Por Joseph Manuel A. Herrera

A diferencia de toda la desinformación de paga, emanada de los medios oficiales como SoyUsac, El Sancarlista U y cientos de páginas y perfiles en las redes sociales, de las diferentes dependencias de la universidad de San Carlos, que en estas dos últimas semanas parecen dedicarle todos los medios a su disposición para promover una campaña de odio contra las heroicas tomas del estudiantado y de los trabajadores sancarlistas en todo el país, acciones de huelga que ya llevan 21 días de haberse inaugurado.

Con enojosa incapacidad el rector debe asumir que no ha logrado su cometido inicial, de voltear a la opinión pública de la población guatemalteca contra los estudiantes que hoy mantienen tomados más de una veintena de sedes Académicas, Centros Universitarios en el interior del país, así como el recinto del Campus Central –el más grande de Centroamérica–; el Centro Universitario Metropolitano (CUM) que contradiciendo la información de las autoridades, fue una decisión acordada por las asambleas estudiantiles de medicina y de psicología, logro en todo caso de la democracia estudiantil y no de la presión administrativa; el Club Deportivo Los Arcos bajo control del digno comité de huelga de la Facultad de Agronomía, el Museo Universitario (MUSAC) y la toma atípica del Paraninfo Universitario que se ha desbandado en los últimos días, demostrado esta última semana, que dicha toma ha estado sirviendo consciente o inconscientemente a los intereses de la neoliberal administración del rector Murphy Paiz.

Se siente pero nadie ve, el fascismo es como el viento”

Para el estudiante puede ser actualmente difícil entender el término de fascismo, pero hoy es más imperativo que nunca, emprender la decodificación de los mecanismos que la rectoría ya ha empezado a utilizar contra cualquier sector de la comunidad sancarlista, que se manifieste inconforme con su neoliberal gestión, que no es otra cosa que la venta y el remate al mejor postor de los servicios de la USAC, y por lo tanto, del patrimonio de todo el pueblo guatemalteco.

Sin olvidar como las subidas incoherentes de las tasas estudiantiles (vocacional, PAP, cuotas para deportes y espacios culturales) sin vinculación de ningún tipo con razón a la realidad de un país con más de la mitad de su población en niveles de pobreza y extrema pobreza, buscan terminar por privar de la educación superior a grandes sectores de la sociedad, tan necesitada de conocimiento y no de dadivas hechas de ilusión publicitaria, que solo buscan distraer al público del gran robo a luz del día que comanda el rector.

Uno de los métodos por excelencia del fascismo es el de estimular las diferencias dentro de grupos de la misma población, en este caso el gremio estudiantil, para promover así el choque físico entre fuerzas inicialmente contradictorias, exacerbando diferencias y apuntalando los odios sin sentido; la rectoría ya ha echado andar esta táctica fascistoide y lo ha demostrado con sus acciones públicas y encubiertas, en comunicados oficiales, en chats en el conglomerado de redes sociales, así como en las apreciaciones criminales del mismo rector en la prensa nacional, anunciando desde hace una semana la inminente apertura de las instalaciones tomadas, afirmando que será el estudiante dirigido por él y sus grupos serviles afines, quienes lo harán a costa de todo, sin importar las consecuencias que pueden llevar una riña a golpes entre estudiantes para cumplir la megalomanía infantil del rector, por aparentar recuperar el control de la situación, que hace ya tres semanas ha perdido.

Con el accionar de algunos grupos aislados e instrumentalizados por las autoridades, unos con conocimiento de causa que les dará redito inmediato en la cartera de esquiroles rompe huelgas del rector y los otros, ciegamente conducidos por la presión de las circunstancias de la actual crisis universitaria, han estado gravitando entre la promoción de chismes de una agresión que nunca llega, pues la mayoría del estudiante acompaña en presencia o con solidaridad las 18 demandas nacionales del estudiantado sancarlista.

¿El Paraninfo una toma al servicio de la rectoría?

Hace ya más de una veintena de días, la toma del Campus Central en la zona 12 capitalina, dio como reacción inmediata, una movilización espontanea del estudiantado a nivel nacional, que termino como más de una veintena de sedes y centros universitarios tomados por los estudiantes y los trabajadores, en contra del proceso de privatización de la educación de la actual rectoría y en respaldo a las 18 demandas del Colectivo Estudiantil Universitario (CEU), exigencias de carácter defensivas de la educación, que han calado en la amplitud de las organizaciones estudiantiles y sindicales sancarlistas de todo el país, sin importar las formas de estructuración de dichas organizaciones (asociaciones, colectivos, comités, salones o grupos de estudiantes).

Pero en la historia siempre hay evolución de condiciones contradictorias, una de ellas ha demostrado ya el carácter servil en la toma del recinto del Paraninfo Universitario en la zona 1 de esta misma capital. Pues dicha toma fue protagonizada en un principio por los estudiantes de agronomía dirigidos por su digno Comité de Huelga de Dolores –Los Verdes–, la actual junta directiva de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería (AEI), la de Derecho (AED) y la de Arquitectura (AEDA).

Al principio pareció ser otra toma vinculada a la lucha general por la defensa del derecho de la población a la educación superior, incluso en las primeras horas de esa toma, los estudiantes en protesta del Campus Central asistieron con insumos no solo al CUM, sino a los estudiantes en toma en el Paraninfo Universitario, que más temprano que tarde demostraron su afinidad a los movimientos anti protesta dirigidos en la trastienda de la rectoría, trasladada actualmente a la Casa Cultural Flavio Herrera como el centro de operaciones del rector y sus esbirros. 

