Por Sebastián Ernesto González

Los levantamientos populares en el país ya son varios, desde que se asestó el golpe de Estado del 2009, el pueblo prácticamente ha estado insurreccionado: los 7 meses del régimen de Michelleti, los 4 años de Porfirio Lobo y los ya casi 6 años que lleva Juan Orlando. Ningún gobierno antes, había tenido tanta movilización en contra. Entonces no hay ninguna duda que a este régimen lo mantienen fuerzas externas e internas.

Miseria y hambre en la población

Internamente, crearon una estructura destinada a saquear las arcas del Estado y vender a pedazos el país, se confabularon con la empresa privada -principalmente con la banca-, se agenciaron la bendición de la confraternidad evangélica y líderes católicos, cooptaron a la sociedad civil, a casi toda la prensa y analistas diversos. La forma de hacerlo fue muy sencilla; compras al mejor postor, así lograron el apoyo incondicional de todos estos corruptos y delincuentes, con los dineros saqueados del pueblo y el dinero obtenido del narcotráfico, lograron repartir a manos llenas, mientras los trabajadores nos hundíamos en la miseria.

Aunque fuera cierto que los índices macroeconómicos mejoraron, lo cierto es que el índice de inflación se chupó los salarios de la población, se crearon leyes para favorecer a las empresas en detrimento de los empleados, como ser el “empleo por hora”, para mencionar un caso. El precio de la energía eléctrica se disparó y toda la canasta básica se elevó. La falta de empleo obligó a miles de compatriotas a emigrar solo con una bolsa de sueños y en algunos casos familias completas integraron las enormes caravanas que sacaron de sus casillas a Trump, y que en varios casos sufrieron la muerte, secuestros y vejámenes. La clase media prácticamente fue llevada al límite de la pobreza o por debajo de la línea de miseria. Con tanta familia afectada, que obviamente manifiesta su rechazo al régimen, cómo es posible que el pueblo no exterioriza todo ese malestar para salir a las calles y exigir la caída de JOH.

Son 10 años los que van de lucha, una gran parte de la población militante se ha decepcionado de no obtener la victoria, primero fue el acuerdo de Cartagena, luego las elecciones del 2013, luego las movilizaciones de las antorchas en el 2015, luego las elecciones del 2017, y este año las convocatorias de la PLATAFORMA. En todas esas grandes movilizaciones, el régimen siempre logró imponerse, ya fuera mediante el diálogo o por la fuerza militar.

Ya nadie desconoce, que Honduras se volvió una región importante en la geopolítica internacional, el golpe de Estado del 2009, fue avalado y apoyado por el gobierno de los Estados Unidos para encarrilar al país al sendero del que Manuel Zelaya se había alejado. También el régimen post golpista fue apoyado por las naciones europeas, tanto el imperio norteamericano como las naciones europeas han financiado a la dictadura y la han mantenido avalando los fraudes electorales.

El estira y encoje de la oposición

Nadie duda que JOH, supo crear una base que le sigue, le apoya y le defiende, sin importar que les llamen cincuentapeseros o mostaceros, también conoce bien las debilidades de la oposición, sabe cómo atraerlos y como contentarlos. Con el golpe de Estado, el FNRP fue la organización más potente y beligerante de las últimas décadas, quizás la mayor, no se pudo revertir el golpe y más bien, el FNRP se convirtió en el partido LIBRE, y todo fue encausado a los procesos electorales, sacando la lucha de las calles y llevándola al congreso nacional.

Cuando ya parecía que el régimen se caía en los meses de mayo y junio, nuevamente logró atrapar a dirigentes traidores y aunado a la decisión de la PLATAFORMA de no movilizar con objetivos políticos, el dictador logró sortear nuevamente el peligro. Pero no ha pasado mucho tiempo cuando esta semana, ha sido un fiscal de New York el que ha agitado el calor popular del país y nuevamente se genera la idea en el imaginario colectivo que la dictadura puede caer.

No se vislumbra la unidad en los líderes de la oposición para convocar al ¡FUERA JOH!. Como un guion aprendido, todos siguen diciendo lo necesario para no unificar, mientras parte del pueblo se moviliza a las calles, principalmente del magisterio. Autodirigido a una decepción más, solo con la remota esperanza, que un juez de New York termine aceptando las pruebas contra el sospechoso de traficante de drogas al más alto nivel.

