Cumbre-Seguridad_

Por Abelardo Maturana

La recién concluida Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, celebrada en la Ciudad de Guatemala por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), con la participación de 51 delegaciones de varios países y organismos internacionales, entre los que sobresalen Estados Unidos, Colombia, México, Unión Europea, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), el Sistema de Naciones Unidas y los países centroamericanos, significa para nuestros pueblos más de lo mismo, es decir más endeudamiento y más medidas represivas frente a una problemática, el crimen organizado, que tiene sus raíces en la crisis estructural del capitalismo.

Diferencias pese a tener una misma estrategia

El objetivo de tal cumbre era lanzar una estrategia de seguridad regional para combatir el crimen organizado. Se le dio énfasis al tráfico de droga y la violencia relacionada a este negocio. Consideramos que esto es parte de la estrategia represiva del imperialismo estadounidense para el continente, pues pese a las recriminaciones entre los países del sur y del norte, no se aleja de tal situación.

Los gobiernos centroamericanos buscaban conseguir de parte de los organismos multilaterales y de Estados Unidos y Unión Europea, seis mil millones de dólares para financiar tal estrategia, preferentemente en donaciones en efectivo, pero se consiguieron solamente dos mil millones de dólares, el 80 % en préstamos, en su mayoría de parte del BM y el BID. No se negociaron las tasas de interés ni el tiempo a pagar y no se firmó ningún documento de compromiso.

En la conferencia de la OEA celebrada en San Salvador hace un poco más de quince días, Centroamérica esperaba que los gobiernos imperialistas financiaran tal estrategia, pero al no conseguirse eso, estos gobiernos tuvieron que decir que el objetivo no era ese sino el apoyo político a los distintos proyectos que se buscan realizar.

Los gobiernos del Sur por medio de los presidentes de Guatemala, Álvaro Colom y de México, Fernando Calderón, fueron enérgicos al exigirle al norte imperialista corresponsabilidad en el combate al crimen, pues en el caso de las drogas, la mayoría se consumen en esta región del mundo. 85 % de la cocaína se consume en Estados Unidos, la mayoría de las armas que usan estas empresas criminales vienen de ese país, aunque buena parte es equipo que fue usado en la guerra civil, y que se comercializan gracias a la corrupción de los ejércitos del área. Por lo tanto pidieron medidas más contundentes para frenar tal situación.

Por su parte la secretaria de estado de EE.UU. Hillary Clinton, se justificó diciendo que las agencias federales de tal país combaten fuertemente el comercio ilegal de armas y de químicos, materia prima para la cocaína. Pero mientras estas mercancías sean legales tal comercio siempre existirá. De igual forma mencionó las campañas de salud pública para prevenir el consumo de drogas; pese a esas declaraciones hasta la fecha no se sabe de ninguna red criminal desbaratada dentro de ese país y las ventas brutas de cocaína en EE. UU., ascienden a 35 mil millones de dólares (El Periódico, 23/6/11) Otra situación que ninguno de los ponentes que asistieron mencionó fue el tema del lavado de dinero en bancos sobre todo gringos producto del negocio de la droga, no teniendo información clara de cuánta es la cantidad que lava el capital financiero, ni qué medidas toman las autoridades de ese país con respecto a esto.

La secretaria de Estado y el representante de la UE, a su vez, cuestionaron la poca capacidad fiscal de las naciones centroamericanas para invertir en seguridad, prevención del crimen, justicia y políticas sociales; postura apoyada por los representantes de los organismos financieros internacionales, Naciones Unidas tal como la CICIG, A raíz de eso, salió la propuesta de un impuesto regional que grave las actividades económicas de los burguesías centroamericanas, algo que fue respondido por el presidente del gremio empresarial guatemalteco Roberto Dardón, en representación de sus pares de la región con una total negativa.

Esa diferencia entre los representantes del imperialismo y las burguesías regionales, pese a no ser fundamental, pone en evidencia por un lado, la falta de financiamiento provocada por la crisis mundial que afecta a las naciones del primer mundo. Pero por el otro el atraso de las burguesías del área que con esa postura mantienen su corta visión de no invertir en su entorno. Los gobiernos centroamericanos quedan en calidad de intermediarios entre ambas partes y en algunos casos como en El Salvador gravan las ganancias empresariales pese a la oposición de la burguesía de ese país para usarlo en seguridad. En otros casos como mencionó el presidente Calderón de México, que pide más corresponsabilidad a EE.UU., dice que tal situación nos convierte en víctimas de una guerra que no iniciamos y por lo tanto se necesita una responsabilidad compartida.

¿En qué consiste todo esto?

El BID menciona que los costos económicos de la violencia en la región superan los seis mil millones de dólares, correspondiendo al 8 % del PIB regional (Prensa Libre, 21/6/11). El presidente Colom mencionó que “la región invierte cuatro mil millones de Quetzales y de cuatro a seis de cada diez homicidios están relacionados con el narco (La Hora, 22/6/11).

