José María Reyes Mata (1943-1983)

Por Carlos A. Abarca V.

José María Reyes Mata (1943-1983) nació en un pequeño poblado de la campiña hondureña, en San Francisco de Yojoa, departamento de Cortés el 5 de octubre de 1943, en el seno de una familia de muy escasos recursos económicos. Fue estudiante de magisterio en la Escuela Normal Rural de Varones de "El Edén", hoy Escuela Normal Mixta "Centroamérica", en la aldea de Palo Pintado, Comayagua. Ahí fue proclamado por unanimidad líder del estudiantado en una huelga que obligó al gobierno a negociar reivindicaciones sociales. Se graduó de maestro y por sus calificaciones pasó a ser Subdirector de la escuela "Pedro P. Amaya" de la ciudad El Progreso.

Fue médico y político hondureño. Uno de los líderes de la izquierda que se alzó en armas en la década 1970-1980, habiendo participado con antelación en diferentes movimientos y organizaciones políticas y sindicales. En abril del 79 fue nombrado Secretario General del PRT-CA, y lideró la fundación del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanistas de Honduras (PRTC-H).

Participó en la fundación del Movimiento Francisco Morazán y firmó la Declaración de Mucuruba. Colaboró con las FAR de Guatemala, hasta la división de esta organización. Desde 1962 estudió medicina en Cuba y en su expediente certifica entre los tres mejores estudiantes de la promoción. En el Segundo Congreso del PRT-CA en abril de 1979, fue elegido Secretario General y Jefe Político Militar. Participó en acciones guerrilleras en El Salvador, hasta finales de 1980.

José María Reyes desapareció y reaparece en el altiplano boliviano, formando parte de la legendaria expedición internacionalista del "Che" en Bolivia. Es el único centroamericano que se integra a la misma y al segundo grupo de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) donde combatió junto a Pombo, Benigno e Inti Peredo, burla los cercos militares abriéndose paso junto al chileno militante socialista, Elmo Catalán. Cae prisionero del Coronel Quintanilla y es llevado a la capital La Paz donde fue encarcelado y torturado, dándosele por muerto.

Once meses después sale de la cárcel. En Bolivia dirige la toma del Panóptico Central de la Plaza de San Pedro, en plena capital, donde toma como rehén al coronel Burgo y libera a 17 presos políticos. En el repliegue de la lucha, desde Santa Cruz de la Sierra, en el oriente, organiza la "pequeña gran marcha" por la Cordillera de los Andes hacia Arica (Chile). Incansable, en Chile participó en la organización del Frente Revolucionario Antiimperialista que buscaba la unidad con los revolucionarios bolivianos.

Al mismo tiempo, impartió conocimientos entre el proletariado chileno en el Cordón Industrial Macul, uno de los consejos territoriales obrero-fabriles que se habían formado. En el gobierno de Allende revalidó su título de médico para colaborar con el proyecto de llevar salud a los barrios populares. El Golpe Militar de 1973 lo obligó a refugiarse en la embajada de Honduras. De regreso, fue delegado de la Federación Sindical de Trabajadores del Norte de Honduras (FESITRANH). https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Reyes_Mata

En abril de 1979 fue electo Secretario General del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC), un organismo regional con expresiones político-militares nacionales en El Salvador y Honduras -en menor medida en Guatemala- y bases logísticas en otros países. En la fundación del FMLN lideró la constitución del Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanistas de Honduras, PRTC-H.

En 1983 fue nombrado Comandante de las Fuerzas Armadas del Pueblo (FAP), un ejército guerrillero rural y urbano de este mismo partido. Con el seudónimo, Comandante Pablo Mendoza, dirigió una columna guerrillera rural de las FAP compuesta de alrededor de un centenar de hondureños, un estadounidense-hondureño y un estadounidense de origen nicaragüense. La columna se internó desde Nicaragua hacia Honduras después del 15 de julio de 1983, con la misión de combatir a la “contra” y constituir bases guerrilleras rurales, siguiendo la estrategia guevarista-vietnamita.

Con otros dos rebeldes ingresaron a la selva hondureña del oriental departamento de Olancho en julio de 1983, procedentes de Nicaragua. Encabezaron una columna de 96 guerrilleros para emprender una ofensiva contra el gobierno de entonces presidente Roberto Suazo Córdova. Tuvieron seis meses de campañas”; semanas de combates y de persecución por fuerzas aerotransportadas, tras un cerco estratégico de más de cinco mil hombres de las fuerzas de Estados Unidos, Honduras y la "Contra" de Nicaragua. Sin municiones y extenuado El Dr. Reyes fue capturado y desaparecido en la región montañosa de Piedras Azules a orillas del río Patuca, Olancho, este de Honduras, el 20 de septiembre de 1983. http://www.manfut.org/cronologia/contra2.html

Un documento desclasificado del departamento de Defensa estadounidense aclaró la captura y ejecución del líder guerrillero hondureño José María Reyes Mata. “Reyes Mata fue capturado vivo por el escuadrón de las Fuerzas Especiales de Honduras a mediados de septiembre de 1983, interrogado y luego ejecutado en las montañas del Patuca, al este del país (…) A Reyes le pegó un tiro con una pistola el oficial mayor (...) en presencia de oficiales hondureños no identificados”. El cadáver de Reyes Mata sigue desaparecido, igual que el de dos ciudadanos estadounidenses: el sacerdote James Francis Carney, conocido como el padre Guadalupe y David Arturo Báez Cruz, un nicaragüense-estadounidense exmiembro de las boinas verdes.

A través de las confesiones, lograron determinar que la columna guerrillera se hacía identificar como una compañía de las Fuerzas Armadas del Pueblo (FAP),   integrada por cuatro pelotones y sus unidades de apoyo. En total cerca de 115 guerrilleros, incluyendo oficiales, asesores y técnicos al mando de Reyes Mata o Comandante Zapata. http://www.elheraldo.hn/sucesos/623360-219/documento-detalla-ejecucion-de-jose-reyes-mata

Según un informe del Comisionado Nacional de Derechos Humanos en Honduras, escuadrones de la muerte del Ejército, organizados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, desaparecieron en Honduras a 184 militantes de izquierda durante la década del 80. http://www.laprensa.hn/especiales/portadasimpresas/766375-426/story.html

Para concluir

Hay que resaltar que la derrota del somocismo y el primer gobierno sandinista abrieron otra etapa en la historia de Centroamérica. Asimismo, que la guerra a la contrarrevolución y la instauración del neoliberalismo con Ronald Reagan, crearon un impasse en el proceso revolucionario nicaragüense y el movimiento guerrillero en el Salvador y Guatemala. Honduras quedó atrapada por las bases militares gringas y el ejército de mercenarios y en ese contexto se yerguen otras personajes revolucionarios, como el caso del Dr. Reyes Mata.

Fuentes        

https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Reyes_Mata

http://www.manfut.org/cronologia/contra2.html

http://www.elheraldo.hn/sucesos/623360-219/documento-detalla-ejecucion-de-jose-reyes-mata

http://www.laprensa.hn/especiales/portadasimpresas/766375-426/story.html

http://www.ellibertador.hn/?q=article/ej%C3%A9rcito-hondure%C3%B1o-y-pent%C3%A1gono-mintieron-sobre-desaparici%C3%B3n-del-padre-guadalupe-y-reyes-mata

http://www.lavozdelsandinismo.com/internacionales/2013-09-17/lider-guerrillero-jose-maria-reyes-fue-asesinado-durante-operacion-estados-unidos-honduras/

http://www.cofadeh.org/html/testimonios/maite_reyes.htm

http://todo.honduraslaboral.org/leer.php/888.html

http://www.manfut.org/cronologia/contra2.html

http://www.laprensa.hn/especiales/portadasimpresas/766375-426/story.html

Mural "Batalla de la Trinidad", obra del artista Javier Espinal, Honduras

Por Melchor Benavente

Después de las dos independencias de Centroamérica en 1821 y en 1823, y la aprobación de la Constitución federal en 1824, finalmente la provincia de Honduras se constituyó en Estado, siendo Dionisio Herrera su primer jefe de Estado (1824-1827). Herrera nombró a Francisco Morazán su secretario y Consejero de Estado, lo que permitió ascender a las altas esferas del poder.

La revolución de 1827 y el inicio de la guerra civil centroamericana

Las autoridades coloniales que proclamaron la primera independencia en 1821 y la segunda independencia en 1823, había logrado mantener el control del poder, pero las oligarquías, no conformes, intentaban recuperar los espacios perdidos, especialmente en Guatemala y El Salvador que fueron siempre los sectores dominantes que oprimían no solo sus propios pueblos sino el resto de pueblos de Centroamérica.