¡SOLO LA HUELGA GENERAL INDEFENIDA PUEDE TUMBAR AL NARCODICTADOR!


Por Andrés Morales

La historia de los pueblos indígenas del oriente del país, entre ellos los misquitos, está llena de largas décadas de injusticias y desahucios por parte del Estado hondureño. La injerencia de países colonialistas como ser Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica, colocó en una posición desventajosa a los pobladores de estas zonas selváticas del río Patuca. La explotación orquestada por estos países foráneos, se concentró en la extracción inescrupulosa de maderas de color, y en el adiestramiento de los pobladores para servir a los intereses comerciales de dichas potencias.

La política de los gobiernos de mitades del siglo XIX, solamente amonestó a los ingleses con el Tratado Wike-Cruz (1859) –que anunciaba una especie de soberanía defensora del espacio de lo que hoy es la Mosquitia hondureña–, pero no ofreció garantías creíbles a los pobladores, en asegurar el respeto a sus modos de vida: la posesión ancestral de sus territorios, sus propias alternativas económicas, y sus expresiones culturales.

Para los años 1900 el territorio habitado ancestralmente por los misquitos fue objeto de políticas entreguistas por parte de los gobiernos liberales de aquella época; de tal manera que las concesiones a compañías extranjeras dedicadas a la extracción de madera preciosas, fue una constante a inicios del siglo XX. Las plantaciones bananeras, la extracción de caucho, y la explotación de maderas de color, fue apenas una forma que hizo subsistir a estos pueblos bajo el régimen de trabajo asalariado; que terminaba colapsando debido a la dinámica capitalista de estas compañías, que se negaban rotundamente al pago de tributos estatales.

La historia en el trascurso del siglo pasado y hasta la fecha, fue dando nuevas modalidades de despojo en la zona de la Mosquitia, pues al tener poco o nada del respaldo del Estado, los territorios de estos pobladores están siendo acaparados por “ladinos” o ganaderos, hacendados y terratenientes que han ido descombrando la selva y abriendo más, lo que Camille Collins L. llama, el “frente de colonización”.

Un foro en la UNAH que se ha propuesto evidenciar otras realidades

El martes 23 de julio del presente año, en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en la plaza renombrada por las gestas estudiantiles como Eduardo Becerra Lanza, se llevó a cabo el Conversatorio Miskitu Athaki Nikbanka 2019, promovido por la Coalición Universitaria, instancia que aglomera a estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad; en el espacio también se hicieron presente varios luchadores sociales como el ex-rector Juan Almendarez, y la representante del MADJ, Aura Fernández, quienes manifestaron con lujo de detalles, la problemática que aqueja a los pueblos indígenas. No es la primera vez que los misquitos llegan al Alma Mater. Ya en otras circunstancias han venido denunciado a viva voz –en espacios públicos y aulas universitarias–, las injustas condiciones físicas de sus hermanos buzos, lisiados por el régimen de explotación de compañías dedicadas a la extracción de vida marina.

El conversatorio fue honrado con la presencia de miembros de los consejos territoriales del pueblo misquito, que hasta la fecha mantienen una titánica peregrinación en los alrededores de la Casa Presidencial, exigiendo el “saneamiento de sus consejos territoriales” con acciones concretas de parte del Estado hondureño.

En el evento estuvieron varios expositores que resumieron en detalle, la cruda realidad que vive este pueblo en sus territorios; múltiples problemáticas que inciden en la afectación directa de sus consejos, tales como: la falta de reconocimiento de la titulación de sus tierras colectivas; la inexistencia de consultas previas, libres e informadas que estén enmarcadas bajo un clima de respeto; entre otras problemáticas.

En un momento del conversatorio, una de las expositoras lanzó una interrogante al público en general, llamando la atención sobre los responsables directos del conflicto en la Mosquitia: ¿quién es el garante para que estas cosas no ocurran? –dijo con mucho énfasis. El público allí presente balbuceó: “el Estado”. De esta respuesta, ante todos razonable, surgió una explicación necesaria: El estado, a través de todas sus instituciones; por ejemplo, el Instituto Nacional Agrario (…), que reconozca esa titulación de territorios para los pueblos indígenas, pero no lo hace.