Pero con el pasar de los días, la tónica discursiva de los dirigentes de las asociaciones antes mencionadas, fue variando poco a poco, descubriendo la complicidad que estas asociaciones tienen con los intereses de la rectoría, siendo instrumentalizados como rompe huelgas en los hechos. A la lejanía cabe pensar, que varios de los actuales miembros de estas juntas directivas tienen intereses particulares que los vinculan directamente con la administración central de la USAC, a tal punto que sabemos que el mismo rector y ex decano de la Facultad de Ingenieria, tiene sus hilos tendidos vía la flamante decanatura de dicha facultad, Anabela Cordova, ungida del actual rector, y sobre la diversidad de grupos de docentes y estudiantes de esa misma facultad, por lo tanto también de su asociación de estudiantes; de igual manera podemos desmadejar que el control del ex rector Estuardo Gálvez, padre político de Murphy Paiz, sobre la Facultad de Derecho ha hecho que la AED esté vinculada al grupo de poder que controla dicha facultad, esta dialéctica del poder se repite con el actual secretario general de la USAC, el arquitecto y ex decano de la facultad de arquitectura, el sulfurado Carlos Valladares que parece tender su control sobre la organización oficial de los estudiantes de arquitectura, jugando las tres organizaciones un papel infame hasta el punto de tirar bajo los pies de la administración la dignidad y la independencia que el gremio estudiantil debe tener, para defender los derechos del pueblo.

Entender la dinámica de clase del estudiante, para entender la dinámica de las tomas estudiantiles

Han pasado ya una veintena de noches y de días, y sobre los estudiantes a pesado de diferente manera el cansancio y la presión externa que la realidad ejerce sobre dichas tomas. Después de una desastrosa asamblea convocada por la Junta Directiva de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería (AEI), con una afluencia de un poco más de cien estudiantes, asamblea que fue manipulada por esa asociación para dejar fuera de ella a todos los estudiantes que no fueran afines a su plan general de romper la huelga estudiantil, sembrando el discurso anti protesta del estudiantado consciente, incluso amenazando durante dos semanas con desalojar por asalto violento la toma del Campus Central ha dado por conclusión, el abandono de esa organización estudiantil del Paraninfo, siempre jugando la carta de tensionar las fuerzas estudiantiles, promoviendo chismes y rumores de un inevitable asalto de las puertas del poder estudiantil en el Campus Central, pudiendo ser esta acción por medio de un grupo de choque reducido o por la aglomeración y manipulación del estudiante en las puertas durante el día.

De manera parecida ha terminado las argucias de la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED) que después de una primera asamblea deshabitada por los estudiantes, se llegó al  pleno de una segunda asamblea, esta vez con una minoría de menos de cincuenta estudiantes, donde la propuesta de presionar vía el desalojo violento, buscando poner a los estudiantes de derecho contra los estudiantes que sostenemos la lucha en el Campus Central se les esfumo en las manos. El tiro les salió por la culata, pues los estudiantes de derecho reunidos en asamblea presionaron porque la AED reconociera las justas 18 peticiones de los estudiantes en lucha en todo el país, deteniendo así su publica belicosidad con respecto a la toma del Campus Central; no descartamos que ante la incapacidad de la troika AEI-AED-AEDA de poder ratificar su agenda maliciosa, que apoya la discursiva rompe huelgas de la administración, dichas organizaciones hagan uso de otros métodos –encubiertos– para consolidar su servilismo para con el rector, como el descabellado plan de un ataque violento contra los estudiantes que luchan.

Ya se conoce el pronunciamiento del Comité de Huelga de Ingeniería, que se desliga públicamente de las maniobras esquiroles de la (AEI), de querer abrir a la fuerza las puertas del Campus Central, postura ausente de las diferentes facciones que conforman los comités de Huelga de la Facultad de Derecho, que incluso han ayudado a promover la discursiva del ataque inminente, mecanizando la tensión como método de desgaste de la heroica toma del Campus Central, punta de lanza para disuadir a los estudiantes en lucha de todo el país.

La Situación apremiante del Centro Universitario Metropolitano (CUM)

A diferencia de los comunicados odiosos procedentes de las diferentes dependencias universitarias, tratando de falsificar la voluntad del estudiantado del CUM, el retorno a la normalidad de dicho centro este lunes 19 de agosto responde al designio de la asamblea mixta de estudiantes de medicina y de psicología, así como al acuerdo entre las asociaciones de estudiantes de medicina (AEM) y de psicología (AEPS) de tomar en cuenta el llamado de los estudiantes tesistas de medicina, que ven con preocupación el cierre del CUM ante el inminente proceso burocrático para llevar acabo sus residencias en el sistema de salud pública, que podría dejarlos fuera de los hospitales en el año 2020.

Los compañeros médicos, previniendo como el gobierno actual puede usar el vacío de los importantes contingentes de residentes médicos que pone la USAC en los hospitales nacionales, incluso sembrando derivado de esto, la discursiva del odio al estudiante en huelga, con la ya normal retórica del “enemigo interno” del gobierno derechista de Jimmy Morales y la ratificación del modelo reaccionario de gobierno en la figura del presidente electo Alejandro Giammattei, que complicara las formas y métodos de lucha que podrá adoptar el estudiante de ahora en adelante.

Muchos compañeros y compañeras han esgrimido la vieja confiable idea, de que el acomodado estudiantado de medicina ha tenido un rol conservador en esta lucha, por lo que los comparan al punto de asimilarlos, con las tomas serviles a la administración en el paraninfo, pero en este caso es necesario darse cuenta que el estudiante del CUM ha respondido de una manera nunca antes vista, pues en unidad decidieron la noche del 30 de julio tomarse su centro, de esa misma manera decidieron unitariamente aperturar los edificios de medicina y dejar cerradas las instalaciones de psicología, correspondiendo al desarrollo desigual y combinado del estudiantado sancarlista, cruzado por sus diferencias materiales y de clase, que son en fin las forjadoras de la conciencia e ideología, que influyen nerviosamente en el aliento y sacrificio necesario en una lucha prolongada, que le impiden ser un ente fácilmente bosquejado por esquemas mentales, que no pueden entender su lógica de gremio con características heterogéneas.

Se ha consolidado la coordinación interna del estudiante del CUM, sin provocar muchos traumas que tiendan a profundizar las tradicionales divergencias entre psicólogos y médicos, incluso desarrollando los lazos necesarios para reorganizar una retoma de las instalaciones completas del CUM, unida a un movimiento nacional de estudiantes cada día más maduro, y que será necesario en dado caso las autoridades incumplan los acuerdos alcanzados en la mesa de dialogo, donde deben ser abordados los últimos puntos, durante el trascurso de esta semana.

