Por Horacio Villegas y Octavio Arturo

Hace un año varios compañeros estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), miembros en su mayoría del Movimiento Amplio Universitario (MAU) y otros movimientos independientes, decidieron llevar a cabo un acto que abriría de nuevo un precedente en la dinámica de luchas en la Universidad. La toma del edificio administrativo el miércoles 24 de mayo de 2017, sentó las bases para que se diera un estallido de movilizaciones que probaron el poder de convocatoria que tenía en su momento el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU).

Una lucha heroica

La injusta condena que les dieron a los compañeros Sergio, Cesario y Moisés, el 7 de junio de 2017 –debido a la criminalización sistemática que propició rectoría–, dio nuevos motivos para que la lucha dentro de la Universidad subiera de tono cada vez más. Los sectores estudiantiles, como los movimientos independientes y las asociaciones de carreras, empezaron a tomar posiciones más enérgicamente contrarias hacia las autoridades de la universidad; en aquel entonces, representadas en la figura de Julieta Castellanos.

El 16 de junio de 2017 acontece la toma del edificio de Química y Farmacia. Y el 27 de junio de ese mismo año, ocurrió una de las acciones políticas que cargó de nuevos métodos de protesta al movimiento estudiantil universitario: la huelga de hambre. Varias compañeras y compañeros combativos, y llenos de convicción, decidieron privarse de todo alimento, exigiendo justicia para todas y todos los compañeros criminalizados.

La primera “Madre de todas las Movilizaciones” (MTM) se llevó a cabo el 29 de junio, dejando muchas impresiones y pruebas suficientes de la fortaleza que tuvo el movimiento estudiantil. Y ya para el 17 de julio se presentaría uno de los hechos más nefastos y violentos propiciados por las autoridades universitarias: la contratación de una compañía de seguridad, Spartan Security; que prácticamente se encargó de propinar golpes a los compañeros a diestra y siniestra. Después de este hecho que desenmascaró el proceder erróneo e intransigente de las autoridades universitarias, siguieron dándose uno a uno, más hechos de relevancia capital.

Al haber tanto descontento acumulado entre los estudiantes universitarios, y sumado a la reticencia y autoritarismo de las autoridades universitarias, surgió el 19 de julio, por la necesidad que las circunstancias exigían, la “Madre de todas las Movilizaciones 2.o”. En esta movilización se llevó un elemento inusual, un tanto contradictorio para los sectores más críticos dentro de la Universidad: el anteproyecto de ley del movimiento estudiantil universitario (MEU). En este decreto se dejó, lastimosamente, en las manos de los mediocres congresistas, las resoluciones al conflicto universitario.

Para el 15 de agosto la cancelación del 3er periodo académico es inevitable según las autoridades universitarias, y se le da término en una problemática bastante compleja. Este mismo día se conforma la comisión del congreso, y el 16 de agosto entabla la primera reunión con el MEU. El siguiente día, el 17 de agosto, se lleva a cabo la segunda reunión, esta vez con las autoridades universitarias.

El 30 de agosto se da el dictamen del congreso, que prácticamente dio al traste con la lucha estudiantil, y abrió un nuevo panorama de negociaciones con el sector más contradictorio del movimiento. El 8 de septiembre sería la fecha que dejaría por finalizada una larga trayectoria de luchas dentro de la Universidad, pues se da el desalojo de varios de los compañeros que hoy todavía enfrentan procesos legales. La lucha estudiantil terminó con más de 50 días de huelga de hambre, y llegó a los 106 días de lucha.

La actual encrucijada en la que se encuentra el movimiento estudiantil: entre la incertidumbre, la desgracia y la oportunidad

Las elecciones estudiantiles se acercan, y no ha habido ningún posicionamiento que renueve consignas para el movimiento estudiantil. La incertidumbre en torno al papel de las elecciones en la resolución de la crisis universitaria, forma parte del tema central todavía no discutido ampliamente por los sectores estudiantiles más críticos. Y pareciera que sólo se espera la desgracia con los brazos cruzados. La desgracia de ver a alguno de los frentes históricos, especialmente los que compaginan con el Partido Nacional, como virtuales ganadores en estas elecciones.