El profesor Cirilo, un líder de uno de los consejos territoriales, expresó lo que sigue, refiriéndose a sus propias experiencias en las luchas del pueblo misquito: Nosotros a partir del veintidós de abril, estamos en huelga. Fuimos a una auto–manifestación, y auto-convocatoria, de los doce concejos territoriales, de la organización madre que es MASTA (…) los doce consejos territoriales son la base social, de esta estructura grande (…) Aquí hemos venimos una parte, para presentar ante el Estado, y decir cuál es el decir y pensar de la población de la Mosquitia (…).

Algunas de las conclusiones generales expuestas por una de las participantes en el conversatorio, compartidas por muchos de los allí presentes, y que deben ser parte de una agenda de discusión más amplia dentro de los recintos universitarios, van de la siguiente manera: El Estado necesita garantizar, condiciones dignas para las poblaciones indígenas. ¿Y a qué me refiero con condiciones dignas? Dignas en todo sentido, que los pueblos indígenas puedan tener acceso a una educación intercultural bilingüe, que los pueblos indígenas puedan tener acceso a sus territorios (…)

Las tareas, sugerencias, y actividades que pudieron surgir entre líneas discursivas de los expositores del conversatorio, deben ser respaldadas por la Coalición Universitaria; para que se logre, de una vez por todas, entablar mayores canales de comunicación con los pueblos originarios del país. Los actores que componen el espacio universitario, le deben mayor gratitud a los pueblos indígenas que han sabido resistir a las formas de colonización foránea, desde hace mucho tiempo atrás; invitarlos a que puedan manifestar el recorrido de sus luchas, es lo mínimo que puede hacerse.


Por Carlos M. Licona

Después de 9 años de represión y con la cabeza agachada, el magisterio despertó y se levantó en lucha. Hay mucho por analizar en esta nueva coyuntura, porque, de hecho, es una nueva etapa. Son muchos los factores, por ejemplo; el régimen está dispuesto a disparar y gasear a quien sea, sin importar si son niños, estudiantes colegiales, universitarios, docentes o comunidades enteras, no admiten por ningún motivo la toma de calles o carreteras (obviamente para mantener el apoyo de la empresa privada) y por otro lado, la era del tristemente célebre Marlon Escoto, quedó atrás, donde despidió docentes violentando la ley.

No pasaron ni dos meses cuando el magisterio fue traicionado, cuatro colegios magisteriales le hicieron pasar a los docentes un nuevo trago -muy amargo-, precisamente en el momento en que la lucha arreció, personas oportunistas y señaladas de corrupción le traicionaron, fueron corriendo donde el narco dictador y firmaron con él, pactaron sin consultar a las bases, se postraron ante el amo y le besaron los pies.

El dilema en esta lucha: ¿Es gremial o es política?

Después de 9 años de dictadura del Partido Nacional, el pueblo ha entrado en una crisis económica lamentable, deprimente, donde el diario vivir de los asalariados es buscar cómo pagar las deudas. Se ha vuelto una pesadilla en el diario vivir de los trabajadores. El magisterio no es la excepción, golpeado en todos estos años, ha visto mermados sus ingresos, disminuidos y devorados por la alta inflación que abate al país y la eliminación de conquistas sociales y económicas. No fue difícil entonces, levantarse en lucha, con dos elementos muy importantes; el rol de las mujeres que han acompañado las movilizaciones en gran cantidad, y por otro lado; una nueva generación de jóvenes docentes y universitarios.

En esta ocasión, cabe señalar que referirse a la lucha de la plataforma requiere un análisis más profundo, más exhausto, con más elementos. Por ejemplo, la lucha inició por la pretensión del régimen de reestructurar los sectores de salud y educación, esto implica el nombramiento de personal sin seguir lo estipulado en los estatutos, tanto del médico como de los docentes -igual que la Ley Fundamental de Educación-. Esto originó rápidamente una hoguera en galenos y docentes, los que dieron como resultado las grandes movilizaciones de los meses de mayo y casi todo junio, con gran apoyo de la población, otro elemento más que antes no se tuvo.