La estrategia consiste en cuatro ejes que desarrollarán 22 proyectos, estos serán: combate al delito, prevención de la violencia, rehabilitación y reinserción en seguridad penitenciaria y fortalecimiento institucional.

El primer rubro que será el que más apoyo financiero y técnico tendrá, pone en evidencia el peso que se dará a la represión al crimen, pues se busca crear una unidad de análisis y calidad de información de inteligencia a nivel regional, dotar de equipos tecnológicos para la seguridad fronteriza, intercambio de información para el combate al narco, buscando disminuir el tráfico de armas, lavado de activos, tráfico de drogas, personas y otros. Para eso Colombia apoyará tal centro regional de inteligencia e Israel capacitará en técnicas de control tecnológico a los ejércitos del área, es decir se tendrá el apoyo de dos gobiernos caracterizados por hacer uso del terrorismo de estado.

El siguiente rubro prevención de la violencia, consiste en desarrollar programas que mejoren el nivel de protección, rehabilitación, reinserción, fortalecimiento de programas de protección a la víctima y testigos, prevención de la violencia a nivel local, educación y capacitación laboral, donde el BID prestara dinero. Lo que se busca es prevenir la delincuencia en especial la atención a la violencia juvenil, de género, y la provocada por armas, drogas y pandillas.

Sobre seguridad penitenciaria, se busca modernizar la infraestructura carcelaria de los países de la región y crear sistemas penitenciarios acordes a los modelos y obligaciones de las Naciones Unidas. El objetivo será la reinserción socio-laboral y formación educativa de los presos.

El último rubro, buscará la profesionalización de los cuerpos de seguridad, crear programas regionales de agentes encargados de persecución criminal y sistemas de alerta temprana para la atención de tal fenómeno. Recordemos que en El Salvador existe una escuela de formación de policiales y fiscales patrocinada por Estados Unidos que responde a su lógica de control geopolítico de la región, la cual de seguro tendrá un papel preponderante en este plan.

Pese a ponerle algún énfasis en la prevención del delito, en la realización de programas educación y capacitación laboral y de alguna mejora en los programas de erradicación de la pobreza, la lógica siempre es la represión al crimen. Según un estudio recién publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) el gasto de los gobiernos en seguridad aumentó en un 60 %, en cuatro mil millones de dólares en el último año (La Hora, 23/6/11).

La misma repuesta: militarización

Consideramos que los puntos neurálgicos para el combate al crimen organizado, sobre todo el tráfico de drogas va relacionado más que a medias represivas, como militarizar las sociedades o servicios obligatorios ya sea militar o social que afecta a la juventud, en políticas redistributivas del ingreso, no sólo en programas sociales focalizados. Necesitamos una mayor contribución fiscal de los que más ganancias tienen, pero que lo gravado se dirija a tales políticas redistributivas, mayores salarios, exoneración a impuestos y congelamiento a precios de la canasta básica, universalización de los servicios públicos y mayor capacitación laboral para la juventud.

En el plano inmediato, es necesario detener la importación, comercialización y tenencia de armas, la legalización de todas las drogas con regulación estatal y la inversión en campañas de prevención de éstas y atención a los adictos. De igual forma seguir profesionalizando a los cuerpos de policía pero en una lógica de prevención del delito con énfasis en acciones reguladas por derechos humanos, aunque siempre se requerirá de acciones penales y policiales para detener las acciones criminales. Pero todas estas políticas no las pueden hacer las burguesías ni el imperialismo, es necesario que a nivel regional y en los centros imperiales, los pueblos tomemos el poder para detener esta vorágine de violencia que afecta sobre todo a la juventud.

41 asamblea OEA

Por Orson Mojica

Antes de iniciar las sesiones de la 41 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), en San Salvador, un grupo de empresarios centroamericanos debatieron sobre la inseguridad ciudadana y el clima de inversiones, adelantándose a los temas centrales que fueron debatidos en la asamblea general de la OEA. La violencia está amenazando los negocios y la burguesía centroamericana comienza a preocuparse.

Altos índices de violencia regional

José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, abrió las sesiones de la 41 Asamblea General, afirmando que "No tenemos guerras en la región pero sí dos enemigos comunes e interrelacionados: el crimen organizado y la desigualdad (…) El crimen, el narcotráfico y la violencia constituyen una amenaza a la estabilidad democrática y fortalecimiento del estado derecho y al desarrollo económico de las Américas”. (Diario de Hoy, 6/6/2011)

Los datos sobre la violencia en la región centroamericana son escalofriantes. En el año 2006, Centroamérica registró 14,257 muertes por la violencia, es decir, casi 40 por día. El Salvador tenía el índice de homicidios más alto de América Latina (58 por cada 100,000 habitantes). Guatemala y Honduras, tienen índices de homicidios de 45 y 43 por cada 100,000 habitantes, respectivamente.

En Centroamérica, el índice global de muertes por violencia de 35.4 por cada 100,000 habitantes, comparado con aproximadamente 20 por cada 100,000 en toda América Latina. Entre 2003 y 2008 fueron asesinadas 79.000 personas en Centroamérica.