Es necesario emplazar al movimiento estudiantil, es decir, a todas las organizaciones de carreras y movimientos independientes que lo componen, a aprovechar la oportunidad de entablar una discusión enmarcada en los siguientes cuestionamientos: ¿Cómo se ha trabajado el tema de las bases estudiantiles? Pues luego de las concurridas movilizaciones, y luego también de algunas asambleas, se perdió el contacto directo de éstas, con la dirigencia provisional de cada asociación, en el momento más álgido de la crisis.

¿Cómo plantear la resolución de los conflictos internos que el movimiento estudiantil tiene? ¿Es necesario actualmente replantear la estructura actual del movimiento estudiantil universitario? Todas las situaciones indican que sí, ya que es urgente poner en la mesa una nueva organización que adopte un programa político más acorde a la problemática nacional.


Por Horacio Villegas

Bastó solamente una semana para que surgieran en el país, una serie de leyes injustas y descabelladas promovidas por las bancadas de los partidos tradicionales en el congreso nacional. Dos asuntos totalmente contradictorios se han llevado a votación en este recinto de los “honorables” ineptos congresistas: el aumento inescrupuloso y exagerado del salario de cada uno de ellos; y la moción presentada para promover la absurda lectura diaria de la biblia en las escuelas y colegios.

El escandaloso aumento al salario de los congresistas

Los diputados “representantes” de cada rincón departamental del país, desde hace más de un mes vienen exigiendo un aumento salarial que les cubra, arguyen ellos, varios gastos comunes a los funcionarios de su talla. El pretexto y la excusa de este aumento, nace de la medida en contra de los subsidios que se les daba a estos congresistas para las supuestas ayudas que repartían.  

“Unas semanas atrás se venía estudiando una proposición para que se aumentara el salario de los congresistas entre 40 a 50 mil lempiras, es decir, un ajuste de casi un 100 por ciento… Algunos parlamentarios consideran que su salario es objeto de múltiples deducciones y justifican que ya es tiempo de recibir un incremento salarial.” (El Heraldo, “Diputados pretenden recetarse un aumento a su salario mensual”, 20 de abril de 2018).

El aumento fue aprobado el jueves 10 de mayo sin novedad alguna. Lo más controversial de este nuevo aumento salarial que se han dado todos los 128 diputados y sus respectivos suplentes, es que ninguna bancada protestó en contra de dicha medida. La bancada de la Oposición –Libre y Cía– apenas tuvo el leve alboroto de algunos de sus diputados, quienes también justificaron con algo de cinismo en sus débiles argumentos, que este aumento suplirá “necesidades” mayores como el transporte de varios de sus compañeros que vienen desde los interiores del país a la ciudad.

Tal parece que las leyes, antes que asegurar las demandas de la población con políticas que garanticen salud, empleo, educación, etcétera, más bien ahora se dirigen al bienestar de una casta muy particular de políticos ambiciosos y –con toda certeza– corruptos; y no es posible que estos diputados, representantes todos de los enclenques partidos tradicionales, traten de diferenciarse del pueblo sencillo que tiene que soportar un mísero salario mínimo que no ajusta ni para la canasta básica. TRAICIÓN es la palabra que cabe para este acto que pone en un mismo costal a todos los diputados sin excepción alguna.

Lectura de la biblia en escuelas y colegios es un disparate y atenta contra la laicidad

La moción de establecer la lectura de la biblia en escuelas y colegios, presentada por un diputado de la bancada del Partido Nacional Tomás Zambrano, muestra de lleno, la tradición con la que está revestido este vil partido de gobierno y los demás partidos tradicionales: los cachurecos han adoptado a través de la historia un conservadurismo de corte militar con algo de las vísceras más retorcidas de una religión atrasada y elitista.

Por otro lado, las corrientes liberales han sido diametralmente opuestas a esta posición en un pasado lejano, pues en la actualidad tienen más de moderados religiosos que de acérrimos anticlericales. Por su cuenta, el partido Libre apareció en la escena política con un discurso altisonante, que despotricaba críticas a los altos mandos de la iglesia católica y evangélica. Este perfil de los partidos tradicionales que legislan en el congreso, hace comprender las tendencias que puede haber a la hora de votar esta absurda ley de lectura de la biblia en centros educativos.

¡La violencia la genera el gobierno! ¡La desigualdad, la corrupción y el militarismo son los verdaderos causantes de la violencia!