Se puede dilucidar el porqué de la importancia que para la administración tienen los medios publicitarios y divulgativos de todas sus dependencias USAC –sin olvidar los no oficiales: paginas falsas y cuentas falsas–, que no han dejado de  promover eventos, comunicados y anuncios de reapertura de las clases, destinados a desinformar al estudiante para que este se aglomere en las puertas de las diferentes tomas como una medida de presión contra la propia mesa de dialogo, incluso con la amenaza latente de su utilización como base de apoyo de los grupos de choque que el rector legalizo por la vía de contratos y plazas fantasma en la diferentes dependencias burocráticas de la USAC a su llegada –entiéndase la transitoria y sus amigos e inversiones en la seguridad privada–, alertando que siempre cabe la posibilidad que el rector en su desesperación haga uso de estos.

Es necesario entender el sacrificio real que pesa sobre el estudiante que le ha dado vida y aire a estas heroicas tomas en todo el país, entender sobre todo la tradición de lucha estudiantil que alzan como bandera las generaciones jóvenes de estudiantes, levantando del lodo el método por excelencia del estudiantado, al tomarse sus centros de estudios, fábricas de la formación profesional y académica, que llenaran las vértebras y venas del país.

Hoy entendemos mejor, como el actual rector a instrumentalizado al estudiantado desinformado, para ponerlo en contra del estudiante en lucha, y advertimos con seriedad la necesidad que tiene la comunidad estudiantil de discutir abiertamente y democráticamente en asambleas un balance de la lucha actual, ante la inminente finalización de la mesa de negociación, y el periodo de lucha que posteriormente debe hacer uso de otros métodos de huelga estudiantil, para obligar a las autoridades a cumplir lo acordado en estas jornadas de lucha y del fuego estudiantil, que nos han llenado de esperanzas a todos.


Por: León Castañeda

Mucho se ha visto de la coyuntura dentro de la escuela y universidad,  poco es lo que se ha comprendido realmente en diversos sectores que conformamos la comunidad estudiantil. La desinformación y manipulación de la opinión pública, por parte del oficialismo, ha sesgado las percepciones de los estudiantes, por lo que este artículo está destinado a esclarecer la realidad y disolver las dudas que mayoritariamente han sido implantadas en este período de Sergio Morataya y Murphy Paiz.

¿Qué sucede en la USAC?

La universidad experimenta una toma a nivel nacional, en la que diversos sectores están involucrados. Por ejemplo, en el campus central se encuentran estudiantes de varias facultades y escuelas quienes carecen de jerarquías. Esto tampoco significa que se viva de manera libertina dentro del campus, cada estudiante toma responsabilidades tales como jornadas de limpieza, coordinación y ejecución de planes de seguridad, cocinar, llevar control de ingresos y salidas de personas, vehículos y suministros, colaborar en la medida de lo posible con las personas que van a alimentar a los animales de la granja experimental de veterinaria, hacer logística, conformar la mesa con el CSU, llevar la estrategia mediática en RRSS, mantener comunicación con el resto de tomas a nivel nacional, sindicalistas y trabajadores universitarios… Es decir, son muchas las actividades que se experimentan individualmente y no de manera permanente, sino que todos pueden colaborar con algo distinto cada día, lo cual rompe la monotonía y hace más dinámica la distribución de la carga de trabajo. Se está restringido el acceso de bebidas alcohólicas, pues ningún estudiante considera la toma como un centro para vacacionar o vagar, el objetivo es mantenerse alerta ante cualquier represión síntoma de un Rector desesperado.

Las dinámicas de las tomas en MUSAC, CUM y Centros Regionales son distintas, los sectores estudiantiles cada vez se diversifican más, o son particularmente inusuales y alentadores, como el caso del Centro de Chimaltenango, donde fue un grupo de compañeras quienes tomaron las instalaciones a pesar del machismo que impera en el área donde residen y estudian.

La toma en la USAC surge como una necesidad creada no solo por Murphy Paiz, sino de una serie de Rectores encabezados por Estuardo Gálvez quien, con sus políticas neoliberales, marcaba un nuevo rumbo a una universidad que estuviera al servicio del sector empresarial y no al servicio del pueblo, aunque parezca ya un discurso muy trillado por falta de panorama en la realidad nacional. La universidad cumple un papel importante con los EPS en comunidades donde ni siquiera el Gobierno de la República llega a atender las necesidades de los guatemaltecos en pobreza y pobreza extrema, quienes conforman la mayoría de la población y son producto del aborto semifeudal capitalista que llamamos Guatemala. Estos EPS serían entregados a la Cámara de la Industria como mano de obra tecnificada gratis, bajo las excusas de Paiz que ‘’le servirían al sancarlista como una verdadera práctica’’, un claro ejemplo que las políticas neoliberales no son más que profundizadas bajo su administración, al igual que Morataya que en lugar de hacer extensión en comunidades en resistencia para que puedan comunicar de mejor manera las problemáticas de hidroelécricas (de las cuales una ya fue vocero), minas y siembra de palma africana, diga que el id y enseñad a todos sea aprobar un aval de la ECC a los canales de Alba Visión, que además de ser empresas privadas, son los que mayoritariamente conocemos por trabajar en complicidad con el gobierno de turno, manipular mediáticamente a la población y generar cortinas de humo previo a las maniobras políticas relacionadas a la corrupción.

De la misma forma, hay otras necesidades creadas por las autoridades que ya se enumeran en otros artículos del partido. Si analizamos conscientemente una por una, entenderemos que siempre afectan a la población estudiantil, o a sectores de la población guatemalteca que terminarían siendo excluidas de la educación superior.

El Colectivo Estudiantil Universitario no es un grupo que busque perpetuarse en el poder, ni negociar bajo la mesa con el CSU (como bien pasó en la toma de EPA, cuando coincidentemente fue Ingeniería y Derecho quienes terminaron vendiendo el movimiento estudiantil a cambio de puestos administrativos, ¿la historia se repite?), y tampoco hacer la toma bajo la idea de generar simpatía para ninguna planilla que participa en elecciones para AEU. El CEU no es más que estudiantes preocupados por el rumbo de la universidad que buscan rectificar los fundamentos de una educación pública, gratuita y de calidad, quienes siempre han dado la cara y quienes han sufrido ya varias de las represalias administrativas por defender los ideales de las grandes mayorías como en su tiempo lo hizo Chepeleón, Sonia Calderón, Oliverio Castañeda y Rogelia Cruz.

