Comandante Guerrillero Luis Augusto Turcios Lima

Por Carlos A. Abarca V.

El 2 de octubre de 1966 murió en Guatemala a la edad de 25 años, el dirigente político y revolucionario Luis Turcios Lima. Según versiones de la prensa falleció carbonizado tras un accidente automovilístico que ocurrió en el Kilómetro 11 de la calzada Roosevelt. El cuerpo fue identificado por su abuela materna y de acuerdo con sus compañeros de armas murió junto a su acompañante Ivonne Flores Letona, en un acto criminal organizado y ejecutado por un comando del Ejército,

Desde que el cadáver fue identificado, la mayor funeraria de Ciudad de Guatemala se convirtió en un lugar de peregrinación y el desfile no cesó hasta el día siguiente que partió al cementerio. La policía estaba de pie en posición de firmes mientras el cortejo pasaba por la Escuela Politécnica Militar, frente a una estación de policía y la penitenciaría. En el entierro hubo numerosos guerrilleros de uniforme y hasta miembros de la dirección de las Fuerzas Armadas Rebeldes que había comandado Turcios Lima. Su segundo, César Montes esperaba allí, armado con un R-l5. Puede haber sido un símbolo lo que paralizó a los cuerpos represivos que en otras circunstancias hubiesen procedido con el espíritu sanguinario de siempre. En Guatemala los revolucionarios, comunistas y sindicalistas desaparecían sin que nadie pudiera evitarlo.

Turcios Lima, que utilizó el seudónimo de Herbert, estudió en el colegio Anglo Americano, en el Liceo Guatemala, en el Instituto Rafael Aqueche y en la Escuela Politécnica. En su carrera militar obtuvo el rango de Oficial del Ejército de Guatemala y mediante una beca estudió tres años las técnicas de la lucha contrainsurgente en escuelas militares de Estados Unidos en Fort Benning, Columbus, Georgia.

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En los años 1950-60, un rasgo de la política continental consistió en que una generación de ´jóvenes oficiales de los ejércitos, dirigentes religiosos y estudiantes alentados por el triunfo de la Revolución Cubana se involucraron en las luchas políticas democráticas, socialistas y antiimperialistas. Tal fue el caso de Panamá, Honduras, Perú, El Salvador y Guatemala. El descontento en la oficialidad de cuadros medios del Ejército de Guatemala se transformó en un levantamiento armado que llevó a cabo el 30% de los oficiales. Pedían la destitución del Ministro de Defensa y la depuración de los militares de alto rango del propio Ejército. Esta sublevación que ocurrió el 13 de noviembre de 1960 sería el germen de la guerrilla del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13).

Así, entre el 11 y 12 de noviembre de 1960, Turcios Lima y un grupo de jóvenes oficiales, suboficiales y soldados del Ejército Nacional de Guatemala se organizaron con el fin de derrocar al gobierno de Ydígoras Fuentes, fundamentándose en la “difícil situación de las unidades militares en cuanto a mal trato y soporte logístico deficiente, la corrupción y la mala administración del gobierno. En un comunicado público, señalaron que había llegado el momento de actuar para «derrocar al gobierno (…) y formar un gobierno respetuoso de los derechos humanos, que busque los remedios para los males de nuestro país y que tenga una política exterior seria y digna».

La revuelta militar la debía de encabezar el coronel Carlos Paz Tejada y entre los precursores de más alta graduación estaban el mayor Rafael Sesam Pereira y el capitán Arturo Chur del Cid. Los militares más activos fueron el teniente Marco Antonio Yon Sosa, el capitán Alejandro de León y los subtenientes Luis Augusto Turcios Lima y Luis Trejo Esquivel. Entre sus miembros aparece también Pablo Monsanto (Jorge Ismael Soto, nombre real), alias "Manzana". La intentona fracasó el 17 de noviembre de 1960; varios oficiales fueron detenidos y encarcelados, el resto alrededor de 70, escaparon al exilio.

El 6 de marzo de 1961, 23 ex-oficiales insurrectos ingresaron clandestinamente a Guatemala. Hicieron contacto con líderes políticos opositores, incluido el ultraderechista Movimiento de Liberación Nacional (MLN). El líder era el capitán Alejandro de León Aragón, muerto el 29 de abril de 1961 en un choque con la Policía Judicial. El resto del grupo continuó escondido planeando un golpe contra el jefe del Departamento de la Policía Judicial al que consideraban responsable de la muerte de su comandante en jefe. Ranulfo González Ovalle, el jefe policial Judicial cayó abatido por las balas del grupo insurgente el 24 de enero de 1962.

El 26 de febrero los oficiales rebeldes toman una cadena de radio y emiten un comunicando dándose a conocer con el nombre de Frente Insurreccional Alejandro De León Aragón - 13 de Noviembre: había salido a escena el Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR-13) integrado por unos 100 oficiales dignos del Ejército de Guatemala. De inmediato se trasladaron al noreste del país con intención de tomar el Cuartel de Zacapa. Después de asediar los cuarteles de Bananera y Mariscos, fracasaron al llegar a Zacapa. Quince meses después, el 7 de febrero de 1962 se integró otro pequeño grupo de jóvenes rebeldes dirigidos por César Montes -Julio César Macías, su nombre legal-. La primera rebelión del MR-13 ocurrió el 13 de noviembre, pero por falta de coordinación entre los dirigentes de la asonada y por la defección de varios de los conjurados que los traicionaron los principales líderes, tenientes y especialistas de inteligencia Marco Antonio Yon Sosa y el subteniente y ranger Luis Augusto Turcios Lima se tuvieron que esconder y exilar de Guatemala.

Ese año 62 se produjeron protestas urbanas por un fraude electoral, que fueron encabezadas por el grupo El Fuego, de estudiantes de secundaria y la AEU de la USAC. Las fuerzas militares reprimieron las manifestaciones desarmadas y pacíficas, asesinando a varios dirigentes sociales y estudiantes. Ello produjo la formación del Movimiento 12 de abril, del Movimiento 20 de octubre del PGT y el Movimiento 13 de Noviembre, núcleos integrantes de las FAR, en 1963.

Mientras en la capital se producían manifestaciones y disturbios, el grupo de oficiales decidió regresar a ciudad de Guatemala para establecer un frente urbano. Entre marzo y abril de 1962 realizaron sabotajes, recuperaciones de armas y dinero e incendiaron la refinería de la petrolera ESSO. Fomentaron levantamientos, como el del teniente José Guillermo Lavagnino a principios de 1962, quien había fracasado en 1960 al intentar tomar la base de Cobán. Huyó a México y penetró a Guatemala por Huehuetenango tras crear una columna cívico-militar. El grupo cayó el 19 de marzo de 1962.

En la primavera de ese año se acordó un diálogo con los líderes izquierdistas aglutinados en el partido Unidad Revolucionaria Democrática (URD). Los comandantes Turcios Lima, Yon Sosa y los miembros de la URD, Manuel Colom Argueta, Adolfo Mijangos López, y Américo Cifuentes Rivas se reunieron con el objetivo de conocer, debatir y decidir la propuesta de los comandantes guerrilleros de que URD se incorporara a la lucha armada.

