Por: León Castañeda

En el contexto de la toma de la Ciudad Universitaria de la zona 12, Paraninfo, MUSAC y la mayoría de sus centros regionales en los distintos departamentos del país, la ahora no tan peculiar administración de la Escuela de Ciencias de la Comunicación -ECC- del Campus Central de la Universidad de San Carlos toma una postura contra los estudiantes, el paro de labores docentes y administrativas que corresponden a una verdadera huelga universitaria.

En la página institucional de la ECC instruyeron a compañeros y catedráticos a continuar clases a través de la herramienta de Google Classroom, con la cual, desde su inicio, ha servido más como método de control hacia estudiantes y catedráticos opositores, además de ser utilizada para conseguir información personal de los mismos. Esta instrucción corresponde precisamente a dos propósitos: 1. El de probar de manera inmadura que es una ‘’plataforma’’ que sustituiría a partir del año 2020 las clases presenciales en la ECC para ser el plan piloto del ‘’primer campus virtual’’ en USAC. Una de las propuestas que conforma el humo que el actual director Sergio Morataya vende como campaña para su reelección. 2. Mantener una postura a favor de la administración del Rector Murphy Paiz y en contra de la toma iniciada por el Colectivo Estudiantil Universitario   -CEU-, demostrando una vez más que el único interés de Morataya y su séquito es mantener el statu quo en la universidad para seguir lucrando desde el poder administrativo de la ECC, quedando bien con su patrón magnífico Paiz y asegurando así el plan de privatización del cual la administración de la ECC nunca se ha pronunciado.

Docentes interinos e incluso titulares se han visto forzados y amenazados a continuar labores por medio de la herramienta virtual mencionada, violando así su libertad de cátedra al imponérselas como método para dar su clase. Ignorando a propósito el hecho de que en una universidad pública no todos los estudiantes tenemos las condiciones para recibir clases en línea. ¿A caso el parásito de Sergio Morataya nos paga el internet, nos garantiza lugares seguros para recibir las clases por un Smartphone (en caso lo tuviéramos)? ¿Qué les garantiza a los catedráticos para el mismo fin? Al parecer, ninguna pregunta figura coherencia en la mente del enemigo de la educación. Además de mantener una postura totalitaria y excluyente con estas acciones. ¿Cómo esperamos que en una universidad pública la gente tenga los suficientes recursos para satisfacer las nuevas necesidades creadas en la Escuela de Ciencias de la Comunicación?

Es fácil ver cómo todo responde al mismo plan de privatización, en el que esperan que el aspirante de la USAC no sea pobre, sino que tenga el Nivel Socioeconómico -NSE- correspondiente a una clase que pueda pagar la educación, que de derecho pasó a ser convertida en lujo.

Esta propuesta del plan piloto para ser el primer campus virtual ingresó al Consejo Superior Universitario -CSU- en 2018, pero por la urgencia del tema del déficit presupuestario y las políticas de austeridad pasó a segundo plano. La propuesta, en resumen, tenía por objetivo que el estudiante asista a la mitad de sus clases de manera presencial y la otra mitad de manera virtual. Pudiendo así duplicar la capacidad física de población estudiantil, profundizando aún más la crisis poblacional de la USAC. Crisis que sólo puede resolverse descentralizando la educación y expandiendo la educación por medio de sedes y el mismo presupuesto (como bien lo contempla la CPRG, según las necesidades universitarias). Este plan que aparentemente implementaría de ser reelecto, lo pondría en marcha con, según él, una serie de modificaciones y remodelaciones a los dos edificios de la Escuela, Bienestar Estudiantil y M2, donde de manera poco clara ha intentado fundamentar los cambios. La infraestructura y equipo serían pagados nada más y nada menos que con una fracción de la deuda pública que creó el préstamo de 120 millones de dólares del BCIE a la USAC en las negociaciones en este año de Murphy Paiz con el Congreso de la República.

¿A qué apuntan estos datos? A que parte del proceso de privatización es quebrar una entidad pública para que pueda ser ‘’rescatada y mejorada’’ por el sector privado. Si al principio de la lectura hablamos de que la Administración de la ECC no se pronuncia contra la privatización es precisamente porque busca profundizarla en alianza con la Rectoría.

