María Marganita

Por Marcial Rivera

El primer semestre, del año 2011, sin lugar a dudas, estará caracterizado, por ser uno de los periodos más violentos; fundamentalmente para el sector sindical, además de otros sectores de la sociedad, en especial aquellos que tienen como objetivo luchar por la generación de mejores condiciones de vida y dignidad, para la población en general, y de esta forma transformar la sociedad, hacerla más justa, solidaria y unida.

En una reciente conferencia en donde se abordó el tema de violencia en Guatemala, y derechos humanos, en la que el Ministro de Gobernación Carlos Menocal, expuso sus opiniones al respecto, él manifestó potenciales avances en el combate a la violencia y crimen organizado, exponiendo las valoraciones plasmadas en estadísticas gubernamentales, en las cuales se mostraba un pequeño, pero significativo avance en la reducción de hechos delictivos.

No es objetivo, de estas líneas abordar el tema de violencia, sino el otro tema al cual se hacía referencia, que el Ministro olvidó abordar: fue el de Derechos Humanos. Los artículos 1 y 2 de la Constitución de la República, hacen alusión al bien común como fin ulterior del estado, además de las garantías mínimas “de la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona.”. Grocio define al Estado como “La asociación perfecta de hombres libres unidos para gozar de sus derechos y para la utilidad común.”

Si el Estado surge para tener como fin último el bien común, cuestionémonos entonces cuál es ese bien común al que se hace referencia, o habría que preguntarse si el concepto de bien común es relativo, o es universal; en todo caso también, referirse a cómo se maneja el bien común es necesario para comprender, cómo y por qué actúa el Estado de Guatemala, en la forma en que lo hace. Bien común no es más que el bien de las mayorías, y si la política es el arte de establecer consensos, ¿por qué entonces el Estado de Guatemala, no actúa en función de establecer consensos?

Recientemente, se hizo la denuncia del despido del Compañero Benedicto García Mendoza, a través de un comunicado del Comité de Unidad Campesina, fechado el 31 de mayo de 2011. La razón por la que se le despidió es por “el solo hecho de encontrarse afilando su machete en horas de trabajo, lo que motivó a que fuera insultado por estas personas y su despido inmediato”. A todas luces, este despido no únicamente constituye una clara violación a los derechos fundamentales, a los derechos laborales, sino que además de ser injusto e ilegal, es por demás irracional y ridículo, que se despida a alguien, solo por afilar su machete en horas laborales.

Los asesinatos en el Valle del Polochic, continúan, esta vez se trata de la Compañera María Margarita Che Chub, por parte de policías privados y guardias de seguridad que se convierten en verdaderos sicarios, al hacer estas ejecuciones extrajudiciales, el Estado de Guatemala, no solo no tiene voluntad política de entablar una verdadera negociación para llevar a buen término, la problemática de la tierra. Además tiene en un verdadero abandono, a la población que se encuentra en resistencia, no proveyéndoles de salud y educación a sabiendas de las condiciones en las que se encuentran. Lo peor del caso es la complicidad del Estado al actuar de forma pasiva; frente a quienes actúan para apropiarse de los limitados recursos del país y enriquecer sus bolsillos.

En otro pronunciamiento fechado el 27 de mayo del corriente año, la Confederación Sindical Internacional denunciaba la muerte planificada del Compañero Idar Joel Hernández Godoy, quien fungía como Secretario de Finanzas, del Sindicato de Trabajadores de Izabal. Asimismo, el 10 de abril de forma violenta, con 35 impactos de bala, el compañero Oscar Humberto González Vásquez, en Morales Izabal; la estrategia está cambiando, y estos hechos delictivos lo demuestran, ya no se trata de despedir a sindicalistas y se acabó el sindicato, sino se trata más bien de asesinarlos.

Esto evidencia aún más, las acciones antisindicales llevadas a cabo por parte de los grandes capitales, y demuestra que el Estado de Guatemala, no actúa en función del bien común, sino al contrario del bien propio, del bien de unos pocos, hace buen tiempo el gobierno de Álvaro Colom Caballeros dejó de tener legitimidad, que debe recuperarse hoy por hoy con la sangre derramada de los asesinatos políticos, en tiempos de “paz”.

