subió 46%, en El Salvador, 33%, y en Honduras 19%.

¿Por qué escasea el frijol?

Hasta el momento ningún gobierno ha podido explicar las causas del alza de precio del frijol rojo, el de mayor demanda popular. Las cosechas de los años anteriores han sido suficientes para abastecer el mercado interno de cada país, y el mercado regional.

La producción de frijoles está en manos de decenas de miles de pequeños y pobres campesinos que son explotados por los consorcios de comerciantes que compran las cosechas de futuro a los campesinos endeudados, para vender la mayor parte de la producción en el extranjero, no en los países de Centroamérica.

El problema de la actual escasez parece originarse en Nicaragua, el principal productor de frijol en la región, donde el gobierno ha fomentado la siembra y exportación de frijol negro a Venezuela, por los altos precios que representa: 20 o 30 dólares más por cada quintal.

Para el ciclo agrícola 2013-2014 Nicaragua exportará a Venezuela la cantidad de 1,2 millones de toneladas de frijol negro. No obstante, Venezuela ha comprado solamente el 58% de los 1,2 millones de quintales, creando una seria distorsión en el mercado nicaragüense y regional. Una parte de la producción de frijol negro está siendo vendida en Costa Rica, el país que tiene los precios más elevados porque no es autosuficiente en la producción de frijoles.

La reducción de la producción de frijol rojo en Nicaragua tiene un impacto directo en la escasez de frijoles en El Salvador, Honduras y Costa Rica. Los comerciantes e intermediarios privilegian las ventas al extranjero, en vez de saturar el mercado local. Los mueve la sed de ganancia, y no se preocupan de suplir las necesidades de los trabajadores y el pueblo.

Rasgándose las vestiduras

Todos los gobiernos han expresado su preocupación por la escasez de frijoles que ha hecho subir el precio a un promedio de un dólar por libra, afectando directamente el salario real de los trabajadores. Los gobiernos de El Salvador y Honduras han restringido la exportación de frijoles, pero demasiado tarde porque la producción local ya ha sido exportada a otros países

En Nicaragua, el gobierno sandinista está vendiendo “frijoles solidarios” en puestos móviles a 16 córdobas (65 centavos dólar), un precio ligeramente inferior al mercado, pero sigue siendo elevado en comparación con los raquíticos salarios.

En realidad, todos los gobiernos de Centroamérica no han hecho nada para parar la especulación y los jugosos negocios que provoca la escasez de frijoles rojos.

Buscar una salida regional

La escasez de frijoles demuestra que los mercados nacionales han desaparecido y que en cambio existe un mercado regional centroamericano, donde los comerciantes especulan con los precios. En este proceso los campesinos son esquilmados, ellos no tienen capacidad para vender directamente en el mercado mundial, cayendo en manos de los grupos de comerciantes inescrupulosos.

Es el momento de forjar una alianza obrero-campesina a nivel regional, para producir y vender frijoles a un precio accesible para las masas empobrecidas, que decida y coordine las metas de producción, exigiendo a los respectivos gobiernos el financiamiento necesario y la garantía de un mercado seguro, expulsando a los poderosos comerciantes de la cadena de comercialización. Esto solo se puede lograr con la lucha y movilizacion.


Por Victoriano Sánchez

La oligarquía colombiana está furiosa por la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, dictada el 19 de Noviembre del 2012, que le asignó a Nicaragua más de 90,000 kilómetros de mar territorial, en detrimento de sus antiguas fronteras.

Al comienzo, el conflicto pareció solucionarse por la vía diplomática, pero el reciente discurso del presidente Juan Manuel Santos, a bordo de una fragata colombiana, en el paralelo 82 supuestamente derrumbado por la sentencia de19 de Noviembre del 2012, confirma que lejos de encontrar una salida diplomática el asunto puede terminar en cañonazos y el hundimiento de barcos.

