Por Armando Tezucún

La población campesina e indígena guatemalteca comprende el sector mayoritario de los habitantes del país. La invasión española, y la conquista y sometimiento de las poblaciones indígenas provocaron un cambio radical en las estructuras sociales y crearon un sistema de dominación y explotación que se proyecta hasta el día de hoy y determina la compleja problemática del campo guatemalteco.

El actual movimiento campesino e indígena se articula en una multitud de organizaciones, y si bien muchas se aglutinan en la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CENOC), su accionar no siempre coincide ni converge en movilizaciones unitarias y masivas.

Durante la segunda quincena de agosto, un grupo de estas organizaciones realizó toma de carreteras y marchó en la capital. Se trata de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC), el Consejo de Organizaciones Mayas de Guatemala (CONG), el Movimiento de Medios de Comunicación Comunitaria, la Conferencia Nacional Oxlajuj Ajpop y la Fundación Rigoberta Menchú Túm.

El 17 de agosto los campesinos realizaron bloqueos en el kilómetro 37 de la ruta al Pacífico, Palín, y en el kilómetro 178 Santa Cruz Muluá, ubicado en Retalhuleu. La toma de carreteras inició a las 7 horas y finalizó hacia el mediodía.

Mientras, en la capital, grupos indígenas provenientes de Totonicapán, Quetzaltenango, Sololá, Quiché, Chimaltenango, Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla, Alta y Baja Verapaz, Petén, Huehuetenango, Santa Rosa, El Progreso, Izabal y San Marcos marcharon desde El Trébol hasta el Congreso y luego a Casa Presidencial. Según los medios de comunicación, eran alrededor de mil manifestantes.

La cantidad y variedad de las demandas que planteó la movilización refleja la complicada problemática de los campesinos indígenas y la enorme carencia y pobreza que el sistema oligárquico-capitalista provoca en los compañeros. Al organismo legislativo los manifestantes pidieron que se le diera prioridad a una serie de leyes, entre ellas la Ley de Desarrollo Rural Integral, la Ley General de Pueblos Indígenas, la Ley de Radios Comunitarias y la Ley de Lugares Sagrados. Al ejecutivo solicitaron un presupuesto de Q 300 millones anuales para inversión en el campo y otros Q 100 millones para la condonación de la deuda de campesinos por tierras. Además se exigió la atención inmediata a las comunidades que fueron afectadas por las tormentas Ágatha y Álex, la suspensión de órdenes de captura contra dos líderes de San Juan Sacatepéquez, el cierre de la mina Marlin en San Marcos y la suspensión de la extracción de petróleo en Petén.

La respuesta que dieron los jefes de ambos poderes demostró la actitud de desprecio y discriminación hacia los campesinos indígenas que tienen los representantes de las clases dominantes del país. A pesar de que había confirmado que estaría en la cita, el presidente Colom no recibió a los manifestantes, sino que lo hicieron Catalina Soberanis, coordinadora del Sistema Nacional de Diálogo Permanente y otros funcionarios. El dirigente campesino Rodolfo Pocop expresó: “De nuevo deja burlado al movimiento maya-campesino…Con la negativa del presidente a recibirnos, hemos entrado a una etapa de presión social permanente, y vamos a hacer más movilizaciones”. (Diario Prensa Libre, 18/8/10).

En el Congreso los recibió el presidente del organismo Roberto Alejos, con quien acordaron iniciar una mesa de diálogo con la participación de diputados de las diversas bancadas el viernes 20. Pero aquí el desplante fue mayor. Alejos no se presentó, sino que mandó al secretario político de la presidencia del Congreso, Otto Seizig, quien anunció que la reunión  no se llevaría a cabo porque sólo dos diputados confirmaron su asistencia, trasladándola para el miércoles 25. En esta otra cita fue notoria la falta de interés de los diputados, su impuntualidad y su escasa asistencia. Al final se acordó continuar la discusión en septiembre.

Como dijimos a propósito de las movilizaciones campesinas de abril y mayo, el gobierno convoca al diálogo sólo para detener las protestas de los compañeros y ganar tiempo. Frente al engaño y la mala voluntad de los funcionarios representantes de la más reaccionaria oligarquía terrateniente, el sector campesino debe entrar en movilización permanente y masiva, y a la par de los objetivos parciales ir perfilando una demanda de reforma agraria profunda e integral.

FOTO MARCHA 8 9 2010 001 EPA

Por Armando Tezucún

A poco más de 40 días del inicio de la lucha de los estudiantes universitarios en defensa de la autonomía universitaria y contra las políticas neo liberales impulsadas por el Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad de San Carlos (USAC), de Guatemala, la situación se encuentra en un momento crucial.