Son cifras realmente alarmantes que presagian la desintegración de los Estados Centroamericanos, producto de la imparable ola de violencia. Honduras en el año 2010 tuvo una tasa de 77.5 muertes violentas por cada 100,000 habitantes, superando casi ocho veces la tasa promedio de 8.8 establecida por la OMS en el 2000. (El Heraldo, 6/6/2011)

Los países que registran menos muertes violentas son Panamá, Nicaragua y Costa Rica, pero también en estos países hay un repunte de asesinatos. El sector social más golpeado por la violencia es la juventud de los sectores populares: “La tasa de muertes causadas por lesiones en la región, que alcanza 14.9 por cada 100 mil habitantes, es mucho más alta y es la primera causa de muerte en los jóvenes de entre 15 y 29 años en donde llega a 83.2; y es aún más alta entre los jóvenes de los estratos medios y bajos”. (El Mundo, 6/6/2011)

Un reciente informe del Banco Mundial señaló que las altas tasas de homicidios en Honduras, El Salvador y Guatemala, "socavan las esperanzas de paz y estabilidad que surgieron luego de la resolución de las guerras civiles regionales".(El Heraldo, 6/6/2011)

Lo anterior es una consecuencia directa de la crisis capitalista y de la marginación social de millones de personas que no encuentran trabajo ni una forma decente de ganarse la vida. Estas masas marginadas ejercitan la violencia como mecanismo de descontento, al mismo tiempo que comienzan a constituirse en base social del crimen organizado.

Un cáncer económico

La debilidad intrínseca de los Estados en la región Centroamericana, se ha transformado en círculo vicioso que permite el crecimiento de la violencia y el crimen organizado, lo que a su vez se convierte en una sangría económica para las débiles burguesías de la región.

El Presidente Mauricio Funes en su discurso confirmó que, segunda datos de la ONU, la lucha contra el crimen organizado cuesta a los Estados de Centroamérica el 8% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afirma que la violencia criminal consume más del 12% el PIB latinoamericano. Por ello, Funes insistió en que se deben “articular estrategias para hacer frente a un enemigo común: el crimen organizado y en narcotráfico”. (El Mundo, 6/6/2011)

Consejos Regionales contra el Crimen

En el marco de la 41 asamblea general de la OEA, Insulza firmó un convenio con la Comunidad de Policías de las Américas (AMERIPOL), destinada a fortalecer la coordinación, capacitación e intercambio de información de inteligencia entre las policías de América Latina.

Mario Canahuati, canciller de Honduras, dio a conocer la intención de crear Consejos Regionales contra el Crimen, como parte de la política implementada por el Sistema de Integración Centroamericano (SICA): “Lo que nosotros traemos es, básicamente enmarcados en el documento de SICA que fue presentado hace un par de semanas, la creación de alianzas regionales y establecimiento de iniciativas que permitan acciones de región (…) Cuando hablamos de regional estamos hablando de toda América Latina y el Caribe, estamos hablando de todo un proceso del fortalecimiento de las policías ". (El Heraldo, 6/6/2011)

El objetivo con semejante coordinación policial es crear un gran centro de inteligencia en la región centroamericana, de intercambio de información, de adiestramiento militar, etc. La burguesías centroamericanas, como era de esperarse, no dan una repuesta económica a los problemas sociales, sino que apuntalan el aparato militar y policial, para frenar los altos índices de violencias que no son otra cosa que la expresión inconsciente de la rebelión contra el sistema capitalista que oprime y lanza a la marginalidad social a millones de personas en Centroamérica.

Hoy la bandera de este proceso de militarización es la lucha contra la violencia, la cobertura ideológica es la obligación de los Estados de “garantizar la seguridad ciudadana”, pero en el fondo están preparando los órganos de represión para las inevitables rebeliones sociales de las masas empobrecidas que tienden a producirse cada vez más intensamente, producto de la crisis sin salida del sistema capitalista semicolonial.

¿Reformas a la Carta Democrática?

Durante las sesiones de la 41 Asamblea General de la OEA, el Presidente Mauricio Funes propuso reformar la “Carta Democrática” de la OEA: “El sistema (Interamericano) demanda una reforma profunda, establecer alertas tempranas y penalidades (se requiere) “el fortalecimiento de nuestra Carta Democrática y su transformación como una herramienta eficaz para la prevención de situaciones” como las que vivió Honduras durante el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.

Insulza apoyo la propuesta, argumentando que “la Carta Democrática es tanto más amplia, en tanto considera otras formas de violación de la democracia que no sea sólo el derrocamiento del gobierno, también, violación de la constitucionalidad”, (Colatino, 6/6/2011).

La propuesta no avanzó por una razón muy sencilla: algunos de los Estados miembros consideran que esa reforma sería una intromisión en los asuntos internos de cada país. Recientemente la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) aprobó cláusulas democráticas “que aseguren la defensa colectiva de los gobiernos democráticos” de la región. El fantasma del golpe de Estado en Honduras atormenta a muchos gobiernos, pero no hay conjuros mágicos efectivos contra las rupturas de la democracia burguesa. Todo dependerá de la lucha de las masas por preservar las conquistas democráticas.

