Por Justo Severo Izquierdo

Con el ánimo de controlar los tres poderes del Estado y lograr el poder absoluto, el presidente Juan Orlando Hernández junto con las cúpulas del Partido Nacional y los sectores empresariales que financian las actividades políticas en el país, maniobran para interponerse en el Poder Judicial y con ello intervenir en el proceso de selección de los futuros magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

La elección de esta nueva CSJ viene en un momento de gran tensión y crisis en el país. Los mayores escándalos de corrupción cometidos en los gobiernos nacionalistas de Porfirio Lobo Sosa y el presente gobierno de Juan Orlando Hernández, tienen al pueblo hondureño muy enardecido, quien reclama castigo contra todos aquellos funcionarios que dilapidaron el Seguro Social. El pueblo, a través del movimiento de los indignados o marcha de las antorchas, sale todas las semanas a las calles a demostrar su descontento en cada una de las ciudades, exigiendo “fuera JOH” y la instauración de una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), ya que el sistema judicial del país es incapaz de enjuiciar a cada uno de los involucrados en los casos de corrupción, debido al manto de impunidad con el cual está cubierto todo el aparato judicial.

Injerencia política: obstáculo para combatir la impunidad

En Honduras los grupos políticos son los que se encargan de decidir y repartirse las cuotas de dominio sobre las instituciones del Estado. En el caso de la CSJ, los criterios político-partidarios son los que prevalecen en la elección de estos magistrados. Esta injerencia le ha hecho mucho daño a la CSJ, a tal punto de perder su independencia e institucionalidad. Durante años, este poder del Estado ha mantenido una enorme deficiencia en el sistema de aplicación de justicia; ésta ha sido corrupta, extremadamente débil, desorganizada y con mucha falta de capacidad. Esto ha beneficiado a la clase política y a algunos gobernantes, ya que asegurarse la Corte Suprema de Justicia, es asegurarse la impunidad.

En el caso del presidente Hernández, éste pretende dominar completamente una corte sumisa, que esté totalmente a su servicio, tal como lo está la actual, y así proteger a todos sus allegados, correligionarios, familiares y amigos que están implicados hasta el tuétano en actos de corrupción. La actual Corte Suprema ha tenido un papel indecoroso y servil con el gobierno de JOH; ésta no ha enjuiciado a figuras políticas del mismo partido de gobierno. La CSJ que se elegirá en enero del 2016 pretende cumplir con el mismo patrón que la actual.

La junta nominadora es manejada por JOH al infiltrar organizaciones pro-gobierno

La lucha de JOH para que todas las piezas de su engranaje funcionen a la perfección no tiene escrúpulos. Esta vez gobierno y Confraternidad Evangélica se han unido para imponer el representante de la sociedad civil, ante el asombro de las organizaciones que pertenecen a la Coalición Contra la Impunidad, quienes denunciaron el pasado jueves 27 de agosto en conferencia de prensa, que la Confraternidad Evangélica en conjunto con el actual gobierno pretendían manipular la asamblea del día siguiente que sería la elección, lo cual resultó ser cierto.

Al igual que la confraternidad evangélica, otras instituciones se han alineado a los intereses del gobierno de Juan Orlando Hernández. La junta quedó integrada así: por la Corte Suprema de Justicia Ricardo Rodríguez y Octavio Sánchez Midence; por el Colegio de Abogados, José Luis valladares y Rafael canales; por el CONADEH, Roberto Herrera Cáceres y Linda Rivera; por el COHEP, Santiago Ruiz y Emin Barjum; por el Claustro de Profesores, Jorge Herrera y Carlos Izaguirre; por la Sociedad Civil Jorge Machado y Adolfo Pineda, Adolfo Ponce y Benjamín Vásquez.

En este momento, la clase política ligada al gobierno de JOH, que tienen intereses en salvarse las espaldas, temen que vaya gente que no sea manejable dentro de la elección de los 15 magistrados, por eso acuden a métodos o maniobras amañadas para ganar la Corte Suprema.