El movimiento de Estudiantes por la Autonomía (EPA) ha logrado el apoyo de otros grupos estudiantiles, como los compañeros de medicina y psicología que mantienen la toma del Centro Universitario Metropolitano y algunos de los Centros Regionales del interior (como San Marcos y Quetzaltenango), que también se encuentran tomados, así como de estudiantes de la Escuela de Historia, de la Facultad de Agronomía, ingeniería y muchos otros que a título individual se han solidarizado o se han sumado a las actividades de la toma.

Una serie de organizaciones sindicales, campesinas, magisteriales, de ex dirigentes estudiantiles, indígenas, de mujeres, de profesores universitarios, de jóvenes, organizaciones políticas y otras, conformaron la Coordinadora en Defensa la Educación Pública, Autónoma y Popular, que ha dado su total apoyo a la lucha estudiantil.

La Coordinadora ha organizado conferencias de prensa, ha publicado comunicados y realizó una marcha de cerca de tres mil personas que recorrió el Centro Histórico de la capital el 8 de septiembre reclamando el respeto a la autonomía universitaria y un cambio drástico en las políticas educativas del país. Los compañeros de la coordinadora también organizaron una caravana solidaria el día 15, que salió del Centro Histórico hacia el Campus Central y luego al CUM.

Por otro lado, el CSU ha mostrado una total intransigencia sobre los puntos reclamados por EPA y, con la complicidad de los medios de comunicación que sirven a los grandes poderes económicos de Guatemala, ha conducido una campaña de desinformación para desprestigiar al legítimo movimiento estudiantil y preparar condiciones para el desalojo violento de EPA que mantiene tomadas las instalaciones de la USAC. Los catedráticos más conservadores y reaccionarios, los ex rectores de la universidad y los colegios profesionales han puesto también su parte en esta campaña, polarizando la situación.

Aprovechando el ambiente festivo de la celebración de la independencia de Centroamérica en 1821, el lunes 13 de septiembre se supo que el CSU consiguió una orden de captura contra tres conocidos dirigentes de EPA, contra los que había iniciado un proceso interno de suspensión de matrícula y expulsión. Más grave aún, obtuvo una orden de juez para que se realice el desalojo por parte de las fuerzas represivas contra los valientes estudiantes de EPA y de los que mantienen la toma en los otros centros universitarios.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), miembro de la Coordinadora en Defensa de la Educación Pública, Autónoma y Popular, hace una llamado de alerta a las organizaciones populares y a los estudiantes que están de acuerdo con la lucha de EPA pero no participan activamente en la toma, a redoblar la solidaridad activa con la lucha por la defensa de la autonomía en la USAC. Debemos evitar en lo posible un desalojo violento, otro acto de violación a la autonomía universitaria e impedir una derrota del movimiento.

El CSU se ha envalentonado tomando el ejemplo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) que recientemente ordenó el desalojo violento, con tropas policiales,  y el procesamiento penal de los sindicalistas del SITRAUNAH que luchaban por la defensa de sus derechos laborales, mancillando la autonomía universitaria.

La lucha realizada por EPA y los demás grupos estudiantiles en Guatemala está marcando un hito de primera importancia, que implica un resurgimiento del movimiento estudiantil revolucionario, que rescata la tradición de las jornadas heroicas de los años sesenta, setenta y ochentas. Significa también un impulso a las luchas urbanas, en especial en la capital, que se han quedado rezagadas ante las luchas campesinas, comunitarias e indígenas del interior. Este importante avance es el que hay que preservar y evitar que se diluya con una derrota.

Por ello, ante el peligro de un asalto inminente a las instalaciones de la USAC por parte de la Policía, llamamos a redoblar la solidaridad militante con la lucha de EPA, convocamos a la más amplia unidad de acción de todos los sectores universitarios, sindicatos, organizaciones indígenas, a la movilización permanente en defensa de los estudiantes que se mantienen firmes en la toma del campus universitario.

Según fuentes confiables, el Ministerio de Gobernación está en desacuerdo con un desalojo violento de la USAC y no está dispuesto a violar la autonomía. De no concretarse el desalojo, tendríamos un respiro y esto obligaría al CSU a abrirse finalmente al diálogo, ante el fracaso de su intento de recurrir a la fuerza para resolver el conflicto. En caso contrario, si las fuerzas de la policía atacan las instalaciones universitarias y los compañeros de EPA están dispuestos a resistir hasta el final, convocamos a las organizaciones populares a que estemos con ellos y enfrentemos a las fuerzas represivas en defensa de la autonomía universitaria.

Mientras, por iniciativa de EPA se está conformando una Comisión Conciliadora, de la que hace parte el Vicepresidente Rafael Espada y para la cual están propuestos ciudadanos idóneos, cuyo propósito es iniciar el diálogo entre el CSU y EPA. El Partido Socialista Centroamericano propone a los compañeros estudiantes universitarios los siguientes puntos para que sean demandados al CSU:

•          Que se inicie el diálogo entre los estudiantes y el Consejo Superior Universitario, por intermedio de una comisión conciliadora conformada por ciudadanos honestos y confiables. Pedimos que el examen de admisión sea una prueba diagnóstica y que el plan de repitencia tome en cuenta la problemática personal del estudiante. Estos instrumentos no deben ser coladeros ni medios de exclusión.