La toma de la universidad tiene demandas genuinas, sin tintes politizados, de la cual todo el estudiantado deberíamos participar o colaborar en la medida de nuestras posibilidades. Es también un paro de labores y una huelga contra las políticas implementadas por administrativos que desvinculan la Universidad de San Carlos con el pueblo que la sostiene.

¿Qué Sucede en la ECC?

El contexto de la ECC no es tan inusual históricamente hablando pero sí que es particular dentro de la Universidad de San Carlos en la actualidad, por lo que abordaremos desde varios enfoques: 1. El antes y después de la actual AECC, 2. El régimen político bajo la administración de Sergio Morataya, 3. El ajedrez político en el que todas y todos participamos jugando o siendo piezas, 4 Las elecciones a director.

  1. La AECC es un tema de suma importancia para abordar, pues es la institución que representa los intereses de toda la comunidad estudiantil. Seguramente eso ya resuena en las mentes, pero, ¿qué significa? Significa que es el vehículo político del estudiantado de Comunicación, responsable de hacer posibles las demandas colectivas según nuestros intereses y necesidades. Se pueden lograr cosas a través de la asociación, como dar una pelea limpia frente a políticas administrativas que en lugar de beneficiar afectan a la comunidad estudiantil. Por ello, además de tener representantes dignos en este espacio, es totalmente necesaria la participación activa de la población estudiantil para que existan en principio demandas legítimas.

Previo a la actual Asociación, por dos años consecutivos hubo coacción administrativa en las representaciones; en tiempo del Secretariado General del actual Representante Estudiantil ante el Consejo Directivo -CD- Heber Escobar eran clarísimas las llamadas de atención de Sergio Morataya cuando se hacía algo que él considerase mal. El control evidentemente no lo tenían los estudiantes sino la administración y por ello no se realizaba nada que beneficiara de fondo a la comunidad estudiantil, más que alguna que otra actividad deportiva y de ocio. No se cumplían funciones mínimas como proteger estudiantes con persecución política, a quienes se ha llegado al punto de que con cierre de pensum y tesis aprobada no se les ha firmado el título, se les ha expulsado de manera arbitraria y se les ha difamado; así como velar por los problemas de estudiantes y control académico (el eterno problema de la ECC), problemas de acoso sexual a compañeras en los que se ven implicados docentes como Guillermo Ramírez, el mismo Director Morataya, Byron García, Allan López, Rony Zúñiga; problemas con negocio de venta de libros, abuso de poder por parte de docentes… La lista es larga, seguro que algo de esto has padecido como estudiante y eran situaciones que quedaban inconclusas, algunas tan pesadas psicológicamente que muchas personas terminaron por abandonar la carrera.

En las elecciones de AECC del 2018, ganó la única planilla que era directa y abiertamente opositora de la administración, lo cual reflejaba el descontento popular en la escuela por medio de los votos. La planilla que en ese entonces fue electa, Renovación Estudiantil de Comunicación, ganó entre semana y también en el PAD, por lo que representaba en ese momento a la gran mayoría activa de la ECC. Mayor que esto, se marcaba el primer espacio que la oposición (que no es solo de catedráticos, la oposición aglutina incluso estudiantes, profesionales y administrativos) le arrebataba de las manos a la dirección. Es por ello que la coyuntura ha cambiado tanto desde este hecho, ya que en señal de la necesidad por el cambio reflejada en esas elecciones, los catedráticos opositores se unificaron a pesar de sus diferencias para avanzar como otro bloque dentro de la oposición. El después de haber ganado la AECC, está caracterizado por ganar terreno contra el oficialismo.

  1. Para determinar el régimen político en la ECC, es necesario determinar primero el perfil de quien maneja y ha manejado durante largos años el poder político, Sergio Morataya. Catalogado como psicópata bajo la percepción de profesionales de la psicología, es un amante de las 48 Leyes del Poder y Nicolás Maquiavelo, el poder por medio del control y las represalias a quien le cuestione. Un ser humano que ejerce la violencia física, verbal, psicológica e incluso amenazas con armas de fuego a catedráticos y estudiantes cuando pierde el control y un parásito más que usa la Universidad como negocio personal y trampolín político. El referente directo de que la USAC refleja lo podrida que puede estar la política nacional.

Dentro de las políticas burguesas en la universidad, que también hacen referencia al Estado Burgués, el régimen político es dictatorial fascista. Tenemos al régimen ultraderechista más reaccionario de toda la Universidad de San Carlos.

¿Bajo qué argumentos el régimen es dictatorial fascista?

La administración ha sido cooptada y manejada por el mismo partido, no existe la libertad democrática pues ‘‘casualmente’’ los estudiantes que han hecho frente como oposición terminan siendo sancionados, condicionados, teniendo problemas con el sistema de control académico, citados en el CD bajo cualquier excusa y/o difamados a través del Netcenter de Morataya; sin dejar de mencionar la represión descomunal e inhumana a gran cantidad de estudiantes, catedráticos, administrativos y hasta a los mismos trabajadores encargados de llevar la limpieza en las instalaciones. El régimen es totalitario, autoritario y reaccionario, esto último se ve reflejado en la coyuntura de la toma de la universidad, donde se imponen las clases en línea como obstáculo para los estudiantes que han sostenido la toma y donde se sigue atemorizando a la cadena de docentes que no tienen plaza fija en la universidad (debemos entender que tanto hay docentes titulares traidores, también hay interinos que solo siguen órdenes de Sergio y que están en contra de todas sus políticas, pero como no tienen plaza fija no les queda más que agachar la cabeza. Son casos no generalizados, la recomendación está en analizar cada caso). Lo que probablemente resalte más las políticas reaccionarias, es que los docentes y estudiantes afines al oficialismo terminen por criminalizar, señalar y satanizar a los compañeros en resistencia, bajo las órdenes de la caricatura de dictador.

  1. Lo veamos o no, estamos dentro de un juego de ajedrez, independientemente de nuestras posturas, apatía, no participación y desinformación que podamos manejar. Como bien se mencionó en otro artículo, la ECC tiene dos bandos, no más, dos.