En 1825 se realizaron las elecciones para autoridades federales, pero con base al sistema electoral censitario de la época colonial, donde solo podían votar los varones que tuviesen bienes y dinero. Solo votaba una minoría de la población, los indígenas y mestizos que eran la mayoría no tenían derecho al voto. En estas elecciones salió electo el hondureño José Cecilio del Valle, pero bajo el argumento que no hubo mayoría absoluta, la fracción liberal del Congreso federal escogió al salvadoreño Manuel José de Arce como Presidente para el período 1825-1829. En repudio, José Cecilio del Valle, no aceptó la Vicepresidencia que le correspondía y en su defecto fue electo el liberal guatemalteco José Francisco Barrundia quien tampoco acepto el cargo. El primer gobierno federal comenzaba chorreando sangre desde el inicio.

El liberalismo centroamericano se dividió en dos corrientes: uno proclive al statu quo colonial y a establecer alianzas con los serviles o conservadores, y la otra las radical que representaba a la clase media y los pequeños propietarios de la época colonial

En 1826 se produjo un pequeño golpe de Estado, por medio del cual Manuel José Arce derrocó al liberal Barrundia. Arce representaba a una fracción del liberalismo que se apoyó en la oligarquía y el clero. Las instituciones creadas por la Constitución federal de 1824 no funcionaban.

El 1 de marzo de 1827, Arce designó a Mariano de Aycinena como Jefe del Estado de Guatemala, quien restituyó los diezmos a favor del clero de la Iglesia Católica. Posteriormente, se produjo el levantamiento de Antigua contra Aycinema, iniciándose la revolución en Guatemala.

Arce había desterrado a los principales dirigentes del liberalismo guatemalteco. Temeroso del perder el control de la situación, los serviles o conservadores guatemaltecos optaron por aplastar la rebelión interna y el proceso de fortalecimiento del liberalismo en El Salvador y Honduras, declarándoles la guerra a los gobiernos estatales, para colocar en su lugar a fuerzas afines.

El coronel Justo Milla al frente de un batallón federal penetró en Honduras. El comandante de Comayagua se rindió ante los federales. Morazán fue encarcelado. En esa coyuntura, en Nicaragua fue derrocado el gobierno del oligarca Juan Arguello, y el plebeyo Coronel Cleto Ordoñez ascendió al poder, ofreciendo apoyo material y militar a la causa liberal. Morazán logró escapar de la prisión y después de viajar a El Salvador logró reunir una fuerza militar de 135 nicaragüenses, dirigiéndose a Comayagua y logrando derrotar a las fuerzas federales en manos de los serviles, liberando a Honduras de la opresión. La contraofensiva guatemalteca era inevitable, Arce envió más fuerzas militares al mando del coronel Domínguez, el que finalmente fue derrotado en la localidad de Lolotique, en la hacienda Gualcho, a pesar que las fuerzas de Moranza eran infinitamente inferiores.

Esta victoria militar de Morazán cambió radicalmente los acontecimientos. El coronel guatemalteco Montufar combatía a los liberales salvadoreños en la localidad de mexicanos. Se produjo un reagrupamiento militar del liberalismo de El Salvador, Honduras y Nicaragua, contra el gobierno federal en manos de los conservadores guatemaltecos.

Desde Gualcho, Morazán se dirigió a San Miguel, imponiendo el orden. A diferencia de lo que hacían los conservadores, Morazán no fusilaba ni expropiaba a sus enemigos. Esta decisión política no necesariamente atraía aliados, sino que dejaba con vida a los enemigos. El coronel Montufar envió al general Arzú a contener a Morazán, obligándolo a refugiarse temporalmente en Honduras. Arzú dejo al coronel Antonio Aycinena, quien fue derrotado por la contraofensiva de Morazán. Este no lo fusiló, sino que lo dejo en libertad hasta le dio dinero para que pagara a sus tropas. Esta bondad de Morazán era letal en una guerra civil. Ante la ferocidad del ejercito liberal salvadoreño, Montufar se había rendido en mexicanos, el 20 de setiembre de 1827.

La victoria militar de hondureños y salvadoreños creaba condiciones favorables para el asalto sobre Guatemala.

El ejército aliado protector de la ley

Así fue denominado el ejército de salvadoreños, hondureños y nicaragüenses, del cual formaba parte Morazán. La invasión a Guatemala se inició, estableciendo un gobierno provisional en Antigua, en manos de los liberales. Es importante señalar que en este proceso se produjeron reagrupamientos entre los llamados liberales, no todos eran revolucionarios, algunos solo habían sido purgados por Arce.

Después de un fracasado intento por lograr una salida negociada, bajo la mediación del Cónsul General de los Países Bajos, finalmente se produjo el asalto sobre la capital de Guatemala. El avance militar del ejército aliado fue posible por el rechazo de la mayoría de la población indígena y mestiza a una restauración total del orden colonial.

EL gobierno de Aycinena fue sitiado por las tropas del ejército aliado, pero se produjo una negociación que permitió la rendición, pero a cambio de garantizar las vidas y las propiedades. Esta fue una constante en el comportamiento de Morazán, que devolvió la vida a sus enemigos. Se produjeron algunos inevitables saqueos, pero en términos generales Morazán cumplió su palabra. Con esta rendición se produjo una victoria parcial porque las fuerzas armadas en manos de la reacción seguían en pie, simplemente fueron acuarteladas.

El gobierno provisional de Antigua se trasladó a ciudad Guatemala, y se convocó nuevamente a las autoridades del congreso que había sido disuelto por Arce. El congreso nombro al liberal José Francisco Barrundia como nuevo Jefe de Estado por el Congreso, pero también declaró la nulidad de los acuerdos políticos que permitieron la rendición del gobierno de Aycnema. Barrundia delegó facultades extraordinarias sobre Morazán para que pacificara Guatemala.

Con el triunfo del ejercito aliado se restableció el orden postcolonial pero no se instauró un orden revolucionario. El clero y la oligarquía mantuvieron los mismos privilegios de siempre. Las contradicciones seguían latentes.

Morazán, presidente de la república federal

En marzo de 1830, después de varias votaciones, el congreso federal declaró a Francisco Morazan como presidente popularmente electo, pero con base al mismo sistema censitario. Morazán asumió el cargo el 16 de septiembre de 1830, realizando algunos cambios democraticos, pero el sistema postcolonial permanecio casi intacto. La ausencia de profundos cambios revolucionarios fue una de la principales causas de la posterior derrota de Morazan.

En Julio de 1831 el Congreso Federal expidió un Decreto, declarando que el patronato eclesiástico corresponde a la Nación, y que debe ser ejercido por el Presidente de la República. El arzobispo Casaus, desterrado en La Habana, centro de las conspiraciones, fue declarado fuera de la ley y traidor a la patria.

Contrarrevolución secesionista

Pero la calma social no duraría mucho tiempo. Arce iniciaba una invasión militar desde el Soconusco. José Maria Cornejo, jefe de Estado de El Salvador, se rebeló y proclamó por primera vez que ese Estado se retiraba del pacto federal, insistiendo en una reforma del pacto federal. Esta primera ruptura encendió las alarmas. El Congreso Federal invistió con facultades extraordinarias al presidente Morazán para que repeliera la contrarrevolución separatista. Morazán dirigió las tropas que debían sofocar la rebelión en El Salvador, el coronel Raoul se trasladó a la frontera de México, y el coronel onge se trasladó a Honduras. Al dividir el ejército federal, se debilitó su capacidad militar.

Metapán, Chalatenango y Sonsonate se pronunciaron contra Cornejo, quien fue finalmente derrotado y encarcelado. Los coroneles Martínez y Raoul derrotaron a Arce en Escuintla. El Coronel Gutiérrez venció y fusiló a Domínguez. La derrota de esta primera rebelión secesionista no produjo una revolución democrática. Las tropas del ejército federal entraron triunfantes en Guatemala, el 26 de diciembre de 1832.

Don Mariano Prado fue electo jefe de Estado de El Salvador, pero durante algún tiempo ese Estado permaneció inestable, pues el cornejismo persistía. Joaquín de San Martin sustituyó a Mariano Prado como Jefe de Estado en 1834, fortaleciendo las tendencias separatistas, declarando nuevamente la separación de El Salvador de la federación.

Morazán dirigió sus tropas a ese Estado, para sofocar la rebelión, pero vaciló en aplastar la rebelión. El razonamiento de Morazán era el siguiente: “La entrada a San Salvador, me hubiera puesto en la precisión de reponer a las autoridades legítimas, y esta habría sido la señal de una nueva alarma y el origen de otra revolución. El partido que iba a sucumbir, hubiera ampliado sus esfuerzos para deponerlas, porque eran el objeto de su odio. El que las sostenía, habría sucumbido nuevamente por su apatía o debilidad; y unas autoridades sin prestigio, acechadas por un partido más poderoso o más activo, hubieran abandonado sus asientos bien pronto segunda vez. La revolución habría seguido con más encarnizamiento: y la opinión pública que debe ser nuestra guía, no hubiera podido fijarse entre tantos acontecimientos complicados, resultado necesario de un trastorno semejante”.