•          Que se suspenda la elección de vocales I y II mientras se organiza un congreso por la Reforma Universitaria que surja de la discusión democrática e igualitaria dentro de las facultades y escuelas entre estudiantes, trabajadores administrativos y de servicio, catedráticos y autoridades.

•          Exigimos al gobierno que entregue a la Universidad el presupuesto del 5% que por ley está obligado a dar. Con este ajuste presupuestario se pueden mejorar las instalaciones, acondicionar la Universidad para recibir a todos los aspirantes a estudiantes sin excluir a ninguno, mejorar los sueldos de los catedráticos, trabajadores y empleados, crear comedores estudiantiles con precios accesibles, implementar programas de investigación de primera calidad y en general impulsar hacia delante el nivel de nuestra Universidad de San Carlos.

•          Planteamos que el manejo y ejecución del presupuesto de la Universidad debe estar bajo la supervisión y control de los trabajadores de la institución, catedráticos y los estudiantes, para evitar malos manejos, malversaciones y corrupción. El Contralor General de Cuentas Carlos Mencos informó el 1 de septiembre sobre la falta de documentos que respalden compras por Q 90 mil por parte de las autoridades de la USAC. Estos manejos poco claros y confusos del presupuesto universitario no pueden continuar.

•          Proponemos que el poder dentro de las facultades debe ser cuatripartito, incluyendo a estudiantes, docentes, profesionales y trabajadores administrativos y de servicio en la elección de Juntas Directivas.

•          Que se estructure una coordinadora estudiantil organizada con representantes electos en asambleas democráticas que incluyan no sólo a los sectores que conforman EPA, sino a los grupos que han tomado el Centro Universitario Metropolitano y los Centros Regionales, a las asociaciones estudiantiles que se han sumado a la lucha y a los demás grupos que no forman parte de EPA pero están apoyando. Esta coordinadora tomará en sus manos la conducción de la lucha.

Es de vital importancia continuar utilizando los medios de comunicación independientes y alternativos para contrarrestar la campaña de desprestigio contra la lucha de EPA por parte del CSU y la prensa reaccionaria. Al recurrir a la violencia mediante una orden de desalojo, el Consejo Superior Universitario está causando su propio desprestigio, es el momento de golpearle con fuerza.

¡TODAS LAS ORGANIZACIONES POPULARES UNIDAS POR LA DEFENSA DE LOS COMPAÑEROS DE EPA Y DE LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA!

¡NO AL DESALOJO!

Por Andrés Cabanas

1. Imágenes y palabras

La fotografía es apenas un fragmento de la realidad. Las imágenes que presento en este texto –tomadas en conferencia de prensa de universitarios y movimientos sociales el domingo 29 de agosto- revelan, con carácter general, el conflicto existente en la Universidad de San Carlos, USAC. Pero es necesario extenderse en argumentaciones: la ocupación de las instalaciones universitarias por parte de Estudiantes por la Autonomía, EPA, desde el 9 de agosto; la huelga de hambre iniciada por cinco estudiantes el 26; las demandas fundamentales: restitución de participación estudiantil, revisión de los criterios de admisión y de repitencia, incremento de presupuesto. La demanda, eventualmente explícita y final, de conformación de una Universidad Pública, Autónoma y Científico-Popular, al servicio de la solución de los problemas estructurales del país (los de siempre y antes). En suma, la Autonomía como crisis y solución.

Más allá de las fotografías debemos visibilizar otros contextos relevantes: la conversión de las instalaciones universitarias en centro de negocios, la participación no siempre transparente de delegados universitarios en elección de cargos públicos, el deterioro de una Universidad funcional a los intereses de los mercados (formación de profesionales para), complaciente o acrítica ante el modelo económico dominante y sus consecuencias de empobrecimiento: otra forma de privatización, la más peligrosa porque utiliza fondos públicos con lógica de mercado.

Podemos mencionar, puesto que no lo resaltan las grafías, la apatía académica y de reflexión de la tricentenaria Universidad, la inanidad a la hora de promover soluciones a algún que otro problema que tenemos en el país, pese a la posibilidad constitucional de presentar iniciativas de ley. Del mismo modo y en el afán de mostrar un mapa generalizador y complejo: la crisis de los paradigmas sociales de transformación y la progresiva burocratización del accionar social, sin certezas ni caminos sencillos.

Dicho todo lo anterior, parece un contrasentido afirmar que una imagen dice más que mil palabras. Es la confusión entre ambas, texto y fotografía, la que permite presentar un documento integrador o una imagen articulada de lo que estamos viviendo: USAC, Guatemala, año 2010, el reinicio del conflicto, todavía sin final certero pero (esto es abstracción teórica) posible parte aguas generacional de luchas e irrupción de nuevos y a la vez viejos sujetos históricos: jóvenes y estudiantes, muchas mujeres, con la ventaja de tener todo el tiempo del mundo por delante.