Funes pretende darle un rol de mayor injerencia a la OEA, y UNASUR pretende crear una especia de TIAR pero para defender la democracia ante posibles golpes de Estado. Ambas posiciones son utópicas, porque la bandera de la democracia es resbaladiza, tantos los golpistas como quienes lucha en contra, ambos bandos enarbolan las banderas de la democracia.

Conferencia en Guatemala

Como resultado de los trabajos preparatorios del SICA y de las resoluciones de la 41 asamblea general de la OEA, se realizara el próximo 22 y 23 de Junio la Conferencia Internacional de Apoyo a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica, a la que asistirán los presidentes centroamericanos, República Dominicana, México, Colombia, Estados Unidos, Japón, Taiwán, Korea y la Unión Europea, con el objetivo de afinar la estrategia de combate al narcotráfico y el crimen organizado, mediante el financiamiento y coordinación de las policías y órganos de seguridad centroamericanos.

El objetivo de esta inusual Conferencia se reunir 900 millones de dólares para el financiamiento de los programas de coordinación y combate al narcotráfico. Estados Unidos ya aportó 200 millones de dólares a través del CARSI. En los próximos meses asistiremos a un mayor endurecimiento de la represión, lo que afectara, sin lugar a dudas, las diferentes luchas sociales, bajo el pretexto de combatir la violencia.

La reincorporación de Honduras

Honduras fue excluida de la OEA por Resolución del 4 de julio de 2009, por haberse producido un golpe de Estado que rompió el orden democrático. La 41 Asamblea General resolvió reincorporar a Honduras a raíz del Acuerdo de Cartagena, firmado entre el presidente Porfirio Lobo y el ex presidente Manuel Zelaya, que daba por superado el trauma causado por el golpe de Estado.

Durante estos dos años una parte importante de la izquierda de Honduras tuvo como eje de su política que Honduras no fuera readmitido en la OEA, por las constantes violaciones a los derechos humanos. Si bien es cierto la defensa de los derechos humanos es una bandera de lucha que nunca debemos abandonar, al insistir en que Honduras no fuera readmitida en la OEA, estaba legitimado a esta organización internacional que el Che Guevara llamara en una oportunidad como “ministerio de colonias de los Estados Unidos”.

En realidad, la reincorporación de Honduras a la OEA no tiene la menor trascendencia, lo que sí es importante es continuar con la campaña por la defensa de los derechos humanos, por el esclarecimiento de los asesinatos políticos y por el castigo a los culpables.

Laura-Chinchilla

Por Joaquín Hernández

Después de varias semanas de ambiente bélico fronterizo, tensiones diplomáticas y de grandes expectativas en las “medidas cautelares” solicitadas por el gobierno de Costa Rica, finalmente la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, Holanda, dictó un fallo salomónico que agradó por igual a los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica.

Como en una escena surrealista, tanto Daniel Ortega como Laura Chinchilla, reclamaron para si la primera victoria de este juicio internacional. De manera sorprendente, el discurso nacionalista reaccionario de ambos gobiernos parece haberse diluido. Las reacciones que ha provocado el fallo de la CIJ demuestran que el conflicto por el rio San Juan siempre ha sido artificial, una invención de dos burguesías que compiten por la explotación de sus recursos naturales, olvidándose de los pobres que viven en ambas márgenes del rio.

El discurso mesurado de Ortega

En cadena nacional de televisión, el pasado 8 de Marzo, el presidente Daniel Ortega expresó en pocas palabras su regocijo: “Nosotros estamos satisfechos con esta sentencia y la acatamos (…) El fallo de la Corte ayuda a todos porque nos dice que hay que seguir el camino del diálogo, de la negociación y esperar que el juez se pronuncie sobre el fondo del tema (…) La Corte a lo que ha llamado es a la calma (…) Es sabio el razonamiento de la Corte (…) Lo ideal sería que Costa Rica y Nicaragua de forma bilateral nos pongamos de acuerdo” (www.elpueblopresidente.com)

El discurso prudente de Ortega obedeció a un frio cálculo político: no quiso mofarse de su adversario, o herir la susceptibilidad del lastimado nacionalismo costarricense. En realidad, una análisis somero de la sentencia, confirme que el fallo de la CIJ negó tres de las cuatro “medidas cautelares” que solicitó el gobierno de  Costa Rica, manteniendo un sentido de equidad o igualdad en torno al llamado de ambos gobiernos a retirar tropas en la zona en conflicto.

El problema del dragado

El gobierno de Nicaragua ha defendido su estrategia de dragar el rio para poder explotar los recursos naturales de la zona, en detrimento de su vecino, la burguesía costarricense. La posible construcción del megaproyecto hidroeléctrico Brito, o la construcción del soñado canal interoceánico, mantienen desvelada y alerta a la burguesía costarricense.