Otro elemento a analizar, es que en esta ocasión, la prensa mediática no se volcó a despotricar contra el magisterio, como si lo hicieron en el 2009, 2010 y 2011. Lo de los médicos es diferente, son un sector muy fuerte producto de la unidad que tienen al estar organizados en un solo colegio, caso diferente en los docentes que están afiliados en 6 colegios y una asociación de jubilados. Todos los gobiernos respetan al Colegio Médico, estos siempre han mantenido un peso muy fuerte, tanto políticamente como gremio. Caso contrario al magisterio que solo se le respetaba cuando masivamente salía a las calles. Hecho que dejó de ser realidad cuando en el 2011 fue aplastado y abandonado en la lucha. De una lucha política en contra del golpe de estado en el 2009, se pasó a una derrota total en el 2011, al gobierno nacionalista que apenas iniciaba en aquel entonces, con el apoyo de los liberales y los partidos bisagras (UD, PDCH y PINU), le cortaron de tajo las conquistas a los maestros, le cortaron los pies y le mantuvieron agachada la cabeza con la permanente amenaza a ser despedido al que osara en contrariar cualquier estupidez que se le ocurriera al títere de Marlon Escoto, para mencionar solo un caso, despidió arbitrariamente al docente Roberto Ordóñez, director del Instituto Central.

Así es que, en esta ocasión, no se han comportado tajantes contra los docentes que se movilizaron, transcurrió más de un mes para que comenzaran las distritales a visitar los centros educativos, y aun ahora, sigue existiendo cierto grado de tolerancia para con los docentes que se movilizan.

En el caso de los médicos, estos cuando el golpe de estado no tuvo participación alguna, como organización gremial, en la lucha contra el golpe. Así que mantienen su estatuto intacto, quizás solo han sufrido la falta de aumentos que antes del golpe venían recibiendo, pero no les afectaron como si lo hicieron con los docentes.

Entonces nos encontramos ante la gran primera diferencia, los maestros se fueron de frente contra el golpe de estado -dirigentes y la gran mayoría de la base- y se les aplastó gremialmente. Se perdió la lucha en el plano político y en el plano gremial. Los médicos mantuvieron y limitaron su organización en lo gremial y se han resistido hasta ahora en ese campo, fueron respetados de una u otra forma. Así que mantienen esa premisa. La lucha solo es gremial.

Cuando inició la lucha contra los decretos de reestructuración, de una u otra forma, muy hábilmente, introdujeron la consigna “no queremos políticos”, “nuestra lucha solo es gremial”, muchos cayeron en la trampa. De dónde inició la consigna es otro elemento de análisis, por un lado, el colegio médico sigue manteniéndolas, incluso asegurando que en la plataforma no pasa por ningún motivo, el botar al gobierno, por supuesto que no es el caso del magisterio, aunque cuando cuatro colegios hayan traicionado, en el magisterio la lucha si se considera política y no solo gremial.

Por otro lado, el Partido Libre, principal partido de oposición – al menos eso es lo que pregonan ser-, manifiestan que como la lucha es gremial, no se meterán en la misma, pero que la base puede hacerlo. Esto ya se ha mencionado anteriormente, sin embargo, en esta ocasión solo se hace referencia a tal hecho, demostrando que se pone un parangón por ambos lados: por el colegio médico y por la dirección del Partido Libre.

Entonces, ¿Quién se moviliza?

El caso es que, en esta lucha, nuevamente se le dejó solo al magisterio, los muchachos del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU), que eran los únicos que acompañaban a los docentes, retornaron a clases, muy correctamente. Los médicos se movilizaron muy pocas veces, ni siquiera cuando paralizaron los policías hubo intento por paralizar al país, que en esos días también se paralizó el transporte de carga pesada, ni por los médicos ni por la dirección de Libre.

La Plataforma en Defensa de la Educación y de la Salud han seguido convocando a movilizaciones, sin embargo, corresponde solo a los maestros avocarse a los llamados. Después de la traición, poco a poco la lucha ha ido perdiendo fuerza, los más radicales mantienen la opinión de que no hay que desmovilizar, los traidores defienden sus mesas técnicas con el gobierno, los médicos pretenden mantener movilizado al magisterio mientras se da el diálogo alternativo, pero hay algo en todo esto que no encaja con la pretensión de la base docente: ¡botar a JOH!