2. La reversión mediática

El 13 de septiembre la página de EPA en Facebook reunía más de once mil adhesiones. Las reivindicaciones estudiantiles se multiplican en blogs, programas de radio y televisión, páginas web. Las luchas del siglo XXI no son sólo virtuales, pero se apoyan en los nuevos medios de comunicación. Luchas y contraluchas: “EPA estudiantes por la Autonomía USAC, La realidad del bloqueo del campus central”, opositora a EPA, dispone de página en Facebook para “mostrar la verdadera realidad y aclarar la desinformación generada por el grupo que bloquea el Campus Central desde el 9 de agosto”. Cuenta hoy con 244 adherentes.

Las adhesiones no son pasivas sino entusiastas: 113 comentarios el 5 de septiembre en la página de EPA; 43 el cuatro; 123 el día 3; el 30 de agosto, durante el conflicto suscitado por la pretensión de reocupación del Centro Universitario Metropolitano, 385 comentarios.

El diálogo en la web mantiene una tensión paralela a la confrontación real. Los comentarios elevan eventualmente el tono del conflicto. Joaquín Solagaystoa, un colaborador habitual que probablemente oculta su nombre real, se presenta con un símbolo del Movimiento de Liberación Nacional, MLN. En la televisión de EPA escribe un nada oculto Neo-nazi, quien comenta sobre la huelga de hambre de cinco estudiantes: Jajaja y yo comiendo trankilo en mi casa...jajajaja…van a dar su vida por la autonomía jajajajajaja ke buena patraña esa mierda jajajajajaja.

La comunicación puede desinformar y polarizar:  “EPA esta utilizando el Campus Central de la USAC, para trasiego de drogas y narcotráfico... aprovechándose de la ausencia de la comunidad universitaria”.

“Encapuchados (delincuentes) de EPA”.

“Los profesores a la labor docente y los estudiantes pues a estudiar...ese es el fin fundamental de la Universidad de San Carlos. EPA esta confundiendo a la comunidad universitaria con adornos como la violación de la autonomía...cuando en realidad el fin es político”.

El conflicto virtual, como el real, se desequilibra por momentos y contrapronóstico a favor de la ocupación. Al inicio de la misma, Noti 7 interrogó a la audiencia: “¿Cree usted que es correcto que un grupo de estudiantes mantenga bloqueado el ingreso a la Universidad de San Carlos de Guatemala debido a sus protestas?”  La pregunta no neutral, direccionada, precalificadora, buscaba una amplia unanimidad. Casi daba igual que se preguntara: ¿Está usted de acuerdo con que una pandilla de delincuentes, haraganes y drogadictos invada la gloriosa y tricentenaria Universidad de San Carlos sin motivo aparente? “No, claro que no, cómo voy a estar de acuerdo. No seas bruto, man”. Los resultados fueron sorprendentemente equilibrados: 12,730 Sí, frente a 15,861 que manifestaron el obvio No.

La repregunta de Noti7 (semana del 9 al 16 de septiembre) baja el tono y aparenta políticamente objetiva: “A un mes del cierre, ¿cree que la Universidad de San Carlos de Guatemala debe ser abierta y reanudar labores docentes?” Desaparecen en la interrogación los calificadores morales (correcto), los argumentos cerrados en sí mismos (debido a sus protestas, sin decir cuáles y presuponiendo que protestar es malo).

¿La web refleja o antecede lo real? ¿Los comentarios criminalizadores preparan el camino a los procesos administrativos y judiciales? Si en algún momento las solicitudes de intervención de la fuerza pública crecen en la “blogosfera”, el asalto real puede ser inminente.

3. Narrativa de la protesta

Aunque la ocupación universitaria es reciente, genera su propia narrativa, es decir, un primer intento de interpretación histórico-social. Esta interpretación es provisional, dialéctica y contradictoria, como el propio proceso: radical pero vulnerable; necesariamente autónomo (también frente al otro solidario), pero obligadamente articulado; impetuoso y a la vez estratégico. A las dificultades del empirismo, de la reactividad y de la manipulación y cooptación por parte de los viejos saberes, se opone la potencialidad y energía de lo nuevo.

Memoria histórica. La protesta contiene una memoria y una genealogía histórica. Los estudiantes son en este punto herederos de luchas estudiantiles y sociales, sin repetirlas: el inicio de la marcha del 8 de septiembre frente al lugar donde fue asesinado el dirigente estudiantil Oliverio Castañeda de León, en 1978, remite a este legado histórico. Del mismo, modo, la participación del dirigente revolucionario Alfonso Bauer Paíz y otros dirigentes sociales en la concentración del 13 de agosto.