El diputado del Partido Nacional, Tomás Zambrano, el congresista que ha propuesto la lectura de la biblia en centros educativos, sostiene que por medio de esta dichosa lectura bíblica se prevendrá y erradicará por arte de magia, la violencia. Y que por medio de este mecanismo de “lectura de la biblia a los niños y jóvenes, jornadas de oración, consejería para padres y alumnos” (La Prensa, “Aprueban moción para promover la lectura diaria de la biblia en escuelas y colegios”, 10 de mayo de 2018), también se “salvarán las almas” de estos jóvenes. ¡Pareciera que estuviéramos frente a los evangelizadores del siglo XVI, quienes, con cruces, biblias y espadas, se dieron la tarea de salvar las almas de los indios! Así de arcaicos son los planteamientos de estos diputados nacionalistas.

Desde el PSOCA llamamos a todas las organizaciones magisteriales, de estudiantes universitarios, y demás organizaciones civiles que defienden incondicionalmente la laicidad, a que puedan pronunciarse en contra de esta moción presentada por este esbirro diputado nacionalista. Ninguna lectura rutinaria de la biblia resolverá la gran crisis social en la que se encuentra inmerso el país.


Por Horacio Villegas

Cuando se dio a conocer la elección de Salvador Nasralla, el popular presentador de televisión, como candidato de la Alianza de Oposición, expresamos nuestras dudas por el discurso derechista que mantuvo a lo largo de los años. Era imposible que cambiase de la noche a la mañana.

El rol nefasto de Nasralla

La necesidad de luchar contra la reelección de Juan Orlando Hernández (JOH) hizo pensar a muchos compañeros que Nasralla era un mal necesario, un trago amargo que debíamos apurar, para poder derrotar electoralmente a JOH. Toda la izquierda claudicó ante Nasralla. Incluso, hubo una corriente de activistas que nos cuestionaron por no llamar a votar críticamente por Nasralla, como lo habíamos hecho con las candidaturas de luchadores a diputados del partido Libertad y Refundación (LIBRE), en el año 20913.

Los contextos son diferentes. En 2013, la resistencia se había convertido en partido electoral, y una buena parte de las candidaturas a diputados eran luchadores populares y de izquierda. No se había vivido la experiencia de reformismo electoral con LIBRE. Para las elecciones del 2017, ya se había demostrado que LIBRE no luchaba por cambiar las estructuras del Estado, sino por reformarlas, manteniendo el capitalismo salvaje. La candidatura de Nasralla reflejó nítidamente los cambios políticos en la cúpula de LIBRE, controlada férreamente por el caudillo liberal, Mel Zelaya.

Por esta razón llamamos al voto nulo en las elecciones presidenciales del 2017. El hecho que Nasralla ganara las elecciones no invalida nuestra critica. Los hechos posteriores nos dieron la razón: las incoherencias de Nasralla, sus constantes vacilaciones, hicieron un tremendo daño a la lucha contra el fraude electoral. Las declaraciones de Nasralla, fueron un balde de agua fría sobre los miles de personas que arriesgaron su vida en la semi insurrección que sacudió a Honduras.

La disputa por el liderazgo

Las mayores ambivalencias de Nasralla se produjeron después que JOH fue proclamado ganador. Nasralla aceptó el dialogo, dijo que nunca dialogaría con JOH y lo hizo, primero, de manera indirecta, a través de intermediarios, y después de manera directa. Evidentemente, que estas actitudes lo hacían entrar en contradicciones con Mel Zelaya, que sabe que la sobrevivencia política depende de mantener sus estructuras y aparato electoral. Las actitudes de Nasralla introducían desmoralización ante las bases de LIBRE.

El desacuerdo final fueron las declaraciones de Nasralla de que constituiría un nuevo partido político, en torno a su figura, como hizo con el PAC, que después le fue arrebatado por JOH.

La asamblea de la Alianza de Oposición: entre titubeos, irrealidad y ausencia de un verdadero programa revolucionario

Desde entonces, la Alianza de Oposición está en crisis, y en reuniones constantes tratando de salvar el proyecto.