Aun así, Morazán solicitó 500 hombres, pero el Congreso los negó obligándolo a retirarse de Chalchuapa, dándole aires al sitiado San Martin. Después de complicadas negociaciones se produjo un acuerdo: Morazán se retiraría Guatemala y disolverían las fuerzas federalistas que Benítez había organizado, dejando todo en mano de las autoridades salvadoreñas. El acuerdo fue una derrota política, porque dejaba todo intacto, es decir, las fuerzas secesionistas mantenían el control del Estado, y el Estado federal no podía intervenir en nada. El acuerdo fue ratificado por el propio Morazán y el congreso federal el 14 de abril de 1833.

Morazán, en roces políticos con Mariano Gálvez, Jefe de Estado de Guatemala, y San Martin, jefe de Estado de El Salvador, pidió licencia para retirarse temporalmente de la Presidencia de la Republica Federal, dirigiéndose a Comayagua. Un año después, el 15 de junio de 1834, asumió nuevamente el cargo. El Congreso Federal había declarado ilegitimas a las autoridades de El Salvador, porque San Martín convocó a elecciones violentado el tratado de Jutiapa. El ejército de Morazán nuevamente se impuso, apoyándose en la rebelión de los pueblos contra el gobierno local. El vice jefe de Estado, José Salazar, asumió el mando en sustitución de San Martin.

La segunda Presidencia de Morazán

Al final el primer periodo presidencial de Morazán en 1834, el congreso federal convocó a nuevas elecciones y resultó electo José Cecilio del Valle, un liberal moderado. La elección demostró que había una fuerte oposición entre los criollos liberales al proyecto de Morazán. Un hecho inesperado, la muerte de Del Valle antes de asumir la presidencia ese mismo año, motivó que el Congreso declarará nuevamente electo a Morazán, iniciando su segunda y última presidencia el día 15 de febrero de 1835.

Para evitar el dominio de Guatemala sobre los otros Estados, el Congreso federal aprobó que la sede del gobierno federal estuviese en San Salvador (desde 1834 estaba en Sonsonate), cambiando su nombre a Cuscatlán, y San Vicente fue declarada capital del Estado.

Bajo la segunda presidencia de Morazán se aprobaron reformas a la constitución federal de 1824, pero solo Nicaragua y Costa Rica aceptaron los cambios. Los demás Estado mostraron su desconfianza y recelos hacia el centralismo del gobierno federal.

La creación del Estado de los Altos

Mientras ascendía al poder el caudillo Rafael Carrera en Guatemala, quien se montó sobre la ola de una gran insurrección campesina, al día siguiente, el 2 de febrero de 1838, en la ciudad de Quetzaltenango, se constituyó el Estado de Los Altos, siendo reconocido por el Congreso Federal el 5 de junio de ese mismo año. El territorio del nuevo Estado de Los Altos correspondía a los actuales departamentos de Quetzaltenango, Totonicapán y Sololá. Las contradicciones entre la población de Los Altos y la oligarquía asentada en ciudad de Guatemala, era el monopolio comercial derivado del control de los puertos del atlántico. Esta desmembración de Guatemala provocó la ira de la oligarquía y el clero de la Iglesia.

Los liberales del Estado de Los Altos cometieron el grave de atacar a las comunidades indígenas, las que se sublevaron, debilitando al nuevo gobierno, y creando las condiciones para que Rafael Carrera destruyera al nuevo Estado, dentro del proceso global de destrucción de la federación centroamericana. Carrera se convirtió en el gran antagonista de Morazán y en el sepulturero de la federación centroamericana.

La batalla final

El gobierno federal con sede en El Salvador, encomendó a Morazán la pelea por la recuperación de Guatemala, ahora en manos de Carrera, quien gozaba del apoyo de la oligarquía. Las tropas de Morazán lograron hacer retroceder temporalmente a Carrera, pero las autoridades del Estado de Guatemala, encabezada por Mariano Rivera Paz, coincidente con la guerra de guerrillas de Carrera, declararon la separación de Guatemala de la federación.

Morazán terminó a duras penas su segundo periodo presidencial con una rebelión en tres Estados (Guatemala, El Salvador y Nicaragua). Estos tres Estados unieron fuerzas militares para desalojar al gobierno federal con sede en San Salvador. El general Francisco Ferrara, antiguo aliado de Morazán, declaró a Honduras como Estado soberano y formó un ejército contra los restos de la federación, pero las tropas de Morazán lograron derrotarlo primero en la batalla de Espíritu Santo, y después en la batalla de San Pedro Perulapan, en territorio salvadoreño. La Republica federal estaba moribunda, conformada solo por El Salvador y el Estado de Los Altos. Costa Rica siempre permaneció al margen de los conflictos.

A inicios de 1840, las tropas de Carrera invadieron el Estado de Los Altos y lo anexaron nuevamente a Guatemala. Las tropas de Morazán salieron en defensa del territorio federal, invadiendo Guatemala. Morazán fue recibido con honores, pero era una trampa, una vez reconcentradas sus tropas en la ciudad fueron atacadas masivamente por campesinos e indígenas al mando de Carrera, provocando la derrota militar del ultimo ejército federal. Morazán tuvo que huir. Para evitar un mayor derramamiento de sangre o una aplastante derrota, Morazán renunció al gobierno federal y al gobierno del Estado de El Salvador, y se embarcó con rumbo al Perú, haciendo escala en Costa Rica y Panamá. La guerra civil centroamericana había sido ganada por la reacción. Los gobiernos reaccionarios y conservadores se habían impuesto en todos los Estados. El liberalismo surgido en la primera mitad del siglo XIX había perdido la batalla. El estado federal fue disuelto dando lugar a la formación de mini Estados nacionales que fueron manejados con facilidad por el colonialismo inglés y el naciente imperialismo norteamericano.

Esta narración de hechos debe motivarnos a estudiar las verdaderas causas de la destrucción del Estado Federal Centroamericano.

Por Carlos A. Abarca V.

La formación de la guerrilla guatemalteca no fue resultado de un movimiento social popular. Entonces había la convicción de que el agente y protagonista revolucionario no era el pueblo explotado, en sí mismo, sino un conglomerado de fuerzas sociales descontentas, que a la antigua usanza de los golpes de Estado, daban sustento social a caudillos y líderes militares.

El ejército era apreciado como gendarme de los valores patrios y nacionales, defensor del pueblo frente los abusos de gobierno, garante del cumplimiento de objetivos mínimos de acierto democrático y una institución elitista que promovía alguna movilidad social. Por ello, en los momentos de crisis gubernamentales, en el Ejército surgían grupos heterogéneos y hasta contradictorios, tal como ocurrió en Guatemala los días 11 y 12 de noviembre de 1960.

Algunos oficiales se habían involucrado en la corrupción a la que el Presidente Ydígoras los atraía y toleraba. Muchos militares de campo veían con indignación el entrenamiento de la fuerza cubana anticastrista en la finca Helvetia (Retalhuleu), propiedad de Roberto Alejos. La mayoría consideraba que los disturbios callejeros eran indicadores del deterioro e impopularidad del gobierno y que debían ser reprimidos y controlados en nombre del orden, el respeto a la propiedad, la autoridad, las leyes y por el derecho de Estado al uso de la violencia.

Las diferentes corrientes militares se venían organizando desde tiempo atrás. La más numerosa, que se hacía llamar Compañía de los Niños de Jesús, nucleaba a oficiales del Ejército interesados en discutir la situación política y económica del país; también operaba la Compañía de Caballeros Cadetes de la Escuela Politécnica. Otro grupo de oficiales del Cuartel General estaban dirigidos por el coronel Carlos Paz Tejada, quien se encontraba de baja y era ubicado políticamente más a la izquierda. El tercer grupo lo formaban oficiales que, como los cadetes, habían participado en los sucesos del 2 de agosto.

El 12 de noviembre fueron dados de baja el coronel Herrera Martínez y el capitán César Augusto Silva Girón. Ese mismo día se decidió iniciar el levantamiento en las horas siguientes con la toma del Cuartel General; pero de los 55 oficiales involucrados sólo se presentaron cinco y a la sublevación le faltó coordinación.

El alzamiento del 13 de noviembre fue un movimiento nacionalista y anti imperialista que en el curso de la lucha devino en agrarista y socialista. Entre los rasgos originales de la guerrilla guatemalteca, reaparece la idea del socialismo como horizonte alcanzable. En esa fase sus referencias e influencias eran las revoluciones china, cubana, vietnamita y las guerras anticoloniales.

En el “Manifiesto del 13 de Noviembre” llaman a “instaurar un régimen de justicia social, en que la riqueza sea de quienes trabajan y no de los explotadores, hambreadores del pueblo y de los gringos imperialistas”. El subteniente Luis Trejo Esquivel preparó el sometimiento del cuartel de Zacapa, pero no hubo suficiente coordinación con Jutiapa y El Quiché. Hizo falta una figura militar unificadora. Las bases de Puerto Barrios y Zacapa quedaron aisladas.