Simbología. Los estudiantes reconfiguran simbologías: capuchas, imágenes recurrentes del Che Guevara, el propio bloqueo como símbolo de recuperación de un territorio de luchas aplazadas. En general, una simbología marcadamente antisistema.

Épica. La lucha genera su propia épica, manifestada en la huelga de hambre de cinco jóvenes estudiantes. La épica, en su intencionalidad política, confronta e intenta romper una situación de inercia y pasividad dentro de la Universidad.

“Más que pasión, más que ideales, nos movió la pasividad de todas nuestras autoridades a no responder a quienes debían defender primero: a los estudiantes. Aquí estamos, en resistencia, aún con fuerzas, esperando sus respuestas o la respuesta de nuestro pueblo al ver nuestra salud desvanecerse con el paso de los días. Pero aclaramos; solamente nuestra salud, nuestras fuerzas y hasta nuestra vida desaparecerá, pero nunca disiparán el ideal de ver nuestra Universidad restaurada,  como el máximo emblema de la educación popular en Guatemala porque después de todo. ¡Vale la pena seguir! ¡Vale la pena luchar!” (Carta abierta compañeras y compañeros en huelga de hambre).

Otra lectura de la épica debe tener en cuenta la correlación de fuerzas, el equilibrio medios-fines y la necesidad de evitar, a toda costa, consecuencias indeseadas en la salud de los estudiantes en huelga.

Nuevo contexto, nuevas luchas. La protesta estudiantil obliga a nuevas lecturas contextuales que reinterpreten el país surgido de los Acuerdos de Paz, y obliga a pensar nuevos marcos de actuación, no preestablecidos ni estructurados en la actual formalidad y racionalidad política (Fredy Herrarte): nuevos actores, propuestas y formas de agrupación.

Reivindicación de las utopías. La lucha estudiantil plantea recuperar un accionar político fundamentado en ideales, en proyectos políticos más que en agendas y demandas (Máximo Ba  Tiul). Recupera, nombrándola explícitamente, una utopía de cambio global y generacional, concretada en la propuesta de una Universidad pública, autónoma y científico-popular, dentro de un proyecto de transformación. Esta visión se vuelve más explícita en la medida que  la resistencia se prolonga. Comunicado de siete de septiembre de EPA:

“Llamamos, a toda la comunidad universitaria Sancarlista, especialmente a las y los estudiantes y al pueblo de Guatemala, a que se unan a este movimiento histórico de transformación social”.

Los estudiantes parten de una interpretación del mundo (inacabada) y de una práctica (en construcción), pero no se detienen en la dificultad de los cambios. Parecen decir: todos sin límite, todos los cambios están permitidos.

Ruptura de inercias históricas y generacionales. En fin, la lucha plantea interrogantes a los movimientos sociales, lo que puede constituir uno de los aportes principales del movimiento estudiantil. Confronta dinámicas de lucha burocratizada y encerrada en el círculo vicioso de la presión-diálogo-incumplimientos-presión-diálogo-incumplimientos. En este punto, ¿nos arriesgamos a escribir una nueva narrativa, en desventaja y con el riesgo de derrotas y reveses temporales, o nos conformamos con la actual, definida por reveses y temporales derrotas?

4. Espíritus libres en el territorio USAC

Para Raul Zibechi, el territorio es factor fundamental en la conformación de los sujetos. El territorio, más allá del espacio físico, es “producto del arraigo de relaciones sociales diferentes en espacios físicos en los que se despliega la vida en su totalidad social, cultural, económica y política, a través de iniciativas de producción, de salud, de educación, de celebración y de poder”. El campus, los diferentes campus universitarios, actúan como territorio unificador e identificador: de memorias, historias, luchas, sueños, mártires, generaciones, actores, sectores, propuestas de redefinición de la propia territorialidad.

“Se exhorta a la población quezalteca y de la región a que se una a la defensa de la autonomía universitaria y luchar conjuntamente por la descentralización efectiva e independencia del centro universitario de Occidente, así como de los centros regionales de educación superior a nivel nacional ya que es el momento de trascendencia histórica en nuestro país para trasformar la educación superior, y que siga siendo un logro de nuestro pueblo y los mártires universitarios. Únete al gran dialogo y propuesta regional y nacional de descentralización de la USAC, desde las bases de una Universidad democrática e incluyente, donde la participación del pueblo y la Universidad sea una realidad”. (Comunicado Centro Universitario NorOccidente).

Este espacio físico es además un espacio trans e intergeneracional, que se fortalece en la transmisión de la experiencia de luchas históricas, a partir de organizaciones y militantes activos, y en los mutuos aprendizajes. Un espacio transectorial, que rebasa agendas tematizadas, y un espacio de multiplicación de voluntades. El lema “No somos diez ni somos cien”, con que se responde a la invisibilización por parte de los medios y las autoridades universitarias, se complementa con el lema no escrito “Ya no somos siempre los mismos”, lo que viene a significar un punto de inflexión en la reciente historia de las movilizaciones sociales: una nueva generación (independientemente de la cantidad) empieza a incorporarse a los procesos de cambio y a una lucha que contiene otras muchas luchas.