En este tema del dragado del rio San Juan, indudablemente que el gobierno de Nicaragua se anotó un triunfo espectacular. El agente de Nicaragua en La Haya, Carlos Argüello, ha insistido en “que la Corte fue absolutamente contundente: por unanimidad que Nicaragua tiene el derecho de continuar el dragado”. (La Prensa, 09/03/2011)

Chinchilla: “contundente victoria”

Ese mismo día, en un breve discurso, Laura Chinchilla calificó el fallo de “una contundente victoria“, debido a que el origen del conflicto ha sido la salida de las tropas nicaragüenses de Isla Portillos, y no la interrupción del dragado del rio San Juan. Chinchilla dijo muy emocionada que “Los costarricenses sabemos que es y siempre ha sido nuestra la isla Los Portillos, aquí reside el fondo jurídico, sobre el que en meses o años fallará el tribunal de La Haya. Pero podremos esperar el fallo de la Corte sin fuerzas extranjeras en territorio nacional”. (La Nación 09/03/2011)

El optimismo de Chinchilla se debe probablemente a que en Noviembre del 2010, la Organización de Estados Americanos (OEA) votó una resolución no vinculante en la que exhortaba a ambos gobiernos a sus fuerzas militares. Lo que no menciona Chinchilla es que Nicaragua, en un gesto amistoso y a favor del dialogo, retiró unilateralmente a sus tropas desde finales de Enero del presente año.

Pero, en un sentido Chinchilla tiene razón, porque el tema que exacerbó los ánimos y que hizo que Costa Rica recurriera a la OEA y a la CIJ fue la supuesta invasión nicaragüense a Isla Portillos, pero ésta fue una hábil maniobra diplomática que ocultó uno de los objetivos centrales del gobierno costarricense: detener el dragado en rio San Juan, porque supuestamente perjudica el caudal del rio Colorado y sus afluentes.

El olvidado oficio DM-AM-156-10

El escándalo de la supuesta invasión a Isla Calero, hizo que este tema tomara notoriedad mediática y ocultara las verdaderas pretensiones del gobierno costarricense.

Se olvida que el 12 de julio del 2010, Carlos Roverssi, vicecanciller del gobierno de Chinchilla, mediante el oficio DM-AM-156-10 dirigido a la cancillería nicaragüense, exigió lo siguiente: “Costa Rica pide a la República de Nicaragua detener inmediatamente cualquier y todo proyecto de dragado del río San Juan hasta que pueda establecerse científicamente que dichos trabajos no dañarán territorio costarricense ni afectarán el nivel de las aguas de los ríos nacionales que se alimentan del río San Juan (…) Nicaragua está en la obligación, bajo el Derecho Internacional, de suspender el inicio de cualquier trabajo de dragado hasta que los estudios pertinentes se hayan concluido y se verifique plenamente a satisfacción de Costa Rica que no existirán las afectaciones indicadas” (La Nación 19/07/2010)

No fue, pues, una casualidad que la demanda costarricense incluyera la “medida cautelar” de paralizar el dragado en rio San Juan. En esta parte, sin lugar a dudas, el gobierno de Chinchilla ha tenido que apurar un trago muy amargo, que desarticula la estrategia de la burguesía costarricense.

Arias insiste en el problema del dragado

El discurso triunfalista de Chichilla fue criticado por el ex presidente Oscar Arias quien puso el dedo en la llaga sobre el asunto del dragado del rio San Juan: “La Corte ha dado un primer paso en el camino correcto al exigir el retiro de los militares y civiles que ocupan isla Portillos. Si bien no podremos recuperar esa porción de nuestro territorio hasta el fallo sobre el fondo, el imperio de la razón empieza a recobrar terreno. La no suspensión de las obras de dragado sobre el río San Juan es problemática, porque le deja a Daniel Ortega la puerta abierta para seguir con sus provocaciones según las conveniencias políticas del momento. De Managua depende que las aguas vuelvan a su curso y que las obras sobre el río se hagan (...) sin afectar a Costa Rica”. (La Nación, 09/03/2011)

Como se puede apreciar, el ex presidente Arias insiste en el mismo punto, al igual que el vicecanciller Roverssi, que el dragado no debe afectar a Costa Rica, y bajo este silogismo está montada la estrategia de la burguesía costarricense que reclama los recursos naturales del rio San juan

Un reciente editorial, el reaccionario diario La Nación anotaba que la CIJ “concedió a Costa Rica las principales medidas provisionales solicitadas para proteger sus derechos soberanos en isla Portillos (…) Daniel Ortega proclamará una victoria. (…) El comandante dirá que el fallo confirma la soberanía de Nicaragua sobre el San Juan y su concomitante derecho de dragar el río. Costa Rica no disputa una cosa ni la otra, sino el pretendido derecho de dragar el San Juan sin prestar consideración alguna a las consecuencias para nuestro territorio (…) A contario sensu, si Costa Rica logra probar, en el futuro, la afectación del cauce del río Colorado por los trabajos nicaragüenses en el San Juan, el derecho de Nicaragua a dragar habrá encontrado su límite”.