Volver a nuestros orígenes

Debemos revisar nuestro pasado. Muchas de las Constituciones de Honduras contemplaban la elección popular de jueces y magistrados. El artículo 58 de la Constitución de 1839 contemplaba lo siguiente: “La Corte Superior de Justicia se compondrá de siete magistrados nombrándose un propietario y un suplente en cada departamento directamente por los pueblos, y la misma Corte nombrará a su Presidente y Fiscal. El número de siete Magistrados no podrá disminuirse cualquiera que sea la división que se haga del territorio del Estado”.

La elección era directa, “por los pueblos”, debemos volver a nuestro origen revolucionario


Por Silvia Pavón

En septiembre celebramos en Centroamérica la independencia de 1821, pero la bandera de Honduras, que es utilizada en las luchas populares como estandarte, fue tirada al suelo y mancillada por la represión del gobierno.

Inicio de las protestas: Represión, golpeados y heridos

Como una extensión de las últimas movilizaciones que se vienen realizando en el país, campesinos, pobladores, niños y mujeres que estaban protestando en el norte de Honduras, contra la nueva Ley de Seguridad Social y en contra de la corrupción, fueron golpeados brutalmente por la Policía Nacional. El gas lacrimógeno sofocaba los pulmones. Se impuso la brutalidad del gobierno por sobre los reclamos de diálogo. Las fuerzas represivas del Estado dejaron en evidenciada una vez más la línea totalitaria del gobierno de Juan Orlando Hernandez, contra las protestas que exigen el cese de la corrupción y la impunidad.

Las acciones de protesta se realizaron el 1 de septiembre en varias ciudades del norte de Honduras, como Tocoa, El Progreso y Villanueva, en la zona del Bajo Aguan. Según declaraciones de defensores de los derechos humanos presentes, sin mediar palabras los uniformados lanzaron bombas lacrimógenas contra los y las manifestantes sin importar que en el lugar hubiera niños, niñas y personas mayores.

Los policías y militares de la fuerza de tarea conjunta Xatruch III no dieron oportunidad para dialogar, actuando sin ningún protocolo. Se reportó la cantidad de 16 personas detenidas en El Progreso. La brutal represión causó varios heridos entre los compañeros de organizaciones sindicales, campesinos y obreros de la maquila, que se quedaron apoyando las acciones de protesta. Fueron reprimidos periodistas como Dunia Montoya (Directora Ejecutiva de Comunicación Comunitaria, Común Noticias y Vida Laboral), Román Pérez (Campus TV), Edy Andino (Canal 6) e Inmer Gerardo Chávez (Radio Progreso). En Villanueva, cuando cantaban el himno nacional, la Policía Nacional disparó bombas de gas lacrimógeno y con una tanqueta rociaron agua, el enfrentamiento duró unas tres horas, dejando un saldo de siete heridos.

El 2 de Septiembre continuó la lucha. En el Zip Búfalo, ubicados en Villanueva, departamento de Cortés, obreros y sectores populares se tomaron la carretera que comunica San Pedro Sula con Tegucigalpa. Esta toma se realizó de manera espontánea al recibir la noticia de que les pagarían la mitad de su cesantía, conformando un grupo de aproximadamente 2000 obreros de las maquilas en rechazo a la nueva Ley de Protección Social, que entró en vigencia el 4 de Septiembre.

Fortalecimiento de la represión

Evidentemente que ante el alza en las protestas populares, se han fortalecido las fuerzas represivas del Estado, sobre todo desde que asumió la presidencia Juan Orlando Hernandez. Según Lisa Haugaard, directora ejecutiva de LatinAmericaWorkingGroup, en 2014 había “3.000 soldados de la PMOP, pero está previsto que aumenten a 5.000 este año. La PMOP es parte de una tendencia mayor hacia la militarización del gobierno y la sociedad civil. Los militares controlan la mayor parte de la seguridad pública en Honduras. Todos los sábados, por ejemplo, 25.000 niños reciben entrenamiento militar como parte del programa Guardianes de la Patria”.