Se debatió durante más de cinco horas y la respuesta de los dirigentes civiles y profesionales universitarios fue que no se consideraba viable el camino de la revolución armada para resolver los problemas nacionales y que los integrantes de la URD se encaminarían por las vías institucionales, jurídicas y cívicas para asumir el poder sin derramamiento de la sangre de ningún guatemalteco https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Turcios_Lima#Rebeli.C3.B3n_del_13_de_noviembre_de_1960

Después de la fundación del MR-13 en febrero de 1962, pasó un año y el 7 de febrero de 1963 se crearon las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) luego de una reunión de Yon Sosa, Turcios Lima y los civiles Bernardo Alvarado Monzón, Mario Silva Jonama, Joaquín Noval y Bernardo Lemus; cita celebrada en el restaurante Fu Lu L Sho (felicidad, prosperidad y longevidad) en Ciudad de Guatemala, 6ta. Avenida y Calle 12 de la zona 1, a escasas seis cuadras del Palacio Nacional. Acordaron dar a conocer la creación de las FAR en representación del Movimiento 13 de Noviembre, el Partido Guatemalteco del Trabajo y el Movimiento 12 de abril. Yon Sosa fue nombrado jefe militar de las FAR integradas por la unión del MR-13 de Noviembre, el movimiento estudiantil 12 de abril y el destacamento 20 de octubre del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT).

En enero de 1963 se produjeron movimientos reivindicativos entre los trabajadores de correos y de la salud quienes se declararon en huelga. Las bases ideológicas de las FAR quedaron delimitadas en el antiimperialismo y la puesta en marcha de la "guerra revolucionaria del pueblo". Crearon 3 focos guerrilleros repartidos en dos zonas. El Frente Alaric Bennet, que inició su trabajo en las montañas del Mico por la región de Morales, Izabal, al mando de Yon Sosa. Lo formaban ex-militares y jóvenes de la juventud comunista, en total unos 30 guerrilleros. El Frente Moisés Quiló, al mando del ex-militar Rodolfo Chacón, jóvenes comunistas y ex oficiales del alzamiento del 13 de noviembre. El Frente Las Granadillas comandado por Luis Trejo y Bernal Hernández como segundo, compuesto por unos 25 combatientes. http://medioambiente-y-naturaleza.com/el-frente-alaric-bennet/

Las FAR encararon la tensión entre la dirección política y militar de la lucha guerrillera: Inicialmente se acordó que el PGT se haría cargo de lo político y las FAR de lo militar. Esta división artificial fracasó y condujo a permanentes conflictos. El movimiento inicial del MR-13, con Yon Sosa al frente, quedó reducido a 14 ex-militares armados. Una delegación viajó a la Habana en setiembre de 1962. Se entrevistó con el ex-presidente Jacobo Arbenz quien ejercía como profesor y entablaron conversaciones con representantes de la Juventud Patriótica del Trabajo (JPT) -estudiantes comunistas partidarios de la lucha armada- y otros miembros del MR- 20 de Octubre.

La influencia de la revolución cubana y las entrevistas llevadas a cabo en suelo isleño llevó en diciembre de 1962, tras el regreso a Guatemala de la delegación del MR-13, a una reunión conjunta entre el MR-13 de Noviembre, brazo armado del PGT (comunistas), el MR-20 de Octubre y un tercer sector, el MR- 12 de Abril, que incluía al estudiantado. Acudieron Yon Sosa, Luis Turcios, Luis Trejo Esquivel y el coronel Augusto Vicente Loarca por parte del MR-13 quienes formaron un nuevo grupo armado, las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) con Yon Sosa, miembro del MR-13, como comandante en jefe.

Conformadas las FAR se establecieron 3 frentes guerrilleros. En uno quedó Yon Sosa, denominándolo Frente Alaric Bennet en honor al líder sindical bananero de la UFCO asesinado tras el golpe de Estado y derrocamiento de Arbenz. Pero desde un principio hubo disensiones internas entre el sector del MR-13 con los integrantes de las Juventudes Patrióticas del Trabajo-comunistas. Yon Sosa se fue nutriendo de influencias trotskistas alejándose de los postulados primarios de la nueva organización. En julio de 1964 emprendió una serie de decisiones que a la postre provocarían la ruptura definitiva de las FAR. Cambió el nombre del Frente por el de Frente Guerrillero Alejandro de León y comenzó a editar la revista "Revolución Socialista" con sus nuevos conceptos trotskistas,

El 20 de diciembre de 1964 se celebró una Conferencia Guerrillera en el campamento "Las Orquídeas" en la Sierra de las Minas, donde el comandante en jefe Yon Sosa intentó imponer sus planteamientos al resto del grupo. La escisión, en enero de 1965, se percibía en el ambiente. Los integrantes de las FAR no acuden a una nueva asamblea guerrillera y la separación se fraguaría en marzo de 1965. Durante estos primeros meses del nuevo año varios ex-integrantes del MR-13 pasaron al Frente Guerrillero Edgar Ibarra, otro de los frentes de las FAR, pero más afín a los planteamientos de las juventudes comunistas. Su comandante Turcios Lima integrante desde un principio del MR-13, se desligó de Yon Sosa

En marzo de 1965 el grupo de Yon Sosa retomó el nombre de MR-13 de Noviembre. Como segundo, se encontraba el ex-coronel Augusto Vicente Loarca. Quedaron unos 60 combatientes que ubicaron su radio de acción en Zacapa con bases de apoyo en Izabal y Verapaz. La red urbana del nuevo MR-13 apenas existía pues sus miembros se encuadraron con las FAR. Yon Sosa sobrevivió sin realizar acciones militares, salvo atracos a bancos, comandados por una pequeña estructura urbana que le permitió continuar la lucha hasta finales de 1967.

Desde la ruptura en 1965 el MR-13 sufrió otros golpes: la muerte del Coronel Augusto Vicente Loarca en julio de 1965; una depuración interna en abril de 1966 con la expulsión de los partidarios trotskistas. A ese grupo se atribuyeron desvíos económicos hacia su organización en México; además, las concepciones ideológicas trotskistas continuaron siendo la punta de lanza de la visión revolucionaria de las FAR. La ofensiva gubernamental sobre los frentes guerrilleros continuó con una nueva incursión en febrero de 1967. El aislamiento sometido al Frente Guerrillero Alejandro de León viró los planteamientos hacia la guerrilla urbana con acciones importantes en la capital.

En 1966 Turcios Lima asistió a la Conferencia Tricontinental, en La Habana, como comandante y fundador de las FAR. En septiembre redactó el primer Plan de Campaña Nacional de las FAR, titulado Nuestras tareas fundamentales en la situación actual y nuestra preparación para una inminente campaña en el futuro. El jefe de las FAR reveló su pensamiento político del momento:

"...Basta ya. Hemos llegado al borde y hemos decidido poner fin a esa guerra silenciosa en que solamente el bando del pueblo sufre las bajas. La guerra revolucionaria, guerra del pueblo, ha empezado ya y aunque sabemos que tendremos que soportar muchos sufrimientos, muertes y destrucciones por largo tiempo, estamos resueltos a no detenerla hasta que el pueblo tome el poder en sus manos." (….) La lucha contra el imperialismo necesita toda la solidaridad posible, es la lucha determinante del futuro de la humanidad".

En el III Congreso del PGT en 1968, ante los errores tácticos y estratégicos de la dirección, las FAR desautorizaron al Partido, decidieron reorganizarse y continuar solos en la lucha. Mientras el PGT sostenía la clásica posición del comunismo ortodoxo, afirmando que la pobreza de los indígenas era una consecuencia directa de las diferencias de clase social, los jóvenes de las FAR adhirieron al pensamiento de Ernesto Che Guevara: sostenían que los problemas de los indígenas no podían ser abordados solamente mediante los análisis de clase http://wikiguate.com.gt/wiki/Luis_Augusto_Turcios_Lima#sthash.EWJRxV26.dpuf. Cuatro meses antes de su muerte, Turcios Lima ingresó al Partido Guatemalteco del Trabajo (Comunista).El jefe revolucionario era el líder y tenía la visión clara del futuro.

En enero de 1968 el MR-13 se vuelve a fusionar con las FAR y Yon Sosa es de nuevo nombrado Comandante en Jefe, pero esa unión fue muy corta. Se seguía debatiendo sobre la forma de llevar a la práctica la lucha armada, sobre todo con los fuertes golpes del Ejército a una guerrilla desorganizada.