La salida es la reunificación de Centroamérica

En este momento los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica celebran, cada uno por separado, “su” victoria ante el fallo de la CIJ, pero el conflicto por la explotación de los recursos naturales del rio San Juan seguirá creciendo en el tiempo. El problema del dragado del rio San Juan crecerá en importancia en la medida en que el gobierno de Nicaragua ponga a funcionar las tres dragas.

Es poco probable que las burguesías nicaragüense y costarricense se pongan de acuerdo en un aprovechamiento conjunto, la historia de largos y permanentes conflictos fronterizos así lo indica. El fallo de la CIJ ha sido una calmante temporal, el conflictos por el dragado del rio San Juan está latente y explotara nueva mene en cualquier momento.

Después de la derrota de los filibusteros en 1857, a pesar de haberse producido la reunificación en los hechos, las oligarquías dominantes prefirieron mantenerse divididas, y el resultado ha sido el que conocemos.

Solo los trabajadores centroamericanos, unidos, podemos cambiar esta lamentable historia de conflictos territoriales y del surgimiento de nacionalismos reaccionarios que nos dividen. Solo un gobierno de los trabajadores centroamericanos podrá resolver el problema del rio San Juan.

Bronwflid visita la municipalidad de mixco

Por Melchor Benavente

Estados Unidos y las burguesías del área centroamericana, especialmente de Guatemala, El Salvador y Honduras, han comenzado a darle más énfasis al problema de la inseguridad, y a la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. En estos tres países, la inseguridad y los actos delictivos han adquirido ribetes dramáticos: asesinatos diarios, secuestros, extorsiones, combates entre pandillas y carteles rivales, etc.

El alto costo de la seguridad privada

Para el año 2010 estaban registradas alrededor de 1,272 compañías privadas de seguridad en los seis países de Centroamérica (Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Panamá) que agrupaban 246.941 efectivos (El Informador 12/01/2010). En cambio, los efectivos de todas las Policías de Centroamérica, apenas asciende a 89.077 efectivos. Hay un policía por cada tres guardias de seguridad privada. Esta se ha transformado en una verdadera industria y en una carga económica muy pesada para la burguesía.

Mientras las políticas neoliberales desmantelaban las instituciones del Estado, los aparatos militares del crimen organizado se transformaron en verdaderos ejércitos paralelos que, en algunos casos, como Alta Verapaz, en Guatemala, llegan a tener control sobre vastas zonas y grandes grupos poblacionales, llegando a convertirse a nivel local en un poder paralelo.

Este accionar del crimen organizado debilita la autoridad del Estado burgués, y con ello se pone en peligro el funcionamiento del propio sistema capitalista semicolonial.

La preocupación imperial

Han surgido diferentes iniciativas que pretenden fortalecer los aparatos militares de los países centroamericanos: Plan Mérida y la Iniciativa de Seguridad para América Latina (CARSI). En la implementación de este “plan mesoamericano” se enmarca la reciente visita a Guatemala, El Salvador y Honduras, de William Brownfield, subsecretario norteamericano de Asuntos Antinarcóticos, conocido como el “zar antidrogas” de Estados Unidos.

En Guatemala, Brownfield se preguntaba: “Sabemos bien que tenemos amenazas compartidas como el tráfico de drogas ilícitas, las pandillas, el crimen internacional organizado, el terrorismo y el movimiento de armas ilegales (…) La pregunta es ¿cómo podemos colaborar mejor para resistir, combatir y vencerlas, eventualmente. No queremos cambiar o eliminar una iniciativa, sino construir un paraguas para que haya información y comunicación” (Prensa Libre, 08/02/2010)

Cumbre multinacional en junio

Ronaldo Robles, secretario de comunicación social de la Presidencia de Guatemala, informó que en junio se realizará una conferencia internacional de donantes para abordar el tema de la lucha contra el narcotráfico internacional. Al parecer, la burguesía guatemalteca pretende trasladar la experiencia de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) al plano regional, es decir, crear una comisión multinacional de los países centroamericanos para luchar contra el crimen organizado.

En sus declaraciones, Brownfield ha insistido en que “Lo que buscamos nosotros no es una iniciativa para reemplazar, cambiar o eliminar algunos esfuerzos de las iniciativas que ya existen sino unificar y coordinar las que se han puesto en marcha en Colombia, México y Centroamérica (…) Esa es la idea, y si lo logramos con el apoyo de todos los gobiernos de la región, y algunos gobiernos y organizaciones del exterior, creo que será buena noticia para los centroamericanos, norteamericanos y sudamericanos. Los únicos que no van a recibir beneficios de esta colaboración son los criminales”. (Diario de Hoy, 8/02/2011)

Todo indica que con la actual gira de Brownfield y con la próxima visita de Obama a El Salvador, se está preparando la creación inmediata de un organismo multinacional, de carácter militar, so  pretexto de combatir el narcotráfico, pero que encierra también un fortalecimiento y centralización de los organismos militares y policiales de represión, que serán usados no solo contra el crimen organizado, sino fundamentalmente para frenar y reprimir la lucha de los trabajadores contra la crisis del capitalismo en la región centroamericana.

mojon fronterizo

Por Melchor Benavente

La historia de Nicaragua está íntimamente ligada al rio San Juan. Los conflictos fronterizos con Costa Rica también. En la época colonial el rio San Juan fue conocido como el “desaguadero”, una codiciada ruta pluvial por donde penetraban piratas y bucaneros a saquear los puertos del gran Lago de Nicaragua, particularmente la rica ciudad de comerciantes de Granada.