Ydígoras neutralizó la fuerza aérea “mostrando a los pilotos cheques (falsos) girados por Fidel Castro a los oficiales del alzamiento por la suma de US$1.0 millón…La fuerza aérea no se sumó a la rebelión, pero se negó a actuar contra los insurrectos. Entonces intervino la flota aérea norteamericana compuesta por 76 bombarderos B-26 y C-46, flotilla que superaba la fuerza aérea de toda Centroamérica”. La tarde del 17 de noviembre el ejército ocupó Puerto Barrios.

Muchos soldados se entregaron; la mayoría se escondió y varios se dispersaron hacia Honduras, El Salvador y México. Unos 70 oficiales, sargentos y soldados se exiliaron. Los de Honduras, unos 45, siguieron conspirando. A partir de ahí, la convicción revolucionaria dejó de ser una preocupación del Ejército y devino bandera guerrillera. Los políticos confabularon y pidieron a los ex militares, no actuar, pues esperaban un golpe de Estado por parte de otra facción del Ejército.

El 29 de abril de 1961 hubo una refriega entre militares y la policía judicial, que fue el primer choque armado. El 10 de julio hubo otro tiroteo con las fuerzas de seguridad en el que murió el teniente Alejandro de León Aragón, uno de los líderes del grupo. De México recibieron apoyos de un grupo de militares nacionalistas, de tradición cardenista, ligados a una corriente del trotskismo latinoamericano, cuyo núcleo teórico y práctico arraigaba en la revolución anticolonial de esos años. Los rebeldes entablaron relación con el PGT y se vislumbró una nueva etapa.

Entre el 17 de noviembre del 60 -el fracaso de la rebelión militar- el 26 de febrero de 1962 fecha de la fundación del MR-13 y el 7 de febrero de 1963, fecha de la creación de las FAR bajo el mando militar de Yon Sosa, se vivió un lapso de inestabilidad dentro del ejército, el gobierno, los partidos políticos, el movimiento estudiantil, los grupos rebeldes y sectores de la sociedad civil.

En esos dos años y tres meses surgieron agrupaciones de estudiantes como El Fuego, la AEU de la USAC, el movimiento estudiantil 12 de noviembre, el M-12 de abril y el destacamento militar 20 de octubre del PGT, fuerzas que dieron base a la formación del MR-13 al mando de Yon Sosa. A la vez, en febrero de 1963 el MR-13 formó tres frentes guerrilleros: el Frente Alaric Bennet a cargo de Yon Sosa, el Frente Moisés Quiló y el Frente Las Granadillas. http://www.redalyc.org/html/286/28630121002/

“En aquel tiempo —relata Yon Sosa— ninguno de los elementos teníamos una ideología definida. El MR-13 se concentró en acumular armas y explosivos, tomar contacto con el Partido Guatemalteco del Trabajo (comunista), con dirigentes estudiantiles y con grupos de campesinos, y llevó a cabo varias acciones armadas en las ciudades…Con una gran desorientación política y de perspectiva de lucha se contempló tomar la base militar de Zacapa, armar al pueblo y repetir un 13 de Noviembre sin los errores cometidos en esa oportunidad.” http://www.ruinasdigitales.com/cristianismoyrevolucion/cyrguatemalavencer0morir1010/

“Sin embargo, esas acciones crearon el ambiente para las insurrecciones de marzo y abril de 1962. Se pasa de las protestas a las manifestaciones públicas, de ahí a las huelgas y mítines callejeros, al sabotaje, las barricadas y la violencia armada. El movimiento social rebasó las organizaciones políticas. El gobierno se tambaleó y perdió el control de la capital en repetidas ocasiones; al final impuso un gabinete militar y convirtió al coronel Enrique Peralta Azurdia en el hombre fuerte del régimen.

Las luchas de marzo precipitaron los sucesos armados. Los destacamentos del MR-13, instalados desde febrero en la Sierra de las Minas, volvieron a la capital a incorporarse a la lucha de masas. El PGT instaló dos frentes guerrilleros para presionar al gobierno y obligarlo a negociar su renuncia desde una posición de fuerza. Ambos frentes fueron destruidos.

Marzo y abril dejaron como saldo positivo una gran experiencia de lucha en las masas del pueblo y el encuentro de los distintos grupos de rebeldes. Con la creación de las FAR y con participación del MR-13, el PGT y el MR-12 de Abril, estudiantil, se propuso desarrollar la lucha guerrillera y abrir tres frentes. Aniquilado uno de ellos por luchas intestinas subsisten el comandado por Yon Sosa, instalado en enero de 1963, y el dirigido por Turcios Lima que se establece en noviembre. Se crearon además las zonas de resistencia.

Frente al nuevo auge del movimiento armado se implanta la dictadura de Peralta Azurdia. La represión llevó al PGT a separar su aparato político del militar e impulsar un frente, con “personalidades progresistas” que nunca se propusieron  la lucha armada. El PGT separó de hecho la dirección del partido de la dirección real de la guerra. Con ello se fue entregando la responsabilidad de esas tareas a elementos trotskistas. El PGT aceptó ese acuerdo que prestigió a los trotskistas y les posibilitó una creciente influencia en la orientación de los frentes.

Una vez ubicados éstos en la dirección del MR-13 asignaron a la guerrilla el papel secundario de estímulo a las luchas político-gremiales. Propusieron como fundamental la creación del “poder dual” a través de la toma de fábricas y tierras, dando una batalla exclusivamente en el campo económico, hasta que el estallido de la guerra nuclear en el orden mundial creara las condiciones apropiadas para la insurrección espontánea de las masas…”

Estos hechos generaron una crisis ideológica. Surgió una diferencia entre el Frente Guerrillero Alejandro de León, dirigido por el MR-13, cuyo jefe era Yon Sosa, y el Frente Guerrillero Edgar Ibarra creado en enero del 65al mando de Turcios Lima, el cual planteó la unidad de todas las fuerzas armadas sobre la base de la lucha armada revolucionaria y la expulsión de los trotskistas.

El enfrentamiento culminó, en marzo de 1965, con el alejamiento de Turcios Lima del MR-13 y la dirección de las operaciones militares de las FAR, en forma separada. En esa misma fecha, después de la convención guerrillera en el campamento Las Orquídeas, Yon Sosa rompió con los otros grupos del MR-13. El grupo de Yon Sosa retomó el nombre de Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre, como segundo al mando se encontraba el ex-coronel Augusto Vicente Loarca, muerto en julio de 1965 durante una ofensiva gubernamental.

Con esta nueva división del movimiento armado los focos guerrilleros se debilitaron. El grupo estaba compuesto por unos 60 combatientes; su radio de acción se concentró en el departamento de Zacapa con bases de apoyo en Izabal y las Verapaces. El aislamiento de la guerrilla, del Frente Alejandro de León, los condujo hacia la guerrilla urbana con algunas acciones importantes en la capital. La red urbana del nuevo MR-13 apenas existía porque tras la división, la mayoría de sus miembros se encuadró en las FAR. El ejército hizo una nueva incursión en febrero de 1967. Yon Sosa sobrevivió sin apenas realizar acciones militares, salvo algunos atracos a bancos que llevaron a cabo con su pequeña estructura urbana que le permitió continuar la lucha por lo menos hasta finales de 1967.

Entre 1966 y 1970, el nuevo Presidente, Julio César Méndez Montenegro, ordena su liquidación y pone al frente de la base militar de Zacapa al coronel Carlos Arana Osorio (después presidente de la República) En octubre del 66 muere Turcios Lima, acontecimiento que el gobierno aprovecha para reiniciar las hostilidades. La ofensiva tomó al movimiento revolucionario desprevenido y desorganizado, sin unidad y sin mando militar. A mediados de 1967 los frentes rurales habían sido esencialmente destruidos por las fuerzas contrainsurgentes.

Similares métodos de contrainsurgencia se generalizaron después del cambio de gobierno, cuando empezaron a actuar unidades armadas irregulares conocidas como `grupos clandestinos anticomunistas' o `escuadrones de la muerte', organizados por el gobierno. Dichos grupos hicieron detenciones ilegales, torturaron y ejecutaron extrajudicialmente a personas sindicadas de pertenecer o apoyar a la insurgencia.

La contrainsurgencia llegó a operar con 23 grupos entre 1966 y 1970, tanto en la capital como en los Departamentos. Los nombres más conocidos fueron La Mano Blanca, la Nueva Organización Anticomunista NOA, el Consejo Anticomunista de Guatemala CADEG, Ojo por Ojo y Jaguar Justiciero. Se estima que unas 3,000 personas murieron víctimas del terror, durante las campañas antiguerrilleras de 1966 a 1968.

