Por Nicolás Lebrum

El pulso entre el Govern y el Parlament por un lado y el gobierno del Estado Español por otro, ha puesto en la palestra el orden sobre el cual se basa el viejo continente.

El gobierno de Rajoy, acuerpado por el PSOE y el partido Ciudadanos, ha anunciado la puesta en marcha del artículo 155 que suprime la autonomía de Catalunya.

Esta medida, que el gobierno, con la complicidad de los partidos antes citados, busca hacer creer que solo es una medida que no suprime la autonomía, pero cuando se ve el conjunto de los acuerdos del consejo de gobierno del sábado 21 de octubre, lo que queda más que claro es que nos encontramos ante un golpe de estado. Este es el compendio de los principales puntos:

“La facultad de disolver el Parlamento de Cataluña pasa al presidente del Gobierno. Se convocarán elecciones en un plazo máximo de seis meses, "aunque mi voluntad", ha dicho Rajoy, "es hacerlo tan pronto como se recupere la normalidad". 

El Gobierno pide autorización al Senado para proceder al cese del presidente, del vicepresidente y de los consejeros del gobierno catalán. El ejercicio de sus funciones lo asumirán los ministerios correspondientes durante el tiempo que dure esta situación excepcional.

La Generalitat continuará funcionando y seguirá siendo la administración ordinaria de la Comunidad Autónoma. Esta administración actuará bajo las directrices de los órganos designados por el Gobierno de la nación, es decir, por los ministros.

El Parlament no se disolverá. Seguirá cumpliendo su función representativa. Sin embargo, la Presidenta del Parlament no podrá proponer candidato a la presidencia de la Generalitat, ni plantear plenos de investidura. Tampoco llevar a cabo iniciativas que sean contrarias a la Constitución o al Estatut. El Gobierno tendrá un plazo de 30 días para vetar, de producirse, dichas iniciativas.” (El País, 21/10/2017)

El Gobierno podrá tomar control de TV3 para garantizar la transmisión de "una información veraz objetiva y equilibrada".

Las autoridades designadas por el Gobierno podrán dictar instrucciones directas y de obligado cumplimiento a los Mossos d'Esquadra que podrán además ser sustituidos por efectivos de las de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Puidgemont vacila

El president de la Generalitat, Carles Puidegmont, figura de la burguesía catalana, se ha mostrado vacilante en el manejo de la situación. Esto no es de extrañar puesto que refleja a todas luces las grandes contradicciones que hay en el seno del independentismo burgués. La negativa a declarar la independencia el pasado lunes, ha hecho mella en las masas. La burguesía catalana ha priorizado la búsqueda de un acuerdo con el poder central de Madrid para salir de la crisis a lanzar la movilización de las masas. Esta últimas son las únicas que pueden asegurar la DIU. Esto quedó más que claro en el referendo del 1-O. Las masas movilizadas fueron las que aseguraron la apertura de los centros de votación y fueron las que de manera valiente enfrentaron a la guardia civil franquista enviada por Rajoy.

Las vacilaciones del nacionalismo burgués no son nada nuevas a lo largo la historia. Esto se debe a que temen sobre todo que el movimiento obrero sobrepase el marco nacionalista burgués y emprenda el camino a la revolución. Sin embargo, los socialistas revolucionarios somos claros, que en estas circunstancias defendemos tácticamente a estos burgueses de los ataques de la burguesía del poder imperial sin renunciar a nuestra independencia de clase y sin hacer concesiones sobre nuestro plan estratégico. 

Sin embargo, las aspiraciones nacionales sobrepasan los marcos nacionales y sus fronteras. Por un lado, el legado del régimen franquista, encarnado por el rey Felipe y la monarquía de los Borbones es el soporte sobre el cual se basa el régimen burgués. Todos los partidos burgueses han jurado lealtad a la corona y están dispuestas a mantenerla a cualquier precio. El “progresista” Pedro Sánchez se ha quitado su careta y ha demostrado en los hechos lo que significa este cambio de cúpula en el seno del PSOE.

Podemos también le claudica al sistema

El partido Podemos no ha dejado de avanzar en su giro oportunista hacia el reformismo de vieja ralea. El partido que vino a enquistarse en el movimiento de los Indignados no ha podido dotar a las masas de una dirección revolucionaria. Su dirección ha adoptado cada vez más los preceptos del estalinismo mezclados con las viejas tradiciones socialdemócratas. En ese sentido su política para Catalunya es de poner signos iguales entre la dirección independentista burguesa de y el gobierno. El secretario de organización de Podemos y eurodiputado, Pablo Echenique en su conferencia de prensa del 23 de octubre manifiesta que no está ni por la independencia ni por la intervención. Están por un “referendo pactado” con “garantías democráticas”.

“La suspensión del autogobierno de Catalunya no solo hará saltar por los aires uno de los pactos cruciales de la Transición (la reinstauración de una institución republicana como la Generalitat, reconocida por la Constitución de 1978, fue la base del amplio apoyo social al texto constitucional en Catalunya), sino que es un ataque a los fundamentos mismos de la democracia española.” (Carta de Pablo Iglesias, El Diario.es 23/10/2017)

Detrás de toda esta verborrea se esconde la pusilanimidad de esta agrupación. En los hechos tal y como lo manifiestan en esta carta, avalan el pacto espurio que dio nacimiento al modelo actual.

Por otro lado, de manera temeraria e irresponsable le propone a las masas que confíen en un sistema democrático que ya ha demostrado su verdadero rostro. Garantías en un estado burgués, surgido del pacto con los franquistas, donde los borbones reinan, estafan y salen impunes, es parte de la utopía reformista. En ese sentido van más allá en sus propuestas al manifestar claramente que ellos estarían porque Catalunya “siga dentro de España” con mayor autonomía. Sin embargo, esa ruta ya ha sido intentada antes por el independentismo catalán con los resultados ya conocidos. El gobierno central a través del tribunal constitucional, echaron abajo el intento de avanzar en esa dirección.

A todas luces, la hoja de ruta de Podemos no es más ni menos que de mantener el statu quo.

“Un referéndum legal y pactado, además de ser una solución democrática, es la única solución que puede asegurar que Catalunya siga formando parte de España” (ídem)

Para Iglesias el referendo del 1-O fue ilegal, dándole la razón al gobierno y por lo tanto debe de volver a repetirse, lo cual, una vez más, busca salvarle el negocio al régimen.

Para terminar, el presidente de Podemos continúa: “Es necesario defender España asumiendo el derecho del pueblo catalán a decidir su futuro en un referéndum y, a partir de ahí, discutir en Catalunya y en España un modelo de Estado plurinacional que no solo reconozca a Catalunya como nación, sino que apueste por una configuración estatal que acepte de una vez la realidad plurinacional de nuestra patria y construya un proyecto de país asociado a la justicia social y a la soberanía popular.”