Otto Perez Molina

Por Armando Tezucún

El Tribunal Supremo Electoral convocó oficialmente a elecciones el 2 de mayo. Las más recientes encuestas nos dan una idea del alineamiento de los partidos. Según la Encuesta Libre publicada por el Diario Prensa Libre el 1 de junio, a la cabeza de la intención de voto se colocan el Partido Patriota (PP) con el 36.9% de los votos, seguido del gubernamental Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), con un 17.6%. Un segundo bloque de partidos lo constituyen el partido Compromiso, Renovación y Orden (CREO) y Libertad Democrática Renovada (LIDER), con 6.2% y 4.3% respectivamente. El tercer bloque lo conforman los partidos que obtendrían menos del 3% de los votos (Prensa Libre 1/6/11).

La encuesta publicada el 6 de junio por el Diario El Periódico, a cargo de Borge y Asociados arrojó resultados similares. Para el PP un 38.8% y para la UNE el 17.5%. Les siguen LIDER y CREO con 4.3% y 2.8% respectivamente. Luego están los demás partidos con menos del 2.6% (diario El Periódico 6/6/11).

A todas luces los principales contendientes serán el PP y la UNE. El primero tiene como candidato a la presidencia a su líder y fundador el general retirado Otto Pérez Molina. La trayectoria de Pérez indica que con un gobierno dirigido por él hay un peligro real de que recrudezca la represión y el hostigamiento contra las organizaciones campesinas, sindicales, indígenas, estudiantiles y de derechos humanos. Se graduó como oficial del ejército en la Escuela Politécnica, realizando después estudios en la Escuela de las Américas (escuela en la que el ejército de los Estados Unidos ha entrenado a los militares represores de América Latina) y en el Inter-American Defense College. Pérez fue comandante militar bajo el gobierno dictatorial del general Ríos Montt, cuando se aplicó la política contra insurgente de Tierra Arrasada. En esta época fue comandante de la base militar en Nebaj y en otros lugares donde ocurrieron masacres, desapariciones y torturas. Posteriormente fue jefe de la inteligencia militar e inspector general del ejército. En 1994 hizo parte de la cúpula militar que fue implicada en el asesinato del juez Edgar Ramiro Elías Ogáldez, así como en la ejecución extra judicial del guerrillero Efraín Bámaca.

El eje de la campaña del PP ha sido la aplicación de medidas drásticas contra la inseguridad y la delincuencia de todo tipo que asola el país. Éste ha sido el punto débil del actual gobierno y le ha valido al PP un apoyo notorio, especialmente en las áreas urbanas del interior y el Distrito Metropolitano. Pérez no es el favorito de las élites oligárquicas. Los gobiernos militares anteriores a 1985 gobernaron con independencia de la oligarquía, aplicando políticas económicas con fuerte inversión pública y una corrupción imparable. La oligarquía no olvida estos hechos. Pero si el PP gana, la élite económica tendrá que presionar y negociar con el nuevo gobierno para lograr sus lineamientos, como lo hizo en el pasado.

La UNE ha representado los intereses de nuevos grupos de la burguesía, que buscan un espacio para impulsar sus intereses (familias Alejos, Cohen, etc.). Su candidata es Sandra Torres, ex primera dama, divorciada del presidente Colom para evitar la prohibición constitucional, con el fin de lograr su inscripción (que aún no se ha concretado). El gobierno de la UNE ha impulsado programas asistenciales de beneficio social, pero ha sido incapaz de enfrentar a la oligarquía, plegándose ante su oposición a reformas fiscales, aumentos presupuestarios y endeudamiento. También ha sido incapaz de frenar el asesinato de dirigentes sindicales y campesinos, y más bien ha tenido políticas represivas, encarcelando dirigentes, apoyando desalojos violentos e imponiendo Estados de Sitio en ciertas regiones del país.