En este marco, el espacio y las demandas universitarias actúan como “nexos o elementos aglutinantes de los sectores o actores sociales que deseen articularse” (Isabel Rauber), encontrando cada uno de ellos razones para el acompañamiento y apoyo a la lucha: en el programa, la historia, las identidades políticas, las redes sociales o familiares, de nuevo los ideales.

5. Los imponderables de la protesta

La última mirada debe regresar a las fotografías iniciales, al magnetismo de las expresiones, dulces pero directas, solo aparentemente cansadas. En este punto, creo conveniente transmitir los metatextos o metagrafías: el lento ascender del domingo de agosto en que las fotografías fueron impresas, la conmoción contenida en la conferencia de prensa, la luz tamizada de humedad, el coraje latente, la emoción a raudales, como las lluvias que estaban por llegar. Los imponderables de la realidad, inasibles y huidizos, pero fundamentales para entender qué sucede, como afirmó el reportero polaco Ryzsard Kapuscinscky.

Es una apreciación puramente personal: estos rostros inmaduros esconden la decisión, la audacia, la valentía, la voluntad férrea: juvenil, tempranamente entusiasta, leve y necesariamente ingenua. Sólo los ingenuos, que a pesar de todo creen, cambiarán este mundo.

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A casi 40 días del inicio de la lucha de los estudiantes universitarios en defensa de la autonomía universitaria y contra las políticas neo liberales impulsadas por el Consejo Superior Universitario (CSU) de la Universidad San Carlos (USAC), de Guatemala, la situación tiende a agravarse.

El movimiento de Estudiantes por la Autonomía (EPA) ha logrado el apoyo de otros grupos estudiantiles, como los compañeros de medicina y psicología que mantienen la toma del Centro Universitario Metropolitano y algunos de los Centros Regionales del interior, así como de Estudiantes de la Escuela de Historia, de la Facultad de Agronomía y muchos otros a título individual se han solidarizado o se han sumado a las actividades de la toma.

Una serie de organizaciones sindicales, campesinas, magisteriales, de ex dirigentes estudiantiles, indígenas, de mujeres, de profesores universitarios, de jóvenes, organizaciones políticas y otras, conformaron la Coordinadora por la Educación Pública, autónoma y popular, que ha dado su total apoyo a la lucha estudiantil.

La Coordinadora ha organizado conferencias de prensa, ha publicado comunicados y realizó una marcha de cerca de tres mil personas que recorrieron el Centro Histórico de la capital reclamando el respeto a la autonomía universitaria y un cambio drástico en las políticas educativas del país.

El CSU ha mostrado una total intransigencia sobre los puntos reclamados por EPA y, con la complicidad de los medios de comunicación que sirven a los grandes poderes económicos de Guatemala, ha conducido una campaña de desinformación para desprestigiar al legítimo movimiento estudiantil y preparar condiciones para el desalojo violento de EPA que mantiene tomadas las instalaciones de la USAC. Los catedráticos más conservadores y reaccionarios, los ex rectores de la universidad y los colegios profesionales han puesto también su parte en esta campaña, polarizando la situación.

Aprovechando el ambiente festivo de la celebración de la independencia de Centroamérica en 1821, este lunes 13 de septiembre se supo que el CSU consiguió una orden de captura contra dos conocidos dirigentes de EPA, contra los que había iniciado un proceso interno de suspensión de matrícula y expulsión. Más grave aún, se encuentra tramitando una orden de desalojo por parte de las fuerzas represivas contra los valientes estudiantes de EPA y de los que mantienen la toma en los otros centros universitarios.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), miembro de la Coordinadora por la Educación Pública, autónoma y popular, hace una llamado de alerta a las organizaciones populares y a los estudiantes que están de acuerdo con la lucha de EPA pero no participan activamente en la toma, a redoblar la solidaridad activa con la lucha por la defensa de la autonomía en la USAC. Debemos evitar en lo posible un desalojo violento, otro acto de violación a la autonomía universitaria e impedir una derrota del movimiento.

El CSU se ha envalentonado tomando el ejemplo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) que recientemente ordenó el desalojo violento, con tropas policiales,  y el procesamiento penal de los sindicalistas del SITRAUNAH que luchaban por la defensa de sus derechos laborales, mancillando la autonomía universitaria.

La lucha realizada por EPA y los demás grupos estudiantiles en Guatemala está marcando un hito de primera importancia, que implica un resurgimiento del movimiento estudiantil revolucionario, que rescata la tradición de las jornadas heroicas de los años sesenta, setenta y ochentas. Plantea también un impulso a las luchas urbanas, en especial en la capital, que se han quedado rezagadas ante las luchas campesinas, comunitarias e indígenas del interior.