El gobierno ha reforzado la PMOP con logística y equipamiento. Podemos ver claramente que estas acciones no están orientadas a frenar el alza de la violencia de las maras, sino a frenar una posible radicalización de las movilizaciones populares, emulando la vieja escuela dictatorial del nefasto paso de las sangrientas dictaduras nacionalistas.

Alto a la criminalización de las protestas

Es por ello que exigimos se descriminalicen las protestas y manifestaciones populares. Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), los trabajadores debemos unificarnos en un Plan de Lucha, que responda a las necesidades más álgidas de nuestro pueblo. Sigamos condenando la corrupción sin eufemismos, pero avancemos hacia un programa mínimo de lucha.

Repudiamos la poca efectividad del gobierno de JOH para resolver situaciones que a diario atentan contra la vida humana, ya sea en materia de seguridad, salud, educación, alimentación, tenencia de tierra, migración, desempleo y otras. Empujemos al juicio político contra los funcionarios corruptos. Que no nos dividan los pleitos de membrete y finalmente hacemos un llamado a todas las organizaciones para mantener la unidad en la acción y poder lograr que esta indignación sea algo más que la simple expresión de antorchas ardiendo en las calles.


Por J. Manuel Murillo

El magisterio sigue pagando las duras consecuencias de la lucha contra el golpe de Estado; si sumamos a esto la existencia de una burocracia gremial totalmente desvinculada de las bases, se vuelve patético y sombrío el devenir futuro de los docentes.

El 17 de septiembre se celebra en el país el Día del Maestro. Son ya 6 años continuos los que lleva el magisterio siendo reprimido por su heroico papel en la lucha contra el golpe. Sin duda alguna que las conquistas sociales y económicas de los docentes han retrocedido más de 30 años.

Una de las últimas decisiones tomadas por el ministro de educación, ha sido eliminar el concurso en el presente año, requisito para optar a un nombramiento en propiedad en alguna plaza vacante. De esta manera, los aspirantes a optar a plaza a inicios del año 2016, tendrán que esperar mucho tiempo más para ver cumplido su derecho.

Del repliegue táctico a la auto convocatoria

Fue en marzo del año 2012 cuando la dirigencia tomó la decisión del repliegue táctico. Sin duda alguna que en aquel momento fue una acertada decisión, siempre y cuando hubiera sido eso: un repliegue táctico. Sin embargo, el repliegue fue para que las burocracias del gremio se atrincheraran a pasar el agua. Mientras, la base ha sufrido todo el embate del gobierno represor post golpista.

A inicios del presente año, tratando de revertir lo que se decidió en el 2012, se hizo un intento -por un sector ligado al COPRUMH- de auto convocar al magisterio, un intento por regresar a la lucha al sector desmovilizado en marzo del 2012. El domingo 30 de agosto, en el programa del COPRUMH, los conductores han aceptado que la autoconvocatoria fue un fracaso.

No es casual; el régimen actual no da tregua al gremio, el movimiento de los indignados no ha tenido la fuerza suficiente para motivar a los docentes a salir a las calles, ni existe una renovación de las juntas directivas de los colegios magisteriales que despierte confianza y credibilidad en los docentes. La actitud del maestro se vuelve más escéptica si la propuesta proviene de los mismos dirigentes que en agosto del 2011 propusieron la firma de los 21 puntos negociados con el gobierno y que defendieron como la última panacea del mundo; también son los mismos que en marzo del 2012 plantearon el repliegue táctico que dejó sin armas de lucha al sector más combativo de inicios del siglo.

Trabajo de base y renovación de dirigencias para despertar al gigante

No dudamos que en cualquier momento el docente nuevamente salga a luchar. Sin embargo, es sumamente necesario el trabajo de discusión en la base, que sea el mismo docente que se plantee sus retos y una nueva estrategia de lucha, antes que responder a sectores oportunistas que ya antes traicionaron al gremio.