El peso de Colombia como potencia regional

La posibilidad de un conflicto armado en el mar no es una exageración. Al finalizar una guerra contrainsurgente de más de 40 años, el ejército de Colombia es uno de los más grandes de América Latina con más de medio millón de soldados y una respetable fuerza naval.

La burguesía colombiana logró lavar los miles de millones de dólares del auge del narcotráfico, y hoy es una de las más fuertes de América Latina. Las empresas colombianas andan a la caza de activos en toda la región. Colombia compite directamente con México y Venezuela por su influencia comercial en Centroamérica y el Caribe. Desde hace 10 años el PIB de Colombia logró superar de manera individual a Venezuela, Chile, Perú y Argentina. Es la segunda economía de Sudamérica y la tercera de América latina, después de Brasil y México.

Los discursos y poses nacionalistas del presidente Juan Manuel Santos, no son solo maniobras electorales en búsqueda de la reelección, cuando Colombia ha sido sacudida por la enorme protesta social del Paro Agrario, sino que responden al orgullo, sino que reflejan el orgullo herido y un duro golpe a las aspiraciones de Colombia como subimperialismo regional.

El endurecimiento de la posición de Colombia

El endurecimiento de la posición colombiana se debió a que Nicaragua presentó una nueva demanda contra Colombia ante la CIJ, esta vez para delimitar las fronteras marítimas entre ambos países. Nicaragua se ampara en el derecho a las 200 millas náuticas de su plataforma continental.

El gran problema para Colombia no son los 90,000 kilómetros de mar asignados a Nicaragua, sino que las islas de San Andrés están solo a 90 millas de la costa nicaragüense, y la confirmación de las 200 millas de mar continental implicarían la perdida de las islas y cayos en disputa.

Un creciente conflicto regional

En este conflicto, el gobierno de Colombia ha logrado arrastrar a los gobiernos de Costa Rica y Panamá, quienes han constituido un frente diplomático contra Nicaragua, a quien acusa de “expansionismo”, a pesar que la sentencia de la CIJ dejó salvados los derechos de terceros países, como Costa Rica y Panamá.

Los sentimientos nacionalistas de estos gobiernos están directamente relacionados con el reciente anuncio de construcción del canal interoceánico por Nicaragua. Sin ese amplio mar de 90,000 kilómetros el proyecto de canal interoceánico no puede progresar, ya que los buques tendrían que entrar primero al mar colombiano y hasta después a las aguas nicaragüenses.

Abajo los nacionalismos reaccionarios

El conflicto con Colombia, Costa Rica y Panamá, está siendo hábilmente utilizado por el sandinismo para unificar al país en torno al presidente Daniel Ortega. La Asamblea Nacional acaba de emitir una declaración política, de apoyo al gobierno, con los votos de la oposición burguesa.

El espíritu patriotero se apodera de todos estos países, creando profundas divisiones entre los trabajadores. Los socialistas centroamericanos estamos

en contra de los nacionalismos reaccionarios. El nacionalismo es progresivo si las masas luchan contra la dominación imperialista, y se torna reaccionario cuando las diferentes burguesías pelean entre sí, arrastrando a los trabajadores al conflicto que no nos pertenece.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) lamamos a la unidad de los trabajadores nicaragüenses y centroamericanos con los trabajadores colombianos. Esta imprescindible unidad pasa por desechar el discurso nacionalista reaccionario. Aspiramos a construir la patria grande de Simón Bolívar, la lucha por la definitiva independencia de América Latina pasa obligatoriamente por luchar por la independencia política de los trabajadores de Centroamérica y América Latina.


Por Nassar Echeverría

Las revelaciones de Edward Snowden, el ex contratista especialista en informática de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), desnudó la hipocresía de la administración del Presidente Obama, causando una conmoción en las relaciones diplomáticas, lo que originó una feroz cacería en su contra.

Leer más…CENTROAMERICA.- El caso Snowden: espionaje planetario y ocaso del derecho de asilo

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