Nosotros no estamos por defender España. Al contrario, estamos por que esta dé un salto de calidad para convertirse en una federación de estados ibéricos. El nacionalismo burgués catalán al igual que el nacionalismo pequeño burgués de Podemos le teme a la implosión del estado actual. Sin embargo, la tarea histórica de todas las naciones ibéricas es de romper las cadenas que les ha impuesto la monarquía y sus aliados.

Esto, evidentemente, traería enormes consecuencias para el resto de los países del continente. Los catalanes franceses también podrían aspirar a construir un nuevo modelo que deje en el cajón de la basura la república francesa que representa la dominación de la élites parisinas.

Nuestra consigna de Federación de Estados Socialista Europeos nace del reconocimiento de la multiculturalidad y de las múltiples naciones que componen el continente europeo.

Por la huelga general para derrotar el golpe de estado de Rajoy

La respuesta del movimiento de masas durante este fin de semana ha sido ejemplar. Cerca de medio millón de personas salieron a manifestar para exigir la liberación de los dos Jordi encarcelados por el gobierno acusados de sedición. El estado español, una vez más mantiene en sus cárceles a prisioneros políticos.

Esta movilización debe profundizarse y es la única garantía para derrotar el golpe. El papel criminal de las organizaciones que controlan las centrales sindicales, es que las dos más grandes no llaman al conjunto de los trabajadores españoles a defender las libertades democráticas y a la vez luchar contra la austeridad. En los dos campos, se someten tácitamente al gobierno.

Es necesario que, así como se crearon comités de barrio que mantuvieron las escuelas abiertas para garantizar el referendo, se organicen estos comités para defender los centros del gobierno autonómico antes las fuerzas de la policía y de la guardia civil.

El gobierno ya ha blandido la amenaza de despedir a todo funcionario que no siga las directrices de Madrid.  Es necesario por tanto que la defensa de la integralidad del territorio, de la prensa y de las instituciones básicas se haga por medio de la movilización de las masas.

Ante el abandono de las empresas que han quitado el territorio catalán para aumentar el cerco contra la independencia, se debe expropiar y nacionalizar sus bienes.


Por Nicolás Lebrun

A pesar de la salvaje represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado Español, el referendo convocado por el Parlament tuvo lugar. Sin embargo, las medidas para evitar esta votación tuvieron sus efectos. No era para menos, después de que la Guardia Civil, además de la Policía Nacional, ocuparan las sedes del Tribunal Electoral, confiscando urnas, papeletas y el material informático, necesarios para llevarlo a cabo.

La movilización de masas fue determinante para que se garantizara parcialmente el escrutinio. En muchos lugares se garantizó que los colegios permanecieran abiertos.

Sin embargo, los tenores de esta crisis abierta sobrepasan el marco político existente en el país y deben llevar a los revolucionarios a fijar bien su campo para actuar en consecuencia. 

El régimen del 78 hace aguas

En el pasado artículo, se mencionaron algunos elementos que son los detonantes, entre otros, de la presente crisis.

El régimen monárquico actual es el legado del pacto de La Moncloa, entre las direcciones de algunos partidos: La Unión de Centro Democrático (UCD)de Adolfo Suarez, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Comunista de España (PCE), encabezado en la época por Santiago Carrillo.

Este pacto, permitió reinstaurar la monarquía, sustituir al franquismo agonizante, la que heredó el poder que le fue arrebatado a la segunda república (1931-1939) luego de su aplastamiento militar por las fuerzas fascistas.

Durante el periodo de la dictadura, la burguesía española logró una centralización del Estado para defender sus intereses a nivel interno y de lo que quedaba de las influencias en el antiguo imperio colonial. Las otras burguesías tuvieron que contentarse de un rol secundario durante ese lapso.

Cataluña y el país vasco, las zonas mas industrializadas

El desarrollo industrial se vino a dar fundamentalmente en el norte y en el este, en los territorios del país Vasco y de Cataluña. Este factor permitió que esta burguesía se fuera enriqueciendo sobre la base de la industria pesada, la industria farmacéutica, la industria química, la agroindustria entre otras, así como la industria turística. En el caso catalán, el conjunto de las actividades económicas representa cerca del 20% del PIB español. Su crecimiento en el 2016 fue del 3,5% mientras que las proyecciones para este año son de un 2,7%. Evidentemente, la vieja burguesía y la monarquía  no van a dejar escapar fácilmente  esta rica región.

Las limitaciones del nacionalismo burgués catalán

Sin embargo, en el pasado más reciente, ha habido una serie de hechos en el sentido de pretender lograr la independencia, dentro del marco de la citada constitución monárquica del 78. En el 2006, el parlamento español aprobó un nuevo Estatuto que le confiere mayor autonomía a la región catalana. Poco tiempo después, el Tribunal Constitucional echó por tierra el Estatuto, fundamentalmente por la mención de la “nación” catalana.

La primera consulta se desarrolló en el 2014, cuando se organizó un referendo, ganado por el “sí” pero con una escaza participación. Es sobre esta nueva oleada independentista que se producen las elecciones comunitarias que son ganadas por los partidos independentistas y la izquierda. Es este parlamento que adopta una resolución para la “creación de un estado catalán independiente”. El resto son los hechos que conocemos hasta ahora.

El límite de toda esta propuesta se encuentra en que solo se pretenden delimitar las fronteras nacionales de Cataluña. Comprender las limitaciones del nacionalismo catalán es de importancia capital para avanzar en la dirección de solventar la crisis, pero desde un punto de vista marxista revolucionario. La proclamación de la independencia de Cataluña debe ser apenas un primer paso para promover la independencia también del país vasco, hasta pulverizar al Estado centralista monárquico. En España existen muchas nacionalidades que aspiran a seguir el ejemplo de Cataluña, proclamar la independencia y la república.

La defensa de las aspiraciones nacionales de los catalanes debe ser combatida a muerte, por los trabajadores y la izquierda. Las mediaciones y otras propuestas van a engrosar el grupo de la reacción burguesa o pequeño burguesa, desde Mélenchon en Francia hasta Iglesias en la misma España, pasando por otros grupos políticos europeos. En este marco, la situación llama a tomar partido, no a levantar la bandera del diálogo.

El discurso del rey Felipe no ha dejado dudas al respecto, es una defensa cerrada del centralismo monarquico. El mismo ha reproducido línea por línea la posición del gobierno de Rajoy, prueba de que la polarización y los intereses de ambos bandos son irreconciliables, salvo si la burguesía catalana decide dar marcha atrás.