En el mes de octubre hay elecciones en el COPEMH y en el COLPROSUMAH. Es la base la llamada a rescatar la conducción del magisterio. Pero también es el momento de que reflexionen los dirigentes actuales, quienes solo esperan que la tormenta pase, tratando de sobrevivir a expensas de los fondos de los docentes, sin dar oportunidad a una nueva vanguardia que devuelva la confianza a los maestros. Las burocracias pretenden seguir adueñadas de los colegios magisteriales; sin embargo, si éstas son legitimadas nuevamente en las juntas directivas, corresponde a la base organizarse dentro de las filiales y seccionales, para iniciar la discusión de una nueva forma de lucha que haga oposición al régimen.

Celebremos el 17 de septiembre con movilización nacional

Seis años sin aumentos salariales han sumido al magisterio en una profunda crisis económica. Actualmente los docentes solo reciben el salario para sobrevivir. A esto agregamos la constante represión a que el gobierno les somete en todos los aspectos, aun violentando la ley; evaluaciones, informes, extensión del horario de clases, suspensión de concursos, audiencias de descargo, etc.

Una permanente represión que debe motivar a los y las docentes para que este 17 de septiembre se convierta en día de movilización nacional, como una nueva forma de lucha. Que el día del maestro sirva para salir con las familias, cacerolas y marcadores a condenar y repudiar al régimen de Juan Orlando Hernández y a la vez exigir un aumento salarial de acuerdo al alto índice de inflación.

El magisterio debe indignarse y encachimbarse, hay que salir nuevamente a las calles a recuperar lo perdido.


Por Sebastián Ernesto González

El día viernes 21 de agosto se convocó en Tegucigalpa a a la décimo tercera marcha de las antorchas, ya son más de 3 meses en que el pueblo indignado espera afanosamente el viernes para encender su antorcha y gritar ¡Fuera Joh!

La cantidad de personas que llegan siempre es numerosa, no obstante ya son varios de los viernes en que hay dos convocatorias; una que es convocada por los que se hacen llamar líderes de los jóvenes indignados y la otra; convocada por el FNRP o un sector de Libre. El primer viernes que se convocó a dos lados fue cuando los estudiantes universitarios realizaron la heroica lucha en contra de la tabla, para dar un apoyo a estos jóvenes indignados, el FNRP convocó a la Universidad Autónoma, mientras dos de los jóvenes que se habían retirado de la huelga convocaron al Boulevard Morazán para ir a decir gracias a la embajada americana. En esa ocasión el embajador Nealon manifestó “Los problemas de Honduras lo deben resolver los hondureños”.

Diferentes fases

La segunda ocasión fue cuando se suspendió la huelga de hambre, nuevamente un fuerte sector del FNRP y libre convocó al Barrio La Granja para dirigirse a la Corte Suprema de Justicia y brindarle apoyo al periodista David Romero Ellner, quien en un juicio privado estaba siendo a punto de ser enviado a prisión, en ese momento un magistrado de la CSJ denunciaría que había una fuerte presión del Presidente Juan Orlando Hernández para enviar a prisión al periodista. La otra convocatoria fue a la Universidad Autónoma, por el supuesto grupo de líderes de los jóvenes indignados.

En esas marchas anteriores podríamos decir que ambas fueron numerosas, sin embargo, en esta última nos llama la atención que la prensa burguesa glorificó a una y satanizó a la otra. En el diario La Tribuna del día sábado 22 de agosto, se informa de las dos marchas, se le eleva el perfil a la que fue convocada supuestamente por los líderes indignados y se estigmatiza la que fue convocada por un sector del FNRP.

Esto no es de extrañar, dada la profunda campaña mediática que existe en contra del FNRP desde el mismo día en que fue creado. Sin embargo, al final de la marcha que se convocó de la Colonia Kennedy en dirección al Hospital Escuela Universitario, habían sendos pliegos de cartulina pegados a una pared para que las personas llegaran a escribir sus leyendas en contra del gobierno de JOH, en una entrevista que le hacen al encargado de tal obra, este manifiesta: “de esta forma le hacemos conocer al pueblo que nosotros no manchamos paredes…al terminar quitamos los carteles y dejamos limpio”. El objetivo de llegar al HEU fue entregar donaciones de medicamentos.