Los ataques obligaron a las autoridades coloniales a crear fortalezas militares en las riveras del rio San Juan, para evitar que los  piratas se llevasen el oro y las mercaderías que debían llegar a España. Cuando las provincias de Nicaragua y Costa Rica eran un mismo territorio dominado por la Capitanía General de Guatemala, no había mayores conflictos por la navegación del rio San Juan. Las autoridades coloniales imponían la unidad por la fuerza. Por esa misma vía, los comerciantes y agricultores de las provincias de Nicaragua y Costa Rica,  tenían acceso al mar Caribe y con ello a los puertos de la vieja Europa. Por ahí salían carnes saladas, cueros, añil, especias y metales preciosos.

La independencia y el sueño del canal interoceánico

Recién promulgada la independencia de Centroamérica por las mismas autoridades coloniales, el 15 de Septiembre de 1821, la idea de construir un canal interoceánico por Nicaragua, a través del rio San Juan, comenzó a cobrar fuerza. En 1825 el Congreso de la República Federal de Centroamérica dictó un decreto ordenando construir un canal por Nicaragua, el cual no pudo materializarse por falta de recursos.

El rio San Juan adquirió mayor importancia en la segunda mitad el siglo XIX, durante la “fiebre del oro” en California, ya que sirvió como ruta de transito de los colonos y aventureros que viajaban de la costa Este hacia el Oeste de los Estados Unidos, cuando no existía el tren continental que uniría, años más tarde, los puertos de New York y San Francisco. Inicialmente, las travesías se realizaban por el cabo de Hornos, posteriormente por el istmo de Panamá y, después, con una ruta mucho más corta, por el rio San Juan de Nicaragua

La posibilidad de construir un canal interoceánico por Nicaragua se convirtió en el sueño delirante de la clase dominante nicaragüense. Incluso, no es una exageración afirmar que una de las grandes motivaciones para romper el pacto federal en el año 1838, y proclamar el Estado independiente y unitario de Nicaragua, no solo fue la anarquía y las constantes guerras civiles regionales, sino a la idea mesiánica que Nicaragua podría ser la potencia dominante de Centroamérica  por medio del canal interoceánico. Esta ilusión en el canal interoceánico sería, según la oligarquía de la época, una inagotable fuente de poder e ingresos monetarios. La sola idea de una posible construcción del canal interoceánico acentuó las rivalidades entre Granada, puerto hacia el Caribe y Europa, y la ciudad de León que, siendo la capital de Nicaragua, poseía únicamente el puerto de El Realejo, un puerto de segunda categoría. En esa época, para comerciar con Europa los barcos debían hacer la larga travesía por el Cabo de Hornos o por el istmo de Panamá.

Pero la idea del canal interoceánico por el rio San Juan, no solo acentuó los pleitos entre las dos ciudades rivales, incrementando las guerras civiles, sino que también despertó la codicia y voracidad de las potencias europeas, especialmente de Inglaterra, y del naciente imperialismo norteamericano.

Los ingleses se toman San Juan del Norte

En 1848, bajo el pretexto de apoyar a su aliado-títere, el rey misquito George, los ingleses ocuparon militarmente el puerto caribeño de San Juan del Norte, cambiándole el nombre por Greytown. En ese momento, el gobierno de Costa Rica firmó un tratado con una compañía de Inglaterra para la construcción de un canal interoceánico sobre el rio San Juan, a pesar de ser parte del Estado de Nicaragua. A partir de ese momento, comenzó una larga guerra de tratados entre los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica, los cuales perseguían el objetivo de incidir en el control del futuro canal.

Detrás del conflicto latente entre Nicaragua y Costa Rica se ocultaba un conflicto entre el naciente imperialismo norteamericano, que aplicaba la doctrina del “Destino Manifiesto”, y el imperialismo inglés, que tenía al gobierno de Costa Rica como el más firme aliado en Centroamérica.

En 1850 los Estados Unidos e Inglaterra, en el marco de una negociación de sus áreas de influencia, firmaron el tratado Clayton-Balwer, garantizando la participación de ambos y la supuesta neutralidad del futuro canal, sin tomar en cuenta a Nicaragua y Costa Rica. En el año 1851 comenzó a funcionar la ruta del tránsito, con vapores que trasladaban pasajeros y carga por el rio San Juan, hasta el puerto de La Virgen, en el Lago de Nicaragua, y posteriormente por una corta travesía de 20 kilómetros en diligencias, llegaban al puerto de San Juan del Sur, en el océano pacifico, y de ahí partían hacia San Francisco, California.