¿Qué nos corresponde a Estudiantes y Docentes conscientes de este contexto histórico?

Llamar a la rebelión de nuestros compañeros estudiantes contra la administración autoritaria de Sergio Morataya y acuerpar la toma del campus central. Aunque para muchos estudiantes sea difícil llegar, periodistas, locutores, publicistas y estudiantes de licenciatura tenemos el poder de conocer los hilos mediáticos. Debemos moverlos para que la información gane la batalla contra la desinformación y manipulación mediática del Rector que trabaja en conjunto con el netcenter del director.

Alentar a los compañeros docentes a formar resistencia por la dignidad. El miedo ya no existe en la ECC, ya se rompió. El director es un don nadie que alguna vez tuvo el poder absoluto y capacidad para infundir terror, ya nadie lo respetamos y nos da risa a los estudiantes. Compañero docente, aun así, seas interino tenes dignidad y debes luchar por ella, por tu dignidad individual y la dignidad universitaria. ¡No están obligados a dar clase en paro de labores!

Unámonos por una lucha colectiva en defensa de la educación superior pública, gratuita y de calidad. Saquemos a los parásitos nefastos que solo se sirven de la universidad como plataforma de lucro y que utilizan tanto estudiantes, administrativos y catedráticos para fines oscuros y corruptos.

¡LUCHEMOS POR LA DEFENSA DE LA TRICENTENARIA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS, REINVINDIACIÓN DE LOS DERECHOS Y DE LA DIGNIDAD HUMANA EN LA ESCUELA DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN!


Julio Coj es miembro de la coordinación de la Unión de Sindicatos de Trabajadores de Guatemala (UNSITRAGUA )

¿Nos podrías explicar en qué consiste el Convenio 175 de la Organización Internacional del Trabajo, si es un instrumento que cercena los derechos de los trabajadores, tiene atenuantes con respecto a esto o existe algún beneficio que les proporciona?

En sí, considero que el Convenio 175 de la OIT no es malo. Se realizó para países de Europa que en su momento lo necesitaban, en torno al tema de desempleo y crisis económicas; sin embargo, expertos han señalado que ese convenio no se adapta para las condiciones políticas, económicas y laborales en América Latina.

No se adapta porque las políticas y las conductas de los empresarios latinoamericanos, tienen una visión más salvaje que la de los empresarios de los países del primer mundo, pues los de aquí buscan exprimir todo lo que se pueda a los trabajadores. El convenio por su parte se podría aplicar, pero los gobiernos de Latinoamérica han elaborado reglamentos o guías para su aplicación, como el 189-2019 creado por el Ministerio de Trabajo con una finalidad.

Esa finalidad, sería bajar los salarios, que es la petición que los empresarios le han hecho siempre al gobierno. El convenio garantiza los salarios que entrarían en esa modalidad de tiempo parcial y garantizaría la seguridad social, pero ya en el reglamento emitido por el gobierno lo que hace es bajar los salarios.

Por ejemplo, una persona trabajaría cuatro horas, lo cual implica ganar Q 11 la hora, es decir Q 44 al día, imagínate los gastos diarios transporte y alimentación; y si al trabajador no le alcanza los Q90 diarios –por la jornada completa - estaría lejísimos del salario mínimo que de por si aún es limitado con respecto al costo de la vida.

Otro argumento empresarial es que los trabajadores a tiempo parcial tendrán derechos sociales y es cierto, por la presión que hemos hecho;  pero la proporción de los beneficios de estos derechos no será completa, sino la mitad o por el tiempo que esté trabajando y eso se aplicaría a bonificaciones, indemnizaciones y otros derechos adquiridos.

Así también con respecto a las finanzas del IGSS, al reducir la cantidad recibida por jubilación afectará la capacidad financiera y de proporcionar servicios de parte de esta institución. Pero respecto al IGSS tienen también una agenda oculta, llevarlo a mayor crisis para provocar la concesión o la privatización de esta institución.