El oficialismo representa a uno de los bandos, claramente se le ha denunciado por una fuerte cantidad de partes e incluso en conjunto de forma multisectorial. No es difícil ver quiénes componen la base del oficialismo, más que los altos mandos puestos por mero compadrazgo. De no ser así, saber qué hace Mario Toje de Coodinador de la Carrera de Periodismo sin tener carrera periodística, Betsy Ovando en la Coordinación de Locución sin tener estudios ni experiencia en la Locución que puedan respaldar su trabajo, Claudia Molina que es por mero favor político que se ha mantenido en la Secretaría de la Escuela, gracias tanto a las lavadas de imagen que le da al Director, como a la maniobra que Morataya usó contra Julio Moreno Chilín mandándole a Claudia Molina para que le averiguara información comprometedora bajo la fachada de una aventura sexual, para así someterlo por largos años.

La oposición completa el otro bando que juega contra la administración. Es mentira que los docentes manipulan a los estudiantes para manejar un discurso contra la administración, los estudiantes también somos capaces de sostener una crítica pura y dura contra la gente que lo ha venido haciendo mal en el poder, o es que lo dicen porque son conscientes que la educación que imparten es tan mala, que los estudiantes no seríamos capaces de tener pensamiento crítico y congruencia en el discurso. La oposición claramente no es perfecta, es necesario trabajar en unión ya que se poseen los mismos o varios intereses en común. La coyuntura demanda unidad a pesar de las diferencias y falencias, así como demanda madurez política a la comunidad estudiantil. El pensamiento que todo esto trata un juego inmaduro por el poder no hace más que ratificar y respaldar el discurso del oficialismo.

Aún los estudiantes que se desentienden de la política en la ECC, juegan un papel político importante, la cuestionante siempre es ‘’esta o aquella acción o pensamiento, ¿a qué bando beneficiaría más?’’. No hay pensamiento o acción que esté fuera del panorama político de la escuela y que no pueda ser parte de una estadística electoral.

  1. La coyuntura electoral está ardiendo, el combustible clave es por lo regular las maniobras reaccionarias del Consejo Directivo. El CD tiene por objetivo desinformar sobre las posturas y decisiones estudiantiles, a tal grado que politizan posturas frente a la herramienta de Google Classroom, que en la actualidad denota más el apoyo a Murphy Paiz. Han tratado de hacer parecer ante la comunidad estudiantil que el comunicado del PAD fue escrito por Julio Ochoa y Héctor Salvatierra, docentes referentes de la ECC, cuando claramente los puntos fueron abordados y discutidos en asamblea, propuestos, quitados y aprobados todos con la prueba de una transmisión en vivo que realizó la Asociación durante la Asamblea.

Esta maniobra castiga el pensamiento crítico de los estudiantes, además de satanizar nuestro derecho a tener preferencias políticas en estas elecciones. Apoyar al candidato de la oposición no es malo, lo que buscan es relacionarlo a las actitudes de ‘‘los malos estudiantes y los malos catedráticos’’, todo lo que se hace comunica algo.

Un hecho que podría ser detonante es que se haya lanzado un comunicado desde el CD sobre la suspensión de elecciones a Director y que se establecerían fechas a partir del retorno a clases, lo cual nos puede dar indicios que Sergio Morataya quiere permanecer por más tiempo del estipulado en el poder. Si ese fuera el caso, las estrategias estudiantiles en masa deberán responder bajo la dinámica de la dialéctica con otras que representen medidas más drásticas que las del enemigo.

En este artículo no se pretende coaccionar a nadie para que vote o no por Checha Paiz, que es el candidato a director que se propone desde las bases de la oposición. Todo lo contrario, se llama a reflexionar sobre la coyuntura de la escuela antes de emitir un voto y plantear como objetivo qué escuela queremos y qué futuro merecemos, cuestionar qué grupo de la escuela es el más académico y multidisciplinario, quiénes han respondido de manera activa cuando la coyuntura lo ha demandado, por qué se ha manchado la imagen pública de muchos integrantes de la oposición y qué se esperaba alcanzar con ello.

¿Qué hacer?

El remedio de males es el intercambio de experiencias entre las 3 carreras técnicas y la licenciatura. El divisionismo ya no es funcional en este tiempo de crisis, la mejor forma de fortalecernos como estudiantes es tocar estos temas primero en nuestros grupos de amigos, dialogar y hacer asambleas en nuestros salones, hacer luego contacto con otros salones de cualquier jornada, carrera y semestre y por último emplazar a la AECC a que se conforme una asamblea permanente con la participación de la gran mayoría de estudiantes. Es la única manera de protegernos y darle dirección a las acciones que podamos tomar como estudiantes.

Cada vez que se toquen temas y haya estudiantes tratando de dividirles, de opacar los argumentos válidos, deshaciendo lo que se busque construir en la base estudiantil, es claro que hay nexos con la administración y que tienen por fin entorpecer la organización estudiantil para ser premiados particularmente. Por algo son las personas que tienen columnas de opinión en el ESU, que se mantienen sin hacer mayor cosa en Lagencia-Laboratorio de Ideas y aun así ganen sus cursos de publicidad, que tienen puestos editoriales y de relevancia en medios nacionales sin tener más que el técnico, los que han sido beneficiados económicamente, con favores o diplomados. No es coincidencia que estas personas estén en sus salones, monitoreando a todos todo el tiempo e intercambiando información en grupos de whatsapp con administrativos pasando fotos y minutas de lo que ocurre. El tiempo los hará pagar.

Las redes sociales son un espacio de diálogo pero también de control, lo mejor es acuerpar, reunirse y apoyar actividades estudiantiles de manera presencial. Ser garantes del compromiso que implica defender la educación de nuestra unidad académica y universidad. La ECC puede pasar de ser la más apática a la más participativa de la USAC. No hay que escatimar que es probablemente la más peligrosa para las administraciones, ¿qué se lograría si toda la escuela fuera consciente y tuviera el poder mediático en la U? no quedaría espacio para manipulación o desinformación. A nadie más que nosotros le conviene eso, tenemos todo por ganar y lo único que tenemos para perder son las cadenas.