El resto de candidatos tienen muy pocas probabilidades, y gozan del apoyo de diversos sectores de la oligarquía. La excepción es la alianza de la izquierda reformista Frente Amplio, que no ha estado a la altura de una campaña revolucionaria, cayendo en el mismo tipo de campaña de los partidos burgueses, sin decir una palabra de las luchas que están dando los campesinos, los trabajadores de la salud y otros sectores populares.

Ante este panorama hacemos un llamado a los campesinos, trabajadores, indígenas, estudiantes y demás grupos oprimidos y explotados a reflexionar su voto y no permitir que el militarismo regrese al gobierno, así como tampoco los representantes de los empresarios que nos explotan.

foto desalojo 1o

Por Marcial Rivera

Si este es un gobierno, “Socialdemócrata”, ¿que nos esperará después? Hace poco más de un mes, algunos medios noticiosos, hacían referencia a los hechos suscitados en el Valle del Polochic, en Alta Verapaz. Pareciera que el tema no ha cobrado la importancia debida, pues son pocos los medios que hacen referencia a dicho problema. Hace un par de días uno de los hechos que acaparaba la segunda página de Prensa Libre, versaba sobre la supuesta hija de una guatemalteca, con el actor estadounidense y ex gobernador del Estado de California, Arnold Schwarzenegger. El sesgo dado a este hecho pareciera el de un Premio Nobel, la relevancia dada a esta noticia pareciera la de un hecho relevante.

En enero de 2008, cuando el ciudadano Álvaro Colom Caballeros, tomaba posesión como presidente de la República, aseguraba en su discurso: “Hoy comienza el privilegio de los pobres, el privilegio de los sin oportunidad” habría que cuestionarse respecto a ¿quiénes?, pues acciones como las llevadas a cabo en Marzo del corriente año, no van encaminadas en tal dirección, ¿o es que habrá sido parte del populismo característico de la clase política Guatemalteca? En un país donde hablar de estadísticas de pobreza nos remite a más de la mitad de la población, y donde el salario mínimo que no alcanza a cubrir la canasta básica, referirse a los “más pobres” suena atractivo.

Según la Encuesta del Instituto Nacional de Estadística INE, para el 2006, el 74.4% de población pobre, con bajo nivel de escolaridad, se dedicaba a la agricultura, lo que refleja en gran manera la dinámica económica que impera en Guatemala. Al escuchar al presidente advertir a los “grupos” –organizaciones campesinas- que quieren desestabilizar al país, con quienes no quiere negociar, resulta contradictorio el estribillo de los “más pobres”. Es de conocimiento generalizado que la legislación en materia agraria beneficia a la clase poderosa terrateniente, y no al campesinado. De ahí la referencia al manejo mediático del tema de la tierra, sobre el cual los medios son cómplices de los poderosos al no informar y al manipular la información.

Desde los hechos del 15 de marzo, la población del Polochic, se mantiene en resistencia pacífica, a la espera de posibles soluciones para ellos, hecho que hasta el día de hoy no se ha dado. Son diversas las medidas de hecho que se han llevado a cabo. Durante la resistencia pacífica, el fin de semana pasado, tal como reza el comunicado de la Fundación Guillermo Torrielo “Para hostigar a trabajadores que estaban rescatándolas (las milpas) con el objetivo de dar a comer a sus familias que atraviesan una situación sumamente difícil” al entrar a la finca, los campesinos fueron víctimas de un tiroteo, de un ataque armado por parte de los guardianes de estas fincas. Ante el silencio y la impunidad de las autoridades, la ONU solicitó más control sobre los presuntos cuerpos de seguridad, y el marco internacional de derechos humanos.

Vale la pena, citar nuevamente el comunicado de la organización arriba mencionada “No son las amenazas de seguir los desalojos de comunidades y de reprimir y criminalizar a las organizaciones sociales lo que va a resolver los problemas.” Sin duda alguna, durante el conflicto armado, que por más de treinta años azotó a Guatemala, este tipo de conatos de violencia, en los que del Estado no se podía esperar otra cosa más que represión, eran normales. La violencia en cualquier forma, y de cualquier manera debe constituirse como el último recurso para resolver algún conflicto, debe necesariamente ser la última ratio; en este caso el hecho es que la violencia se convierte en el primer recurso, empleado por las autoridades.