Hay que diferenciar las zonas donde se dan las luchas, la capital es una cosa y fuera de la capital es otra, por ejemplo; en las zonas del sur del país, del Bajo Aguán, San Pedro Sula y zonas del centro y occidente, las tomas o movilizaciones son acuerpadas por diversos sectores de la comunidad, lo que las vuelve más fuertes y confrontativas. Sin embargo, no sucede lo mismo en Tegucigalpa, donde los muchachos universitarios ya regresaron a clases y corresponde solo a docentes ir a movilizaciones.

En todo este accionar, se viene  levantando una nueva generación de dirección, principalmente de mujeres, pero esta generación que se encarrila a dirigir, no tiene experiencia de lucha y fácilmente han sido envueltas en una red de telaraña en que le han hecho creer, que solo manteniendo movilizado al magisterio se puede lograr que el régimen -el mismo que no le importa violentar la ley como sea necesario- tome en cuenta la propuesta que surja del diálogo alternativo. Un hecho tan irreal, como lo es el que el titular del ejecutivo es una santa paloma.

Lo positivo

En todo este “estira y encoge”, hay dos hechos positivos; el primero que se conformó la Plataforma en Defensa de la Educación y la Salud, el segundo es la conformación de las plataformas departamentales de educación, estas obviamente se originaron de las plataformas de institutos y distritos respectivos. Dando lugar al surgimiento de una nueva generación que se impulsa a ser dirección dentro de los diferentes colegios magisteriales. Otro hecho interesante en esta lucha, es que dentro del COPEMH, colegio que se ha mantenido en la lucha, hay elecciones este año, en su afán de mantenerse controlando el colegio de educación media, muy oportunistamente, siguen convocando a los docentes, en su temor de ser señalados como traidores por la oposición.

Lo cierto es que, en esta coyuntura, solo vale la convocatoria a una asamblea COPEMH, donde la base se despoje de colores y discuta sabiamente como hacerse un replanteamiento, donde no sigan cayendo mártires, como es el caso del preso político, Romel Valdemar Herrera Portillo, maestro de primaria que por una imprudencia es víctima de este régimen usurpador.

La base de los colegios magisteriales debe generar un rol protagónico en esta coyuntura y botar las direcciones que han secuestrado los colegios del gremio, solo así, se podrán plantear nuevamente en una lucha que retome un programa donde el 100% sea para recuperar lo perdido y por la defensa de la educación pública.


Por Horacio Villegas

Ante los sucesivos acontecimientos que han llenado de perplejidad a una gran mayoría de hondureños ―siendo el principal de ellos el intento de asesinato dirigido hacia los estudiantes universitarios el lunes 24 de junio, por parte de efectivos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP)―, los distintos actores que convergen en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), decidieron articularse y formar una nueva organización que contempla la suma de estudiantes (de asociaciones estudiantiles, movimientos independientes, etcétera), profesores universitarios, el personal administrativo de la universidad, y están a la espera también, los diferentes sindicatos.

“Desde la entrada principal, del recinto universitario, la Coalición garantizó que todo lo que ocurre en la UNAH, es el reflejo de la crisis que vive el país por la ‘concentración de poder y atribuciones del gobierno’… Señalaron la ‘acumulación de problemas internos y destacaron que la ‘gradual privatización de la institucionalidad’ que ya derivó en otros agravantes. Por tanto, instaron a los estudiantes, docentes y sector administrativo a sumarse a la Coalición.” (Tiempo Digital, 1 de julio de 2019).

A diferencia de la dinámica en la lucha social en Nicaragua, que tuvo 16 intentos de organización estudiantil luego de las masacres orquestadas por la dictadura Ortega-Murillo en el transcurso del año 2017-2018 –una de ellas también llamada Coalición Estudiantil CE, que buscó integrarse al Diálogo Nacional, a expensas de la iglesia católica–, pero afín al clima de terror impuesto por la dictadura, la Coalición Universitaria en Honduras nace como respuesta a los atropellos que se dieron en los recintos universitarios, la defensa expresa de la Autonomía Universitaria, y por la crisis interna que atraviesa la Universidad debido al malestar causado por las tomas indefinidas.