Por otra parte también nos oponemos a este reglamento porque en su artículo seis dice que es permitido el traslado de trabajador de tiempo completo a tiempo parcial. Esto quiere decir que el mismo reglamento faculta a los empresarios para que  trasladen a los trabajadores con jornada completa o viceversa, implicando una reducción de los derechos laborales. Por ejemplo una trabajadora que ha trabajado diez o doce años jornada de ocho horas,  su pasivo laboral a la hora de jubilarse tendría una indemnización de acuerdo al salario que ganaría con la reducción de su jornada, lo que implica reducción de su pasivo laboral.

Entonces no buscan que el tiempo parcial genere más jornadas de trabajo por hora, eso es falso, sino lo que buscan es precarizar las jornadas de trabajo, bajando los salarios, rompiendo la estabilidad de los trabajadores y  afectando la continuidad para no organizarse en sindicatos y no tengan derecho a la negociación colectiva.

El convenio menciona acceso a la seguridad social y que el salario por tiempo parcial no puede ser menor al mínimo. ¿Esto no es una garantía a los derechos laborales de los trabajadores?

No garantiza porque el problema aquí es que resquebrajan todo el esquema de la relación laboral existente. Y el tiempo de trabajo parcial ya está regulado en el Código de Trabajo, al igual que otro tipo de jornadas, por tanto decimos que no existe necesidad de regular eso con un reglamento o una guía. Pues lo que ellos quieren es legalizar esa modalidad que ya se da en algunas actividades como en los servicios, en casas particulares y en las plantaciones agro-industriales, pero bajo la tónica de menores derechos laborales, es decir legalizar muchas de las ilegalidades que están cometiendo los empresarios.

Además hablan de que todo contrato laboral será pactado voluntariamente entre el patrono y el trabajador, pero sabemos que eso no es así porque el trabajador jamás podrá decir si está de acuerdo o no con aspectos de su contrato. Lo que se busca es también debilitar más la contratación colectiva con esto.

Por tanto, nosotros desde ya rechazamos como UNSITRAGUA y Movimiento Sindical Autónomo de Guatemala esta situación. Se hizo una conferencia inquiriendo al ministro de trabajo sobre ese tema; el jueves 1 de agosto impondremos un recurso de inconstitucionalidad al reglamento. Esto porque el artículo 102, inciso G de la Constitución Política de la República establece que todo trabajador que trabaja sus horas laborales tiene derecho a que se le pagan según lo estipulado por el trabajo de esa jornada, aun aquellos que trabajan menos tiempo por disposición del patrón y con consentimiento con el trabajador, estando obligado el primero pagarle el salario mínimo por ley.

Por otro lado se afectaría las otras modalidades de trabajo como el destajo, dejando a decisión del patrón cuánto pagar o sobre los trabajadores con jornadas superiores a las ocho horas, quitándole la bonificación que se paga por horas extraordinarias. Es decir, es una pérdida para quien trabaje por menos de las ocho horas, pero también un perjuicio para quien trabaje superior a esas ocho horas.

Además se afectaría a quien trabaje jornada nocturna que son seis horas, pues se pagaría menos y según la discreción del patrón, pues el acuerdo genera esas discrecionalidades que le permiten a los patrones hacer lo que les dé en gana.

¿Qué opinión le merece propuestas que en otros países el movimiento sindical ha exigido y logrado, como es reducir la jornada laboral diurna a seis horas, garantizando claro está un salario acorde para el costo de la vida y derechos sociales y laborales; pero también como una orientación para la lucha?

Existe eso en otros países, sobre todo europeos y también países donde se ha aplicado el convenio 175 con otro enfoque de protección a derechos. Pero en América Latina y sobre todo en Guatemala, Honduras o Colombia se tiene un empresariado totalmente conservador, que quisiera que el trabajador trabaje con salarios aún más de hambre o gratuitamente y sin derechos de toda índole. Entonces la mentalidad es acumular más riqueza en el menor tiempo posible a expensas de mayor hambre y pobreza y prácticamente una explotación de la fuerza de trabajo.