Autodeterminación y Federación

Ya en medio de la revolución española, en los años 30 del siglo XX, León Trotsky analizó la particular situación catalana, la cual, por cierto, no ha cambiado sustancialmente desde que se escribieron estas líneas:

“No se puede perder de vista ni por un momento que España entera y Cataluña, como parte constituyente de ese país, actualmente, están gobernadas, no por nacionales demócratas catalanes, sino por burgueses imperialistas españoles, aliados a los grandes latifundistas, a los viejos burócratas y a los generales, con el apoyo de los socialistas nacionales. Toda esta cofradía tiene la intención de mantener, por una parte, la servidumbre de las colonias españolas, y, por otra. asegurar el máximo de centralización burocrática de la metrópoli; es decir, quiere el aplastamiento de los vascos, los catalanes y de las otras nacionalidades por la burguesía española. Dada la combinación presente de fuerzas de clase, el nacionalismo catalán es un factor revolucionario progresista en la fase actual. El nacionalismo español es un factor imperialista reaccionario. El comunista español que no comprenda esta distinción, que la ignore, que no la valore en primer plano, que, por el contrario, se esfuerce por minimizar su importancia, corre el peligro de convertirse en agente inconsciente de la burguesía española, y de estar perdido para siempre para la causa de la revolución proletaria.» (León Trotsky, La cuestión Catalana, 1931)

Trotsky no solo defendió el nacionalismo progresivo catalán, sino que al mismo tiempo planteó una estrategia de diferenciación del nacionalismo burgués.

“2.º.- ¿Qué significado tiene el programa del separatismo? La desmembración política y económica de España, o, dicho de otro modo, la transformación de la península Ibérica en una especie de península Balcánica, con estados independientes, barreras aduaneras, con ejércitos independientes y con guerras hispánicas " independientes". 3.º Los obreros y los campesinos de las diferentes partes de España, ¿están interesados en el desmembramiento económico del país? De ninguna manera. Precisamente por esto, es nefasto identificar la decisiva lucha por el derecho a la autodeterminación, con la propaganda separatista. Nuestro programa es la Federación Hispánica, con el elemento indispensable de unidad económica. No tenemos intención de imponer este programa a las nacionalidades oprimidas de la península con la ayuda de las armas burguesas. En este sentido, estamos sinceramente por el derecho a la autodeterminación. Si Cataluña se separa del resto de España, tanto la minoría comunista catalana como la española, deberán combatir por una Federación. 4.º.- En los Balcanes, es aún la vieja socialdemocracia de antes de la guerra, la que ha avanzado la consigna de la Federación Balcánica democrática, como solución a la situación de locos creada por el desmembramiento de los estados. Hoy en día, la consigna comunista en los Balcanes debe ser la Federación soviética Balcánica (a propósito, la I.C. ha propuesto la consigna de Federación soviética Balcánica, ¡pero al mismo tiempo la rechaza para Europa!). En esta situación, ¿podemos hacer nuestra la consigna de balcanización de la península Ibérica? ¿No es monstruoso? (…)(Carta de León Trotsky al Secretariado Internacional, 13 de julio de 1931)

La reacción se reagrupa contra la autodeterminación en Cataluña

El campo burgués imperialista europeo, no ha tenido dudas en cerrar filas con la monarquía y el gobierno de Rajoy con escasas excepciones. Algunos de estos que han condenado la represión del gobierno, sin que por tanto apoyen la reivindicación del pueblo catalán, casi como una nota al pie de página.

Por otro lado, un silencio cómplice se ha instaurado a lo largo y ancho de la UE. Esto no es casual. Por un lado, todos los gobiernos desde la muerte de Franco han dado muestras de adhesión al campo imperialista europeo. La entrada de España en la CEE y casi al mismo tiempo en la OTAN, la llevan a tomar un papel más activo dentro de la UE. Esta adhesión fue promovida por el mismo frente que negoció la famosa transición y que quedó plasmada en la Constitución de 1978 .  Como corolario, en el 2003, el gobierno de Aznar participó en la coalición que invadió Irak y depuso al gobierno de Hussein. Por ello ninguna potencia europea apoya la autodeterminación catalana. Como bien lo ha enunciado el ex primer ministro francés, Manuel Valls: “Deshacer España…es deshacer Europa. Y si abrimos la caja de Pandora, mañana será el país Vasco, después el país Vasco francés, después Italia del norte y luego la guerra…los dirigentes europeos deberían hablar…para decir que eso (la independencia ndlr) no es posible» (Le JDD.fr 6/10/2017). En otros términos, la vieja Europa se asienta sobre una serie de conflictos nacionales que no pueden resueltos dentro del marco de la democracia burguesa.

Una salida revolucionaria a la crisis

La crisis del 2008 ha tenido consecuencias dramáticas para el conjunto de los trabajadores y de la población en general. Los salarios han sido recortados casi a la mitad, las jubilaciones de igual forma han sido congeladas y las indemnizaciones de desempleo brutalmente recortadas. España ha sido, junto con Portugal y Grecia uno de los países donde la austeridad ha sido impuesta salvajemente tanto por los gobiernos del PP como por los del PSOE. Las movilizaciones monstruo que se dieron en el marco de los indignados dieron paso a la creación de Podemos. Este partido, con una dirección reformista de nueva cuña, llevó a toda esta ola de movilizaciones al redil del parlamentarismo burgués para reproducir un discurso reformista de vieja tradición.

La clase trabajadora catalana ya se ha manifestado de forma consecuente el pasado 3 de octubre para protestar contra la represión y por la defensa de los derechos democráticos de la población catalana. Esta dinámica debería ser reforzada. Las direcciones burocráticas de CCOO y de la UGT se han negado a apoyar esta movilización , para levantar como el resto de los sectores reformistas un llamado “diálogo”. 

La resolución de la crisis pasa por la proclamación de la autodeterminación no solo en Cataluña, sino en el país vasco y otros territorios con autonomía, hasta lograr la creación de una Federación de Estados Ibéricos que reorganice desde otras bases el Estado y la república, tirando al cesto de la basura al actual estado monárquico constitucional heredado del franquismo. Pero esta lucha pasa ahora por la defensa a la autodeterminación del pueblo catalán. Esta lucha debe ser acompañada por todas las otras naciones oprimidas por el poder central, a decir los vascos entre otros que desde tiempos atrás luchan por esta reivindicación.

Llamamos a las bases de Podemos y las bases de las centrales sindicales a preparar la huelga general que le mueva los cimientos del régimen explotador e imperialista del estado español representado por Rajoy y el rey Felipe. ¡Abajo la monarquía!! ¡Viva la republica!! ¡Viva la autodeterminación Cataluña y el país vasco y demas territorios autónomos!! Por una Federación de Estados Libres en la península Ibérica!!