Los grupos irregulares nunca dejaron de operar y durante el primer decenio de su actividad realizaron 13,400 secuestros y asesinatos. La guerrilla desaparece de Zacapa y se traslada a la capital. Por ese tiempo la mayor parte de sus líderes muere. En 1970 sube a la presidencia el general Arana Osorio. Las acciones de la guerrilla son esporádicas y débiles

En esa situación, y ante las elecciones presidenciales, el PGT apoyó a Julio César Méndez Montenegro, postulado por el Partido Revolucionarlo. La lucha interna se hizo intensa. Después de la muerte de Turcios, el ejército lanzó su ofensiva, primero contra el FGEI (Frente Ibarra) y después contra el MR-13. Las tropas gubernamentales demostraron mayor capacidad operativa, ya que destacaron numerosas patrullas en lo más remoto de la montaña donde se ubicaba la guerrilla. Unidades motorizadas se movilizaban en la carretera y mediante comunicaciones radiales buscaban colocar entre dos fuegos a las unidades guerrilleras. http://guiaintecap09.blogspot.com/

En marzo de 1966 se celebraron nuevas elecciones presidenciales. Las FAR decretaron un alto el fuego unilateral a la espera de las reformas democráticas prometidas por Méndez Montenegro. Pero el Ejército continuó con sus redadas y detenciones como las capturas, torturas y la desaparición de 28 dirigentes miembros del PGT, FAR y MR-13, a principios de marzo de 1966. Sería el primer caso de desaparición selectiva forzada de la historia de Latinoamérica. Los hechos nunca se aclararon.

El malestar de las FAR dio lugar al secuestro del secretario de prensa de la Presidencia, Baltasar Morales de la Cruz el 4 de mayo de 1966, operativo en el que morirían su hijo y su chofer. Otros secuestrados fueron el Vicepresidente del Congreso, Héctor Menéndez de la Riva y el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Romeo Augusto de León, con el objetivo de canjearlos por prisioneros de la guerrilla.

En agosto del 66 ocurrió el mayor golpe a la cúpula de las FAR: su líder murió en un accidente de tráfico cerca de la capital, el 2 de octubre de 1966 a la edad de 25 años. Tras la muerte de Luis Turcios las FAR eran cada vez más autónomas del PGT. A finales de 1966 el Ejército movilizó más de 6.000 soldados con artillería y fuerza aérea sobre la Sierra de las Minas, con bombardeos masivos e incursiones de exterminio. En marzo de 1967 emiten un comunicado que plantea la ruptura definitiva con el PGT. La represión de extrema derecha con los grupos de "escuadrones de la muerte" y la asesoría estadounidense condujo a la pérdida de apoyos entre la población por miedo a colaborar con el grupo armado.

A finales de enero de 1968 el MR-13 y las FAR se reagruparon de nuevo bajo el nombre de Fuerzas Armadas Rebeldes, con Marco Antonio Yon Sosa. Pero esta unión sería muy corta debido a que se seguía debatiendo sobre la forma de llevar a la práctica la lucha armada, sobre todo con los fuertes golpes del Ejército a una guerrilla desorganizada. En la misma fecha, en la capital se privó de la vida a los Agregados Militar y Naval de la Embajada de Estados Unidos, John D. Webber y Ernest Munro, y en agosto de ese mismo año fue asesinado el Embajador del citado país, John Gordon Mein.

Las FAR intentaron abrir un frente en Alta Verapaz para incorporar campesinos, pero fracasaron. En 1969 el comandante Pablo Monsanto quiso abrir otro foco guerrillero, en El Petén, con ramificaciones hacia Alta Verapaz y El Quiché. Este concepto "foquista", al estilo cubano, determinó problemas internos con las consecuentes rupturas, entre ellas la del grupo armado, ORPA, Organización del Pueblo en Armas.

En 1970 el Presidente Julio César Méndez Montenegro fue sucedido por el Coronel Carlos Arana Osorio. Los golpes contra la guerrilla casi acabaron con ella. Muchos guerrilleros estaban en el exilio. Las acciones armadas bajaron de intensidad. A principios de 1970, el MR-13 de Yon Sosa volvió a romper con las FAR. El grupo tenía dos frentes de guerra: el más activo el Frente Urbano "La Resistencia" y el Frente Rural, asentado al sur del Petén.

En la ciudad asestaron golpes como los secuestros del ministro de Asuntos Exteriores, Alberto Fuentes Mohr en febrero, o del diplomático norteamericano Michael Sean Holly, consiguiendo canjearlos por guerrilleros prisioneros, el 6 de marzo. Debido al éxito de los secuestros las FAR procedieron a la captura del embajador alemán, Karl Von Spreti. El nuevo gobierno no aceptó intercambiarlo por 40 guerrilleros; las FAR le dieron muerte y se suspendieron las relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos.

Hacia el mes de marzo de 1969, el MR-13 había sufrido muchas bajas en las luchas con los aparatos militares. Yon Sosa intentó levantar sus estructuras y establecer comunicación con un grupo de Cuba que estaba llegando a Chiapas. Marchó a México en un intento de reorganizarse sin la presión del Ejército guatemalteco y tomar contacto con un grupo de jóvenes que estaban llegando a Chiapas, desde Cuba, después de entrenarse para entrar en Guatemala y apoyar a la guerrilla de las FAR.

El grupo fue denunciado por un individuo que los había ayudado a cruzar la frontera. El 18 de mayo de 1970 fue capturado Yon Sosa por el Ejército Mexicano. A pesar de que se identificó con su rango militar, entregó su arma y dinero, la vida no le fue perdonada por quien llegaría a ser el general Casillas. Al día siguiente lo mataron junto a los capitanes Socorro Sical (Fidel Rascacoj Xitumul) y Enrique Cahueque Juárez.

“Están enterrados en el Panteón Municipal de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Siguiendo la Calle Principal del cementerio hacia la puerta del sur, poco antes de llegar, hay que doblar a la izquierda y subir una leve colina… Ahí están las sepulturas de los tres…Los restos de quienes en vida anduvieron casi todas las montañas de Guatemala. http://perso.wanadoo.es/guerrillas/movguerriguatemalamr13.htm

Autorizado por las autoridades militares y del Gobierno de Guatemala, hace 18 años Gearvasio Grajales se hizo cargo de los cadáveres. “Pago de su peculio la perpetuidad y mandó construir las camas de sus sepulturas…y el epitafio: Murió por un ideal”. Los versos de Omar Oliva en su memoria reflejan el espíritu popular que acompañó la vida de Yon Sosa:

“Un conejo salta entre los matorrales

¿Cómo es en apariencia?

Gris es su pelaje

Y es hermoso

Y largas son sus orejas.

¿Cómo se ven sus ojos?

Es rojo el fuego de su mirada

Y anda como jorobado

el Conejo”

OmarOliva

http://www.prensalibre.com/gestas-revolucionarias

Comandante Guerrillero Luis Augusto Turcios Lima

Por Carlos A. Abarca V.

El 2 de octubre de 1966 murió en Guatemala a la edad de 25 años, el dirigente político y revolucionario Luis Turcios Lima. Según versiones de la prensa falleció carbonizado tras un accidente automovilístico que ocurrió en el Kilómetro 11 de la calzada Roosevelt. El cuerpo fue identificado por su abuela materna y de acuerdo con sus compañeros de armas murió junto a su acompañante Ivonne Flores Letona, en un acto criminal organizado y ejecutado por un comando del Ejército,

Desde que el cadáver fue identificado, la mayor funeraria de Ciudad de Guatemala se convirtió en un lugar de peregrinación y el desfile no cesó hasta el día siguiente que partió al cementerio. La policía estaba de pie en posición de firmes mientras el cortejo pasaba por la Escuela Politécnica Militar, frente a una estación de policía y la penitenciaría. En el entierro hubo numerosos guerrilleros de uniforme y hasta miembros de la dirección de las Fuerzas Armadas Rebeldes que había comandado Turcios Lima. Su segundo, César Montes esperaba allí, armado con un R-l5. Puede haber sido un símbolo lo que paralizó a los cuerpos represivos que en otras circunstancias hubiesen procedido con el espíritu sanguinario de siempre. En Guatemala los revolucionarios, comunistas y sindicalistas desaparecían sin que nadie pudiera evitarlo.

Turcios Lima, que utilizó el seudónimo de Herbert, estudió en el colegio Anglo Americano, en el Liceo Guatemala, en el Instituto Rafael Aqueche y en la Escuela Politécnica. En su carrera militar obtuvo el rango de Oficial del Ejército de Guatemala y mediante una beca estudió tres años las técnicas de la lucha contrainsurgente en escuelas militares de Estados Unidos en Fort Benning, Columbus, Georgia.

http://wikiguate.com.gt/wiki/Luis_Augusto_Turcios_Lima#sthash.EWJRxV26.dpuf

En los años 1950-60, un rasgo de la política continental consistió en que una generación de ´jóvenes oficiales de los ejércitos, dirigentes religiosos y estudiantes alentados por el triunfo de la Revolución Cubana se involucraron en las luchas políticas democráticas, socialistas y antiimperialistas. Tal fue el caso de Panamá, Honduras, Perú, El Salvador y Guatemala. El descontento en la oficialidad de cuadros medios del Ejército de Guatemala se transformó en un levantamiento armado que llevó a cabo el 30% de los oficiales. Pedían la destitución del Ministro de Defensa y la depuración de los militares de alto rango del propio Ejército. Esta sublevación que ocurrió el 13 de noviembre de 1960 sería el germen de la guerrilla del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13).