La pobreza, la extrema pobreza, la desnutrición crónica, el subdesarrollo que se encuentra Guatemala, es resultado de las políticas laborales y económicas que el sistema político impulsa. Porque el desarrollo de un país solo es posible a través de trabajo y salario digno, seguridad social para todos y también de la dotación de las tierras suficientes para la y el campesino, que pueda no solo alimentarse sino comercializar su productos; pues la pobreza no se combate con una bolsa de alimentos o una remesa de Q300 al mes. Esto solo sirve para mercantilizar el voto, entonces la gente vota por eso y no por un proyecto que promulgue la justicia social, el bienestar del trabajador pero también que permita la libertad sindical.

Con respecto al Convenio 175, ¿qué otras acciones además de las legales plantean hacer?

Hemos estado analizando realizar más acciones de calle y de protesta; para ese día concreto que se plantea presentar el recurso de inconstitucionalidad se pedirá a los trabajadores con licencia sindical su presencia. Después, estamos viendo la presentación de una queja ante la OIT, las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, por la violación de los derechos económicos y sociales de la clase trabajadora guatemalteca, regulados en el Pacto de San José,  que es una ley de la República; como una parte de una lucha a mediano y largo plazo. Como la lucha que históricamente e internacionalmente ha librado la clase trabajadora mundial para conquistar sus derechos.

Con esto me das la pauta para la última pregunta, ¿cuál crees que debería ser el papel del movimiento sindical guatemalteco desde una perspectiva global de cara a la reivindicación de los derechos de la clase trabajadora pero también a plantar una perspectiva de país distinta?

Nosotros como UNSITRAGUA, la Central General de Trabajadores de Guatemala y la Central Única Sindical de Guatemala, estamos afiliados a la Central Sindical Internacional y a la Confederación Sindical de las Américas, y tenemos una plataforma de desarrollo social latinoamericano, donde existen líneas planteadas para presentar posicionamientos conjuntos a nivel nacional e internacional.

Existen otros riesgos como el que el gobierno antes de su finalización imponga un reglamento al Convenio 169 de la OIT sobre consulta a los Pueblos Indígenas, situación a la que también desde los sindicatos nos hemos opuesto, coordinando con organizaciones representativas indígenas; pues este gobierno al igual que todos los existentes desde 1954, nunca ha pensado en el desarrollo del pueblo sino en el saqueo y robo para garantizar los intereses empresariales.

La situación de falta de oportunidades para la juventud y la niñez ha provocado que sean caldo de cultivo para la delincuencia o que opten por la migración; al igual es Honduras de donde han salido grandes caravanas de migrantes. Desde hace 10 años implantaron el trabajo parcial en ese país, generando una mayor precarización de las relaciones laborales allá. Por tanto es cínico que los empresarios y sus gobiernos,  presenten esa medida como una salida para el subdesarrollo del país.

Por tanto, consideramos que necesitamos establecer lazos de mayor unidad en el sindicalismo nacional pero también centroamericano y regional; necesitamos levantar plataformas como fue Concentra, que realizaba acciones coordinadas de lucha social  en el istmo Centroamericano, pero también de propuestas y de exigencias de demandas, creemos importante retomar esas iniciativas.


 

“Menos mal que existen

los que no tienen nada que perder,

ni siquiera la muerte.

Menos mal que existen

los que no miden qué palabra echar,

ni siquiera la última.”

 Por Joseph Manuel A. Herrera

Se hunde la noche y nace el día, y así como cambian las tonalidades de la luz cuando pasa por la prismática mañana de un sol abrasador, también cambia dialécticamente el movimiento social que en las carnes del estudiantado se tensiona en su propia efervescencia, en la congruencia de su lucha, en la justeza que abraza a los que se portan a la altura de la historia.

Una toma iniciada por bronca se nutre de toda la diversidad de vivencias y condiciones que atraviesan al estudiantado que le va forjando e imprimiendo su forma. Al terminar el primer día se tenía bajo control del poder estudiantil el Museo de la universidad (MUSAC) y el Campus universitario más grande de la patria centroamericana, ubicado en la zona 12 de esta capital.

Pero así como la victoria está hecha de pequeñas batallas, el estudiante no se debe detener y morir ensimismado en el aislamiento de glorias momentáneas, que contorneadas del miedo y el discurso de la criminalización de la lucha, difundidas por la administración vía sus medios de comunicación (ESU, SoyUsac y demás caga tintas parasitarios a tiempo completo) pagados con el dinero de la universidad que tantas carencias va acumulando en el tiempo.