Por Nicolas Lebrun

El Estado Español ha desatado una intervención sin precedente en los últimos días para detener el referendo independentista lanzado por el Govern catalán de Puigdemont. La Guardia Civil, pilar de la dictadura franquista se ha volcado a intervenir locales, arrestar concejales y autoridades políticas disidentes, todo esto con base en los fallos de la Corte Constitucional y con la bendición de la casa real de los Borbones.

En unos pocos días, la autonomía catalana ha sido remplazada por un estado policial, mostrando los verdaderos alcances de los acuerdos negociados en 1978 durante la transición entre la dictadura y el actual modelo político. Guardando las distancias que corresponden, la situación de Cataluña se asemeja con la de la autonomía palestina, que en cualquier momento puede ser barrida por la intervención de las fuerzas armadas sionistas.

Esta situación emerge en medio de un panorama político en el estado español, marcado por una grave crisis política, enormes casos de corrupción que involucran la cúpula del PP y que salpica hasta la monarquía.

Los socialistas revolucionarios no podemos quedar neutrales ante estos hechos y debemos fijar una posición que vaya en el sentido de profundizar la movilización en primer lugar pero que logre diferenciarse del marco en el cual, la burguesía catalana pretende llevar el proceso.  

El acuerdo del 78 y la continuidad del modelo franquista

Luego de la muerte del dictador fascista Francisco Franco, los partidos políticos mayoritarios se encargaron de poner en práctica un acuerdo reformista con el fin de impedir el desbordamiento revolucionario del régimen burgués.

Durante décadas, la dictadura se encargó de ahogar por todos los medios las manifestaciones de la nación catalana así como de las otras naciones, por ejemplo la del pueblo vasco. Siendo Barcelona uno de los núcleos obreros y revolucionarios que dieron origen al lanzamiento de la república, la represión posterior por parte de la dictadura fue particularmente feroz. 

En ese sentido, los socialdemócratas del PSOE encabezados por Felipe González junto con la Unión Cristiana Demócrata de Adolfo Suarez y el PCE de Alfonso Carrillo pactaron para mantener a una monarquía espuria, protegida y enriquecida bajo el ala de la dictadura. Por otro lado, la constitución que englobó los acuerdos políticos permitió ciertos derechos democráticos a las autonomías que fueron creadas a diferentes ritmos y niveles. Sin embargo, como árbitro para dirimir los conflictos, se puso en pie un tribunal constitucional con un fuerte carácter político. Sus miembros son elegidos por El congreso y el Senado, a partes iguales (cuatro cada una), luego el gobierno tiene la potestad de nombrar otros dos y por último el Consejo del Poder judicial nombra los últimos dos miembros. Este cordón de seguridad fue hecho para evitar cualquier desbordamiento y sofocar los derechos de las diferentes nacionalidades representadas en el Estado Español.

En la actualidad, su presidente, José González Rivas, es reconocido por su conservadurismo reaccionario, cercano al PP. Sus múltiples fallos e intervenciones lo ponen cerca de los sectores más cercanos a la iglesia católica, bastión del régimen franquista, sobre todo en materia de familia y de los derechos de la población LGTBQI.

El constitucional y el gobierno del PP ponen fin a la autonomía

Con el fallo que desconoce el voto del Parlament para llevar a cabo el referendo, el gobierno de Mariano Rajoy envía a la guardia civil a proceder al arresto de los concejales que ponen en marcha el referendo. Por otro lado, este mismo cuerpo policial, se encarga de secuestrar toda la documentación necesaria para las votaciones. Pero la detención de congresistas del Parlament es uno de los hechos más graves ejecutados hasta el momento por Rajoy y sus secuaces. Una violación como está a la integridad de los congresistas de un poder local, ha sido algo que no se ha visto en Europa desde hace tiempo. Los congresistas escoceses ya han reaccionado y enviado una carta al gobierno para protestar por el hecho.

El gobierno busca escarmentar a los partidarios del referendo y evitar a toda costa que este se realice, amparados en la constitución antidemocrática del 78. Pero también el gobierno quiere evitar que la ola se expanda a otras autonomías como la del País Vasco.

El mensaje hace explotar las ilusiones reformistas, en las cuales, los problemas de las nacionalidades oprimidas podrían encontrar la resolución de su conflicto dentro del marco democrático burgués.

La entrada en juego de las grandes movilizaciones de las masas catalanas para impedir que la guardia civil continuara actuando impunemente ha hecho que la correlación de fuerzas se incline de nuevo ligeramente al campo independentista.

Los timoratos de Podemos

En sus alocuciones, el secretario general de Podemos no ha hecho otra cosa que llamar a un “dialogo” entre el gobierno central y el govern para buscar una solución “negociada”.

En medio de las discusiones en la ciudad de Zaragoza, que dio lugar a una declaración para buscar la “conciliación entre las partes”, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias lanza un lacónico llamado al Pedro Sánchez su homologo dentro del PSOE

“Necesitamos que el Partido Socialista encuentre su propio camino lejos del carril reaccionario y autoritario del PP. Compañero Sánchez, no caigas en la trampa de un frente con el PP, que es la ruta de la destrucción de la democracia y de España como proyecto colectivo” Como una anécdota, esa conferencia de partidos fue rodeada por ultras fascistas que agredieron a una de las participantes, prueba que la democracia que tanto dice defender Iglesias muestra sus brazos armados ya sea con la Guardia Civil o con la salida a escena de la falange. 

En otras palabras, Iglesias considera que el modelo heredado del pacto con el franquismo, es el modelo democrático a defender. No es lo mismo que salir a defender las libertades democráticas que están siendo pisoteadas por el gobierno.

Por otro lado, el modelo de « España » como proyecto colectivo, es muy ambiguo y pone de hecho el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Estos llamados, en definitiva, no condenan al gobierno, sino que trata de distribuir la responsabilidad en partes iguales a ambos bandos.

La Comisión Europea cierra filas con Rajoy

La portavoz del presidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, en declaraciones dadas el 17 de setiembre advierte a Cataluña que « una nueva región independiente, del hecho mismo de su independencia, se convertiría en un país tercero con respecto a la UE y podría postular su candidatura para ser miembro de la Unión ». Es decir, que de manera directa, la UE le sigue el juego Rajoy y el PP.

Por el derecho a la autodeterminación del pueblo catalán

Los marxistas revolucionarios no ponemos condiciones para que este u otro derecho se dé. Cerca de tres cuartas partes de la población catalana ha expresado la intención para que este asunto sea saldado por un referendo.

Si bien este mecanismo democrático burgués debe ser defendido ahora en contra del intento de avasallamiento por parte del estado español, creemos que la única manera de lograr la independencia y la verdadera autonomía es por medio de la movilización. Creer que dentro del marco de la monarquía constitucional cualquier intento por avanzar en ese sentido es falaz y reaccionario.