Yon Sosa viajó a México en un intento de reorganizarse sin la presión del Ejército; a la vez que quería tomar contacto con un grupo de jóvenes que estaban llegando a Chiapas desde Cuba después de haber estado unos años entrenándose para entrar en Guatemala y apoyar a las FAR. El grupo fue sorprendido por el Ejército mexicano antes de contactar con los guerrilleros llegados de Cuba. En mayo de 1970 tuvo un choque en Chiapas donde fueron capturados y ultimados el 16 de mayo de 1970. Junto a Yon Sosa también asesinaron a los capitanes Socorro Sical (Fidel Rascacoj Xitumul) y a Enrique Cahueque Juárez. El golpe mortal al MR-13 estaba dado. Juan Luis Molina L. quedó al mando de los miembros restantes y desapareció el 13 de enero de 1971. El golpe definitivo vino con la muerte de Thelma Gracioso en 1973, fecha en que el trotskista MR-13 fue aniquilado.

Algunas conclusiones

La formación de los movimientos revolucionarios en Centroamérica fue un proceso histórico retroalimentado por la crisis de la postguerra mundial de los regímenes oligárquicos; influido por el auge de los partidos liberal demócratas, por la modernización institucional y de las fuerzas armadas del Estado e imbuido de las ideas de la fase socialista de la Revolución Cubana, entre 1960 y 1970.

La constitución en Guatemala del Movimiento Revolucionario 13 de noviembre en 1962 y de las Fuerzas Armadas Rebeldes en 1963 fueron hitos de esa historia política protagonizada por el partido comunista, nuevos dirigentes estudiantiles, el campesinado, el naciente movimiento trotskista e importantes sectores de la población indígena. Fueron a la vez movimientos armados y de ideas, consecuencia del auge del Trotskismo y del alineamiento de los partidos comunistas latinoamericanos con la política exterior de la URSS y el socialismo ortodoxo.    

De ahí la atomización de las principales fuerzas revolucionarias, de modo que en el corto lapso de cinco años, surgieron al menos diez organizaciones o frentes guerrilleros dependientes o desprendidos del MR-13 de noviembre y las Fuerzas Armadas Rebeldes. Con ellos se formaron nuevos liderazgos políticos y jefes militares que dificultaron la centralización de las luchas y la organización en general, frente a un ejército apoyado por los marines norteamericanos y los Escuadrones de la Muerte.  

Fuentes

http://wikiguate.com.gt/wiki/Luis_Augusto_Turcios_Lima#sthash.EWJRxV26.dpuf

https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Turcios_Lima#Rebeli.C3.B3n_del_13_de_noviembre_de_1960

http://wikiguate.com.gt/wiki/Luis_Augusto_Turcios_Lima#sthash.EWJRxV26.dpuf.

http://medioambiente-y-naturaleza.com/el-frente-alaric-bennet/

http://guatemalacomunitaria.periodismohumano.com/tag/fuerzas-armadas-rebeldes/

https://es.wikipedia.org/wiki/Escuadrones_de_la_muerte_(Guatemala)

https://www.google.com/search?q=Luis+turcios+lima&ie=utf-8&oe=utf-8&client=firefox-b-ab


Por Victoriano Sánchez

En el siglo XIX se produjeron acontecimientos decisivos que definieron el futuro de Centroamérica. El primero en importancia, es la primera declaración de independencia por las propias autoridades coloniales, ante el temor de ser desbordado por las masas. Inmediatamente se fueron a refugiar bajo la sombra protectora del naciente Imperio mexicano de Agustín de Iturbide.

El segundo fue la segunda declaración de independencia de Centroamérica proclamada el 1 de julio de 1823 en Guatemala, proclamando que las provincias de Centroamérica “representadas en esta Asamblea, son libres e independientes de la antigua España, de México y de cualquier otra potencia".

El tercero fue la creación de la República Federal de Centroamérica, con la aprobación de la Constitución de 1824, dando origen a una corta experiencia de Estado Federal. El estallido de la guerra civil fue inevitable, pero desgarró al naciente

Estado. Bajo el llamado periodo de la anarquía se crearon las condiciones para la desmembración del Estado Federal.

El cuarto acontecimiento, de trágicas consecuencias, fue el acuerdo de las oligarquías (conservadores y liberales) para proclamar la independencia de Nicaragua como Estado independiente en abril de 1838. La falsa idea que la construcción de un canal interoceánico traería prosperidad y felicidad a los nicaragüenses, llevó a las oligarquías a unirse temporalmente. A partir de ese momento se inició la disgregación del Estado Federal, contradicciones que se gestaron en el periodo 1824-1838 y explotaron posteriormente. Paulatinamente, todos los Estados se declararon independientes, aunque subsistieron en todo el siglo XIX sucesivas intentonas para reunificar Centroamérica.

Ensayos fallidos (1842-1849)

La disolución del Estado Federal generó fuerzas centrífugas, guerras civiles y guerras fratricidas entre Estados, un periodo que casi termina en la desaparición de los nacientes Estados nacionales. Al final de la primera mitad del siglo XIX se produjeron algunos intentos de reunificación de Centroamérica, que terminaron en el más rotundo fracaso.

a.- La Convención de Chinandega, Nicaragua, realizada en 1842, suscrita por los representantes de Honduras, El Salvador y Nicaragua, creo la confederación Centroamericana, una especie de estado confederado, en el cual los Estados partes conservaban su independencia, pero actuarían de manera conjunta en política exterior. Guatemala había surgido como el Estado más poderoso desde la ruptura de la federación, y gobernada por fuerzas conservadoras, se mostró renuente a un experimento unionista. Costa Rica se adhirió en 1843 pero planteando reformas al tratado, que al final no fueron aceptadas.

En 1844 se reunió la Dieta en la ciudad de San Vicente, El Salvador, con la presencia únicamente de El salvador, Honduras y Nicaragua. En un año el proyecto fracasó, precisamente porque se basaba en la existencia de los Estados nacionales.

b.- La Convención de Sonsonate fue suscrita por Guatemala y El Salvador en 1845, Al año siguiente se reunieron las delegaciones de Guatemala, El Salvador y Costa Rica, Nicaragua no asistió y el proyecto volvió a fracasar, por la falta de voluntad política de las oligarquías conservadoras que se quedaron con el poder después de la disolución del Estado Federal

c.- Convención de Nacaome, Honduras, suscrita en 1847, siempre con la presencia de tres estados limítrofes (El Salvador, Honduras y Nicaragua). En Octubre de ese año se acordó la conformación de un gobierno centroamericano y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, pero al final no se concretizó. Costa Rica y Guatemala no se adhirieron, Honduras y Nicaragua se quedaron solas, el gobierno de El Salvador ratificó parcialmente los dos convenios de Nacaome.

d.- Convención de León, Nicaragua, suscrita en 1849, nuevamente reunió a los tres Estados limítrofes (El Salvador, Honduras y Nicaragua). Esta conferencia estableció la Representación Nacional de Centroamérica. Después de la guerra entre el bloque de Honduras y El Salvador contra Guatemala, en 1852 se instauró una Asamblea Nacional Constituyente que aprobó el Estatuto Nacional de la Republica de Centroamérica, pero inmediatamente los gobiernos de El Salvador y Nicaragua lo cuestionaron, fracasando nuevamente el intento de crear un estado confederado.