La otra marcha fue convocada en el Hospital San Felipe, siempre por un sector del FNRP y de Jóvenes Universitarios, con el propósito de ir a la casa de la Vice Presidenta del Congreso Nacional, Lena Gutiérrez. Si bien es cierto que esta última tuvo poca presencia de participantes, nos llama mucho la atención la posición del Diario La Tribuna en ensalzar la una en menoscabo de la otra.

Es el momento de pasar a una nueva fase

Por ahora lo objetivo es que Juan Orlando se sigue saliendo con las suyas al controlar el Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía y resto de la institucionalidad. En el Congreso Nacional cuenta con el apoyo seguro de un grupo de diputados liberales que le acompaña en todas sus pretensiones, igual sucede con la bancada independiente conformada por 6 diputados que emigraron de Libre, cuenta con la fidelidad absoluta de un diputado de la UD y uno del PDCH. Esto hace que controle con una mayoría simple el CN, a veces el PL hace aparentar que forcejea por oponerse a JOH, sin embargo, al final siempre caen rendidos ante el poder. El rol de la Corte es el mismo, aun cuando hay mayoría de magistrados liberales, estos sucumben ante JOH.

Es el momento para que la clase trabajadora se ponga al frente de la marcha de los indignados, es el momento de que los sindicatos, gremios, campesinos y demás organizaciones se sumen a la lucha. Una vanguardia de luchadores debe pasar a dirigir este movimiento amorfo en apariencia, pero que en la realidad sigue líneas políticas subterráneas de los partidos de oposición y de un sector burgués. La unidad en el movimiento debe ser cohesionada y no se debe permitir la estrategia del gobierno de derechizarla. Los sectores de izquierda deben nuevamente impulsar la lucha por una Asamblea Nacional Constituyente.


Por Leoh Santiago Caballeros.

Desde que el capitalismo se instauró como sistema social de producción, los trabajadores han construido organizaciones para defender sus derechos; por todo el mundo los trabajadores han aunado esfuerzos para combatir la sobreexplotación. Así nacen los sindicatos y gremios; de éstos han surgido grandes figuras que han defendido a los explotados y han apostado su vida por un cambio radical. Desgraciadamente, otros han pasado por organizaciones sindicales y gremiales, y con el paso del tiempo han sido asimilados por el sistema, pasan de ser luchadores para convertirse en grandes defensores del status quo, y al final el sistema los transforma en lo que tanto criticaron. Lo que pasa hoy en UNAH nos invita a reflexionar al respecto, más aún cuando en la misma los otrora grandes dirigentes magisteriales y sindicales pasaron de las luchas gremiales a ser los grandes represores de los trabajadores y estudiantes.

Un poco de historia

El 13 de Mayo de 1997 el periódico El Día le dedicó su titular a la hoy rectora Julieta Castellanos; en éste, ella anunciaba el paro de labores que haría la ADUNAH. La entonces dirigente, líder de los catedráticos universitarios en aquel entonces, Julieta Castellanos, manejaba un discurso que en estos días le costaría el trabajo, o la expulsión. Veamos que decía: “ayer en la cita de negociación del décimo contrato colectivo la parte patronal no presentó ninguna mejora a la oferta salarial planteada desde febrero, los catedráticos no tienen otra alternativa que recurrir a la suspensión de labores.” (El Día 13/05/1997).

En la misma entrevista, la entonces combativa Julieta Castellanos llama a los estudiantes a hacer aquello por lo que hoy condena a la nueva generación de dirigentes: “la presidenta de los docentes llamó a los dirigentes de la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras (FEUH), a buscar también una solución a esa problemática ya que el paro de labores pone en precario el período actual y el que está por iniciar” (Ídem). Los medios de comunicación jugaron un rol preponderante, defendiendo el poder instituido; el 19 de mayo las portadas de los periódicos denunciaban el costo monetario de la lucha de la ADUNAH, 3 millones de lempiras, indudablemente Castellanos aprendió muy bien su lección.