Se puede afirmar también que desde la Contrarrevolución, encabezada por Castillo Armas, no hubo un Estado de Derecho real. Siempre durante las dictaduras militares, se irrespetó la Constitución y las leyes secundarias. Hoy por hoy, la represión ya no es bajo una dictadura militar, sino bajo un gobierno “civil”. Hoy por hoy ya no se viola el Estado de Derecho, éste se utiliza para reprimir de forma violenta y sanguinaria a la población para la que se supone gobierna, y al igual que durante las dictaduras militares con el mismo fin: gobernar en función de la clase dominante. Unámonos entonces al llamado del Comité de Unidad Campesina: “Exigimos a los empresarios Widmann, propietarios de la empresa Chabil Utzaj detener los asesinatos, amenazas de muerte, intimidaciones, y todo el asedio que mantiene en contra de las comunidades del Valle del Polochic”.

peten

Por Abelardo Maturana

La masacre de 27 jornaleros ocurridos en el norteño departamento de Peten, finca Los Cocos, municipio de La Libertad, cerca de la frontera con México, por supuestos miembros de la banda paramilitar Los Zetas pone en evidencia varias cosas que queremos resaltar. Dicha banda se dedica al tráfico de drogas y armas, extorsiones, secuestros, control de territorios por la fuerza para sus actividades criminales.

Los hechos ocurrieron en la finca de Otto Salguero, un ganadero de una familia sin mucho patrimonio que, metido en este negocio del narcotráfico, de la noche a la mañana acumula mucha riqueza y compra fincas en Los Amates, cerca de la frontera con Honduras, y en La Libertad, cerca de la frontera con México. Así se dedica al traslado de drogas del primer país al segundo, para el Cartel local de Los Mendoza, quienes trasladaban droga de carteles colombianos a mexicanos y estos últimos compiten con Los Zetas.

Los carteles buscan como posicionarse en un mejor lugar para poder entrar al mercado estadunidense, pues en nuestra patria centroamericana pasa el 90 % de la droga que se consume en el norte. Además en el caso de Guatemala tal situación se vuelve más complicada porque este país es bodega del narcotráfico. Los Zetas primero actuaron como un ejército para un cartel pero posteriormente se separaron, volviéndose un competidor más y como en el mercado ganan los que tiene mayor capacidad, los Zetas se transformaron en la organización más preparada, pues al tener preparación militar norteamericana, utilizan la estrategia de control territorial y al actuar con saña y terror se vuelven los más fuertes en el mercado.

El gobierno ante tal situación decretó un Estado de Sitio por 30 días en ese departamento. Colom nuevamente aplica medidas que atacan las consecuencias y que tienden a la violación de derechos constitucionales, pues se suspenden garantías tales como: la libertad de acción, detención ilegal, interrogatorios a presos o detenidos, libertad de locomoción, derecho de reunión y manifestación, portación de armas, etc. Sin embargo, tal decreto si permite la actividad proselitista para las próximas elecciones. Tan draconiana medida se sustenta en algunos artículos de la Constitución de la República que se justifica cuando “la gobernabilidad y la paz social” se ponen en peligro y en base a la represiva Ley de Orden Publico que data del tiempo de la dictadura.

Los Zetas son una agrupación que se separó del Cartel del Golfo y está compuesta por ex kaibiles de ejército guatemalteco, unidades especiales contra insurgente que fueron desmovilizadas tras los acuerdos de paz. De igual forma, según informa el periódico Siglo XXI, recogiendo un cable de Wikiliks, muchos de los actuales miembros de esa banda fueron formados por asesores militares estadunidense y británicos, que ayudaban al ejército mexicano en la creación de una unidad de lucha antinarcóticos, pero sobre todo contrainsurgente, en la década de los 90s llamado Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES).