En este mismo marco de la declaración de Zaragoza, los independentistas burgueses del PNV a través de la declaraciones de Mikel Legarda, a pesar del mensaje de apoyo a la causa catalana, se acerca a las formulaciones reformistas de Iglesias al declarar que « Catalunya necesita y merece soluciones políticas y dialogo, no redadas policiales, las leyes no pueden ser muros que encarcelen el sentimiento mayoritario de un pueblo sino un puente que posibilite su expresión » Pero resulta que la constitución del 78 es una cadena y un lastre para las aspiraciones de los pueblos a su autodeterminación.

El PSOCA, que busca la reunificación socialista de la patria centroamericana, se pone al lado del pueblo catalán. Este proceso de movilización debe dar paso a la construcción de un partido de la clase obrera que logre tomar la bandera en contra de la opresión del estado español y de la monarquía.

La lucha por la construcción de la tercera república es una tarea democrática fundamental para el conjunto de la masas del país.

Ya los gobiernos del PP y del PSOE han demostrado que la única vía que ofrecen es la austeridad de la troika y el garrote de la guardia civil, todo mientras entre corruptela y corruptela, la casa real y las cúpulas se reparten los millones o esconden sus millones en los paraísos fiscales.


Por Nicolas Lebrun

El reciente año ha sido muy cargado en el plano electoral. Los procesos electorales de toda índole se han desarrollado en la mayoría de los países de la Europa Central. Hay procesos que ya han definido claramente el gobierno de turno, en otros son cotejos que podrían marcar la tendencia para las elecciones federales como el caso de Alemania. En todo caso, la sorpresa dada por el derechista Macron en las presidenciales francesas y el crecimiento de los laboristas británicos, marcan una tendencia que refleja las agudas contradicciones de las burguesías en el seno de la Unión Europea. Estas lejos de zanjarse, se profundizan y provocan una polarización que se acentúa cada vez más.

Corbyn crea expectativas con un discurso radical

Hace un año los británicos fueron llamados a las urnas para pronunciarse sobre la salida de la Unión. El antiguo primer ministro, David Cameron buscaba de esta forma, hacerle una concesión importante al partido ultra derechista del UKIP, que lanzaba una retorica racista, xenofóbica y anti UE. El partido conservador, se puso a tono con este discurso para tratar de pescar también un buen recaudo de votos en este fragmento de la población radicalizada a la derecha. Los “tories” se dividieron las tareas para ocupar todos los puestos en la campana en ambos bandos. Mientras Cameron y una parte de su equipo hacían campaña por quedarse en la UE, el entonces alcalde de la ciudad de Londres, Boris Johnson y la actual primera ministra, Teresa May, hicieron campaña por el sí. De esta manera buscaron entonces copar todos los espacios posibles y evitar que la extrema derecha de UKIP pudiera extenderse. El objetivo inicial del gobierno conservador era reafirmarse en el contexto de las negociaciones que se estaban llevando a cabo en Bruselas. Uno de los puntos era de establecer toda una serie de excepciones para los británicos en todos los frentes, el económico, el social, el migratorio. En este sentido no tuvieron empacho en establecer medidas claramente xenofóbicas como el hecho de privar de la seguridad social a los trabajadores migrantes durante un periodo, hasta que hubiesen cotizado “lo suficiente”. Todo esto en clara violación de las leyes europeas que no establece ese tipo de restricciones. Esta guerra económica y social con el continente se explicaba también por el hecho que una gran parte de los obreros de la construcción y otros oficios pesados, provienen de Europa del Este, fundamentalmente polacos, que , con el dumping social, son pagados menos que los locales.

Luego de la euforia del triunfo del Brexit, las crisis política no dejó de existir, al contrario las contradicciones entre los grupos políticos burgueses se profundizaron. Esto provocó la caída del primer ministro Cameron, remplazado luego por Teresa May. En el campo de los laboristas, el jefe del partido, Edward Miliband fue removido y en su lugar Jeremy Corbyn asumió el puesto.

Estos cambios no fueron solo de nombre, ambos personifican una tendencia a la polarización de los campos burgueses.

Por un lado, el lanzamiento del articulo 50 de la UE, que desencadena la salida de un estado miembro de la unión, fue pospuesto casi al limite mientras las filas conservadoras empezaban a armarse para las negociaciones de la salida. La UE también buscaba aumentar la presión sobre los británicos al endurecer las posiciones y preparar toda una serie de medidas en ese sentido. Los montos que debería rembolsar el Reino Unido, así como las trabas para los productos agrícolas e industriales que quisieran entrar al mercado común han ido creciendo. Todo esto se producía al mismo tiempo que el discurso demagógico sobre el que se construyó la campana del Brexit, fue cayéndose a pedazos. Todos los montos que Farrage y sus acólitos habían prometido que cesarían de pagarse a Bruselas para ser invertidos en el pago de servicios y alocaciones sociales, no fueron mas que un atolillo con el dedo.

A todo esto, se le fueron sumando las presiones nacionalistas de diversos estados como el escocés que amenazaron con lanzar un segundo referendo para consultar sobre la independencia con respecto al Reino Unido. En el primero, los resultados, aunque no fueron mayoritarios para apoyar la salida, lograron arrancar algunas concesiones y darle mas autonomía al parlamento escocés.

El plan de ajuste implementado en Inglaterra y el resto del reino, ha sido uno de los mas fuertes de casi toda Europa. El gobierno de la Thatcher empezó con la histórica derrota de los mineros, que se oponían a la supresión de cerca de cien mil puestos de trabajo en el sector. Luego de eso, el endurecimiento de la legislación sobre el derecho a huelga, mas los recortes y privatizaciones de los sectores más sensibles y más rentables fueron minando al movimiento de masas. Esta labor no fue obra única de los conservadores. Los gobiernos laboristas también fueron responsables de estos ajustes anti obreros y pro patronales. En ese sentido, el gobierno de Tony Blair fue particularmente nefasto, no solo en el plano interno si no que también en el plano internacional, al participar en alianza con los Estados Unidos en la agresión imperialista a Irak.

En los últimos dos años, las movilizaciones y las huelgas en varios sectores importantes se han venido acumulando, aun con un endurecimiento mayor del derecho a huelga, impulsado por Cameron. A lo largo del invierno del año pasado, los trabajadores del ferrocarril y del correo, los aeropuertos, así como en ciertas industrias, protagonizaron cerca de las Navidades una paralización importante de las actividades. Un repunte importante en las movilizaciones a pesar de las condiciones adversas. Los trabajadores, luego de la crisis del 2008 y aunado a la devaluación de la libra esterlina, han visto su poder adquisitivo caer de manera importante. A estos movimientos de finales del 2016, se le sumaron en enero la huelga de los trabajadores del metro de Londres y una importante manifestación de los trabajadores migrantes organizados sindicalmente por sectores, que puso de manifiesto algo así como en el caso de la huelga realizada por los migrantes mexicanos en los Estados Unidos “un día sin mexicanos”, pero en este caso adoptaron el lema “un día sin nosotros”, lo que movilizó una cantidad importante en el mes de febrero.