No solo la rectora de la UNAH ha tenido un papel “deshonroso”. El Vicerrector de Asuntos Estudiantiles Áyax Irías, que hoy se encarga de difamar las protestas estudiantiles y apoya a la rectora criminalizando a los estudiantes, fue dirigente sindical del SITRAUNAH. Y qué decir de la autoritaria Jacinta Ruiz, encargada de aplicar las medidas de ajustes a los trabajadores y docentes, algo impensable cuando perteneció a la junta directiva del SITRAUNAH. Sin duda, la lista de ex dirigentes gremiales y sindicales vinculados a la rectoría es larga, pero un caso en el que debemos detenernos es en la asociación de estos viejos dirigentes con Roger Aguilar Flores, jefe de seguridad en la UNAH, encargado de perseguir y acosar a los dirigentes estudiantiles, levantar perfiles de los mismos. De este personaje se ha especulado que tiene un origen oscuro, y que perteneció a los órganos de represión, concretamente del famoso batallón 3-16, encargado de desaparecer y torturar personas luchadoras.

Hoy los represores

Esta generación dejó las aulas y ahora están dirigiendo la educación superior en la UNAH; sin duda, han planteado cambios importantes, que se han logrado destruyendo a quienes se les han opuesto, incluyendo al sindicato al que en otros tiempos Áyax Irías y Jacinta Ruiz asesoraron, y dejando sin aumento salarial a los docentes que Julieta Castellanos decía defender hace más de 15 años. Qué ironía, la gestión de Julieta Castellanos tiene más de 5 años sin aumentar el salario a los catedráticos.

No permiten cuestionamientos, se han abrogado el derecho a elegir a los representantes estudiantiles y han criminalizado cualquier intento de oposición. La última gran hazaña fue entrar y saquear la sede del Movimiento Amplio Universitario (MAU); sin ninguna orden o garantía constitucional, robaron el equipo de sonido e información del movimiento. El saqueo se hizo simple y sencillamente para hacer politiquería e intentar intimidar a los compañeros, el gran hallazgo lo relata la rectora: “Los banners que se encontraron en la sede del MAU se habían colocado para difundir el artículo 157 de la Ley Orgánica de la UNAH, el cual indica que ‘el uso de los recintos universitarios deberá apegarse estrictamente al desarrollo de actividades académicas, científicas, tecnológicas, culturales, artísticas o deportivas’” (La Tribuna 19/08/15).

El poder les corroyó el cerebro. Ahora estas “autoridades” se dan el lujo de ser agentes policías e investigan a los estudiantes fuera de ciudad universitaria. Julieta Castellanos en una pobre y panfletaria caracterización de Sherlock Holmes declararía: "El día de ayer este estudiante estaba por el Inter (hotel) y andaba con su rostro cubierto y en un arranque que tuvo frente a una autoridad, se descubrió el rostro y fue identificado" (El Heraldo15/08/15).

Sin duda ellos son un ejemplo de cómo se puede destruir una generación apuntalada por el neoliberalismo y los privilegios del poder. El ridículo ha llegado al absurdo de que la bebida oficial que nos imponen dentro de la casa magna es la Coca Cola. Todo esto nos debe llamar a la reflexión, sobre todo para que esta nueva generación de dirigentes estudiantiles sepa entender los cambios que nos trae el capitalismo, comprendiendo que nuestra defensa no solo es la formación política y teórica, sino que debemos construir organizaciones políticas sólidas que nos pongan los pies sobre la tierra, haciéndonos entender que nuestra lucha va más allá del simple gremialismo, que pasa por destruir las estructuras de expoliación para construir una sociedad mejor. Es nuestro deber hacer comprender, como decía Salvador Allende, que el “ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica”

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