AVANZAMOS HACIA LA VICTORIA POR LA HEGEMONÍA EN LA ECC Y DERROCAR LA OPRESIÓN LABORAL Y ESTUDIANTIL DE LA ESCUELA. ¡POR LA LUCHA DE UN CUARTO PODER QUE EDUQUE, INFORME Y ENCAMINE A LAS MASAS HACIA LA REVOLUCIÓN CENTROAMERICANA!


Por Estudiantes por la Reforma Universitaria de la USAC

Antecedentes

Durante el año 2009 y 2010 los derechos estudiantiles fueron debilitados al dejar fuera el voto electoral estudiantil para los docentes de las Juntas Directivas de las Facultades. Esto motivó a varias asociaciones y grupos estudiantiles a ocupar el Campus Central, Centro Universitario Metropolitano (CUM) y algunos Centros Universitarios del interior del país, por lo que luego de 54 días de ocupación estudiantil se crearon dos mesas de negociación.

La primera propuesta para atender la causa que genero la toma, se propuso reformar el sistema de elección para decanos de las facultades y crear un modelo de elección directa por medio de los tres cuerpos que históricamente han conformado el sistema legal de la universidad (estudiantes, docentes y profesionales), el llamado gobierno tripartito, dejando fuera nuevamente a uno de sector de importancia como el de trabajadores de servicios y administrativos.  

La segunda mesa que se conformó como uno de los acuerdos de negoción para la apertura del campus, fue la conformación de la Comisión Multisectorial de Reforma Universitaria para la organización del Congreso de Reforma Universitaria y la construcción de una ruta metodológica para realizar el proceso, en esa coyuntura además del colectivo de Estudiantes por la Autonomía (EPA), y el Consejo Superior Universitario (CSU), se sumaron más de 50 organizaciones universitarias de toda índole. En un primer momento solo EPA y el CSU conformaron una metodología de realización del proceso de reforma, posteriormente no sin cuestionamientos de las 54 organizaciones, se conformó la Comisión Multisectorial de Reforma Universitaria que incluía a estas últimas.

Durante 2011 continuó el proceso de discusión en la Comisión Multisectorial avanzando en algunos aspectos filosóficos y de carácter estructural de la Universidad, pero se estancó por la tozudez del Consejo Superior Universitario de querer controlar las fases de realización de la reforma y el mismo Congreso de Reforma Universitaria, hoy denominado Asamblea de Reforma Universitaria, provocando que la comisión en mención se estancara.

Durante octubre del año de 2012 se presentó la propuesta de Metodología de Reforma Universitaria por la Comisión Multisectorial y en febrero de 2013 en una sesión extraordinaria del Consejo Superior Universitario se aprueba otro documento de metodología paralela que rompe con el dialogo, por lo que estudiantes de diferentes unidades académicas toman la medida de ocupar el edificio de Rectoría por 126 días. Como acuerdo de apertura del edificio de la Rectoría se conforma la Comisión Bipartita la cual tenía la tarea de unificar ambas rutas metodológicas en solamente una. Este trabajo se logra y en noviembre de 2015, cuando el CSU aprueba el documento Metodología y Bases para la Organización de la Reforma Universitaria, de la USAC. Actualmente la Comisión de Seguimiento y Transparencia, denominada CCOST, se encuentra en la fase de conformación de comisiones para elaborar los diferentes diagnósticos y fases del proceso.  

Situación actual

La actual crisis universitaria es originada por las distintas medidas administrativas y decisiones políticas que atentan contra la educación pública y gratuita, lo cual lleva a las diferentes colectivos, asociaciones estudiantiles y comités de huelga y demás grupos organizados, tanto del área central como del interior del país a la ocupación de los diferentes centros universitarios y la propuesta de restitución de 18 puntos que buscan devolverle al estudiante el acceso integral a la educación superior, rompiendo con la lógica neoliberal inaugurada a finales de los años 90s, que no buscan otra cosa que encarecer y privar del derecho a la educación superior a grandes segmentos de la sociedad guatemalteca, cada día más pobre.

Entendemos que cada una de las ocupaciones estudiantiles y de trabajadores a nivel nacional es independiente, considerando el apoyo por la restitución del acceso a la educación universitaria en campus central más las exigencias particulares de cada unidad, sede y Centro Universitario a lo largo y ancho de la geografía del país. Vemos con preocupación la lentitud de las diferentes mesas de trabajo y negociación, ya que esta es una medida dilatoria que busca el desgaste del poder estudiantil en toma y protesta, medida por excelencia utilizada por las autoridades en el pasado y ahora ante la actual toma del Campus Central y de las diferentes sedes y centros universitarios, treta que busca vencer al digno estudiante por medio del cansancio y la dilación.   

Vemos con preocupación el endeudamiento de la USAC por $. 120 Millones sin antes haber realizado el Congreso de Reforma Universitaria, el cual sería el espacio donde se contemplarían las diferentes necesidades de los diferentes centros universitarios, préstamo que se da  sin exigir el 5% del presupuesto ordinario de la república, derecho constitucional que las autoridades no han defendido, incluso faltando a sus deberes como máximas autoridades de la única casa de estudios superiores, publica, del país. 

Por lo tanto, exponemos

a) La realización urgente del Congreso de Reforma Universitaria, CRU, que trabajara los planos, académico, gobierno universitario, filosófico y administrativo, los cuales agrupan a 16 ejes temáticos centrales en el que hacer universitario para con la población y el país.

b) La agilización de la negociación y los acuerdos en consenso de parte de las instancias administrativas para la restitución y el retroceso de las medidas que filtran, privan del derecho y acceso a la educación superior pública.

c) La organización y coordinación estudiantil sancarlista a nivel nacional en pro del avance del proceso de Reforma Universitaria en el cual se pueden integrar las demandas actuales de manera amplia y vinculante, ya que muchos de los agravios cometidos por las autoridades contra los estudiantes y el derecho de la población a su universidad, son y deben ser resueltos desde sus raíces por medio de un proceso abierto y democrático de Reforma Universitaria.

¡Por un Congreso de Reforma Universitaria, CRU, multisectorial, crítico, académico y urgente!