En este contexto, el discurso radicalizado de Corbyn ha tenido su eco en las masas, fundamentalmente en los jóvenes que participaron escasamente en el referendo del Brexit y que ahora, esta franja de la población ha participado con una tasa cercana al 70%.

Corbyn enfocó sus baterías contra la City y sus aliados en el poder. “Gran Bretaña necesita un partido obrero que no tenga miedo de enfrentar a los carteles de los privilegiados que amasan la riqueza de este país. Se trata de los amigos ricos de los conservadores en la City que provocó la caída de nuestra economía. Con esta elección, Labour Party (Partido Laborista) asegurará cambiar las reglas, y vamos a construir un país para todos en lugar de para algunos pocos " (Radio France International, 20-04-2017). En casi todas las principales ciudades , los resultados le fueron ampliamente favorables. Las zonas rurales, votaron mas por los Tories.

Sin embargo, el problema fundamental, las negociaciones sobre el Brexit no parecen del todo resueltas. Sobre este punto, Corbyn declaró “En lugar de fanfarronear y exagerar la animosidad [como la Sra May], un gobierno del Labour Party va a defender un proyecto basado en el interés mutuo de los europeos y británicos ".(Le Monde 1/06/2017) Por otro lado, en otro momento, el mensaje del candidato no era tan claro, e incluso algunos medios lo vieron como un intento de acercarse a un electorado cercano a la posición de la salida “ el Labour Party no está casado con el principio de la libre circulación de ciudadanos europeos” (Le Monde 11/01/2017) Este mensaje deja claro que en cuestión de principios, los laboristas no tienen nada escrito en mármol.

Con el crecimiento del partido laborista, la burguesía inglesa se asegura por un lado, de un recambio menos agitado, con un socio que en el pasado les ha asegurado buenos resultados. Esto a pesar de que ambos sectores, laboristas y conservadores puedan tener diferencias tácticas, pero en el fondo, aspiran a lograr un acuerdo favorable para los intereses británicos en vistas a la salida de la UE. Por otro lado, le cierran la puerta por el momento a la ultra derecha agrupada en el UKIP. Esto ultimo no le impide a May de conformar un gobierno con los ultra conservadores del DUP de Irlanda del Norte y otros personajes resucitados del espectro político británico.

De esta manera, el sistema bipartidista queda a flote, sin que los golpes sufridos los lleven a afrontar casos como los de otros países europeos, donde algunos partidos se han desmoronado como el PS francés o bien han sido otros los que han tomado las riendas del poder, acrecentando la crisis prevaleciente en el país. No hay que olvidar que la City británica es el centro neurálgico de las fianzas del viejo continente.

El abstencionismo en la legislativas francesas: ¿la calma antes de la tormenta?

La primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia han dejado un récord en el porcentaje de abstencionismo en la historia de la V republica, con un 51%. En la segunda vuelta, este récord ha sido roto de nuevo, llegando casi a rozar el 60% . Una nueva muestra de la profunda crisis institucional que se vive en el país galo. Los escándalos de corrupción que estallaron desde hace ya varios años y que han tocado figuras importantes de la dirigencia de los partidos, ha dejado su huella en el escenario político.

Desde el ex presidente Sarkozy, el candidato Fillon, la eurodiputada y candidata Le Pen, la presidenta del FMI Lagarde, el ex presidente del FMI Strauss-Kahn, y la lista aumenta casi día a día.

El aumento de la abstención no le ha cerrado el camino a LREM, por el contrario, le ha facilitado al partido del nuevo presidente Macron, de obtener una amplia mayoría, lo cual le haría posible llevar adelante su proyecto político. Sin embargo, la “ola macroniana” no fue del alcance esperado . Las encuestas le daban más de cuatrocientos escaños, pero luego del escrutinio obtuvo 350.

Esto sin contar con el apoyo de otros candidatos que tienen posibilidades de salir electos, pero que pertenecen a partidos como LR o el PS. Algunos ya habían manifestado su apoyo desde las elecciones presidenciales y ahora buscan integrarse a la mayoría parlamentaria presidencial. En otros casos, estos candidatos como el ex primer ministro Valls, que intentó encabezar las listas de “En Marcha”, estos últimos no pusieron un candidato de su partido para casi asegurar su elección.

Los resultados de este proceso deben de llamar la atención puesto que, de manera dual, la representación mayoritaria de la REM, se ve contrastada por este rechazo de amplios sectores de la población. Con el presente cuadro, la asamblea estaría siendo electa por un 15% de los electores inscritos, una falta de legitimidad sin precedentes.

El gobierno Macron va a tratar de aprovechar el inicio de la legislatura para hacer pasar por la fuerza la reforma del código de trabajo. Macron piensa, con el mecanismo de la “ordonnances” llegar a este objetivo. Para esto no solo cuenta con su propia mayoría, si no como hemos dicho antes con los partidos burgueses clásicos de la derecha como LR algunos otros de la izquierda socialdemócrata.

Este régimen cada vez con rasgos mas bonapartistas tendrá que enfrentar un descontento que puede manifestarse con amplias movilizaciones como las del año anterior. Este seria en escenario salvo que el conjunto de las direcciones de las organizaciones sindicales entren la concertación social. Luego del primer encuentro con las centrales sindicales, la CFDT alaba al nuevo gobierno. Luego del encuentro entre las centrales y el presidente, su representante elogio la voluntad de Macron de estar “ a la escucha” (Le Monde 23/05/2017). Los otros no han sido claros en su oposición al proyecto de LREM. La única reacción, Philippe Martínez, secretario general de la CGT luego de esta cita ha sido de decir “ las fechas (de implementación del proyecto de ley) no están claras” (ídem). Los llamados concretos para organizar la lucha contra las reformas al código de trabajo no son precisas. En su comunicado del 13 de junio, llaman a “profundizar la movilización” (http://cgt.fr/Les-salaries-ont-de-quoi-se.html) pero sin más contenido ni precisión.