 “El partido Libertad y Refundación (Libre) en su asamblea denominada ‘Kimberly Dayana Fonseca’ acordó retomar las movilizaciones hasta llegar al paro nacional. Además, acordaron la creación de los Comandos Insurreccionales para la toma del poder bajo el método de la No violencia e impedir que los Estados Unidos imponga a Juan Hernández dando la apariencia de recuperación de la institucionalidad.” (Criterio.hn, “Asamblea del Partido Libre acuerda paros progresivos hasta el gran paro nacional”, 15 de abril de 2018)

Ya lo ha dicho Edelberto Torres-Rivas con el uso razonado de cada palabra: “En Centroamérica no ha habido una tradición socialista en tanto no se conformó por mucho tiempo nunca ni una cultura obrera ni una experiencia partidaria…” (“¿Quién destapó la caja de pandora? Reflexiones sobre la crisis y los sujetos del conflicto en Centroamérica”, 49). Con sobrada razón se puede asegurar que la naturaleza del Partido Libre ha respondido a un liberalismo radical que ha empleado métodos para nada revolucionarios, que antes de buscar las estrategias de presión colectiva, ha cedido lugar a los “pactos” y “acuerdos” que han dado en el traste a las situaciones insurreccionales en Honduras: en el golpe de estado del 2009, y ahora recién pasada la crisis pos-electoral.

Un verdadero programa revolucionario hace uso de todas las circunstancias aprovechables en una coyuntura o crisis política. No deja caer en el “basurero de la historia” las oportunidades; no se construye bajo el principio de la “irrealidad” e “inactualidad” de los hechos. Nuestro país cayó en una crisis política que vio surgir la figura de la insurrección popular: el enardecimiento de varias capas de la sociedad hondureña hecho protestas en barrios y colonias; una oportunidad que se hizo añicos por la represión y violencia militar, pero también por la indecisión y titubeos de la dirección política de la Oposición.


Por Horacio Villegas

Han pasado casi seis meses luego de acontecer la crisis pos-electoral en el país, y las últimas semanas y días no han dado señales de una verdadera ofensiva en contra del gobierno de los nacionalistas. La Alianza de Oposición sólo se ha limitado a convocar a pequeños plantones, como por ejemplo el del pasado viernes 20 de abril en el bulevar Morazán, en el que se anunció una postura favorable hacia la presencia y trabajo de la MACCIH.

En estos seis meses que han pasado, no ha habido convocatorias a manifestaciones y protestas que tengan como principal motivo hacer temblar al gobierno de JOH. Lo que fortalece su ilegítima y pretendida victoria en las elecciones pasadas. En la próxima jornada del 1ero de mayo, se espera que los ánimos de lucha de todos los sectores y organizaciones vuelvan a tomar como prioridad la salida inmediata de los nacionalistas en el poder.

Renacen las organizaciones de trabajadores que tanto esperábamos en la crisis pos-electoral

El miércoles 25 de abril, en una acalorada manifestación frente al congreso nacional, los trabajadores organizados en sindicatos aparecieron de nuevo a la escena política, con pancartas en mano y consignas, esta vez exigiendo la renuncia de la junta interventora del IHSS.

“En cuanto a la situación actual del IHSS, consideramos que el pueblo hondureño fue engañado vilmente por parte del gobierno, ya que en el año 2014 se nombró una Comisión Interventora con el único y exclusivo propósito de mejorar la atención de salud en la institución, objetivo por la cual fue intervenida la misma, quién en los diferentes medios de comunicación han sostenido que el IHSS ya salió de la crisis, siendo esto incoherente con la realidad que viven los pacientes que asisten a diario a consulta médica, encontrándose con los problemas de: falta de recurso humano, medicamentos, insumos, materiales, mora asistencial y quirúrgica…” (“Comunicado de las organizaciones que integran la Plataforma de Lucha”, 25 de abril de 2018).

Fueron tres peticiones las que exigieron estas organizaciones al congreso nacional. Entre ellas la separación de la Comisión Interventora del IHSS, por su ineficiente papel en el resguardo de esta institución pública. la derogación del Decreto Ejecutivo PCM-010-2018 de fecha 06 de abril del 2018, publicado en la Gaceta N° 34,609, que en resumidas cuentas significa la gradual privatización de la seguridad social en el país; el decreto dice literalmente:

“Autorizar a los Regímenes del Seguro de Previsión Social de los INSTITUTOS PREVISIONALES DEL PAÍS, en calidad de fideicomitentes, a constituir con el BANCO HONDUREÑO PARA LA PRODUCCIÓN Y LA VIVIENDA (BANHPROVI), en calidad de fiduciario, los fideicomisos de administración que sean necesarios para la mejora inmediata de la prestación de servicios de salud en sectores productivos y/o prioritarios del país.” (“La Gaceta. Diario oficial de la República de Honduras”, Viernes 6 de abril de 2018).