Por Armando Tezucún

En la segunda vuelta electoral del 11 de agosto resultó ganador Alejandro Giammattei, del partido de derecha Vamos por una Guatemala Diferente (Vamos), sobre Sandra Torres de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).  Según los datos oficiales del Tribunal Supremo Electoral, con el 99.73% de las mesas procesadas, el presidente electo obtuvo el 57.95% de los votos válidos (1,907,696), mientras que Torres alcanzó el 42.05% (1,384,005). Como siempre sucede en la segunda etapa de las elecciones generales, la cantidad de votos válidos descendió significativamente con respecto a la primera vuelta, pasando del 62.13% en ésta a 42.71% en la segunda. Esto realmente da muy poca representatividad al candidato ganador, pues Giammattei obtuvo aproximadamente el 23.5% de votos del total de votantes habilitados, 8.1 millones; menos de la cuarta parte.

El triunfo de Giammattei se explica por la alianza de los partidos de extrema derecha que se formó para impulsar su candidatura, tal como él mismo lo expresó: “Quiero darle gracias a todas las personas de otros partidos políticos que nos apoyaron en la campaña. Quiero agradecer profundamente el trabajo que hizo Edmond Mulet, Isaac Farchi, quiero agradecerle a esa alianza multipartidaria que se armó en todos los departamentos, en todos los municipios con un solo propósito no que ganara Alejandro Giammattei, sino que Guatemala pudiera ganar la posibilidad de salir adelante” (Prensa Libre 12/07/19). Esto explica que su caudal de votantes se incrementara en 1,294,055 de la primera a la segunda vuelta, mientras que Torres solamente logró sumar 261,389 al resultado que tuvo en la primera vuelta.

Es decir, las fuerzas más reaccionarias se confabularon para colocar a Giammattei y su candidato vicepresidencial Guillermo Castillo al frente del gobierno en los próximos cuatro años, utilizando una campaña misógina, de desprestigio y anticomunista contra Sandra Torres. Estamos hablando de los militares en activo y en retiro involucrados en narcotráfico, crimen organizado y negocios corruptos; políticos y funcionarios acusados de corrupción, que están en la cárcel o se han salvado de ella al gozar de inmunidad; sectores importantes de la oligarquía, entre los que destacan la familia Novella y los Gutiérrez-Bosch de Corporación Multi-inversiones. Los partidos que representan a estos sectores y auparon a Giammattei son: el oficialista Frente de Convergencia Nacional, Partido Humanista Guatemalteco, Visión con Valores, Todos, Partido Unionista, Partido de Avanzada Nacional. Valor, entre los más importantes.

La agenda de gobierno de Vamos-Giammattei será una profundización del proceso de derechización iniciado por el gobierno saliente de Jimmy Morales-FCN, y de retroceso con respecto a lo establecido por los Acuerdos de Paz de 1996. Este hombre de extrema derecha, enemigo de los derechos de las mujeres y de la comunidad LGTBIQ, que se declara partidario de aplicar la pena de muerte, ya declaró al noticiero de un canal de televisión abierta que buscará la aprobación de la Ley Antiterrorismo, en principio destinada a las maras, pero que también criminaliza las protestas de las organizaciones populares, como bloqueos, tomas, manifestaciones etc., calificándolas de extorsión y terrorismo.

El programa de gobierno de Vamos, Plan Nacional de Innovación y Desarrollo, abiertamente neoliberal, propone propiciar la atracción de inversiones, entre otras medidas administrativas, mediante la implementación de flexibilidad laboral, esquemas de salarios diferenciados y trabajo a tiempo parcial; es decir profundizando la explotación de la mano de obra; impulsa la política de alianzas público-privadas, concesiones en obra pública e inversión por medio del leasing público, poniendo a disposición de los agentes económicos proyectos de inversión de interés público; impulsará la agenda minera, petrolera y de generación de energía eléctrica limpia (hidroeléctricas). En el espinoso tema fiscal, propone ampliar la base tributaria incluyendo al sector informal, impulsando un sistema simplificado de tributación para la micro y pequeña empresa y un régimen de un impuesto único a micro contribuyentes, sin tocar a las grandes empresas evasoras de la oligarquía. Para sellar el pacto con ésta, Giammattei ya definió a su futuro ministro de economía, el expresidente del CACIF Antonio Malouf.

Ante la amenaza que representa para los intereses populares el futuro gobierno de Vamos-Giammattei, el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) desde ya propone a las organizaciones sindicales, campesinas, indígenas, estudiantiles, de mujeres y populares, la más amplia alianza en la acción para enfrentar los ataques contra nuestros derechos y conquistas que seguramente vendrán.


Por Joseph Manuel A. Herrera

Termina la noche y nace el día, al fondo mientras la luz del amanecer que vendrá, inicia su batalla impostergable por arañar a la noche, suenan las garraspeantes notas que bosteza una guitarra en manos de un compañero; como esa música, es hoy la toma del campus central de la USAC, no paran, ni deben de parar las noticias refrescantes de una nueva toma estudiantil en este o aquel centro universitario, en esta o aquella sede académica, sin olvidar –porque nunca debemos olvidar– que estas son protagonizadas por estudiantes, docentes y trabajadores a lo largo y ancho de la geografía de un ya convulsionado país. Los estudiantes han dicho: ¡basta! y no se detienen ni con los ladridos de la jauría, ni con las amenazas, cada vez más bochornosas de las autoridades y sus tamborileros.

Quizá el pasado del viento por los pasillos de la historia haga entender si es hoy incuestionable la bronca de los sancarlistas, no solo con la administración central de la USAC, sino con todo un modelo económico, social y político, que incluso debe ser entendido desde un contexto más amplio para empezar a echar luces sobre la crisis universitaria que los estudiantes han logrado visibilizar en la mercantilizada opinión pública, más interesada estos días por saber quién será el último delfín que termine pariendo la quebrada democracia chapina el próximo 11 de agosto.