Se pone en evidencia el papel de los ejércitos imperialistas que como parte la estrategia de control geopolítico formaron unidades militares elites usados para fines contra insurgentes. El imperialismo usa la lucha contra el narco aplicando planes como la iniciativa Mérida, o el recién firmado acuerdo de cooperación en seguridad por los países miembros del Sistema Integración Centro Americana (SICA), para militarizar nuestros países. De hecho existe un plan de la DEA de militarizar la frontera con México, estableciendo bases militares estadounidenses en Peten y Hueheutenango.

La guerra contra el narco que ya ha demostrado su fracaso, traerá más dolor a la clase trabajadora centroamericana, tal como sucede en México, y al final es una forma de militarizar las sociedades y reprimir cualquier manifestación de protesta ante el injusto orden capitalista.

Las propuestas de los partidos políticos de derecha, y la oligarquía aglutinada en el CACIF es la misma; generalizar el estado de sitio en todo el país. Sin duda quieren volver a los regímenes represivos. La única opción contra el narcotráfico es legalización de todas las drogas y el control estatal en la producción y el consumo. Priorizar no en guerras sino en campañas de salud pública; además de prohibir la tenencia, portación y venta de armas y el control de lavado de dinero en los bancos del imperialismo. Sin duda esta situación se tiene que darse a nivel regional y son los pueblos los que tomando el poder o exigiendo a los gobiernos lograran tal situación.

Rigoberta Menchu

Por Armando Tezucún

El sábado 7 de mayo, el Frente Amplio (Coalición de los partidos de izquierda reformista Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Alternativa Nueva Nación(ANN), Movimiento Nueva República(MNR) y WINAQ, junto con el Frente Nacional de Lucha y otras organizaciones sociales y gremiales), proclamó a su binomio presidencial para las próximas elecciones. El anuncio fue hecho durante la primera asamblea general de WINAQ. En ella la Sra. Rigoberta Menchú Tum fue anunciada como candidata a presidente por el Frente Amplio. Como candidato a vicepresidente fue proclamado el diputado Aníbal García, dirigente del MNR.

El movimiento indigenista WINAQ había anunciado desde varias semanas antes que estaba considerando unirse al Frente Amplio, pero que una decisión definitiva sería tomada en asamblea general. En la marcha del 1 de mayo WINAQ marchó junto con los partidos de la coalición y unos días después los medios informativos dieron a conocer que Menchú y García serían los candidatos. En la asamblea del 7 se anunciaron también los candidatos del FA para diputados del listado nacional (encabezado por Älvaro Pop de WINAQ y Héctor Nuila de la URNG), el Distrito Central y al Parlamento Centroamericano. Según el diario Prensa Libre, se notó un sordo malestar entre los militantes de URNG porque miembros de WINAQ acapararon candidaturas a diputados (Prensa Libre 8/5/11).

Pero el malestar ya se había extendido como un cáncer hasta provocar que el Frente Nacional de Lucha y la organización indigenista Tzuk Kim Pop abandonaran el Frente Amplio. Según declaraciones del dirigente del Frente Nacional de Lucha (FNL), Luis Lara, la escogencia de los candidatos no fue democrática, se hizo sin consultar a las bases, y cuestionó la idoneidad de la figura de la Sra. Menchú (“Nuestras bases recuerdan su papel durante el gobierno de Berger y no olvidan”). Por su lado, Tzuk Kim Pop adujo como motivo de la ruptura, además no estar de acuerdo con el binomio presidencial, que la agenda del FA estaba marcada por la coyuntura electoral (diario El Periódico 10/5/11). Hasta el momento el FNL no ha dado ninguna declaración oficial al respecto ni ha negado lo publicado por El Periódico.

En nuestros anteriores artículos en torno a la unidad de las izquierdas y el Frente Amplio (ver El Socialista Centroamericano 106 y 109), afirmamos que la idea de formar un frente de las organizaciones sindicales, campesinas, indígenas y populares junto con los partidos de izquierda ofrecía un panorama alentador, y nuestra asistencia a las asambleas previas a la proclamación del FA nos confirmó esa visión. Pero también hicimos ver que el éxito del proyecto dependía de que su intención no fuera puramente electoral, sino de largo plazo, y de que su funcionamiento interno fuera democrático, además de que no incluyera partidos ni organizaciones empresariales.