Y como último punto se exigió un diálogo “amplio, participativo e incluyente para realizar una reforma, profunda e integral al sistema nacional de salud y seguridad social”. Con este nuevo resurgimiento de las organizaciones sindicales de los trabajadores hondureños, se espera que finalmente se asuma una lucha continua contra el gobierno; pues cada vez los escenarios apuntan a una nueva ofensiva neoliberal que tiene como objetivo la privatización de las instituciones públicas que tanto le han costado al pueblo hondureño.

Se deben convocar a todos los sectores de la población hondureña en defensa de las instituciones públicas como el IHSS

Dadas estas condiciones tan desfavorables para la gran cantidad de hondureños que cotizan en el Seguro Social, y los que poco a poco llegan a adquirir este servicio de salud pública, es necesario que las manifestaciones de los trabajadores organizados rompan el cerco de las convocatorias estrictamente para su sector sindical, pues las consecuencias de la privatización de las instituciones públicas llegarán tarde o temprano a varios de los sectores de la población hondureña que  se disputan entre la pobreza y la miseria. En ese sentido, las convocatorias deben llegar a estudiantes de media, universitarios, al movimiento social y a otros actores que pueden darle otro giro a las luchas por la defensa de lo público.

El ejemplo en la defensa de las instituciones públicas nos lo ha dado el hermano pueblo nicaragüense, que hoy día continúa luchando contra el gobierno de Ortega-Murillo que intentó privatizar el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). El estallido de los sectores populares, entre ellos principalmente los estudiantes, ha derrotado esta medida atentatoria de los derechos de los nicaragüenses. Los hondureños organizados debemos tomar en cuenta esta lección que ha dado el pueblo Nica, y empezar a reunir sistemáticamente a los estudiantes, maestros, movimientos sociales, etcétera, para conformar un programa de lucha en contra de las medidas neoliberales, y el gobierno ilegitimo que las secunda y acata.

¡La administración de la UNAH debe reintegrar a los 24 compañeros injustamente expulsados!

“Más de 24 estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) estarían a punto de reintegrarse a sus clases habituales durante el próximo período académico tras declararse inconstitucional la aplicación de las sanciones administrativas por ejercer el legítimo derecho a la protesta.” (Conexihon, “Declaran inconstitucional reglamento estudiantil de la Unah”, 19 de abril de 2018).

Las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), principalmente el rector Francisco Herrera, fingen demencia. Pues desde hace algunas semanas y meses la “Asociación de madres y padres de familia de estudiantes universitarios criminalizados”, les ha hecho llegar por escrito la exigencia del reintegro inmediato de los compañeros que han sido expulsados injustamente, bajo la figura de un reglamento estudiantil erróneo, y que recientemente ha sido declarado inconstitucional.

“Hemos solicitado al actual Rector Universitario, establecer un diálogo para solucionar la crisis universitaria, sin obtener respuesta desde que este asumió el cargo, en tal sentido nos dirigimos al Consejo Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) que se pronuncie en el reconocimiento del principio fundamental como máxima casa de estudios el DERECHO HUMANO A LA EDUCACIÓN.” (“Comunicado público de la Asociación de madres y padres de familia de estudiantes criminalizados”, 27 de abril de 2018).

La expulsión de los 24 compañeros universitarios responde –fuera de cualquier aplicación reglamentaria de la institución– a la estrategia concienzudamente formulada por rectoría para darle el último golpe de gracia al movimiento estudiantil universitario. Estos viles administradores de la UNAH aplican –con toda su crudeza– el dicho de “muerto el perro, se acaba la rabia”.

Actualmente el movimiento estudiantil universitario atraviesa una crisis que deja entrever por un lado, la ausencia de la crítica que varios de los compañeros de movimientos independientes hacían dentro de la plataforma de asociaciones estudiantiles (MEU), y por otro, el acabose de las consignas que lograron en su momento hacer confluir, en movilizaciones y protestas, a miles de estudiantes de la universidad, como la “derogación de las normas académicas”. Unido a esto, se encuentra el renacer de nuevos y viejos intereses burocrático-estudiantiles (las elecciones de representantes a Consejo Universitario y demás instancias de representación política dentro de la UNAH) que han desplazado uno a uno los temas de interés prioritario, como lo es el caso de la inserción de los 24 compañeros expulsados.