Por ello, ante el inminente peligro de un asalto inminente a las instalaciones de la USAC por parte de la Policía, llamamos a redoblar la solidaridad militante con la lucha de EPA, convocamos a la más amplia unidad de acción de todos los sectores universitarios, sindicatos, organizaciones indígenas, a la movilización permanente en defensa de los estudiantes universitarios, en especial a la caravana que saldrá el miércoles 15 a las 9:00 am del MUSAC hacia el campus universitario, frente a la entrada del periférico.

Llamamos a los sindicatos centroamericanos y latinoamericanos, a toda la izquierda continental, a iniciar una campaña de solidaridad internacional alertando sobre las amenazas de un inminente asalto policial a las instalaciones de la USAC, que son tomadas y retenidas heroicamente por estudiantes de EPA.

Esta campaña internacional debe estar dirigida a exigir al gobierno de Álvaro Colom, jefe de las fuerzas armadas y policiales, que detenga cualquier ataque violento en contra de los estudiantes de EPA, así como el cese de la represión y persecución en contra de ellos.

Los mensajes dirigidos al presidente Álvaro Colom, exigiendo el cese de los preparativos para tomar por asalto las instalaciones de la USAC y la defensa de integridad física de los estudiantes de EPA, pueden ser enviados a la siguiente dirección: http://www.guatemala.gob.gt/contacto.php

Centroamérica, 14 de septiembre de 2010

Secretariado Centroamericano (SECA) del

PARTIDO SOCIALISTA CENTROAMERICANO (PSOCA)

www.elsoca.org

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M.A. Marco Antonio Garavito

Profesor titular II, Escuela de Ciencias Psicológicas

La toma y control por parte de los Estudiantes por la Autonomía – EPA-, tanto de la ciudad universitaria, como del CUM, constituye una expresión de la crisis que atraviesa hoy día la Universidad de San Carlos y, para nuestro caso, la Escuela de Ciencias Psicológicas. Este acontecimiento tiene la particularidad de haber puesto en la balanza dos posiciones antagónicas respecto a como entender las causas del período crítico que vivimos, así como cuáles son y a quién corresponde tomar las medidas que permita enfrentar y resolver este difícil momento.

Por un lado, está la postura de quienes cobijados en los beneficios que por años les ha dado el control del poder, consideran que todo lo que está ocurriendo es producto de conspiraciones, de acciones “sin sentido” de pequeños sectores que no les interesa el desarrollo académico de la universidad. Dicen estos adalides del statu quo que nuestra tricentenaria universidad goza de buena salud y que aquellos que se expresan en contra de las políticas implementadas en estos años lo hacen a partir de que responden a obscuros intereses. Su análisis es concreto y por demás simplista, anticientífico. Según expresan, la situación de crisis es simplemente por culpa de alborotadores y de gente con “ansias de poder”.

Por el otro lado, estamos quienes creemos y hemos planteado desde hace un buen tiempo, que la universidad y especialmente la Escuela de Psicología, está sufriendo una profunda crisis y cuyo origen hay que buscarlo en la ruptura que se ha dado con los principios que, desde la misma Constitución de la República, están definidos respecto a nuestra responsabilidad social y académica. Los fines y objetivos están extraviados, muy a propósito, por cierto. Las acciones que han tomado los Estudiantes por la Autonomía no han hecho sino manifestar el descontento que existe pero que, en no pocos casos, no se expresa, bien sea por temor a represalias de las autoridades o porque fatalmente se asume que esos reclamos nunca conduce a mejorar las situaciones denunciadas.

En tanto la universidad no es un ente aislado, tanto dentro como fuera de ella hay preocupación por esta crisis acumulada, pues debido a la complacencia de quienes la administran y dirigen ahora es una institución alejada de sus otrora ideales de ciencia, crítica y compromiso social. Al contrario, estos valores han sido sustituidos por la mediocridad académica, la rigidez ideológica y la formación encaminada simplemente al lucro, en consonancia con el espíritu neoliberal de la época.

Lejos han quedado los días donde la Universidad de San Carlos hacia parte de la voz y la conciencia de las necesidades y demandas de la mayoría de Guatemaltecos. Distantes los tiempos cuando sus aulas eran espacios para el debate y para el cuestionamiento crítico, sin que ello supusiera descalificativos y amenazas por parte de quienes en algún momento se apropiaron de ella y, ahora se asumen sus dueños. Los argumentos fueron sustituidos por la calumnia. La polémica basada en posicionamientos ideológicos y políticos, alterada por la descalificación personal. Los sueños y proyectos compartidos, cedieron paso al oportunismo de algunos que, al mejor estilo maquiavélico, han hecho de cualquier medio un recurso válido para alcanzar ventajas descarnadas de toda conducta ética. Los principios los han convertido en algo banal, siendo lo importante saber aprovechar las oportunidades que ofrecen las amistades, el clientelismo y hasta la compra de favores.