La guerra centroamericana contra los filibusteros

La mitad del siglo XIX coincidió con la recesión mundial de 1848, con la oleada revolucionaria contra las monarquías en Europa, pero también con la invasión filibustera a Nicaragua. Por primera vez, desde la destrucción del Estado Federal en 1838, los gobiernos centroamericanos cerraron filas y libraron una exitosa guerra centroamericana contra los filibusteros, logrando su expulsión y el fusilamiento de William Walker por órdenes del general José Santos Guardiola, el 12 de septiembre de 1860.

Pero lo que se logró con la unión de los ejércitos centroamericanos no se convirtió nuevamente en un Estado federal, sino que continuaron predominando los intereses de las oligarquías conservadoras triunfantes, que realizaban un proceso de acumulación originaria de capital usufructuando los débiles Estados nacionales

Otros intentos (1862-1892)

A diferencia de la primera mitad del siglo XIX, marcada por la anarquía y las guerras civiles, en la segunda mitad del siglo XIX, después de la derrota de la revolución democrática de 1848 en Europa, se produjo un boom capitalista que demandaba materias primas. Centroamérica era un productor de añil, café, maderas y metales preciosos. Este auge capitalista consolidó relativamente los Estados nacionales y llevó al poder a las fracciones liberales de las oligarquías, modernizando los Estados, la legislación, abriendo las puertas al capital extranjero.

En este periodo se realizaron nuevos intentos de reunificación de Centroamérica, siendo los más importantes los siguientes:

a.- Conferencia de la Unión, El Salvador, en 1872, suscrita entre El Salvador, Guatemala, Honduras y Costa Rica. Fue más una declaración de intenciones que la constitución de órganos confederados o federales, que terminó por la guerra entre países del triángulo norte de Centroamérica. Ya prevalecían los intereses y las fronteras nacionales por encima del ideal unionista.

b.- La Conferencia de Guatemala, de 1876, a la que por primera vez asistieron los cincos países de Centroamérica.

c.- La intentona de Barrios. Este no fue un tratado. Bajo la presidencia de Justo Rufino Barrios (1873-1885) se montó una campaña unionista encabezada por el gobierno guatemalteco. El 28 de febrero de 1885, el general Justo Rufino Barrios emitió un decreto, ratificado por el Congreso, proclamando la unión centroamericana bajo la egida de Guatemala, declarándose jefe militar supremo de Centroamérica.

Los restantes países, apoyados por México y Estados Unidos, le hicieron la guerra y Barrios fue muerto en la batalla de Chalchuapa, y con ello finalizó su proyecto.

d.- Primero, segundo y tercer congreso Centroamericanos. Después de la muerte de Barrios, se realizaron tres congresos que propugnaban por la unidad de Centroamérica. El primero se realizó en 1887 en Guatemala, el segundo en 1888-1899 en Costa Rica, y el tercero en 1889 en El Salvador, firmándose en este el Pacto de Unión Provisional que pretendía instaurar un gobierno centroamericano el 15 de septiembre de 1890. Nuevamente las guerras entre Estados hicieron fracasar el proyecto,

e.- La Dieta Arbitral de Centroamérica, suscrita en 1892, por los Estados Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, vuelve a fracasar por la guerra entre Estados.

El Pacto de Amapala.

El 20 de junio de 1895 los presidentes de El Salvador, Honduras y Nicaragua, suscribieron el Tratado de Amapala, creando la Republica Mayor de Centroamérica.

Corrigiendo el error de Justo Rufino Barrios, el tratado de Amapala contemplaba la unión voluntaria de Guatemala y Costa Rica. En realidad, era un proyecto confederal ya que los Estados miembros conservarían la autonomía e independencia política, y la vigencia de sus propios Constituciones.

La Dieta o Parlamento estaría conformado por un reducido número de miembros: uno propietario y su suplente, electos por cada una de las legislaturas de las Repúblicas signatarias, por un período de tres años. En caso de contradicciones, la Dieta actuaria por consenso, sin imponer ningún criterio a los Estados que se opusieren a determinada medida, convirtiéndose en tribunal arbitral en casos extremos. La Dieta residiría un año en un país distinto.

Los gastos serian asumidos proporcionalmente por todos los gobiernos. Se adoptó el Escudo de Armas de la República Federal de Centroamérica (2824-1838)

El tratado de Amapala contempló la creación de una Asamblea o parlamento general, y en el plazo de tres años después, si fuera posible antes, se realizaría la unión de Centroamérica.

El 15 de septiembre de 1898 se reunió la Asamblea General en Managua, Nicaragua, y aprobó la Constitución de los Estados Unidos de Centroamérica, formalizando el proceso de reconstrucción de un mini Estado Federal.

La maldición de Sísifo

Pero al igual que el personaje de la mitología griega, Sísifo, cada vez que se estaba a punto de llegar a la meta, la roca volvía a caer cuesta abajo. Lo mismo ocurrió con todos los procesos diplomáticos de reunificación de Centroamérica durante el siglo XIX.

Meses después, en noviembre de 1898, el general Tomas Regalado (1898-903) dio un golpe de Estado contra el gobierno de Rafael Gutiérrez (1894-1898), y una de sus primeras decisiones como presidente provisional fue retirar al Estado de El Salvador de los Estados Unidos de Centroamérica, asestando otro golpe a la reconstrucción del Estado Federal. Nicaragua, bajo el gobierno de José Santos Zelaya, semanas después se retiró del pacto federal, disolviéndose la llamada Republica Mayor de Centroamérica o Estados Unidos de Centroamérica.

¿Porque tantos fracasos?

Todos los movimientos unionistas del siglo XIX estaban dirigidos por fuerzas burguesas o pequeñoburguesas que nunca se plantearon reconstruir el Estado Federal bajo las banderas de la revolución democrática y popular, sino sometidos a la buena o mala voluntad de las oligarquías, por medios diplomáticos, y no a través de métodos revolucionarios que unificaran a las masas, reconstruyendo el Estado Federal desde sus cimentos.

Por Melchor Benavente

Actualmente, Victoriano Lorenzo es considerado como un gran prócer panameño, pero no siempre fue así. No en vano Lenin afirmaba que “en vida de los grandes revolucionarios, las clases opresoras les someten a constantes persecuciones, acogen sus doctrinas con la rabia más salvaje, con el odio más furioso, con la campaña más desenfrenada de mentiras y calumnias. Después de su muerte, se intenta convertirlos en iconos inofensivos, canonizarlos, por decirlo así, rodear sus nombres de una cierta aureola de gloria para “consolar” y engañar a las clases oprimidas, castrando el contenido de su doctrina revolucionaria, mellando su filo revolucionario, envileciéndola”.

Esto es lo que la oligarquía panameña ha hecho con Victoriano Lorenzo. Veamos por qué.

Recordando nuestra historia común

El estratégico istmo de Panamá fue, desde la época colonial, un territorio codiciado por las grandes potencias. El territorio de Panamá no perteneció a la jurisdicción de la Capitanía General de Guatemala, sino al Virreinato de Nueva Granada (Colombia). La corona española dividió su dominio en América en varios virreinatos y capitanías. No bastante, los nexos históricos, económicos y políticos de Panamá con el resto de Centroamérica siempre fueron muy estrechos.

La ola revolucionaria independista en América Latina a comienzos del siglo XIX, contra el dominio del colonialismo español, produjo nuevas naciones. En 1811 se conformó, entre otras, las Provincias Unidas de la Nueva Granada (1811-1816) en el territorio de la actual Colombia. Desde el inicio, como un preámbulo de lo que ocurriría posteriormente con la independencia de Centroamérica (1824-1838), estallaron guerras civiles entre federalistas y centralistas. Estas guerras civiles debilitaron al nuevo estado federal, al grado que, en 1816, producto de la contraofensiva de la corona española, y el territorio de Nueva Granada fue recuperado por el general español, Pablo Morillo, iniciando un breve periodo contrarrevolucionario.