Luchas anteriores por evitar el total desvió de los ideales sancarlistas del “Id y enseñad a todos” bajo el peso infame de la privatización y la privación de la educación superior  promulgada por los agentes del neoliberalismo, que poco a poco ha demostrado que las autoridades encabezadas por el rector y sus secretario general, fueron los que obligaron a la estudiantado a llegar a la medida de la toma de sus instalaciones –como los trabajadores se toman las fábricas y los campesinos la tierra– para ser escuchados por una vez ante el quiebre del gobierno tripartito, donde los representantes estudiantiles en el Consejo Superior Universitario (CSU) parecieran estar más preocupados por su carrera política oportunista, trepando puestos en la burocracia universitaria, que por la defensa de los estudiantes que les han elegido. Todo esto obligo hoy a los sancalistas soñadores que no creen más, que la realidad que impone la actual administración universitaria es inmutable, que no se puede derrotar, ¡pues está siendo derrotada!

La toma como medida que se encuentra delineada en la tradición de lucha estudiantil de cualquier latitud del continente y del mundo no ha buscado otra cosa que resistir la embestida neoliberal;  por ejemplo: el encarecimiento de las tasas de cobro que pesan sobre los aspirantes a estudiar en la Usac, como el aumento al Programa Académico Preparatorio –PAP– a finales del año pasado, que junto con la subida del examen vocacional, solo ha demostrado la mentalidad obtusa del neoliberal disfrazado de modernidad que es el actual rector “magnifico” Murphy Paiz y su camarilla de comparsas en el CSU, que quieren profundizar la privación a las clases populares y a las cada vez más pobres clases medias del derecho a asistir a su única universidad estatal. Los molinetes y la exigencia de mostrar el DPI en las instalaciones de extensión universitaria, como la biblioteca son muestras de esto, pues quieren que la USAC ya no esté abierta a las grandes mayorías del pueblo, sino encapsulada en sí misma, en la burbuja imaginaria de una academia alejada de la realidad y de su pueblo. De igual manera está pensando la elevación de los costos en los cobros den la utilización de las instalaciones deportivas y del Centro Cultural Universitario en el Paraninfo, quitar derechos hasta ahora inalienables del sancarlistas y solo permítaselo a quien pueda pagárselos.

La anexión de los fines de retribución a la sociedad del Ejercicio Profesional Supervisado –E.P.S–, trastornando al punto de volverlo cantera de mano de obra sin costo, para las empresas agremiadas en la Cámara de la Industria de Guatemala (CIG), cambiando así el fin social del conocimiento producido en la USAC y pagado en última instancia por los ciudadanos contribuyentes, colocando de intermediario entre el conocimiento dirigido a subsanar los grandes problemas de la sociedad –misión constitucional de la U–, ligando ese conocimiento a los interés particulares de los empresarios, clase social que históricamente paga el menor porcentaje de impuestos con respecto a sus ganancias.

La especulación promovida por el CSU de subir el costo de los parqueos, de la matricula cargando sobre el estudiante la incapacidad de los máximos dirigentes de la USAC para exigir el 5% del presupuesto nacional de ley, incluso olvidando alevosamente tener que exigir un aumento para seguir extendiendo la cobertura universitaria de acuerdo a la elevación del costo de la vida y del número cada año más grande de aspirantes a matricularse en nuestra universidad, optando por un préstamo leonino del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), que sera impagable como deuda pública y obligara a la universidad a concesionar cada vez más servicios al interés privado. A pesar de las contradicciones internas entre los diferentes grupos en toma, contradicciones propias de la realidad concreta de sus integrantes, pues esta toma está habitada de un crisol de colores y pensamiento que encuentra su origen en la propia carne del estudiantado, una toma que ha sacudido a los dirigentes  estudiantiles de todas la generaciones, y de cada unidad académica hasta tener que tomar posición abiertamente a favor o completamente en contra de las medidas adoptadas por los estudiantes para hacerle frente a los enemigos de la educación pública. Estas contradicciones con el pasar del tiempo serán intolerables, pues el estudiantado que le da vida a la resistencia no tolerara la traición de algunos dirigentes, algunas asociaciones y este o aquel comité en favor de sus intereses particulares o sectarios.

Pero el fenómeno que debe incluso causarnos más interés es el apoyo de las diferentes clases y capas que conforman el pueblo de Guatemala, desde el transeúnte de a pie que saluda con manifiesta afinidad mientras salen rumbo al trabajo desde los barrios populares que rodean al Campus Central, así también el vigilante de seguridad que hace cambio de turno en este o aquel edifico del campus que dice: “ya se habían tardado muchachos, ya mucha robadera”, la vendedora y el vendedor que se acercan para  movilizar su mercancía perecedera, ayudando en más de un tiempo de comida a los estómagos en toma, panes, shukos, la solidaridad tiene muchos nombres; la señora, el padre y la hija que se acercan a entregar insumos con la sonrisa de volver a ver a los muchachos de siempre, los imprescindibles, el estudiante que en su amplio espectro, que desde afuera o toma adentro manifiesta con entusiasmo la necesidad a la que la actual administración llevo a la comunidad sancarlista, vanguardiada por el estudiantado en la barricada de lucha actual.

Las medidas de la actual administración casi sin ninguna oposición en el CSU demuestran una vez la anquilosada organización del gobierno tripartito quebrado por su percudida vejez, donde los representantes son electos y después se desligan de los intereses de sus electores, vinculándolos a la camarilla de turno que haga de la universidad su caja registradora y su trampolín político. Las medidas anteriormente descritas, encaminadas a encarecer y privar de la educación, abiertamente anti populares han desencadenado la tormenta que en estos días de calor calcinante y noches lluviosas han puesto patas arriba a la administración central de la universidad, dejando a tan solo tres departamentos sin tomas de sedes académicas y centros universitarios.

Efectiva es esa toma que todos irresistiblemente dicen que ya era necesaria, la que le ha dado aire al movimiento estudiantil y promete barajarse por primera vez en un largo tiempo, una victoria parcial o total contra la administración a favor del estudiantado. Entendiendo a vuelo de pájaro las causas que obligaron a los estudiantes a tomarse sus fábricas del conocimiento, el Campus Central, el Paraninfo, el MUSAC, el Centro Universitario Metropolitano (CUM), Los Arcos y casi la totalidad de los Centros Universitarios a nivel nacional, se puede dilucidar la actual crisis universitaria y la potencialidad cargada de futuro en las filas del alegre estudiantado, que le vuelven a imprimir esperanzas al conjunto de la sociedad guatemalteca, tan necesitada de ella en estos días.

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