Por una dirección de juventudes revolucionarias contra la dictadura

El fenómeno que dio potencia al estallido de masas en la crisis pos-electoral fue la presencia activa de los jóvenes que se jugaron la vida luchando contra el ejército y la policía militar. Esos mismos jóvenes son los que han tenido que ver caer todas las oportunidades políticas en la crisis. Y aparte son los que toman el simple papel de activistas en la oposición, sin ser los principales creadores de una verdadera estructura que recoja de los escombros de la historia hondureña, la tradición de lucha de otras organizaciones que se disputaron sin titubeos, el rescate de la democracia, secuestrada por los dictadores de cualquier calaña o procedencia.

Por todo lo anterior expuesto, urge organizar una dirección de juventudes revolucionarias, que asuma un proyecto político más acorde a los acontecimientos reales que dejan con perplejidad a los liberales que han asumido la Alianza de Oposición. Una especie de rescate de la tradición más insurreccional que nació en los orígenes del Frente Nacional de Resistencia Popular (FRNP) durante el golpe de estado, y no una insurrección dirigida por los que plantean la “¿revolución o dictadura?” en un contexto de casi derrota por parte del gobierno nacionalista. Una organización que busque las alianzas más estrechas y solidarias con el movimiento social, y deje en el olvido las enseñanzas de los partidos tradicionales, que ya parecen una piedra en el camino.


Por Horacio Villegas

Al librarse la ardua lucha popular en contra del fraudulento proceso de elecciones en noviembre del 2017 –en donde la toma de carreteras, barrios y colonias, fue la principal estrategia que irrumpió en las calles–, varios compañeros que se sumaron en las protestas fueron capturados por los órganos de represión del Estado. Las celdas de postas y cárceles en el país se fueron engrosando con la presencia de compañeros que asumieron las protestas en un ambiente de semi-insurrección contra el gobierno ilegítimo y fraudulento de los nacionalistas.

Para el mes de febrero (según el Resumen Latinoamericano / 23 de febrero de 2018 / Giorgio Trucchi, Rel-UITA) se estimaban 39 personas asesinadas en circunstancias de represión por parte del ejército y la policía militar, y 80 criminalizados con procesos judiciales en marcha. Sumado a esto, una ola de asesinatos selectivos a líderes de comunidades que estuvieron en contra de proyectos extractivos como la minería, y además, participantes activos en la lucha contra el fraude electoral. 

La zona norte del país se convirtió en el foco de resistencia en la crisis. El Progreso fue el ejemplo más claro de la vehemencia que puede tener el grueso de la población hondureña al generalizarse el descontento por acciones fraudulentas como las que empleó el Partido Nacional. Asimismo, fueron los jóvenes, como en el caso de Villanueva, Cortés, quienes sostuvieron las protestas hasta sus últimos términos; convirtiéndose varios de ellos, injustamente, en presos políticos. 7 compañeros que fueron apresados el 24 de enero del 2018, fueron finalmente liberados el 31 de enero por las presiones de sus familiares y defensores de derechos humanos.

“De acuerdo a cifras que maneja el Comité de Familiares Detenidos Desaparecidos de Honduras, Cofadeh, un aproximado de mil personas han sido detenidas en las manifestaciones contra el fraude electoral a lo largo y ancho del territorio nacional.” (Radio Progreso, 1 de febrero de 2018).

Los cargos por los que se les acusó a los compañeros que lucharon en las calles denunciando el fraude electoral ejerciendo su legítimo derecho a la protesta, fueron: “daño agravado”, “incendio agravado”, “terrorismo” y “sedición”. Todos estos cargos fueron impuestos, era de esperarse, como un falso argumento que evadió el verdadero motivo de las detenciones: la persecución de los disidentes del gobierno.

La universidad ha dado el ejemplo en la persecución selectiva de estudiantes universitarios

Las luchas intensas que se vivieron en la Universidad en el 2015 y de allí en adelante hasta el desalojo del 8 de septiembre de 2017, dieron como resultado varias detenciones, expulsiones, y apertura de expedientes judiciales a varios de los compañeros del movimiento estudiantil que asumieron la lucha por la democratización de la UNAH.

Hasta el día de hoy no ha habido libertad definitiva para los … compañeros judicializados, y tampoco la reinserción de los … que fueron injustamente expulsados. La administración de la Universidad, encabezada en aquel entonces por Julieta Castellanos, no dudó en entregar en bandeja de plata ante el ministerio público a los jóvenes estudiantes que reclamaban sus derechos dentro de la UNAH.