Después de una heroica resistencia, en 1819 el general Simón Bolívar logró expulsar a las tropas españolas. La Gran Colombia (1819-1831) fue constituida en 1819, en el Congreso de Angostura, fortalecida por la unión de los territorios de Colombia y Venezuela en 1821. Ese mismo año, Panamá se adhirió a la Gran Colombia, Ecuador lo hizo en 1822. Derrotada la monarquía, las contradicciones entre revolución y contrarrevolución, emergieron bajo la forma del conflicto entre federalistas y centralistas. Las oligarquías se refugiaban y alentaban los intereses locales por encima de los intereses de los nuevos Estados.

A pesar que en 1826 se realizó en Panamá el Congreso Anfictiónico, bajo la influencia de Simón Bolívar, que propugnaba por la unidad política de América Latina, la oligarquía de comerciantes panameños realizó el primer intento de separación de La Gran Colombia, para crear un nuevo Estado bajo la protección de Inglaterra y Estados Unidos. A pesar de ello, la Gran Colombia mantuvo un gran poder de atracción: El Haití español y las islas del caribe como Cuba y Puerto Rico, quisieron adherirse a la Gran Colombia.

En 1830, el departamento del istmo (Panamá) se separó temporalmente de la Gran Colombia, en protesta por la renuncia de Simón Bolívar y el inicio del desmembramiento de ese Estado. En 1831 se produjo otra separación temporal de Panamá, pero esta vez alentada por la oligarquía ante el hundimiento de la Gran Colombia, que produjo la creación de tres estados independientes: Venezuela, Ecuador y la República de la Nueva Granada (1830-1858).

Este nuevo Estado abarcaría no solo a Colombia sino también al territorio de Panamá. Las guerras civiles continuaron. En 1840, ante la llamada “guerra de los supremos”, la oligarquía de Panamá se separó y se declaró república independiente, reincorporándose a la Nueva Granada en 1841, volviéndose a separar en 1851. Las guerras civiles hicieron fracasar también a la Nueva Granada. En 1858 se conformó la Confederación Granadina (1858-1863), una república semifederal conformada por las actuales Colombia y Panamá. Al estar formado por diversos territorios, la Constitución de 1858 le dio gran autonomía a los Estados y Panamá resultó beneficiada.

Los Estados Unidos de Colombia (1863-1886) fue la última experiencia federalista, liberal. En 1886, los conservadores ganan la guerra civil, disuelven el Estado Federal e imponen un Estado Unitario, siendo Panamá una de sus provincias.

La guerra civil de 1899-1902

Un sector del liberalismo colombiano inició una sublevación contra el gobierno conservador, conocida como la “guerra de los mil días”, apoyados militarmente por los gobiernos liberales de Nicaragua, Ecuador y Venezuela. Pero la rebelión sufrió un duro revés en la provincia de Panamá, en mayo de 1900. En esa época, al igual que en Centroamérica, los partidos liberales tenían una base social plebeya, compuesta por intelectuales, artesanos, obreros y sectores populares.

Dentro de las filas de las tropas liberales panameñas se encontraba Victoriano Lorenzo, un líder indígena, perteneciente a la casta de líderes naturales, que rápidamente obtuvo el rango de Capitán. Victoriano Lorenzo estuvo 9 años preso, acusado de asesinar al corregidor Pedro de Hoyos que, con engaños, le había robado sus tierras.

Las tropas liberales panameñas estuvieron a punto de tomar la ciudad de Panamá, pero el cónsul norteamericano, protegiendo los intereses de la oligarquía, que necesitaba ganar para su proyecto, amenazó al general Emiliano Herrera que, si la ciudad era destruida por un ataque rebelde, entonces las tropas norteamericanas intervendrían en su contra. El chantaje funcionó, y al no tomar la capital de la provincia, desaprovechó una oportunidad de oro, que permitió el reagrupamiento y contraofensiva de las tropas conservadoras. El ejército liberal fue finalmente derrotado.

Victoriano Lorenzo dirigía un batallón de indios (cholos) muy destacados en el combate. Comprendiendo la vacilación de la conducción militar del liberalismo, reagrupó sus tropas y se dirigió a las montañas. Las tropas conservadoras se lanzaron en su persecución. Los atropellos contra la población indígena, radicalizó a estos, quienes comenzaron a ingresar al pequeño ejército de Victoriano Lorenzo.

De rebelión indígena a nacional

Las condiciones de vida de los indígenas panameños eran miserables, lo que motivo su rebelión y el ingreso al pequeño ejército comandado por Victoriano Lorenzo.

El 20 de octubre de 1900, una asamblea de 500 indígenas, indignados por las masacres del ejército conservador, votaron ir a la guerra y nombraron a Victoriano Lorenzo, como su General, es decir, como el máximo comandante. La guerra civil entre liberales y conservadores, había terminado con la derrota de los primeros, pero estaba iniciando una nueva guerra civil de los indígenas contra sus opresores.

En sus Memorias, el Teniente Coronel Juan José Quirós, quien fuera Secretario Personal de Victoriano Lorenzo, escribió lo siguiente: “Nuestro General coclesano no hablaba de principios políticos ni liberales ni conservadores... Es la lucha de los campesinos recluidos en las montañas que sufren la carga de los impuestos (incluyendo diezmos y primicias), la escasez de alimentos y los ultrajes de las autoridades y de arrogantes oficiales militares".

El pequeño ejército rebelde indígena comandado por Victoriano Lorenzo carecía de armas, teniendo que arrebatárselas al enemigo en cada combate. Como parte de su ofensiva, las tropas de Victoriano Lorenzo concentraron sus combates en la provincia de Penonomé, asestando duros golpes al ejército conservador. Los éxitos militares le permitieron a Victoriano Lorenzo reagrupar a las derrotadas fuerzas del liberalismo, convirtiendo la rebelión indígena en una rebelión nacional, reviviendo la llama de la guerra civil contra los conservadores

La vacilante conducción liberal

A pesar que las acciones de Victoriano Lorenzo resucitaron al ejército liberal, políticamente se subordinaba y le tenía respeto al líder liberal Belisario Porras. En 1901 irrumpió un destacamento militar al mando del general Benjamín Herrera, con numerosas tropas y armamento. Victoriano Lorenzo reconoció su liderazgo militar, creando una poderosa fuerza militar. Los indios bajaron a los llanos y el ejército liberal tomo casi todo el control del istmo de Panamá, excepto la capital que permanecía en manos de los conservadores.

El general Herrera, el 2 de febrero de 1902, le solicitó al cuerpo diplomático que mantuviera la neutralidad ante el inminente ataque a la capital. Las tropas liberales estaban a punto de tomar el poder.

La conspiración de Roosevelt

Mientras esto ocurría, y casi finalizaba la guerra civil, el gobierno de Estados Unidos, presidido por Theodore Roosevelt (1901-1909), aprovechando el desgarramiento de Colombia, estaba negociando con el gobierno de Colombia un tratado para construir un canal interoceánico por Panamá, al mismo tiempo que, como segunda opción, negociaba secretamente con la oligarquía panameña un tratado para independizar el istmo y construir el anhelado canal interoceánico que le daría a Estados Unidos un gran ventaja comercial y militar.

En octubre de 1902, el General liberal Rafael Uribe Uribe se rindió poniendo fin a la guerra civil colombiana. Estados Unidos, que venía manejando todos los hilos, promovió el 21 de noviembre de 1902, a bordo del acorazado Wisconsin, la firma de un acuerdo político que puso fin a la guerra civil en Panamá.

Adelantándose a la gesta del general nicaragüense, Augusto C. Sandino, Victoriano Lorenzo no sometió a este infame acuerdo del Wisconsin, que contemplaba una amnistía solo a quienes depusieran las armas. Oliendo el peligro, Victoriano Lorenzo se negó a entregarlas, ya que había acuerdos secretos que no compartía.