Y fue en estos puntos que los dirigentes de la ex guerrilla y el MNR dieron la espalda al proyecto original. Siguiendo su tradición verticalista y autoritaria, propia de la enfermedad del comandantismo, y priorizando la visión electoralista al buscar una figura “popular” para la candidatura, los líderes de los partidos “amarraron el tamal” con WINAQ sin tomar en cuenta la opinión de las organizaciones sociales de masas que hacían parte del FA.

La Sra. Menchú obtuvo un 3.09% de los votos cuando se presentó como candidata a presidente en 2007. El hecho de que ella pertenece a una etnia indígena no fue ni es garantía de que tenga el respaldo masivo de este sector mayoritario de la población. Recordemos que la III Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas realizada en Guatemala en marzo de 2007 rechazó tajantemente apoyar su candidatura ese año. “En la cumbre decidimos no apoyar las intenciones políticas del movimiento que ella lidera ya que como pueblos indígenas no nos vemos representados en su movimiento”, declaró un dirigente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas. Se refirió a que en los últimos años Menchú se mantuvo ajena a la problemática de los pueblos indígenas y no protagonizó ningún movimiento consecuente (ver diario La Hora 31/3/07).

Lo más cuestionable es que la Sra. Menchú fue embajadora de buena voluntad del gobierno de Óscar Berger, representante conspicuo de la oligarquía, esa misma oligarquía que apoyó en silencio, en la sombra, a los gobiernos militares que asesinaron a decenas de miles de indígenas, incluyendo al propio padre de Menchú. Su movimiento político WINAQ hace una reivindicación de los grupos indígenas sin ningún contenido de clase. En su sitio web WINAQ afirma que es “Expresión de los hombres y mujeres mayas, ladino-mestizos, garífunas y xincas cuya misión es cambiar una realidad injusta, racista, carente de oportunidades y perversa a una situación equitativa, llena de oportunidades, sin exclusión ni marginación”. Su ideología es “Construir un Estado plural representativo, republicano democrático como una nación libre, justa, igualitaria e independiente”.

Como vemos, ninguna referencia a las apremiantes luchas por la tierra y el territorio que han movilizado a millares de campesinos indígenas en los últimos años. Tampoco hemos visto ni remotamente que WINAQ o Menchú muevan un dedo para protestar por las injusticias sufridas por el sector que dice representar.

El Frente Nacional de Lucha representaba dentro del FA a sectores importantes del movimiento de masas, especialmente a los trabajadores estatales y comunidades que han luchado recientemente por el sistema de salud y contra Unión Fenosa. Sin el FNL y Tzuk Kim Pop, el FA tiende a convertirse en un cascarón formado por partidos que no representan las luchas del pueblo trabajador. La URNG, la ANN el MNR y WINAQ podrán tener varios miles de afiliados, pero son afiliados pasivos, colecciones de firmas que no representan a los trabajadores y campesinos que están dando la batalla contra el capitalismo. Con su visión estrecha, miope, burocrática y acomodaticia, los reformistas ex guerrilleros dieron al traste con un proyecto de unidad que podría, en la coyuntura actual, haber contribuido a impulsar las luchas populares, auxiliándose de las posibilidades propagandísticas que ofrecen los procesos electorales.

Una vez más llamamos a los trabajadores, campesinos, indígenas, estudiantes y sectores populares a que nos esforcemos por forjar un frente de lucha que sea el instrumento con el cual enfrentemos unidos a la oligarquía capitalista y al imperialismo. Esta es la tarea que tenemos a mediano plazo. A largo plazo este frente podría en un futuro tomar un espacio en las contiendas electorales, pero con el fin de reforzar la lucha en las calles, carreteras y centros de trabajo.

Más artículos…

Hemeroteca

Archivo