Es así que mientras avanzan las horas con el inflamado abrazo de la solidaridad que nace al calor de la lucha, los estudiantes se van apuntando una victoria tras otra, rompiendo las fronteras imaginarias entre esta y aquella carrera, entre estudiantes de diferentes unidades académicas tradicionalmente recluidos en sus luchas particulares, también se diluyen las divisiones del localismo citadino y la lejanía ficticia del interior del país, la efectiva división entre el campo y la ciudad se van trasmutando, hasta hacerse indiferente para los que hoy luchan.

Se decide en el trascurso de la mañana, por iniciativa de los estudiantes de agronomía, dirigidos por su Comité de Huelga, hacer acciones de apoyo fuera del Campus Central, que dan origen al sitio que sobre el lujoso hotel –y también corrupto evasor de impuestos– Westin Camino Real pesara en sus suntuosas habitaciones en pleno corazón de la zona viva, por albergar al enviado del imperialismo y secretario de seguridad nacional Kevin McAleenan, que visita el país para pasar lista a su tropical bufón encarnado en la figura del fantoche ministro de gobernación Enrique Degenhart, operador último de la erección en Guatemala de una cárcel de migrantes, una suerte de campo de concentración para los pobres de nuestra Centroamérica.

No satisfechos con su proeza de denuncia, los compañeros de agronomía, ayudados por compañeros de ingeniería y derecho se toman las instalaciones del Paraninfo Universitario en la zona 1, poniendo bajo control estudiantil la Radio Universidad, y regresando estas instalaciones al pueblo, despedazando la lógica emanada de la administración de reducir este ateneo cultural al círculo de amigos, comparsas y lambiscones del rector que pudieran pagar el uso de las mismas, incluso recibiendo al cuatrero vicepresidente de la república, deshonrando una vez más otro de los recintos más perdurables que la USAC posee.

Hay sin dudarlo formas y tonos de la lucha, que son dinámicas y que van esculpiendo el fondo mismo de esa lucha, pero este fondo es cada vez más volátil ante la iniciativa combativa del estudiante por recuperar lo que es suyo y del pueblo. Una acción da como reacción otra, mientras atónito el rector no sabe cómo se le ha prendido el país con la voluntad del estudiante, cuando sus padres políticos le aseguraban en la trastienda del crimen que todo sería fácil, marcharía viento en popa si lo maquillaba con diplomas honoris causa póstumos a nuestros mártires, con cemento por aquí y cemento por allá, en gastos banales para tapar el ojo al despistado. 

Pero esto no ha sido una salida al parque para la actual administración –y de serlo, ahora será al parque donde están cautivas todas sus pesadillas–, pues a la toma del paraninfo le suceden simultáneamente las tomas de las instalaciones del interior del país, en los Centros Universitarios de San Marcos (CUNSAM), Chimaltenango (CUNDECH), Huehuetenango (CUNOROC), Totonicapán (CUNTOT) y El Progreso (CUNPROGRESO), que termina con la carambola que recorriendo el país regresa a la capital, y en voz y fuerza de los matasanos practicantes que se toman sus edificios de medicina, secundados en la asamblea de estudiantes de psicología que determina la toma total del Centro Urbano Metropolitano (CUM), históricamente más acomodado, pero que hoy llegando temprano a su cita con la historia se toman el segundo recinto universitario de la ciudad. Y de  ultima hora, se nos informa que las instalaciones del Centro Universitario del Norte (CUNOR), estaban siendo tomadas por sus trabajadores.

Los lazos se estrechan y se vinculan en la ciudad cuando los estudiantes en lucha en el Campus Central asisten ya hacia la caída de la tarde con víveres e insumos a sus iguales en las tomas del Paraninfo y del CUM, esperando que este lazo se estreche a lo largo y ancho de la geografía nacional, hasta lograr alzar nuevamente al estudiante sancarlista a su lugar de distinción de pie y junto al pueblo.  