Situación de los sectores dentro de la UNAH

La crisis que se vivió en la UNAH en el año 2017 llevó al movimiento estudiantil a una encrucijada: la toma indefinida de la universidad, y la captura de varios compañeros ahora criminalizados, tuvo como resultado la intervención del Congreso Nacional en las decisiones que terminaron en un periodo de letargo en el Alma Mater. La comisión encargada de solventar la problemática, tan solo dejó a medias el trabajo de agendar las nuevas elecciones y ni siquiera tuvo prioridad en gestionar la libertad definitiva de los compañeros aun criminalizados.

El clima que se vivió en el año 2018, fue la garantía de un periodo de quietud dentro del movimiento estudiantil universitario: las asociaciones estudiantiles no celebraron ―hubieron pocos casos― elecciones periódicas dentro de sus carreras, y los viejos liderazgos del MEU terminaron saliéndose del espacio en condición de egresados; otros se fueron arrinconando a las prebendas de las Ongs, que les fueron haciendo llegar becas y viajes al extranjero; mientras que otros fueron consiguiendo puestos al interior de las dependencias del Estado. Muy pocos de los antiguos líderes del movimiento, estuvieron al margen de estas jugosas prebendas.

La dinámica del movimiento estudiantil se reactivó este año 2019, producto de las masivas movilizaciones de los maestros y médicos aglomerados en la Plataforma en Defensa de la Salud y Educación Pública. Nuevos rostros dentro del espacio que antes ocuparan representantes de asociaciones y movimientos independientes, surgieron al calor de las tomas y manifestaciones a nivel nacional. Los pocos representantes estudiantiles que están asumiendo en la actualidad el movimiento, no tienen un programa de reformas internas que les respalde como así pasó con el movimiento en los años 2015-2017, solamente reivindican la lucha de los médicos y maestros y sostienen un profundo malestar hacia el régimen de represión de la dictadura, debido a las arremetidas a bala viva dentro del campus universitario, que dejó varios compañeros heridos.

Hasta el momento, varios sectores esgrimen sutilmente sus propósitos en la crisis: una facción puja por tener en orden los lineamientos para las elecciones estudiantiles: reglamentos, y un buen clima de relaciones con las autoridades universitarias, para conseguir los cargos de representantes; otra facción asume las acciones inmediatas como las tomas y descree de los procesos conciliadores con las autoridades; y finalmente, la facción que intenta ampliar los espacios de organización y que en lo que corre el tiempo, debe seguir sumando fuerza en la Coalición Universitaria.

Los profesores que cumplen trabajo asalariado por hora, en la actualidad están viviendo un régimen de contratación docente que los pone en una situación vulnerable, pues la Universidad quiere librarse, sin ninguna respuesta que busque el beneficio de los maestros contratados, de los pagos efectuados durante los momentos de crisis dentro la UNAH. Recientemente las facultades, a través de los voceros de cada departamento de carrera, hicieron llegar el contrato leonino a sus profesores, resultando en una marea de descontento. Los profesores afectados lanzaron sus respectivos pronunciamientos, dando a conocer su situación, como es el caso del Grupo Organizado de Profesores por Hora de Filosofía:

“Primero: estamos totalmente en contra de aceptar esta nueva modalidad de contrato ilegal que no cumple con lo establecido, en base a las leyes laborales que nos resguardan. Segundo: manifestamos nuestra rotunda negativa a firmar dicho contrato y exhortamos al resto de colegas profesores por hora se adscriban a esta idea. Tercero: exigimos se detenga el proceso de esa nueva modalidad de contratación, hasta que no se discuta una contra-propuesta por parte de los profesores por hora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Mismo que deberá beneficiar ambas partes en base a ley. Sexto: En el caso que se cancele el II Periodo Académico del presente año, exigimos se respeten nuestros derechos y por ninguna circunstancia se afecte y/o cancele nuestro salario manifestamos nuestro compromiso de emprender las tareas académicas que nos sean asignadas, dado el caso.” (Pronunciamiento del Grupo Organizado de profesores por hora de filosofía, 28 de junio de 2019).