Así, entre el 11 y 12 de noviembre de 1960, Turcios Lima y un grupo de jóvenes oficiales, suboficiales y soldados del Ejército Nacional de Guatemala se organizaron con el fin de derrocar al gobierno de Ydígoras Fuentes, fundamentándose en la “difícil situación de las unidades militares en cuanto a mal trato y soporte logístico deficiente, la corrupción y la mala administración del gobierno. En un comunicado público, señalaron que había llegado el momento de actuar para «derrocar al gobierno (…) y formar un gobierno respetuoso de los derechos humanos, que busque los remedios para los males de nuestro país y que tenga una política exterior seria y digna».

La revuelta militar la debía de encabezar el coronel Carlos Paz Tejada y entre los precursores de más alta graduación estaban el mayor Rafael Sesam Pereira y el capitán Arturo Chur del Cid. Los militares más activos fueron el teniente Marco Antonio Yon Sosa, el capitán Alejandro de León y los subtenientes Luis Augusto Turcios Lima y Luis Trejo Esquivel. Entre sus miembros aparece también Pablo Monsanto (Jorge Ismael Soto, nombre real), alias "Manzana". La intentona fracasó el 17 de noviembre de 1960; varios oficiales fueron detenidos y encarcelados, el resto alrededor de 70, escaparon al exilio.

El 6 de marzo de 1961, 23 ex-oficiales insurrectos ingresaron clandestinamente a Guatemala. Hicieron contacto con líderes políticos opositores, incluido el ultraderechista Movimiento de Liberación Nacional (MLN). El líder era el capitán Alejandro de León Aragón, muerto el 29 de abril de 1961 en un choque con la Policía Judicial. El resto del grupo continuó escondido planeando un golpe contra el jefe del Departamento de la Policía Judicial al que consideraban responsable de la muerte de su comandante en jefe. Ranulfo González Ovalle, el jefe policial Judicial cayó abatido por las balas del grupo insurgente el 24 de enero de 1962.

El 26 de febrero los oficiales rebeldes toman una cadena de radio y emiten un comunicando dándose a conocer con el nombre de Frente Insurreccional Alejandro De León Aragón - 13 de Noviembre: había salido a escena el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13) integrado por unos 100 oficiales dignos del Ejército de Guatemala. De inmediato se trasladaron al noreste del país con intención de tomar el Cuartel de Zacapa. Después de asediar los cuarteles de Bananera y Mariscos, fracasaron al llegar a Zacapa. Quince meses después, el 7 de febrero de 1962 se integró otro pequeño grupo de jóvenes rebeldes dirigidos por César Montes -Julio César Macías, su nombre legal-. La primera rebelión del MR-13 ocurrió el 13 de noviembre, pero por falta de coordinación entre los dirigentes de la asonada y por la defección de varios de los conjurados que los traicionaron los principales líderes, tenientes y especialistas de inteligencia Marco Antonio Yon Sosa y el subteniente y ranger Luis Augusto Turcios Lima se tuvieron que esconder y exilar de Guatemala.

Ese año 62 se produjeron protestas urbanas por un fraude electoral, que fueron encabezadas por el grupo El Fuego, de estudiantes de secundaria y la AEU de la USAC. Las fuerzas militares reprimieron las manifestaciones desarmadas y pacíficas, asesinando a varios dirigentes sociales y estudiantes. Ello produjo la formación del Movimiento 12 de abril, del Movimiento 20 de octubre del PGT y el Movimiento 13 de Noviembre, núcleos integrantes de las FAR, en 1963.

Mientras en la capital se producían manifestaciones y disturbios, el grupo de oficiales decidió regresar a ciudad de Guatemala para establecer un frente urbano. Entre marzo y abril de 1962 realizaron sabotajes, recuperaciones de armas y dinero e incendiaron la refinería de la petrolera ESSO. Fomentaron levantamientos, como el del teniente José Guillermo Lavagnino a principios de 1962, quien había fracasado en 1960 al intentar tomar la base de Cobán. Huyó a México y penetró a Guatemala por Huehuetenango tras crear una columna cívico-militar. El grupo cayó el 19 de marzo de 1962.

En la primavera de ese año se acordó un diálogo con los líderes izquierdistas aglutinados en el partido Unidad Revolucionaria Democrática (URD). Los comandantes Turcios Lima, Yon Sosa y los miembros de la URD, Manuel Colom Argueta, Adolfo Mijangos López, y Américo Cifuentes Rivas se reunieron con el objetivo de conocer, debatir y decidir la propuesta de los comandantes guerrilleros de que URD se incorporara a la lucha armada.

Se debatió durante más de cinco horas y la respuesta de los dirigentes civiles y profesionales universitarios fue que no se consideraba viable el camino de la revolución armada para resolver los problemas nacionales y que los integrantes de la URD se encaminarían por las vías institucionales, jurídicas y cívicas para asumir el poder sin derramamiento de la sangre de ningún guatemalteco https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Turcios_Lima#Rebeli.C3.B3n_del_13_de_noviembre_de_1960

Después de la fundación del MR-13 en febrero de 1962, pasó un año y el 7 de febrero de 1963 se crearon las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) luego de una reunión de Yon Sosa, Turcios Lima y los civiles Bernardo Alvarado Monzón, Mario Silva Jonama, Joaquín Noval y Bernardo Lemus; cita celebrada en el restaurante Fu Lu L Sho (felicidad, prosperidad y longevidad) en Ciudad de Guatemala, 6ta. Avenida y Calle 12 de la zona 1, a escasas seis cuadras del Palacio Nacional. Acordaron dar a conocer la creación de las FAR en representación del Movimiento 13 de Noviembre, el Partido Guatemalteco del Trabajo y el Movimiento 12 de abril. Yon Sosa fue nombrado jefe militar de las FAR integradas por la unión del MR-13 de Noviembre, el movimiento estudiantil 12 de abril y el destacamento 20 de octubre del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT).

En enero de 1963 se produjeron movimientos reivindicativos entre los trabajadores de correos y de la salud quienes se declararon en huelga. Las bases ideológicas de las FAR quedaron delimitadas en el antiimperialismo y la puesta en marcha de la "guerra revolucionaria del pueblo". Crearon 3 focos guerrilleros repartidos en dos zonas. El Frente Alaric Bennet, que inició su trabajo en las montañas del Mico por la región de Morales, Izabal, al mando de Yon Sosa. Lo formaban ex-militares y jóvenes de la juventud comunista, en total unos 30 guerrilleros. El Frente Moisés Quiló, al mando del ex-militar Rodolfo Chacón, jóvenes comunistas y ex oficiales del alzamiento del 13 de noviembre. El Frente Las Granadillas comandado por Luis Trejo y Bernal Hernández como segundo, compuesto por unos 25 combatientes. http://medioambiente-y-naturaleza.com/el-frente-alaric-bennet/

Las FAR encararon la tensión entre la dirección política y militar de la lucha guerrillera: Inicialmente se acordó que el PGT se haría cargo de lo político y las FAR de lo militar. Esta división artificial fracasó y condujo a permanentes conflictos. El movimiento inicial del MR-13, con Yon Sosa al frente, quedó reducido a 14 ex-militares armados. Una delegación viajó a la Habana en setiembre de 1962. Se entrevistó con el ex-presidente Jacobo Arbenz quien ejercía como profesor y entablaron conversaciones con representantes de la Juventud Patriótica del Trabajo (JPT) -estudiantes comunistas partidarios de la lucha armada- y otros miembros del MR- 20 de Octubre.

La influencia de la revolución cubana y las entrevistas llevadas a cabo en suelo isleño llevó en diciembre de 1962, tras el regreso a Guatemala de la delegación del MR-13, a una reunión conjunta entre el MR-13 de Noviembre, brazo armado del PGT (comunistas), el MR-20 de Octubre y un tercer sector, el MR- 12 de Abril, que incluía al estudiantado. Acudieron Yon Sosa, Luis Turcios, Luis Trejo Esquivel y el coronel Augusto Vicente Loarca por parte del MR-13 quienes formaron un nuevo grupo armado, las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) con Yon Sosa, miembro del MR-13, como comandante en jefe.