Las plataformas de lucha que surgieron en contra de la ley El Khomri, como “convergencia de luchas” o “merecemos más que eso” se han reactivado. Estas fueron las que estuvieron al origen de las enormes concentraciones y asambleas en la Plaza de la Republica y que fueron salvajemente reprimidas por el gobierno Valls bajo el manto del estado de emergencia anti terrorista. Está claro que los grandes sacrificados de esta reforma son básicamente los jóvenes que verán sus contratos de trabajo precarizados. La supresión de las convenciones colectivas, las facilidades para despedir y otros puntos mas reflejan el carácter pro patronal del gobierno que sigue al pie de la letra los dictados del MODEM, organización patronal francesa.

Estos objetivos son congruentes con las reformas exigidas por la Comisión Europea.

Esta agrupación ha conformado un “frente social” que desde ya ha lanzado toda una serie de movilizaciones en las principales ciudades del hexágono.

Luego del gran resultado de la France Insoumise en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el efecto electoral de esta agrupación se ha visto mermado por las circunstancias propias del sistema electoral .Las diferencias con el PCF y su política reformista no han cautivado a las masas para llevarlas al terreno democrático burgués de las elecciones. Entre ambas agrupaciones (LFI y PCF) podrían llegar conformar un grupo con cerca de 30 diputados. Este hecho lo lleva a poder conformar un grupo parlamentario. Esta oportunidad es muy valiosa para los luchadores franceses si es utilizada para profundizar la movilización. Como bien lo ha hecho el nuevo parlamentario de LFI François Ruffin, conocido por su documental “Merci Patron”, quien puso su mandato sujeto a revocatoria y su salario será igual al SMIC(salario mínimo).

Un programa para la lucha

Sea en el Reino Unido o en la Francia republicana, los trabajadores del continente le han hecho frente a una colosal embestida de la patronal. Estos agrupados en las instituciones europeas, el FMI, la BCE, han ido desmantelando las conquistas sociales adquiridas en el último siglo. No obstante, el ex presidente de la comisión y actual cuadro de Goldam & Sachs, Manuel Barroso, se felicitaba hace unos años por esta “revolución silenciosa” de la patronal.

Ha sido silenciosa porque el riesgo de estallido social puede ser de grandes proporciones si el proletariado industrial en conjunto con el resto de los asalariados y la población se unen para derrotar la austeridad. Esta tarea no es posible si las masas aisladas país por país, o sector por sector lo intentan hacer. Cada vez que se manifiesta o se combate el cierre de una empresa, se combate el plan en su conjunto.

El plan debería incluir estos entre otros puntos a debatir y adoptar por un mecanismo de asambleas democráticas. La política de conciliábulos entre cuatro paredes no ayuda a preparar la lucha.

1.- Escala móvil de salarios conforme a la inflación: desde la entrada del euro, los salarios no han seguido la evolución del conjunto de los aumentos en el costo de la vida. El aumento de las propiedades o el precio de los alquileres hace que los salarios alcancen cada vez menos para cubrir el resto de las necesidades básicas y la salud.

2.- Por un empleo digno para los jóvenes: este sector de la población se encuentra cada vez mas precarizado, contratos de duración definida, practicas mal pagadas y otras vejaciones con las que los empleadores aprovechan de esta mano de obra barata.

3.- Por la igualdad de salarios entre los géneros: alto a la discriminación sexual en el trabajo.

4.- Por la defensa de las libertades democráticas y por el derecho a la huelga: en este aspecto, las libertades fundamentales han sido recortadas con el pretexto del terrorismo. LA criminalización de la protesta y de la huelga empieza a tomar cuerpo en proyectos de ley en diferentes países de la unión. En otros, como en Reino Unido, ya han sido recortados por gobiernos anteriores.

5.- Por la salida de la OTAN: en la reciente cumbre se puso una vez mas de manifiesto el carácter reaccionario e imperialista de esta organización liderada por los Estados Unidos. Los países miembros de la UE deben de salir de la UE y las tropas acantonadas en diferentes países del mundo deben ser retiradas. Que el dinero de la defensa pase a la educación, la salud y la seguridad social.

6.- Por un plan de obra publica en manos del estado: la infraestructura lleva anos de rezago. Como vimos en el incendio de la torre de apartamentos, los inversionistas privados se ríen de las normas de seguridad. El Estado debe retomar el control de las obras publicas.

7.- Por la expropiación de las empresas que cierran operaciones: desde hace muchos años cientos de empresas cierran sus puertas con el objetivo de trasladar sus operaciones a otros países con menores salarios. Se van impunemente y dejan a miles de familias en la incertidumbre. Los sindicatos casi se limitan a negociar planes de reconversión. Estas empresas deben ser expropiadas y sus bienes deben pasar a manos de los trabajadores.

8.- Por el derecho de las minorías nacionales a decidir sobre su futuro: diversos estados siguen lesionando los derechos de las minorías nacionales. Algunas han alcanzado a organizar referendos, otras tan siquiera eso. Macron ya ha tomado posición y no reconoce la posibilidad de los catalanes de separarse del Estado Español. Que sean las masas de cada país que decidan.

9.- Por el derecho de las minorías LGTBQI: legislaciones retrogradas, discriminatorias asoman la cabeza en varios países del continente. Esto no suscita gran reacción por parte de los partidos burgueses, salvo alguna declaración. SE debe movilizar a la población para que las personas de esta comunidad puedan adquirir mas derechos y se sancione a los países o empresas que los discriminen, persiga o reprima.

10.- Por la lucha unitaria de todos los trabajadores del continente. A pesar de contar con centrales y estructuras para este fin, en la practica no logra articularse nada concreto. Algunos sectores lo han logrado, pero de manera aislada. Por un encuentro sindical que parta de las bases para discutir un plan de acción unitario para combatir la austeridad.


Por Juan P. Castel

La llamada izquierda internacional se ha dislocado nuevamente tras el repunte de las votaciones el pasado jueves 8 de junio, que dejó firme al Partido Laborista de Reino Unido (Labour Party) de cara al toletazo al que llamaba la actual ministra Theresa May, del Partido Conservado y Unionista (Conservative and Unionist Party) para enterrar bajo años de desaciertos del laborismo y de sus direcciones burguesas más acentuadas (Blaire, Gordon y Miliband). Pero el cálculo frío de la proclamada por los tabloides de derecha inglés, como la Margaret Thatcher de este siglo, le ha colocado en una posición que lejos de la estabilidad mayoritaria en el parlamento (Cámara de los Comunes) para negociar el Bretexit con Bruselas, la ha dejado casi fuera del gobierno, sin una mayoría clara y con los índices de popularidad más bajos desde que ésta remplazó a David Cameron, después de la dimisión que le siguió al referéndum en el que la salida de la Unión Europea le ganó a la permanencia.