El artículo 7 del Acuerdo del Wisconsin, contemplaba la elección democrática de un Congreso, que aprobara “las negociaciones relativas al Canal de Panamá”. Las fichas del tablero estaban en orden, a favor de Estados Unidos. Había paz y condiciones para la firma del tratado Herrán–Hay, el que se firmó finalmente el 23 de enero de 1903. Pero el senado colombiano se negó a ratificar el tratado, el 18 de agosto de 1903. La única opción para Estado Unidos era tomarse Panamá, promoviendo la separación de Colombia, y eso fue lo que hicieron.

Captura y fusilamiento de Victoriano Lorenzo

El general Benjamín Herrera nombró a Eusebio Morales para que fuese a capturar a Victoriano Lorenzo, quien fue conducido a bordo del buque Bogotá con rumbo a ciudad Panamá. Después de fugarse, es nuevamente capturado y acusado de varios falsos crímenes.

El 14 de mayo de 1903 se instaló un Consejo de Guerra, presidido por Esteban Huertas. La suerte estaba echada. La oligarquía panameña que negociaba secretamente su separación de Colombia no podía arriesgarse que el líder indígena pusiera a las masas en contra de sus planes. Al día siguiente, el Consejo de Guerra dio su veredicto:

Victoriano Lorenzo, natural de Penonomé, y vecino de Panamá, va a ser fusilado por varios crímenes. Si alguno levantase la voz pidiendo gracia o de alguna otra manera tratase de impedir la ejecución, será castigado con arreglo a las leyes".

El 15 de mayo de 1903, en la plaza de Chiriquí (hoy plaza de Francia), fue fusilado el general indígena Victoriano Lorenzo. Las autoridades hicieron desaparecer el cadáver, para evitar su veneración, pero no lo lograron.

Palacio de la Paz, donde funcionó la Corte de Justicia Centroamericana, en Cartago, Costa Rica. En 1910 fue destruido por un terremoto

Por Victoriano Sánchez

En abril de 1838, Nicaragua se declaró Estado independiente, acelerando el proceso de desintegración del Estado Federal de la Republica de Centroamérica. No obstante, durante todo el siglo XIX, a pesar de las constantes guerras civiles, revoluciones y contrarrevoluciones, en todas las Constituciones de los mini Estados-Nacionales que surgieron, quedó establecida la posibilidad de reunificación de Centroamérica. Estos postulados constitucionales unionistas fueron desapareciendo en el transcurso del siglo XX.

De la fragmentación a los Estados nacionales

Así vemos que, en 1842, bajo el auspicio de El Salvador, Honduras y Nicaragua se creó efímeramente la Confederación de Centroamérica. En 1885, el general Justo Rufino Barrios quiso imponer por la fuerza militar la unidad de Centroamérica, bajo la hegemonía de Guatemala, lo cual terminó con su muerte y un rotundo fracaso. En 1896 se creó la Republica Mayor de Centroamérica (1896-1898), con la participación de Nicaragua, Honduras y El Salvador, la que duro apenas dos años, teniendo como capital a Managua. Al ascender al gobierno el general salvadoreño, Tomas Regalado, en 1898, El Salvador se retiró y fracasó el proyecto unionista.

En todo el siglo XIX los países más reacios a la reunificación centroamericana fueron Costa Rica y Guatemala. Esto tiene una explicación. En la segunda mitad del siglo XIX, fueron los países que más avanzaron en desarrollo de sus economías agroexportadoras. El relativo progreso que consiguieron todos los Estados Nacionales de Centroamérica en la segunda mitad del siglo XIX, con el auge de la exportación cafetalera, minera y plantaciones de banano, la llamada economía de enclaves, enterró para siempre el periodo de la anarquía (este periodo coincidió con una oleada revolucionaria en Europa contra las monarquías absolutistas) caracterizado por crisis económica, guerras civiles, revoluciones y contrarrevoluciones, pero con ello también quedó sepultado la experiencia del Estado Federal. Si comparamos estos dos periodos del siglo XIX, tenemos que la balanza se inclina hacia el bienestar de los Estados Nacionales. Por esta razón la conciencia centroamericanista fue debilitada y casi extinguida en el Siglo XX.

Las guerras de las oligarquías

El fracaso de la aventura militar de Justo Rufino Barrios se debió, en gran parte, a que Estados Unidos le retiró el apoyo. Estados Unidos prefería tener varios mini Estados donde ejercer influencia por separado, que tener una oposición centroamericana unida en su contra, como la de Colombia en relación a Panamá.

El relativo mejoramiento de las economías agroexportadoras no detuvo los enfrentamientos fratricidas. A finales del siglo XIX e inicios del siglo XX se aceleraron las contradicciones entre las oligarquías gobernantes en los estados nacionales de Centroamérica.

El Salvador y Guatemala se enfrentaron en la llamada “guerra del totoposte”. A raíz del derrocamiento del presidente salvadoreño Carlos Basilio Ezeta (1891-1894), se produjeron tensiones en la frontera con Guatemala, y el gobierno del general Manuel Lisandro Barillas Bercián (1886-1892), envió tropas que finalmente no combatieron.

En 1902 los presidentes de Nicaragua, Honduras y El Salvador intentaron resucitar el proyecto de la "República Mayor de Centroamérica", bajo la influencia del general Porfirio Díaz de México, quien estaba preocupado por el hecho que Estados Unidos había desmembrado la provincia de Panamá, para construir el canal interoceánico. La alianza entre estos tres países y México, era un peligro para el gobierno de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920), quien se oponía a disolver la grandeza colonial de Guatemala en el proyecto unionista.

En 1906, el gobierno de El Salvador inició una ofensiva militar contra el gobierno de Guatemala, apoyando con armas al expresidente Manuel Lisandro Barillas Bercián, quien estaba exilado en México. Esta fue la segunda fase de la “guerra del totoposte”. Las tropas de Manuel Estrada Cabrera pelearon en dos frentes, conteniendo la invasión desde México y desde El Salvador, lograron resistir y triunfar. Después de dos meses de combates, bajo la influencia de Estados Unidos, se firmó un armisticio en el buque de guerra norteamericano "Marblehead". Estados Unidos ya era el gran arbitro en Centroamérica.

A inicios de 1907 se produjo otra guerra entre El Salvador, Honduras y Nicaragua, que finalizó con el triunfo de las tropas nicaragüenses del general José Santos Zelaya, en la batalla de Namasigue, quien jugaba a ocupar el rol de Justo Rufino Barrios en la reunificación de Centroamérica, pero esta vez bajo la hegemonía nicaragüense.

La conferencia de Washington de 1907

Todos los países de Centroamérica, con la excepción de la pacifica Costa Rica, vivía bajo la constante conflagración militar, golpes de estado y conspiraciones revolucionarias.

Un factor clave para comprender la desmembración de Centroamérica y los constantes conflictos, es no solo la incapacidad de las oligarquías para solucionar sus contradicciones, sino el surgimiento de Estados Unidos como potencia imperialista, que siempre quería negociar con pigmeos. A partir de la terminación de la guerra civil norteamericana o guerra de secesión (1861-1865) Estados Unidos comenzó a tener influencia decisiva en su frontera sur, especialmente en México y Centroamérica

Preparándose para la primera guerra mundial que se avecinaba, Estados Unidos, quería calmar su patio trasero, y con el apoyo de México, organizó una “Conferencia de Paz Centroamericana”, reunida en Washington en noviembre y diciembre de 1907. El objetivo central era terminar con las guerras y conflictos y crear mecanismos de diálogo y negociación diplomática.