Conformadas las FAR se establecieron 3 frentes guerrilleros. En uno quedó Yon Sosa, denominándolo Frente Alaric Bennet en honor al líder sindical bananero de la UFCO asesinado tras el golpe de Estado y derrocamiento de Arbenz. Pero desde un principio hubo disensiones internas entre el sector del MR-13 con los integrantes de las Juventudes Patrióticas del Trabajo-comunistas. Yon Sosa se fue nutriendo de influencias trotskistas alejándose de los postulados primarios de la nueva organización. En julio de 1964 emprendió una serie de decisiones que a la postre provocarían la ruptura definitiva de las FAR. Cambió el nombre del Frente por el de Frente Guerrillero Alejandro de León y comenzó a editar la revista "Revolución Socialista" con sus nuevos conceptos trotskistas,

El 20 de diciembre de 1964 se celebró una Conferencia Guerrillera en el campamento "Las Orquídeas" en la Sierra de las Minas, donde el comandante en jefe Yon Sosa intentó imponer sus planteamientos al resto del grupo. La escisión, en enero de 1965, se percibía en el ambiente. Los integrantes de las FAR no acuden a una nueva asamblea guerrillera y la separación se fraguaría en marzo de 1965. Durante estos primeros meses del nuevo año varios ex-integrantes del MR-13 pasaron al Frente Guerrillero Edgar Ibarra, otro de los frentes de las FAR, pero más afín a los planteamientos de las juventudes comunistas. Su comandante Turcios Lima integrante desde un principio del MR-13, se desligó de Yon Sosa

En marzo de 1965 el grupo de Yon Sosa retomó el nombre de MR-13 de Noviembre. Como segundo, se encontraba el ex-coronel Augusto Vicente Loarca. Quedaron unos 60 combatientes que ubicaron su radio de acción en Zacapa con bases de apoyo en Izabal y Verapaz. La red urbana del nuevo MR-13 apenas existía pues sus miembros se encuadraron con las FAR. Yon Sosa sobrevivió sin realizar acciones militares, salvo atracos a bancos, comandados por una pequeña estructura urbana que le permitió continuar la lucha hasta finales de 1967.

Desde la ruptura en 1965 el MR-13 sufrió otros golpes: la muerte del Coronel Augusto Vicente Loarca en julio de 1965; una depuración interna en abril de 1966 con la expulsión de los partidarios trotskistas. A ese grupo se atribuyeron desvíos económicos hacia su organización en México; además, las concepciones ideológicas trotskistas continuaron siendo la punta de lanza de la visión revolucionaria de las FAR. La ofensiva gubernamental sobre los frentes guerrilleros continuó con una nueva incursión en febrero de 1967. El aislamiento sometido al Frente Guerrillero Alejandro de León viró los planteamientos hacia la guerrilla urbana con acciones importantes en la capital.

En 1966 Turcios Lima asistió a la Conferencia Tricontinental, en La Habana, como comandante y fundador de las FAR. En septiembre redactó el primer Plan de Campaña Nacional de las FAR, titulado Nuestras tareas fundamentales en la situación actual y nuestra preparación para una inminente campaña en el futuro. El jefe de las FAR reveló su pensamiento político del momento:

"...Basta ya. Hemos llegado al borde y hemos decidido poner fin a esa guerra silenciosa en que solamente el bando del pueblo sufre las bajas. La guerra revolucionaria, guerra del pueblo, ha empezado ya y aunque sabemos que tendremos que soportar muchos sufrimientos, muertes y destrucciones por largo tiempo, estamos resueltos a no detenerla hasta que el pueblo tome el poder en sus manos." (….) La lucha contra el imperialismo necesita toda la solidaridad posible, es la lucha determinante del futuro de la humanidad".

En el III Congreso del PGT en 1968, ante los errores tácticos y estratégicos de la dirección, las FAR desautorizaron al Partido, decidieron reorganizarse y continuar solos en la lucha. Mientras el PGT sostenía la clásica posición del comunismo ortodoxo, afirmando que la pobreza de los indígenas era una consecuencia directa de las diferencias de clase social, los jóvenes de las FAR adhirieron al pensamiento de Ernesto Che Guevara: sostenían que los problemas de los indígenas no podían ser abordados solamente mediante los análisis de clase http://wikiguate.com.gt/wiki/Luis_Augusto_Turcios_Lima#sthash.EWJRxV26.dpuf. Cuatro meses antes de su muerte, Turcios Lima ingresó al Partido Guatemalteco del Trabajo (Comunista).El jefe revolucionario era el líder y tenía la visión clara del futuro.

En enero de 1968 el MR-13 se vuelve a fusionar con las FAR y Yon Sosa es de nuevo nombrado Comandante en Jefe, pero esa unión fue muy corta. Se seguía debatiendo sobre la forma de llevar a la práctica la lucha armada, sobre todo con los fuertes golpes del Ejército a una guerrilla desorganizada.

Yon Sosa viajó a México en un intento de reorganizarse sin la presión del Ejército; a la vez que quería tomar contacto con un grupo de jóvenes que estaban llegando a Chiapas desde Cuba después de haber estado unos años entrenándose para entrar en Guatemala y apoyar a las FAR. El grupo fue sorprendido por el Ejército mexicano antes de contactar con los guerrilleros llegados de Cuba. En mayo de 1970 tuvo un choque en Chiapas donde fueron capturados y ultimados el 16 de mayo de 1970. Junto a Yon Sosa también asesinaron a los capitanes Socorro Sical (Fidel Rascacoj Xitumul) y a Enrique Cahueque Juárez. El golpe mortal al MR-13 estaba dado. Juan Luis Molina L. quedó al mando de los miembros restantes y desapareció el 13 de enero de 1971. El golpe definitivo vino con la muerte de Thelma Gracioso en 1973, fecha en que el trotskista MR-13 fue aniquilado.

Algunas conclusiones

La formación de los movimientos revolucionarios en Centroamérica fue un proceso histórico retroalimentado por la crisis de la postguerra mundial de los regímenes oligárquicos; influido por el auge de los partidos liberal demócratas, por la modernización institucional y de las fuerzas armadas del Estado e imbuido de las ideas de la fase socialista de la Revolución Cubana, entre 1960 y 1970.

La constitución en Guatemala del Movimiento Revolucionario 13 de noviembre en 1962 y de las Fuerzas Armadas Rebeldes en 1963 fueron hitos de esa historia política protagonizada por el partido comunista, nuevos dirigentes estudiantiles, el campesinado, el naciente movimiento trotskista e importantes sectores de la población indígena. Fueron a la vez movimientos armados y de ideas, consecuencia del auge del Trotskismo y del alineamiento de los partidos comunistas latinoamericanos con la política exterior de la URSS y el socialismo ortodoxo.    

De ahí la atomización de las principales fuerzas revolucionarias, de modo que en el corto lapso de cinco años, surgieron al menos diez organizaciones o frentes guerrilleros dependientes o desprendidos del MR-13 de noviembre y las Fuerzas Armadas Rebeldes. Con ellos se formaron nuevos liderazgos políticos y jefes militares que dificultaron la centralización de las luchas y la organización en general, frente a un ejército apoyado por los marines norteamericanos y los Escuadrones de la Muerte.  

Fuentes

http://wikiguate.com.gt/wiki/Luis_Augusto_Turcios_Lima#sthash.EWJRxV26.dpuf

https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Turcios_Lima#Rebeli.C3.B3n_del_13_de_noviembre_de_1960

http://wikiguate.com.gt/wiki/Luis_Augusto_Turcios_Lima#sthash.EWJRxV26.dpuf.

http://medioambiente-y-naturaleza.com/el-frente-alaric-bennet/

http://guatemalacomunitaria.periodismohumano.com/tag/fuerzas-armadas-rebeldes/

https://es.wikipedia.org/wiki/Escuadrones_de_la_muerte_(Guatemala)

https://www.google.com/search?q=Luis+turcios+lima&ie=utf-8&oe=utf-8&client=firefox-b-ab


Por Victoriano Sánchez

En el siglo XIX se produjeron acontecimientos decisivos que definieron el futuro de Centroamérica. El primero en importancia, es la primera declaración de independencia por las propias autoridades coloniales, ante el temor de ser desbordado por las masas. Inmediatamente se fueron a refugiar bajo la sombra protectora del naciente Imperio mexicano de Agustín de Iturbide.

El segundo fue la segunda declaración de independencia de Centroamérica proclamada el 1 de julio de 1823 en Guatemala, proclamando que las provincias de Centroamérica “representadas en esta Asamblea, son libres e independientes de la antigua España, de México y de cualquier otra potencia".

El tercero fue la creación de la República Federal de Centroamérica, con la aprobación de la Constitución de 1824, dando origen a una corta experiencia de Estado Federal. El estallido de la guerra civil fue inevitable, pero desgarró al naciente

Estado. Bajo el llamado periodo de la anarquía se crearon las condiciones para la desmembración del Estado Federal.