Producto del tratado Clayton-Balwer, Inglaterra  a regañadientes abandonó Greytown. A l año siguiente se produjo una revuelta y el intento se separación de esa ciudad. El tratado Crampton-Webster por medio del cual Estados Unidos e Inglaterra se garantizaban el control del canal interoceánico, al final fue rechazado vigorosamente por Congreso y el Senado nicaragüense.

La bota de William Walker

Mientras las oligarquías nicaragüense y costarricense se peleaban, las potencias imperialistas aprovechaban la división para mejor negociar tratados favorables a sus metrópolis. En 1854  el buque de guerra norteamericano “Cyane” destruyó a cañonazos el puerto de San Juan del Norte, bajo el pretexto de ofensas a un ciudadano norteamericano

Cuando los leoneses liberales se sintieron acorralados por empuje de las tropas granadinas conservadoras, durante la guerra civil de 1854, aquellos contrataron los servicios de mercenarios norteamericanos y con ello William Walker se apoderó rápidamente de Nicaragua, de la ruta del tránsito por el rio San Juan, provocando el rechazo y la unidad de los países centroamericanos en su contra. En esta guerra por la defensa de la soberanía centroamericana, Costa Rica jugó un papel invaluable: tenía el mejor ejército de Centroamérica, dotado de armamento inglés. Pero a la par que los costarricenses pelaban contra el peligro filibustero, también desarrollaron sus planes de expansión territorial.

El tratado Caña-Jerez

Nicaragua pagó un precio muy alto por la invasión de William Walker. Al finalizar la guerra centroamericana en 1857, Nicaragua estaba exhausta, mientras Costa Rica cobraba la factura por su decidida participación en la guerra contra Walker. Costa Rica se tomó el rio San Juan, el puerto San Carlos y sus fortificaciones, provocando una cortísima guerra defensiva de Nicaragua contra Costa Rica. Costa Rica utilizó la oportunidad para formalizar la anexión de los territorios de Nicoya y Guanacaste y de paso para lograr la navegación por el rio San Juan, lo que quedó plasmado en el tratado Caña-Jerez de 1858. Costa Rica no pudo obtener el rio San Juan pero obtuvo el importante derecho de navegación perpetua.

Cadena de tratados limítrofes

En 1869 la ruta del tránsito dejo de tener interés para los Estados Unidos, ya que ese año el tren continental unió la costa este y oeste, ya no había necesidad de navegar por el rio San Juan. Lo que se permaneció fue el interés del canal interoceánico, ya que Estados Unidos se había convertidos en una potencia imperialista y necesita que sus barcos cruzaran rápidamente de un mar a otro.

La cadena de tratados limítrofes entre Nicaragua y Costa muestra el conflicto latente, nunca solucionado.

En 1867 se firmaron la Convención Zelaya-Volio, entre Nicaragua y Costa Rica, siempre sobre el tema de la navegación por el rio San Juan; la Convención Rivas-Esquivel. En 1883 se firmó el tratado Álvarez-Zambrana de límites entre Nicaragua y Costa Rica. En 1884 se firmó el tratado Navas-Castro. En 1886 se firmó la Convención Arbitral Román-Esquivel-Cruz. En 1887 el tratado Carazo–Soto. En 1896 la Convención Matus–Pacheco. En 1897 se produjeron los laudos Alexander No. 1 y No 2. En 1898 el Laudo Alexander No. 3. En 1899 el Laudo Alexander No. 4. En 1900 el Laudo Alexander No. 5.

Todos estos tratados reflejan que el problema de las fronteras y el conflicto por la navegación del rio San Juan nunca fue solucionado.

El canal de Panamá

A inicios del siglo XX, la importancia geopolítica del rio San Juan perdió valor, cuando los Estados Unidos arrancaron Panamá a Colombia, la declararon país independiente y en 1906 se firmó el y ratificó el tratado Hay-Bunau Varilla, entre Panamá y Estados Unidos, por medio del cual este último país obtuvo la concesión definitiva para construir el Canal de Panamá. Con la construcción del canal de Panamá, se sepultaron en las arenas del rio San Juan la posibilidad de construir el canal por Nicaragua.

El renacimiento del conflicto

Durante el siglo XX se produjeron algunos roces menores entre Nicaragua y Costa Rica, pero en los últimos diez años es cuando más fuerte ha sido la confrontación diplomática. La decisión de la burguesía sandinista en el poder, de utilizar los recursos naturales del rio San Juan en su beneficio, ha provocado la airada reacción de la burguesía costarricense, que teme el fortalecimiento económico de Nicaragua y que cualquier proyecto sobre el rio San Juan debilite su posición en Centroamérica. Es el mismo conflicto pero bajo nuevos personajes.

La gran diferencia radica que antes las oligarquías se enfrentaban y utilizaban a las masas populares como carne de cañón, ahora existe un movimiento obrero y organizaciones de la sociedad civil que pueden jugar una política independiente, revolucionaria y centroamericanista, que unifique a los trabajadores de ambos países, ante el ancestral conflicto fronterizo entre los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica por el control del rio San Juan.

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