Elihu Root, Secretario del Departamento de Estado, muy animado, reconoció a la nación centroamericana, y escribió lo siguiente: "Ustedes son un pueblo de hecho; vuestra ciudadanía es intercambiable -vuestra raza, vuestra religión, vuestras costumbres,        vuestras leyes, vuestro linaje, vuestra consanguinidad y relaciones, vuestros vínculos sociales, vuestras simpatías y vuestras aspiraciones, así como vuestras esperanzas por el futuro”.

Pero las intenciones del imperialismo era controlar y poner el orden en su frontera sur, cuando ya se estaba construyendo el Canal de Panamá.

Influenciados por las Conferencias de La Haya de 1899 y 1904, los gobiernos centroamericanos aprobaron, entre otros instrumentos, la “Convención para el establecimiento de una Corte Centroamericana de Justicia”. A simple vista parecía un logro, pero en realidad, al no existir un Estado Federal, las decisiones de la Corte terminarían siendo desconocidas por los Estados, como realmente ocurrió, como veremos más adelante.

Con los tratados de Washington Estados Unidos creo un nuevo orden en Centroamérica, que predominaría de 1907 a 1927.

La Corte de Cartago

La Corte de Justicia Centroamericana (CJC) estaría compuesta por cinco magistrados propietarios y dos suplentes por cada país, electos por sus respectivos órganos legislativos y su sede estaría en la ciudad de Cartago, Costa Rica. El tratado tendría una vigencia de 10 años. La CJC podría conocer los conflictos entre gobiernos, el respeto a los tratados internacionales, y como una novedad jurídica, los ciudadanos podían demandar a sus gobiernos directamente ante la CJC.

Al final, se agregó un artículo anexo al tratado que estableció lo siguiente. “La Corte de Justicia Centroamericana conocerá también de los conflictos que pueda haber entre los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y cuando de hecho no se respeten los fallos judiciales o las resoluciones del Congreso Nacional”.

Con este agregado de última hora, la CJC se convertiría en el supremo arbitro de los conflictos políticos de cada país. La CJC fue creada sin la existencia de un Estado Federal, sin capacidad coercitiva de obligar a los Estados a cumplir las resoluciones que dictara.

La CJC comenzó a funcionar el 25 de mayo de 1908.

Las demandas contra Nicaragua por el tratado Chamorro-Bryan

La prueba de fuego de la CJC fueron las demandas que primero Costa Rica y después El Salvador interpusieron contra el gobierno de Nicaragua, por la suscripción del Tratado Chamorro-Bryan en 1914

Después del derrocamiento del general José Santos Zelaya en 1909, por una conspiración de Estados Unidos, con el apoyo del presidente guatemalteco Manuel Estrada Cabrera, la oposición conservadora terminó tomando el poder. Habiendo perdido Nicaragua su soberanía, por encontrarse tomada por los marines norteamericanos, el gobierno de Adolfo Díaz suscribió el Tratado Chamorro-Bryan otorgándole en concesión por 99 años de una parte del territorio nicaragüense, incluido las islas en el mar Caribe y las islas del Golfo de Fonseca, donde se construiría una base militar, la soberanía de estas islas era compartida por los Estados de Nicaragua, El Salvador y Honduras.

La CJC se declaró competente para conocer el caso y después de cumplir los procedimientos dictó sentencia el 9 de marzo de 1917, declarando que el tratado Chamorro-Bryan amenazaba la seguridad nacional de El Salvador y violaba sus derechos de condominio en el Golfo; que también violentaban los artículos II y IX del Tratado de Paz y Amistad de 1907; que el Gobierno de Nicaragua estaba obligado a restablecer y mantener el estado de derecho con El Salvador que existía antes del tratado Chamorro-Bryan. De igual manera declaró que este tratado violentaba los derechos de navegación de Costa Rica en el Rio San Juan. En pocas palabras, la CJC dijo que el tratado Chamorro-Bryan era ilegal y debía restaurarse el status legal anterior a 1914.

Estados Unidos decide la muerte de la CJC

La reacción de Estados Unidos no se hizo esperar. El gobierno de Nicaragua retiró a su magistrado, y comenzó a torpedear a la CJC. En 1918, ya no se renovó el tratado que dio vida a la CCJ. Estados Unidos presiono a sus aliados para no continuar con la CJC.

Por intereses del imperialismo norteamericano prevalecieron la soberanía de los Estados nacionales, por encima de los intereses globales de Centroamérica. Nicaragua volvió a jugar el mismo rol de 1838, cuando fue el primer Estado en separarse de la Federación. En este caso, Nicaragua era la punta de lanza del imperialismo en la región.

La historia de la actual Corte Centroamericana de Justicia (CCJ), creada en 1991-1992, en el marco de la aplicación de los Acuerdos de Esquipulas II, merece un artículo aparte.

 

Por Orson Mojica

En 1921 se cumplieron los primeros 100 años de celebración de la primera independencia de Centroamérica en relación a España, el 15 de septiembre de 1821. Al proclamarse la segunda independencia, en 1823, en relación al imperio mexicano de Iturbide, las provincias de Centroamericana se constituyeron finalmente en Estado Federal en 1824.

La República Federal de Centroamérica tuvo corta vida (1824-1838) pero durante todo el siglo XIX y la primera parte del siglo XX, se produjeron varios intentos fallidos de reunificación de Centroamérica, todos ellos bajo la influencia de alas radicales del liberalismo, en una corriente autodenominada “unionista”.

El unionismo a comienzos del siglo XX

Esta era esencialmente una corriente intelectual pequeña burguesa, heterogénea, difusa, sin estructura orgánica, unida únicamente por el ideal supremo de reunificar Centroamérica, para convertirla en una nación poderosa, que pudiera resistir a la injerencia de potencias como Estados Unidos. En ese sentido, esta corriente unionista (no debe confundirse con el Partido Unionista de Guatemala, fundado en 1920) coincidía con sectores burgueses que se oponían a los privilegios comerciales que obtenían las empresas norteamericanas, especialmente las bananeras, mineras y compañías petroleras. Los unionistas también luchaban contra las dictaduras militares que promovían los Estados Unidos, en su afán de controlar los recursos naturales del istmo centroamericano.

Diferentes intentos de reunificación

Después de la desmembración de la República Federal de Centroamericana en 1838, con la primera separación de Nicaragua, se produjeron algunos intentos de reunificación.

En 1842 se creó la Confederación de Centroamérica conformada por los Estados de El Salvador, Honduras y Nicaragua, la cual tuvo corta duración. En el ínterin, el general Francisco Morazán, que estaba en Costa Rica, terminó siendo fusilado el 15 de septiembre de 1842.

En 1885, cansado del fracaso de sucesivas conferencias de unidad centroamericana, el general guatemalteco, Justo Rufino Barrios, procedió a reunificar Centroamericana por la vía militar, siendo más un proceso de anexión que de reunificación. Fracasó y murió en el intento, por la oposición del resto de gobiernos de Centroamérica, alentados por Estados Unidos.

En 1896, bajo la influencia del gobierno liberal del general nicaragüense, José Santos Zelaya, se creó la Republica Mayor de Centroamérica, con la participación de Nicaragua, Honduras y El Salvador, duro apenas dos años, teniendo como capital a Managua. Guatemala y Costa Rica no se sumaron.

Los conflictos e intereses territoriales eran el principal origen de los fracasos de la unidad centroamericana. Por ello, en 1902 el presidente José Santos Zelaya convocó a una cumbre de presidentes centroamericanos en el puerto de Corinto, con el objetivo de encontrar un mecanismo diplomático que permitiera resolver las disputas entre los Estados de Centroamérica, promoviendo el principio del arbitraje obligatorio, creando por ello el Tribunal Centroamericano de Arbitraje que comenzó a funcionar el 2 de Octubre de 1902.