El cuarto acontecimiento, de trágicas consecuencias, fue el acuerdo de las oligarquías (conservadores y liberales) para proclamar la independencia de Nicaragua como Estado independiente en abril de 1838. La falsa idea que la construcción de un canal interoceánico traería prosperidad y felicidad a los nicaragüenses, llevó a las oligarquías a unirse temporalmente. A partir de ese momento se inició la disgregación del Estado Federal, contradicciones que se gestaron en el periodo 1824-1838 y explotaron posteriormente. Paulatinamente, todos los Estados se declararon independientes, aunque subsistieron en todo el siglo XIX sucesivas intentonas para reunificar Centroamérica.

Ensayos fallidos (1842-1849)

La disolución del Estado Federal generó fuerzas centrífugas, guerras civiles y guerras fratricidas entre Estados, un periodo que casi termina en la desaparición de los nacientes Estados nacionales. Al final de la primera mitad del siglo XIX se produjeron algunos intentos de reunificación de Centroamérica, que terminaron en el más rotundo fracaso.

a.- La Convención de Chinandega, Nicaragua, realizada en 1842, suscrita por los representantes de Honduras, El Salvador y Nicaragua, creo la confederación Centroamericana, una especie de estado confederado, en el cual los Estados partes conservaban su independencia, pero actuarían de manera conjunta en política exterior. Guatemala había surgido como el Estado más poderoso desde la ruptura de la federación, y gobernada por fuerzas conservadoras, se mostró renuente a un experimento unionista. Costa Rica se adhirió en 1843 pero planteando reformas al tratado, que al final no fueron aceptadas.

En 1844 se reunió la Dieta en la ciudad de San Vicente, El Salvador, con la presencia únicamente de El salvador, Honduras y Nicaragua. En un año el proyecto fracasó, precisamente porque se basaba en la existencia de los Estados nacionales.

b.- La Convención de Sonsonate fue suscrita por Guatemala y El Salvador en 1845, Al año siguiente se reunieron las delegaciones de Guatemala, El Salvador y Costa Rica, Nicaragua no asistió y el proyecto volvió a fracasar, por la falta de voluntad política de las oligarquías conservadoras que se quedaron con el poder después de la disolución del Estado Federal

c.- Convención de Nacaome, Honduras, suscrita en 1847, siempre con la presencia de tres estados limítrofes (El Salvador, Honduras y Nicaragua). En Octubre de ese año se acordó la conformación de un gobierno centroamericano y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, pero al final no se concretizó. Costa Rica y Guatemala no se adhirieron, Honduras y Nicaragua se quedaron solas, el gobierno de El Salvador ratificó parcialmente los dos convenios de Nacaome.

d.- Convención de León, Nicaragua, suscrita en 1849, nuevamente reunió a los tres Estados limítrofes (El Salvador, Honduras y Nicaragua). Esta conferencia estableció la Representación Nacional de Centroamérica. Después de la guerra entre el bloque de Honduras y El Salvador contra Guatemala, en 1852 se instauró una Asamblea Nacional Constituyente que aprobó el Estatuto Nacional de la Republica de Centroamérica, pero inmediatamente los gobiernos de El Salvador y Nicaragua lo cuestionaron, fracasando nuevamente el intento de crear un estado confederado.

La guerra centroamericana contra los filibusteros

La mitad del siglo XIX coincidió con la recesión mundial de 1848, con la oleada revolucionaria contra las monarquías en Europa, pero también con la invasión filibustera a Nicaragua. Por primera vez, desde la destrucción del Estado Federal en 1838, los gobiernos centroamericanos cerraron filas y libraron una exitosa guerra centroamericana contra los filibusteros, logrando su expulsión y el fusilamiento de William Walker por órdenes del general José Santos Guardiola, el 12 de septiembre de 1860.

Pero lo que se logró con la unión de los ejércitos centroamericanos no se convirtió nuevamente en un Estado federal, sino que continuaron predominando los intereses de las oligarquías conservadoras triunfantes, que realizaban un proceso de acumulación originaria de capital usufructuando los débiles Estados nacionales

Otros intentos (1862-1892)

A diferencia de la primera mitad del siglo XIX, marcada por la anarquía y las guerras civiles, en la segunda mitad del siglo XIX, después de la derrota de la revolución democrática de 1848 en Europa, se produjo un boom capitalista que demandaba materias primas. Centroamérica era un productor de añil, café, maderas y metales preciosos. Este auge capitalista consolidó relativamente los Estados nacionales y llevó al poder a las fracciones liberales de las oligarquías, modernizando los Estados, la legislación, abriendo las puertas al capital extranjero.

En este periodo se realizaron nuevos intentos de reunificación de Centroamérica, siendo los más importantes los siguientes:

a.- Conferencia de la Unión, El Salvador, en 1872, suscrita entre El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica. Fue más una declaración de intenciones que la constitución de órganos confederados o federales, que terminó por la guerra entre países del triángulo norte de Centroamérica. Ya prevalecían los intereses y las fronteras nacionales por encima del ideal unionista.

b.- La Conferencia de Guatemala, de 1876, a la que por primera vez asistieron los cincos países de Centroamérica.

c.- La intentona de Barrios. Este no fue un tratado. Bajo la presidencia de Justo Rufino Barrios (1873-1885) se montó una campaña unionista encabezada por el gobierno guatemalteco. El 28 de febrero de 1885, el general Justo Rufino Barrios emitió un decreto, ratificado por el Congreso, proclamando la unión centroamericana bajo la egida de Guatemala, declarándose jefe militar supremo de Centroamérica.

Los restantes países, apoyados por México y Estados Unidos, le hicieron la guerra y Barrios fue muerto en la batalla de Chalchuapa, y con ello finalizó su proyecto.

d.- Primero, segundo y tercer congreso Centroamericanos. Después de la muerte de Barrios, se realizaron tres congresos que propugnaban por la unidad de Centroamérica. El primero se realizó en 1887 en Guatemala, el segundo en 1888-1899 en Costa Rica, y el tercero en 1889 en El Salvador, firmándose en este el Pacto de Unión Provisional que pretendía instaurar un gobierno centroamericano el 15 de septiembre de 1890. Nuevamente las guerras entre Estados hicieron fracasar el proyecto,

e.- La Dieta Arbitral de Centroamérica, suscrita en 1892, por los Estados Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, vuelve a fracasar por la guerra entre Estados.

El Pacto de Amapala.

El 20 de junio de 1895 los presidentes de El Salvador, Honduras y Nicaragua, suscribieron el Tratado de Amapala, creando la Republica Mayor de Centroamérica.

Corrigiendo el error de Justo Rufino Barrios, el tratado de Amapala contemplaba la unión voluntaria de Guatemala y Costa Rica. En realidad, era un proyecto confederal ya que los Estados miembros conservarían la autonomía e independencia política, y la vigencia de sus propios Constituciones.

La Dieta o Parlamento estaría conformado por un reducido número de miembros: uno propietario y su suplente, electos por cada una de las legislaturas de las Repúblicas signatarias, por un período de tres años. En caso de contradicciones, la Dieta actuaria por consenso, sin imponer ningún criterio a los Estados que se opusieren a determinada medida, convirtiéndose en tribunal arbitral en casos extremos. La Dieta residiría un año en un país distinto.

Los gastos serian asumidos proporcionalmente por todos los gobiernos. Se adoptó el Escudo de Armas de la República Federal de Centroamérica (2824-1838)

El tratado de Amapala contempló la creación de una Asamblea o parlamento general, y en el plazo de tres años después, si fuera posible antes, se realizaría la unión de Centroamérica.

El 15 de septiembre de 1898 se reunió la Asamblea General en Managua, Nicaragua, y aprobó la Constitución de los Estados Unidos de Centroamérica, formalizando el proceso de reconstrucción de un mini Estado Federal.

La maldición de Sísifo

Pero al igual que el personaje de la mitología griega, Sísifo, cada vez que se estaba a punto de llegar a la meta, la roca volvía a caer cuesta abajo. Lo mismo ocurrió con todos los procesos diplomáticos de reunificación de Centroamérica durante el siglo XIX.

Meses después, en noviembre de 1898, el general Tomas Regalado (1898-903) dio un golpe de Estado contra el gobierno de Rafael Gutiérrez (1894-1898), y una de sus primeras decisiones como presidente provisional fue retirar al Estado de El Salvador de los Estados Unidos de Centroamérica, asestando otro golpe a la reconstrucción del Estado Federal. Nicaragua, bajo el gobierno de José Santos Zelaya, semanas después se retiró del pacto federal, disolviéndose la llamada Republica Mayor de Centroamérica o Estados Unidos de Centroamérica.

¿Porque tantos fracasos?

Todos los movimientos unionistas del siglo XIX estaban dirigidos por fuerzas burguesas o pequeñoburguesas que nunca se plantearon reconstruir el Estado Federal bajo las banderas de la revolución democrática y popular, sino sometidos a la buena o mala voluntad de las oligarquías, por medios diplomáticos, y no a través de métodos revolucionarios que unificaran a las masas, reconstruyendo el Estado Federal desde sus cimentos.

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