Pero en el contexto actual, bajo la presión de la correlación de fuerzas concretas que en la realidad subyacen, se tiene a dar un paso atrás y dos adelante, pues la represión se desborda en la discursiva cada vez más beligerante del rector y sus secuaces, anunciando que no habrá día tres de toma y movilizando a su maquinaria parasitaria de desinformación para promover la lucha entre los mismos estudiantes, cosa que no le ha surtido resultado; esto en la realidad se manifestó en el tránsito crepuscular entre el día dos y la madrugada del día tres, cuando las compañeras, los compañeros que nos encontrábamos al resguardo de las puertas de la Avenida Petapa nos percatamos de la vigilancia de varios carros que junto con una moto, patrullaban cada 10 a 15 minutos bajando la velocidad frente a los portones, pero los oscuros visitantes no pudieron infundir el miedo contratado por el rector y se enfrentaron a la combatividad, la pólvora, la felicidad y la música del combativo estudiante, dándole al estudiante más convicción, certeza y razón de la justeza de su lucha. 

Al amanecer en la –esperamos– cada día más optimista ciudad de Guatemala, la noticia que recorre el país de la prensa y las redes sociales es que, en lugar de la deserción y el miedo, en lugar de aminorar, lo que habita con más fuerza es el contagio de la rebeldía estudiantil, cuando a media mañana se confirma que se ha tomado el Centro Universitario de Occidente (CUNOC) segundo recinto sancarlista del país. Dejando todo lo anterior de manifiesto, como memoria viva de la crónica de nuestro tiempo, de la lucha estudiantil de nuestro tiempo, no podría terminar estas líneas más que llamando a los Centros Universitarios restantes a seguir sumando fuerzas para levantar el monolito de nuestra fuerza conjunta, que los estudiantes, los docentes, los investigadores, los trabajadores se tomen no solo los recintos académicos, sino las casas, los museos, las reservas naturales y las fincas que son de la USAC, hasta derrotar a los que han tratado el último año y medio de vender la casa del saber de todo nuestro pueblo.

¡POR LA UNIDAD NACIONAL DEL SANCARLISTA EN LUCHA!

 

¡LA VICTORIA ES YA IRREDUCTIBLE, PUEDEN ATRASARLA MAS NO DETERLA!

 

¡AQUÍ NADIE SE RINDE HASTA LA VICTORIA FINAL!


El rector Murphy Paiz entra cabizbajo por uno de los portones de la USAC

Por Joseph Manuel Alejandro Herrera

Hoy escribiré de otra forma, pues el tiempo merece cada vez más creatividad ante la adversidad del diario vivir.

La madrugada del martes 30 de julio el país despertaba entre el cansancio propio que principia en el shock continuado de noticias diarias, de sangre por un lado y de escándalos de corrupción cada jornada más inimaginables. Pero este día cambio algo en la psique de la sociedad guatemalteca, acostumbrada últimamente a soportar todo lo que venga en la cada vez más hostil realidad, ayudados de la bronca y el hastío de existir en un país que continuamente se vuelve más espinoso para vivir –siendo más adecuado: sobrevivir–, a pesar de que la querencia a él sea tan grande, el cansancio es norma moral de la sociedad actual, resignada y que “parecía” vencida.

Pero esta norma no está compenetrada a todos los niveles del amplio crisol que es la sociedad guatemalteca. El sector estudiantil que hoy sostiene la primera toma del campus central en una década es ejemplo tangible de ello, no siendo ni la mayoría, pues es infantil pensar que los cambios inician por arte de magia, sin pasar primero un proceso que va infartando el orden social desde esas minorías que inician el chispazo que alteran el rumbo que se creía inmutable en nuestras historias.

La algarabía no ha sido menos que impresionante, pues la iniciativa de unos pocos bochincheros se ha vuelto la esperanza de muchos, que hoy ven que hay gente que se atreve, y que esta gente no es otra, que los estudiantes, la fibra más sentida de cualquier sociedad –sea la centroamericana o sea la de Suecia–. Se ha roto incluso el discurso de odio que tiende desde siempre a criminalizar al que ose alzarse contra la apatía, contra el miedo y el terror a que nada cambie y todo siga igual. A que aceptemos la realidad como se nos es dada, a que bajemos la cabeza y digamos con vehemencia: “Guatemala no va cambiar”, esperando que lo creamos con todas las moléculas del cuerpo, para que así, al final nada cambie.