Los administradores de la Universidad, los mismos que se encargaron de elaborar toda una cortina de estigmatización hacia los jóvenes luchadores, ha sido el referente moral que el gobierno nacionalista ha utilizado en la práctica para justificar las detenciones y persecución de estudiantes.

“…el caos generado por el Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) es una estrategia de este partido de oposición, ‘y eso es una muestra de lo que podría ocurrir en las elecciones generales del 26 de noviembre’, en caso que este partido pierda en las votaciones.” (Declaración de Julieta Castellanos, La Tribuna, 26 de Julio de 2017).

La UNAH nacionalista y las lecciones del diálogo y acuerdos de julio de 2016

La reforma universitaria emprendida por Julieta Castellanos y su equipo de burócratas lacayos, ha tenido el agrado y respaldo de los nacionalistas que una vez más en la historia de este país han maniobrado para imponer el continuismo y, por consiguiente, el retorno a las dictaduras.

Con esto se confirma que la institución formadora de profesionales, único baluarte del pensamiento en el país, ha dado el ejemplo en el empleo de métodos policíacos y de persecución de jóvenes al gobierno de Juan Orlando. Tal parece que la UNAH es otro engranaje que se mueve y sincroniza perfectamente en la maquinaria sofisticada que han construido los nacionalistas en casi 9 años luego del golpe de Estado del 2009.

Inclusive, la figura del diálogo propuesto por el gobierno ilegítimo de JOH es una reminiscencia del diálogo entre el MEU y las autoridades universitarias llevado a cabo en Julio del 2016; pues los términos a los que se quiere llegar son similares: parar con las protestas y descontento popular e iniciar una supuesta reconciliación de las dos partes en conflicto.

Los acuerdos firmados por el MEU y las autoridades universitarias prácticamente dejaron en suspenso las luchas por las reformas a las normas académicas y abrieron paso a la aniquilación del movimiento estudiantil universitario. El mismo efecto de derrota podría generarse en la consciencia de la gente que luchó contra el fraude electoral con el sólo hecho de que la Alianza de Oposición estime conveniente formar parte del sonado diálogo nacional de los cachurecos.

El caso de Eduardo Urbina: estudiante universitario perseguido por el gobierno de JOH

El compañero Eduardo Urbina estudiante de la carrera de Historia en la UNAH y ferviente opositor del gobierno, salió del país el 10 de diciembre de 2017 con rumbo a Nicaragua y luego Costa Rica – país que le dio asilo por tres meses. Lo detuvieron injustamente cuando iba con dirección a Nicaragua el 10 de marzo de 2018, en el cruce fronterizo de Peñas Blancas.

Los motivos para la extradición que el gobierno y los medios tarifados han mostrado ante la opinión pública sobre este caso, es la quema de un camión militar en Comayagüela. No existe ninguna prueba fehaciente que demuestre que este joven haya quemado dicho camión.

Más bien todo forma parte de una selección minuciosa de compañeros que han combatido con rigor y acciones de protesta a este gobierno, encabezada por FUSINA, el Ministerio Público y otros cuerpos de seguridad del Estado como la Policía Militar, etcétera. Los comunicados de organizaciones de Derechos Humanos y la misma escuela de Historia no tardaron en hacerse visibles ante este atropello y persecución política.

“Sabemos que nuestra comunidad universitaria está compuesta por individuos con diversos credos e ideología, por lo que solicitamos el respeto a la participación y manifestación de sus derechos como ciudadanos de este país. Por ello, hacemos un llamado para que acabe el estado actual de agresión y cacería política.” (Comunicado docentes carrera de historia-unah, replicado por Criterio hn, 16 de marzo de 2018)

La solidaridad centroamericana debe estar latente en estos casos de atropello a la libertad de jóvenes opositores al gobierno

La lucha contra las dictaduras ha sido un episodio en la historia del siglo XX centroamericano; historia compartida con la mayoría de los países que forman esta región. Y al parecer las circunstancias que han ido surgiendo en estos momentos, apuntan al regreso nefasto de estos gobiernos despóticos y sanguinarios. El ensayo ha comenzado en Honduras, y quizá se vuelva tendencia en los demás países.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hacemos visible el atropello sistemático de los derechos humanos de varios de los compañeros que asumieron la lucha inaplazable contra la instauración de la dictadura de JOH. Y reiteramos nuestra solidaridad para los que hoy enfrentan todavía procesos penales.

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