"Si Jeremy Corbyn se convierte en el líder laborista, la derrota electoral no será sólo como la de 1983 o 2015, el partido se enfrentará a una aniquilación", escribió el ex primer ministro y enterrador del laborismo socialdemócrata Tony Blair para su columna en el diario The Guardian. Pero la gran sorpresa fue la corta distancia a la que quedó el Laborismo de los conservadores que planeaban una estocada final contra una acumulación de errores previos sin precedencia en la historia; y fue precisamente el líder dibujado por la prensa derechista inglesa como antisistema, Jeremy Corbyn, el culpable de este repunte que por el momento ha silenciado a sus adversarios dentro del partido y le ha dado un nuevo respiro a la corriente de izquierda a la cual él representa.

"Jeremy Corbyn fue vigilado durante 20 años y estuvo catalogado como subversivo por la Unidad Especial de Scotland Yard", así amanecía el matutino Daily Telegraph, de conocida tendencia amarillista reaccionaria, pero en lugar de volcar la opinión pública a favor de los conservadores, lo único que lograron fue promover el cierre de las bases del laborismo descantadas durante la última década con los liderazgos pomposos y engañosos al servicio del statu quo. Fue así como miles de viejos afiliados del laborismo que veían en Corbyn a un líder rojo radical, se movieron a emitir sus votos por detener los agravios de la prensa y de los grandes emisarios del conservadurismo inglés.

El llamado por todos los diarios atlantistas como el momento de la gran reconciliación del ilegible candidato, se produjo con la filtración calculada del manifiesto laborista, el llamado libro rojo de Jeremy Corbyn, con el que se presentó en mano a todos los mítines antes del día de las elecciones del 8 de junio: renacionalización de la energía y los ferrocarriles, subida de impuestos a los más ricos, fin a siete años de austeridad que han dejado los servicios públicos en situación límite, junto a esto volver gratuita la matrícula universitaria en uno de los países donde la educación superior es la más cara a nivel mundial, recuperar los correos y el control de las cuatro grandes empresas eléctricas del reino unido, todo esto privatizado en tiempos de David Cameron.

“Queremos que las matrículas universitarias sean gratis: no podemos arrancar la vida arrastrando una deuda de 9.000 libras”, afirmaba un votante de 19 años para el diario ElPais, cuando concurría a emitir su voto.

Y claramente Jeremy Corbyn logro hacer conexión con ese millón y medio de jóvenes que votarían por primera vez el pasado 8 de junio, también encandiló al sector naturalmente torie del centro de Gales, comprendido entre los 45 y 65 años y disputó una lucha condado por condado en los bastiones históricos del laborismo, las zonas industriales del norte de Inglaterra, donde los tories habían hecho del laborismo un hazme reír condenado a su división y dispersión perpetua desde los tiempos de Gordon Brown. Con un discurso mordaz luchó contra los representantes de su partido que desde el parlamento proponían censurarlo y quitarle el liderazgo inestable que hasta el 8 de junio tenía. “No confiéis en los tories”, No podéis fiaros de ellos para garantizar vuestras pensiones o vuestra asistencia social. Los conservadores no han hecho más que dar giros y traicionar una y otra vez sus promesas”.

Al final, la estabilidad requerida por el conservadurismo para poder llevar a cabo unas negociaciones fructíferas con Bruselas en lo que para ellos era un sueño cada vez más alejado de la realidad de dominar la cámara de los comunes con los 350 escaños necesarios para legislar casi como un sistema de partido único, le ha abierto al laborismo la oportunidad de gobernar desde la minoría, por medio de un acuerdo con los partidos menores poder conseguir hacer gobierno. Todo esto dependerá de la capacidad del equipo de Jeremy Colbyn de llegar a acuerdos, aunque el Partido Conservador ya ha empezado a acercarse a los unionistas de Irlanda, partido ligado al extremismo derechista contra las organizaciones y activistas independentistas de Irlanda del Norte.

Cabe mencionar que el partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP) ha sido, después del conservadurismo, el gran perdedor, ya que los resultados muestran cómo el UKIP perdió votos frente al conservadurismo que logró abanderar las consignas anti-inmigrantes y anti-musulmanes, que eran ficha fuerte de este partido derechista casi en su bancarrota. Como ya es común, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) logra mantenerse bajo el estandarte de mantenerse dentro de la Unión Europea como una Escocia independiente.

Desde la Izquierda

Antes, durante y después de las elecciones en el centro de la metrópoli imperialista que es el Reino Unido, se ha criticado abiertamente el papel de la dirección actual del Partido Laborista, bajo el liderazgo de Jeremy Colbyn, debatiendo acerca de su vocación antisistema, de izquierdista, de radical y de demás tópicos sin sentido, alejados de las condiciones concretas dadas en un país opresor como lo es el Reino Unido en el mundo. Cabe recordar que el Partido Laborista fue fundado en el año de 1900, partido en ese entonces de marcada posición patronal corporativista como lo fueron siempre los tradeunionistas, que dependieron siempre de sus direcciones burguesas amilanadas por la concentración del capitalismo en el país que le dio origen.

Como en Centroamérica podemos ver radicalismo en el democratismo pequeñoburgués cuando éste logre desembarazarse de la guía del imperialismo yanqui, en el Reino Unido la dialéctica de las posiciones políticas corresponde al desarrollo de las fuerzas vivas de la sociedad en lucha. El Reino Unido es un país donde el capitalismo está fuertemente acentuado y que ha servido desde finales de la Primera Guerra Mundial como cabeza de playa de los intereses monopólicos del imperialismo inglés, siempre en alianza pero en pugna con los imperialismo de mayor potencia como el yanqui o de menor potencia como el de la Unión Europea en este tiempo. Solo entender estas condiciones materiales nos dejará entender cómo un marcado programa democrático en el centro de la metrópoli que choca con las políticas de austeridad iniciadas después de la crisis financiera mundial de 2008, deja ver dentro de las masas obreras de la metrópoli y dentro de esa misma clase media que históricamente ha votado al laborismo a un Corby Rojo, a una dirección laborista anti sistema.

El laborismo ha vivido 100 años como un partido de masas, el partido con más afiliados en la Europa occidental –más de 500 mil–, un partido de una base obrera y clase media que ha estado bajo el control de una dirección burguesa y corporativista al servicio del bipartidismo inglés, que oprime en primera línea a los obreros de Irlanda del Norte, Gales y Escocia y de manera más clara por medio del neocolonialismo a los países en su esfera de influencia. Por eso es claramente entendible que fracciones de la izquierda anti capitalista española o latinoamericana no lo vean como un radical desde los tópicos de la periferia, pero que para la masa y para las base en la que se ha respaldado este viejo activista anti-guerra para vencer a los sectores más regresivos del laborismo que después del 8 de junio han recibido un coletazo, en la que veían como tumba política del equipo de Jeremy Corbyn incluso a costa del desmantelamiento por derecha y por izquierda del centenario partido de los trabajadores ingleses.

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