Debemos sumar más organizaciones a la Coalición

Los intentos por sumar más sectores en la estructura amplia de la Coalición, es el rumbo trazado hasta el momento, pero hace falta involucrar a los sindicatos de trabajadores de la Universidad, y a los grupos de profesores descontentos con el régimen de contratación docente, y plantearse la crisis a lo interno de las instalaciones del Alma Mater como una repercusión directa de las acciones de la dictadura de los nacionalistas.


Por Carlos M. Licona

Hoy 28 de junio del 2009, se están cumpliendo diez años del Golpe de Estado asestado a Manuel Zelaya Rosales. Curiosamente, estos últimos dos meses (mayo y junio) han sido heroicos con una nueva lucha de parte de algunos sectores de la población, principalmente de salud, educación y los jóvenes universitarios.

En la lucha contra el golpe de estado, posteriormente al 28 de junio de 2009, fue el magisterio la columna vertebral de lo que se conoció como el Frente Nacional de Resistencia Popular contra el Golpe de Estado y que luego se conocería únicamente como FNRP, el magisterio ofrendó cuota de mártires, detenidos, torturados y suspendidos o despedidos. Una vez consolidado el régimen post golpista, se le pasó la factura al todo poderoso gremio de la educación, siendo los resultados la eliminación de conquistas económicas y sociales, eliminación del Estatuto del Docente, la aprobación de las Reformas al INPREMA (Instituto Nacional de Previsión del Magisterio), la aprobación de la Ley Fundamental de la Educación y la instalación de una telaraña de activistas juanorlandistas en las direcciones departamentales y distritales, con toda la disposición de reprimir al menor intento posible de iniciar una lucha reivindicativa.

Pasaron casi 10 años para que el magisterio, después de estar oprimido, volviera a levantarse en lucha, en esta ocasión bajo la conducción de LA PLATAFORMA EN DEFENSA PARA LA SALUD Y LA EDUCACIÓN. Con la pretensión del régimen de aprobar en el mes de abril, un decreto para reformar los sistemas de salud y educación, esto originó que las direcciones del magisterio conformaran un bloque con el Colegio Médico, dirigido por la doctora Suyapa Figueroa.

Es de señalar, que los médicos ya tienen más de dos años de venir estudiando y generando oposición a la aprobación de la Ley Marco de la Salud Pública. Pero fue en el mes de abril en que los sectores de salud y educación se fueron a las calles unidos de forma granítica, logrando un triunfo con el retiro del Congreso Nacional, de tal ley.

Inmediatamente a esto, se inició una lucha por la eliminación de los Decretos Ejecutivos de Emergencia PCM, los que siempre mantendrían el camino libre al ejecutivo para aprobar las reformas que habían retirado del congreso. Fue así, que los maestros principalmente, se fueron a las calles, de forma frontal contra los PCM. La dirección de la PLATAFORMA vino a generar esperanza en la población, rápido generó confianza y credibilidad en la base. Siendo la última estructura de lucha en que la población se movilizó con absoluto optimismo para enfrentar al régimen.

La dictadura nuevamente sacó un as de la manga de la camisa y sentó a 4 de los presidentes de los colegios magisteriales, logrando debilitar la estructura de la Plataforma y restándole fuerza a las movilizaciones.

El diálogo -monólogo más bien- montado por el ejecutivo con los nuevos traidores del magisterio, originó que La Plataforma siguiera convocando a movilización para un diálogo verdadero con mesas técnicas representadas por todos los sectores sociales y populares. Parte del magisterio se mantiene en lucha y otra vez pone sus mártires, heridos, detenidos y judicializados.

La lucha en Tegucigalpa y en las regiones fuera de la capital

En Tegucigalpa, la conducción de LA PLATAFORMA manifiesta y enfatiza que la lucha es exclusivamente SOCIAL y que NO ES POLÍTICA, mientras en todas las regiones por fuera de la capital, se organizan las diferentes plataformas y se van frontal a las calles con la consigna ¡fuera JOH!

Se reconoce la conducción desde Tegucigalpa, pero dan un paso al frente y automáticamente se apropian de la consigna, tanto en defensa de la educación y la salud pública, como el FUERA JOH.