Aunque la crisis de la Universidad es general, tiene expresiones particulares en algunas de sus unidades académicas, pues es en ellas donde el sistema se reproduce. La Escuela de Ciencias Psicológicas, nuestro hábitat cotidiano, manifiesta estas mismas tendencias, aunque en un estado sumamente crítico. No es casual, ni gratuita la actitud que han mantenido las autoridades, sobre todo el Consejo Directivo, respecto a las demandas que desde ya hace años venimos planteando respecto a la necesidad de renovar nuestra vida académica e institucional. El proceso vivido, sobre todo este año, es un buen ejemplo de cómo quienes han medrado con sus recursos pretenden, a toda costa, no perder esos privilegios que, al final, son el único argumento de su lucha. Hace ya mucho tiempo que dejaron de lado la preocupación por la academia, la ciencia y en el compromiso social de nuestra escuela.

Al contrario, lo que seguimos escuchando de “las autoridades” son discursos vacíos, además de crecientes amenazas y chantajes a la comunidad educativa, a través de lo cual han podido imponer por un buen tiempo esos intereses. Sin embargo, esta situación está llegando a su fin. En la Escuela, al igual que en toda la Universidad, esta contradicción entre lo viejo y la nueva necesidad es el verdadero fondo de la crisis, la cual no puede ya esconderse o pretender seguirla achacando a “malos universitarios”. Esa simplicidad perversa ha sido uno de los factores que la han profundizado pues, una intervención oportuna, preventiva y responsable ante los crecientes problemas hubiera permitido no llevar a nuestra Escuela a tocar el fondo en que ahora se encuentra.

Ha sido tan irresponsable el manejo en la última administración que las autoridades han tenido que salir por la puerta de atrás, cual ladronzuelos, sin tan siquiera haber presentado un informe de su actuar a toda la comunidad educativa, como corresponde hacerlo a quien ha ejercido esos cargos por decisión de los electores. Si no pregúntense en que momento abandonaron sus cargos los miembros del Consejo Directivo Dr. Vladimir López y Lic. Mariano Codoñer, así como la misma Directora Licda. Mirna Sosa. De un día para otro ya no están, se van a escondidas sin entregar cuentas sobre el desastre administrativo en que han dejado a la Escuela de Psicología. Claro, esperan que su actuar sea protegido por la más absoluta impunidad, como tantas veces ha ocurrido con situaciones anómalas. Esto, desde luego, no debemos permitirlo.

Por esa razón y ahora que tenemos una dirección interina, nombrada por el Consejo Superior Universitario, demandamos que ella nos presente un informe exhaustivo sobre el estado en que las autoridades tránsfugas han dejado a la Escuela de Psicología, así como que públicamente se deduzcan responsabilidades a quienes han ejercido la dirección-administración en los últimos años y cuyas anomalías han empezado a aparecer de forma más abierta, aunque por mucho tiempo han sido denunciadas sin encontrar mayor respuesta en las autoridades superiores de nuestra universidad. Parte de la misma crisis.

El Dr. César Lamboure, nombrado director interino de la Escuela por el Consejo Superior Universitario, debe saber que frente a la necesidad de transparentar, de exigir justicia y recuperar la confianza institucional, cuenta con todo el respaldo de quienes queremos aportar para salir de esta coyuntura de crisis. Como institución hemos tocado fondo. Más abajo no podemos seguir, aunque los defensores de privilegios se empeñen en negarlo y, a tono con las posturas políticas e ideológicas señaladas en principio, ofrezcan explicaciones simplistas a lo que hoy día vivimos como presagio de mejores momentos.

Por todo esto, es necesario que tanto estudiantes, docentes y egresados de la Escuela de Ciencias Psicológicas hagamos un esfuerzo sereno, analítico y responsable de lo que está ocurriendo y no caigamos en el juego de culpar a los estudiantes de EPA por los acontecimientos actuales. Al contrario, debemos aprovechar este momento para hacer valer las demandas que durante tiempo han sido acalladas. Vivimos una coyuntura que debe ser valorada como una oportunidad de dar pasos hacia adelante, empezar a salir de la crisis y retomar el esfuerzo de construir una escuela académicamente seria y con reconocimiento social. En ese propósito está también el poder alcanzar nuestra satisfacción personal, profesional y humana.

El camino por delante no es fácil. Los viejos poderes no van a ceder fácilmente sus añejas ventajas. Van a intentarlo todo. Amenazas, manipulaciones, engaños, desinformaciones, meter miedo, etc. De ellos es lo que debemos esperar y más. De todas formas, me parece, las demandas de cambios van a ir creciendo paulatinamente y, como universitarios conscientes, debemos contribuir para que de esta crisis salgamos fortalecidos. Entonces, todo tendrá sentido…..

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