Lo que no terminan de entender el Rector y su círculo de asesores, beneficiarios directos del desmantelamiento continuado de la única universidad pública del país, la más grande de Centroamérica, es que ellos son solo los que sufrirán la furia generada por sus padres políticos –como el ex rector Estuardo Gálvez– que sufrieron la última toma estudiantil, que duró dos meses en el 2010.

Lo que no terminan de entender Murphy y su camarilla de cuatreros, es cómo su plan de desmantelar la premisa que le da vida a la USAC, la de “Id y Enseñad a Todos” se ha vuelto contra su agenda y sus neoliberales tiempos perfectos. ¿cómo chingados un puñado de soñadores, soñadoras han logrado agrupar el descontento estudiantil? que se manifiesta en la realidad y por lo tanto es real y válido; los estudiantes que hoy apoyan la toma con sus presencia y cuando no pueden con su infinita solidaridad, dando agua, comida, medicamentos, mantas, ropas, linternas y hasta sudor, sacrificio y cansancio, solo se satisfacen con la certeza de tener de nuestro lado la justa razón de la lucha en defensa de los derechos, no solo individuales de los que hoy luchan, sino de los que están por venir y que deben encontrar a nuestra partida una universidad más abierta, más pública, al servicio de todos y no como caja registradora de unos pocos.

Hoy ya no es 2010, por los ríos de la memoria ha corrido ya mucha agua; hoy el apoyo ha engrosado no solo las filas de los que muchas veces contradicen el discurso sectario de: “aquí hay intereses ocultos” que promueven los que realmente tienen los intereses ocultos en la administración de la USAC. Los estudiantes que han entregado tiempo, trabajando por el día y haciendo turnos de vigilancia por la noche para volver a salir por la mañana de su casa, de su universidad hacia el trabajo; esos estudiantes son los que requiere el futuro, que se construye hoy, estudiantes entregados al sacrificio sin límites y sin otro interés que el devolverle al pueblo la universidad que el pueblo les ha dado.

Y estas líneas no son líneas para los altos intelectuales que verán pasar la historia –otra vez– frente a sus ojos, sino líneas para los compañeros, las compañeras que hoy gastan sus sueños de ver a la universidad volver a ser el hálito de aire fresco que requiere toda nuestra sociedad, y que gastan esos sueños como combustible para volverlos tangibles en la realidad, para que mañana volvás a creer que la San Carlos estará ahí para tenderle voz y fuerza, a su pueblo que tanto lo necesita.

Y desde luego que es un llamado a cada uno de los estudiantes, docentes, investigadores, trabajadores y pueblo en general que ha saludado la toma, a unirse irreductiblemente a la esperanza de nosotros los estudiantes que seguimos soñando con un país mejor, y que sabemos que para lograr ese país mejor, la recuperación de la USAC al servicio del pueblo es una tarea necesaria e impostergable.

¡Mientras siga un solo estudiante en pie, nada estará perdido!

¡Mientras siga un estudiante alzado contra la injusticia, la lucha continua!

¡La toma cierra la USAC, pero abre el camino!


A la comunidad universitaria Sancarlista y al Pueblo de Guatemala:

Manifiesta que en virtud de las constantes políticas violatorias y anómalas del Rector y el Consejo Superior Universitario y, en especial, por el intento de ratificación y legitimación por parte del Congreso de la República, de un convenio relacionado a la crisis migratoria que vive Centroamérica, dentro de las instalaciones del MUSAC, así como, otras vulneraciones a los derechos estudiantiles, laborales y políticos de las diferentes representaciones activas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, de manera respetuosa, al señor Rector Universitario y Consejo Superior Universitario,

EXIGIMOS:

  1. La NO represión y NO persecución académica, legal, física o de otra naturaleza similar en contra de las personas que yacen en la participación de la Toma del Campus Central de la Universidad de San Carlos de Guatemala, MUSAC u otro recinto universitario. De la misma manera, pedimos que no se interrumpa bajo ningún motivo o condición el suministro de agua, luz y cualquier otro servicio básico que posea la Universidad de San Carlos de Guatemala. En su defecto la responsabilidad recaerá sobre el rector Murphy Paiz y los miembros del Consejo Superior Universitario.
  2. La no utilización de los espacios universitarios para usos políticos de otras instituciones ajenas a los intereses académicos de la Universidad de San Carlos de Guatemala y del pueblo de Guatemala en general.
  3. Pronunciamiento del Rector Murphy Paiz y del Consejo Superior Universitario en contra del acuerdo firmado por el gobierno de Guatemala y el gobierno de los Estados Unidos de Norte América entorno a la crisis migratoria. Así mismo, el pronunciamiento en contra del intento de violación al acceso público del Archivo Histórico de la Policía Nacional y del Archivo General de Centroamérica; siendo estos de un interés invaluable para la academia y la recuperación de la memoria histórica de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
  4. Rescisión inmediata del convenio entre la Universidad de San Carlos de Guatemala y la Cámara de Industria de Guatemala, donde se pretende condicionar al ejercicio de práctica supervisada para favorecer los intereses del sector privado organizado.
  5. Destitución inmediata del Jefe de Seguridad Física de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Señor Alejandro Morfín, por representar un riesgo a la integridad de la Comunidad Universitaria.
  6. Establecer la gratuidad general y total del Programa Académico Preparatorio (PAP) y del Examen de Orientación Vocacional.
  7. La conversión de los programas autofinanciables que tengan una relación directa con los intereses estudiantiles para una financiación directa y total de la Administración de la Universidad con el presupuesto ordinario.
  8. La no centralización del control de la investigación universitaria, retornando las directrices de la investigación al CONCIUSAC, integrada por los institutos de investigación.
  9. Exigir de manera contundente el 5% del Presupuesto Constitucional para la Universidad de San Carlos de Guatemala, sin instrumentalizar a la Universidad para la adquisición de préstamos.
  10. Anular las nuevas cuotas en el ámbito de los servicios deportivos y paralelamente apoyar al deporte generado desde la Universidad.
  11. Eliminación completa de las cámaras con reconocimiento facial, en virtud de que la Universidad de San Carlos de Guatemala es un ente académico y no una cárcel. Para el efecto solicitamos el registro total de las cámaras que se encuentran dentro del Campus Universitario y la verificación física con los acompañantes técnicos que procederán a la eliminación de dichas cámaras. De igual manera, la paralización inmediata de cualquier intento de Plan de Seguridad.
  12. Nos declaramos en total rechazo al préstamo con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que ha generado una deuda pública externa por más de 120 millones de dólares. Exigimos la no instrumentalización de la Universidad de San Carlos de Guatemala como herramienta para la adquisición de préstamos multimillonarios con entidades internas o externas que generan deuda pública, sin haber antes solucionado el tema del financiamiento constitucional.
  13. Rescisión inmediata de los contratos de arrendamiento con el sector privado, esencialmente el contrato de arrendamiento del Club Deportivo los Arcos.
  14. La participación de las representaciones de Centros Regionales, Escuelas no Facultativas y demás organismos académicos no facultativos, dentro del Consejo Superior Universitario, en virtud de ser un derecho que hasta la fecha se les ha vedado.
  15. La restitución de las votaciones del Sector Estudiantil, para la elección de representantes catedráticos ante el Consejo Superior universitario y demás Órganos Administrativos Colegiados.
  16. Freno inmediato del acoso a los Vendedores Formales e Informales y la no concesión de espacios a cadenas de comida rápida dentro de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
  17. Establecer que las sesiones del Consejo Superior Universitario sean públicas y se permita la transmisión de las mismas. Así mismo, solicitamos que de manera inmediata se suban al portal oficial de la Universidad de San Carlos de Guatemala las actas de Sesiones Ordinarias y Extraordinarias que hasta la fecha se han llevado a cabo.
  18. Readecuación del proceso de Reforma Universitaria, respetando la participación tripartita de la Universidad.

 “EDUCACION PUBLICA Y GRATUITA”: “ID Y ENSENAD A TODOS”

Guatemala, martes 30 de julio del año 2019.

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