Desde un inicio en el mes de abril, mal intencionadamente, personajes y medios de comunicación ligados al régimen, introdujeron en un globo sonda la idea del "NO QUEREMOS POLÍTICOS" en las reuniones de docentes y en el pensamiento colectivo, idea que al final ha terminado pesando en los actuales resultados, porque de una u otra forma le restó fuerza al movimiento y marginó a militantes de vanguardia, los que optaron por mantenerse al margen.

Por otro lado, la coordinación del partido LIBRE, principal partido de oposición al régimen juanorlandista, planteó que no se inmiscuirían en la lucha de la Plataforma, sin embargo, invitaban a la militancia para que asistieran a las convocatorias.

El punto álgido de la lucha, se alcanza cuando el sector del transporte pesado se paraliza por unos tres días y un sector de la policía hace lo mismo. La oportunidad para levantar al pueblo es desaprovechada y ni la plataforma ni la oposición al régimen, hacen el llamado a la población para que salga a las calles. De forma espontánea la población sale a tomarse las calles, emulando la insurrección de septiembre 2009 y diciembre de 2017, pero rápido es contaminada por los saqueos a locales comerciales.

Es importante diferenciar la forma en que se desarrolla la lucha en las regiones, las que se hacen con la fuerza de la población y con la consigna central del FUERA JOH, mientras en Tegucigalpa, pesa la línea de la dirección de la Plataforma de insistir en que la lucha es social y que no es política, mientras los que se movilizan, por inercia y deseo asumen el FUERA JOH. Ante el permanente llamado a movilización de todos los días, estas van disminuyendo en afluencia y el cansancio en los docentes va pesando, los que van regresando poco a poco a las aulas de clase, muy desorientados y con el coraje de la traición de los dirigentes magisteriales que se sentaron con el gobierno.

¿La dirección de la Plataforma se quedó chiquita ante el empuje de la base?

Este 28 de junio se cumple una década funesta desde el golpe de estado. Lo que tendría que haber sido una jornada de luchas, ha sido una desmovilización completa de la oposición en todos sus niveles. El partido LIBRE no convocó a movilización y la dirección de la Plataforma informó que no convocaría para no ser confundidos con las actividades que realice el partido LIBRE. ¡INAUDITO!

Van dos meses en que la Plataforma ha convocado a las calles al magisterio, pero hoy decidieron no convocar, situación que le permite a los docentes regresar a las aulas de clase, mientras se llega el domingo 2 de julio, para que a las 10:00 p.m. se llame nuevamente a las calles.

Es curioso que se pretenda confundir con los calificativos que se están utilizando, este magisterio es el mismito de hace 10 años, es el mismo que ha sido reprimido, vilipendiado, ofendido, encarcelado, denigrado, utilizado y aplastado.

Este magisterio es el mismo que fue a las convocatorias del FNRP y es el mismo que va a las convocatorias de la Plataforma, más bien ahora, también se suman miembros del Partido Nacional y ciudadanos que antes se mantenían al margen. Todos gritan fuera JOH en cada movilización y la dirección en Tegucigalpa, manifiesta alergia a que esto no se vuelva político.

Es curioso, que en una fecha en que la dictadura ha perdido el apoyo de la iglesia católica, de un sector de la empresa privada y que internacionalmente el régimen está visto como narcotraficante y asesino del pueblo, no se haya movilizado. A todo esto, hay que agregar la invasión militar hecha al Alma Máter en esta semana, lo que provocó el malestar en la rectoría y ha sido mal visto internacionalmente, principalmente por haber disparado y herido a varios jóvenes.

Que la Plataforma avance: ¡que se conforme una dirección nacional!

En estas jornadas de lucha, la plataforma jugó un papel muy importante, pero desfalleció casi al llegar a la meta. Se negó a librar la lucha frontal y decisiva contra el gobierno de JOH, como reclama la mayoría. La política es el arte de aprovechar las oportunidades, y esta parece que se ha desaprovechado, cuando muchos sectores estaban a punto de deshacerse del dictador.

Diez años después debemos aprender la misma lección: el magisterio y los sectores populares necesitamos construir una nueva dirección sindical y popular, partiendo de la última experiencia vivida con la plataforma. Solo el magisterio y sin una brújula no puede seguir en las calles

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