Eran común que los opositores a determinado gobierno, utilizaban el territorio de otro para organizar revoluciones que terminaban en guerras civiles. Las relaciones en adelante se basarían en el principio de la no intervención en asuntos internos de cada país y en el arbitraje de las diferencias.

La Conferencia de Paz de 1907

El ambiente centroamericano siempre estaba agitado, marcado por conspiraciones, movimientos armados, revoluciones y contrarrevoluciones. Estados Unidos era la potencia que agrandaba su influencia sobre la región Centroamericana, especialmente a partir de la separación de Panamá de Colombia en el año 1903, con el objetivo de construir el canal interoceánico.

Un intento de unidad centroamericana se realizó durante la conferencia de 1906 en Costa Rica. La Conferencia de Paz del año 1907, realizada en Washington, es el primer gran intento de Estados Unidos por crear un orden regional, directamente bajo su tutela, para resguardar sus intereses como nueva potencia imperialista, de cara a la inevitable primera guerra mundial que habría de estallar en 1914.

El gran arbitro y garante de este tratado serían los propios Estados Unidos. Para camuflar el nuevo rol que adquiría Estados Unidos, se creó la Corte de Justicia Centroamericana (conocida como Corte de Cartago, la que comenzó a funcionar en 1908), que retomaba y sustituía las funciones del Tribunal Centroamericano de Arbitraje

En la Conferencia de Paz de 1907 se instauró la doctrina Tobar, que obligaba mediante el tratado a todos los países a no reconocer gobiernos que surgieran de revoluciones o de golpes de Estado, los cambios de gobiernos debían producirse por los mecanismos establecidos en las Constituciones de cada país.

Como resultado de la Conferencia de Paz de 1907 los países centroamericanos perdieron los destellos de independencia, y se subordinaron a los dictados de Estados Unidos.

El tratado Chamorro-Bryan

El gobierno de Zelaya fue derrocado en 1909, por una revolución armada auspiciada por Estados Unidos y organizado en los países vecinos. De esta manera se instauró una serie de gobiernos conservadores, oligárquicos y pro norteamericanos, conocido como Segunda República Conservadora (1911-1928)

A pesar que el canal interoceánico se construyó en Panamá, en 1914 el gobierno de Adolfo Díaz, firmó el Tratado Chamorro-Bryan, que cedía una parte del territorio nicaragüense a Estados Unidos, por cien años, para construir un canal interoceánico por el Rio San Juan, fronterizo con Costa Rica. La historia del último siglo, de las relaciones entre Nicaragua y Costa Rica, está marcadas por las diferencias y conflictos en torno a la utilización del rio San Juan.

El fracaso de la Corte de Justicia Centroamericana

El entreguismo del gobierno nicaragüense, la ocupación militar norteamericana y la aprobación del Tratado Chamorro-Bryan, eran motivo de preocupación de los gobiernos de El Salvador, Honduras y Costa Rica, por las repercusiones directas sobre sus territorios (Golfo de Fonseca y rio San Juan).

La Corte de Justicia Centroamericana pronunció dos sentencias en contra de Nicaragua, relacionadas ambas con el Tratado Chamorro Bryan. En un juicio entablado por Costa Rica contra Nicaragua, debido a que la aprobación del tratado Chamorro-Bryan violentaba los derechos de aquella adquiridos a raíz del tratado Cañas-Jerez, en 1858, la Corte de Cartago se declaró competente para conocer el asunto, y su sentencia declaró que Nicaragua violentó los derechos adquiridos por Costa Rica en el Tratado Cañas-Jerez y su aclaración en el Laudo Cleveland. No se pronunció sobre la nulidad del Tratado Chamorro-Bryan, ya que implicaría una sentencia histórica contra Estados Unidos, argumentando que ese país no estaba sujeto a la jurisdicción de la Corte.

El Salvador también demandó a Nicaragua por los efectos del Tratado Chamorro-Bryan, al ceder una base naval a Estados Unidos en el Golfo de Fonseca,. El 9 de marzo de 1917 la Corte de Cartago declaró que el Tratado Chamorro- Bryan violaba los derechos de El Salvador como estado centroamericano, porque los países del istmo formaban un todo moral y cualquier desmembración de territorio que sufriera uno de ellos hería los intereses de los demás, y que el Gobierno de Nicaragua había infringido su propia norma constitucional que le ordenaba el mantenimiento de la integridad territorial.

Con estas dos sentencias, la Corte de Cartago quedó herida de muerte. El tratado que le dio origen no fue renovado, por el rechazo de Estados Unidos.

El pacto de San José en 1921.

Costa Rica ha sido históricamente, un Estado reacio a promover la unidad de Centroamérica. Cuando la invasión de los filibusteros de William Walker en 1854-1856, la oligarquía costarricense peleó para defender su territorio y sus propios intereses, pero nunca promovió la reunificación.

Quien mejor representó esta postura aislacionista fue el presidente Ricardo Jiménez Oreamuno (1910-1914), quien elaboró la teoría que Costa Rica era una sociedad étnicamente homogénea, compuesta en su mayoría por blancos, y que era diferente al resto de Centroamérica, caracterizada por el mestizaje.

Pero en ocasión del 100 aniversario de la primera independencia de Centroamericana, la postura aislacionista costarricense cedió temporalmente a una postura a favor del unionismo centroamericano, no sin agrias discusiones de por medio.

Entre los meses de Diciembre de 1920 y Enero de 1921, se llevó a cabo en San José, Costa Rica, una nueva conferencia por la unidad centroamericana. Existía mucha tensión entre Nicaragua y el resto de países, especialmente Honduras, El Salvador y Costa Rica., por la firma del Tratado Chamorro-Bryan, una contradicción que Costa Rica quería explotar al máximo. No obstante, todos los países asistieron.

La reunión se efectuó en la Casa Amarilla, sede del actual Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica y antiguo asiento de la Corte Centroamericana de Justicia. Las reuniones fueron secretas, sin acceso al público. Predominaba el unionismo en contra de la posición de Estados Unidos y Nicaragua. El Tratado conocido como “Pacto de San José” fue firmado por todos los países, menos Nicaragua, que decidió consultarlo con Estados Unidos, que en ese momento ocupa militarmente el país. En Guatemala se había producido un golpe de Estado, que cambia radicalmente la situación política.

Estados Unidos cambio abruptamente de posición, y dio el apoyo formal al Pacto de San José, pero como una maniobra para contrarrestar la influencia del gobierno mexicano en Centroamérica.

En ese tratado se acordó aprobar la "Constitución de la República Federal de Centroamérica de 1921”, cuya capital estaría en Tegucigalpa, que destinó un distrito federal. Pero la Asamblea Legislativa de Costa Rica no ratificó el “Pacto de San José”, Nicaragua tampoco, pero los restantes cuatro países continuaron el proceso de unificación y el Congreso Federal se reunió en junio de 1921.

Debemos continuar

En realidad, el Pacto de San José fue una movida de los gobiernos de Honduras, el Salvador y Costa Rica, que aspiraban a renegociar con Estados Unidos los efectos del Tratado Chamorro-Bryan. Por eso las instituciones federales creadas en el papel, se disolvieron rápidamente cuando estos gobiernos llegaron, cada quien por su lado, a acuerdos con Estados Unidos.

A pesar de las maniobras y traiciones, la creación de la República Federal de Centroamericana de 1921, fue recibida con beneplácito por las incipientes organizaciones del movimiento obrero de la época. Debemos discutir los motivos de este fracaso, conscientes que ahora nos toca a nosotros continuar el proceso de reconstrucción del Estado Federal que tiene más de un siglo estar varado en el camino, mientras la economía de los países de Centroamérica está cada vez más fusionada, las burguesías siguen manteniendo las artificiales fronteras nacionales.

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